¿Qué postre regional nos deja los ojos en blanco?
Publicado por Jot Down Magazine
Tal vez recuerden esta reciente encuesta en la que el botillo del Bierzo se erigió como claro y justo vencedor. Ahora bien, ¿por qué las ostensiones septenales lemosinas son Patrimonio Cultural de la Humanidad —que no sabemos ni lo que son, aunque suena a hechicería— y sin embargo se queda fuera este plato capaz de recuperar para la vida a los moribundos? Claramente esa lista está mal, hay que tachar cosas francesas y poner el botillo. Pero una vez tenemos la comida ideal nos hace falta a continuación un postre a la altura, ya sabemos por Lost que un mal desenlace puede echarlo todo a perder. ¿Hay en España alguno que nos sacie como es debido? Sin duda encontramos buenos candidatos, lo difícil es escoger uno. Así que se lo dejamos a ustedes. Voten o añadan alguno más si esta selección no les representa.
Crema catalana
Imagen de Cordon Press.
Si algún día los catalanes se independizan hay dos puntos innegociables: que se lleven consigo a Mercedes Milà y nos dejen la crema catalana. Hecha a partir de yema de huevo y cubierta por una capa de azúcar caramelizado que le otorga su característico aspecto, sus orígenes se pierden en la Edad Media y se sirve tradicionalmente en un recipiente de barro.
Tarta de Santiago
Imagen de Cordon Press.
Igualmente medieval, concretamente del siglo XII, es la Cruz de Santiago que adorna esta tarta hecha a partir de almendras, huevos y azúcar. Es un postre típicamente gallego aunque es bien recibido en todas partes, por algo el apóstol que le da nombre es el patrón de España. Y es que una tarta de Santiago bien hecha nos hace lanzar más vivas a la patria que Reverte tras tomarse cuatro vinos.
Ponche segoviano
Imagen de Javier Lastras (CC)
Es un postre típico de la ciudad de Segovia hecho de bizcocho, crema pastelera y mazapán, aunque su elemento más distintivo es la capa de azúcar que lo recubre con rombos tostados. Su único defecto es que tarde o temprano se termina. Para más información aquí.
Goxua
Imagen de Mover el bigote (CC)
Este postre llamado originariamente goshúa o cazuelita está asociado a la capital vasca aunque al parecer tiene origen en Miranda de Ebro, quienes a su vez se inspiraron en la crema catalana. Está compuesto de bizcocho, crema pastelera, nata y caramelo líquido y su presentación es tan hermosa a la vista que es para guardar su foto en la cartera en lugar de la parienta y los hijos.
Carbayones
Imagen de Nacho (CC)
Carbayón es como se conoce también al habitante de Oviedo, de ahí que a este dulce típico de la ciudad lo hayan bautizado de esta manera. Está hecho con hojaldre, almendras, huevos, limón, canela y vino dulce y al parecer su origen está en 1924, concretamente en la pastelería Camilo de Blas.
Ensaimada
Imagen de Cordon Press.
Es un producto genuinamente mallorquín cuyo nombre deriva del catalán saïm, manteca de cerdo, que es uno de sus principales ingredientes. Las hay de diversos tipos según el tipo de relleno que contengan y su origen se remontaría al siglo XVII. Aunque según algunas líneas de investigación sería mucho más lejano, en torno a los siglos V y IV a. C., cuando una señora en Elche fue retratada con una en cada oreja.
Casadielles
Imagen de Xurde (CC)
La repostería asturiana nos da muchas alegrías y otro ejemplo de ello lo tenemos en la casadiella, un dulce relleno de avellanas o nueces, junto con azúcar y anís. Su nombre según algunos provendría de un acertijo del estilo de «¿Qué cosita es?».
Yemas de santa Teresa
Imagen de Tamorlán (CC)
Hay niñas que sueñan con ser cantantes y otras con que los infieles les corten la cabeza para alcanzar la santidad. Ese fue el caso de santa Teresa, cuyo nombre asociamos a la poesía mística pero, sobre todo, a estas riquísimas yemas. Característicos de Ávila, estos pequeños soles que iluminan nuestras vidas se elaboran a partir de yema de huevo y su origen se ubica en el siglo XIX.
Leche frita
Imagen de Juantiagues (CC)
Harina, leche, azúcar, mantequilla, yema de huevo y canela son los ingredientes que conforman este postre cuyo origen lo encontraríamos en Palencia. En su sencillez radica su perfección.
