Paquirri: sus mujeres y una herencia en el olvido (resaca del hilo de la boda de Kiko Rivera)

Pues yo creo que si Paquirri viviese el Kiko no habría salido tan cabra. Lo que le ha pasado a este chaval es que todo el mundo lo malcrió y lo dejó hacer le que le dio la real gana, ni disciplina ni leches...otro gallo cantaría si a lo mejor viviese el padre.
Paquirri visto lo visto, se hubiera separado de la pantoja y con dramón por parte de ella. Estoy segura. Ese hombre su perfil era muy cabal, no estaba para tener romerías en casa, ni súbditos. La Panto es una mujer muy egocéntrica y su verdadera perdonalidad iría saliendo. Tanto hablar de la Carmina que era muy liberal pero más leal y noble, no engañaba, la Panto te las mete a la chita callando.
 
Pero ella bien que lo ocultó durante muchos años. Paquirri muy machista y todo lo que quieras pero ahí la que controlaba (a la chita callando) era la Pantoja y bien se vio como metía a toda su familia allí y como tras la muerte de Paquirri ella sola pudo con todos. Muy mosquita muerta pero ella hacía lo que quería. Así que yo no la veo mostrando flaquezas delante de su marido aunque como te he dicho antes, llevar una vida que no es la que quieres durante años tiene que pasar factura y es por ahí donde quizá hubiera acabado todo pero pasados los años, no al año y medio de casarse.
me hace gracia que hablemos del machismo de Paquirri como su definición completa.No se, si el hombre criado en el campo, en los años 50, y con una vida centrada en el toro, donde las mujeres pintan poco, iba a ser ahora un adalid de las tareas compartidas. Observemos las cosas con la distancia necesaria. No es que lo defienda, es que que esa sea su definición sin observar las circubnstanciasm pues... En esa época ser machista era casi sinónimo a hombre, luego estaban los extremos. Yo tuve la suerte de crecer con una familia donde los hombres no eran machistas al estilo bruto , sí conservadores, pero donde nos dejaban a mi hermana y a mi hacer lo que quisieramos, sobre todo nos insistán en estudiar, tanto mi padre como mi abuelo, a salir, divertirsno. Paquirri se separó de una mujer a la que amaba y de la que estab locamente enamorado e hizo su vida, no le puso ni un solo impedimento a Carmina. Hizo su vida de soltero separado y cuando encontró otra mujer que le gustó y con la que creyó que podría vivir su vida, se volvió a ennoviar y a casar. Eso, hoy, es lo habitual. En esa época no dejaban de ser trangresores yan que eran las folklorica y el mundo famosil los que iban un pelín por delante de la sociedad
 
Una cosa es controlar a los que dependen de tí y otra al marido del que dependes tú.

No, yo no creo que en Pozoblanco él hubiese ya llamado al abogado para preparar el divorcio, no digo eso, pero si ya estaba harto con la convicencia y en el fondo seguia enamorado de Carmina, que con la excusa de los niños la llamaba cada dos por tres y la Pantoja lo sabia, claro, llegó a cogerle tirria a los niños porque le recordaban al capitulo mal cerrado por su marido¡ El matrimonio con la Pantoja no parecia normal ni desde fuera.
Ahora con el tiempo es que es verlos casándose y chirrian... No pegaban. Siempre es lo mismo, en este caso, la Panto que hizo el papel de dócil y femenina mujer que caza al hombre curtido que está cansado de ir y venir y quiere su reposi. Cuando lo consigue, la docil fémenina es de todos menos ´manejable... Y a mi me da que Paquirri no era de los que les gustaba que se le metieran doblá. pegaba m´s con Carmina, quizás por la inocencia de ambos al casarse, incluso, con Loiita hubiera sido más feliz, pero claro, el amor es el amor.
 
¿Vosotras créeis que Carmen estaba enamorada de Paquirri? ... después de la separación divorcio. Yo tengo mis dudas y tiro por el no.
¿Cuando se casaron? Yo creoq ue le atraía sexualmente y en todos los sentidos, y que él la tendría en un pedestal. pero una chica con 17 años y con las ganas de vivir que tenía... era cuestión de tiempo. Si huniera sido una analfabeta o con otro carácter, huieran durado muchíismo más.
 
