Tema sobre el aborto

DERECHO AL ABORTOIncrepar a las mujeres que acuden a abortar: un acoso tolerado en España pero no en otros países europeos​

Los juristas coinciden en que este tipo de hostigamiento va más allá de lo permitido en el ejercicio de la libertad de expresión y recuerdan que por ello se les ha puesto límites en países como Alemania, Austria, Reino Unido o Francia.​



Dominio Público - El derecho al aborto hay que pelearlo cada día
Manifestación por el derecho al aborto (foto de archivo).
MADRID
01/02/2021 23:45 ACTUALIZADO: 02/02/2021 09:33
MARISA KOHAN@KOHANM
El pasado viernes, un grupo que no pasaba de los 20 jóvenes se concentraron ante la Clínica Dator de Madrid con el objetivo de molestar y hostigar a las mujeres que se acercaban a pedir información sobre la interrupción voluntaria del embarazo o para practicarse un aborto. La cita que se había publicitado desde un grupo llamado "Cañas por España" y bajo el título "viernes por la vida" fue la primera de una serie quedadas que el grupo pretende repetir cada último viernes de mes en una clínica diferente de la Comunidad de Madrid.

No es la primera de estas iniciativas. De hecho es la enésima. Responsables de la Clínica Dator denuncian tener concentraciones diarias ante sus puertas de grupos de personas que hostigan, increpan y bombardean con información falsa y con todo tipo de iconografía a las mujeres que se acercan para ejercer su derechos de interrumpir su embarazo o pedir información al respecto.

Desde la Asociación de Clínicas acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI) resaltan que esto no ocurre sólo en Madrid, sino que viene sucediendo desde hace años con distinta periodicidad en clínicas de Córdoba, Málaga, Albacete, Murcia o Algeciras, por citar sólo algunas y están convocadas por grupos ultracatólicos y de extrema derecha.

Hace unos meses, la plataforma Pro Derechos, formada por 62 organizaciones denunciaba que desde la aprobación de la Ley de Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción del Embarazo en 2010, más de 8.000 mujeres habrían sido insultadas, increpadas, coaccionadas o amenazadas a las puertas de las clínicas. Y estos datos serían muy conservadores. Denunciaban también la impunidad y la falta de consecuencias que tienen estas acciones de grupos que se amparan en la libertad de manifestación, reunión y expresión.

¿Pero, están estas acciones dentro de los supuestos que defienden la libertad de expresión y de manifestación? ¿Deberían las mujeres que deciden legalmente interrumpir su embarazo estar protegidas de estos grupos ultras que las increpan a las puertas de las clínicas?
Diversos expertos en derecho consultado por Público resaltan que la línea divisoria entre la libertad de manifestación y expresión y el derecho de las mujeres a ejercer su derecho al aborto y a su intimidad es muy fina y difusa y esta falta de claridad es utilizada por los grupos ultras para realizar actos ilícitos que, sin embargo, quedan impunes.


Las reuniones de menos de 20 personas no precisan de ninguna autorización ni comunicación previa, por lo que no se consideran manifestaciones o concentraciones. Esta ventana legal es la que utilizan los grupos antiderechos para concentrarse a las puertas de las clínicas sin que sean dispersados, explican desde ACAI. Este límite difuso, sin embargo, es traspasado con las acciones, afirma Juan Antonio Bosch, abogado de esta asociación, puesto que "además de manifestarse se dedican a gritar, insultar, mentir y acosar a las mujeres que buscan un aborto o a amenazarlas directamente".

Sin embargo, estos delitos a la intimidad, afirma este letrado, son muy difíciles de perseguir, puestos que no son delitos públicos que se persigan de oficio, sino que tienen que ser denunciados por la propia víctima "y las mujeres que acuden a las clínicas lo que menos quieren es iniciar un largo proceso penal y tener ese grado de exposición", afirma Bosch.

Esta dicotomía entre el derecho de manifestación y el derecho a la intimidad de las mujeres es también un fino equilibrio para la abogada Laia Serra, especialista en libertad de expresión. "Está claro que el derecho de manifestación también tiene sus limitaciones. Deberían poder expresar su parecer sobre la legislación, sobre el hecho de que existan clínicas e incluso sobre el hecho de que las mujeres decidan abortar. Pero por otro lado, en función de la características concreta, de cómo se exprese este parecer, podría incidir en la autonomía de la mujeres para tomar decisiones sobre sus derechos sexuales y reproductivos y de preservar su privacidad", afirma esta jurista.

