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No sé si es el caso del que se trata aquí, pero algunas veces una llega a la vida de un hombre que es maltratado por su familia, en la que los tratos de un hijo a otro son muy diferentes, no solo a nivel de dinero, sino a muchos niveles: de apoyo emocional, de respeto, de cuidados, de preocuparse, de respetar límites, etc.
A veces llegas a la vida de un hombre así, que es un poco como el "tonto" de su familia, y él ni siquiera es consciente, y está tan contento con las migajas que le tiren, sin querer ver, sin querer darse cuenta, a veces porque están tan acostumbrados a no pintar nada que lo tienen asumido como natural, o porque darse cuenta les supondría montar un pollo que les asusta.
Y tú desde fuera lo ves, y te llevan los demonios ante la injusticia, y ante la ceguera y la nula autodefensa de tu pareja.
No sé si es el caso de la prima, que parece algo parca dando explicaciones y solo presenta el problema monetario como principal, pero a veces el tema monetario es solo un símbolo de un estado general de cosas, de un reparto de roles familiares abusivo, de hijos de primera y de segunda categoría.
Y las llamadas diarias o constantes lo mismo pueden ser una expresión de cariño que una forma de control y dominio. Depende mucho del contexto, ojo con eso.
A veces llegas a la vida de un hombre así, que es un poco como el "tonto" de su familia, y él ni siquiera es consciente, y está tan contento con las migajas que le tiren, sin querer ver, sin querer darse cuenta, a veces porque están tan acostumbrados a no pintar nada que lo tienen asumido como natural, o porque darse cuenta les supondría montar un pollo que les asusta.
Y tú desde fuera lo ves, y te llevan los demonios ante la injusticia, y ante la ceguera y la nula autodefensa de tu pareja.
No sé si es el caso de la prima, que parece algo parca dando explicaciones y solo presenta el problema monetario como principal, pero a veces el tema monetario es solo un símbolo de un estado general de cosas, de un reparto de roles familiares abusivo, de hijos de primera y de segunda categoría.
Y las llamadas diarias o constantes lo mismo pueden ser una expresión de cariño que una forma de control y dominio. Depende mucho del contexto, ojo con eso.