MEDIO AMBIENTE

El sustituto natural del plástico que se usaba en el siglo XIX
Hace casi 200 años, la fibra de sisal se exportaba a medio mundo desde México. Tras caer en desuso y con la tecnología obsoleta, hoy se buscan maneras de impulsar su producción




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Máquina de peinado de sisal de la hacienda Aké, en funcionamiento desde hace más de un siglo. CAMILA JURADO





PABLO ZULAICA
Mérida (Yucatán) 12 ABR 2019



A escasos metros de la plaza Mayor de Madrid, una guía enseña a unos turistas la cordelería y alpargatería Hernanz. Dentro, unos italianos piden unas alpargatas blu, y fuera, Jesús Hernanz dice que eso que señala, un saco de café de Colombia entre cáñamo, esparto y yute, está hecho de sisal. “Se sigue usando para cuerdas, maromas gruesas y finas, alfombras, moquetas y algo en tejidos de pared”, explica el dueño del negocio.

La alpargateria Hernanz —Jesús es cuarta generación— existe desde 1845, mucho antes que el polietileno (1933) o las bolsas plásticas (1965). “El plástico es tan nocivo que nos va a matar a todos y probablemente haya que volver a las fibras naturales. Se harán estudios económicos y se volverá a intensificar y abaratar su producción. El problema es que su transformación es mucho más lenta y costosa. Entre otras cosas, la maquinaria es rudimentaria y obsoleta. Cáñamo, yute o sisal siguen transformándose con procedimientos tradicionales”.

El sisal es la fibra del agave, la planta puntiaguda de la que salen el tequila o el mezcal. A Hernanz le llega de Tanzania, pero la fibra es, o fue, tan yucateca que por eso se llama así, sisal, nombre del puerto donde se embarcaba. Allí y en todo México lo llaman henequén.


Siglo XIX
“Se sigue trabajando como hace 150 años”, confirma Jorge Dzul Ciau, productor yucateco, frente a una piña de hojas rígidas, carnosas, de dos metros. “De acá se corta con un cuchillo especial. Si se dobla, ya valiste. Y cuando está bajo tienes que llegar hasta acá”. Cada hoja termina en un perfecto aguijón que Jorge esquiva. “Te metes en este hueco, así se trabaja”. Así significa pasar horas agachándose bajo un sol que escuece, si acaso doblar las puntas, sin garantía de salir ileso. “Tierra, bichos, sol... Los abuelos, si era necesario, amanecían en la planta, y a darle locamente desde las 5.00 hasta las 10.00. El sol de las diez puede hacer daño. Yo te digo porque lo he hecho”. Del mismo henequén, cuenta, procedía el mecapal, una correa que sujetaban con la frente. “Pones en tu cabeza las pencas, dos de frente y una atrás, haces un triángulo de rollos de a 40, mueves rápido, te hincas y para arriba”. Para arriba, con un fardo colgado de la frente. “Es un trabajo rudo”, dice.

Un siglo antes que las playas y las pirámides, la península exportó henequén, chicle y palo de tinte. “El suelo y el clima del norte de Yucatán se adaptan perfectamente al cultivo de esas resistentes especies de plantas centenarias que producen el henequén o fibra de sisal”, escribió en México bárbaro John K. Turner, periodista estadounidense, en 1910. Encontró una “bella ciudad moderna”, Mérida, “rodeada y sostenida por vastas plantaciones de henequén, en las que las hileras de gigantescos agaves verdes se extienden por muchos kilómetros”. Fingiéndose industrial, Turner había ido a ver si el sistema productivo era como le habían dicho. “Las haciendas son tan grandes que en cada una de ellas hay una pequeña ciudad propia, de 500 a 2.500 habitantes según el tamaño de la finca”, escribió, “y los dueños de estas grandes extensiones son los principales propietarios de los esclavos, ya que los habitantes de esos poblados son todos ellos esclavos”.

“Mis abuelos eran esclavos”, dice Dzul. De cara a la ley se llamaba servicio por deuda. Esa presunta deuda la podía decretar un simple policía, o un supuesto contratador, pues los hacendados dirigían el Estado. Y el servicio consistía en cortar 2.000 hojas diarias de henequén, 3.000 a veces. El padre de Dzul tuvo más suerte: cuidaba los caballos de Pastor Campos, uno de aquellos dueños. Entonces el caballo era vital. Arrastraba la plataforma por la riel, una vía de marca Decauville de 6,5 kilómetros, hasta el litoral. Allí, ese oro verde se embarcaba hacia Nueva Orleans.

Las haciendas —se calculan hasta 1.000— eran el motor de la economía yucateca ya antes del auge del henequén. Hoy, muchas de ellas se ofrecen restauradas para filmar películas, celebrar bodas o hacer visitas didácticas. Suelen instalar el relato henequenero en un pasado de esplendor y es fácil pasar por alto qué sucede hoy. “Ya no exportamos. Algunos vienen y compran, pero es para demostración”, dice un empleado de Sotuta de Peón. El recorrido, 500 pesos (25 euros), incluye truc [un paseo en vagoneta].

En la hacienda Yaxcopoil, del siglo XVII, la visita es agradable: el área fabril, la residencia amueblada, jardines tropicales o la compañía de Mario A. Huchin Tun o Ernesto Cultún Yam, de 75 años, que como sus mayores, trabajó allí desde niño y hoy se encarga de cuidarla. En lo más alejado del casco, celdas mínimas con rejas de riel enseñan apenas ese pasado oscuro. “Coreanos, cubanos, yaquis, chinos”, enumera el señor Cultún. “Los dueños los tenían controlados. Cómo le diré: imprentaban sus monedas, y saliendo de este lugar, no valían. Y no te vas a escapar. Es como actualmente: si no tienes pasaporte, no pasas”. Turner calculó 250 esclavistas, entre ellos 50 principales. De casi 300.000 yucatecos, 100.000 esclavos. “Pero ahora es distinto”.

Siglo XX
Dzul dice que su vida laboral fue bastante aceptable. “Era poco el trabajo que hacías y te pagaba bien el Gobierno”. En 1937, a dos décadas de la Revolución, el socialista Lázaro Cárdenas repartió la tierra. Pero el Estado yucateco se hizo cargo y devolvió las desfibradoras a las élites, y el sector, enfrentado, sufrió el auge de los sintéticos. En 1963 el Gobierno mexicano retomó una empresa, Cordemex, que abarcó desde la corta hasta fábrica de alfombras y, con grandes subsidios, garantizó un precio a productores y prestaciones a empleados. Pero en los noventa, cuenta Dzul, terminó la fantasía. “No era rentable, se acabó el crédito; el Gobierno nos dio nuestros terrenos, lo sembrado y un dinero”. Huchin y 180 ejidatarios vendieron tierra y guardaron parte para leñar. Dzul siembra sus cuatro hectáreas. El kilo subió a 14 pesos. Con 30 kilos por mil hojas, dice, ya la hiciste.



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Las vías portátiles decauville proliferaron en explotaciones de muchos países. En Yucatán se instalaron más de 1.000 kilómetros. Decauville, un agricultor francés, dejó el campo y se dedicó a comercializarlas. CAMILA JURADO



Ya cortadas, prosigue Turner, las hojas se llevan al casco de la finca y se elevan en un montacargas hasta una banda móvil que las deja en la desfibradora, “una máquina con fuertes dientes de acero que raspan las gruesas hojas, de lo que resultan dos productos: un polvo verde, que es desperdicio, y largas fibras como cabellos de color verduzco, que es el henequén”. Ese polvo, ideal para alimentar ganado, es aún una baba que chorrea en las vagonetas de San Carlos, en el pueblo de Baca. Allí, Pedro Parra explota lo que queda de la desfibradora, una de las 11 aún activas. El montacargas, la banda móvil y la máquina de dientes desgastados y hebras enganchadas siguen recibiendo hojas a unos kilómetros de la que describió Turner. La desfibradora, dice Parra, es de 1915. Cambió el carbón por diésel y ahora por corriente, pues le cuesta un tercio.



En un llano anexo, sobre rieles sobrantes doblados a modo de grandes grapas, las fibras como cabellos se secan hasta perder lo verduzco. El sol las hará rubias. Una montaña peluda, tan grande que tapa la plataforma y cuatro ruedecillas, pide paso sobre dos enclenques rieles. La empuja un empleado. Lo que sigue es su empaque y la venta a cordeleros. Entre ellos a Hilos Vegetales de Yucatán, versión menor, privada, de la vieja Cordemex.

Las reuniones para ayudas al sector convocan en torno a 2.000 personas, pero a menudo en sus 60 o más años y sin facilidad de emplearse. “Con esa gente esto se acaba, es así de drástico”, dice Dzul. Y Cultún lo acepta a medias: “El trabajo es muy difícil, los jóvenes prefieren la ciudad. Como sucede con las palabras mayas: si no son descendientes, no las quieren”.

Siglo XXI
Junto a una pirámide en ruinas, escondida entre densos flamboyanes rojos, queda desde 1652 San Lorenzo de Aké. Centro henequenero desde 1863, Aké sobrevivió a la explosión de su caldera, la Revolución, la crisis de la fibra y al huracán Isidoro, que en 2002, con categoría 4, derruyó una parte. Un gran peine de acero que tiene el dni grabado –Leeds 1899– trenza, con un ruido infernal, tres melenas rubias que ni Rapunzel. Entre raspa y cordelería, Aké mantiene 23 empleados. David López destaca. Tiene 19 años. Quiere ser veterinario.