Para esta experta, este derecho de las mujeres se podría ver vulnerado por la presencia de un grupo de personas a la entrada de las clínicas o a 20 metros de estas. "Otra cosa es que se dijera a estos manifestantes que podrán hacerlo pero a una cierta distancia que permitiera la libre entrada de profesionales y de usuarias de los servicios y sobre todo que eviten que las personas que entren en esas clínicas puedan se reconocidas o que se puedan tomar fotografías de su rostro que luego puedan ser divulgadas", añade Serra.

La batalla por la distancia​

La realidad es que desde hace años diversas organizaciones feministas y de derecho al aborto están exigiendo que se tomen medidas legales para impedir que estos grupos se puedan concentrar a las puertas de las clínicas para increpar a las mujeres que decidan interrumpir su embarazo. Tal como explica Bosch a Público en conversación telefónica, difícilmente a cualquier grupo de personas se le permitiría protestar contra cualquier otra prestación sanitaria a las puertas de un hospital o de otras instituciones sin que alguien tomara cartas en el asunto.

"Aquí entra en juego un tema de sensibilidad. Como estas son cosas de mujeres no tienen importancia"
"Sería impensable, por ejemplo, que un grupo de 20 personas se concentrara a las puertas de la Catedral de la Almudena cada domingo gritándole a los feligreses que no entraran porque hay pederastas y que los van a condenar. ¿Cuanto tiempo durarían?". El problema, afirma este abogado, es que aquí entra en juego un tema de sensibilidad y "como estas son cosas de mujeres no tienen importancia. En situaciones iguales, los poderes públicos se compartan de forma bien distinta", añade.

No es un exigencia extraña. En países de nuestro entorno ya se han tomado medidas que limitan o previenen a estos grupos ultras la posibilidad de situarse en las puertas o en las inmediaciones de las clínicas. Alemania, Austria y más recientemente el Reino Unido han optado por regularlo a traves de decretos que obligan a estos grupos a mantenerse a una distancia prudencial de estos centros. En el país anglosajón esta distancia es de 150 metros. Esta medida, resaltan diversas organizaciones y expertos, no vulnera el legítimo derecho de manifestación ni la libertad de expresión y al mismo tiempo protege la integridad y la intimidad de las mujeres que deciden abortar, así como de los profesionales que practican los abortos.

Otro país que ha decidido tomar medidas ante los acosos a mujeres y profesionales en las inmediaciones de las clínicas en las que se realizan interrupciones de embarazos es Francia. El modelo seguido por nuestro vecino del norte es algo distinto, puesto que decidió modificar su Código Civil para incluir nuevos delitos que tipifican, incluso, la información falsa. Es decir, que está penado publicar o emitir informaciones que no sean ciertas en relación al aborto y sus consecuencias.

Francia pena con dos años de prisión y 30.000 euros a quienes impidan, o traten de impedir, la práctica del aborto o la obtención de información
La ley francesa aprobada en 2017 contempla dos años de prisión y hasta 30.000 euros de multas a quienes impidan o traten de impedir "la practica u obtención de información sobre una interrupción voluntaria del embarazo", que se practique por cualquier medio, incluyendo los medios electrónicos, "la difusión o transmisión de alegaciones o indicaciones que puedan inducir a error intencionadamente, como elemento disuasorio, sobre las características o las consecuencias médicas de la interrupción voluntaria del embarazo".

En nuestro país diversas organizaciones agrupadas bajo la plataforma Pro Derechos se han reunido a lo largo de los últimos años con diversos partidos políticos e instituciones locales y nacionales para exigir que se tomen medidas contra estas concentraciones y coacciones. Sin embargo, hasta la fecha ninguna administración ha movido ficha, a pesar de que muchas se han mostrado favorables o han admitido que se trata de un problema a resolver. Algunos partidos políticos, como Unidas Podemos presentaron una PNL en la Asamblea de Madrid, sin que hasta el momento se haya tomado ninguna medida.

