Nuevo Gobierno en Andalucía del PP y C's con apoyo de Vox

La caída de Andalucía: el PSOE, con marcapasos
El PSOE es hoy un partido más desvalido y atemorizado tras la pésima noticia de que le ha fallado el corazón. Si ha caído Andalucía nadie está a salvo en ese partido. Y mayo, a la vuelta de la esquina
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El líder del PSOE, Pedro Sánchez, en Ferraz. (EFE)
IGNACIO VARELA
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28/12/2018 05:34 - ACTUALIZADO: 28/12/2018 10:18
El 12 de marzo de 2000 el PSOE sufrió su primera debacle en unas elecciones generales. Fue la primera vez que competía sin Felipe González y la jornada se saldó con mayoría absoluta para el PP. Sin esperar a que terminara el recuento, Almunia anunció su retirada, se subió a un coche y se largó para no volver. Al día siguiente, Manuel Chaves, secretario general del PSOE de Andalucía y presidente de la Junta, se fue a Madrid y se hizo cargo del partido hasta que unos meses después se eligió a un nuevo líder. Nadie protestó: a todo el mundo le pareció que aquello era lo natural ante la orfandad.

La anécdota muestra lo que el PSOE de Andalucía ha sido para el PSOE nacional durante cuatro décadas. La organización andaluza ha ejercido en el Partido Socialista la misma función que la columna vertebral en el organismo humano: sostener al esqueleto en pie, permitir su desplazamiento y proteger la médula espinal, además de sujetar el cráneo.

Por eso sus adversarios siempre supieron que desmantelar el poder socialista andaluz es el primer paso imprescindible para convertir al PSOE en un ente invertebrado. Y por ello puede decirse que lo ocurrido en este diciembre de 2018, siendo trágico para los socialistas andaluces, lo es aún más para el conjunto del PSOE (aunque quizá no tanto para los taxiderrmistas que hoy mandan en él).

Andalucía aportó invariablemente un porcentaje sustancial de los votos socialistas en España y también de su militancia y de sus equipos dirigentes, pero sería simplificador reducir su importancia a una cuestión de peso numérico.


Para empezar por el principio, es difícil discutir que el PSOE moderno se gestó en Andalucía. Allí se incubó una renovación ideológica que lo llevaría a converger rápidamente con la socialdemocracia europea. También la concepción de un partido institucional, dispuesto a volcar su acción política en los gobiernos y a fusionar sus intereses con los del Estado.

No sin resistencias, los andaluces impusieron en el PSOE del postfranquismo algunos criterios estratégicos que resultaron aciertos decisivos

No sin resistencias, los andaluces impusieron en el PSOE del postfranquismo algunos criterios estratégicos que resultaron aciertos decisivos: tanto la voluntad férrea de defender un proyecto autónomodentro de la izquierda como la de mantener a toda costa un sindicalismo de inspiración socialista (si hoy existe la UGT es porque los ganadores de Suresnes se empeñaron en ello, nadando contra la corriente). La formulación de la “ruptura pactada” para superar la antinomia entre reforma y ruptura, lo que conducía necesariamente al diálogo con los herederos reformistas del franquismo. O el plan de conquistar progresivamente parcelas de poder desde el momento mismo de su legalización. Todo ello parece obvio ahora, pero les aseguro que no era pacífico en absoluto en el seno de la izquierda –ni del propio partido socialista- tras la muerte del dictador.

Concibieron también un modelo de partido en el que la fortaleza del liderazgo conviviera con una organicidad bien engrasada y con contrapoderes territoriales igualmente fuertes. El modelo resultó tan competitivo que fue posteriormente replicado, en sus rasgos principales, por la mayoría de sus adversarios.

Tras todo ello latía la convicción (más intuitiva que teóricamente elaborada, como reconoce Alfonso Guerra) de que un partido de izquierda podía representar en la sociedad española la centralidad política: un concepto que no tiene nada que ver con el manoseado centrismo, porque no es topográfico sino sociológico (los anglosajones lo denominan “mainstream”). Alcanzar y ejercer duraderamente el poder partiendo de una alianza cómplice con la mayoría social. Solo así se explican 21 años de gobierno en España.