“Estudio la prepa [bachiller] en las tardes, ya mero termino; trabajo en las mañanas y en las vacaciones para costearme los estudios”. Va de siete a doce, o desde las cuatro si debe “completar como si fuese un día”. No usa gafas. “Al sacar filo al cuchillo hay que tener mucho cuidado”. Se le incrustó una viruta de metal, aunque le pagaron la extracción. Cobra por hora, según cuántas máquinas opere. “Solo no me sé las hiladoras, la múltiple, los cordones y el mechero”, dice. “El resto, las sé todas”. Le tocan 17 pesos hora. Si trabajara ocho —cosa que no—, 20 días al mes, ganaría 2.720 pesos (124 euros). En el momento de la entrevista, el salario mínimo es de 2.686 pesos.

“Hay que quemar el terreno y sembrar”, dice Parra; “hacer los hilos de henequén, cuidarlo tres o cuatro años para que el quinto cortes la primera hoja. Y cortar va a salir más caro”. Sin embargo, algunos agricultores se están animando. “La fibra ya tiene precio. El Gobierno apoya. Pones de tu bolsa, pero te lo devuelven”. Además, el Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY) les da el vástago clonado. Se riega en invernadero, con 60 centímetros se trasplanta y la cosecha se adelanta dos años. Ya no vivirá 25 años, sino algo menos, pero dará “muy buen kilaje”.

En el jardín botánico del CICY, en Mérida, Filogonio May Pat muestra el agave fourcroydes y explica las tres variedades habituales: sak ki, henequén blanco, el más usado; yaak ki, más corto y jugoso, “y otro que le dicen kitam ki”. Explica que la especie de Tanzania y de Brasil es Agave sisalana, más delgada y suave, pero que la angustifolia, la originaria, proviene de esta selva. Los mayas la seleccionaron. En 1893, un alemán llevó mil plantas a la actual Tanzania y allí, con el tiempo, se volvió primera exportación. A Brasil partió después. Según May Pat, allí un mismo productor corta y desfibra con una máquina móvil. El proceso es más corto, mucho más barato, y los empresarios de acá prefieren comprar allá. En cambio, el doctor Gonzalo Canché Escamilla afirma que la fibra yucateca se demostró más rígida y fuerte en pruebas de resistencia mecánica. “Las de otros lugares se van rompiendo y queda menos fibra aprovechable”.

En 1916, según cálculos, la península de Yucatán produjo 201.000 toneladas de la fibra. En 1977, ya con menos de 100.000, el director de Cordemex decía que la mitad del medio millón de yucatecos vivía del henequén directa o indirectamente y que eso era insostenible (pero la corrupción sí se sostuvo, y generó violencia). En 2009, año internacional de las fibras naturales, la tierra de Sisal parecía relegada apenas a una nota histórica, y dos años después, cuando la prensa anunció Mayan Tejidos como “una nueva Cordemex”, las toneladas producidas eran 5.000.

Fernando Ponce, un inversor local con amplia experiencia en banca, levantó en 2014 una nave de casi tres hectáreas llena de máquinas para hacer hilos y alfombras. Mayan Tejidos contaba con apoyos federales y estatales. Contrató empleados, hizo pruebas, incluso regaló a Pedro Parra unos tapetes hermosos. Pero nunca abrió. Ante todo: la fibra no llegaba.



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En 1905, un grupo de 1033 coreanos llegó para trabajar en las haciendas. Expirado su contrato, fueron retenidos y no lograron regresar. En el Museo Conmemorativo de la Inmigración Coreana, Dolores García muestra un retrato de sus antepasados. CAMILA JURADO



En 2017, Brasil produjo 65.000 toneladas; Tanzania 47.000, incluyendo granjas chinas; Kenia 22.000; Madagascar 8.000, y México, sumando cultivos en Tamaulipas, subió a 12.800. Ahora Nerio Torres, excandidato a alcalde en Mérida y presidente del Consejo Agroalimentario de Yucatán, se ha asociado a Ponce, que planea retomar la nave. “La demanda será tan grande que la producción de nuestro estado será insuficiente” escribe Torres, en representación de Ponce. “Se buscará un mecanismo justo para adquirir toda la fibra, pero se importará durante al menos cinco años”. Hilos Vegetales procesa sola 10.000 toneladas. Aunque compra fibra al menos a siete desfibradoras, para completarla necesita de Kenia, Madagascar, Brasil.


Globalmente, el veto a los plásticos y la conciencia ecológica plantean una segunda oportunidad para el henequén. Mayan Tejidos prevé 500 empleos directos iniciales, 15.000 indirectos y espera una subida del precio para pagar mejor a productores. El gobernador anunció que los cultivos con agave proveído por el CICY ayudarían a 125.000 personas de 38 municipios rezagados. “Tengo dos hijos, me apena, pero quisiera que tengan otra vida”, dice Dzul. “Nadie le ha aplicado lo moderno”. “El que trabaja en el campo no tiene seguro, y en una fábrica gana 800 pesos semanales”, asume Parra. En Mayan Tejidos creen que pagando salarios justos, con nuevas herramientas y capacitación, los jóvenes harán posible el relevo. Si se trata de que los actores remen juntos, a falta de ver las condiciones, quizás ahora sirva estudiar los modelos de Tanzania o de Brasil.

Está por ver si el henequén, el cultivo más peninsular, es algo más que un nombre extraño en Madrid o una historia yucateca que se enseña en truc. El sisal se usa ya en textiles, en construcción, y en automóviles, en vez de fibra de vidrio. Podría sumar celulosa, inulina, forrajes o alcohol. “Es importante generar empleos in situ”, termina el correo. “Muchas familias se desintegran al alejarse para trabajar en la capital o en Quintana Roo [Riviera Maya], y pueden ser reclutados por el crimen organizado”. En definitiva, es eso lo que urge tejer: el campo yucateco.

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https://elpais.com/elpais/2019/03/15/planeta_futuro/1552670468_362524.html
 
Un hombre en Holanda «enseña» a las vacas usar orinales para luchar contra los gases contaminantes
Hanskamp ha creado un aparato que funciona con la estimulación de un nervio, aunque ahora algunos de los animales reconocen la caja, levantan la cola y miccionan.
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Primero se puso el foco en las flatulencias de las vacas y ahora le toca el turno a sus purines. En Holanda hay un hombre que está «enseñando» a las vacas a usar un orinal. No tanto por capricho, sino para intentar reducir las emisiones de amoniaco. Y según dice Henk Hanskamp, su invento para lograrlo, el CowToilet o «baño de vacas», «resolverá el problema» en la industria láctea.

Una vaca produce entre 15 y 20 litros de orina todos los días que, al entrar en contacto con el estiércol, libera a la atmósfera el compuesto, que tiene un papel importante en la formación de la lluvia ácida. Así que Hanskamp inició su proyecto en 2016, en la empresa que lleva su apellido, después de que Holanda impusiera un límite de estas emisiones a la industria láctea.

Pero no fue fácil. Aunque Hanskamp diseñó un «baño» piloto, no acababa de funcionar. «No se puede adiestrar a una vaca», resume. Así que modificó el modelo e incluyó la estimulación de un nervio que provoca como reflejo la micción. Y, según dice, funcionó.


El mecanismo es sencillo. Se trata de una «caja» en la que entra la vaca a comer de forma individual. Cuando termina, el CowToilet se voltea detrás de ella y toca el reflejo nervioso. Tan pronto como la vaca comienza a orinar, el líquido pasa a través de un tamiz al recipiente donde se extrae de inmediato a través de una línea de succión, evitando que toque el suelo.

De forma espontánea
Pero tras varios meses utilizándolo en una granja, algunas vacas están orinando sin estimulación, de forma espontánea, en el orinal. En concreto, 7 de las 58 vacas en las que se estaba probando el invento.

«Esas vacas primero comen y, cuando escuchan que el CowToiletse voltea detrás de ellas, ya empiezan a orinar. Así que están condicionados por el sonido del WC», explica Hanskamp por email a ABC. No obstante, también puntualiza: «Necesitamos hacer más investigación para conocer los hechos exactos».

Hanskamp es consciente de la primera reacción que genera en la gente oír hablar de su invento. «En las redes sociales la gente pensaba que era una broma. ¡Pero no lo es!», afirma. Tan en serio lo dice que su idea es poder comercializar el CowToilet a partir de 2020.
https://www.abc.es/sociedad/abci-ho...gases-contaminantes-201904150152_noticia.html
 
12 RETOS PARA ESPAÑA / 1 LA CRISIS AMBIENTAL
La ley climática que los partidos dicen que quieren y nadie aprueba
Si España quiere cumplir sus objetivos europeos de lucha contra el calentamiento debe aplicar medidas ambiciosas


MANUEL PLANELLES
Madrid 16 ABR 2019



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Manifestacion de jóvenes contra el cambio climático en Madrid. CARLOS ROSILLO



No son avisos de lo que ocurrirá. Es lo que ya pasa. Por ejemplo, el verano dura en España de media casi cinco semanas más que a principios de los ochenta. Los efectos del cambio climático, que según la mayoría de científicos está alimentado por los gases de efecto invernadero que expulsa el ser humano, recorren el planeta de norte a sur. Y España está en la zona roja del mapa de riesgo de los impactos.