Las organizaciones de la sociedad civil y las clínicas acreditadas manifiestan que es importante que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado cuenten con una legislación que les facilite intervenir para impedir que se obstaculice la libertad de las mujeres y el trabajo de los y las trabajadoras sanitarias.

Afirman que es realmente importante contar con los medios legales para poner fin a los cientos de conductas punibles". Piden, en definitiva, que se considere como un delito público y que las autoridades puedan actuar de oficio.

En ausencia de una norma específica, este colectivo afirma que conseguir este alejamiento de forma rápida y sencilla pasaría, tal como han hecho ya otros vecinos europeos, por modificación del Real Decreto 831/2010, de 25 de junio, de garantía de la calidad asistencial de la prestación a la interrupción voluntaria del embarazo. Un procedimiento mucho más accesible que la vía Francesa, que supondría la modificación de una ley Orgánica que requiere de debate y un largo trámite parlamentario.

Bosch afirma que recientemente el Ministerio de Sanidad sacó a consulta el Real Decreto 831/2010, pero en él sólo abordaba la cuestión de primar el aborto farmacológico sobre el quirúrgico en la sanidad pública, "un método más barato y con menos garantías", y denuncia que "en ningún momento se incluyó en la consulta nada sobre la protección de las mujeres que quieren abortar", una promesa, recuerda, que estaba en los programas electorales tanto del PSOE como de Unidas Podemos, los dos partidos de Gobierno.

 

DERECHO AL ABORTOIncrepar a las mujeres que acuden a abortar: un acoso tolerado en España pero no en otros países europeos​

Los juristas coinciden en que este tipo de hostigamiento va más allá de lo permitido en el ejercicio de la libertad de expresión y recuerdan que por ello se les ha puesto límites en países como Alemania, Austria, Reino Unido o Francia.​



Dominio Público - El derecho al aborto hay que pelearlo cada día
Manifestación por el derecho al aborto (foto de archivo).
MADRID
01/02/2021 23:45 ACTUALIZADO: 02/02/2021 09:33
MARISA KOHAN@KOHANM
El pasado viernes, un grupo que no pasaba de los 20 jóvenes se concentraron ante la Clínica Dator de Madrid con el objetivo de molestar y hostigar a las mujeres que se acercaban a pedir información sobre la interrupción voluntaria del embarazo o para practicarse un aborto. La cita que se había publicitado desde un grupo llamado "Cañas por España" y bajo el título "viernes por la vida" fue la primera de una serie quedadas que el grupo pretende repetir cada último viernes de mes en una clínica diferente de la Comunidad de Madrid.

No es la primera de estas iniciativas. De hecho es la enésima. Responsables de la Clínica Dator denuncian tener concentraciones diarias ante sus puertas de grupos de personas que hostigan, increpan y bombardean con información falsa y con todo tipo de iconografía a las mujeres que se acercan para ejercer su derechos de interrumpir su embarazo o pedir información al respecto.

Desde la Asociación de Clínicas acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI) resaltan que esto no ocurre sólo en Madrid, sino que viene sucediendo desde hace años con distinta periodicidad en clínicas de Córdoba, Málaga, Albacete, Murcia o Algeciras, por citar sólo algunas y están convocadas por grupos ultracatólicos y de extrema derecha.

Hace unos meses, la plataforma Pro Derechos, formada por 62 organizaciones denunciaba que desde la aprobación de la Ley de Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción del Embarazo en 2010, más de 8.000 mujeres habrían sido insultadas, increpadas, coaccionadas o amenazadas a las puertas de las clínicas. Y estos datos serían muy conservadores. Denunciaban también la impunidad y la falta de consecuencias que tienen estas acciones de grupos que se amparan en la libertad de manifestación, reunión y expresión.

¿Pero, están estas acciones dentro de los supuestos que defienden la libertad de expresión y de manifestación? ¿Deberían las mujeres que deciden legalmente interrumpir su embarazo estar protegidas de estos grupos ultras que las increpan a las puertas de las clínicas?
Diversos expertos en derecho consultado por Público resaltan que la línea divisoria entre la libertad de manifestación y expresión y el derecho de las mujeres a ejercer su derecho al aborto y a su intimidad es muy fina y difusa y esta falta de claridad es utilizada por los grupos ultras para realizar actos ilícitos que, sin embargo, quedan impunes.


