Lucio Dupuy asesinado por su madre y su pareja en Argentina.

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Hola soy de México y me apareció esta recomendación de vídeo en You tube, y me impacto el asesinato de este niño a manos de su madre y la novia de esta.

Esto ocurrió en Argentina.

Me conmovió muchísimo saber lo que sufrió este inocente a manos de quién lo debía cuidar y proteger.





Caso Lucio Dupuy: el asesinato a golpes de un niño de 5 años que conmociona a Argentina y por el que la madre y su novia están detenidas​

Publicado: 3 Dec 2021 08:37 GMT
Ambas mujeres se encuentran acusadas y bajo prisión preventiva, aisladas del resto de las detenidas para evitar que sean agredidas.
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Twitter @desaparecidaorg
La muerte de Lucio Abel Dupuy, un niño argentino de cinco años que presuntamente fue asesinado a golpes por su madre y su pareja en la provincia de La Pampa, estremece al país.
El pasado viernes 26 de noviembre, el chico fue llevado mal herido por su madre Magdalena Expósito Valenti, de 24 años, y su novia Abigail Páez, de 27 años, a la Unidad Médica Regional de Atuel, donde el personal sanitario intentó reanimarlo. Allí, ante su mal estado, se decidió trasladarlo a otro centro médico, en el que el pequeño terminó falleciendo, informan medios locales.

La autopsia indicó que el menor murió a raíz de "politraumatismos" y de una "hemorragia interna" y que además tenía lesiones de distinta data, entre ellas golpes, quemaduras de cigarrillos y mordeduras. Se informó que Lucio había sufrido recientemente un golpe, que pudo haber sido una patada, y que le afectó la cadera, un glúteo y una pierna. De acuerdo con La Voz, la historia clínica del niño indica que entre diciembre del 2020 y marzo del 2021 ingresó en cinco ocasiones a diferentes centros de salud con fracturas y golpes.
Además, el examen forense reveló que el pequeño fue víctima de abusos sexuales "recientes y también de vieja data", recoge el canal Todo Noticias.

El padre de Lucio​

Por su parte, Christian Dupuy, papá de la víctima, confirmó que mantenía una disputa con su expareja por la custodia del niño, y dijo que a pesar de su insistencia la Justicia le otorgó ese derecho a la mamá.
Dupuy aseguró que no estaba al tanto del maltrato constante al que era sometido su hijo, ya que cuando aparecía con alguna herida en su cuerpo, las mujeres hoy detenidas le decían que se había lastimado jugando.
"La Justicia nunca me escuchó, siempre favoreció a la madre, por más abogados y mediaciones que realicé", dijo el joven en una publicación en su cuenta de Facebook. "Perdóname, hijo, no llegué a tiempo […] Te amo. Perdóname por no poder hacer nada", añadió.

Indignación de los vecinos​

Tras el incidente, tanto la madre del menor como su novia fueron puestas bajo prisión preventiva: la primera es acusada por homicidio agravado por el vínculo y la segunda por homicidio simple. Ambas están detenidas en una dependencia policial de San Luis. Según informó el portal El Chorrillero, Magdalena Expósito Valenti y Abigail Páez se encuentran aisladas y separadas del resto de las detenidas, tras recibir agresiones por parte de otras reclusas.
El asesinato de Lucio desató la indignación de los residentes locales, que marcharon el pasado domingo en la ciudad de Santa Rosa, así como en General Pico, de donde era oriundo el niño, informa Perfil. Cuando los manifestantes llegaron a las puertas de la Comisaría Sexta de la capital de La Pampa, comenzaron los disturbios: fueron incendiados al menos tres vehículos patrulleros y se lanzaron piedras al edificio. "¡Queremos justicia!", gritaban los vecinos.
Otra movilizaciones en reclamo de justicia por el crimen tuvieron lugar este jueves frente a la Unidad 1 del Servicio Penitenciario, donde están detenidas las acusadas. Mientras, una segunda marcha está convocada para este viernes en toda la provincia de San Luis para manifestarse en silencio.
 
Última edición:
Que horror acabo de verlo
Salió la sentencia cadena perpetua para las dos asesinas .
La novia de la madre violo al niño además de todo .
Decia que se sentía hombre y tomaba hormonas masculinas para que le rebajen la pena pq la testosterona le hacía ser violenta ...

Ojala la metan en una cárcel de hombres ahí va a saber lo que vale un peine .
 
¿Pero los médicos que lo visitaron en la sala de emergencias una y dos y tres no entendieron?
Lo llevaban a distintos hospitales cada vez. De todas maneras, hay lesiones más sospechosas que otras... uno pensaría que los médicos estarían alertas, pero lamentablemente no fue así en este caso.

