A mi pena solo el niño. De la asesina de su madre prefiero no decir lo que pienso porque me banean.
A mi pena solo el niño. De la asesina de su madre prefiero no decir lo que pienso porque me banean.
¿Tenía la madre historial clínico por depresión?
Claro que no se puede juzgar aún no existiendo un historial clínico.
Pero el mensaje social debe ser claro. Si un progenitor a cargo de un pequeñín, tiene depresión que vaya al médico, y si tiene esa especie de pensamientos por los que debe llevarse por delante a un inocente cuya vida futura no le pertenece, que lo cuente, y que el niño esté a salvo.
Puestos a ser mal pensados, igual se lo llevó a morir para hacer daño al padre. Al que sí ha dañado es al niño; le ha arrebatado su vida.
Si la madre hubiera sobrevivido, y el pobre niño, no, supongo que nadie querría que se fuera de rositas alegando "depresión". Muchos tienen depresión y no se llevan por delante a nadie, incluso si deciden suicidarse.
Ni padre ni madre pueden tener una reacción social " buenista" y comprensiva ante una acción tan atroz.
Sin pruebas de enfermedad mental, se ha cometido un asesinato por una suicida.
!Pobre niñito de tan solo cuatro años!
Los hijos pueden vivir sin la madre. Debería ser un lema que termine de una vez por todas con ese síndrome extraño y semi-permitido.
Claro que no se puede juzgar aún no existiendo un historial clínico.
Pero el mensaje social debe ser claro. Si un progenitor a cargo de un pequeñín, tiene depresión que vaya al médico, y si tiene esa especie de pensamientos por los que debe llevarse por delante a un inocente cuya vida futura no le pertenece, que lo cuente, y que el niño esté a salvo.
Puestos a ser mal pensados, igual se lo llevó a morir para hacer daño al padre. Al que sí ha dañado es al niño; le ha arrebatado su vida.
Si la madre hubiera sobrevivido, y el pobre niño, no, supongo que nadie querría que se fuera de rositas alegando "depresión". Muchos tienen depresión y no se llevan por delante a nadie, incluso si deciden suicidarse.
Ni padre ni madre pueden tener una reacción social " buenista" y comprensiva ante una acción tan atroz.
Sin pruebas de enfermedad mental, se ha cometido un asesinato por una suicida.
!Pobre niñito de tan solo cuatro años!
Los hijos pueden vivir sin la madre. Debería ser un lema que termine de una vez por todas con ese síndrome extraño y semi-permitido.
Rosa, la mujer "normal" que se precipitó con su hijo de cuatro en brazos desde un sexto piso en Murcia
"Era un mujer tranquila, muy normal, la veíamos todos los días con su hijo, se notaba que lo quería mucho... Esto es una locura... Su madre es una persona conocida en el edificio, muy querida... Es verdad que a la chica apenas la conocíamos", comenta por teléfono una vecina a EL MUNDO. Rosa se había separado hace apenas unos meses, se había trasladado de Jaén a Murcia con su hijo, y no era raro verla acompañada de su ex pareja en la entrada del colegio al que acudía el menor, informa Efe.
Las pesquisas policiales determinan de momento que se trata sencillamente de un su***dio ampliado, incluyendo el filicidio, el homicidio del hijo, descartando en principio que pudiera existir algún episodio de violencia machista que diera pábulo a otras hipótesis. Fuentes de la Delegación del Gobierno descartan "en principio" a ELMUNDO.ES que otras personas aparte de Rosa y su hijo intervinieran en el trágico suceso, que ha dejado en estado de shock al vecindario esta mañana.
Según ha confirmado una portavoz de los servicios sociales del Ayuntamiento de Murcia, "no consta" que la mujer, que ha fallecido en el acto en el céntrico barrio de San Antón, hubiera recibido ninguna atención previa. Tampoco consta que hubiera estado en contacto con los Equipos Municipales de Atención a Víctimas de Violencia Machista (EMAVI).