Las reuniones de menos de 20 personas no precisan de ninguna autorización ni comunicación previa, por lo que no se consideran manifestaciones o concentraciones. Esta ventana legal es la que utilizan los grupos antiderechos para concentrarse a las puertas de las clínicas sin que sean dispersados, explican desde ACAI. Este límite difuso, sin embargo, es traspasado con las acciones, afirma Juan Antonio Bosch, abogado de esta asociación, puesto que "además de manifestarse se dedican a gritar, insultar, mentir y acosar a las mujeres que buscan un aborto o a amenazarlas directamente".

Sin embargo, estos delitos a la intimidad, afirma este letrado, son muy difíciles de perseguir, puestos que no son delitos públicos que se persigan de oficio, sino que tienen que ser denunciados por la propia víctima "y las mujeres que acuden a las clínicas lo que menos quieren es iniciar un largo proceso penal y tener ese grado de exposición", afirma Bosch.

Esta dicotomía entre el derecho de manifestación y el derecho a la intimidad de las mujeres es también un fino equilibrio para la abogada Laia Serra, especialista en libertad de expresión. "Está claro que el derecho de manifestación también tiene sus limitaciones. Deberían poder expresar su parecer sobre la legislación, sobre el hecho de que existan clínicas e incluso sobre el hecho de que las mujeres decidan abortar. Pero por otro lado, en función de la características concreta, de cómo se exprese este parecer, podría incidir en la autonomía de la mujeres para tomar decisiones sobre sus derechos sexuales y reproductivos y de preservar su privacidad", afirma esta jurista.

Para esta experta, este derecho de las mujeres se podría ver vulnerado por la presencia de un grupo de personas a la entrada de las clínicas o a 20 metros de estas. "Otra cosa es que se dijera a estos manifestantes que podrán hacerlo pero a una cierta distancia que permitiera la libre entrada de profesionales y de usuarias de los servicios y sobre todo que eviten que las personas que entren en esas clínicas puedan se reconocidas o que se puedan tomar fotografías de su rostro que luego puedan ser divulgadas", añade Serra.

La batalla por la distancia​

La realidad es que desde hace años diversas organizaciones feministas y de derecho al aborto están exigiendo que se tomen medidas legales para impedir que estos grupos se puedan concentrar a las puertas de las clínicas para increpar a las mujeres que decidan interrumpir su embarazo. Tal como explica Bosch a Público en conversación telefónica, difícilmente a cualquier grupo de personas se le permitiría protestar contra cualquier otra prestación sanitaria a las puertas de un hospital o de otras instituciones sin que alguien tomara cartas en el asunto.

"Aquí entra en juego un tema de sensibilidad. Como estas son cosas de mujeres no tienen importancia"
"Sería impensable, por ejemplo, que un grupo de 20 personas se concentrara a las puertas de la Catedral de la Almudena cada domingo gritándole a los feligreses que no entraran porque hay pederastas y que los van a condenar. ¿Cuanto tiempo durarían?". El problema, afirma este abogado, es que aquí entra en juego un tema de sensibilidad y "como estas son cosas de mujeres no tienen importancia. En situaciones iguales, los poderes públicos se compartan de forma bien distinta", añade.

No es un exigencia extraña. En países de nuestro entorno ya se han tomado medidas que limitan o previenen a estos grupos ultras la posibilidad de situarse en las puertas o en las inmediaciones de las clínicas. Alemania, Austria y más recientemente el Reino Unido han optado por regularlo a traves de decretos que obligan a estos grupos a mantenerse a una distancia prudencial de estos centros. En el país anglosajón esta distancia es de 150 metros. Esta medida, resaltan diversas organizaciones y expertos, no vulnera el legítimo derecho de manifestación ni la libertad de expresión y al mismo tiempo protege la integridad y la intimidad de las mujeres que deciden abortar, así como de los profesionales que practican los abortos.

