Lo que el HOLA no cuenta

Lo de gijonenca fue un mote que le puso Camina, que era tremenda para los motes, a Eugenia le llamaba "la bajita plateá", parafraseando el grupo de música Navajita plateá, en alusión a su estatura y su plata.
Lo de gijonenca viene de Gijón y podenca, recordáis que Blanca se hacía llamar La Perra ?

La Jijonenca es una marca antigua de turrones fabricados en Jijona, Alicante,

En este caso está usado de forma irónica
 
Rafael Romero, padre de Blanca, tras testificar como testigo en el Tribunal Eclesiástico de Madrid con respecto al proceso de nulidad eclesiástica de su hija, Blanca Romero, y el torero: "Veo muy difícil que les den la nulidad matrimonial. Blanca está muy indignada, tan enfadada que hasta me ha prohibido que viniera a declarar"
 
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Paquirri se iba a separar de Isabel Pantoja

Paquirri llamó la noche antes de morir a Santi Arriazu, su mano derecha, y le dijo que había tomado la decisión de que a su vuelta de Estados Unidos se iba a separar de Isabel Pantoja.

Antonio Rivera, hermano de Paquirri, contó que antes de la cogida fatal, su hermano le dijo que iba a cambiar su testamento para favorecer más a su padre y hermanos en detrimento de Isabel

Luis Lara, amigo íntimo, dijo que era verdad que Paquirri quería separarse y que era por "amistades de ella que sorprendieron al torero" y de "cosas raras de ella que le habían dicho".

Es quiza por esas " amistades de ella que sorprendieron al torero " que Kiko Rivera no se parece a Paquirri en el blanco del ojo ?
 
Tita Cervera, la mentirosa

Dice que nació en la calle Pedralbes de la localidad barcelonesa de Sitges, lo cierto es que nació en la calle Princesa número 55 de Ciutat Bella. Su madre, a la que todos conocen como Carmen Fernández de la Guerra, se llamaba en realidad Carmen Fernández Álvarez con lo que, su supuesto cargo nobiliario herencia de Garcilaso, no sería auténtico.

Tita contrató a Concha Calleja para que publicara al respecto de su vida, pero Calleja se encontró con la negativa de Tita en el mismo momento en el que ésta descubrió el rigor de la periodista a la hora de contrastar los datos que necesitaba para trabajar. Así, la amabilidad con la que en principio fue recibida Concha cambió de repente al recibir la llamada de Inmaculada Spencer, secretaria de la baronesa, desautorizándole a unas intenciones literarias a través de las que incluso se llegó a saber que, un cuadro de Zurbarán que se exponía en el Monasterio de Pedralbes, era falso.

Teo Lozano y Goya Ruíz destaparon el escándalo de que, presa de la desconfianza, Carmen Cervera mandó investigar a su nuera, Blanca Cuesta -modelo y auxiliar de clínica-.

 
Tita Cervera se inventó un abuelo «marqués de Valladolid, cuando en realidad era un pobre jornalero que emigró a Argentina y volvió a España diciendo que había dejado allí un terrenico».

«Cuando Carmen estaba en Londres para participar en Miss Mundo, un multimillonario argentino afincado en Suiza ve su foto y se enamora perdidamente de ella. La madre se adelanta, va a Suiza, ve aquel derroche e insta a Tita a conocer al sesentón. Él la contrata como canguro con un sueldo de dos millones de pesetas del año 61. Pero todo acaba con una denuncia que pone él por apropiación indebida de un anillo de un millón de pesetas».

Pero lo verdaderamente sorprendente para los autores es «la enorme similitud entre las biografías de Tita y de su nuera, Blanca Cuesta. «Hasta el haber posado en publicaciones eróticas las une. Porque a Tita le sentó fatal el topless de Blanca en 'Interviú', pero también ella posó ligera de ropa en su día. De hecho, al barón intentaron chantajearle con unas fotos de ese tipo y reaccionó exclamando: '¿A que está buena mi esposa!' Es lo mismo que, respecto a su mujer, les ha comentado Borja recientemente a unos fotógrafos. Yo creo -concluye la autora- que Tita detesta de ese modo a Blanca Cuesta porque ella es un espejo en que le resulta incómodo mirarse».
 
Espartaco Santoni:


“Una noche hicimos el amor como nunca. Nuestra relación sexual era insuperable. Al día siguiente me levanté temprano y fui a mi despacho. No había transcurrido una hora cuando Tita me llamó alarmada. Ven pronto, por favor. No me siento nada bien. Creo que me voy a morir, me dijo. Sorprendido por el tono lastimoso de su voz, no lo dudé un instante y corrí a su lado para ver qué le sucedía. La encontré llorando, desesperada a causa del insoportable dolor que le producían unas hemorroides sumamente inflamadas; parecían un ramo de uvas, Salí disparado hacia la farmacia. Allí me recomendaron varias cremas desinflamatorias. Compré todas las que había, aunque finalmente resultaron inútiles. Lo único que la aliviaba era permanecer con la cabeza entre las rodillas y el culo hacia arriba. No era una posición ni bonita ni cómoda, pero no le quedaba otra alternativa. Tita ya casi no tenía fuerzas para quejarse. Yo, entretanto, intentaba distraerla contándole chistes. Así pasamos tres días y dos noches. El dolor persistía y sus lamentos comenzaban a desesperarme. Por suerte, las medicinas hicieron su efecto y gracias a Dios su culo volvió a la normalidad”.


En una conversación telefónica con Los Angeles, “Tita conversó con Kirk Kerkorian una hora, era un diálogo erótico, casi por**gráfico. Parecían enfermos. Supuse que mientras hablaban él estaría masturbándose. Me puse furioso y le pedí que la próxima vez que conversara con Kerkorian no lo hiciera en mi presencia y, además, que él pagara la comunicación. El paso del tiempo nos ayudó a olvidar este desagradable episodio”

“Un día me mostró su colección de alhajas que guardaba (…). Tita solía sacarlas de la caja fuerte y en un juego enfermizo cubría con las joyas su desnudo. En uno de estos ataques, un día descubrí que mi Piaget de oro, supuestamente desaparecido en casa de Rubirosa, estaba en su caja fuerte. Cuando lo vi lo tomé en mis manos, Tita me lo arrebató furiosa. Evidentemente, había olvidado que lo ocultaba y no supo qué decir. Lo volvió a guardar mientras me gritaba que no era el mío. Me di cuenta de que todo había sido una obra de ellas para sacarme dinero. Comprendí que mi mujer estaba enferma”
 
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