Aprovecho el post para comentar que una ONG ha solicitado investigar a la jueza que dio la tenencia a la madre del niño. Le atribuyen mal desempeño e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Al parecer, cuando el niño vivía con la familia paterna y la madre y su pareja iban a buscarlo, se suscitaban discusiones y había llamados a la policía y luego no respetaban los tiempos para regresarlo. Además al momento de solicitar y obtener la custodia, la madre no tenía trabajo. Aducen que la jueza debería haber considerado todos estos factores.
 
No conocía este caso.... Qué horror, que pena, que impotencia, que..... todo. Un@ niñ@ nunca debería de pasar por algo así, es muy injusto que algun@s sufran abusos, maltratos o incluso acaben con su vida.... La infancia se supone es la etapa más bonita de la vida 😔 La protección para con ell@s muchas veces brilla por su ausencia.
Espero que esas 2 HDP sufran lo indecible en sus carnes y nunca puedan vivir tranquilas.
 
¿Pero los médicos que lo visitaron en la sala de emergencias una y dos y tres no entendieron?
Como ya han comentado lo llevaban a distintos hospitales precisamente para no levantar sospechas, aunque en mi opinión deberían haber saltado igualmente las alarmas ya que en La Pampa, provincia donde vivían, el sistema de salud está informatizado. Hubiera bastado con que cualquiera de esos médicos hubiera accedido al historial del niño en un ordenador para ver que había requerido atención médica por lesiones cinco veces en sólo tres meses, mientras que durante los dos años anteriores que Lucio vivió con la familia paterna solamente fue al hospital por una otitis, porque estuvo en una pileta y tenía agua en el oído.

Por desgracia no fueron sólo los médicos los que podían haber evitado la muerte de Lucio y es precisamente esta cuestión lo que convierte este crimen en un caso terrible que me ha hecho reflexionar sobre la sociedad podrida y cobarde en la que vivimos, sobre la falta de valores y empatía que reina entre nosotros, haciendo que todo el mundo haya mirado hacia otro lado mientras un niño de sólo cinco años era torturado y abusado física y psicológicamente de forma reiterada durante muchos meses.

Dejo a continuación un resumen del caso y envío desde aquí mi más sentido pésame a la familia de Lucio, no puedo ni imaginar el dolor y el sufrimiento por el que han pasado y están pasando, y deseo que los dos infraseres que le quitaron la vida y la dignidad a este angelito se pudran en la cárcel el resto de sus vidas.



Lucito, como lo llama su abuelo, nació el 5 de julio de 2016 en la ciudad de General Pico, provincia de La Pampa, aunque desde el principio vivió en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires, donde su padre Cristian Dupuy trabajaba. En 2017 sus padres se separan y el niño se va a vivir con su madre Magdalena Espósito a la ciudad de Santa Rosa, también en La Pampa, situada a 147 km de General Pico donde los abuelos y los tíos paternos de Lucio viven. Por la cercanía entre ambas ciudades, Magdalena dejaba al niño esporádicamente al cuidado de la familia paterna hasta que en 2018, ya en pareja con Abigail Páez, se fue de mochilera por distintos lugares de Argentina y Lucio quedó al cuidado de sus tíos, Maximiliano Dupuy y Leticia Hidalgo, conviviendo con ellos y sus primas durante unos dos años. En julio de 2020 debido a las restricciones por la pandemia Magdalena y Abigail regresan a Santa Rosa y reclaman la tutela de Lucio, que había sido otorgada a Maximiliano y Leticia. El abandono de Lucio por parte de Magdalena durante los dos años que se fue de mochilera no supuso un impedimento para que la jueza Ana Clara Pérez Ballester dejara sin efecto la tutela otorgada a los tíos y restituyera el niño a su madre, de tal forma que Lucio deja General Pico y se va a vivir con Magdalena y Abigail a Santa Rosa. [fuente]

Cuenta el abuelo paterno, Ramón Dupuy, que la jueza Clara Pérez Ballester no le hizo un seguimiento, no le preguntó dónde iba a vivir, con qué lo iban a mantener, con quién iba a estar el nene, después de dos años de mochilera la madre vino, lo reclamó y se lo dio de un día para otro. Con una firma en un papel, sin leer el expediente, sentenció a Lucio a muerte. La decisión de esta jueza sería sólo el primero de una cadena de fallos en el sistema y la sociedad que acabaría con la vida del pequeño angelito.