"Estaba viviendo en la casa de su madre, que también se llama Rosa, que se acababa de jubilar como profesora de Religión y que llevaba aquí desde que se construyó el edificio, en el año 1985. Vinieron aquí desde el barrio de Santa María de Gracia", narra otra habitante del inmueble cuya mujer se encontró esta mañana, de buenas a primeras, el levantamiento del cadáver: "Según ha salido se lo ha encontrado, ha sido tremendo, se ha quedado petrificada".
Una vecina llamó al teléfono 112 al escuchar poco después de las seis de la mañana un golpe tremendo en la calle y al asomarse por la ventana de su domicilio, observar a la mujer y al menor tendidos en la acera de la calle.
Los servicios sanitarios de emergencia no han podido salvar la mujer, que al parecer falleció en el acto, y el niño murió en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Al lugar del suceso se movilizaron patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional que investigan lo ocurrido en el domicilio, donde la mujer vivía con su madre y abuela del pequeño.
"Los padres de la chica estaban también separados, y ella tenía tres hermanos", cuentan vecinos, que no advirtieron nada extraño: "Era educada e incluso afectiva y cariñosa si te veía con tus críos... Y otros vecinos dicen que solía acariciar a los perros... Estaba siempre paseando a su niño... Cómo vas a imaginar que haría algo así". Ninguno de los ocho vecinos consultados para esta información tuvo noticia de conflicto alguno en torno a la vida de Rosa y su hijo, aunque una de ellas refiere un carácter "particular, tímido" en la mujer.
Vecinos citados por 'La Opinión de Murcia' caracterizan a la fallecida como "muy atenta, aunque te sonreía con una mirada un poco triste". "Me la cruzaba cada mañana para ir al colegio, yo llevaba al mío y ella al suyo, y estaba loca con su hijo, nadie podía imaginar esto", refieren estas fuentes citadas por el periódico murciano.
https://www.elmundo.es/espana/2018/10/29/5bd6be3ae5fdea9a388b45a1.html
- Se había trasladado junto a su hijo a vivir con su madre en el barrio de San Antón tras separarse hace escasos meses
- No había sido atendida por los servicios sociales municipales ni por los de atención a víctimas de violencia machista
- "Era muy normal, afectuosa con la gente, paseaba y cuidaba mucho a su hijo... Esto es una locura", cuentan vecinos a EL MUNDO.ES
- Un policía trató de salvar la vida del niño que cayó al vacío en Murcia
"Era un mujer tranquila, muy normal, la veíamos todos los días con su hijo, se notaba que lo quería mucho... Esto es una locura... Su madre es una persona conocida en el edificio, muy querida... Es verdad que a la chica apenas la conocíamos", comenta por teléfono una vecina a EL MUNDO. Rosa se había separado hace apenas unos meses, se había trasladado de Jaén a Murcia con su hijo, y no era raro verla acompañada de su ex pareja en la entrada del colegio al que acudía el menor, informa Efe.
Las pesquisas policiales determinan de momento que se trata sencillamente de un su***dio ampliado, incluyendo el filicidio, el homicidio del hijo, descartando en principio que pudiera existir algún episodio de violencia machista que diera pábulo a otras hipótesis. Fuentes de la Delegación del Gobierno descartan "en principio" a ELMUNDO.ES que otras personas aparte de Rosa y su hijo intervinieran en el trágico suceso, que ha dejado en estado de shock al vecindario esta mañana.
Según ha confirmado una portavoz de los servicios sociales del Ayuntamiento de Murcia, "no consta" que la mujer, que ha fallecido en el acto en el céntrico barrio de San Antón, hubiera recibido ninguna atención previa. Tampoco consta que hubiera estado en contacto con los Equipos Municipales de Atención a Víctimas de Violencia Machista (EMAVI).
"Estaba viviendo en la casa de su madre, que también se llama Rosa, que se acababa de jubilar como profesora de Religión y que llevaba aquí desde que se construyó el edificio, en el año 1985. Vinieron aquí desde el barrio de Santa María de Gracia", narra otra habitante del inmueble cuya mujer se encontró esta mañana, de buenas a primeras, el levantamiento del cadáver: "Según ha salido se lo ha encontrado, ha sido tremendo, se ha quedado petrificada".