En términos históricos, la victoria arrolladora de 1982 no habría ocurrido igual sin el precedente del referéndum andaluz de 1980 y las posteriores elecciones que dieron al PSOE la hegemonía en esa región. Como no habrían sido posibles las victorias de Zapatero sin el poderío electoral del PSOE de Andalucía (53% en 2004 y 2008).

Cuando vinieron mal dadas a nivel nacional, Andalucía siempre resistió. Ocurrió en 2000, tras el final de la era de González y la mayoría absoluta de Aznar que dejó al PSOE desnudo y tiritando en casi toda España. O en 2011, tras el derrumbamiento del zapaterismo en plena crisis económica. Hubo momentos en que el PSOE pareció ser una sucursal del PSOE de Andalucía, que actuó como motor cuando tocó avanzar y como refugio a la hora de capear el temporal.

Los socialistas andaluces tuvieron en su poder el código genético del socialismo español, al que en buena parte modelaron. Fueron agudamente conscientes de su responsabilidad de hacerse cargo del conjunto cuando fuera necesario; y con más o menos entusiasmo, nadie les discutió la primacía. Aunque la sede estuviera en Ferraz, Sevilla fue durante mucho tiempo la verdadera capital del PSOE.

Aunque la sede estuviera en Ferraz, Sevilla fue durante mucho tiempo la gran capital del PSOE. ¿Cuándo y por qué comenzó a joderse el invento?

Cuándo y por qué comenzó a joderse el invento, es tema para otro artículo. Ahora han perdido el poder en Andalucía y quizá sea el momento de hacer algo de justicia histórica.

Por una parte, es indiscutible que su ejecutoria se asocia al progreso y la modernización de Andalucía, a su salida del subdesarrollo y a un aumento espectacular de su peso político dentro de España. No es pequeño legado. Por otra, su forma de ejercer el poder condujo a la formación de un gigantesco aparato clientelar de control político y social. Toda la administración dependiente de la Junta de Andalucía (y sus innumerables entes) está diseñada para que sólo pueda gobernarla el PSOE. Ahora el PP y Ciudadanos ocuparán la presidencia y las consejerías, pero lo pasarán mal para siquiera arañar la superficie de esa densa telaraña de estructuras, con miles de personas seleccionadas y adiestradas para obedecer a sus mandos de origen.

Moreno y Marín (este aún más, porque tras la sigla no hay casi nada) deben sentirse como quien se ve a lomos de un elefante, armado únicamente de un par de riendas. ¿Quién decide el rumbo, el jinete o el elefante?

Esta no es una alternancia normal. Veremos si se cumple la ley inercial de que los partidos-nación siempre regresan (PP en Galicia, PNV en el País Vasco, Convergencia en Cataluña) y que sus alejamientos del poder son circunstanciales.

Lo cierto es que el PSOE es hoy un partido más desvalido y atemorizado tras la pésima noticia de que le ha fallado el corazón y que, a partir de ahora, deberá vivir con marcapasos. Digan lo digan los fusileros de Sánchez, si ha caído Andalucía nadie está a salvo en ese partido. Y mayo, a la vuelta de la esquina.
 
me parece fatal que se ridiculice a los votantes de VOX que no es ultraderecha, por mucho que se empeñen en decirlo, en España el único partido extremista que hay a nivel nacional es podemos, de ultraizquierda pero esos están muy bien ¿verdad? y en el 34 fue la izquierda la que quiso imponer un régimen totalitario, no respetando que la derecha había ganado las elecciones y tenia que formar gobierno, ya esta bien

Sí, sí...
 

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El señor Valls es español. Obtiene la nacionalidad francesa en 1982. Siendo además de Barcelona por supuesto que conoce de primera mano la pandereta y el chiringuito Puyol, Mas, Pelochocho y chistorra.

Ya veremos con quién es capaz de pactar él si tiene ocasión de pillar poltrona en el Ayuntamiento de Barcelona.

