MEDIO AMBIENTE

CUMBRE DEL CLIMA DE KATOWICE
Cómo aplicar el Acuerdo de París
Los 200 países que participan en las negociaciones sobre el clima han desarrollado las reglas para combatir un calentamiento que ya no se puede revertir, sino solo aminorar


MANUEL PLANELLES
Katowice 16 DIC 2018



Los casi 200 países que forman parte de la Convención Marco de la ONU de Cambio Climático —prácticamente todos los Estados del mundo— discuten desde hace 25 años cómo atajar un problema que ya ha hipotecado a las futuras generaciones que habitarán el planeta: el calentamiento global. Se han celebrado 24 cumbres (normalmente anuales) como la que acabó la noche del sábado en Katowice (Polonia), pero hubo que esperar a la de 2015 para cerrar un pacto que involucrara a todos los países en la lucha contra ese calentamiento: el Acuerdo de París.

“En París inventamos el fútbol, ahora necesitamos crear las reglas”, suele explicar Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, que esta semana ha estado en Katowice. Con el pacto de París se creó el marco general (que incluye los objetivos y marca las vías para intentar conseguirlos), pero faltaba el desarrollo técnico, que debe completarse antes de 2020, cuando caduca el Protocolo de Kioto y entra en funcionamiento el Acuerdo de París.


Normas de aplicación
Ese reglamento es lo que, en su mayoría, se ha logrado aprobar en la cumbre de Katowice: un complejo documento de casi 120 páginas que contiene las reglas de transparencia, financiación, adaptación y recortes de emisiones de gases de efecto invernadero para que funcione el Acuerdo de París.

Estas reglas fijan, por ejemplo, la forma en la que cada país tiene que notificar sus planes de recorte, qué tipos de gases se deben combatir, los plazos en los que se revisarán los compromisos nacionales contra el calentamiento y cómo se hará o el seguimiento de las promesas de financiación. El Acuerdo de París ya recogía el objetivo de que a partir de 2020 los países más ricos contribuyan a un fondo de 100.000 millones de dólares para ayudar a los Estados con menos recursos a adaptarse a los impactos del cambio climático. Ahora también se incluyen normas para hacer el seguimiento de ese compromiso.



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Jóvenes participantes del movimiento Climate strike, creado la activista sueca de 15 años Greta Thunberg, posan durante la cumbre del clima, el viernes. ANDRZEJ GRYGIEL EFE



¿Éxito o fracaso?
Según desde dónde se mire, la cumbre de Katowice se puede considerar un éxito o un fracaso. Los países no han cerrado un pacto político ambicioso que inste a acometer recortes drásticos de las emisiones; pero si solo se considera el apartado más técnico (el desarrollo de las reglas), la mayoría de los objetivos se han alcanzado. Sin embargo, una parte —la referida a los mercados de emisiones— se ha dejado para la siguiente cumbre, en Chile, por falta de consenso. Todos los pactos en estas citas deben aprobarse por unanimidad; cualquier país puede bloquear la adopción de un acuerdo. La aplicación completa de París supondrá una transformación de la economía mundial y dejar de lado los combustibles fósiles, responsables de la inmensa mayoría de gases que calientan el planeta. Por eso, muchos países que dependen de esos combustibles suelen torpedear las cumbres.

A esto se une la desaparición de la mayoría de los líderes que en 2015 se aliaron para cerrar el Acuerdo de París y la irrupción de personajes como Donald Trump, que rechazan el multilateralismo. También pesa el temor entre algunos líderes europeos a que las medidas de protección medioambiental puedan despertar protestas como las de los chalecos amarillos en Francia, un país muy activo en anteriores cumbres pero que ha estado desaparecido en esta. Por todo ello, Teresa Ribera, la ministra española para la Transición Ecológica, destaca como un éxito que en Katowice todos los países hayan acordado las reglas del pacto de París.

Señales alarmantes
Pese a ese éxito en el desarrollo de París, el problema ahora es la velocidad con la que se debe actuar. Estas más de dos interminables décadas de negociaciones (en las que las emisiones mundiales han seguido creciendo año a año) han servido para que desde el ámbito científico se constate un fracaso: la acumulación en la atmósfera de esos gases es tal que ahora no se puede revertir el calentamiento, solo dejarlo dentro de unos límites manejables. Eso significa, según el Acuerdo de París, que el incremento medio de la temperatura no supere los dos grados e intentar que incluso se quede en 1,5 respecto a los niveles preindustriales.


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El mundo está ya en un grado centígrado de incremento y los impactos en forma de eventos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos ya se notan en el planeta. El IPCC —el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por sus siglas en inglés— presentó en octubre un informe en el que advertía a los Gobiernos de que si querían cumplir con la meta del 1,5 debían reducir a la mitad las emisiones mundiales para 2030; básicamente, que se necesita una revolución en poco más de una década.

Recortes insuficientes
Los planes de recortes de las emisiones de los Gobiernos no apuntan ni mucho menos a esa revolución. Cuando un país se adhiere al Acuerdo de París está obligado a presentar compromisos nacionales. La suma de todos esos planes de recortes debe servir para cumplir el objetivo común. Pero los recortes presentados hasta ahora son tan poco ambiciosos que llevarán a un incremento de más de tres grados, lo que implica multiplicar los impactos del calentamiento global.

El informe del IPCC se debía incorporar a la normativa que rodea al Acuerdo de París en esta cumbre de Katowice. Y así se ha hecho, pero sin incluir en la declaración final los duros recortes (del 45% respecto a los niveles actuales para 2030) que se tendrían que acometer. Las presiones de Arabia Saudí y EE UU han obligado a rebajar esas cifras para evitar un fracaso. Javier Andaluz, responsable de cambio climático de Ecologistas en Acción, critica que estos países, a los que se unieron también Rusia y Kuwait, “osen cuestionar informes científicos fuera de toda duda”.

Trump anunció hace un año que quiere sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París. Pero, cuando se cerró el pacto en 2015 (con Obama como presidente), se incluyeron unas cláusulas que hacen imposible que EE UU, que ya había ratificado el acuerdo, pueda irse antes de 2020. Muchos negociadores en Katowice mantienen la esperanza de que, para entonces, Trump ya no esté en la Casa Blanca. Mientras tanto, el equipo negociador estadounidense sigue participando en las cumbres. Y, aunque ha bloqueado la parte más política (la que afecta al informe del IPCC), ese equipo técnico ha ayudado a desarrollar el reglamento que servirá para aplicar el Acuerdo de París.


DOS ESPAÑOLES EN EL CENTRO DE LAS NEGOCIACIONES


Dos españoles han estado en esta cumbre en el centro de las negociaciones cuando las discusiones se han puesto más difíciles. A la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, le pidieron ayuda desde la presidencia de la cumbre (que ostentaba el país anfitrión, Polonia) para desatascar el apartado referido a la transparencia de los datos que deben reportar todos los países. Además, España ha estado mucho más activa que en las cumbres en las que gobernaba el PP. Pedro Sánchez fue uno de los pocos presidentes que decidió acudir a la apertura de la cita para mostrar su apoyo a la lucha contra el cambio climático.

El otro español que ha estado muy implicado ha sido el comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete. El popular ya formó parte del núcleo de responsables políticos que impulsaron el Acuerdo de París en 2015. Y en las siguientes cumbres (mientras iban cayendo uno a uno los líderes de los grandes países) la UE ha intentado seguir manteniendo el pulso de la ambición contra el calentamiento. Durante la última jornada de la cita de Katowice, la UE y el comisario tuvieron que intervenir en varias ocasiones para desbloquear el pacto final, que se alcanzó a las diez de la noche, con más de 24 horas de retraso.


https://elpais.com/sociedad/2018/12/16/actualidad/1544942489_782611.html




 
Plantas de depuración: donde el agua recibe una nueva vida


El enemigo son las toallitas, pero también los bastoncillos para los oídos, los artículos de higiene personal o, en definitiva, todo lo que no responda a las tres ‘pes’ con las que, con una buena dosis de sorna, denominan los responsables de Canal de Isabel II el “pis, popó y papel higiénico”, las “materias primas mejor recibidas” en la rutina de una planta depuradora de agua.

La tarea de estas instalaciones es necesaria y vital en nuestra sociedad. Es un trabajo que combina la tecnología y la economía circular, en un proceso en el que pocas veces se piensa cuando accionamos la cisterna o cuando abrimos un grifo. El ciclo del agua es algo desconocido, pero fascinante, porque el líquido que sale de nuestras casas recorre un camino que le devuelve una nueva vida de la que todos nos aprovechamos y que el medio ambiente agradece de forma especial. El objetivo es que, al menos, el agua residual regrese a la naturaleza en el mismo estado en el que fue tomada o se derive, tras un tratamiento adicional, a usos que no precisan de agua potable.

Todo eso ocurre en las plantas depuradoras. Canal de Isabel II tiene 157 estaciones depuradoras de aguas residuales (o EDAR) repartidas por la Comunidad de Madrid, con las que dan servicio a toda la población. Una de las más representativas es la de Arroyo Culebro Cuenca Media-Alta, una instalación con capacidad para atender las necesidades de hasta 1.200.000 habitantes. Su emplazamiento le permite recoger y tratar los líquidos de desecho que llegan de parte de los municipios vecinos: Pinto, Getafe, Leganés, Fuenlabrada y Parla.