La percepción ciudadana está alineada con las alertas científicas. El 70% de los españoles, según una encuesta del Banco Europeo de Inversiones, considera que el cambio climático es ya una amenaza para la humanidad, 11 puntos más que la media de los encuestados de la UE. Y, sin embargo, España no está a la cabeza de la lucha contra el calentamiento. Por ejemplo, las emisiones de efecto invernadero de la UE se redujeron un 21,9% entre 1990 y 2017; las de España, en ese mismo periodo, aumentaron un 17,9%. Y lo peor es que, si no se toman medidas de calado, la tendencia no se romperá, como ha reconocido el propio Gobierno en la última proyección que ha enviado a Bruselas. En ese documento se apunta a que de no aplicar un paquete de medidas ambicioso las emisiones en 2040 serán prácticamente las mismas que en 1990. Es decir, España no cumplirá ni con sus compromisos europeos ni con el Acuerdo de París.

España no cuenta si quiera con una ley de cambio climático y los expertos coinciden en que lo más urgente es tenerla. “Es fundamental una ley para sentar las condiciones del resto de componentes para la transición”, apunta Pedro Linares, director del grupo Economics for Energy. “Hemos perdido diez años. El objetivo número uno es tener una ley”, comparte Fernando Ferrando, presidente de Fundación Renovables.



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Los partidos apuestan por esa ley, aunque no han conseguido sacarla adelante hasta ahora. De ella hablan explícitamente el PSOE –que en el último suspiro de este mandato presentó un anteproyecto, sin posibilidad de que llegara al Congreso ya– y Ciudadanos en sus programas. PP y Podemos no la citan, aunque también han presentado sus propios proyectos de ley de cambio climático en el Parlamento y en los programas proponen medidas para la descarbonización. Hasta Vox admite que el mundo camina hacia la “descarbonización”.

En 2011, el Congreso reclamó esa ley, pero los partidos –bien por desencuentros dentro de sus filas o bien por desencuentros entre las formaciones– no la han aprobado. “En los debates con los cuatro grandes partidos todos creen que se necesita la ley”, recuerda Linares. Ferrando resalta, esperanzado, que en octubre hubo consenso en el Congreso con la aprobación del real decreto ley que incluía el fin del llamado impuesto al sol. “Solo tuvo dos votos en contra y el PP se abstuvo”, recuerda Ferrando.

Que todos los partidos quieran la ley no significa que todos apuesten por lo mismo. Se necesita limpiar de gases de efecto invernadero, principalmente, el sector eléctrico y el transporte. Y cada formación plantea sus fórmulas. Podemos propone “una empresa pública de energía”; Ciudadanos, eliminar impuestos e impulsar la competencia para bajar la luz.

El PSOE propone una cuota mínima de renovables sobre el consumo final de energía del 35% en 2030; Podemos dice que su objetivo es “alcanzar el 100% de la producción de fuentes renovables” en la energía en 2040. La cuota total de renovables en 2017 era del 17,5% y la Comisión Europea acaba de advertir a España de que está en riesgo de incumplir su objetivo de 2020, fijado en el 20%.

PP no establece objetivos y habla de cumplir con las metas que fije Europa para España en 2030 “teniendo en cuenta las circunstancias económicas, industriales y de aislamiento energético” del país. Ciudadanos, en el borrador al que ha accedido EL PAÍS, apunta a un “modelo basado en energías renovables en 2050”.

Transporte
Las diferencias más claras afloran a la hora de afrontar la descarbonización del transporte (responsable del 25% de los gases de efecto invernadero del país). Podemos plantea un 25% de coches eléctricos o que funcionen sin combustibles fósiles en 2025 y un 100% en 2040. Está en sintonía con el PSOE y con lo que el Gobierno planteaba en su plan de energía y clima, que veta la venta de vehículos que emitan CO2a partir de 2040.

Sin embargo, el PP rechaza de plano “las prohibiciones a los vehículos de combustión”. Y sostiene que “deben ser la evolución tecnológica y las decisiones de los consumidores los marquen el ritmo de sustitución de unas tecnologías por otras la misma línea”.


METAS EUROPEAS Y NACIONALES


La Comisión Europea ha planteado que en 2050 la UE haya eliminado todos sus gases de efecto invernadero. Es un objetivo que cuadra con el Acuerdo de París contra el cambio climático.

Todos los partidos —PSOE, PP, Ciudadanos, Podemos y Vox— plantean en sus programas electorales medidas de descarbonización. Y coinciden —algunos explícitamente— en la necesidad de una ley de cambio climático. El PSOE, un mínimo del 35% sobre el consumo final de energía en 2030. Podemos sostiene que llegaría al 100% en 2040.

https://elpais.com/politica/2019/04/12/actualidad/1555069117_188826.html
 
El hielo se resquebraja bajo los pies de Alaska
Inviernos más cortos y primaveras inusualmente cálidas derriten glaciares y ríos, alterando la vida de la ciudadanía


ANTONIA LABORDE
Washington 15 ABR 2019


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Los vientos cálidos en febrero derritieron o alejaron el hielo del mar de Bering, dejando a las aldeas costeras vulnerables a las inundaciones del invierno. PHILOMENA KEYS AP




Existe un juego en Alaska con más de un siglo de antigüedad que define el comienzo de la primavera. Los habitantes apuestan qué día y a qué hora exacta se hundirá el trípode instalado sobre el río helado de Tanana, cuando empiecen a subir las temperaturas. Este domingo a las 12.21 se registró el cambio de estación, la primavera más temprana en los 102 años de esta tradición iniciada por ingenieros ferroviarios. La antesala del verano más calurosa en los últimos 50 años, con un aumento de 1,2 a 2 grados contribuyó al nuevo marcador. También a que los ríos, que son carreteras en invierno en muchas zonas del Estado, se debilitaran anticipadamente y causaran la muerte de varias personas que se transportaban en motonieves. Este es el Alaska del cambio climático, un territorio estadounidense donde el deshielo de las montañas alcanza una velocidad sin precedentes en los últimos 400 años.

En Klawock, una ciudad en el sureste de Alaska, este marzo era posible encontrar gente en manga corta. El día 19, los termómetros marcaban por primera vez en su historia los 21,1 grados, sumándose así a la lista de localidades que rompieron su mayor registro en el tercer mes del año. El experto climático Rick Thoman tuiteaba entonces sobre el “irracional calor” que azotaba a su tierra, donde los efectos del cambio climático se amplifican porque el calentamiento del océano contiene menos hielo marino, apuntaba. Dominic Winski, glaciólogo e investigador del Dartmouth College (New Hampshire) es el autor principal de un estudio que asegura que el calentamiento en Alaska es producto de un aumento de las temperaturas en el océano Pacífico tropical. A su vez, la investigación a su cargo prevé que los glaciares de montaña pueden acelerar el deshielo sobre los que están a nivel del mar a medida que el Ártico continúe calentándose.

El informe de Winski, publicado el año pasado en el Journal of Geophysical Research: Atmospheres, advierte que en el Monte Hunter, el pico más alto de Norteamérica, la nieve se está derritiendo 60 veces más rápido, convirtiéndose en la montaña donde el deshielo alcanza las cifras más altas en los últimos cuatro siglos. “Comprender cómo los glaciares de montaña están respondiendo al cambio climático es importante porque proporcionan agua dulce a áreas densamente pobladas y pueden contribuir al aumento del nivel del mar”, explicó Winski en su día.

Estas cifras monstruosas tienen repercusiones cotidianas para los habitantes. Muchas aldeas rurales dependen del frío invierno. Ahí es cuando ellos pueden ocupar los ríos congelados como carreteras para llegar a sus citas médicas en las ciudades más grandes, y cuando los camiones logran acceder para proveer suministros. Pero el invierno cada vez se atrasa más y el verano se adelanta, lo que impide que el hielo de los ríos sea lo suficientemente denso cuando se congelan. En marzo, varios habitantes murieron mientras se trasladaban en sus motonieves sobre los ríos helados, porque no estaban demasiado firmes. Los cambios de temperatura repercuten en el hábitat de los peces y la vida silvestre, importantes para la subsistencia de muchos lugareños.



LOS ESQUIMALES VEN SU DIETA AMENAZADA

Barrow, Alaska, es la ciudad más al norte de Estados Unidos. Solo se puede llegar volando o en barco cuando el hielo marino lo permite. Algunos científicos la llaman la zona del cambio climático. Cada vez es más frecuente ver agua donde antes había hielo en ese rincón del mundo. Eso ha ocasionado un fuerte aumento de barcos turísticos que llegan allí por rutas que antes eran inviables. Los esquimales temen, según un artículo publicado por Smithsonian, que los problemas del aumento del tráfico afecten a su suministro de alimentos. Gran parte de su dieta (focas, morsas y ballenas) pueden ser desplazadas por la actividad humana.

