Libros, libros, libros

la-hija-de-la-espanola-lumen.jpg



'La hija de la española. (Lumen)
Karina Sáinz Borgo - 'La hija de la española' (Lumen)



"Un fenómeno editorial sin precedentes en la literatura en español: vendida a 22 idiomas antes de su publicación. Las cosas tenían que salir manifiestamente mal para que llegaran a revisarme. Pero, claro, el desenlace no lo decide el que teme, sino el que infunde el miedo. Esta historia comienza ante una fosa abierta: Adelaida Falcón, una maestra caraqueña, fallece tras una larga enfermedad. Su hija Adelaida, de treinta y ocho años, no tiene a nadie y vive en una ciudad donde la violencia marca el ritmo diario de la existencia. Al volver a su casa después del entierro, la encuentra tomada por un grupo de mujeres a las órdenes de la Mariscala. Llama a la puerta de su vecina sin hallar respuesta: Aurora Peralta, a quien todos llaman "la hija de la española", ha muerto y un sobre le comunica que le han concedido el pasaporte español. Adelaida solo tiene que deshacerse del cadáver yacente en el piso de la cocina y usurpar la identidad de su vecina para huir del infierno. 'La hija de la española' trasciende con creces el retrato de Venezuela o una historia de desarraigo: es el retrato de una mujer que escapa de todos los estereotipos enfrentada a una situación extrema. Con su primera novela, la periodista Karina Sainz Borgo, se ha convertido en la gran noticia literaria del año".

A la venta el 7 de marzo



Los cinco de No Ficción



hambruna-roja-debate.jpg


'Hambruna roja. (Debate)
Anne Applebaum - 'Hambruna roja' (Debate)



"La ganadora del Premio Pulitzer Anne Applebaum arroja luz sobre uno de los más atroces genocidios de la historia de Europa. En 1929, la gran colectivización puesta en marcha por Stalin forzó a millones de campesinos a entregar el control de sus tierras consolidando así la explotación estatal y el fortalecimiento del régimen soviético. Esta "política" resultó en una hambruna de proporciones trágicas: al menos 5 millones de personas perecieron entre 1931 y 1933 en la URSS, de la cuales 3 millones eran ucranianas. En 'Hambruna roja', Anne Applebaum argumenta que esas muertes no fueron accidentales, ni consecuencias colaterales de una mala política pública, sino absolutamente deliberadas y planeadas. Definitivo y devastador, este libro captura el horror de gente ordinaria luchando por sobrevivir un mal extraordinario".

A la venta el 17 de enero



tiempo-de-magos-taurus.jpg


'Tiempo de magos'. (Taurus)
Wolfram Eilenberger - 'Tiempo de magos. La gran década de la filosofía: 1919-1929' (Taurus)



"Estamos en 1919. La guerra acaba de terminar. 'El doctor Benjamin huye de su padre, el subteniente Wittgenstein comete un su***dio económico, el profesor auxiliar Heidegger abandona la fe y monsieur Cassirer trabaja en el tranvía para inspirarse'. Comienza una década de creatividad excepcional que cambiará para siempre el rumbo de las ideas en Europa. Los años veinte del siglo XX en Alemania dieron forma a nuestro pensamiento contemporáneo, y son el verdadero origen de nuestra moderna relación con el mundo. Entenderlos significa, de alguna manera, entendernos. Ludwig Wittgenstein, Walter Benjamin, Ernst Cassirer y Martin Heidegger, cuatro gigantes de todos los tiempos, lideraron esta revolución y elevaron el alemán a lengua del espíritu. Fue en una Alemania dividida entre las ganas de vivir y el abismo de la crisis económica, entre la lujuria de las noches berlinesas, las conspiraciones de la República de Weimar y la amenaza del nacionalsocialismo, donde encontraron su voz y su estilo. En 'Tiempo de magos', la vida cotidiana y los dilemas metafísicos son parte de la misma historia. Con un espléndido estilo narrativo, Eilenberger traza conexiones entre los modos de vida y las teorías de estos cuatro filósofos seductores y brillantes, guiados por la necesidad de responder a las preguntas clave de la historia del pensamiento. Sus respuestas iluminan también los peligrosos tiempos que vivimos hoy".