... Carmen se sintió fatal, aquel trágico día, porque ese hombre era una persona importante en su vida y el padre de sus hijos. Más allá del amor ya caducado y la pasión sexual.

Además, sabía que le venía encima estar sola con los niños, aunque ella tenía mucha ayuda familiar y mucho dinero. Y sospecharía la tostada que les venía con el testamento. Si es verdad que ella y Paquirri hablaban y hablaron, le contaría intimidades con los pantojos.
Sí, se tenían confianza y hablaban por sus hijos. En realidad es lo más bello: cuando el amor pasional se va o el sentimental y queda ese amor que lo cubre todo, y es tan distiontos y hermoso a la vez. Muy pocos lo sienten. Ellos sí.¿Qué pareja no acaba a ostias? y ellos acabaron bien, a pesar del dolor.
 
Un gran disco que le compuso Perales. Menudas pintas le pusieron con ese tocado horrible en la cabeza.

¿Recordáis el tema de las esmeraldas que guardaba Paquirri en la caja fuerte, que eran un regalo que trajo de Colombia para su madre?
Cuenta, cuenta, porque el tema de la caja fuerte trae cola...
 
Paquirri visto lo visto, se hubiera separado de la pantoja y con dramón por parte de ella. Estoy segura. Ese hombre su perfil era muy cabal, no estaba para tener romerías en casa, ni súbditos. La Panto es una mujer muy egocéntrica y su verdadera perdonalidad iría saliendo. Tanto hablar de la Carmina que era muy liberal pero más leal y noble, no engañaba, la Panto te las mete a la chita callando.

La cuestión es en qué momento estaban de su relación y, visto lo visto, a la Panto le duran bastante los amores y no es ella a la que dejan. Yo sí me puedo creer que estuviesen en un buen momento y que él hablase con Carmina no significa que quisiese volver con ella. Ojo, yo no estoy discutiendo a quién quiso más. Pienso que es más una obsesión nacional el querer creer que Paquirri, la figura idealizada por su muerte prematura, vio luz al final del túnel. Esa versión la apoya una fuente, que además denosta a la viuda. Llevaban poco tiempo, tenían un niño pequeño e Isabel no tenía el prontuario de ahora ¿Qué tan raro sería que estuviesen enamorados o por lo menos en un buen momento?
 
Lo curioso es que que la Panto era rara, ya se veía incluso en sus inicios. Uno de los críticos taurinos, amigo de paquirri, que imago que tendrá cero interés en el faranduleo, lo detalló así en una crónica:

Retazos íntimos de amistad y cariño
Fui tan admirador de su figura como puntual crítico con los errores que cometió. Uno de ellos, el más determinante, no haberse retirado a tiempo.

José Antonio del Moral
Miércoles, 24. Septiembre 2014 - 22:48

Parece que fue ayer, sí. Sobre todo para los que tuvieron la desgracia de ver in situ lo que sucedió en Pozoblanco, pero también para cuantos sin, verlo, lo sentimos muy dentro de nuestras almas y de nuestros corazones. En mi caso personal, con el profundo sentimiento que suponía y aún supone haber sido más que íntimo amigo. Cuando sucedió su muerte, todavía nos teníamos como hermanos aunque durante sus últimas campañas Paquirri nunca terminó de entender mi repentino distanciamiento después de tantos años tan unidos por doble motivo.