La velocidad a la que la temperatura de Alaska se ha estado calentando es dos veces más rápida que el promedio mundial desde mediados del siglo XX. Existen muchas zonas del Estado, especialmente en la costa oeste, el interior central, y la bahía de Bristol, donde las temperaturas duplican la tasa promedio de EE UU continental, según la Cuarta Evaluación Nacional del Clima.

https://elpais.com/sociedad/2019/04/15/actualidad/1555354186_531630.html
 
LA META: CONSTRUIR UN PAÍS DE RENOVABLES
Cuenta atrás para 2030: lo que necesita España para cumplir la transición energética
España se ha marcado un objetivo: que el 42% de toda su energía consumida proceda de fuentes renovables. ¿Cumplirá ese propósito? Este es el camino que debe seguir para hacerlo



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ENERGÍA
CAMBIO CLIMÁTICO


14/04/2019


La lucha contra el calentamiento global y el cambio climático no escapa a casi ningún país. Con mayor o menor prisa, todas las naciones desarrolladas están implantando estrategias para que su energía deje de depender de combustibles fósiles y se encamine a un futuro cada vez más renovable. Los objetivos de España están marcados por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (Pniec 2021-2030), cuyo borrador fue presentado el pasado 22 de febrero por el Gobierno y remitido a la Comisión Europea, encargada de dar el visto bueno a la versión definitiva, que deberá aprobarse antes de final de año. En este documento, España planifica los compromisos que asume de aquí a 2030:

  • 21% de reducción de emisiones de gases de efecto invernaderorespecto a las cifras de 1990
  • 42% de energía renovable sobre el consumo total de energía final
  • 39,6% de mejora de la eficiencia energética
  • 74% de energía renovable en la generación eléctrica
El nuevo escenario plantea algunas preguntas: ¿está España preparada para continuar una transición energética que es irreversible? ¿Cuenta el sector con inversiones para adaptarse a este progreso? ¿Tiene nuestro país la normativa idónea? Estos factores sumergen al sector eléctrico en una inevitable transformación interna: no solo deberá adaptarse al nuevo contexto energético, sino que también deberá hacerlo de manera más eficiente que nunca para luchar de manera efectiva contra el cambio climático y el calentamiento global.

Según el cálculo que hace el propio Gobierno en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, el camino hacia la transición energética implicará unas inversiones cercanas a los 236.124 millones de euros. En este contexto, Red Eléctrica de España (REE) ha elaborado el informe Hacer posible la transición energética: red eléctrica y la integración de renovables, en el propone una serie de medidas necesarias para que España cumpla los plazos de la transición energética.

Cambios normativos
Según dicho informe, España debe contar con un marco regulatorio que ofrezca la suficiente seguridad y estabilidad a los inversores, así como llevar a cabo una serie de medidas para que nuestro país cumpla los plazos de la transición energética.

1.- Acceso a la red de renovables

La capacidad de conexión a un punto de la red es un recurso limitado y, además, cuenta con un problema añadido: la posibilidad de que, dentro de la gran demanda existente de conexión, esta se conceda a proyectos que no estén maduros y que acaben llevando a cabo una labor especulativa. El propio Ejecutivo reconocía esta posibilidad en su Real Decreto 15/2018, de modo que el informe insta al Gobierno a que delimite, de manera concreta y precisa, aspectos esenciales en la solicitud de capacidades de conexión. Entre los nuevos requisitos se encontrarían la firmeza del proyecto en sus etapas iniciales, la continuidad de la instalación o la información y transparencia por parte de los gestores de redes en su gestión de los accesos, entre otros.



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Fuente: REE.


2.- Desarrollo de la red de transporte y de las instalaciones

Actualmente, la tramitación de proyectos de líneas de transporte suele llevar entre 3 y 10 años, a los que hay que sumar otros 6-18 meses para el desarrollo del proyecto y 12-14 meses adicionales para la construcción del mismo. El informe apuesta por acortar dichos plazos a un máximo de 2-3 años, sobre todo en el caso de las instalaciones que, al margen de las tramitaciones a nivel nacional, requieran de permisos especiales de la comunidad autónoma o el municipio donde se ubiquen. Además, también pide que la legislación sea flexible en los casos en que haya que introducir cambios en el desarrollo de las redes de transporte.

3.- Almacenamiento e interconexiones

Hay dos circunstancias esenciales en el nuevo escenario energético. Por un lado, España se ha comprometido a que en 2030 el 74% de su generación eléctrica proceda de energías renovables; por otro, con el nuevo modelo, dicha generación ya no estará tan concentrada. Por tanto, para evitar los vertidos las empresas españolas deberán aumentar sus exportaciones de energía. Partiendo de este contexto, según el informe de REE, nuestro país debe apostar por las interconexiones internacionales hasta llegar al objetivo del 15% en 2030 (actualmente están muy por debajo de la media de la UE, como se puede observar en el siguiente gráfico) e impulsar el desarrollo de proyectos de almacenamiento para aportar flexibilidad y seguridad de suministro.



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Fuente: REE.



Las empresas, más tecnologizadas


Si las compañías energéticas y eléctricas deben ser más eficientes en su generación y garantización del consumo, necesitan desarrollar las estrategias adecuadas para avanzar en esa eficiencia. Y aquí es donde la transformación digital juega un papel protagonista: tecnologías como la inteligencia artificial, el big data o incluso el machine learning permitirán a las empresas controlar en todo momento sus procesos operativos y hacerlos más eficientes.

Red Eléctrica de España cuenta con Manint, un nuevo sistema que dota de inteligencia al mantenimiento de las redes de alta tensión para que sea más óptimo y eficiente: "Estamos empleando inteligencia artificial y análisis avanzado de datos para gestionar los activos de la red mediante la recogida de datos, su análisis y su posterior conversión en conocimiento útil", asegura Sergio Quintín, jefe del Departamento de Mantenimiento de Subestaciones de REE. "Somos una empresa altamente tecnológica y nos apoyamos en tres pilares esenciales: los procesos internos (en los que pasaremos de estrategias de mantenimiento a estrategias de futuro), la tecnología (que nos permite transformar los datos en inteligencia) y las personas (como motores impulsores del cambio)".

En su opinión, "la digitalización no pasa por cambiar a personas, sino por rentabilizar los procesos y llevar a personas a tareas menos operativas y más estratégicas". Este es un ejemplo de los diversos proyectos que ha desarrollado REE, que invertirá 3.221 millones de euros dentro de su nuevo Plan Estratégico 2018-2022 para hacer posible la transición energética.



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"La lucha contra el cambio climático es irreversible"

Para el presidente de REE, Jordi Sevilla, la situación actual no admite debate: "La lucha contra el cambio climático es irreversible. No solo no hay marcha atrás, sino que de hecho ya vamos tarde y tenemos que correr más. Y por eso tenemos que estar todos alineados: gobiernos, empresas y ciudadanos. Hacerlo posible es una obligación de todos".

"Tenemos que estar todos alineados: gobiernos, empresas y ciudadanos. Hacerlo posible es una obligación de todos" (Jordi Sevilla, REE)

En su opinión, "el futuro es eléctrico y el nuevo modelo de generación distribuida exige cambios regulatorios que hagan posible la transformación del actual transportista". Para Sevilla "sería conveniente acompasar la retirada de los generadores térmicos a la disponibilidad de un margen de cobertura suficiente, garantizar la actual capacidad de observación y control del operador del sistema y establecer incentivos adecuados para modernizar las actuales redes de transporte y distribución y dotarlas de mayor inteligencia".

Jordi Sevilla, por tanto, asume la responsabilidad propia al mismo tiempo que reclama la del resto: "En Red Eléctrica de España vamos a estar a la altura, vamos a dar la talla, pero hay más agentes implicados en la transición energética, y necesitamos que todos los demás, todos los que creen que la lucha contra el cambio climático no tiene marcha atrás y queda mucho por hacer, se planteen si están haciendo todo lo que pueden hacer. Tenemos que trabajar todos juntos", asegura.


https://www.elconfidencial.com/empr...cion-energetica-electricidad-ree-bra_1930778/
 
Viaje a la Antártida, donde se libra una batalla contra reloj para la supervivencia de la Tierra




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En la Antártida, el único continente donde no hay países, fronteras ni guerras, se está librando una de las batallas científicas más complejas de nuestra era: comprender el impacto del cambio climático en una isla dos veces mayor que Australia y que concentra el 90% de todo el hielo del planeta.

El 18 de febrero, un equipo de científicos y militares zarparon hacia el epicentro del calentamiento en este continente. La 55ª Expedición Antártica de Chile a bordo del buque de la Armada Marinero Fuentealba ha sido la primera de este país que ha intentado llegar más allá del círculo polar Antártico con un buque no preparado para ello, pues no es un rompehielos. Los objetivos eran recolectar algas y fauna marina junto a glaciares que se están fundiendo y realizar estudios para construir tres bases de investigación científica. La más lejana estará en un enclave militar casi abandonado que se convertirá en un laboratorio natural perfecto para entender las conexiones entre el continente más frío y árido y el resto de la Tierra.

Si se derritiera toda la Antártida, el nivel del mar subiría unos 60 metros, suficiente para anegar toda Europa. Los científicos saben que eso no va a pasar en los próximos siglos, pero sí temen fenómenos más sutiles que ya están sucediendo.

“La Antártida regula procesos a nivel planetario”, explica Marcelo Leppe, director del Instituto Antártico Chileno (INACH), organizador de la expedición, a la que ha sido invitado EL PAÍS. “Este continente es el corazón palpitante del planeta, pues cada año su superficie cambia en unos 14 millones de kilómetros cuadrados [más que toda la superficie de Europa] por el avance y retroceso de sus hielos”. “La Antártida tiene nexos con casi todos los mares del planeta. Influye en el ciclo de cultivos de China, el anegamiento por lluvias monzónicas en Vietnam, el régimen hídrico en Australia y también en eventos de tiempo extremo en América del sur”, asegura.