Que no insulte a 400.000 votantes, no vaya a ser que sea su propio partido quien acabe "botándole" a él.
el señor Valls tiene en este momento la nacionalidad francesa.
Para optar a una nacionalidad, de un pais miembro de la UE a otro, hay que renunciar a una de ellas. P.e. si un frances quiere la española, tiene que renunciar a la francesa y así con todas.
Solo en el caso de los nacidos de dos nacionalidades, digamos un frances con una española, pueden tener ambas nacionalidades hasta los 18 y en teoria mantenerlas después, Pero es una opción nueva y todavía no sé como se tramita, pero ya hay jovenes con 2 nacionalidades.
Si se ha cambiado de nacionalidad creo que hay 3 años de margen por si alguien quiere volver a la nacionalidad inicial, en este caso la española, y como Valls es frances desde el 1982, dudo que pueda hacerlo . Siendo frances, o de la nacionalidad que sea, y empadronado en Barcelona, puede presentarse a las elecciones municipales, como el resto de "extranjeros"residentes pueden votar y/o presentarse como candidatos también.
Eso sí, si algún día quisiese presentarse a las elecciones estatales y/o autonomicas, con el pasaporte frances no podría hacerlo.
en fín, que es frances y flipa mucho con la democracia pandereta de Españistan, normal :whistle:
 
CARTA AL DIRECTOR

"Voy a votar a VOX porque estoy hasta los coj*nes de que me insulten cada día"

Lo primero es decir que aún no he votado a Vox porque no soy andaluz, pero lo haré en las autonómicas o las nacionales cuando toque (Carta 'navideña' de Santiago Abascal a Pablo Iglesias: "Lo tienes crudo").

Dicho esto, como votante de VOX, aclaro unos cuantos puntos:

- No soy racista.
- No soy homófobo.
- Creo en la igualdad de hombres y mujeres (igualdad real).
- Me la suda Franco y su put* madre.
- Soy catolico, no voy a la Iglesia más que a celebraciones familiares (y si puedo quedarme en el bar de enfrente, lo hago).

Y con eso presente, ¿por qué voto a VOX?:

- Estoy harto de que el resto de partidos me llamen maltratador por ser hombre.

- Estoy harto de que el resto de partidos me llamen facha por querer que se defienda la unidad de España.

- Estoy harto de que el resto de partidos me llamen racista por decir que la inmigración debe estar controlada.

- Estoy harto de que el resto de partidos quieran poner leyes en las que los hombres sean culpables sólo por ser hombres.

- Estoy harto de que el resto de partidos aprueben leyes que bajan mi poder adquisitivo.

- Estoy harto de que el resto de partidos con esas leyes me quiten mi dinero para dárselo a vagos y maleantes (y aquí meto desde asociaciones feminazis hasta inmigrantes que vienen y no aportan nada).

- Estoy harto de que el resto de partidos humillen a la religión católica mientras quieren meterme el Islam hasta en la sopa.

- Estoy harto de no poder poner la bandera de mi pais en la ventana de casa o en el coche por si me tiran piedras o joden el coche.

- Estoy harto de tener que aguantar que la izquierda de este país no sea capaz de aceptar los resultados de unas elecciones y quieran quemar ciudades.

- Estoy harto de la politización de los medios de comunicación, que no hacen más que hablar de machismo y ultraderecha.

Curiosamente siempre contado por presentadoras "pivón" con las piernas al aire y directivos multimillonarios "de izquierdas".


-Estoy harto de como están destrozando nuestro idioma. Pilotos y pilotas, buzos y buzas, fachas y fachos, gilipollas y gilipollos.

Joder, ya vale.

Y podría seguir un rato, pero creo que son unas cuantas razones.

La mayoría de gente que votamos a VOX no somos franquistas, machistas y homófobos, simplemente somos gente hasta los coj*nes de que nos insulten día tras día.

https://www.periodistadigital.com/o...los-coj*nes-de-que-me-insulten-cada-dia.shtml
 