Otro país que ha decidido tomar medidas ante los acosos a mujeres y profesionales en las inmediaciones de las clínicas en las que se realizan interrupciones de embarazos es Francia. El modelo seguido por nuestro vecino del norte es algo distinto, puesto que decidió modificar su Código Civil para incluir nuevos delitos que tipifican, incluso, la información falsa. Es decir, que está penado publicar o emitir informaciones que no sean ciertas en relación al aborto y sus consecuencias.

Francia pena con dos años de prisión y 30.000 euros a quienes impidan, o traten de impedir, la práctica del aborto o la obtención de información
La ley francesa aprobada en 2017 contempla dos años de prisión y hasta 30.000 euros de multas a quienes impidan o traten de impedir "la practica u obtención de información sobre una interrupción voluntaria del embarazo", que se practique por cualquier medio, incluyendo los medios electrónicos, "la difusión o transmisión de alegaciones o indicaciones que puedan inducir a error intencionadamente, como elemento disuasorio, sobre las características o las consecuencias médicas de la interrupción voluntaria del embarazo".

En nuestro país diversas organizaciones agrupadas bajo la plataforma Pro Derechos se han reunido a lo largo de los últimos años con diversos partidos políticos e instituciones locales y nacionales para exigir que se tomen medidas contra estas concentraciones y coacciones. Sin embargo, hasta la fecha ninguna administración ha movido ficha, a pesar de que muchas se han mostrado favorables o han admitido que se trata de un problema a resolver. Algunos partidos políticos, como Unidas Podemos presentaron una PNL en la Asamblea de Madrid, sin que hasta el momento se haya tomado ninguna medida.

Las organizaciones de la sociedad civil y las clínicas acreditadas manifiestan que es importante que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado cuenten con una legislación que les facilite intervenir para impedir que se obstaculice la libertad de las mujeres y el trabajo de los y las trabajadoras sanitarias.

Afirman que es realmente importante contar con los medios legales para poner fin a los cientos de conductas punibles". Piden, en definitiva, que se considere como un delito público y que las autoridades puedan actuar de oficio.

En ausencia de una norma específica, este colectivo afirma que conseguir este alejamiento de forma rápida y sencilla pasaría, tal como han hecho ya otros vecinos europeos, por modificación del Real Decreto 831/2010, de 25 de junio, de garantía de la calidad asistencial de la prestación a la interrupción voluntaria del embarazo. Un procedimiento mucho más accesible que la vía Francesa, que supondría la modificación de una ley Orgánica que requiere de debate y un largo trámite parlamentario.

Bosch afirma que recientemente el Ministerio de Sanidad sacó a consulta el Real Decreto 831/2010, pero en él sólo abordaba la cuestión de primar el aborto farmacológico sobre el quirúrgico en la sanidad pública, "un método más barato y con menos garantías", y denuncia que "en ningún momento se incluyó en la consulta nada sobre la protección de las mujeres que quieren abortar", una promesa, recuerda, que estaba en los programas electorales tanto del PSOE como de Unidas Podemos, los dos partidos de Gobierno.

Osea si se va a matar un toro en una plaza si. Se puede una manifestar por la vida de un animal ...pero si alguien quiere manifestarse delante de una clinica abortista no....¿en serio??‍♀️?‍♀️
 
Yo siempre he tenido claro que el aborto debería ser un derecho, aunque soy consciente de que hay personas irresponsables que hacen mal uso de CUALQUIER derecho que hemos conseguido como humanidad. No por ello se me ocurre quitarlos. Aparte de que, una persona TAN irresponsable de jugar con el tema embarazo/aborto no tengo claro que sea capaz de ser un buen padre/madre.

Pero a la vez, soy plenamente consciente de que yo seguramente sería incapaz de abortar. Por ello jamás me he quedado embarazada. Pero es una decisión personal mía, me gustaría que todas pudiesen elegir también.

Hilado a esto de yo ser incapaz de abortar, en el fondo entiendo el impulso de los antiabortistas. De verdad. Pero, dentro de ese pensamiento, hay cosas que no me cuadran nada.

Con la prima @diosa coronada , con su comentario de la página 2 allá en el 2017, estoy TAN de acuerdo que me atrevo a lanzar mis propias preguntas.