Una vecina llamó al teléfono 112 al escuchar poco después de las seis de la mañana un golpe tremendo en la calle y al asomarse por la ventana de su domicilio, observar a la mujer y al menor tendidos en la acera de la calle.
Los servicios sanitarios de emergencia no han podido salvar la mujer, que al parecer falleció en el acto, y el niño murió en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Al lugar del suceso se movilizaron patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional que investigan lo ocurrido en el domicilio, donde la mujer vivía con su madre y abuela del pequeño.
"Los padres de la chica estaban también separados, y ella tenía tres hermanos", cuentan vecinos, que no advirtieron nada extraño: "Era educada e incluso afectiva y cariñosa si te veía con tus críos... Y otros vecinos dicen que solía acariciar a los perros... Estaba siempre paseando a su niño... Cómo vas a imaginar que haría algo así". Ninguno de los ocho vecinos consultados para esta información tuvo noticia de conflicto alguno en torno a la vida de Rosa y su hijo, aunque una de ellas refiere un carácter "particular, tímido" en la mujer.
Vecinos citados por 'La Opinión de Murcia' caracterizan a la fallecida como "muy atenta, aunque te sonreía con una mirada un poco triste". "Me la cruzaba cada mañana para ir al colegio, yo llevaba al mío y ella al suyo, y estaba loca con su hijo, nadie podía imaginar esto", refieren estas fuentes citadas por el periódico murciano.
https://www.elmundo.es/espana/2018/10/29/5bd6be3ae5fdea9a388b45a1.html
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M
Minsikchoi
Guest
asi es . es una hija de put* . como se lleva por delante la vida de su propio hijo de 4 añitos. me importan poco las circunstancias atenuantes síndromes y lo que le pase por su put* cabeza. Su niño tenía toda la vida por delante y la sinvergüenza la ha estampado contra el suelo.
solo espero que se pudra en el infierno
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ya lo tenemos se trata sencillamente de su***dio ampliado.....
si busco su***dio ampliado por google me salen noticias de madres q se suicidan con sus hijos... mientras q si busco ...mata a su hijo...me salen noticias de padres...
curioso.
Un especialista en psicología clínica afirma que los casos de su***dio ampliado tienen como detonante depresiones graves
EUROPA PRESS 29.10.2018 - 18:02h
MURCIA, 29 (EUROPA PRESS)
El psicólogo clínico profesor asociado de psicopatología, Eladio Rosique ELADIO ROSIQUE
El especialista en Psicología Clínica adscrito al Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia, Eladio Rosique Meseguer, ha explicado que los casos de "su***dio ampliado", en los que la persona que se quita la vida acaba también con la vida de seres queridos, suelen tener como base "una depresión grave".
Rosique, profesor asociado de psicopatología del Grado de Psicología de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), ha contestado de esta forma a Europa Press al ser preguntado por el detonante que puede impulsar a una persona a suicidarse arrojándose al vacío con su hijo, tal y como ha sucedido este lunes en el barrio de San Antón de Murcia.
"Con la prudencia debida porque no conocemos los pormenores de este caso tan doloroso, sí que hay que decir que en una parte muy importante de los suicidios tienen como base un trastorno depresivo", ha corroborado Rosique, que también es psicólogo 'Europsy' y Especialista en Psicoterapia por la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA).
Concretamente, explica que el suceso que ha tenido lugar este lunes en Murcia podría corresponderse con un caso de "su***dio ampliado" en el que, técnicamente hablando, "el diagnóstico más probable sería el de Trastorno Depresivo Mayor grave con síntomas psicóticos".
En este tipo de depresión, Rosique advierte que "aparecen los mismos síntomas que en otras depresiones, como la tristeza o la desesperanza pero con la intensidad de síntomas delirantes". Así, explica que un delirio "es un creencia inamovible que distorsiona la realidad hasta el punto de que se llega a contemplar la propia muerte como una liberación y la muerte del ser querido como un acto de amor destinado a ahorrarle a esa persona el sufrimiento futuro".
Al ser preguntado por si existe un perfil determinado o indicios que permiten detectar este tipo de comportamientos, Rosique señala que, más que hablar de perfiles, él "pondría el énfasis en que, aunque haya personas más propensas que otras, todos podemos sufrir una depresión y ésta puede agravarse hasta puntos de extremo sufrimiento".