el señor Valls tiene en este momento la nacionalidad francesa.
Para optar a una nacionalidad, de un pais miembro de la UE a otro, hay que renunciar a una de ellas. P.e. si un frances quiere la española, tiene que renunciar a la francesa y así con todas.
Solo en el caso de los nacidos de dos nacionalidades, digamos un frances con una española, pueden tener ambas nacionalidades hasta los 18 y en teoria mantenerlas después, Pero es una opción nueva y todavía no sé como se tramita, pero ya hay jovenes con 2 nacionalidades.
Si se ha cambiado de nacionalidad creo que hay 3 años de margen por si alguien quiere volver a la nacionalidad inicial, en este caso la española, y como Valls es frances desde el 1982, dudo que pueda hacerlo . Siendo frances, o de la nacionalidad que sea, y empadronado en Barcelona, puede presentarse a las elecciones municipales, como el resto de "extranjeros"residentes pueden votar y/o presentarse como candidatos también.
Eso sí, si algún día quisiese presentarse a las elecciones estatales y/o autonomicas, con el pasaporte frances no podría hacerlo.
en fín, que es frances y flipa mucho con la democracia pandereta de Españistan, normal :whistle:
Es tan francés como tú holandesa. Educado con padres españoles, es más español que las olivas de Jaén.

Y si no le gusta lo que ve, ya sabe... vuelta a Francia. Se ve que allí le querían mucho.
 
Última edición por un moderador:
Es tan francés como tú holandesa. Educado con padres españoles, es más español que las olivas de Jaén.

Y si no le gusta lo que ve, ya sabe... vuelta a Francia. Se ve que allí le querían mucho.

Y si, ahora, como siempre, reporta mi mensaje. Cobarde.
de donde yo soy te tendría que interesar tan poco como a mí me interesa quien eres, donde vives y porque siempre estás online.
Cobarde tú que cuando no tienes argumentos insultas o intentas descreditar a la gente atacandola. Y en este caso, again, no llevas razón.

Pero bueno, a lo que vamos. Valls no puede ser español si tiene la nacionalidad francesa. Se podrá sentir todo lo español que quiera, eso no lo discuto, pero en temas de administración y legales, no lo es. Un español, o un danes, belga o italiano, por ejemplo, nunca podrían ser ministros en la republica francesa. Los pasaportes dentro de la UE nos permiten mucho, pero lo único que no nos permite, es votar o presentarnos candidatos en un país donde no tengamos pasaporte, aunque llevemos 50 años viviendo allí. En el caso de las municipales sí está permitido.
que se sienta español, es en este caso, puro anecdotico. A mí me gusta el sushi y no soy japonesa.
 
me parece fatal que se ridiculice a los votantes de VOX que no es ultraderecha, por mucho que se empeñen en decirlo, en España el único partido extremista que hay a nivel nacional es podemos, de ultraizquierda pero esos están muy bien ¿verdad? y en el 34 fue la izquierda la que quiso imponer un régimen totalitario, no respetando que la derecha había ganado las elecciones y tenia que formar gobierno, ya esta bien
y que me cuenten en que otro pais europeo se sientan gentuza del tipo BILDU en sus parlamentos, que esto fue obra de ZAPATERO, el narcosocialista porque está encantado con Maduro
 
de donde yo soy te tendría que interesar tan poco como a mí me interesa quien eres, donde vives y porque siempre estás online.
Cobarde tú que cuando no tienes argumentos insultas o intentas descreditar a la gente atacandola. Y en este caso, again, no llevas razón.

Pero bueno, a lo que vamos. Valls no puede ser español si tiene la nacionalidad francesa. Se podrá sentir todo lo español que quiera, eso no lo discuto, pero en temas de administración y legales, no lo es. Un español, o un danes, belga o italiano, por ejemplo, nunca podrían ser ministros en la republica francesa. Los pasaportes dentro de la UE nos permiten mucho, pero lo único que no nos permite, es votar o presentarnos candidatos en un país donde no tengamos pasaporte, aunque llevemos 50 años viviendo allí. En el caso de las municipales sí está permitido.
que se sienta español, es en este caso, puro anecdotico. A mí me gusta el sushi y no soy japonesa.
Y qué tienen que ver aquí las cuestiones legales?

Tú has dicho que el señor Valls debe estar alucinando con este país de pandereta y yo te digo, que al margen de su nacionalidad francesa conseguida en 1982 o su pasaporte, este tío no puede sorprenderse de cómo es España puesto que es español, de padres españoles.

En definitiva no es un japonés recién aterrizado en España que pueda sorprenderse de nada. Valls es español y conoce más que de sobra la idiosincrasia de este país.

Y si no le gusta la pandereta, la zambomba, la paella o la sangría ya sabe lo que tiene que hacer... cruzar la frontera.