El 15 de diciembre del 2020 Lucio fue atendido en el Hospital Evita de Santa Rosa por traumatismos en miembro superior. Tres días después, el 18 de diciembre, volvió a ser atendido en el Hospital Molas por Fractura de muñeca y mano. El 22 de enero ya del 2021, fue atendido en una posta de salud del barrio Río Ateuel, nuevamente por un traumatismo en uno de sus brazos. El 1 de febrero ingresó otra vez al Hospital Evita de Santa Rosa por traumatismos en el cuerpo. Menos de dos meses luego de esa atención, el 23 de marzo, volvió a entrar al Evita, esta vez por deformidad en un dedo a raíz de una fractura ósea. En este último caso, alguien le había tirado el dedo para atrás hasta rompérselo. Como dije, este sería el segundo fallo del sistema, pues ningún médico consultó el historial de Lucio, acción que podría haber levantado las sospechas sobre el maltrato que el niño estaba sufriendo. [fuente]

De esta etapa son los horribles mensajes entre Magdalena y Abigail que se conocerían con posterioridad durante la investigación del crimen, de los que se desprende que Lucio faltaba asiduamente al jardín de infancia, además de poner de relieve el maltrato físico y psicológico al que lo sometían. Ellas lo mantenían en casa para que nadie pudiera ver los moretones y heridas que el niño tenía en su cuerpo, pero estas faltas de asistencia así como los dibujos que Lucio hacía en el jardín de infancia representando el calvario por el que estaba pasando en su casa, tampoco hicieron saltar las alarmas entre los trabajadores del centro, suponiendo el tercer fallo del sistema en esta historia de terror.

El 25 agosto de 2021 la vecina de Magdalena y Abigail contó que desde su habitación escuchaba los golpes que en la tarde de ese día estaba recibiendo Lucio. Lejos de ignorarlos, decidió actuar. La vecina le escribió a su hermano para que la ayude a llamar a la policía. En esa conversación, la mujer le pide a su familiar que llame a la policía por la situación violenta que estaba escuchando en la casa de Lucio. “¿Me llamás a la policía? Que yo tengo el parlante roto. Porque le están pegando al nene de al lado”, escribió la vecina. Del otro lado, le responden que la policía ya estaba en camino. La mujer sigue la charla y agrega: “Todos los días llega del jardín y la novia de la mamá lo caga a palos. Les golpee la pared porque se escucha todo desde mi pieza y en la calle también”. Mientras el hermano de la mujer le repite que la policía estaba —teóricamente— en camino, la testigo que declaró posteriormente en el juicio le da más detalles del horror. Le comenta una frase que escuchó en la que una de las ahora acusadas le habla a la otra. “Le dice: ‘Sacale la ropa y cagalo a palos, dejalo marcado porque lo mato yo’”. [fuente]

La Policía no llegó al lugar, supuestamente por tener mal la dirección, sin embargo en una entrevista concedida por esta vecina, ella explica que el error en la dirección fue por un sólo número, que la patrulla cuando llegó llamó en la casa de enfrente diciendo que alguien había denunciado que estaban golpeando a un niño y que la vecina de esa otra casa les indicó desde la ventana de qué casa se trataba, que ella misma también les señaló desde su ventana la casa donde vivía Lucio con Magdalena y Abigail. El motivo por el cual la policía no acudió finalmente a la casa correcta lo desconozco, pero supone un fallo más del sistema, el cuarto en la cadena de errores que tres meses después de este incidente tendría el desenlace fatal.

El 26 noviembre de 2021 tras salir del jardín de infancia y según sostuvo la acusación posteriormente en el juicio, Lucio fue agredido física y sexualmente por Magdalena y Abigail entre las 17:30 y las 19:40 de esa tarde en la casa donde los tres vivían. A las 19:40 Abigail llevó a Magdalena a su trabajo y ambas dejaron sólo a Lucio. Según Ramón Dupuy cuando Abigail regresa de nuevo a la casa le tira un balde de agua a Lucio para reanimarlo, pero ya estaba muerto. A las 21:26 Abigail salió de la casa con Lucio en brazos, dato confirmado por la cámara de seguridad de una vecina, y se dirigió a la posta sanitaria del barrio Río Atuel: estaba cerrada. La mujer acudió, entonces, a policías apostados en la sede la Unidad Regional de la capital pampeana, frente a la salita. Los efectivos se negaron a atenderlo y a trasladarlo. Abigail se cruzó entonces con un hombre que intentó ayudarla. Era un vecino de la zona que intentó hacerle RCP al nene. En esa oportunidad, el hombre le preguntó qué había pasado y la novia de la madre le respondió que habían “entrado ladrones” y que le “habían pegado” al chiquito. Por supuesto, era toda una mentira. El testigo luego declaró esa situación ante la justicia. Abigaíl no fue la única que dijo eso, también la progenitora de Lucio, Magdalena Espósito, repitió la misma mentira.

Otros vecinos lo llevaron al hospital Evita, según reveló Clarín. Llegaron poco después de las 21.30, donde el médico Hugo Argüello recibió al niño. Tenía vómito y sangre en la boca, un gran moretón en el glúteo derecho y golpes por todo el cuerpo. Intentó reanimarlo pero ya era tarde. Argüello certificó la muerte a las 21.45. Es decir, 19 minutos desde que Abigail Páez salió de su casa cargando al niño. Cuando le informaron que Lucio murió, Páez fue a buscar a Espósito a su trabajo: las cámaras la registraron en el hotel Casino Club -donde trabajaba la madre de Lucio- a las 21.59. Había entrado a trabajar a las 19.57. Ambas fueron al hospital Evita y fueron detenidas horas más tarde, la madrugada del 27 de noviembre, en la propiedad en la que vivían con el menor. Cuando la Policía llegó al lugar había un televisor tirado en la cama y la ropa revuelta. Se trataba de una escena preparada, confirmó la investigación.