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El líquido es una oportunidad; lo sólido, un problema
El agua residual procedente de estos lugares alcanza la planta a través de las canalizaciones que conectan cada hogar o cada alcantarilla directamente con el centro. Según cuenta José Suárez López, jefe de Área de depuración de las cuencas Tajo y Tajuña, “el líquido que recibimos aquí es una bendición”. Y aunque al primer vistazo cueste creerle, el recorrido por esta ‘factoría’ deja claro el porqué.

Lo cierto es que no hay nada extraordinario entre los residuos, más bien al revés: son los restos de una vida cotidiana y normal que acaba en un contenedor esperando su transporte, que flota en el foso donde llega desde el exterior, o que queda atrapada por alguno de los sistemas de filtrado del proceso. Las cifras en este punto marcan cuánto podemos mejorar aún a la hora de deshacernos de nuestra basura: en 2017 Canal de Isabel II retiró de sus depuradoras 28.433 toneladas de residuos sólidos, lo que equivale a 4,4 kilos por madrileño.


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Sin embargo, y pese a lo anodino del inventario, hay algo que todos esos objetos tienen en común: el que nunca deberían haber acabado en ese lugar, sino en un contenedor específico. “Somos la única industria que no elige sus materias primas”, señala Miguel Ángel Gálvez, subdirector de Depuración y Medio Ambiente del Canal de Isabel II, en referencia a lo que no sea líquido o no responda a las mencionadas tres ‘pes’. Y es que, como denuncia, “mucha gente piensa que el inodoro es una papelera y todo eso acaba en esta instalación, absolutamente todo lo se pueda imaginar”. Una mala costumbre que, para más inri, les cuesta a los madrileños más de dos millones de euros al año.

Toallitas: “Biodegradable no significa desechable”
El principal enemigo, como decimos, son las toallitas, compuestas de un material presuntamente biodegradable pero que en un proceso tan corto como este llegan a la planta intactas -”biodegradable no significa desechable”, recuerdan durante la visita-. Eso supone un problema de diversa índole. Primero, porque obstruyen las canalizaciones, ya que tienden a enroscarse unas con otras y en las rejillas y lugares que atraviesan; además, si alcanzan la planta, pueden sobrecargar la maquinaria y averiarla, con el coste económico y funcional que eso supone y el riesgo para los trabajadores.

Así pues, el cuidado del agua no comienza cuando llega al EDAR, sino en casa y en la calle, ya que a una instalación depuradora también llega el agua del alcantarillado, es decir, la que procede del entorno urbano. Piensen en los camiones de regado o, más sencillo aún, en las lluvias que arrastran toda la suciedad que encuentra a su paso. De ahí que no sea raro descubrir en la primera criba objetos voluminosos, envoltorios de todo tipo de productos, botellas, restos de comida, multitud de colillas, o arena, uno de esos invitados inesperadamente indeseables.

El proceso de regeneración resulta apasionante, y más si se compara el líquido que llega con el que se devuelve a la naturaleza: “Una depuradora devuelve el agua, pero el marrón se lo queda”, bromea Gálvez. Para el observador, hay un tópico que acompaña durante la visita: el del olor que, si bien en algunas partes resulta insoportable, en otras es tan neutro que cuesta recordar dónde está uno. Y el primer paso donde comprobarlo es donde comienza el proceso de depuración del agua, la ‘obra de entrada’, un gran foso al que vierten dos grandes aberturas.

Un tratamiento cada vez más fino
Aunque el flujo es constante, ya se percibe que, entre el líquido, van llegando estos materiales indeseables. La fotografía es más clara a unos pocos metros de la caída, donde ya con el líquido más pacificado, se perciben restos flotando e incluso enganchados donde pueden dentro de la pileta, como un primer aviso de este problema.

Los objetos más voluminosos son retirados de este ‘pozo de gruesos’ y almacenados en contenedores para su posterior viaje hasta los vertederos. Tras el primer filtrado, y tras bombearse el agua para elevarla al resto de la instalación, se llevan a cabo una serie de ‘peinados’ para eliminar los residuos de menor tamaño. En esta EDAR de Arroyo Culebro, el sistema de desbaste neutraliza lo que supera los dos centímetros primero, y aquello que va más allá de los 6 milímetros en el siguiente paso, el tamiz de finos. Es una fase clave y una de las más sensibles al problema de las toallitas, ya que la maquinaria corre el riesgo de atascarse.

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Después de este proceso, el agua alcanza una suerte de canales en los que se afina aún más su depuración. El objetivo en esa zona es retirar la arena, que atasca y deteriora las máquinas; y la grasa, uno de los enemigos más inesperados y que, como señalan los responsables de la planta, es otra de las cuestiones que todos podemos ayudar a solucionar desde nuestros hogares y comunidades de vecinos. Los perjuicios en las instalaciones son notables, ya que la grasa y los aceites tienden a solidificarse con las bajas temperaturas. Y eso genera un efecto perverso, ya que pueden producir tapones que, a su vez, impiden el paso de elementos sólidos como -habrán adivinado-, las toallitas o el pelo, lo que acaba colapsando el sistema.

La contaminación, 'Comida' para microorganismos
Todo este proceso antecede al tratamiento del agua propiamente dicho, en el que se eliminarán todas las partículas nocivas de menor tamaño que quedan disueltas. El proceso arranca en los decantadores primarios, donde “se consigue quitar el 60% de la contaminación reteniendo los sólidos en suspensión, que se separan por la propia acción de la gravedad”. A continuación, la depuración entra en un proceso casi mágico en el que “la contaminación se convierte en alimento de microorganismos, que se van a reproducir y a crecer mucho en tamaño, formando una biomasa que después podemos separar, dejando el agua ya limpia”.

Concluido este tratamiento secundario, el agua ya está limpia y cristalina, y como tal se devuelve al cauce del arroyo Culebro en caso de que no se le aplique un nuevo tratamiento, más específico, para riegos de parques y jardines, o incluso para su uso industrial: de hecho, en esta EDAR existe una instalación avanzada y referente en Europa de tratamiento del agua para su uso por la industria papelera.

Otra de las bondades del proceso es el afán por fomentar la economía circular y el aprovechamiento de los recursos porque, como señala Gálvez, “los residuos sólidos son un problema pero los líquidos son una oportunidad, y del agua podemos sacar electricidad, calor, fertilizantes, fósforo...”. Y eso se traduce en que los lodos generados en el proceso se utilizan para generar electricidad que nutre la planta y el calor que se necesita en esta actividad, algo que se reproduce en otras instalaciones de la región.

Devolver el agua a su entorno en perfectas condiciones
De hecho, también existe un tratamiento específico para los residuos generados en la denominada ‘línea de fango’, cuyo resultado son 50 toneladas diarias de una masa condensada con toda la contaminación retirada durante el proceso que, tras su deshidratación y estabilización, resulta en un excelente producto para la producción agrícola.

Agua, electricidad, calor o productos fertilizantes. El papel de las estaciones depuradoras de aguas residuales tiene un objetivo bien claro: devolver el agua a la naturaleza como fue tomada de la misma. Y en paralelo, este tipo de instalaciones han sabido ir más allá y generar recursos a partir de la “materia prima” que les llega. Pero el sistema puede ser mucho más eficiente si todos ponemos de nuestra parte.

¿Cómo? Según José Suárez: “Debemos tener muy claro que todo lo que echamos por el inodoro o por los desagües acaba en la red de alcantarillado y en las depuradoras”, por lo que su recomendación para la ciudadanía es actuar con sentido común y responsabilidad para deshacernos de nuestros residuos sólidos de la manera adecuada, no tirar cosas en la calle, y evitar que el aceite sobrante de nuestras comidas acabe como invitado indeseable en el ciclo del agua.


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'Plantas de depuración: donde el agua recibe una nueva vida' es un contenido de Marcas Ñ


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Europa no está preparada para luchar contra la desertificación que la acecha
Un informe de los auditores europeos alerta sobre la falta de medidas adecuadas en la UE ante un problema que afecta especialmente a España y Portugal


ELENA G. SEVILLANO
Madrid 19 DIC 2018


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Imagen de un pantano español tomada en julio de 2017. GETTY


"El riesgo de desertificación en la Unión Europea no se aborda de forma eficaz y eficiente". Con esta frase resume el Tribunal de Cuentas europeo la situación de la lucha contra una de las consecuencias del cambio climático que amenaza especialmente a España y al sur del continente: la mayor vulnerabilidad a la desertificación. La radiografía de los auditores europeos, publicada este martes, continúa así: "Pese a que la desertificación y la degradación de las tierras constituyen amenazas actuales y crecientes en la UE, la Comisión no tiene una idea clara de estos problemas, y las medidas tomadas para luchar contra la desertificación carecen de coherencia".

La desertificación es una forma de degradación del suelo en las tierras secas cuya importancia ha empezado a ponerse de manifiesto este año con el largo período de altas temperaturas y bajas precipitaciones registrado durante el pasado verano. Tiene como resultado la infertilidad de los suelos y la reducción en la producción de alimentos. "Sus efectos", añade el informe, "serán especialmente agudos en Portugal, España, Italia, Grecia, Chipre, Bulgaria y Rumanía".