Aquí, gente que mira por encima del hombro y viene a insultar y menospreciar las costumbres del país de acogida puede largarse por donde ha venido. Si tan maravillosa es su querida Francia (de la que le han echado a patadas) que se vuelva.

Para que me veas siempre en línea será porque tú también estás. Yo, al menos, cobro por ello.
 
el señor Valls tiene en este momento la nacionalidad francesa.
Para optar a una nacionalidad, de un pais miembro de la UE a otro, hay que renunciar a una de ellas. P.e. si un frances quiere la española, tiene que renunciar a la francesa y así con todas.
Solo en el caso de los nacidos de dos nacionalidades, digamos un frances con una española, pueden tener ambas nacionalidades hasta los 18 y en teoria mantenerlas después, Pero es una opción nueva y todavía no sé como se tramita, pero ya hay jovenes con 2 nacionalidades.
Si se ha cambiado de nacionalidad creo que hay 3 años de margen por si alguien quiere volver a la nacionalidad inicial, en este caso la española, y como Valls es frances desde el 1982, dudo que pueda hacerlo . Siendo frances, o de la nacionalidad que sea, y empadronado en Barcelona, puede presentarse a las elecciones municipales, como el resto de "extranjeros"residentes pueden votar y/o presentarse como candidatos también.
Eso sí, si algún día quisiese presentarse a las elecciones estatales y/o autonomicas, con el pasaporte frances no podría hacerlo.
en fín, que es frances y flipa mucho con la democracia pandereta de Españistan, normal :whistle:

Ese tio va a hacer un ridículo brutal en Barcelona y lo que es peor no podrá desbancar a la COLAU y su banda de argentinos activistas, perroflautas y colaboradores manteros...
 
CARTA AL DIRECTOR

"Voy a votar a VOX porque estoy hasta los coj*nes de que me insulten cada día"

Lo primero es decir que aún no he votado a Vox porque no soy andaluz, pero lo haré en las autonómicas o las nacionales cuando toque (Carta 'navideña' de Santiago Abascal a Pablo Iglesias: "Lo tienes crudo").

Dicho esto, como votante de VOX, aclaro unos cuantos puntos:

- No soy racista.
- No soy homófobo.
- Creo en la igualdad de hombres y mujeres (igualdad real).
- Me la suda Franco y su put* madre.
- Soy catolico, no voy a la Iglesia más que a celebraciones familiares (y si puedo quedarme en el bar de enfrente, lo hago).

Y con eso presente, ¿por qué voto a VOX?:

- Estoy harto de que el resto de partidos me llamen maltratador por ser hombre.

- Estoy harto de que el resto de partidos me llamen facha por querer que se defienda la unidad de España.

- Estoy harto de que el resto de partidos me llamen racista por decir que la inmigración debe estar controlada.

- Estoy harto de que el resto de partidos quieran poner leyes en las que los hombres sean culpables sólo por ser hombres.

- Estoy harto de que el resto de partidos aprueben leyes que bajan mi poder adquisitivo.

- Estoy harto de que el resto de partidos con esas leyes me quiten mi dinero para dárselo a vagos y maleantes (y aquí meto desde asociaciones feminazis hasta inmigrantes que vienen y no aportan nada).

- Estoy harto de que el resto de partidos humillen a la religión católica mientras quieren meterme el Islam hasta en la sopa.

- Estoy harto de no poder poner la bandera de mi pais en la ventana de casa o en el coche por si me tiran piedras o joden el coche.

- Estoy harto de tener que aguantar que la izquierda de este país no sea capaz de aceptar los resultados de unas elecciones y quieran quemar ciudades.

- Estoy harto de la politización de los medios de comunicación, que no hacen más que hablar de machismo y ultraderecha.

Curiosamente siempre contado por presentadoras "pivón" con las piernas al aire y directivos multimillonarios "de izquierdas".


-Estoy harto de como están destrozando nuestro idioma. Pilotos y pilotas, buzos y buzas, fachas y fachos, gilipollas y gilipollos.

Joder, ya vale.

Y podría seguir un rato, pero creo que son unas cuantas razones.