La descomunal plataforma de hielo que cubre su territorio se suele dividir en tres grandes áreas, este, oeste y península antártica, el rabillo de tierra cercano a Sudamérica, en cuyo extremo norte se acumulan la mayor parte de bases científicas y militares. Es en esta zona donde las temperaturas medias han aumentado más y donde se concentran las mayores pérdidas de hielo, cuyo ritmo de fusión, en términos globales, se ha triplicado en los últimos 30 años.


VIDEO:
https://elpais.com/elpais/2019/04/08/ciencia/1554724562_321685.html
 
Cómo rescatar de la basura un trozo de vidrio de 6 milímetros (y por qué no tiene sentido)


Ecovidrio consiguió en 2018 reciclar 53.628 toneladas de vidrio rescatadas trozo a trozo de la basura mezclada que llega a 16 plantas de residuos urbanos del país

Si bien esto es supone todo un logro, porque evita que este material acabe en el vertedero, resulta mucho menos eficiente y costoso que el iglú verde

Clemente Álvarez
19/04/2019 - 20:40h
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En 2018 Ecovidrio recicló 53.628 toneladas de vidrio rescatadas de la basura.

Hasta no hace mucho, era muy inusual recuperar una botella de vidrio que no se hubiese tirado al iglú verde. A diferencia de otros residuos más fáciles de rescatar de la basura mezclada (como metales o plásticos), lo habitual con el vidrio es que se rompa y se desperdigue en pequeñísimos trozos: resulta difícil de atrapar por su tamaño y por el riesgo de cortes. Por ello, la única posibilidad de recuperar una botella era que se mantuviese lo suficientemente entera para ser pescada sin riesgo en el triaje que realizan operarios a mano al principio de la cinta transportadora de algunas plantas de residuos urbanos.

Sin embargo, ahora sí es posible buscar entre la mezcla de la basura para rescatar trocito a trocito restos de botellas o tarros de vidrio. En las estadísticas de reciclaje presentadas este año por Ecovidrio aparecen 53.628 toneladas de vidrio recuperadas de esta forma, una cantidad que aún siendo solo un 6% del total reciclado, supone un aumento del 76% respecto de 2017. ¿Cómo se está consiguiendo rescatar ahora estos pequeños trozos de vidrio que antes no se podía?

Como explica Laura García Campo, directora técnica de Ecovidrio, con la nueva técnica que están aplicando 16 plantas de residuos urbanos del país se pueden recuperar ahora de la mezcla de basura trozos de vidrio incluso menores de 10 milímetros. “En teoría, si hablas con los tecnólogos, te dirán que los ópticos pueden recuperar hasta por encima de 3 milímetros. Pero ese es un límite teórico, nosotros hablamos de que entre 4 y 5 milímetros ya es difícil diferenciar lo que es vidrio”, incide.

Diferenciar un trocito de menos de 10 milímetros de una botella de vidrio con otro de un plato roto de porcelana, de una cerámica o de una simple piedra es importante, pues para volver a fabricar botellas se necesita que el material final que se introduce en el horno, el calcín, no tenga más de 50 partes por millón de materiales infusibles. Y esto tiene cierta complejidad cuando los trozos de vidrio están dentro de la sucia mezcla descargada por un camión de basura en una planta de residuos urbanos.

Esto no se puede hacer en cualquier instalación. Después de muchos análisis, los técnicos de Ecovidrio consideran que solo es posible en las plantas de basura que compostan, una vez que se ha realizado la criba de residuos más grandes y queda el material orgánico mezclado con pequeños inertes, entre ellos, el vidrio roto. “Ahí estaba nuestro vidrio machacado, ahí vimos el filón”, comenta García Campo, que explica que es en ese punto donde los sensores ópticos pueden diferenciar el vidrio, discriminando entre materiales opacos o transparentes. “Si es transparente es vidrio y si es opaco no lo es, así que sopla y lo expulsa”.

Muchos se estarán haciendo ya la pregunta: Si se puede hacer con máquinas con este grado de precisión, ¿por qué entonces seguir pidiendo a los ciudadanos que tiren el vidrio en los contenedores verdes? Parece ya bastante sinsentido tener que buscar los restos de botellas rotas trocito a trocito mezclados con la basura. No obstante, hay más argumentos que inciden en el absurdo de tener que recurrir a esta forma de recogida. Para empezar, si bien este sistema de rescate con ópticos en las plantas de residuos urbanos permite recuperar más del doble de vidrio que con el triaje manual, lo máximo que se puede rescatar hoy en día es un 60% del material que llega a las instalaciones.

Además, obviamente, esta mayor complejidad resulta mucho más cara. Como precisa la directora técnica de Ecovidrio, cuando un ciudadano tira una botella a un iglú verde, solo hace falta un camión que lo lleve a la planta de vidrio donde se convertirá en calcín para fabricar otra nueva. Esta recogida cuesta unos 50 euros tonelada en promedio.

En el segundo caso, cuando la botella se tira a la basura normal, primero hay un camión de recogida en cuyo interior se mezcla y compacta junto a restos de todo tipo. Luego, si no estamos en alguna de las zonas donde todavía se tira directamente a un vertedero, los restos de la botella llegarán a una planta de residuos. Y, si es una de las 16 del país en las que se han realizado las inversiones necesarias, es posible que los ópticos cacen los trozos de botella, pudiendo así reconducirla a una planta de vidrio y salvarla para una nueva vida. “En la planta de residuos urbanos estamos pagando solo por el tratamiento de ese material 70 euros por tonelada, pero hay que contar que ha habido una recogida de la basura que puede costar unos 40 euros tonelada, así que ya estamos sumando más del doble de coste”, recalca García Campo.

Ecovidrio vende ese material recuperado, pero incluso ahí saca mucho menos dinero que con el de los iglús verdes. Aunque no da cifras por considerarlo confidencial, la directora técnica explica que el vidrio que sale de la basura mezclada se vende a un precio muy inferior, pues al estar más machacado obliga a trabajar a las plantas de vidrio más despacio, a menos toneladas por hora.

“Es un proceso bastante menos eficiente que cuando lo cogemos de manera selectiva, nunca llegaríamos a unas tasas de reciclado elevadas como ahora si fuéramos sacándolo solo de la basura”, recalca la directora técnica. “Pero lo hacemos porque siempre es mejor a que acabe en el vertedero”.

https://www.eldiario.es/ballenablan...metros-vidrio-basura-sentido_0_890311111.html
 
EL INVESTIGADOR QUE TRABAJA PARA QUE TENGAS UNA BOMBILLA BIOLED EN CASA


Ángela Sepúlveda



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Acabamos de desterrar la bombilla tradicional para apostar por el led pero Rubén Costa ya mira al futuro para hacer la próxima iluminación con proteínas



Rubén Costa es uno de los pocos investigadores en el mundo que está trabajando con proteínas luminiscentes, que podrían convertirse en la nueva generación de bombillas del mundo. Solo hay investigadores indagando en este terreno en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), en Francia, Turquía y Corea. Rubén lo hace en Madrid, después de estar varios años trabajando en Alemania. Dirige su propio equipo, acaba de recibir dos millones de euros de Europa para seguir investigando durante los próximos cinco años y va a ampliar la plantilla. ¿Un privilegiado? Un joven de 35 años con las ideas muy claras.

Ya en la década de los 90 se realizaban trabajos para entender cómo funcionaban las proteínas de las medusas, que se iluminaban debajo del mar para comunicarse entre ellas. Rubén y su equipo trabajan con la bacteria E.coli, que produce genéticamente esas proteínas que necesitan. Lo que han conseguido es extraer las proteínas de la bacteria y del agua -su medio natural- y trasladarlas a un material -el polímero- para empezar a trabajar la parte más tecnológica.

“La bombilla de led que compramos se basa en un led de color azul y unos filtros que nos dan la luz blanca o de otro color. Nos preguntamos, ¿podemos coger esos filtros que son caros y nada sostenibles y sustituirlo por aquello que utiliza la naturaleza? La respuesta fue sí. Cogimos los polímeros y las proteínas para crearlos”, explica el propio Rubén. “Estamos optimizando no solo la estabilidad de las proteínas, que es uno de los mayores cuellos de botella que tenemos, sino también el color y eficiencia”. Una proteína irradiada en la naturaleza dura unos segundos pero su primer dispositivo aguantó 100 horas, unos cuatro días; ahora ya han conseguido alargarla hasta los 150 días. La idea es alcanzar la vida de un led actual, que puede superar las 50.000 horas -unos cinco años- sin interrupción.

“El mercado del led es bueno, la proyección de futuro es enorme pero está bien que vayamos cambiando. Qué pasará en diez años si se vuelven más caros para el consumidor y si ya sabemos que el color de la iluminación nos está afectando a nuestra salud. Tenemos que trabajar en un un sistema estable y sostenible”, apunta este investigador valenciano.

Una proteína irradiada en la naturaleza dura unos segundos pero su primer dispositivo aguantó 100 horas, cuatro días


En paralelo, tienen ya en marcha una nueva línea de investigación, colocar esas proteínas en una ventana para que estas absorban la luz solar -concretamente la luz ultravioleta- y la puedan convertir en electricidad. “Esa energía eléctrica la puedes volcar al edificio directamente o a un USB, donde podrías cargar un móvil, un reloj… O te serviría para generar sistemas autónomos de energía, para retroalimentar el edificio o para paliar la necesidad energética del mismo”.