El 10 de noviembre de 2022 comenzó el juicio y en la cuarta audiencia del debate oral se presentaron las pruebas derivadas de la autopsia, expuesta por Juan Carlos Toulouse, el médico que realizó el estudio del cuerpo de Lucio. Ante los magistrados, Toulouse reafirmó que el niño falleció a causa de una ‘feroz golpiza’ y que presentaba ‘lesiones en varias partes del cuerpo’, según informaron fuentes judiciales. Aseguró que había sido víctima de abusos sexuales ‘recientes y de vieja data’, al mismo tiempo que presentaba ‘un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días’”. “Hubo una agresión puntual que le provocó la muerte”, según la autopsia presentada en la causa. Lucio murió a raíz de una hemorragia interna provocada por una paliza. Además de los signos de abuso, presentó quemaduras y mordidas. El documento de autopsia también evidenció que Lucio tenía la suela de una zapatilla marcada en la espalda. Gracias a una pericia scopométrica, se determinó que el calzado le pertenecía a Abigaíl Páez, la novia de la madre. “Abigail Páez lo pisó con tanta fuerza en su espaldita que, probablemente, le reventó el corazón junto a distintos órganos”, revelaron los médicos que hablaron en el juicio.

Uno de los puntos más aberrantes expuestos en el juicio, tuvo que ver con el abuso sexual que sufrió Lucio. Su cuerpo evidenciaba, según los especialistas, “signos compatibles con abuso sexual”. Pero no fue lo único. En el allanamiento realizado a la casa de la imputadas, ubicada sobre la calle Allan Kardec de Santa Rosa, luego del asesinato se secuestraron distintos elementos. Además de la ropa de la víctima y las acusadas, los investigadores se llevaron una serie de juguetes sexuales. Los estudios de ADN posteriores sobre esos elementos arrojaron que contenían rastros genéticos de la madre del nene y su novia pero, además, de Lucio. El examen al cuerpo de Lucio arrojó que su muerte se había producido tres horas antes del momento en que lo llevaron al hospital (sobre las 18:30). Por lo tanto, Lucio murió, o por lo menos estaba agonizante, al momento en que tanto Magdalena como Abigail estaban con él en casa, hecho que desmontaría el testimonio de Magdalena cuando afirmó que se despidió de Lucio esa tarde antes de irse a trabajar y que el niño todavía estaba con vida. [fuente]

El 2 de febrero de 2023 el juicio llegó a su fin y los jueces de Tribunal de Audiencias de Santa Rosa, La Pampa, declararon culpables a la madre, Magdalena Espósito Valenti, y a la novia de ella, Abigaíl Páez, de los delitos de homicidio agravado. Para los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez no hay dudas: ambas mujeres fueron las asesinas. En terminos técnicos, Valenti fue considerada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento. Páez fue declarada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento, en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado. Espósito Valenti, que también había sido acusada de abuso sexual, fue absuelta por este delito por el beneficio de la duda, lo que generó sorpresa en la querella y el malestar de organizaciones sociales que estuvieron presentes en la audiencia. [fuente]

La lectura de la pena y los años de prisión que deberán cumplir Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez por el asesinato y abuso sexual contra Lucio Dupuy no se realizará mañana lunes 13 de febrero como estaba previsto. Este lunes a las 8 se escucharán las apelaciones de los fiscales, la querella particular y los defensores de las acusadas, por lo que todavía no se sabrá cuál es la sentencia que recibirán las acusadas. Aunque todo hace suponer que será la pena máxima de prisión perpetua. La fiscal Verónica Ferrero y sus colegas Walter Martos y Marcos Sacco apelarán este lunes 13 el fallo, y pedirán que la madre también sea condenada por abuso sexual ultrajante. El abogado querellante, José Mario Aguerrido, también apelará esa absolución. Otro elemento de la apelación del querellante (quien representa al padre de Lucio, Christian Dupuy) es el asesinato del nene como crimen de odio, por su condición de varón. La defensora oficial Silvina Blanco, quien representa a Páez, insistirá con sus argumentos defensivos de cuestionar parte de la autopsia del médico Juan Carlos Toulousse y encuadrar el hecho en un homicidio preterintencional, además de pedir la absolución del abuso sexual por la "duda razonable". El defensor Pablo de Biasi, por el lado de Espósito, pedirá la absolución de su clienta por el delito de homicidio agravado al sostener que no estuvo en el momento de la agresión que le produjo la muerte. Además considera que el hecho debe encuadrarse en un caso de violencia de género (física, psicológica y económica) por la supuesta violencia del padre Christian Dupuy hacia la madre. [fuente]

Para terminar dejo una reflexión sobre el motivo por el cual el caso de Lucio apenas ha tenido repercusión en comparación con el de Fernando Báez, también en Argentina, cuando los juicios han coincidido prácticamente en el tiempo. Ambos casos tienen hilo en el foro y sin embargo en el número de respuestas de uno y otro hay una gran diferencia. ¿Por qué? ¿Será porque los medios de comunicación no quieren hacerse responsables de un caso como el de Lucio en que todo el sistema y la sociedad falló?
 