La mayoría de gente que votamos a VOX no somos franquistas, machistas y homófobos, simplemente somos gente hasta los coj*nes de que nos insulten día tras día.

https://www.periodistadigital.com/o...los-coj*nes-de-que-me-insulten-cada-dia.shtml

Con este discurso, machista, y muy machista, sí que lo es. Me hace mucha gracia eso de yo no soy machista, ni racista, ni homófobo, ni etc, etc y luego suelta un discurso así. La gente debería consultar mas el diccionario.
 
PP y Ciudadanos aceptan revisar su programa de Gobierno en Andalucía para encajar las propuestas de Vox


La formación de extrema derecha reclama un papel "mayor" en la "mesa de negociación" para renegociar "una a una" las medidas pactadas por PP y Cs antes de investir presidente a Juanma Moreno

El portavoz andaluz de Vox, Francisco Serrano, admite que su rechazo al Estado de las autonomías no será un obstáculo para negociar: "Somos racionales a la hora de pedir cosas que pueden ser a más largo plazo y necesitan mayorías reforzadas"

Susana Díaz defiende su "legitimidad" para presentarse a la investidura para ser reelegida presidenta, pese a no ostentar una mayoría suficiente en la Cámara

Daniel Cela
27/12/2018 - 21:43h
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Marín: Ciudadanos ha firmado un acuerdo con el PP al que se ha sumado Vox EFE

Andalucía ha abierto este jueves un cambio de ciclo político que entierra 36 años y medio de gobiernos socialistas. Será la última comunidad de España que inaugure la alternancia política en el Ejecutivo, y ha sido la primera en abrir la puerta de una institución autonómica a la extrema derecha. PP, Ciudadanos y Vox abanderan ese cambio "histórico", que tiene dos paradas: la primera es el control de la Mesa del Parlamento, que han consumado con éxito este jueves; y la segunda será la formación de un Gobierno de coalición tras las navidades.

Esta segunda fase ya cuenta con una hoja de ruta programática de 90 medidas pactadas por PP y Ciudadanos, sobre lucha contra la corrupción, rebajas fiscales y reformas de las políticas públicas. Pero siguen dependiendo de Vox para consumar ese "Gobierno de cambio", y la formación de extrema derecha ha exigido tener un papel "mayor y activo en la mesa de negociación", y renegociar ese acuerdo desde el principio. "Las negociaciones de Gobierno con PP y Cs empiezan hoy. Negociaremos punto por punto. No nos sentimos obligados para nada con lo que ya hayan pactado estas dos formaciones políticas", advirtió el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, a las puertas del Parlamento andaluz. PP y Ciudadanos, conscientes de que no tienen garantizada la mayoría para formar Gobierno, están abiertos a incluir "propuestas nuevas", pero "no a quitar las que ya están pactadas". En ningún caso, dicen, se modificará el programa ya pactado antes de que se constituya el Ejecutivo.

La sesión inaugural de la undécima legislatura fue bronca por el cabreo de una izquierda que se vio por primera vez ninguneada, en el caso del PSOE, y marginada, en el caso de Adelante Andalucía. Pero todas las palabras gruesas que en los días previos habían cruzado Santiago Abascal, líder de Vox, y Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, no torcieron un guión escrito para que los conservadores se hicieran con el control de la Cámara. El órgano de gobierno del Parlamento no representa la pluralidad del hemiciclo, como establece el artículo 36 del reglamento, aunque éste quedó inhabilitado por dos sentencias del Tribunal Constitucional en la pasada legislatura. Así lo trató de explicar el letrado mayor de la Cámara a un alterado Antonio Maíllo, líder de IU, que denunció un fraude de ley porque Adelante Andalucía se había quedado sin representante en la Mesa.

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El grupo parlamentario de Vox llega al hemiciclo encabezado por Francisco Serrano y Javier Ortega, secretario general del partido.

Las derechas ocupan cinco sillones en el órgano de decisión de la Cámara frente a los dos del PSOE. Esta primera victoria de PP, Cs y Vox es de suma importancia. La diputada almeriense de Ciudadanos, Marta Bosquet, ostenta la presidencia del Parlamento, y eso permite a los conservadores controlar el reloj de la undécima legislatura, agilizar las leyes y medidas que más les importan (siempre con el escenario de las generales de fondo), postergar los debates más incómodos que plantee la oposición, y evitar sobresaltos.