El tribunal llevó a cabo su fiscalización entre septiembre de 2017 y mayo de 2018 y entre otras cosas hizo visitas de auditoría a cinco Estados miembros que se declararon afectados por la desertificación: España, Italia, Chipre, Portugal y Rumanía. Fueron seleccionados también por "su vulnerabilidad a la desertificación" y para abarcar distintas condiciones climáticas, vegetación, actividades humanas y riesgos. Los auditores analizaron además documentos estratégicos, informes y datos.


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Entre la documentación consultada por los auditores europeos sobre España figura el Programa de Acción Nacional de España de 2008, según el cual "el 74% del país está en riesgo de desertificación", tal y como refleja el informe del tribunal. El 18% presenta un riesgo alto o muy alto, mientras que el 19% tiene un riesgo medio. "La situación es especialmente preocupante en la Región de Murcia, la Comunidad Valenciana y las Islas Canarias", añade el trabajo. En estos territorios, el riesgo de desertificación es "alto" o "muy alto" en más del 90% del territorio.

"El informe me parece relevante por ser de la institución que vela por la sostenibilidad de la economía. Muestra que ecología y economía son cada vez más inseparables, y que no hacer frente al cambio climático supone grandes costes, cuando es un riesgo predecible y evitable", asegura José Luis García Ortega, responsable de cambio climático de Greenpeace.

El texto, según Ortega, advierte de "la incoherencia de las políticas asumidas hasta ahora". Y se explica: "Entendemos que ha advertido la incoherencia que supone que con fondos de la PAC se estén promoviendo prácticas agrícolas o ganaderas insostenibles, entre otros factores por el exceso de consumo de agua o por la degradación del suelo, o de la incoherencia de seguir subvencionando el uso de combustibles fósiles con una mano, mientras con la otra mano hay que hacer frente a los costes crecientes de los impactos del cambio climático, entre ellos los desplazamientos forzosos de población por la desertificación, como apunta el Tribunal de Cuentas".

Respecto a la situación de España asegura: "No hay constancia de que los presupuestos nacionales estén preparados para hacer frente a esas contingencias, pero sobre todo la llamada de atención es si tiene sentido tener que pagar por las consecuencias de algo que podemos evitar pero que estamos alimentando con nuestros presupuestos". En el caso de España, "la respuesta evidente es que no", añade, porque aunque se ha avanzado al unificar las políticas ambientales, climáticas y energéticas bajo un mismo ministerio, la anunciada Ley de Cambio Climático sigue sin ver la luz. Como España es uno de los países más afectados por la desertificación, "debería liderar la lucha contra el problema", afirma este experto. El Ministerio de Transición Ecológica todavía no ha comentado el informe.

El informe incluye la respuesta de la Comisión Europea al trabajo de los auditores. En ella, el Ejecutivo comunitario "reconoce que el riesgo de desertificación y degradación de las tierras podría abordarse mejor" y asegura que era una parte del objetivo de la propuesta de la directiva marco sobre el suelo que la Comisión decidió retirar "a falta de una mayoría cualificada en el Consejo durante ocho años". El Ejecutivo concluye que, ante la ausencia de legislación en la UE en materia de protección del suelo, son los Estados miembros los que "tienen la responsabilidad de aplicar las medidas apropiadas a escala nacional".

Los auditores europeos critican que la UE no disponga de "una visión compartida sobre cómo lograr la degradación neutra del suelo para 2030", uno de los compromisos en materia de lucha contra el cambio climático que se propuso Europa, pero que, a juzgar por el informe del Tribunal de Cuentas, no ha abordado aún.

https://elpais.com/sociedad/2018/12/18/actualidad/1545149081_875040.html
 
Ni toallitas ni comida:la basura en el WC nos cuesta dos millones al año
Un proyecto de ECBRANDS para
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El inodoro no es la basura. Lo has escuchado más de una vez pero cuando abres la tapa del WC y tiras toallitas biodegradables, bastoncillos o las lentejas que se te han puesto malas tiendes a olvidar esa frase tan rápido como el agua se lleva tu basura. Total, por una vez, no pasa nada, ¿no?

Canal de Isabel II, que gestiona el agua en Madrid, comienza desde ese mismo momento un proceso para depurar el agua y retirar tu basura que les cuesta más dinero del que debería: invierten, de media, unos dos millones de euros anuales para hacer frente a unos residuos sólidos que no deberían estar ahí. Te invitamos al viaje de tus desechos.


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La red de alcantarillado también recoge el agua de lluvia. Los primeros 30 minutos son los más contaminantes




El año pasado llegaron hasta las depuradoras de Madrid 28.433 toneladas de residuos sólidos, unos 4,4 kilos por madrileño. Hablamos no solo de lo que tú viertes por el inodoro, también de lo que llega de las industrias, cocinas de los colegios, la bolsa de patatas que tiras al suelo y arrastra la lluvia... Hace unos años aparecían en las depuradoras la sangre de los mataderos o incluso escombros de obra. Un taller ilegal de ropa llegó a tirar los retales por el WC para evitar que la policía sospechara de su operación.

La red de alcantarillado -que tiene 14.956 km- también recoge el agua de lluvia. Los primeros 30 minutos, que arrastran bolsas, latas y colillas, son los más contaminantes, por eso desde 2004 en la Comunidad de Madrid se empezaron a construir tanques de tormenta. Hoy cuenta con 65 y su función es almacenar ese agua llena de residuos y aceites de coche para ir transportándola, poco a poco, a la depuradora, que se encargará de limpiarla y devolverla al río.

La red de alcantarillado de Madrid tiene 14.956 kilómetros, la distancia entre Madrid y Papúa Nueva Guinea


GRAFICOS, FOTOS : https://www.elconfidencial.com/soci...itas-humedas-vater-wc-depuradora-bra_1716018/

 
Bayer sale en defensa del glifosato con estudios de empresas de su grupo
En caída bursátil tras una sentencia condenatoria a su filial Monsanto por el glifosato, la multinacional alemana publica 318 "resúmenes de estudios de seguridad" del herbicida que fueron presentados a las autoridades europeas por empresas del "Grupo de Trabajo del Glifosato", un consorcio de empresas del que participó la propia Monsanto. Los reguladores europeos responden que la decisión final la tiene cada país

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El producto Round Up, comercializado por Monsanto y contenedor de glifosato Mike Mozart / Flickr
JOAQUÍN HERNÁNDEZ
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PUBLICADOhace 9 horas

La multinacional alemana Bayer ha salido al paso de la polémica en torno al herbicida glifosato comercializado por su filial, Monsanto, con la publicación de más de 300 "resúmenes de estudios de seguridad" del herbicida que fue declarado como probablemente cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud en 2015.


La sentencia del glifosato hunde las acciones de Bayer a su mínimo en cinco añosLa sentencia del glifosato hunde las acciones de Bayer a su mínimo en cinco años
Este "hito" de "transparencia" para la multinacional llegó en su cuarto mes consecutivo de caída en bolsa tras la sentencia de un jurado californiano condenando a Monsanto a pagar 289 millones a un jardinero enfermo de cáncer por no haberle advertido correctamente de los riesgos del producto. Tras un recurso de Bayer, la sanción indemnizatoria se ha reducido a 78 millones.

Pese a la reducción, la compañía sigue sin repuntar en bolsa y se mantiene en mínimos de seis años, con una pérdida hasta diciembre de 30.000 millones y a las puertas de más de 9.000 litigios en EE.UU. por el glifosato.

En este contexto, la multinacional ha publicado los resúmenes de 318 estudios de seguridad que, según han confirmado fuentes de la compañía a Vozpópuli, fueron presentados por un consorcio de empresas impulsor de productos vinculados al polémico herbicida, el "Grupo Especial de Trabajo sobre Glifosato" (GTF, por sus siglas en inglés) a la Autoridad Europea de Protección Alimentaria en el marco de un expediente de la UE dirigido a definir la renovación o no de la autorización para su uso. Del GTF forma parte la estadounidense Monsanto, empresa que fue finalmente adquirida este año por Bayer por una cifra superior a los 50.000 millones de eurostras un complejo proceso de compra que emprendió en 2016 el actual director ejecutivo de la compañía, Werner Baumann.



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El presidente de la farmacéutica alemana Bayer, Werner Baumann. EFE


"Los resúmenes de los estudios de sustancias activas bajo la legislación de la UE sobre fitosanitarios también están disponibles a través de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Es por esto que podemos poner a disposición resúmenes de todos los estudios presentados bajo el llamado "Grupo Especial de Trabajo sobre Glifosato", porque en el caso del glifosato, muchos estudios son de propiedad conjunta de diferentes compañías. Esto significa que Bayer (o anteriormente Monsanto) no posee todos los estudios disponibles. En total, hemos puesto a disposición todos los 318 resúmenes de estudios de seguridad de glifosato que forman parte del expediente de glifosato de la UE de 2012. Todos están actualmente disponibles públicamente a través de EFSA, de Bayer y de otras compañías", han respondido desde la multinacional alemana sobre el origen de los estudios cuyos resúmenes ahora ha publicado.