Como ya han comentado lo llevaban a distintos hospitales precisamente para no levantar sospechas, aunque en mi opinión deberían haber saltado igualmente las alarmas ya que en La Pampa, provincia donde vivían, el sistema de salud está informatizado. Hubiera bastado con que cualquiera de esos médicos hubiera accedido al historial del niño en un ordenador para ver que había requerido atención médica por lesiones cinco veces en sólo tres meses, mientras que durante los dos años anteriores que Lucio vivió con la familia paterna solamente fue al hospital por una otitis, porque estuvo en una pileta y tenía agua en el oído.

Por desgracia no fueron sólo los médicos los que podían haber evitado la muerte de Lucio y es precisamente esta cuestión lo que convierte este crimen en un caso terrible que me ha hecho reflexionar sobre la sociedad podrida y cobarde en la que vivimos, sobre la falta de valores y empatía que reina entre nosotros, haciendo que todo el mundo haya mirado hacia otro lado mientras un niño de sólo cinco años era torturado y abusado física y psicológicamente de forma reiterada durante muchos meses.

Dejo a continuación un resumen del caso y envío desde aquí mi más sentido pésame a la familia de Lucio, no puedo ni imaginar el dolor y el sufrimiento por el que han pasado y están pasando, y deseo que los dos infraseres que le quitaron la vida y la dignidad a este angelito se pudran en la cárcel el resto de sus vidas.



Lucito, como lo llama su abuelo, nació el 5 de julio de 2016 en la ciudad de General Pico, provincia de La Pampa, aunque desde el principio vivió en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires, donde su padre Cristian Dupuy trabajaba. En 2017 sus padres se separan y el niño se va a vivir con su madre Magdalena Espósito a la ciudad de Santa Rosa, también en La Pampa, situada a 147 km de General Pico donde los abuelos y los tíos paternos de Lucio viven. Por la cercanía entre ambas ciudades, Magdalena dejaba al niño esporádicamente al cuidado de la familia paterna hasta que en 2018, ya en pareja con Abigail Páez, se fue de mochilera por distintos lugares de Argentina y Lucio quedó al cuidado de sus tíos, Maximiliano Dupuy y Leticia Hidalgo, conviviendo con ellos y sus primas durante unos dos años. En julio de 2020 debido a las restricciones por la pandemia Magdalena y Abigail regresan a Santa Rosa y reclaman la tutela de Lucio, que había sido otorgada a Maximiliano y Leticia. El abandono de Lucio por parte de Magdalena durante los dos años que se fue de mochilera no supuso un impedimento para que la jueza Ana Clara Pérez Ballester dejara sin efecto la tutela otorgada a los tíos y restituyera el niño a su madre, de tal forma que Lucio deja General Pico y se va a vivir con Magdalena y Abigail a Santa Rosa. [fuente]

Cuenta el abuelo paterno, Ramón Dupuy, que la jueza Clara Pérez Ballester no le hizo un seguimiento, no le preguntó dónde iba a vivir, con qué lo iban a mantener, con quién iba a estar el nene, después de dos años de mochilera la madre vino, lo reclamó y se lo dio de un día para otro. Con una firma en un papel, sin leer el expediente, sentenció a Lucio a muerte. La decisión de esta jueza sería sólo el primero de una cadena de fallos en el sistema y la sociedad que acabaría con la vida del pequeño angelito.

El 15 de diciembre del 2020 Lucio fue atendido en el Hospital Evita de Santa Rosa por traumatismos en miembro superior. Tres días después, el 18 de diciembre, volvió a ser atendido en el Hospital Molas por Fractura de muñeca y mano. El 22 de enero ya del 2021, fue atendido en una posta de salud del barrio Río Ateuel, nuevamente por un traumatismo en uno de sus brazos. El 1 de febrero ingresó otra vez al Hospital Evita de Santa Rosa por traumatismos en el cuerpo. Menos de dos meses luego de esa atención, el 23 de marzo, volvió a entrar al Evita, esta vez por deformidad en un dedo a raíz de una fractura ósea. En este último caso, alguien le había tirado el dedo para atrás hasta rompérselo. Como dije, este sería el segundo fallo del sistema, pues ningún médico consultó el historial de Lucio, acción que podría haber levantado las sospechas sobre el maltrato que el niño estaba sufriendo. [fuente]