A pesar de todo, el mandato no está exento de brusquedades y de riesgo de inestabilidad, como lo demostró la vespertina bronca de la sesión inaugural a cuenta de la toma de posesión de sus señorías. Los diputados de Adelante Andalucía prometieron sus cargos con reivindicaciones sociales, y los diputados de Vox respondieron jurando "por España". Aceptar el escaño ya implica el acatamiento de la Constitución y del Estatuto de Autonomía, aunque saltarse el juramento protocolario de los 109 diputados para agilizar la sesión fue entendido por la bancada de Teresa Rodríguez y de Maíllo como una afrenta al Estado autonómico del que Vox es un claro detractor.

Se inicia ahora una legislatura con un Parlamento atomizado de cinco formaciones y un reparto de poder muy equilibrado: la diferencia entre el primero (PSOE) y el segundo (PP) es de siete diputados; entre el segundo y el tercero (Cs) de cuatro escaños; entre el tercero y el cuarto (Adelante Andalucía) de otros cuatro diputados; y entre el cuarto y el quinto partido (Vox) de cinco diputados. Esta horizontalidad obliga, por fuerza, al diálogo y a la negociación entre adversarios, pero desde el principio se ha impuesto una política de bloques -derechas frente a izquierdas-, que hace difícil imaginar una legislatura estable. La primera sesión demostró, además, que la presencia de Vox incomoda y altera sobremanera a todos los partidos del hemiciclo, excepto al PP. Será un mandato donde habrá, previsiblemente, un Gobierno de coalición en minoría (PP-Ciudadanos), cuya agenda política estará marcada muy de cerca por Vox, el partido que tiene la llave de la estabilidad o del caos en este nuevo ciclo político.

La investidura de Díaz y de Moreno
PP, Ciudadanos y Vox han llegado juntos y con éxito a la primera parada, haciéndose con el control del Parlamento. Ahora Bosquet iniciará una ronda de contactos con los candidatos a la investidura de la presidencia de la Junta de Andalucía: la socialista Susana Díaz, que aún defiende su legitimidad para postularse a la reelección; y el popular Juanma Moreno, que cuenta de antemano con el apoyo de Ciudadanos. Los socios conservadores han pactado un programa de Gobierno de 90 medidas y un reparto al 50% de las consejerías del futuro gabinete. El líder andaluz de la formación naranja, Juan Marín, también ha renunciado a presidir la Junta en favor de Moreno. Pero siguen teniendo 47 diputados y siguen necesitando el apoyo explícito de la extrema derecha.

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Susana Díaz: el PSOE defenderá la autonomía contra el "pacto de vergüenza" EFE

Vox fue la clave de bóveda en la sesión constitutiva del Parlamento andaluz y volverá a serlo en el próximo debate de investidura. Sólo que esta vez, avisa Abascal, no aguantarán " extrañas piruetas" de PP y Ciudadanos, es decir, no negociarán entre bambalinas ni se esconderán para que la "derechita cobarde" se sienta más cómoda, dice el dirigente nacional en referencia al partido de Rivera. El presidente de Ciudadanos fue el gran ausente, pero también el más aludido en la apertura de la undécima legislatura andaluza. Mientras Marín repetía por los pasillos que su acuerdo era "exclusivo" con el PP y que no tenía "ningún pacto con Vox"; el secretario general de Vox explicaba justo lo contrario dos metros más allá. "PP y Ciudadanos nos han pedido oficialmente que les apoyemos", advierte Ortega.

Vox quiere estar en la foto de la investidura de Moreno Bonilla y quiere revisar el acuerdo programático pactado por PP y Ciudadanos, para añadir o quitar medidas de las 90 consensuadas por sus socios. La extrema derecha no va a apoyar un Gobierno andaluz en el que no pueda condicionar, una a una, cada ley, cada programa y cada medida que pase por el Parlamento. PP y Ciudadanos han creado una mesa de seguimiento que se reunirá cada tres meses para comprobar si las medidas del pacto se están cumpliendo al ritmo previsto, y habrá que ver si Vox pide estar en esa mesa. La formación naranja se va a pasar la legislatura negando cualquier compromiso con la extrema derecha, pero tanto PSOE como Adelante Andalucía han puesto el foco desde el principio en la figura de Albert Rivera.