A preguntas de Vozpópuli desde Bayer añaden, en cualquier caso, que "800 estudios científicos y autoridades reguladoras en todo el mundo que han confirmado que el glifosato es seguro para usar cuando se usa de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta, incluido un estudio independiente que realizó un seguimiento de más de 50,000 aplicadores de pesticidas y trabajadores agrícolas autorizados y sus cónyuges durante más de 20 años que no encontró asociación entre los herbicidas a base de glifosato y el cáncer, y la Evaluación de Riesgos 2018 de la Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU. que examinó más de 100 estudios y concluyó que el glifosato "no parece que sea - en inglés, not likely to be - carcinogénico para los humanos".

División en Europa y España
El informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sobre el glifosato, ratificado por su par europeo sobre productos químicos, derivó en una votación de los Estados miembros sobre la renovación de la licencia del uso del glifosato hasta 2022 que resultó favorable al uso del herbicida por el apoyo, entre otros, de España, que ha ratificado su posición tras la sentencia californiana por entender que esta "no añade ningún dato científico nuevo". Francia, en contrapartida, votó en contra, al igual que otros ocho países, y se ha comprometido a acabar con el uso del glifosato en su territorio antes de 2021.

En nuestro país, igualmente, existen expertos con posiciones encontradas. La investigadora en Biotecnología Vegetal de la Universidad Politécnica de Valencia, Rosa Porcel Roldán, escribió un artículo publicado en este periódico titulado "La seguridad del glifosato no depende de un tribunal". "¿Pudo haberle provocado (el glifosato) un cáncer al Sr. Johnson (el jardinero californiano que ganó el juicio a Monsanto)? En la categoría 1 de la IARC (Agencia Internacional de Investigación Contra el Cáncer, dependiente de la OMS), "carcinógenos para el ser humano", encontramos el sol, tabaco, alcohol y las carnes procesadas. Todos ellos han demostrado ser cancerígenos. Por esa misma regla, un enfermo de cáncer podría demandar a empresas cárnicas y tabacaleras", decía Porcel, recogiendo además la evidencia científica favorable al glifosato.

Paralelamente, también hay expertos críticos con la EFSA en general, y en particular por su actuación en el caso del referido herbicida. Una de los más sonados es el catedrático de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández y exdirector general de Salud Pública del ministerio de Sanidad (2008-2011), Ildefonso Hernández Aguado.

Este experto ha puesto en el centro de la escena el peso que ha tenido en la decisión de la EFSA sobre el glifosato los estudios elevados por el GTF. "El trámite de la renovación del glifosato incluye la elaboración de un informe por parte de la EFSA, que designa a un Estado miembro para realizar un informe previo de revaluación. En el caso del glifosato el Estado elegido fue Alemania, que encargó a su Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR) dicho informe previo. El problema es que el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos alemán ha encargado la selección de los informes toxicológicos que luego han evaluado a un grupo de trabajo de glifosato que está formado por expertos de Monsanto y un consorcio de compañías químicas (el GTF) que incluyen, por ejemplo, a Syngenta de Reino Unido y Dow de institutos de investigación financiados por las industrias químicas. Es más, el comité de dirección de la EFSA ha estado formado por personas que provenían directamente de la industria química", sostiene Hernández Aguado.

"En esa selección (de informes) han excluido la gran mayoría de informes que ha tenido en cuenta la Agencia Internacional del Cáncer, dependiente la OMS, cuando declaró cancerígeno el glifosato. La excusa que han puesto es que eran estudios epidemiológicos que analizaban el producto tal y como se vende y no el producto puro proporcionado por Monsanto. ¿Por qué rechazan los estudios que analizan el producto tal y como se está echando en las calles y en los campos? Porque los han realizado equipos independientes", ha denunciado Hernández Aguado. "Rechazan estos estudios y, sin embargo, han aceptado otros que no han pasado por la revisión por pares, el mecanismo básico que hay en ciencia para verificar la calidad de una investigación antes de que se publique en una revista científica, es decir, una revisión crítica por parte de científicos independientes que dicen si ese trabajo está bien fundamentado o no. La selección de estudios toxicológicos está sesgada y corrompida desde la base. Otro dato muy sospechoso es que no hay autores que firmen el estudio. Estamos en una situación absurda: no puede ser que una agencia europea acepte que el país que te envía el informe lo haga de una forma tan chapucera y con tan poca apariencia y fondo de independencia".

"Para bien o para mal, estudios de la industria"
En respuesta a Vozpópuli, un portavoz de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha contestado que "para bien o para mal" la legislación europea exige que decisiones comunitarias sobre un caso como el glifosato se tomen teniendo en cuenta estudios "pagados" por la propia industria promotora del producto y no por la ciudadanía, y matizan que durante el proceso de evaluación participaron expertos de los países miembros y se tuvieron en cuenta "estudios de dominio público ya publicados y hubo un proceso de consulta pública".

Preguntado sobre el peso cuantitativo que tuvieron los estudios del GTF en la investigación de la EFSA, este portavoz responde que "las decisiones de la EFSA no van de porcentajes sino del peso cualitativo" de los estudios.

A propósito de la información publicada por el periódico británico The Guardian sobre la "copia" a informes puntualmente de Monsanto en el reporte final de EFSA sobre el glifosato, desde la propia entidad europea señalan que las copias "tenían que ver con cuestiones administrativas y no científicas" de la misma sección del informe donde se indica que "el potencial genotóxico" de los productos de glifosato "debe seguir considerándose y teniéndose en cuenta".

Desde la EFSA denuncian "una campaña orquestada que habla del glifosato y no de otras sustancias"

En la misma línea, apuntan que las conclusiones de la EFSA "confirmaron que el glifosato no impone un riesgo inaceptable a la salud humana ni al medio ambiente. Sin embargo, (se) recomendó a los Estados Miembros evaluar el potencial genotóxico de las formulaciones de los productos individuales. En línea con el marco reglamentario actual, queda a criterio de cada país decidir si esto es necesario".

Así las cosas, desde la EFSA alertan de una "campaña orquestada" por medios de comunicación y ONGs que "habla del glifosato y no de otras sustancias".

"Los que critican a la EFSA sobre el glifosato son los mismos que aplaudieron a la EFSA por su opinión sobre otra clase de pesticidas, los neonicotinoides. Esto sucedió a pesar de que el proceso, los métodos y los expertos detrás de esta evaluación fueron esencialmente los mismos que para el glifosato", dicen fuentes europeas. "Desde que la EFSA publicó las conclusiones de glifosato en noviembre de 2015, y luego fueron confirmadas por la ECHA, la EFSA ha publicado más de 70 conclusiones sobre otras sustancias activas. Ninguna de ellas generó un debate público, a pesar de que algunas de ellas han sido propuestas para su clasificación como cancerígenos".

https://www.vozpopuli.com/economia-...udios-su-grupo-sus-empresas_0_1201680526.html
 
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Un poto mutante para descontaminar el aire de casa

Una de las trepadoras más comunes en los hogares puede multiplicar su acción purificadora al manipularse un gen.

De manera natural, las plantas producen oxígeno y absorben CO2. Hasta ahí, lo básico. Hay vegetales que prometen purificar el aire y se venden como tales, en una moda que vuelve de vez en cuando. Y todo por una interpretación un tanto ligera de un estudio de la NASA de 1989. Según Bill Wolverton, autor del mismo (hoy tiene una empresa que se dedica justo a ello), vegetales como el trepador poto común (Epipremnum aureum) son capaces de filtrar benceno, xileno, amoníaco, tricloroetileno y formaldehído. Sustancias que suelen estar presentes en entornos cerrados. Pero la realidad es que lo hacen en proporciones pequeñas y lentas a nivel doméstico. Ahora, un equipo de la Universidad de Washington ha perfeccionado a esta planta haciéndola mutar. Han creado un superpoto que es capaz de digerir cloroformo y benceno en apenas tres días, frente a los 11 de sus compañeras sin cambio genético. El equipo ha publicado el estudio en Ciencia y tecnología ambientales .

El equipo decidió usar una proteína llamada citocromo P450 2E1 que está presente en todos los mamíferos, incluidos los humanos. En nuestros cuerpos, el 2E1 convierte el benceno en un químico llamado fenol y el cloroformo en dióxido de carbono e iones de cloruro. El 2E1 se encuentra en nuestros hígados y se activa cuando bebemos alcohol. Por lo tanto, no está disponible para ayudarnos a procesar los contaminantes en nuestro aire.


INVESTIGACION
El hombre que quiso purificar la carrera espacial con plantas
A fines de la década de 1960, “Bill” Wolverton era un científico ambiental que trabajaba para el ejército de EE.UU. En concreto, para abordar los problemas de residuos que dejaban[...]

“Decidimos que deberíamos tener esta reacción fuera del cuerpo en una planta, un ejemplo del concepto de hígado verde“, ha señalado en un comunicado el autor principal de este trabajo Stuart Strand. “El 2E1 también puede ser beneficioso para la planta. Las plantas usan el dióxido de carbono y los iones de cloruro para fabricar sus alimentos, y usan fenol para ayudar a hacer componentes de sus paredes celulares”.