De esta etapa son los horribles mensajes entre Magdalena y Abigail que se conocerían con posterioridad durante la investigación del crimen, de los que se desprende que Lucio faltaba asiduamente al jardín de infancia, además de poner de relieve el maltrato físico y psicológico al que lo sometían. Ellas lo mantenían en casa para que nadie pudiera ver los moretones y heridas que el niño tenía en su cuerpo, pero estas faltas de asistencia así como los dibujos que Lucio hacía en el jardín de infancia representando el calvario por el que estaba pasando en su casa, tampoco hicieron saltar las alarmas entre los trabajadores del centro, suponiendo el tercer fallo del sistema en esta historia de terror.

El 25 agosto de 2021 la vecina de Magdalena y Abigail contó que desde su habitación escuchaba los golpes que en la tarde de ese día estaba recibiendo Lucio. Lejos de ignorarlos, decidió actuar. La vecina le escribió a su hermano para que la ayude a llamar a la policía. En esa conversación, la mujer le pide a su familiar que llame a la policía por la situación violenta que estaba escuchando en la casa de Lucio. “¿Me llamás a la policía? Que yo tengo el parlante roto. Porque le están pegando al nene de al lado”, escribió la vecina. Del otro lado, le responden que la policía ya estaba en camino. La mujer sigue la charla y agrega: “Todos los días llega del jardín y la novia de la mamá lo caga a palos. Les golpee la pared porque se escucha todo desde mi pieza y en la calle también”. Mientras el hermano de la mujer le repite que la policía estaba —teóricamente— en camino, la testigo que declaró posteriormente en el juicio le da más detalles del horror. Le comenta una frase que escuchó en la que una de las ahora acusadas le habla a la otra. “Le dice: ‘Sacale la ropa y cagalo a palos, dejalo marcado porque lo mato yo’”. [fuente]

La Policía no llegó al lugar, supuestamente por tener mal la dirección, sin embargo en una entrevista concedida por esta vecina, ella explica que el error en la dirección fue por un sólo número, que la patrulla cuando llegó llamó en la casa de enfrente diciendo que alguien había denunciado que estaban golpeando a un niño y que la vecina de esa otra casa les indicó desde la ventana de qué casa se trataba, que ella misma también les señaló desde su ventana la casa donde vivía Lucio con Magdalena y Abigail. El motivo por el cual la policía no acudió finalmente a la casa correcta lo desconozco, pero supone un fallo más del sistema, el cuarto en la cadena de errores que tres meses después de este incidente tendría el desenlace fatal.

El 26 noviembre de 2021 tras salir del jardín de infancia y según sostuvo la acusación posteriormente en el juicio, Lucio fue agredido física y sexualmente por Magdalena y Abigail entre las 17:30 y las 19:40 de esa tarde en la casa donde los tres vivían. A las 19:40 Abigail llevó a Magdalena a su trabajo y ambas dejaron sólo a Lucio. Según Ramón Dupuy cuando Abigail regresa de nuevo a la casa le tira un balde de agua a Lucio para reanimarlo, pero ya estaba muerto. A las 21:26 Abigail salió de la casa con Lucio en brazos, dato confirmado por la cámara de seguridad de una vecina, y se dirigió a la posta sanitaria del barrio Río Atuel: estaba cerrada. La mujer acudió, entonces, a policías apostados en la sede la Unidad Regional de la capital pampeana, frente a la salita. Los efectivos se negaron a atenderlo y a trasladarlo. Abigail se cruzó entonces con un hombre que intentó ayudarla. Era un vecino de la zona que intentó hacerle RCP al nene. En esa oportunidad, el hombre le preguntó qué había pasado y la novia de la madre le respondió que habían “entrado ladrones” y que le “habían pegado” al chiquito. Por supuesto, era toda una mentira. El testigo luego declaró esa situación ante la justicia. Abigaíl no fue la única que dijo eso, también la progenitora de Lucio, Magdalena Espósito, repitió la misma mentira.

Otros vecinos lo llevaron al hospital Evita, según reveló Clarín. Llegaron poco después de las 21.30, donde el médico Hugo Argüello recibió al niño. Tenía vómito y sangre en la boca, un gran moretón en el glúteo derecho y golpes por todo el cuerpo. Intentó reanimarlo pero ya era tarde. Argüello certificó la muerte a las 21.45. Es decir, 19 minutos desde que Abigail Páez salió de su casa cargando al niño. Cuando le informaron que Lucio murió, Páez fue a buscar a Espósito a su trabajo: las cámaras la registraron en el hotel Casino Club -donde trabajaba la madre de Lucio- a las 21.59. Había entrado a trabajar a las 19.57. Ambas fueron al hospital Evita y fueron detenidas horas más tarde, la madrugada del 27 de noviembre, en la propiedad en la que vivían con el menor. Cuando la Policía llegó al lugar había un televisor tirado en la cama y la ropa revuelta. Se trataba de una escena preparada, confirmó la investigación.