De una parte, porque como torero ya no coincidía tanto con él. Paqurri llevaba tiempo ausente de muchas de las ferias a las que yo asisto siempre. Un día me lo recriminó: “¿Por qué no te veo tanto como antes? Y yo le contesté: “Soy yo quien no te ve a ti…”

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Fui tan admirador de su figura como puntual crítico con los errores que cometió. Uno de ellos, el más determinante, no haberse retirado a tiempo. Al menos dos años antes de su muerte que yo presentí o intuí que algo muy malo podría sucederle…

El otro motivo de mi retraimiento fue el de su noviazgo y posterior boda con Isabel Pantoja. Desde que me la presentó no me gustó un pelo. Ni ella ni su señora madre, doña Ana, creo que se llama… Paco y yo compartimos solos muchos almuerzos cada vez que venía a Madrid durante los inviernos. “¿No te importa que hoy vengan a comer Isabel y su madre? También vendrá mi administrador que ya conoces”. “Bueno, así podré conocerlas…” le contesté.

Mi arma, es que mañana cantamos en Castellón…
Qué raras son, verdad.Tú sabrás que te vas a casar con ella

La comida fue en La Dorada que no sé si existe todavía en una calle del norte de Madrid. Un inmenso restaurante que tuvimos que atravesar para llegar al reservado que el dueño había elegido para que la reunión fuera discreta. Este señor acababa de comprar la Venta de Antequera de Sevilla. Quería convertirla en un gran centro turístico… con capilla incluida y pretendía que la boda de Paco con Isabel se celebrara allí. El almuerzo fue una burda desmesura, invitación sin duda interesada del dueño del local para convencerles de su propósito. Más que comida fue echarnos de comer una mariscada absurdamente gigantesca. Fue materialmente imposible dar cuenta de ella. Sobró casi todo. Asombrados, doña Ana llamó al invitador y le pidió que metiera en cajas de cartón todo lo que había sobre la mesa: “Mi arma, es que mañana cantamos en Castellón….” Yo me quedé patidifuso y, como nunca supe ni sé disimular, Paquirri lo notó. Cuando Isabel y su madre se levantaron de la mesa para ir juntas a donde siempre van juntas las mujeres, Paquirri me dijo: “¿Qué raras son, verdad..? “Tú sabrás que te vas a casar con ella” le respondí. No quiero contar más intimidades que viví con las Pantoja porque algunas fueron realmente intolerables y alguna deplorable, especialmente el día que fuimos juntos a comer al Hotel Goya con los patojos tras el entierro de Carmen Dominguín, la primera esposa de Antonio Ordóñez. Paquirri la doraba y ella a él más, incluso después de separarse de Carmuca. Las macabras bromas de doña Ana a propósito de la difunta las corté en seco amenazando con levantarme de la mesa e irme de allí si seguían diciendo tantas groserías contra quien yo también quise mucho. Me pareció increíble que Paco no le dijera nada a su futura suegra. Y corté. Corté. No las vi ni en el velatorio ni en el entierro de Paquirri. Ni siquiera un año y medio después cuando fui a la casa de Isabel en Sevilla – todavía la del matrimonio frente a donde ponen las casetas de la feria – cuando fui a entregarle un ejemplar recién sacado de horno de mi libro “Nacido para morir”. Me abrió la puerta su hermano mayor, Bernardo, y, sin decirme que entrara, se metió para dentro y salió al rato para decirme que Isabel no estaba. Me quedó claro que no quiso recibirme. Yo tampoco era santo de su devoción. Ya se sabe, las simpatías siempre son mutuas. Todavía estoy esperando que me devuelva la pluma estilográfica de oro con mi nombre grabado que le regalé por el brindis que me hizo en la Corrida de La Beneficencia de Madrid. Los albaceas testamentarios así lo dispusieron en el acta que firmaron tras morir Paco.

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No, había otro que iba con el vestido azul y salían con Josema haciendo de Paquirrín con el pelo a capa que llevaba y Millán haciendo de Pantoja citando también al "tito Agustín".
Tenían muchos gags de la Pantoja, eran geniales. Creo que una vez contó Millán que durante un tiempo tuvieron complicidad de la Pantoja (creo que llegaron a decir que doña Ana les prestó un traje incluso, que le hacían gracia) pero claro, luego la cosa se desmadró (hacían muchos gags) y en el célebre del viaje a Mallorca de Encarna e Isabel aquello ya fue de batalla directa.

