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Yo creo que a mi ex no le deseo el mal, pero si viniera alguien a decirme que se ha quedado solo (solo de verdad, sin familia, amigos, etc...) y le va fatal porque nadie le soporta... pues no me daría pena e incluso lo entendería, porque con esa actitud, que quieres. Y ganas de perdonar lo que me hizo tampoco hay. Desde la ruptura no me lo he encontrado nunca en ningún sitio, pero estoy segurísima de que si me lo encontrara, él intentaría acercarse en plan buen rollo (hola, cuanto tiempo, ¿qué tal?) pero le duraría 5 segundos, que es lo máximo que puede estar sin hacerse la víctima, y comenzaría con la murga de “me has hecho mucho daño”, “me dejaste solo”, “nunca me esperé eso de ti”. Que en otro momento de mi vida me callaría pero, por si me lo encuentro, ya llevo una respuesta preparada, además, es una de sus frases favoritas: “¿y yo qué?”. De verdad, no sabéis lo que le flipa esa frase. A cualquier cosa que dijeras, ya estaba él con su “¿y yo qué?”. Es que podías decirle, “¿te has enterado? Ayer estaba Fulanito en su casa celebrando su cumple con su familia, cuando el techo se vino abajo, toda su familia ha muerto y él está en el hospital con todos los huesos rotos.” (Soy muy exagerada, lo se), y él te contestaría con su gran, “bueno, ¿y yo qué? Porque yo blablablabla”. Desesperante.