En la primavera de 2019 hay elecciones municipales, autonómicas y europeas, y la izquierda va ejercitarse muchísimo para denunciar que el tripartito de la derecha y la extrema derecha en Andalucía tendrá réplica en los ayuntamientos, en las comunidades vecinas y en Bruselas. Susana Díaz, que el jueves sintió la terrible soledad del ganador de las elecciones del 2 de diciembre, ha empezado ya a confrontar dos fotos: la de Rivera con sus "socios" liberales europeos, abanderados por el presidente de Francia, Emmanuel Macron; y la que Abascal se hará pronto con los líderes euroescépticos, ultraconservadores y xenófobos, como el italianoMatteo Salvini o la francesa Marine Le Pen. "Rivera ha dejado entrar a la ultraderecha en Andalucía, es un aliado de Salvini y de Le Pen, se ha quitado la careta de liberal moderado", sostienen los socialistas andaluces.

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Antonio Maíllo, líder de IU en Andalucía y diputado de Adelante, durante la sesión constitutiva del Parlamento andaluz EDUARDO BRIONES / EUROPA PRESS

El programa de gobierno pactado por PP y Ciudadanos en Andalucía choca frontalmente con las tesis políticas más difundidas del programa de Vox, como el rechazo al Estado de las Autonomías y contra las leyes de igualdad y lucha contra la violencia de género. El líder andaluz de Vox, el juez Francisco Serrano, ha insistido en que para garantizarse la investidura, PP y Ciudadanos deben negociar con su formación cada punto del acuerdo, porque su pretensión es introducir sus propias propuestas. El documento pactado por Moreno y Marín incluye una defensa explícita del Estado de las autonomías, y Serrano ha admitido que, de momento, no se cuestionará ese punto ni se planteará en este mandato la devolución de las competencias de Educación y Sanidad al Gobierno central, como habían anunciado en la campaña electoral. "No estamos de acuerdo con el Estado de las autonomías, pero somos coherentes y racionales a la hora de pedir planteamientos que pueden ser a más largo plazo. Sabemos que para reformarlo hacen falta mayorías reforzadas", ha dicho el juez y diputado en los pasillos de la Cámara. Serrano ha aclarado que los 12 diputados de Vox "acatan la Constitución y el Estatuto andaluz". "No pedimos cambios para destruir, sino para mejorar la Constitución. Y si en ese cambio podemos replantearnos el Estado de las autonomías lo haremos, pero siempre dentro de lo que permiten los Estatutos y la propia Constitución. Las cosas no se conquistan al asalto, sino desde dentro", ha dicho.

El líder del PP andaluz ya ha adelantado su disponibilidad a renegociar aspectos del acuerdo de Gobierno con Vox para allanar así su investidura a mediados de enero. El líder andaluz de Ciudadanos, en cambio, ha sido menos explícito al respecto. Marín no se ha negado a alcanzar acuerdos con otras formaciones "a lo largo de la legislatura", pero no desde el principio y en el marco del pacto "cerrado" con el PP. "Una cosa es que nosotros nos pongamos de acuerdo en lo que queremos hacer ya, y otra, que a lo largo de la legislatura puedan incorporarse nuevas medidas y propuestas", advierte.

La formación naranja se ha hecho con la presidencia del Parlamento gracias al apoyo de populares y de Vox. Pero ahora inicia una difícil andadura en la que, día tras día, será señalado como aliado de la extrema derecha, porque cada decisión que adopte, cada medida que quiera ejecutar, necesitará pactarla con el partido de Abascal. Una derecha fragmentada en tres partidos ha descabalgado del poder al PSOE después de 36 años y medios. Pero esos tres partidos siguen compitiendo entre sí por el mismo espacio político, y el largo ciclo electoral que se avecina pondrá a prueba la resistencia del primer pacto de Gobierno en Andalucía.

27/12/2018 - 21:43h

https://www.eldiario.es/andalucia/Gobierno-PP-Ciudadanos-Andalucia-Moreno-Vox_0_850765516.html
 
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