Tanto la bombilla como esa ventana-placa solar podrían tardar algo más en llegar, pero a corto plazo su investigación se podría aplicar a la fototerapia para el tratamiento de enfermedades, marcadores, señalización, decoración… Y no tiene fin. “En cinco años nos gustaría abrir nuestra investigación porque hay más compuestos a parte de la proteínas. Si utilizamos la tecnología básica, podemos ampliar el abanico de posibilidades”.

“Con el dinero de la ERC Starting grant traeré expertos en áreas donde yo no tengo ese conocimiento, para avanzar más rápido”


Rubén es capaz de explicar su trabajo con sencillez y enseñar sus avances sin pudor, permite ‘tocar’ sus proteínas, quita importancia a algo que puede cambiar el mundo de la energía y se apoya -y confía- mucho en su equipo. En la visita al IMDEA de Getafe, donde trabaja, repite varias veces que los avances son gracias a ellos, a su equipo “que sabe más que él”. El nuevo dinero que llega de Europa gracias a la ERC Starting grant le servirá para “traer expertos en áreas donde yo no tengo ese conocimiento, para avanzar más rápido”.

Abre las puertas a todos los que quieran trabajar en este proyecto, científicos o no. En unos meses una artista española residente en Londres llegará a Getafe para conocer el trabajo de Rubén y aplicar la luminiscencia de las proteínas al arte. Tiene alumnos de doctorado y hasta una italiana que trabajaba con él en Alemania y no dudó en cambiar de residencia cuando Rubén le dijo que se volvía a vivir a España. Contesta a estudiantes de instituto que se han interesado por su investigación y unos alumnos de 12 años de un colegio de Madrid le han hecho una biografía como trabajo de clase. Un texto en el que no pueden faltar todos los premios que ya ha recibido, entre ellos, el de la Real Sociedad Española de Química y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) a uno de los mejores innovadores europeos menor de 35 años. Sí, el MIT, el mismo instituto que también está investigando la luminiscencia de las proteínas.

VIDEO:
https://www.elconfidencial.com/sociedad/2019-04-18/santander-futuro-personas-bioled-bra_1893122/
 
Larga vida al carbón mexicano: el negocio ‘sucio’ que nadie quiere dejar morir
El sector minero celebra el apoyo de López Obrador, mientras los ambientalistas alertan del impacto en la sostenibilidad que tiene mantener la actividad



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GEORGINA ZEREGA
Coahuila (México) 21 ABR 2019


Cuando se acaba el carbón en una mina se dice que “se ha muerto”, cuenta Homero desde la cima de una excavación a cielo abierto de varias hectáreas de largo. En Coahuila, el Estado mexicano que tiene casi la totalidad de las reservas de este mineral en el país, el carbón es sinónimo de vida. Y su fin es algo que se parece a la muerte. “¿Qué haríamos todos nosotros si se acabara su explotación? Pues moriríamos de hambre, porque aquí no hay otra cosa que hacer”, dice este hombre.

Homero Bermea es supervisor en la mina Tajo Purísima, en el municipio San Juan de Sabinas. Como casi todo su entorno, trabaja en el negocio del carbón desde que recuerda. La mayoría se estrena en esta industria a los 16 años, pero debe esperar dos más para poder ingresar a las excavaciones. Más de 1.000 millones de toneladas del mineral en el subsuelo y dos centrales carboeléctricas han empujado a los lugareños a dedicarse casi en exclusiva a este sector. “Es lo único que hay”, dice unos segundos antes de ordenar una explosión de dinamita para acelerar la extracción. El yacimiento es uno de los 60 que hay activos en la zona. “Solo en esta quedan reservas para unos 10 o 15 años más”.



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FOTOGALERÍA | Mineros acaban su turno laboral en la mina Santa Bárbara, en San José del Aura GLADYS SERRANO



Hasta hace cuatro meses, la que es de lejos la principal fuente de ingresos de esta región del noreste mexicano tenía fecha de caducidad. El entonces presidente Enrique Peña Nieto (del partido PRI) había firmado ya en 2013 su sentencia de muerte: para 2026 las centrales carboeléctricas mexicanas, las principales compradoras de los productores locales, debían cerrar. Reducir las emisiones de una de las formas de generación de energía más contaminantes era obligado para cumplir con los objetivos climáticos a los que México se ha comprometido, una tendencia que acompañan la mayoría de los países. La reforma energética impulsada por el Gobierno priista pasaba, en buena medida, por reemplazar la electricidad que genera el carbón —el 9% del mix eléctrico nacional— por energías limpias. “Estábamos en un plan de desmantelamiento, era nuestra extinción”, recuerda Eulalio Gutiérrez, secretario general del sindicato de trabajadores de la Termoeléctrica Carbón II.

Pero la situación dio un giro rotundo con la llegada de Andrés Manuel López Obrador (del partido político Morena) a la presidencia el pasado 1 de diciembre. Aunque su política energética sigue rodeada de incertidumbre, las primeras gestiones del Gobierno federal han reverdecido el optimismo en la región carbonífera. La nueva Administración quiere que “las centrales que actualmente están trabajando con carbón se sostengan hasta el término de su vida útil”, según ha afirmado el director de Operaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Carlos Morales Mar. Una ruptura con la política del sexenio pasado, pero todavía en el terreno de la imprecisión.

“Hay una apuesta sin duda por reactivar la economía del lugar y la producción de las carboeléctricas”, afirma el delegado del Gobierno nacional en Coahuila, Reyes Flores. El representante federal asegura que cuando llegaron al poder, en diciembre pasado, se toparon con un “claro abandono” de las plantas eléctricas por parte del Ejecutivo de Peña Nieto. Frente a esa situación, dice, optaron por invertir en mantenimiento. “Si dejas de producir a base de carbón, destinas la región a desaparecer. Y no podemos permitir que eso pase”. Solo en esa entidad, el negocio de este mineral mueve unos 500 millones de dólares anuales (estimado con el precio internacional de la tonelada).

Los dichos se han visto reflejados en hechos. En el Presupuesto de este año —el primero de López Obrador—, México ha destinado 7.352 millones de pesos (390 millones de dólares) para la mejora del rendimiento de las tres carboeléctricas, casi cuatro veces más que en 2018. “Están invirtiendo, algo que no pasaba antes. Ahora el dinero fluye más fácil”, señala Gutiérrez. Con estas obras, calcula, se podrán seguir operando al menos otros 15 años.


A contramano del desarrollo sostenible

Eulalio Gutiérrez cuenta que en una visita reciente, López Obrador les prometió invertir en las carboeléctricas para “generar energía sin depender de nadie”, un discurso de soberanía que acompaña al presidente en varios terrenos. Y lo que la industria carbonífera interpreta como un discurso esperanzador, es observado por los ecologistas como una apuesta “regresiva”. Reactivar las centrales para alcanzar la independencia energética es “una visión nacionalista, mal entendida y vieja”, dice Alejandra Rabasa, abogada de la organización ambientalista Ceiba. “No reducir la generación de electricidad a base de carbón es una violación a los acuerdos internacionales y a la Ley General de Cambio Climático, que establece la descarbonización de la economía”. De seguir en este camino, agrega, “va a ser imposible” alcanzar los compromisos internacionales.



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Manuel Rico (29 años), trabajador de la mina en San José del Aura. GLADYS SERRANO EL PAÍS



El Gobierno de Morena no es ajeno a todos los males que acarrea el negocio del carbón. No solo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) alertó el pasado noviembre que la industria carbonífera violaba el acceso a un medio ambiente sano: también lo hizo la propia Administración federal. En febrero, ya con López Obrador como presidente, la propia Secretaría (Ministerio) de Energía reconocía en un documento que la minería y el uso de carbón generan problemas “considerables” en la región, entre ellos daños medioambientales y a la salud de las comunidades.

Pero las minas no entienden de leyes en Coahuila: se abren paso al borde de las carreteras o en medio de las ciudades. Lo más importante, dicen una y otra vez sus habitantes, es tener trabajo y, sin otra alternativa en el horizonte, el carbón se presenta como la única opción posible. En San José del Aura, todos los días a las dos y media de la tarde llega el cambio de turno. Al salir de la excavación Santa Bárbara, cada minero colgará una ficha con un número de identificación en un tablero, para que el supervisor pueda contarlas y asegurarse de que nadie se ha quedado bajo tierra.

Manuel Rico, un minero de 29 años que lleva la mitad de su vida en los pozos, sale de la excavación pintado de negro. Como casi todos sus compañeros, no se imagina otra vida que la de carbonero. “¿Qué haría toda esta gente sin las minas? ¡Híjole! El carbón nunca va a morir”, dice. “Nunca va a morir”, se repite.


CUANDO EL CARBÓN FINANCIA CAMPAÑAS POLÍTICAS

El negocio del “oro negro” trasciende a la nueva Administración. Durante las últimas dos décadas, el asunto del carbón en Coahuila se ha convertido en una puja entre varios actores que buscan sacar tajada. “Aquí todos quieren meter la cuchara, por la gran derrama económica”, comenta un empresario que prefiere no dar su nombre. Nadie está dispuesto a dejar morir el negocio, asegura, porque implica “capital político y económico”. El primero sirve para conseguir el apoyo de la gente, y el segundo, para pagar campañas electorales, dice.