Creamos un hígado verde: usamos una proteína presente en nuestro hígado y que se activa con el consumo de alcohol

Los investigadores hicieron una versión sintética del gen que sirve como libro de instrucciones para fabricar 2E1. Luego lo introdujeron en el poto para que cada célula de la planta expresara la proteína. Este tipo de enredadera no florece, por lo que las plantas modificadas genéticamente no podrán propagarse a través del polen.

“La gente realmente habla sobre estos compuestos orgánicos peligrosos en los hogares, y creo que eso se debe a que no pudimos hacer nada al respecto”, Stuart Strand. Pero en realidad sí se habla, ya que este tipo de investigaciones sobre plantas purificantes se remontan a los años sesenta y al agente naranja. Y, eso sí, las concentraciones de estas sustancias en los hogares están, por regla general, lejos de ser peligrosas.

“Todo este proceso llevó más de dos años”, señala el coautor Long Zhang. “Eso es mucho tiempo, en comparación con otras plantas de laboratorio, que podrían tardar unos meses. Pero queríamos hacer esto en potos porque es una planta de interior robusta que crece bien en todo tipo de condiciones”.

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Ryan Routsong, Long Zhang y Stuart Strand. Investigadores en plantas purificadoras. U. WASHINGTON

Un 82% menos de cloroformo en tres días
Luego, los investigadores probaron cómo de bien sus plantas modificadas podrían eliminar los contaminantes del aire en comparación con el poto normal. Pusieron los dos tipos de plantas en tubos de vidrio y luego agregaron benceno o gas cloroformo en cada tubo. Durante 11 días, el equipo realizó un seguimiento de cómo cambió la concentración de cada contaminante en cada tubo. Para las plantas no modificadas, la concentración de cualquiera de los dos gases no cambió con el tiempo. Pero para las plantas modificadas, la concentración de cloroformo se redujo en un 82 por ciento después de tres días, y era casi indetectable al sexto día. La concentración de benceno también disminuyó en los viales de plantas modificadas, pero más lentamente: en el día ocho, la concentración de benceno había disminuido en aproximadamente un 75 por ciento.

Para detectar estos cambios en los niveles de contaminantes, los investigadores utilizaron concentraciones de contaminantes mucho más altas que las que normalmente se encuentran en los hogares. Pero el equipo espera que los niveles de la casa bajen de manera similar, si no más rápido, en el mismo período de tiempo.

Las plantas en el hogar también tendrían que estar dentro de un recinto con algo para mover el aire más allá de sus hojas, como un abanico, dijo Strand.

“Si tienes una planta que crece en la esquina de una habitación, tendrá algún efecto en esa habitación”, dijo. “Pero sin el flujo de aire, una molécula en el otro extremo de la casa tardará mucho tiempo en llegar a la planta”. El equipo está trabajando actualmente para aumentar las capacidades de las plantas al agregar una proteína que puede descomponer otra molécula que se encuentra en el aire del hogar: el formaldehído, que está presente en algunos productos de madera, como pisos laminados y gabinetes, y humo de tabaco.

“Todos estos son compuestos estables, por lo que es muy difícil deshacerse de ellos”, dijo Strand. “Sin las proteínas para descomponer estas moléculas, tendríamos que usar procesos de alta energía para hacerlo. Es mucho más simple y sostenible colocar todas estas proteínas en una planta de interior”

https://www.elindependiente.com/fut...o-mutante-para-descontaminar-el-aire-de-casa/

 
La crisis de las ratas en Nueva York, agravada por el cambio climático: "Estamos en guerra"


Solo en 2017 hubo 19.152 llamadas al Ayuntamiento de Nueva York por la presencia de ratas, un 10% más que un año antes

Según los expertos, la subida de las temperaturas ha alargado su período de alimentación y reproducción

El aumento de su población es una tendencia global que se da en muchas ciudades del mundo

Oliver Milman - Nueva York
26/12/2018 - 21:19h
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Mural de Banksy pintando en un edificio de Manhattan, Nueva York, en 2008. CORN FED CHICKS / CC

El alcalde de un distrito de París lanza un mapa online para atrapar a las ratas
Durante mucho tiempo, la gigantesca población de ratas de Nueva York se alimentó de los restos de pizza desperdigados por las calles de la ciudad. La plaga creciente de ahora tiene un nuevo motivo para estar a gusto en Nueva York: la subida de las temperaturas.

Las autoridades de la ciudad hablan de un número creciente de quejas de residentes por las ratas y dicen que los inviernos más suaves están alargando el período en el que pueden alimentarse y reproducirse. La moderación de los inviernos también ha aumentado el tiempo que las personas pasan haciendo actividades al aire libre y generando el tipo de basuras que hace prosperar a las ratas.

Las quejas relacionadas con ratas han aumentado en los últimos cuatro años. Solo en 2017 hubo 19.152 llamadas al Ayuntamiento por este tema, un 10% más que un año antes. No se sabe exactamente cuántas ratas hay en Nueva York (las estimaciones oscilan entre doscientas cincuenta mil y decenas de millones), pero en otras ciudades de EEUU se han registrado aumentos similares en la actividad de estos animales. Los servicios de control de plagas de Houston, Washington, Boston y Filadelfia también dicen estar recibiendo muchas más llamadas.

La gente experimentada en la lucha contra las ratas responsabiliza parcialmente al cambio climático. "Es un asunto complejo, pero estamos viendo aumentos de la población de ratas en todo el mundo", dice Bobby Corrigan, un conocido especialista y consultor en el tema que, como parte de su investigación de doctorado, llegó a vivir una semana en un establo de Indiana infestado de ratas.

"El número de peticiones que tengo está por las nubes, no doy abasto", cuenta. "Desde Boston hasta Washington DC, cualquier inspector de salud te dirá que hay una tendencia al alza (…) Las ratas frenan su reproducción en invierno porque hace mucho frío, pero es probable que ahora tengan una camada más al año porque hace más calor; en cada camada hay unas 10 crías y eso marca la diferencia".

Según Mike Deutsch, experto cazador de ratas de la empresa neoyorquina Arrow Exterminating Company, la subida de las temperaturas está teniendo una "consecuencia natural". "A medida que la tierra se caliente va a haber más actividad y más ratas. No seguirán creciendo si no hay suficiente comida o refugio para ellas, pero veremos cómo aumenta la población".

Deutsch (que hace poco demostró en una investigación que los gatos no son tan buenos atrapando ratas como se pensaba) también señaló otros posibles factores, como la edificación en las ciudades, que altera a grandes conjuntos de ratas y las hace más visibles.

Además de vídeos virales con ratas comiendo pizza o usando las escaleras mecánicas, el aumento en el avistamiento de ratas también ha generado preocupaciones de salud pública.

"Solo queremos que se vayan"
El año pasado hubo una muerte en el Bronx provocada por leptospirosis, una enfermedad poco común que transmite la orina de rata. En un grupo de ratas neoyorquinas atrapadas por la Universidad de Columbia para investigar se descubrió Escherichia coli y Salmonella. Algunas de ellas incluso portaban el virus Seoul, que puede causar insuficiencia renal.

El Ayuntamiento de Nueva York ha respondido con contundencia. El alcalde, Bill de Blasio, anunció el año pasado una matanza masiva que costaría unos 32 millones de dólares en áreas infestadas de ratas como el East Village y Chinatown. El ayuntamiento lleva a cabo unas 100.000 inspecciones al año por actividad de ratas. Para no perjudicar a otros animales con venenos, los exterminadores las gasean hasta que mueren en sus madrigueras.

De Blasio dijo con cierto pesimismo que había visto "muchas ratas" en la ciudad. "Las veo en los parques y en el metro. No tenemos nada contra las ratas. Solo queremos que se vayan".

Pero lo más probable es que Nueva York siga siendo un refugio para las ratas debido a la enorme cantidad de personas que vive allí, a la proliferación de edificios repletos de agujeros y a sus abundantes basuras. El clima más cálido solo ha venido a exacerbar unas condiciones que ya eran favorables para las ratas.

"Estamos en guerra, pero sin las armas para luchar", dice Corrigan. "Podríamos reducir el número de ratas a niveles tolerables, pero tendríamos que replantearnos por completo la forma en que hacemos las cosas. Por toda Nueva York hay cubos de basura en los que las ratas se atiborran cada noche porque les resulta fácil hacerlo. Cuando ven las montañas de bolsas de basura de la ciudad, las ratas seguramente dicen: 'Gracias, morderemos las bolsas y comeremos cuanto nos plazca'. Las ratas aprovechan nuestras debilidades".

Las ratas forman parte de la vida neoyorquina de una manera tan integral que los investigadores han llegado a descubrir diferencias en el código genético entre las ratas de la parte alta de la ciudad y las del centro. Incluso las personas que se dedican a matar ratas admiten que nunca podrán eliminarse por completo de Nueva York.

Una guionista de publicidad anónima (se hace llamar 'la Elena Ferrante de las ratas') ofrece un atípico servicio de regalos por Internet: a cambio de cierto dinero, extermina ratas y entrega un certificado de asesinato. "No me van las ratas. Creo que son bastante sobrecogedoras", dice al periódico The Guardian. "Hay demasiadas".