Tocino de cielo
Imagen de Visitestepa.com
En plena Edad Media, unas monjas de la localidad gaditana de Jerez de la Frontera habrían sido las inventoras de uno de los postres más consumidos actualmente. La utilización de claras de huevo para la elaboración de vino dejaba muchas yemas disponibles, que serían empleadas para cocinar un postre que solo requiere además azúcar y agua.
http://www.jotdown.es/2015/03/que-postre-regional-nos-deja-los-ojos-en-blanco/
Publicado por Jot Down Magazine
Tal vez recuerden esta reciente encuesta en la que el botillo del Bierzo se erigió como claro y justo vencedor. Ahora bien, ¿por qué las ostensiones septenales lemosinas son Patrimonio Cultural de la Humanidad —que no sabemos ni lo que son, aunque suena a hechicería— y sin embargo se queda fuera este plato capaz de recuperar para la vida a los moribundos? Claramente esa lista está mal, hay que tachar cosas francesas y poner el botillo. Pero una vez tenemos la comida ideal nos hace falta a continuación un postre a la altura, ya sabemos por Lost que un mal desenlace puede echarlo todo a perder. ¿Hay en España alguno que nos sacie como es debido? Sin duda encontramos buenos candidatos, lo difícil es escoger uno. Así que se lo dejamos a ustedes. Voten o añadan alguno más si esta selección no les representa.
Crema catalana
Imagen de Cordon Press.
Si algún día los catalanes se independizan hay dos puntos innegociables: que se lleven consigo a Mercedes Milà y nos dejen la crema catalana. Hecha a partir de yema de huevo y cubierta por una capa de azúcar caramelizado que le otorga su característico aspecto, sus orígenes se pierden en la Edad Media y se sirve tradicionalmente en un recipiente de barro.
Tarta de Santiago
Imagen de Cordon Press.
Igualmente medieval, concretamente del siglo XII, es la Cruz de Santiago que adorna esta tarta hecha a partir de almendras, huevos y azúcar. Es un postre típicamente gallego aunque es bien recibido en todas partes, por algo el apóstol que le da nombre es el patrón de España. Y es que una tarta de Santiago bien hecha nos hace lanzar más vivas a la patria que Reverte tras tomarse cuatro vinos.
Ponche segoviano
Imagen de Javier Lastras (CC)
Es un postre típico de la ciudad de Segovia hecho de bizcocho, crema pastelera y mazapán, aunque su elemento más distintivo es la capa de azúcar que lo recubre con rombos tostados. Su único defecto es que tarde o temprano se termina. Para más información aquí.
Goxua
Imagen de Mover el bigote (CC)
Este postre llamado originariamente goshúa o cazuelita está asociado a la capital vasca aunque al parecer tiene origen en Miranda de Ebro, quienes a su vez se inspiraron en la crema catalana. Está compuesto de bizcocho, crema pastelera, nata y caramelo líquido y su presentación es tan hermosa a la vista que es para guardar su foto en la cartera en lugar de la parienta y los hijos.
Carbayones
Imagen de Nacho (CC)
Carbayón es como se conoce también al habitante de Oviedo, de ahí que a este dulce típico de la ciudad lo hayan bautizado de esta manera. Está hecho con hojaldre, almendras, huevos, limón, canela y vino dulce y al parecer su origen está en 1924, concretamente en la pastelería Camilo de Blas.
Ensaimada
Imagen de Cordon Press.
Es un producto genuinamente mallorquín cuyo nombre deriva del catalán saïm, manteca de cerdo, que es uno de sus principales ingredientes. Las hay de diversos tipos según el tipo de relleno que contengan y su origen se remontaría al siglo XVII. Aunque según algunas líneas de investigación sería mucho más lejano, en torno a los siglos V y IV a. C., cuando una señora en Elche fue retratada con una en cada oreja.
Casadielles
Imagen de Xurde (CC)
La repostería asturiana nos da muchas alegrías y otro ejemplo de ello lo tenemos en la casadiella, un dulce relleno de avellanas o nueces, junto con azúcar y anís. Su nombre según algunos provendría de un acertijo del estilo de «¿Qué cosita es?».
Yemas de santa Teresa
Imagen de Tamorlán (CC)
Hay niñas que sueñan con ser cantantes y otras con que los infieles les corten la cabeza para alcanzar la santidad. Ese fue el caso de santa Teresa, cuyo nombre asociamos a la poesía mística pero, sobre todo, a estas riquísimas yemas. Característicos de Ávila, estos pequeños soles que iluminan nuestras vidas se elaboran a partir de yema de huevo y su origen se ubica en el siglo XIX.
Leche frita
Imagen de Juantiagues (CC)
Harina, leche, azúcar, mantequilla, yema de huevo y canela son los ingredientes que conforman este postre cuyo origen lo encontraríamos en Palencia. En su sencillez radica su perfección.
Tocino de cielo
Imagen de Visitestepa.com
En plena Edad Media, unas monjas de la localidad gaditana de Jerez de la Frontera habrían sido las inventoras de uno de los postres más consumidos actualmente. La utilización de claras de huevo para la elaboración de vino dejaba muchas yemas disponibles, que serían empleadas para cocinar un postre que solo requiere además azúcar y agua.
http://www.jotdown.es/2015/03/que-postre-regional-nos-deja-los-ojos-en-blanco/