Lo bordaban. Lo que es cierto es que la Panto es una mujer muy oscura y rara y Paquirri se veía un hombre con luz. Todo el mundo de esa época cioincide en explicar cosas de la Panto que tela...
 
Aquí los detalles de la relación con Lolita:
Pero tras aquel memorable San Isidro, Paquirri sufrió un tremendo bache. Yo noté que estaba mal en la feria de Algeciras y cuando volví a verle en la de Burgos, aún estuvo peor. Fui a verle al Hotel Almirante Bonifaz. Ya estábamos completamente solos cuando le dije algo que le llegó a lo más dentro de su alma: “Mira, Paco, llevo días viendo que andas fatal, hoy mismo te has pasado la tarde paseando por el callejón con la mirada perdida, sin que te interesara nada de lo que estaba pasando en el ruedo mientras toreaban sus compañeros. En tus dos toros no has querido banderillear y como no han sido nada buenos, te los has quitado de en medio sin intentar nada, sin querer hacer lo que siempre les haces para que embistan…. Sin…. Enfín… lo que te quería decir es que creo que lo que te tiene así es tu romance con Lolita Flores. Ella, sin duda te quiere mucho. Pero tú a ella solo para divertirte y para darle celos a Carmuca… que te trae a mal traer…. Tienes que decidirte a separarte de ella o a hacer las paces de una vez por todas. Sé que es muy difícil… Pero que sepas que tú podrías casarte otra vez con quien quisieras… Eres un figurón, muy buena gente… rico, famoso… Elige otra mujer a la que quieras de verdad, pero a ninguna porque creas que puedan molestar a Cermen. A ella eso le trae al fresco…
Paquirri estaba sentado a horcajadas en una silla y, de pronto, rompió a llorar como un niño… asintiendo con la cabeza entre sus manos… amargamente, inconsolable… Fueron diez minutos que nunca olvidaré. Pero yo me creí en la obligación de decirle lo que nadie se hubiera atrevido…

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Paquirriy la Panto viendo la actuación de Lolita, dicen que Paquirri se fue a los cinco minutos seguido por la panto que yo creo que fue en `plan: soy la novia formal. ¿Qué mujer!
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Y una de esas mesas pero en primerísima línea, ante el debut de Lolita fue ocupada por los felices novios que, como podemos apreciar, no esbozaron ni siquiera una sonrisa ni complicidad alguna, por eso, hoy nos seguimos formulando esta pregunta:

¿A qué fueron realmente?

Podríamos pensar que a “mostrarse” por primera vez en público, como así fue rotulada la exclusiva, pero, observemos la actitud de Paquirri e Isabel…

Se dejaron ver serios ante nuestra actual Directora que casi pegados a ella realizó una serie de instantáneas donde incluso apreciamos a una Isabel esquiva, mirando hacia un costado, como si no quisiera enfrentarse con la mirada inquisidora de Lolita y a un Francisco Rivera desorientado, cómo diciéndose a sí mismo: “Qué hago aquí?”, casi triste… Y con ganas de “salir corriendo” como, minutos después, efectivamente, Liliana Cozzi inmortalizaría con su cámara aquel momento.
 
¡Madre mía! ¡Qué cosas se leen por aquí, que además no soy capaz de poner en duda, viendo cómo ha ido mostrándose la Panto en los años posteriores!

Me parece que este hombre no supo echar freno y dar marcha atrás a tiempo con la Panto.

Pasando a otra cosa, cada vez que leo por aquí algo del machismo de la época me viene a la mente aquel anuncio de mi más tierna infancia, de Brandy Soberano, en el que unas pavas setenteras soltaban tan happy flowers "es coooosaaaa deeeee hooooombreeeees". Vamos, como si ninguna mujer pudiera echarse un lingotazo del susodicho brandy cuando le viniera en gana. Seguro que en Reino Unido jamás hubo ningún anuncio de ginebra alusivo a la virilidad (en todo caso, a la realeza lo pudiera haber habido, ya que la Queen Mother se largaba sus buenos gin-tonics").
 
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