¿Qué plato regional merece arriesgarse a un infarto?

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Coca de Llanda o también llamada coca boba:hungry:

Felicidades y gracias compi @Serendi ,por este delicioso nuevo hilo.
Bisous:kiss::kiss:
pilou12

A mi me sale buenísima
 
¿Qué plato regional merece arriesgarse a un infarto?
Publicado por Javier Bilbao




Cada vez que contemplábamos la heroica lucha del presentador de Crónicas carnívoras contra lo que le pusieran delante no podíamos evitar añorar un programa semejante hecho en España. Como si no tuviéramos en nuestra gastronomía ejemplos de exquisiteces hipercalóricas capaces de colapsar las arterias de un solo bocado y de saciarte desde el momento en que son servidas en el plato. Así que desde aquí lanzamos la idea y de paso ponemos una breve lista de esa clase de comida que hace del regüeldo un estilo de vida y convierte al comensal en una boa dedicada únicamente a digerir durante los días posteriores a la ingesta. Así que voten o, mejor aún, añadan en los comentarios las joyas gastronómicas de su región que incomprensiblemente han quedado fuera de esta selección.

Botillo del Bierzo


Imagen cortesía de http://www.botillodelbierzo.es

El Festival de Exaltación del Botillo no es, en contra de lo que pudiera parecer, un rito pagano que incluya sacrificio de vírgenes y consumo de drogas psicoactivas. Dicho evento, que tendrá lugar en la localidad leonesa de Bembibre el próximo siete de febrero, es en realidad una celebración de la vida, y más concretamente, de esta maravilla de El Bierzo llamada botillo. Un intestino de cerdo relleno de rabo y costilla y aderezado con sal, pimentón y ajo, ese es el secreto de la felicidad. Aquí encontrarán más información al respecto.

Cocido lebaniego


Imagen de GeoVehrka (CC)

Característico de la localidad de Liébana, en Cantabria, proviene de lo que llaman «matacíu del chon» o matanza del cerdo. Contiene miga de pan, huevo, chorizo, tocino magro, zancarrón, hueso de jamón y de rodilla, garbanzos y patatas. La idea es que el comensal no se quede con hambre como podemos ver, luego en la sobremesa se echa sacarina en el café y ya está compensado.

Olla podrida


Imagen cortesía de Santaorosia Photographic Colectivity.

Tras este atractivo nombre que invita a la degustación se oculta el nombre «olla poderida», porque hacía referencia a que se ponía en la mesa de los poderosos. No se hace, por tanto, con ningún cadáver en descomposición cogido de un arcén. Aunque hay otras opiniones. Según el antiguo diccionario Covarrubias«contiene en sí varias cosas, como carnero, vaca, gallinas, capones, longaniza, pie de puerco, ajos, cebollas, etc. Púdose decir podrida en cuanto se cuece muy despacio, que casi lo que tiene dentro viene a deshacerse, y por esta razón se puede decir podrida, como la fruta que madura demasiado». Tal receta sería hoy imposible de tomar, por fuerte, por lo que se ha «aligerado», convirtiéndose en una versión de contundente potaje de alubias (a ser posibles rojas de ibeas) con morcilla, chorizo, costilla, oreja, morro, panceta… diferenciándose de otros guisos de este tipo en cómo se cocinan los ingredientes y su presentación en el plato por separado.

Cachopo


Imagen de Chicoasturias (CC)

En las comunidades del norte abundan esta clase de alimentos con gran aporte calórico debido a un clima más frío y a su costumbre de erigir construcciones megalíticas para honrar a sus dioses. En el caso de Asturias su joya gastronómica consiste en dos filetes de ternera con jamón y queso en medio, y el conjunto empanado en huevo y pan rallado. Solo los cobardes lo comen sin guarnición, que puede incluir patatas, champiñones y pimientos.