Deutsch, que ha cazado ratas en Arizona y en cruceros de gira por Europa, dice haber desarrollado "una relación con las ratas". "Son unos animales increíbles, admiro su capacidad para adaptarse a situaciones diferentes. Las veo como un gran éxito".

Traducido por Francisco de Zárate
https://www.eldiario.es/theguardian/guerra-crisis-NY-agravada-climatico_0_850415155.html
 
¿Sabes dónde se respira el aire más puro de Europa?
SELVA NEGRA
    • CRISTINA GALAFATE
    • Alemania
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  • 31 DIC. 2018 19:53
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La Selva Negra es un espectacular bosque de coníferas en la región alemana de Baden-Württemberg. SHUTTERSTOCK
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La región alemana no es sólo una rica tarta. Tampoco es selva, sino bosque. Ni negra... más verde, imposible, salvo cuando está cubierta por un manto de nieve. Recorremos esta maravilla natural donde se respira el aire más puro de la vieja Europa

Las 10 ruinas romanas de la Península que debes visitar

Los pueblos de montaña más bonitos de España

Cierre los ojos. Imagine la idílica postal en medio de una naturaleza tan alta y frondosa como si se tratara de un bosque tropical pero salpicado de coníferas. De fondo, montañas nevadas de entre 700 y 1.500 metros. Respire hondo el que probablemente sea el aire más puro de Europa. Una vez cargado de oxígeno en el pulmón alemán, piense en verde. Y no por la cerveza, que ya habrá tiempo de degustarla en el Oktoberfest, su festival más internacional. Ahora de lo que se trata es de saborear la Selva Negra más allá del típico pedazo de tarta y disfrutar del tranquilo estilo de vida badense sorbo a sorbo con un buen vino.

Nos encontramos en la zona más mimada por el sol del país, en el pintoresco suroeste germano, junto a la frontera entre Suiza y Francia, de ahí que los vuelos lleguen a Basilea. Las temperaturas y los excelentes suelos de Baden-Württemberg convierten esta región vinícola en una de las mejores. Siguiendo esta ruta entre viñedos que se caminan como parques, con la visita a bodegas o tomando unas copas en la Casa de los Vinos Badenses de la señora Higle, donde sólo trabajan mujeres, se puede explorar la esencia de Friburgo y la Alta Selva Negra.

«La sensación tras unos días es de una relajación tal que al marcharse uno tiene algo clarísimo: estará deseando volver», describe Cristina Jimena, representante de las Oficinas de Turismo en el mercado español. Resume a la perfección este tándem tan saludable como sostenible, que va necesariamente unido porque sólo lo separa un viaje en transporte público de entre cinco y nueve euros (posibilidad de autobús o tren).

Bici y mercados
La idílica desconexión -tan deseada en la vorágine actual- se consigue en este entorno de corazón verde navegando en una pequeña barca sobre el lago cristalino de Titisee, que se contempla desde el despertar a través de las ventanas del hotel boutique Alemannenhof, de la amable familia Drubba, poseedora del centro comercial homónimo donde se venden los relojes de cuco más famosos de la Selva Negra.

O pedaleando por los 400 kilómetros de carril bici que recorren la ecológica y universitaria Friburgo, donde los jóvenes emulan a diario la mítica foto Almuerzo en lo alto de un rascacielos mientras se construía el Rockefeller Center de Nueva York, sentados en los azules arcos metálicos del puente Wiwilí. Además de descubriendo un mercado ecológico y artesano repleto de productos de pequeños artesanos que priorizan la temporada y el kilómetro cero.

Park Hotel Post, un refugio literario en Friburgo, desde 109 euros.Alemannenhof, verde despertar en el lago Titisee, desde 114 euros.

Más información
En la web de Turismo de la Selva Negra (www.hochschwarzwald.de) y en la de Turismo de Friburgo (visit.freiburg.de/en)

https://www.elmundo.es/viajes/europa/2018/12/31/5c18d8ddfdddffc3428b46ab.html
 
Microplásticos: el final de su viaje es el principio de la cadena trófica
Para que el plástico sea más flexible, más resistente o no arda se le añaden aditivos químicos que sí pueden ser tóxicos



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Microplásticos: el final de su viaje es el principio de la cadena trófica - ABC



Isabel M. Pita (Efe)

30/12/2018


El «final del viaje» para los plásticos en el mar es su transformación en microplásticos, y la Universidad de Vigoestudia su efecto en el plancton marino, «la primera fase de las redes tróficas marinas», según el catedrático de Ecología Ricardo Beira.

Los microplásticos son los elementos que causan la toxicidad en la cadena trófica, que va desde los animales marinos que se alimentan de ellos hasta el plato en la comida de los seres humanos.

Ricardo Beira es profesor de Ecología en la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Vigo, asignatura que enseña desde hace 20 años y que se ofrece solo en cinco universidades de España: Vigo, Las Palmas, Cádiz, Alicante y Valencia.

Dentro de esta especialidad, Beira imparte clases sobre la contaminación marina, un tema que, en la actualidad, se centra en la cuestión de los microplásticos, sobre la que está actualmente coordinando un proyecto europeo, explicó el catedrático.

El proyecto se denomina Ephemar, que se enmarca dentro del programa de la Unión Europea, JPI Oceans, en donde «participan económicamente los países miembros de la UE y cada uno de ellos decide los fondos que se invierten», señaló Beira.

«Ephemar -continuó el catedrático- es un gran proyecto con 12 instituciones involucradas de nueve países distintos y, nosotros, en la Universidad de Vigo, somos los coordinadores y nos encargamos de estudiar los efectos de los microplásticos, aunque cada institución aborda una parte de ese estudio».

La existencia en la Universidad de Vigo de un centro de investigación a pie de mar, la ECIMAT, facilita la investigación de las ciencias marinas y la realización de experimentos con organismos marinos, difíciles de hacer en un laboratorio normal.

Ricardo Beira subrayó que, «después de llevar más de dos años con este proyecto, hemos extraído un par de conclusiones. Una es que, dentro de los plásticos, los polímeros que se utilizan, es decir, el producto inicial del plástico no causa ningún problema, son sustancias que no tienen ninguna toxicidad».

El problema es cuando se va a producir un objeto de plástico y «a ese polímero se le añaden sustancias y aditivos químicos para que el plástico sea más flexible, más resistente o no arda. Son esos aditivos químicos los que sí pueden ser tóxicos».

«Los microplásticos son de un tamaño cada vez más pequeño y llega un momento que son invisibles a nuestros muestreos y no podemos detectarlos ni cuantificarlos», explicó Beira.

«Esto es un problema que se está discutiendo actualmente, porque las partículas más pequeñas son las que realmente pueden causar un problema, por lo que tenemos que buscar tecnologías que nos permitan detectar estas partículas».

«El plástico es un claro elemento de desarrollo no sostenible y por eso tenemos que crear alternativas»

Pero, según el catedrático de Ecología «también hay que decir una buena noticia y es que los niveles de plástico que se encuentran en los frutos de la pesca, en los pescados, son todavía muy bajos».

«Lo que tenemos que intentar es que no siga aumentando, porque si ahora los niveles son todavía aceptables deberíamos intentar que no aumenten. Cada vez hay más concienciación sobre este problema, pero la producción de plástico aumenta constantemente, mientras que la industria del papel se ha estabilizado».

«En 2016, según la organización PlasticsEurope, se generaron 322 millones de toneladas de plástico en el mundo, de los cuales 58 se originaron en Europa», subrayó Beira.

«La producción de plástico no es sostenible porque se basa en recursos no renovables, no se degrada y sigue su producción con las muchas sustancias químicas que contiene. El plástico es un claro elemento de desarrollo no sostenible y por eso tenemos que crear alternativas», concluyó Ricardo Beira.

https://www.abc.es/natural/vivirenv...ipio-cadena-trofica-201812301416_noticia.html
 
Sal, agua, aceite… Estamos comiendo microplásticos
Fundéu elige microplásticos como la palabra del año 2018


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Microplásticos, un problema ambiental convertido en la palabra del año para Fundéu en 2018



HÉCTOR LLANOS MARTÍNEZ 3 ENE 2019



Microplástico es la palabra del año 2018 para la Fundéu. Su excesiva presencia en la naturaleza y en productos de consumo humano, incluido el agua que bebemos, ha hecho que el término sea cada vez más usado cuando se habla de problemas medioambientales y sanitarios.

La palabra, aunque no está registrada en el diccionario de la RAE, aparece en más de 2.000 artículos de EL PAÍS. Desde Verne preguntamos a Juan A. Conesa, docente e investigador del departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante sobre los objetos de consumo cotidiano en los que aparecen microplásticos.

"La pregunta que deberíamos hacernos es en qué producto cotidiano no aparecen", responde Conesa, que ha investigado la presencia de este material en la sal de mesa. "También aparecen en la leche, los refrescos, la cerveza, el agua embotellada, el agua del grifo y el aceite de girasol", destaca por teléfono.

Microplásticos son "los pequeños fragmentos de plástico menores de cinco milímetros que o bien se fabricaron ya con ese tamaño para ser empleados en productos de limpieza e higiene, o bien se han fragmentado de un plástico mayor (bolsas de la compra, envases de todo tipo…) durante su proceso de descomposición", define Fundéu.