El 10 de noviembre de 2022 comenzó el juicio y en la cuarta audiencia del debate oral se presentaron las pruebas derivadas de la autopsia, expuesta por Juan Carlos Toulouse, el médico que realizó el estudio del cuerpo de Lucio. Ante los magistrados, Toulouse reafirmó que el niño falleció a causa de una ‘feroz golpiza’ y que presentaba ‘lesiones en varias partes del cuerpo’, según informaron fuentes judiciales. Aseguró que había sido víctima de abusos sexuales ‘recientes y de vieja data’, al mismo tiempo que presentaba ‘un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días’”. “Hubo una agresión puntual que le provocó la muerte”, según la autopsia presentada en la causa. Lucio murió a raíz de una hemorragia interna provocada por una paliza. Además de los signos de abuso, presentó quemaduras y mordidas. El documento de autopsia también evidenció que Lucio tenía la suela de una zapatilla marcada en la espalda. Gracias a una pericia scopométrica, se determinó que el calzado le pertenecía a Abigaíl Páez, la novia de la madre. “Abigail Páez lo pisó con tanta fuerza en su espaldita que, probablemente, le reventó el corazón junto a distintos órganos”, revelaron los médicos que hablaron en el juicio.

Uno de los puntos más aberrantes expuestos en el juicio, tuvo que ver con el abuso sexual que sufrió Lucio. Su cuerpo evidenciaba, según los especialistas, “signos compatibles con abuso sexual”. Pero no fue lo único. En el allanamiento realizado a la casa de la imputadas, ubicada sobre la calle Allan Kardec de Santa Rosa, luego del asesinato se secuestraron distintos elementos. Además de la ropa de la víctima y las acusadas, los investigadores se llevaron una serie de juguetes sexuales. Los estudios de ADN posteriores sobre esos elementos arrojaron que contenían rastros genéticos de la madre del nene y su novia pero, además, de Lucio. El examen al cuerpo de Lucio arrojó que su muerte se había producido tres horas antes del momento en que lo llevaron al hospital (sobre las 18:30). Por lo tanto, Lucio murió, o por lo menos estaba agonizante, al momento en que tanto Magdalena como Abigail estaban con él en casa, hecho que desmontaría el testimonio de Magdalena cuando afirmó que se despidió de Lucio esa tarde antes de irse a trabajar y que el niño todavía estaba con vida. [fuente]

El 2 de febrero de 2023 el juicio llegó a su fin y los jueces de Tribunal de Audiencias de Santa Rosa, La Pampa, declararon culpables a la madre, Magdalena Espósito Valenti, y a la novia de ella, Abigaíl Páez, de los delitos de homicidio agravado. Para los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez no hay dudas: ambas mujeres fueron las asesinas. En terminos técnicos, Valenti fue considerada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento. Páez fue declarada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento, en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado. Espósito Valenti, que también había sido acusada de abuso sexual, fue absuelta por este delito por el beneficio de la duda, lo que generó sorpresa en la querella y el malestar de organizaciones sociales que estuvieron presentes en la audiencia. [fuente]

La lectura de la pena y los años de prisión que deberán cumplir Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez por el asesinato y abuso sexual contra Lucio Dupuy no se realizará mañana lunes 13 de febrero como estaba previsto. Este lunes a las 8 se escucharán las apelaciones de los fiscales, la querella particular y los defensores de las acusadas, por lo que todavía no se sabrá cuál es la sentencia que recibirán las acusadas. Aunque todo hace suponer que será la pena máxima de prisión perpetua. La fiscal Verónica Ferrero y sus colegas Walter Martos y Marcos Sacco apelarán este lunes 13 el fallo, y pedirán que la madre también sea condenada por abuso sexual ultrajante. El abogado querellante, José Mario Aguerrido, también apelará esa absolución. Otro elemento de la apelación del querellante (quien representa al padre de Lucio, Christian Dupuy) es el asesinato del nene como crimen de odio, por su condición de varón. La defensora oficial Silvina Blanco, quien representa a Páez, insistirá con sus argumentos defensivos de cuestionar parte de la autopsia del médico Juan Carlos Toulousse y encuadrar el hecho en un homicidio preterintencional, además de pedir la absolución del abuso sexual por la "duda razonable". El defensor Pablo de Biasi, por el lado de Espósito, pedirá la absolución de su clienta por el delito de homicidio agravado al sostener que no estuvo en el momento de la agresión que le produjo la muerte. Además considera que el hecho debe encuadrarse en un caso de violencia de género (física, psicológica y económica) por la supuesta violencia del padre Christian Dupuy hacia la madre. [fuente]

Para terminar dejo una reflexión sobre el motivo por el cual el caso de Lucio apenas ha tenido repercusión en comparación con el de Fernando Báez, también en Argentina, cuando los juicios han coincidido prácticamente en el tiempo. Ambos casos tienen hilo en el foro y sin embargo en el número de respuestas de uno y otro hay una gran diferencia. ¿Por qué? ¿Será porque los medios de comunicación no quieren hacerse responsables de un caso como el de Lucio en que todo el sistema y la sociedad falló?
Que horror, que tristeza, pobrecito... No puedo poner nada, se me saltan las lágrimas.
 