Cochifrito


Imagen de Crastino (CC)

Un típico plato castellano del que hay diversas variantes como el manchego, segoviano, extremeño… Esta carne de cordero en pequeños primero cocida y luego frita, va acompañada de ajo, vinagre y especias y resulta endiabladamente adictiva hasta tales cantidades que si Paul Newman hubiera hecho la apuesta en La leyenda del indomable con cochifrito no habría pasado tantos apuros. Luego hubiera muerto de un infarto, ciertamente, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

Cocido maragato


Imagen de moverelbigote (CC)

Este plato típico de la comarca de la Maragatería, en León, se asocia a los campesinos que necesitaban una comida bien fuerte para aguantar la jornada. Cuenta con sopa, berza, garbanzos y siete carnes y se sirve al revés, desde lo más pesado hasta terminar en la sopa. Hay varias explicaciones al respecto de esta costumbre, desde que la sopa caliente deja el cuerpo entonado hasta que al ser lo que menos vale se dejaba para el final.

Berza gitana


Imagen de Manuel Dionisio Montero (CC)

Cualquier plato al que se le añada «gitano», desde el famoso brazo a este tipo de potaje, añade no solo una diferencia con las recetas payas, sino un extra calórico que, en su origen, responde a la necesidad de aportar energía a personas que pasaban mucho tiempo al aire libre. La diferencia con otros tipos de potaje es que se añaden judías a los garbanzos. Y luego todo lo demás. Y cuando decimos todo lo demás nos referimos a toda la existencia y la creación de Dios en la Tierra: morcilla, chorizo, codillo, magro, tocino, o bien manitas y papada, a veces manteca colorá, y luego vienen las verduras. Es uno de esos platos a los que tras su nombre se indica «con tós sus avíos» para que el comensal esté preparado para su posible muerte.

Callos a la madrileña


Imagen de Javier Lastras (CC)

Cuando el frío arrecia en los días más duros del invierno, qué mejor que llenarse el estómago con otro estómago, concretamente el de una vaca. Acompañado de morcilla, chorizo de cantimpalos, jamón y bien de picante, esos trozos gelatinosos con sus celdas hexagonales pueden repugnar a cualquier vietnamita que mastique insectos a dos carrillos, pero así son las peculiaridades culturales, lo que a algunos nos resulta exquisito a otros les parece desconcertante.

Zarajos


Imagen de Tamorlán (CC)

Una parte destacada de la inventiva española ha consistido en ponerle un palo a cualquier cosa, así que por qué no clavar uno en un trozo de intestino de cordero lechal. Esto es un aperitivo como Dios manda y no unas simples aceitunas y puede disfrutarse en Cuenca.

Txistorra de Navarra


Imagen de Jorge Díaz (CC)

Este embutido tan característico de Navarra es también común en el País Vasco, donde se asocia al talo que se come en Santo Tomás, el 21 de diciembre. Un bocadillo bien grasiento de txistorra podría poner de rodillas y con los ojos en blanco al mencionado Adam Richman. También se puede acompañar de huevos rotos y patatas fritas, dejándote del revés las papilas gustativas y haciéndote entrar en contacto con saberes arcanos. Una delicia, en cualquiera de sus maneras.
http://www.jotdown.es/2015/02/que-plato-regional-merece-arriesgarse-a-un-infarto/

Qué especialita debo de ser, porque de todos esos platos, excepto el cachopo, que sí me gusta aunque el de la foto precisamente no me lo comería, no probaría ninguno de esos platos.
 
A mí me encantan las menestras de verduras frescas de la huerta, las frituritas de pescado, las tortillitas de camarones, la paella y arrocitos, los calçots, la porrusalda, la escalibada, los calamares en su tinta, las sopas de pescado y calderetas en general, el marisco y el cordero asado.
Los platos que a la mayoría les encantan como los cachopos a mí no me gustan, prefiero un filete a la plancha .
 
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Por favor...ese cocido lebaniego,que cosa más bueno,volví a Potes solo para comerme otro como el del año anterior...y eso que soy del Sur...que cerca no me pilla.
 
A mí cualquier bestiada asturiana me vale, cada vez que voy por allí reviento y no me valen excusas. Lo mismo me da que sean fabes, chorizos a la sidra, cachopo, pote o casadiellas.
Como decimos en Galicia “de morrer morrer farto” :)
 
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