"No se han tomado muestras de toda la sal o el agua que se consume en España, pero lo que es cierto es que en todas las muestras que se han tomado han aparecido microplásticos. En ellas nos hemos dado cuenta de lo fácil que es que un envase de plástico contamine un alimento", explica Conesa.

Los distintos estudios que han analizado los microplásticos, que ya han llegado al intestino humano, estiman que un adulto medio puede ingerir entre 2.000 y 11.000 microplásticos al año. Los plásticos que aparecen más a menudo en este tipo de estudios son el propileno, básico en los envases de leches y zumos, y el PET, del que están hechas la mayoría de las botellas de plástico.

"Todavía estamos estudiando si es peligroso para el ser humano, aunque hay que tener en cuenta que el microplástico no es peligroso en sí mismo, porque el cuerpo humano se encarga de expulsarlo de forma natural. El problema son los contaminantes que arrastra en su superficie, que posiblemente se quedará en distintos tejidos", apunta el investigador.


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Los envases de plástico puedes contaminar los alimentos, explica Conesa


La definición que ofrece Fundéu considera microplásticos a los fragmentos "menores a 5 milímetros". El investigador de la Universidad de Alicante matiza que los microplásticos que ha encontrado en las muestras que ha analizado tienen un tamaño muy inferior a esos cinco milímetros: entre cinco y 200 micras (una micra equivale a la milésima parte de un milímetro).

Fundéu, que colabora con la Real Academia Española (RAE) para promover un buen uso del español en los medios de comunicación, escoge desde 2013 las palabras en español del año. "La selección se hace entre los términos que han estado presentes en mayor o menor medida en la actualidad informativa y tienen cierto interés desde el punto de vista lingüístico", explica la fundación en su web.

"Los medios de comunicación suelen relacionar el problema del plástico con el de la contaminación del mar, un término que no es del todo preciso. La contaminación se produce en tierra y luego llega al mar. El problema es el mal trato que damos a nuestros residuos, que hace que se trasladen a otros ambientes", comenta el investigador.



https://verne.elpais.com/verne/2019/01/03/articulo/1546512682_093896.html

 
EL PLAN PARA 'COMPRAR' A LOS INDIOS
El monstruo del agronegocio despierta: la Amazonia, antes y después de Bolsonaro
En la punta de lanza del proyecto de gobierno de Bolsonaro se encuentra el medioambiente, más específicamente la selva amazónica y los pueblos que en ella habitan


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The Wider Image: Brazil's Amazon rainforest under siege by illegal mines


LUNA GÁMEZ. RÍO DE JANEIRO

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LULA DA SILVA

CAMBIO CLIMÁTICO


03/01/2019


Jair Bolsonaro, presidente de Brasil desde este martes, no ha tardado en mover sus fichas para gobernar un país que “tiene recursos minerales abundantes, tierras fértiles bendecidas por Dios”, según él mismo declaró en su discurso de toma de posesión. En la punta de lanza de su proyecto de gobierno se encuentra el medioambiente, más específicamente la selva amazónica y los pueblos que en ella habitan.

En su primer día de mandato, Bolsonaro decretó que la demarcación de tierras indígenas pase a ser responsabilidad del actual Ministerio de la Agricultura, dirigido por Tereza Cristina da Costa, antigua líder de la bancada ruralista que ejerce presión en la Cámara de Diputados para defender los intereses agrícolas y pecuarios. Da Costa, conocida también como “musa del veneno” por su apoyo a los pesticidas en la agricultura, despojará a la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) de su principal misión de identificación y delimitación del territorio de pueblos ancestrales que, en general, viven en sistemas de respeto y protección de la selva.

“Es el área más rica del mundo”, afirmó Bolsonaro en relación a la tierra indígena Raposa Serra do Sol ya demarcada y donde hay reservas de uranio y niobio, entre otros. “Se puede explotar de forma racional, dándole 'royalties' a los indios e integrándolos en la sociedad”, defendió el presidente. En el actual Gobierno, la protección de los recursos naturales de la selva estarán bajo la supervisión de Ricardo de Aquino Salles, antiguo integrante del grupo Sociedad Rural Brasileña, que defiende intereses del agronegocio, y actual ministro de Medio Ambiente. Salles, que se enfrenta a una acusación de fraude medioambiental para beneficiar a empresas durante su gestión como Secretario de Medio Ambiente de São Paulo, tendrá en sus manos las decisiones sobre la selva amazónica.

Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por Naciones Unidas, la Amazonia acoge una de las mayores biodiversidades del mundo y juega un papel clave en la regulación climática mundial. El 60% de esta selva está dentro de las fronteras brasileñas, pero 36 millones de hectáreas del total han sido taladas durante las últimas tres décadas, según los datos del proyecto MapBiomas. La Amazonia ha perdido una extensión del tamaño de Alemania como consecuencia de las actividades mineras, agrícolas y ganaderas principalmente. Este mismo proyecto muestra como el sector agropecuario se duplicó en estos treinta últimos años abriendo las venas a las mayor selva tropical terrestre.


“El sector agropecuario seguirá desempeñando un papel decisivo en perfecta armonía con la preservación del medio ambiente”, declaró Bolsonaro en su discurso de investidura. “De esta forma, todo el sector productivo tendrá un aumento de la eficiencia, con menos regulación y burocracia”, añadió. Las empresas e inversores interesados en este tipo de comercio se están frotando las manos desde que Bolsonaro se dibujó como un posible candidato a la presidencia brasileña. Entre agosto y octubre de este año, durante la polarizada campaña electoral, la deforestación de la Amazonia aumentó casi un 50% en relación al mismo periodo de 2017. Hasta entonces, las tasas de deforestación habían disminuido un 75%.



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Jair Bolsonaro junto a su ministro de Defensa Fernando Azevedo e Silva, en Brasilia. (Reuters)


Cómo Lula redujo la deforestación un 75%
Tasso Azevedo coordinador de MapBiomas y del sistema de estimación de emisiones de gases invernadero (SEEG, por sus siglas en portugués) señala que el sector agropecuario es uno de los principales responsables no solo de la deforestación si no de la emisión de gases efecto invernadero que provocan el cambio climático. El agronegocio, responsable del 23,5% del PIB brasileño, generó el 71% de las actuales emisiones brasileñas en 2017, según este informe del SEEG.

Durante la campaña electoral, la deforestación aumentó casi un 50%

Azevedo fue uno de los coordinadores del Plan Nacional para la Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonia (PPCDAm). Creada en 2004 cuando Marina Silva dirigía el Ministerio de Medio Ambiente durante el primer Gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva (2003-2006) por el Partido de los Trabajadores (PT), esta fue una política decisiva en la protección medioambiental. Desde la puesta en marcha del PPCDAm hasta 2017, las tasas de deforestación disminuyeron un 75%, pasando de 27.700 km2 anuales deforestados para 6.900 km2.

“Durante el primer Gobierno de Lula, Brasil dio un paso decisivo para proteger la Amazonia. Fue en este momento en el que se sentaron las bases para el control de la deforestación”, explica Claudio Ángelo, autor de los libros “Calentamiento Global” y “La espiral de la muerte” y coordinador de comunicación del Observatorio del Clima. Sumada al PPCDAm, Lula estableció en diciembre de 2007 -primer año de su segundo mandato- un decreto presidencial para controlar la deforestación. La medida consistió en impedir a los propietarios de tierras con áreas deforestadas ilegalmente acceder a cualquier tipo de crédito rural como medida de presión. “Este fue el instrumento más eficaz ya adoptado por un Gobierno en Brasil para controlar deforestación”, considera Ángelo, que destaca que el mérito fue de la acción conjunta del Estado y no solo del PT.

Tras tres exitosos años, la deforestación volvió a aumentar en 2008 y el conflicto de intereses entre el Gobierno de Lula y el Ministerio de Medio Ambiente provocó la dimisión de la por entonces ministra Marina Silva, que desde aquel momento se convirtió en oposición política. “La visión desarrollista del PT se hizo más presente en este momento a través de una política de avance sobre la Amazonia con grandes hidroeléctricas, con obras de infraestructuras y con asociaciones entre el Gobierno y grandes empresas de la agropecuaria como la JBS (la mayor empresa de producción de carne de América Latina)”, explica Ángelo.



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Las llamas avanzan en un bosque tropical durante una operación contra la tala ilegal en el estado de Amazonas, Brasil. (Reuters)




A finales del segundo Gobierno de Lula disminuyeron considerablemente las tasas de creación de Unidades de Conservación ambiental y de demarcación de Tierras Indígenas en la Amazonia, dos mecanismos que habían sido claves para garantizar los derechos socioambientales y evitar la ocupación y la tala ilegal. “Todos los casos de especulación y ocupación ilegal de tierras se producen para talar la selva y colocar pasto y ganado”, añade este investigador del Observatorio del Clima que apunta a una degradación más acentuadade las políticas medioambientales con la llegada de Dilma Rousseff a la presidencia en 2011.