En este sentido, puntualiza que la prevención "pasa por la concienciación social y nunca menospreciar la importancia de un proceso depresivo". Así, apuesta por "ayudar a la persona que sufre lo antes posible y reaccionar ante una tristeza persistente, un aislamiento progresivo o a una incapacidad de disfrutar con lo que antes se disfrutaba".
"Hoy en día disponemos de tratamientos psicológicos y psiquiátricos con un gran respaldo científico que resultan muy eficaces en la gran mayoría de los casos y que, evidentemente, resultan más eficaces cuanto más temprana es la intervención. Actuar a tiempo es imprescindible", ha concluido.
https://www.20minutos.es/noticia/34...VCdWhNMnU2S0ZULWEzUy1oMm9RRllhUDJEclRxVDVsWE4.
EUROPA PRESS 29.10.2018 - 18:02h
MURCIA, 29 (EUROPA PRESS)
El psicólogo clínico profesor asociado de psicopatología, Eladio Rosique ELADIO ROSIQUE
El especialista en Psicología Clínica adscrito al Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia, Eladio Rosique Meseguer, ha explicado que los casos de "su***dio ampliado", en los que la persona que se quita la vida acaba también con la vida de seres queridos, suelen tener como base "una depresión grave".
Rosique, profesor asociado de psicopatología del Grado de Psicología de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), ha contestado de esta forma a Europa Press al ser preguntado por el detonante que puede impulsar a una persona a suicidarse arrojándose al vacío con su hijo, tal y como ha sucedido este lunes en el barrio de San Antón de Murcia.
"Con la prudencia debida porque no conocemos los pormenores de este caso tan doloroso, sí que hay que decir que en una parte muy importante de los suicidios tienen como base un trastorno depresivo", ha corroborado Rosique, que también es psicólogo 'Europsy' y Especialista en Psicoterapia por la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA).
Concretamente, explica que el suceso que ha tenido lugar este lunes en Murcia podría corresponderse con un caso de "su***dio ampliado" en el que, técnicamente hablando, "el diagnóstico más probable sería el de Trastorno Depresivo Mayor grave con síntomas psicóticos".
En este tipo de depresión, Rosique advierte que "aparecen los mismos síntomas que en otras depresiones, como la tristeza o la desesperanza pero con la intensidad de síntomas delirantes". Así, explica que un delirio "es un creencia inamovible que distorsiona la realidad hasta el punto de que se llega a contemplar la propia muerte como una liberación y la muerte del ser querido como un acto de amor destinado a ahorrarle a esa persona el sufrimiento futuro".
Al ser preguntado por si existe un perfil determinado o indicios que permiten detectar este tipo de comportamientos, Rosique señala que, más que hablar de perfiles, él "pondría el énfasis en que, aunque haya personas más propensas que otras, todos podemos sufrir una depresión y ésta puede agravarse hasta puntos de extremo sufrimiento".
En este sentido, puntualiza que la prevención "pasa por la concienciación social y nunca menospreciar la importancia de un proceso depresivo". Así, apuesta por "ayudar a la persona que sufre lo antes posible y reaccionar ante una tristeza persistente, un aislamiento progresivo o a una incapacidad de disfrutar con lo que antes se disfrutaba".
"Hoy en día disponemos de tratamientos psicológicos y psiquiátricos con un gran respaldo científico que resultan muy eficaces en la gran mayoría de los casos y que, evidentemente, resultan más eficaces cuanto más temprana es la intervención. Actuar a tiempo es imprescindible", ha concluido.
https://www.20minutos.es/noticia/34...VCdWhNMnU2S0ZULWEzUy1oMm9RRllhUDJEclRxVDVsWE4.