Cristina Auerbach, activista de la Red Mexicana de Afectados por la Minería, señala que los intereses económicos de los diferentes gobiernos han anulado en los últimos 20 años cualquier plan de desarrollo que no se centrara en el carbón. “No les interesa”.

https://elpais.com/economia/2019/04/19/actualidad/1555706086_485286.html
 
Las chimeneas del CO2
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Seis de los diez principales focos de emisión de gases invernadero en España son térmicas de carbón
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Térmica de As Pontes, en A Coruña (Lavandeira jr / EFE)
ANTONIO CERRILLO
22/04/2019 06:00


Seis de los diez principales focos de emisión de CO2 en España (por lo tanto, los grandes responsables del calentamiento) son térmicas de carbón; el resto lo componen refinerías (3) y una siderurgia. Así lo recoge un informe del Observatorio de la Sostenibilidad, un centro de estudios independiente que ha evaluado el comportamiento de las 1.200 grandes industrias pesadas (que hacen un uso más intensivo de la energía).

Todos estos sectores, sujetos a la directiva del comercio de emisiones, aportan el 40% del total de emisiones registradas en España y para llevar a cabo su actividad, anualmente están obligadas comprar derechos de emisión de CO2.

El restante 60% de gases es emitido por sectores repartidos de manera difusa en el territorio (transporte, pequeña industria, residuos, agricultura…)

El informe del Observatorio de la Sostenibilidad indica que sólo diez de las empresas propietarias de estas industrias pesadas generan el 62% del CO2 procedente de los sectores sujetos al comercio de emisiones y representan el 25% del total.

Entre esos grandes focos están, además de la producción de electricidad, refinerías y siderurgia, fábricas cementeras, de vidrio, tejas, papel y cartón y demás.

Evolución del último año
Bajan los gases de la producción eléctrica, pero aumentan las de las acerías y cementeras

Estas grandes instalaciones redujeron globalmente sus emisiones un6,3% respecto al año 2017, sobre todo por la bajada de un 16% del CO2 en la quema del carbón. Sin embargo, conviene hacer matices en este diagnóstico global.

Mientras las empresas eléctricas han iniciado, por lo general, la senda hacia la descarbonización, la reducción de emisiones es menor en otros sectores. Por su parte, las acerías o las cementeras han aumentado sus gases un 5% y un 2,6%, “quizás, por el repunto de la construcción”, según el análisis de Fernando Prieto, doctor en Ecología y director del Observatorio de la Sostenibilidad.

En el caso de las refinerías se dio un aumento del 1,4%.

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emisiones gases invernadero ets 2018 (Equipo De Infografía La Vanguardia)
No obstante, “la reducción de emisiones en las centrales térmicas se ha producido por razones coyunturales, como consecuencia de que en el 2018 llovió en la primavera y se aprovechó la producción hidroeléctrica y, además, hubo mucha más producción eólica. Fueron, pues, circunstancias coyunturales”, alerta Prieto.

¿Descarbonización coyuntural?
La bajada en el sector energético coincide con un año lluvioso en que aumentaron los recursos hidráulicos y eólicos

“Será muy interesante observar la evolución de las emisiones del carbón cuando no se den estas condiciones meteorológicas especiales y sobre todo, ver como se va aplicando el programa de cierre ordenado de las centrales térmicas los próximos años”, añade el informe.

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emisiones gases invernadero ets 2018 (Equipo De Infografía La Vanguardia)
Naturgy redujo sus emisiones en el año 2018 un 20%; Viesgo e Iberdrola la recortaron un 18% y Endesa las ha disminuido un 9%. Por su parte, CEPSA redujo las emisiones un 5% y Repsol-Petronor, un 1%, lo mismo que Cementos Portland. ArcelorMittal y el consorcio Lafage-Holcim emitieron un 6% y un 11% más.

Fernando Prieto destaca la evolución positiva del sector energético, en general, “con la excepción de Endesa, debido a su propia estructura de generación de producción eléctrica”.

Las demás empresas eléctricas han adoptado acuerdos y han ido incorporando en su agenda los proyectos para prescindir de las plantas de carbón, añade este experto.

“Endesa debería adoptar medidas cuanto antes, en beneficio de todos”, añade el director del Observatorio de la Sostenibiildad.

Respecto al futuro del gas, Fernando Prieto señala que “es probable que sea necesaria como energía de transición, aunque se debe acortar esa transición al menor plazo posible”.

El sector del cemento ha presentado un nuevo aumento de las emisiones, un fenómeno que se da de manera sincronizada con la evolución de la construcción. El sector vivió un enorme auge hasta el 2008 e inició luego una profunda caída en las emisiones hasta el 2013, con un ligero repunte posterior. Las fábricas de cemento disminuyeron sus emisiones un 36% entre 2008 y 2018.

Otro factor positivo ha sido el aumento del precio de la tonelada de CO2 no emitida, fundamental para que estas actividades hagan un uso menos intensivo de la energía.

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(Equipo De Infografía La Vanguardia)
Los expertos consultados estiman que la reducción de emisiones debería abordarse de manera prioritaria en el sector de la energía y el transporte, y completarse el cierre de las térmicas de carbón, clave para cumplir el Acuerdo de París contra el cambio climático.

“Es fundamental electrificar el transporte y fomentar el transporte público”, añade Prieto. Otros países ya han iniciado su senda hacia la descarbonización. Entre 1990 y el 2016 Gran Bretaña bajó sus emisiones un 39,4%; Alemania, un 27,3% y Bélgica, 19,7%.

En cualquier caso, el objetivo de reducir las emisiones en 37 puntos para el 2030 (respecto a 1990) sigue “estando lejos”. “Estos países llevan décadas hacia la descarbonización, por lo que ahora España deberá tomar medidas en mucho menos tiempo”, afirma Prieto.

Las claves

1. Reparto por sectores en España. El sector que más emisiones de CO2 produce sigue siendo la quema de combustibles fósiles(carbón, fuel y gas) con un 53% del total

. Le siguen el cemento, con un 11%; las refinerías, con otro 11%; la producción de acero, con un 5%, y la aviación, con casi un 4% de. La cerámica, aporta el 2, 7%.

2. Carbón. Las emisiones de carbón en España han disminuido un 16% en este año pasado, y un 14% desde 2008, si bien se han presentado importantes oscilaciones en la tendencia.

El 56% corresponde a Endesa (21,8 millones de toneladas de CO2); el 21% a EDP (8 millones de t); el 10% a Viesgo (con 3,8 millones); el 9% a Naturgy (3,8 millones), y un 4% a Iberdrola (1,6 millones).

3. Evolución. El sector de la aviación ha aumentado sus emisiones un 9%; las acerías, un 5%; la producción de cemento, un 2,6%, y las refinerías, un 1,4%.

Sin embargo otros sectores como la combustión de combustibles fósiles han reducido en el último año un 13%.

4. Transporte aéreo. El sector de la aviación representa el 4% de las emisiones pero presenta un incremento de un 9%, y entre 2012 y 2016 de un 16%.

Vueling Airlines emitió 2,1 millones de toneladas; Iberia Operadora 0,9 millones; y Air Europa Líneas Aéreas, 0,6 millones.

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emisiones gases invernadero ets 2018 (Equipo De Infografía La Vanguardia)
5. Las tres grandes. Tres instalaciones españolas figuran entre esos 30 primeros puestos de la UE: las centrales térmicas de As Pontes (A Coruña, Endesa), la de Aboño (Gijón, EDP), y la central térmica Litoral (Almería, Endesa).

El año pasado solo había dos centrales españolas entre los primeros 30 puestos. As Pontes, que quema carbón, expulsó a la atmósfera 7,93 millones de toneladas de CO2 en 2018 (un 2,2% menos que el año anterior).

En 2018 el carbón cubrió el 13,5% de la demanda de energía eléctrica en España, frente al 16,5% de 2017. En Europa, las emisiones de estos sectores bajaron un 3,5% con respecto al año anterior

Artículo completo incluyendo mapa interactivo:
https://www.lavanguardia.com/natura...rnadero-comercio-emisiones-grandes-focos.html
 
LIMPIEZA
Tres camiones de basura para 250.000 personas
Muchas ciudades africanas se enfrentan al problema de la gestión de residuos, que han pasado en pocos años de ser biodegradables a tener al plástico como protagonista. El caso de Saint Louis (Senegal), sin planta de tratamiento y con un sistema deficiente de recogida de desechos, es paradigmático


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Un camión con basura del mercado de Saint Louis. Á. LUCAS





ÁNGELES LUCAS
Saint Louis (Senegal) 23 ABR 2019



Bolsas y botellas de plástico aplastadas o revoloteando de tantísimos y tantísimos colores y grosores, piel y espinas de pescado, pañales, latas de cerveza, hojas de buganvilla, cubos, unos pantalones marrones, vasitos desechables, Paj*, redes, sacos, botes de cristal con sus tapaderas, periódicos, restos de verduras mojados… así hasta infinidad de desechos incontrolados se acumulan en los rincones, los árboles, las calles y las orillas del río Senegal a su paso por la ciudad de Saint Louis. La basura impacta sobre la escena de postal de esta villa, antigua colonia francesa de casas tonos pastel, patrimonio de la Unesco. La imagen se enturbia con toneladas de residuos sin gestionar, que contaminan sus aguas, obstruyen instalaciones, son tragados por su ganado e infectan los pies sobre chancletas de miles de niños y mayores. “Apenas hay tres camiones de residuos para 250.000 personas. En realidad hay siete, pero cuatro no funcionan. Siempre falta alguna pieza”, reconoce el jefe de Gabinete del Ayuntamiento, Mai Biteye. “Sabemos que tenemos que hacer mucho más”, añade.