¿Puede una persona que quiere abortar, ser una buena madre o un buen padre? Luchamos por la defensa de ese bebé nacido y... ¿luego qué? ¿Somos capaces como sociedad de asegurarnos que ese niñ@ no vaya a ser carne de maltrato de sus padres? ¿O alguien que acabará en un orfanato y después "liberado" a su suerte? ¡Si ni siquiera somos capaces de hacerlo con los "bebés deseados"! Yo como sociedad veo que no remamos hacia una igualdad de oportunidades real, hacia un bienestar social generalizado. Entiendo la preocupación que genera el aborto. Desde luego si yo estoy aquí es porque conmigo no lo hicieron, ni siquiera cuando era un simple conjunto de células. Pero... somos conscientes del mundo que tenemos? Porque a mi luchar para que nazca pero luego no ser capaces de asegurarnos de su bienestar... pues como que no me cuadra.

No hay más que pasearse por cualquier barrio verdaderamente pobre de España (bueno, y no tan pobre) para ver a familias de 11 (o de 3, pero cuando son muchos ya me explota la cabeza) en condiciones lamentables. ¿Hay derecho a eso? ¿A tenerlos así? ¿Hay derecho a la cantidad de niños sin familia que existen? ¿Hay derecho a la cantidad de bebés/niños explotados, maltratados, incluso asesinados por sus padres que existen?

¿No deberíamos, quizá, empezar por ahí? ¿Con los que ya llegaron y tuvieron la desgracia de nacer donde y con quien lo hicieron? Que no digo que sea fácil, pero a veces el tema provida me resulta un poco como querer empezar la casa por el tejado, sin darte cuenta de que te va a caer encima en cuanto lo acabes.


Todo esto son preguntas que me hago yo a mi misma. No pretendo convencer a nadie ni mucho menos dictar sentencia, pero son cosas que estoy más que dispuesta a debatir y a escuchar opiniones ajenas. Por eso lo escribo. Me ha gustado leeros, con respeto siempre da gusto.
 
Entiendo que haya gente provida, yo mismamente si me quedo embarazada sin quererlo y el feto esta sano, tiraria xa alante. Xo respeto a quien no lo hiciera y sobre todo no les acosaria xa hacerles cambiar de opinión, independiente de sus razones xa abortar. Xq recordemos que no siempre se aborta xq no se quiere un hijo, hay mas razones.

Xo me da mucho mucho mucho asco ese acoso y hostigamiento al que someten a las mujeres que acuden a esas clinicas, no puedo empatizar con esas personas apostadas en la puertas gritando,xq ellas no empatizan con las mujeres que acuden. Una vergüenza es lo que me parece.

Desgraciadamente una amiga paso hace poco por ese trance, embarazada de 20 semanas le diagnosticaron al feto una enfermedad no compatible con la vida, lo mas probable es que muriera enseguida en cuanto naciera, y en el caso que resistiera no duraría mucho y necesitaría paliativos. Recomendación: Abortar ¿Alguien se puede imaginar el sufrimiento de esa madre? ¿Del padre? Que tras 7 años intentando tener un segundo hijo, lo consigan, con mas de 40 años, que sea de sus últimas oportunidades para conseguirlo y que tengas que decidir entre tenerlo y cumplir tu deseo xo si sobrevive hacerlo sufrir o abortar y ahorrarle el sufrimiento... Y cuando finalmente decides que lo mejor para él sera abortar, aunque no lo sera xa ti, te derivan a una clinica xq el hospital esta masificado y vais y en la puerta hay una panda de GILIPOLLAS que te gritan.. asesina! Si, entro al insulto personal, si, en este caso me pongo a su nivel.
Afortunadamente xa mi amiga ha recibido muchisimo apoyo, en su entorno familiar, circulo de amigos, compañeros de trabajo , colegio de su otro hijo, vecinos, clientes (que trabaja de cara al publico)... ToDos le dijeron que había echo lo correcto

Siento la chapa, tengo el tema reciente y aun me duele el pensarlo
 
yo soy próvida y os digo que no se trata de imponer nada a nadie, se trata de prteger la vida de personas inocentes que no pueden defenderse y creo que eso es de sentido común y de proteger a las mujeres contra ese gran fraude
Pues estoy esperando a que todos los pro-vidas se pongan las pilas y empiecen a acoger en sus casas a todos/as esos/as menores que no fueron abortados y hoy malviven abandonados por sus padres en la calle o en centros de acogida, víctimas de mafias que los drogan y prostituyen.
Ale, a practicar con el ejemplo, que no basta con dar a las madres pañales y potitos para que no aborten.
 