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La grave depresión [supuesta] de Rosa, la suicida que se arrojó desde un 6º piso con su hijo en brazos
A las seis de la mañana, Rosa y su hijo yacían en la calle Huerto Manú, en el centro de Murcia. A las siete, el bar de la esquina posponía su apertura ‘acosado’ por ambulancias y dispositivos policiales. Antes del mediodía, el barrio de San Antón trataba de recuperar las constantes vitales. “¿Qué se le ha podido pasar por la cabeza?”, esgrimían, perplejos, los camareros. Ninguno daba crédito a lo ocurrido. Su vecina, de 37 años, se había arrojado desde un sexto piso junto a su niño de cuatro. “¿Cómo es posible?”, se preguntaban todos sin encontrar respuesta. “¡Si eran una familia normal!”, se sorprendían. Poco importa.
La principal hipótesis que se baraja es la de la depresión
“Saludaba, era cariñosa, pero yo la veía triste”, explica Josefina a EL ESPAÑOL. Ella fue la primera en enterarse de lo ocurrido. Nada más levantarse, escuchó un ruido, se asomó por la ventana y vio los dos cuerpos tendidos sobre el suelo. Llamó a la Policía, bajó y vio quiénes eran: Rosa y su hijo, ambos de vuelta al barrio después de un tiempo fuera. Los dos, intuía, se habrían caído desde el sexto piso. Quién se iba a imaginar que ella se hubiese arrojado al vacío. Absolutamente, nadie.
Sin embargo, las investigaciones de la Policía apuntan a un posible su***dio.
Rosa, a sus 37 años, había vuelto a casa de su madre (de mismo nombre) hace menos de un año. Se había separado de su marido tras vivir con él en Jaén y había vuelto al barrio, al lugar donde se crió, donde había crecido a escasos 200 metros del colegio al que ahora llevaba a su hijo. Allí, volvió para intentar rehacer su vida. Pero, por el camino, se habría topado –ya decimos, según las hipótesis que se barajan– con la depresión.
Rosa había vuelto al útero materno, al núcleo familiar, para poner un punto y seguido a su vida. Junto a su hijo, trababa de recuperarse. Sin trabajo, su rutina era similar cada día. Se levantaba, se duchaba, se arreglaba y llevaba a su niño de cuatro años al colegio, a 200 metros de la vivienda familiar. Por las mañanas, saludaba a los vecinos –sin estridencias, alardes o gestos grandilocuentes– y acompañaba a su crío hasta la puerta.
Pero este lunes, al inicio de la semana, no acudió. Por la mañana, cuando abrieron las puertas del colegio, faltaba uno de los niños. Era el de Rosa, que no había acudido. “¿Por qué?”, se preguntaron las madres, antes de conocer la triste noticia. Por la tarde, el centro escolar recuperaba el pulso. El edificio permanecía cerrado, pero unos niños, en el patio, sin ser conscientes de lo ocurrido, pateaban el balón en el campo de fútbol. Eso era todo.
El silencio, sepulcral a primera hora, tornó en dimes y diretes conforme avanzó el día. Rosa era una persona conocida. En su edificio, todos sabían quién era. “Llevaba aquí toda la vida. Ella y su marido compraron el piso hace mucho. Después, se separaron y ella se quedó aquí. Aquí crecieron también sus hijas”, explican en conversación con EL ESPAÑOL.
Rosa (la madre) había llegado a ser presidenta de la Comunidad de Vecinos y era una habitual en las reuniones con los vecinos en la sexta planta, toda en silencio tras el incidente. Allí, “hasta nos hacíamos regalos en Navidades cuando Rosa (su hija) era pequeña”, recuerda un vecino en conversación con EL ESPAÑOL.
En el resto de la vivienda, se debaten entre la perplejidad y el silencio. “No es momento para hablar”, espetan la mayoría de los vecinos. “Es que era una persona normal. ¡Cómo nos lo íbamos a imaginar!”, comentan unos y otros, que tratan de recuperarse del “duro golpe” recibido a primera hora de la mañana.
Rosa, la hija, era menos conocida. Los vecinos sabían quién era y que había vuelto, pero sin que hubiera proliferado una gran relación en los últimos tiempos. “Nos cruzábamos con ella cuando llevaba al hijo al colegio”, comentan, en el bar de la esquina. “Nadie podía pensar que fuera a ocurrir esto. Estaba muy contenta con su hijo. Pero no sé decir nada más. Nos saludábamos y cada uno seguía su camino”.