Aunque en 2012 Brasil presentó su menor tasa de deforestación de la historia reciente, “Dilma solo recogió los frutos de lo que previamente había sido plantado”, aclara Ángelo, que considera que este fue un gobierno “completamente desarrollista y perjudicial para la Amazonia”. La selva perdió 41 millones de hectáreas después de que Dilma aprobase el nuevo Código Forestal en 2012. La medida redujo de 80% para 50% la proporción de tierra que debe ser reforestada en las propiedades rurales privadas en territorio amazónico, y amnistió toda la tala ilegal que había tenido lugar antes de 2008.

“Lo peor del código florestal es que no fue una política del PT. Fue una política resultado de la alianza entre el Gobierno y la bancada del agronegocio, que tomó más fuerza durante el mandato de Dilma”, alega Ángelo. La falta de apoyos del PT dentro del Congreso era tan profunda que desembocó en la destitución de la Presidenta del Gobierno en 2016. “Esta medida fue el resultado de la presión de ruralistas que nunca aceptaron la ley de conservación de la selva en áreas privadas porque no quieren asumir que sus tierras tengan alguna función social”, explica Ángelo.

El león del agronegocio despierta
“Lo que ni los ruralistas ni el Ministerio de Agricultura parecen haber entendido es que cuando se trata de proteger el medioambiente también se reducen impactos negativos sobre la agricultura y la ganadería”, explica Alice Thuault, directora adjunta del Instituto Centro de Vida (ICV), que actúa en la gobernanza ambiental y creación de políticas públicas desde el estado de Mato Grosso, principal escenario del sector agropecuario brasileño. Para Thuault, Marina Silva fue clave en la creación y aplicación de políticas socioambientales, “nunca un ministro de Medio Ambiente tuvo tanto poder de incidencia en los gobiernos recientes”. No obstante, “la estructura de control de la deforestación que conseguimos construir desde 2004 no es lo suficientemente fuerte para resistir cuando el león se despierta”, afirma Thuault en referencia al estudio que Greenpeace elaboró en 2007 para comparar el crecimiento de la actividad agropecuaria brasileña con los aumentos de la deforestación amazónica.

“Tanto el programa PPCDAm como las misiones de control del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA), dos piezas claves en el control de la tala de la selva, han sufrido importantes reducciones de presupuesto y la situación puede empeorar con Bolsonaro”, declara Thuault. El actual presidente de Brasil ya afirmó que ni las reservas de protección ambiental, ni las tierras indígenas, ni las ONGs ni los órganos de control como el IBAMA, representarán un obstáculo para el desarrollo.

Thuault explica que existen alternativas de producción con menor impacto ambiental, como pueden ser los sistema agroforestales. “Combinando agricultura con la vegetación nativa, el agronegocio puede ganar dinero sin arrasar la selva. Pero la asistencia técnica y los créditos para implantar este modelo dependería del Ministerio de Agricultura”, declara la directora del ICV quien se muestra preocupada con las intenciones de la futura ministra Da Costa. “A pesar de los avances, nunca se consiguió transformar la matriz que provoca la deforestación. Lo que hubo fue un policiamiento y no un cambio de prácticas, ante la mínima señal de flexibilización la deforestación se multiplicará”, añade.

https://www.elconfidencial.com/mund...a-un-antes-y-un-despues-de-bolsonaro_1737594/
 
El geólogo que dejó una petrolera para defender el medio ambiente viviendo en un bosque salvaje


Rick Bass abandonó su trabajo para descubrir la naturaleza salvaje y luchar contra el cambio climático

Autor de Invierno, un clásico del nature writing, dice ser "muy consciente de que todas las maravillas que he experimentado pueden haber desaparecido cuando lleguen las futuras generaciones"

"Necesitamos una nueva historia, una nueva voz sobre el cambio climático. Pero también sancionar y boicotear a las empresas más contaminantes"

Matías de Diego
04/01/2019 - 21:27h
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El escritor Rick Bass en los bosques del valle del Yaak. CEDIDA

Hace 31 años, en el verano de 1987, Rick Bass decidió dejar su trabajo como geólogo en una petrolera de Misisipi (EEUU) y buscar un refugio en plena naturaleza en el que descubrir la vida salvaje del bosque. "Queríamos una tierra de naturaleza extrema, con ese primer y último indicador de privacidad: un lugar en el que poder andar desnudos si nos apeteciera", escribió en Invierno, una suerte de diario sobre su peregrinación hasta el valle del Yaak, en Montana, donde tener un hacha o una pala a mano puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Un lugar en el que los inviernos rozan los treinta grados bajo cero y viven unas 248 personas. Ahora, tres décadas después, el libro se publica en España de la mano de la editorial Errata Naturae.

"Durante toda mi vida he pasado largos periodos de tiempo en los bosques, pero hasta entonces nunca se me había ocurrido la idea de irme a vivir allí", cuenta Bass (Texas, 1958) por correo electrónico a eldiario.es. Tras semanas buscando un lugar ideal, el geólogo y su mujer llegaron a una cabaña en un valle habitado por osos, lobos, coyotes, pumas y alces; sin electricidad ni teléfono ni calles asfaltadas. La naturaleza más salvaje. "Sólo un puñado de gente que vivía allí todo el año, repartida por los bosques y siguiendo el curso del río Yaak".

El relato de cómo tiene que prepararse para hacer frente a la llegada de un invierno extremo le sirve al autor para reflexionar sobre el papel que juega el ser humano en la destrucción de la naturaleza.

"Sentí la necesidad de transmitir la belleza de un lugar intacto", asegura Bass cuando se le pregunta sobre los motivos que le llevaron a escribir un libro que le ha convertido en un referente de la nature writing -la literatura centrada en la naturaleza cuyo máximo exponente fue (y sigue siendo) Henry David Thoreau-. "Necesitábamos recalibrar el tiempo, modificar la relación que teníamos con él y con nosotros mismos. Por eso tomamos la decisión de irnos", cuenta sobre el día en el que él y su mujer decidieron establecerse en la cabaña del valle y alejarse de "la especie humana".

Desde ese primer invierno, el geólogo se ha vuelto "más activo políticamente". Es uno de los fundadores del Yaak Valley Forest Council, un grupo de activistas que trata de frenar la tala indiscriminada de árboles en el valle, y ha escrito numerosos libros y artículos en defensa de la naturaleza en revistas como The New Yorker,The Paris Review o Esquire. "Soy más activo porque soy muy consciente de que todas las maravillas que he experimentado pueden haber desaparecido cuando lleguen las futuras generaciones", explica.

"Dudo mucho de la capacidad de la sociedad para entender que existen, y deben seguir existiendo, ciertos límites cuando hablamos de cambio climático", asegura Bass. Uno de esos límites que dice estamos dejando de respetar es el de la tala indiscriminada de árboles.

"Ha llegado el momento de dejar de talar los bosques primarios. Los talaremos todos, luego vendrán los llantos de siempre, que si más trabajo y más dinero, y ¿dónde estaremos entonces?", escribió ya en los años ochenta. La situación no ha ido a mejor a nivel planetario: según el último informe de la Declaración de Nueva York, en el año 2017 se destruyeron cerca de 30 millones de hectáreas de bosque. El objetivo de los estados firmantes es reducir la pérdida a un máximo de 10 millones de hectáreas para 2020: la ganadería a gran escala y la producción masiva de soja y palma están detrás de gran parte de la deforestación en 2018.

Publicidad negacionista
¿Qué ha fallado en estas tres décadas de la lucha contra el cambio climático? Según Bass, el mensaje de los movimientos ecologistas son "correctos" pero han tenido que enfrentarse "al mundo de la publicidad". "Ese mundo trata de narcotizar a la sociedad para que crea que sus deseos pueden ser saciados en un segundo. Quieren hacernos creer que la condición humana está basada en querer siempre más de lo que tenemos". Donde algunos hablan de marketing, él habla de "entretenimiento industrializado".

La fórmula del escritor y activista para hacer frente a esta narrativa consumista y al discurso que niega sistemáticamente los efectos del cambio climático pasa por inventar nuevas narrativas y el boicot. "Necesitamos una nueva historia, una nueva voz, una nueva narrativa y un objetivo claro. Pero también debemos actuar sobre el mercado, imponiendo sanciones y boicoteando a las empresas que son más contaminantes", explica haciendo un llamamiento a la movilización a nivel local.

¿Es actual el relato de Bass treinta años después? "Describe una experiencia iniciática en la naturaleza salvaje y la relación del ser humano con ella, que ha marcado toda la obra posterior", explica a eldiario.es Rubén Hernández, editor y responsable de la editorial Errata Naturae que ha rescatado este texto en noviembre de 2018 "ahora que nuestro invierno es cada vez menos invierno".

"Tenemos que ser localmente activos y echar una mano desde lejos como cada uno pueda. Por ejemplo, para nuestro grupo vale con que nos mandéis una carta en apoyo a nuestra lucha". Fundado en 1996, el Yaak Valley Forest Council trata de que los políticos estadounidenses y las agencias estatales "escuchen y entienda que necesitamos la naturaleza salvaje". "Si no lo hacemos, puede que el Yaak acabe siendo poco más que una vieja historia", zanja Bass.
https://www.eldiario.es/sociedad/geologo-petrolera-defender-ambiente-viviendo_0_851115412.html
 
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