es increíble lo que dices, de verdad,
increíble son la sarta de barbaridades que has soltado. Año 2022 , los cuentos "provida" se los puedes vender a 4 personajes. Os esperan rescatando inmigrantes que llegan en patera, gente que no tiene para comer, ancianos que no tienen a nadie, personas que cuidan de dependientes y no pueden más porque no tienen ni un respiro en todo el día, etc.
Demagogia barata para demonizar a las mujeres y querer que sigamos atadas a vuestros falsos moralismos.
 


Sobrepoblación: Bernie Sanders propone financiar abortos en países en desarrollo
El Acuerdo de la Ciudad de México protege a los niños no nacidos de los abortos financiados por los Estados Unidos; Sanders busca revocarlo.
ELECCIONES ENLOS ESTADOS UNIDOSIDEOLOGÍADESTACADA
Por Mamela Fiallo Flor Última actualización Sep 11, 2019

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Bernie-aborto.png
El candidato presidencial de Estados Unidos, Bernie Sanders, sugirió financiar los abortos en los países en desarrollo como una solución para el cambio climático ( WikiCommons)
Español - Financiar el aborto en los países en desarrollo fue la solución propuesta por el candidato presidencial estadounidense Bernie Sanders para revertir la supuesta sobrepoblación global. La propuesta se planteó en el contexto del debate sobre el cambio climático. Los votantes demócratas aplaudieron el plan de Sanders.
A medida que Estados Unidos se acerca a las elecciones presidenciales en un año, el control de la natalidad es un tema controvertido que guía a los votantes. Por un lado, los demócratas quieren legalizar el aborto hasta el nacimiento. Por otro lado, los republicanos están prohibiendo el aborto desde el punto de detección de un latido cardíaco.
PNP In Content 1

Donald Trump fue el primer presidente en asistir a la Marcha anual por la vida . Sus oponentes vieron expandir la legislación existente dada la posibilidad de que su administración prohíba el aborto por completo.
El acuerdo de la Ciudad de México protege a los no nacidos de los abortos financiados por los Estados Unidos. Sanders quiere revertirlo.
“Las mujeres en los Estados Unidos tienen el derecho de controlar sus cuerpos y tomar decisiones reproductivas, y el Acuerdo de la Ciudad de México niega la ayuda a las organizaciones estadounidenses en todo el mundo que permiten a las mujeres abortar o incluso involucrarse en el control de la natalidad. Creo que es absurdo ”, dijo Bernie Sanders.
PNP In Content 2

En otras palabras, busca no solo facilitar los abortos en los Estados Unidos sino también utilizar los impuestos de sus conciudadanos para financiar los abortos en los países más pobres del mundo.
Para lograr esto, Sanders tendría que revocar la política instituida por el presidente Ronald Reagan en la Ciudad de México en 1984. Barack Obama ya la revocó. Sin embargo, Donald Trump revirtió la decisión de Obama y adoptó la política de Reagan para crear la Regla Global de Mordaza para poner fin a todos los abortos financiados por los contribuyentes estadounidenses.
Lo que Bernie Sanders y sus seguidores no saben es que, de acuerdo con la legislación de toda América Latina, firmantes del Pacto de San José, la vida se considera un derecho desde el momento de la concepción. Por lo tanto, lo que piden sería tanto moral como legalmente punible porque viola las constituciones nacionales y requiere la ejecución de los más jóvenes de la sociedad.
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Obianujy Ekeocha, un activista africano pro-vida, respondió a Sanders señalando que el triunfo de un presidente del partido demócrata en los Estados Unidos significaría un control tiránico de la población y la masacre de bebés africanos antes del nacimiento.

Si señor, un plan de control de la natalidad en Africa antes de seguir con otras ayudas. En China funcionó y hoy es una potencia mundial. Mientras en algunos países sigan teniendo más hijos de los que pueden mantener, es como intentar llenar una bañera con el tapón abierto.
 
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