Romy Schneider (1938 -1982). Hoy 38 años sin ella

Yo de pequeña quería ser ella. Me fascina su belleza y su dulzura. Ni Grace Kelly ni Audry, ella.
No hay comparación posible entre las 3 actrices, cada una, por separado, tenía una personalidad bien distinta y un registro actoral diferente...
Amén de procedencia, educación y vivencias no comparables...
 
Me parecía una de las actrices europeas más bellas. No he visto tanto como quisiera de su filmografía, pero creo que falleció cuando estaba alcanzando su cénit como actriz. Qué pena su vida y qué penita me da su pobre hijo.
Su hija tuvo una niña en 2018, a los 41 años.
La ruptura del noviazgo con Alain Delon y la desgraciada muerte de su hijo, fueron determinantes en su vida que no pudo o no supo superar, sobre todo la muerte de su hijo...Una lástima porque era una gran actriz...
 
No hay comparación posible entre las 3 actrices, cada una, por separado, tenía una personalidad bien distinta y un registro actoral diferente...
Amén de procedencia, educación y vivencias no comparables...
Yo hablaba en cuanto a belleza, que sin desmerecer a las demás, esta era mi preferida



En cuanto a pelis no entro. Las pelis y las épocas no tienen nada que ver.
 
Romy fue muy valiente al romper con la imagen edulcorada y virginal de Sissi. Es cierto que se mudó a Francia para vivir con Delon, tras haber hecho una película de época con el - por lo que escandalizó a sus fans austriacos y hermanos -pero descubrió que el cine francés le ofrecía la oportunidad de hacer papeles totalmente opuestos, con una fuerte carga sexual, que asumió desafiante ante las mentes que la habían encasillado como Sissi.

A medida que la vida le daba golpes, ella lo dudaba en exponerse ante la cámara en papeles que parecían reflejarla. Parecía desnudar su alma, así como hizo con su cuerpo.

Delon, el reencuentro con su padre poco antes de la muerte de este, su desgraciado primer matrimonio con un hombre que no aceptaba la marca que había dejado Delon en ella y la martirizaba con sus celos hasta el punto de vengarse de ella por haberle pedido el divorcio suicidándose, su poca suerte con los hombres, el matrimonio con su secretario porque quería una familia con otro hijo y tampoco le fue fiel, la espantosa muerte de su niño... La vida termino con ella.
 
Hace dos años estrenaron en Francia una película de ficción sobre tres días que pasó Romy Schneider con un periodista al que confío un autorretrato íntimo, "Trois jours a Qua...", a mediados de los 70, donde muestran a Romy bebiendo, fumando y empastillandose a todas horas.

Su hija, Sarah Biasini, y su padre, Daniel, se mostraron en sendas entrevistas completamente en desacuerdo con esa imagen de Romy. Cierto que Sarah tendrá la imagen que su padre y allegados le habrán transmitido, pero su ex-marido niega rotundamente que Romy tuviese un problema con la bebida, que jamás, jamás, jamás la vio borracha. Ambos denunciaban que los autores de la película o la actriz que la encarnaba no les habían consultado y que estaban muy descontentos con el resultado.

Daniel Biasini dice también que, hasta la muerte de su hijo, Romy no era la mujer trágica que le daban. Era una mujer muy alegre, y lo único que la preocupaba era envejecer y que eso le impidiese hacer el tipo de papeles que había hecho hasta entonces y no tener trabajo, pero sin obsesionarse con su propia belleza. Romy decía que ella buscaba nuevos retos, pero que le resultaba difícil encontrarlos.

Niega también que Magda Schneider hubiese sido amante de Hitler o colaboradora del régimen nazi y que Romy pensase que había sido así. Para trabajar en Alemania, Magda había tenido que aceptar el estado de cosas sin cuestionarlo demasiado, eso lo significa que fuese nazi convencida. Sin embargo, no era una estrella como Marlene Dietrich, no era importante para el régimen nazi su aprobación o rechazo, no era un símbolo de estrella del régimen.

Por último, Biasini dice que le perdona a Romy los excesos que pudiese hacer con la medicación en su último año tras la muerte de David, porque el golpe fue insoportable y, aunque ya no estaba con ella, podía imaginar como tenía que estar, incluso tuvo que ocuparse bastante de Sarah porque Romy estaba deshecha.