Un niño con un recipiente en la cabeza sale del mercado de las verduras y vuelca los desechos en la ribera del río Senegal. Será solo un par de kilos más de entre las toneladas que se van derramando hacia el agua. Por la zona apenas hay alguna papelera que facilite la labor y en una cuba grande azul se vuelca lo que el Ayuntamiento recoge en los camiones que pasan por el mercado. De ahí irá todo mezclado al vertedero al aire libre de Gandon, a 15 kilómetros al sur de la ciudad. Papeleras, barrenderos municipales, subcontratados, contenedores y carros de tracción animal que son capaces de entrar por las calles estrechas o de arena por donde el camión no puede acceder son los medios para recolectar la basura. Toda termina junta en ese vertedero: una superficie que desprende una humareda infesta con pequeñas llamas con las que se queman sus centenares de montículos y donde algunas aves osan sobrevolar esa especie de filmina de aire gris que impregna el pelo y la ropa durante días.

"A Gandon va todo mezclado y sabemos que nuestro sistema de recogidas no es eficaz, que tenemos que multiplicar el número de papeleras y que reorganizar la selección de basuras. Además de empezar a trabajar en la economía circular. Por ejemplo, que con los plásticos se fabriquen papeleras y que luego sean distribuídas en las casas. Ya estamos estudiando eso", apunta Aly Sine, director técnico de servicios municipales, que alerta de la falta de conciencia ciudadana para la limpieza en las calles. "Realmente aquí el tema de la basura no es prioritario, la gente tira las cosas al suelo y ya está", dice un residente en Saint Louis, donde también hay vecinos que se organizan para hacer batidas de limpieza, apoyadas con material por el Ayuntamiento, por donantes privados como el empresario Amadou Diaw o asociaciones como Maison des Enfants. También hay iniciativas de reciclaje y construcción sostenible como las del colectivo Hahatay, que ha levantado aulas y una radio con material reutilizado y prevé instalar un sistema de tratamiento de plásticos.

Uno de los habitantes, el profesor Cheick Sarr, ha conseguido adecentar un paseo en el muelle Quai Rome y crear una asociación para sensibilizar sobre la limpieza. "Un día haciendo jogging me di cuenta de que tenía que mejorar esto, comencé a recoger basura y la gente me decía que estaba loco. Solo ha habido algunas personas que se han unido a mi idea, pero es difícil", declara mientras riñe a una vecina que vuelca la basura con un cubo directamente al río mientras él riega y cuida los arboles que ha plantado en el corredor. "Es un problema real, no hay una cultura de gestión de residuos entre la gente local, y también faltan infraestructuras", analiza el arquitecto Thomas Mfomo, que ha realizado un trabajo titulado Unidad didáctica de reciclaje urbano. Intervención en la trama de Saint Louis. Cómo recuperar espacios urbanos degradados para conseguir una mayor satisfacción ciudadana, en el que propone un centro de reciclaje urbano con usos industriales y docentes.

"En la historia estaba la solución, Saint Louis es una ciudad costera y tradicionalmente ha tenido desechos orgánicos como de la pesca, que son biodegradables. Antes no se generaban tantos residuos dañinos. Pero con la introducción de productos importados ha entrado bastante plástico, sobre todo en el ámbito de la alimentación, porque todavía no se ha proliferado tanto el comercio textil o electrónico", señala Mfomo, que plantea que los desechos, bien gestionados, revierten de forma positiva en la población. Mientras que esto ocurre, los niños mendigos explotados en las escuelas coránicas rebuscan entre la basura las botellas de plástico que estén en mejor estado para venderlas luego por unos céntimos a las personas que hacen zumos caseros; y Sine indica que están en conversaciones con quienes van al vertedero a recoger residuos, utilizados también para hacer cimientos para sus casas. "Vamos a para ver de qué forma se puede formalizar la situación de los que utilizan la basura, porque hemos visto que da riqueza", indica el técnico.


“Saint Louis es una ciudad costera y tradicionalmente ha tenido desechos orgánicos como los de la pesca, que son biodegradables. Antes no se generaban tantos residuos dañinos”. Thomas Mfomo, arquitecto



"La batalla es más importante en Saint Louis que en Dakar, hay todavía más margen de maniobra para que se pueda ejecutar una solución efectiva. Es una ciudad intermedia, que son más importantes en África, porque será también donde crezca más la población con las migraciones urbanas", señala el experto. Está estimado que en África residan alrededor de 2.400 millones de personas en 2050, el doble que ahora, por lo que la demanda de alimentos, el consumo y por ende, los residuos aumentarán exponencialmente. En este sentido, respecto a la erradicación del plástico, el continente "avanza en el camino correcto", según reconoce ONU-Medioambiente. "En África, la política más común en el ámbito de los países es la prohibición o los impuestos sobre las bolsas de plásticos. Mauritania fue el primero en adoptarla, que se aprobó por la pérdida de hasta el 70% del ganado por la ingestión de plástico. Hoy han tomado medidas similares Senegal, Costa de Marfil, Mali, Ghana, Kenia, Etiopía, Malawi, Mauricio, Zanzíbar (Tanzania) y Uganda. En Camerún y Sudáfrica hay impuestos", se lee en el informe Desafíos y soluciones emergentes de plástico terrestre en África (2017) de la revista científica Elsevier.

El Gobierno de Senegal aprobó en 2015 la ley para La prohibición de la producción, importación, posesión, distribución, uso de bolsas plásticasde bajo micronaje y la gestión racional de residuos plásticos. Una normativa de título extenso pero de laxo cumplimiento. Son los niños los que venden centenares de bolsas de plástico amarillas y azules en el mercado de Saint Louis, donde un barrendero municipal trabaja recogiendo la basura del trajín de alimentos. "Hay un montón de plástico, de restos de comida, hay de todo en suelo", cuenta ataviado con guantes, mascarilla y gafas de sol. Él cobra directamente del gobierno local, pero a unos metros, un grupo de mujeres subcontratadas para despejar la arena de las carreteras marcha en manifestación hacia el Ayuntamiento. "No nos pagan desde hace tres meses, y no podemos seguir así", se quejan entre varias. Fuentes municipales alegan que la empresa subcontratada no les está transifiriendo los sueldos.


“Nuestro sistema de recogidas no es eficaz, tenemos que multiplicar el número de papeleras y que reorganizar la selección de basuras”, dice un técnico del Ayuntamiento



"En Senegal, la producción de desechos se estima en 190 kilos al año por habitante. En su mayoría se abandonan o se queman, lo que provoca una considerable contaminación en el suelo, el aire y el océano. La generación de residuos incrementa a medida que a la aumenta la población urbana y el desarrollo y además, los residuos se importan a granel de los países desarollados, que a su vez cada vez producen más desechos", informa la asociación Zéro Déchet Sénégal, que ha grabado con un dron el vertedero de Gandon y estima que su extensión alcanza las 27 hectáreas. La entidad diagnostica varias causas que provocan esta situación: "Toda la cadena de valor de los desechos falla en Senegal. Los envases de un solo uso han invadido el país en pocas décadas (plásticos en particular) y han interrumpido los patrones de consumo sin que la población esté educada para gestionarlo; el servicio público no cumple su función de colección; y cuando se realiza, no existe una solución de tratamiento viable y el Gobierno repele esta necesidad cada año", considera su presidenta Charlotte Spinazze. Alegan también que el ambiente está muy afectado por esta "inacción" y que ha surgido una economía sumergida de recuperación de residuos donde se trabaja en condiciones insalubres.


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Residuos quemados al aire libre en el vertedero de Gandon, en la región de Saint Louis. MARTA MOREIRAS


La Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) tiene previsto cofinanciar con 44 millones de euros un proyecto de promoción de la gestión integral y de la economía de residuos sólidos en Senegal en el que, de momento, también participaría el Banco Mundial con otros 44 millones y la Agencia Francesa de Desarrollo. "El proyecto constará de tres componentes: Mejora de la infraestructura y el servicio de gestión de residuos en las aglomeraciones seleccionadas; fortalecimiento de la gobernanza del sector y la capacidad institucional; gestión, coordinación, monitoreo y evaluación del proyecto", se lee en el documento de formulación de la iniciativa, cuya implementación está prevista en Saint Louis, Matam, Sédhiou, Kolda, Ziguinchor, Dakar y Thies.



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Un niño vuelca un cubo de basura a las orillas del río Senegal, en Saint Louis. Á. LUCAS


Mientras, la asociación Zéro Déchét insta a concienciar para que se reduzcan los residuos. "El mejor residuo es el que no se produce; rechazar, evitar, reutilizar, estos son los motivos de nuestra lucha. También abogamos por el reciclaje y el compostaje de los que no se pueden evitar", añaden desde Zéro Déchet Sénégal. "La batalla del residuo no está tanto en reciclar más sino en producir menos. Hay que ir más allá de limpiar, hay que generar nuevos modelos de consumo", considera Mfomo. Y para ello, es recomendable empezar desde pequeños. La Maison des Enfants ha instalado en una de las playas de la región estructuras con forma de peces que los menores han rellenado con residuos del entorno. "Lo hicimos para sensibilizar a los niños acerca de la higiene, la limpieza y el respeto por el medio ambiente", señala Isabelle Visart, de la asociación.


https://elpais.com/elpais/2019/03/26/planeta_futuro/1553621161_912260.html?por=mosaico
 
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