Ningún rastro de la depresión en su semblante. “Era muy atenta”. “Hablábamos y siempre comentábamos algo sobre los críos. Aparentemente, no tenía ningún problema”, explican los vecinos. Pero, en su cabeza, escondía los demonios de esa enfermedad que la habría llevado a suicidarse y asesinar a su hijo.
Por el camino, deja muchos interrogantes: ¿estaba recibiendo tratamiento? ¿Por qué se arrojó junto a su hijo? ¿Qué se le pasaría por la cabeza? ¿En qué momento una persona puede hacer algo así? Todos quedan en suspenso a la espera de la autopsia y la explicación de los familiares.
https://www.elespanol.com/reportaje...a-suicida-arrojo-piso-brazos/349216264_0.html
- Los vecinos “la veían triste”, pero no se imaginaban que tuviera un problema. Había vuelto a casa de su madre hace menos de un año y estaba sin trabajo.
- “¿Qué se le ha podido pasar por la cabeza?”, se preguntan todos sin encontrar respuesta.
A las seis de la mañana, Rosa y su hijo yacían en la calle Huerto Manú, en el centro de Murcia. A las siete, el bar de la esquina posponía su apertura ‘acosado’ por ambulancias y dispositivos policiales. Antes del mediodía, el barrio de San Antón trataba de recuperar las constantes vitales. “¿Qué se le ha podido pasar por la cabeza?”, esgrimían, perplejos, los camareros. Ninguno daba crédito a lo ocurrido. Su vecina, de 37 años, se había arrojado desde un sexto piso junto a su niño de cuatro. “¿Cómo es posible?”, se preguntaban todos sin encontrar respuesta. “¡Si eran una familia normal!”, se sorprendían. Poco importa.
La principal hipótesis que se baraja es la de la depresión
“Saludaba, era cariñosa, pero yo la veía triste”, explica Josefina a EL ESPAÑOL. Ella fue la primera en enterarse de lo ocurrido. Nada más levantarse, escuchó un ruido, se asomó por la ventana y vio los dos cuerpos tendidos sobre el suelo. Llamó a la Policía, bajó y vio quiénes eran: Rosa y su hijo, ambos de vuelta al barrio después de un tiempo fuera. Los dos, intuía, se habrían caído desde el sexto piso. Quién se iba a imaginar que ella se hubiese arrojado al vacío. Absolutamente, nadie.
Sin embargo, las investigaciones de la Policía apuntan a un posible su***dio.
Rosa, a sus 37 años, había vuelto a casa de su madre (de mismo nombre) hace menos de un año. Se había separado de su marido tras vivir con él en Jaén y había vuelto al barrio, al lugar donde se crió, donde había crecido a escasos 200 metros del colegio al que ahora llevaba a su hijo. Allí, volvió para intentar rehacer su vida. Pero, por el camino, se habría topado –ya decimos, según las hipótesis que se barajan– con la depresión.
Rosa había vuelto al útero materno, al núcleo familiar, para poner un punto y seguido a su vida. Junto a su hijo, trababa de recuperarse. Sin trabajo, su rutina era similar cada día. Se levantaba, se duchaba, se arreglaba y llevaba a su niño de cuatro años al colegio, a 200 metros de la vivienda familiar. Por las mañanas, saludaba a los vecinos –sin estridencias, alardes o gestos grandilocuentes– y acompañaba a su crío hasta la puerta.
Pero este lunes, al inicio de la semana, no acudió. Por la mañana, cuando abrieron las puertas del colegio, faltaba uno de los niños. Era el de Rosa, que no había acudido. “¿Por qué?”, se preguntaron las madres, antes de conocer la triste noticia. Por la tarde, el centro escolar recuperaba el pulso. El edificio permanecía cerrado, pero unos niños, en el patio, sin ser conscientes de lo ocurrido, pateaban el balón en el campo de fútbol. Eso era todo.
El silencio, sepulcral a primera hora, tornó en dimes y diretes conforme avanzó el día. Rosa era una persona conocida. En su edificio, todos sabían quién era. “Llevaba aquí toda la vida. Ella y su marido compraron el piso hace mucho. Después, se separaron y ella se quedó aquí. Aquí crecieron también sus hijas”, explican en conversación con EL ESPAÑOL.