Que horror, que tristeza, pobrecito... No puedo poner nada, se me saltan las lágrimas.
Te comprendo, es muy duro y a mí también se me saltan las lágrimas. Lucito ya está en el cielo y nada podemos hacer para remediar eso. Pienso que lo único que podemos hacer es condenar lo que pasó y reflexionar sobre cómo podemos mejorar como sociedad para dejarles a nuestros hijos un futuro mejor. Ser conscientes de la pérdida de valores y empatía que reina hoy en día para intentar remediarlo. Condenar actitudes como la de la jueza que otorgó la custodia a la madre, porque todos podemos cometer errores, pero esta señora, tras la muerte de Lucio, ni siquiera ha reconocido su error ni se ha molestado en llamar a la familia del niño. Condenar la dejadez y pasotismo, como la de la policía, que no se molestó ese día de agosto en buscar la casa correcta donde estaban maltratando a un niño, pudiendo haber salvado la vida de Lucio. Debemos aprender de nuestros errores, reflexionar sobre la sociedad individualista que estamos fomentando, por eso a pesar de lo doloroso que es, es importante recordar este caso y muchos otros parecidos para que si algún día nos vemos en una situación parecida, no miremos hacia otro lado.

Gracias por tu respuesta, te mando un gran abrazo.
 
Te comprendo, es muy duro y a mí también se me saltan las lágrimas. Lucito ya está en el cielo y nada podemos hacer para remediar eso. Pienso que lo único que podemos hacer es condenar lo que pasó y reflexionar sobre cómo podemos mejorar como sociedad para dejarles a nuestros hijos un futuro mejor. Ser conscientes de la pérdida de valores y empatía que reina hoy en día para intentar remediarlo. Condenar actitudes como la de la jueza que otorgó la custodia a la madre, porque todos podemos cometer errores, pero esta señora, tras la muerte de Lucio, ni siquiera ha reconocido su error ni se ha molestado en llamar a la familia del niño. Condenar la dejadez y pasotismo, como la de la policía, que no se molestó ese día de agosto en buscar la casa correcta donde estaban maltratando a un niño, pudiendo haber salvado la vida de Lucio. Debemos aprender de nuestros errores, reflexionar sobre la sociedad individualista que estamos fomentando, por eso a pesar de lo doloroso que es, es importante recordar este caso y muchos otros parecidos para que si algún día nos vemos en una situación parecida, no miremos hacia otro lado.

Gracias por tu respuesta, te mando un gran abrazo.
Muchas gracias por tu escrito, somos una sociedad bien egoísta, a Lucio le falló el sistema, como bien dices de la jueza, policía que podría haber hecho algo, médicos al ir a diferentes hospitales y no comprobar historial, jardín de infancia... No puedo ponerme en el lugar de como lo estén pasando los que le querían viendo además sus lesiones, los mensajes entre la madre y su pareja, es un horror todo... Que importante lo que dices de no mirar para otro lado.
Un abrazo.
 
Esa carita de un niño precioso que tuvo que sufrir tanto en su corta vida...Malditas las dos, la madre por tolerarlo y la novia por maltratarlo de esa manera. Y,como han comentado otras primas, a ese pobre nene le fallaron muchas personas, no solo su familia....un maltrato así continuado es visible y nadie llegó a tiempo. Ni vecinos, ni la escuela, ni los médicos, ni la justicia....

No sé cuál sería la motivación de esas dos desgraciadas para cometer semejante atrocidad, pero si el niño "te estorba" para hacer tu vida y no quieres renunciar a la custodia ni se lo quieres dar al padre por cabezonería, déjalo con otros familiares al menos que lo cuiden.

Ojalá que les hagan imposible la vida en prisión cada segundo de sus putrefactas vidas y, aún así, es una caricia de castigo porque no puedo poner aquí lo que pienso que se merecen.
Proyecto nuevo (31).jpg
 
Hay gente que de verdad se merecen que las dejen en la plaza del pueblo/ciudad y el pueblo haga lo que crea conveniente y sí, suena cruel, pero más crueles fueron ellas con alguien indefenso. Y espero que todos los que fallaron a este pobre angelito no vuelvan a dormir bien el resto de su vida.

Siento hablar con tanta maldad pero estos casos me rompen el alma
 
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