" Para Falcó, Rivera “es su ‘sex symbol’, su hombre ideal, lo encuentra divertido, sano y atractivo”, revela Eyre. Según la periodista, Tamara “se quedó obnubilada cuando el político fue a comer a su casa de Puerta de Hierro por primera vez”, cuando aún no había empezado su relación con Beatriz Tajuelo. Incluso, votó a su partido y “llegó a asistir en plan ‘groupie’ a sus mítines, colocándose en un lugar muy discreto”.