Rosa (la madre) había llegado a ser presidenta de la Comunidad de Vecinos y era una habitual en las reuniones con los vecinos en la sexta planta, toda en silencio tras el incidente. Allí, “hasta nos hacíamos regalos en Navidades cuando Rosa (su hija) era pequeña”, recuerda un vecino en conversación con EL ESPAÑOL.
En el resto de la vivienda, se debaten entre la perplejidad y el silencio. “No es momento para hablar”, espetan la mayoría de los vecinos. “Es que era una persona normal. ¡Cómo nos lo íbamos a imaginar!”, comentan unos y otros, que tratan de recuperarse del “duro golpe” recibido a primera hora de la mañana.
Rosa, la hija, era menos conocida. Los vecinos sabían quién era y que había vuelto, pero sin que hubiera proliferado una gran relación en los últimos tiempos. “Nos cruzábamos con ella cuando llevaba al hijo al colegio”, comentan, en el bar de la esquina. “Nadie podía pensar que fuera a ocurrir esto. Estaba muy contenta con su hijo. Pero no sé decir nada más. Nos saludábamos y cada uno seguía su camino”.
Ningún rastro de la depresión en su semblante. “Era muy atenta”. “Hablábamos y siempre comentábamos algo sobre los críos. Aparentemente, no tenía ningún problema”, explican los vecinos. Pero, en su cabeza, escondía los demonios de esa enfermedad que la habría llevado a suicidarse y asesinar a su hijo.
Por el camino, deja muchos interrogantes: ¿estaba recibiendo tratamiento? ¿Por qué se arrojó junto a su hijo? ¿Qué se le pasaría por la cabeza? ¿En qué momento una persona puede hacer algo así? Todos quedan en suspenso a la espera de la autopsia y la explicación de los familiares.
https://www.elespanol.com/reportaje...a-suicida-arrojo-piso-brazos/349216264_0.html
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Hay que encontrarse en un estado muy desesperado para tomar semejante decisión.
No encontrar la salida al pozo negro del desempleo, una lacra insalvable, verte humillada y obligada a malvivir gracias a la caridad de tu madre ya anciana. Humillación doble, porque no puedes pagarle los gastos mínimos a tu niño.
Las frases hijoputas, "no eres la única", "como tú, hay mil", "mal de muchos".
Gracias por la opinión del profesional, virgovamp.
No encontrar la salida al pozo negro del desempleo, una lacra insalvable, verte humillada y obligada a malvivir gracias a la caridad de tu madre ya anciana. Humillación doble, porque no puedes pagarle los gastos mínimos a tu niño.
Las frases hijoputas, "no eres la única", "como tú, hay mil", "mal de muchos".
Gracias por la opinión del profesional, virgovamp.
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No todos entendemos el concepto de enfermedades mentales, pues los comportamienos que ellas generan desafían toda lógica, y además cargan consigo el estigma de que son "debilidades" o "egoísmos". Nadie diría de un fumador que murió de cancer al pulmón, "ohhhh maldito hijo de mil ppppp...., bien merecido se lo tiene, sabía muy bien que sus padres/hijos sufrirían mucho al perderle, que se pudra, blablabla". Somos mucho mas compasivos con las muertes por problemas físicos porque es mucho mas fácil entender una enfermedad del cuerpo que una de la mente. Pero poco a poco tenemos que comprenderlo. A paso lento pero seguro.
M
Minsikchoi
Guest
mi abuelo era esquizofrénico. hizo la vida imposible a mi abuela que murio a los 50 años. abusaba de mi madre de pequeña y lo intento con mi hermana y conmigo.
sr perfectamente lo qur es un enfermo mental y se lo que estar a su lado. por eso soy intolerante y si algún dia heredo la enfermedad de mi abuelo (y tengo números para hacerlo) espero que me recluyan y aparten de mi familia para no joderles la vida.
siento pensar así, no quiero ofender a nadoe y se que no todas las enfermedades son iguales y menos con el tratamiento adecuado pero todos tenemos nuestra realidad y vivencias.