Como curiosidad, dice que él se enteró de que iba a ser padre por teléfono. El llamo a Romy desde una cabina y ella le dijo que no colgase, que enseguida terminaba otra comunicación por otra linea con Visconti, oyendola rechazar una oferta que le hacía Visconti diciéndole: "No puedo hacer la película porque estoy encinta". Y cuando se reencontraron, ella se lo confirmo y le dijo que tenían que casarse.

Vamos, es lo que dice el...
 
Me parecía una de las actrices europeas más bellas. No he visto tanto como quisiera de su filmografía, pero creo que falleció cuando estaba alcanzando su cénit como actriz. Qué pena su vida y qué penita me da su pobre hijo.
Su hija tuvo una niña en 2018, a los 41 años.

Efectivamente cuando consiguió quitarse de encima a su señora madre y aunque le costó consiguió hacer cine de calidad y demostrar sus dotes pero desgraciadamente se fué demasiado pronto. La hija hace algunas cosillas como actriz pero nada destacable.

 
Hace dos años estrenaron en Francia una película de ficción sobre tres días que pasó Romy Schneider con un periodista al que confío un autorretrato íntimo, "Trois jours a Qua...", a mediados de los 70, donde muestran a Romy bebiendo, fumando y empastillandose a todas horas.

Su hija, Sarah Biasini, y su padre, Daniel, se mostraron en sendas entrevistas completamente en desacuerdo con esa imagen de Romy. Cierto que Sarah tendrá la imagen que su padre y allegados le habrán transmitido, pero su ex-marido niega rotundamente que Romy tuviese un problema con la bebida, que jamás, jamás, jamás la vio borracha. Ambos denunciaban que los autores de la película o la actriz que la encarnaba no les habían consultado y que estaban muy descontentos con el resultado.

Daniel Biasini dice también que, hasta la muerte de su hijo, Romy no era la mujer trágica que le daban. Era una mujer muy alegre, y lo único que la preocupaba era envejecer y que eso le impidiese hacer el tipo de papeles que había hecho hasta entonces y no tener trabajo, pero sin obsesionarse con su propia belleza. Romy decía que ella buscaba nuevos retos, pero que le resultaba difícil encontrarlos.

Niega también que Magda Schneider hubiese sido amante de Hitler o colaboradora del régimen nazi y que Romy pensase que había sido así. Para trabajar en Alemania, Magda había tenido que aceptar el estado de cosas sin cuestionarlo demasiado, eso lo significa que fuese nazi convencida. Sin embargo, no era una estrella como Marlene Dietrich, no era importante para el régimen nazi su aprobación o rechazo, no era un símbolo de estrella del régimen.

Por último, Biasini dice que le perdona a Romy los excesos que pudiese hacer con la medicación en su último año tras la muerte de David, porque el golpe fue insoportable y, aunque ya no estaba con ella, podía imaginar como tenía que estar, incluso tuvo que ocuparse bastante de Sarah porque Romy estaba deshecha.

Como curiosidad, dice que él se enteró de que iba a ser padre por teléfono. El llamo a Romy desde una cabina y ella le dijo que no colgase, que enseguida terminaba otra comunicación por otra linea con Visconti, oyendola rechazar una oferta que le hacía Visconti diciéndole: "No puedo hacer la película porque estoy encinta". Y cuando se reencontraron, ella se lo confirmo y le dijo que tenían que casarse.

Vamos, es lo que dice el...
Su hija sobre todo lo pasó muy mal con esta película y la imagen que se daba de su madre, también es cierto que ella realmente era muy niña y los recuerdos que tiene son a través de terceros. Yo sí la conocí de niña porque soy un poco mayor que su hija y mi madre trabajaba en la Academia de Cine Francés. Recuerdo perfectamente a mi madre llorar cuando murió David, fue una tragedia y se de primera mano que para Romy aquello fue insoportable, a pesar de su hija, no conseguía sobreponerse. Mi madre dice que era una mujer bellísima y alegre pero que cuando murió su hijo se apagó.

Yo estoy de acuerdo con Biasi que mismo si su pena le llevo a intentar olvidar con los excesos es absolutamente comprensible. Cada uno liadiamos el dolor como podemos.
 

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