A la venta el 14 de febrero



el-contrataque-liberal-peninsula.jpg


'El contrataque liberal'. (Península)
Luis Garicano - 'El contrataque liberal' (Península)




"La respuesta liberal al reto de la revolución tecnológica y a la fascinación que provoca el nacionalpopulismo. El mundo parece estar volviendo a la década de 1930. Un nacionalismo exacerbado se extiende por toda Europa y por muchos otros países, siguiendo en parte la estela de Donald Trump en Estados Unidos: Matteo Salvini en Italia, con sus políticas xenófobas; Viktor Orban, en Hungría, y su campaña para eliminar la prensa independiente; Tayyip Erdogan, en Turquía, embarcado en una campaña para transformar el país en un régimen autoritario; Nigel Farage, en Reino Unido, impulsor del brexit, y la marea independentista en Cataluña, que ha tensionado la política española. Mientras, la revolución tecnológica no ha hecho más que empezar, y nadie puede hoy predecir qué nos deparará en los años inmediatos. El desarrollo de la inteligencia artificial, la irrupción de los robots, la automatización y la alta tecnología al mundo del trabajo van a hacer trizas los trabajos rutinarios y nos obligan a repensar el futuro inmediato de nuestras sociedades. ¿Qué ha salido mal? ¿Cómo es posible que, en un momento en que la humanidad ha alcanzado sus máximos niveles de bienestar, paz y salud de toda su historia, estemos a punto de echarlo todo a perder? ¿Existe un riesgo real de desandar todo lo avanzado? ¿Qué podemos hacer para evitar ese destino? O, mejor dicho, ¿qué debemos hacer para evitar ese destino? Ha llegado la hora del contrataque liberal, para hacer frente a un doble reto: el vértigo tecnológico y el caos tribal al que pretenden abocarnos los populismos. Ese es el objetivo de este libro".

A la venta el 29 de enero



la-civilizacion-en-la-mirada-critica.jpg


'La civilización en la mirada'. (Crítica)
Mary Beard - 'La civilización en la mirada' (Crítica)



"Toda civilización se configura en torno a unas imágenes compartidas colectivamente. Sus miembros se caracterizan por un modo peculiar de ver el mundo en que viven, de modo que la diferencia de las percepciones marca la diversidad de cada civilización. Mary Beard lo ilustra con una doble y fascinante exploración. La primera parte se refiere al arte del cuerpo: a las diversas visiones del cuerpo humano a través del tiempo y del espacio, desde las gigantescas estatuas de los faraones a los guerreros de terracota de China. La segunda aborda un tema todavía más complejo: el de las imágenes de Dios y de los dioses. Y nos lleva a una reflexión acerca de los problemas que todas las religiones, antiguas o modernas, han tenido para representar lo divino. Su propósito es mostrarnos cómo la diferencia de las percepciones de lo que vemos marca la diversidad de las civilizaciones".

A la venta el 5 de febrero



brujas-ediciones-b.jpg


'Brujas'. (Ediciones B)
Mona Chollet - 'Brujas' (Ediciones B)


"Hay brujas por todas partes. Las feministas actuales parecen más influenciadas aún que sus predecesoras por esta figura, a la vez víctima, para la que se reclama justicia, y rebelde, obstinada y esquiva. Pero ¿quiénes eran estas mujeres acusadas de brujería, censuradas, eliminadas y reprimidas, durante siglos de terror? Este libro explora tres estereotipos de mujer y el proceso que condujo a su estigmatización, así como lo que queda en la actualidad de esa visión, tanto en nuestros prejuicios como en nuestras representaciones: la mujer independiente, puesto que viudas y solteras fueron especialmente perseguidas; la mujer sin hijos; y la mujer mayor, convertida en objeto de aversión".

A la venta el 7 de marzo


https://www.elconfidencial.com/cult...-novedades-editoriales-ensayo-novela_1729766/
 
¿Qué libros debes añadir en tu carta a los Reyes Magos de este año?

ALFRED LÓPEZ 02 DE ENERO DE 2019


Como ya va siendo una tradición, un año más publico un post con mis recomendaciones sobre aquellos libros que estoy convencido que va a ser del agrado de quienes seguís este blog.



Qu%C3%A9-libros-debes-a%C3%B1adir-en-tu-carta-a-los-Reyes-Magos-de-este-a%C3%B1o.jpg




Y es que en esta ocasión he reducido la lista a tan solo tres títulos que creo que son los que no pueden faltar en las estanterías de cualquier persona a la que le apasione las curiosidades, la Historia y la ciencia.


“Eso no estaba en mi libro de Historia de la Ciencia” de Eugenio Manuel Fernández



Eugenio Manuel Fernández es uno de esos divulgadores polifacéticos que tanto imparte clases como escribe libros de texto, de ciencia para colecciones de importantes grupos editoriales, ofrece unas interesantísimas y muy curiosas charlas o escribe en un par de blogs que os recomiendo encarecidamente (Ciencia en el XXI y Ciencia en blanco y negro).

Su último libro, publicado por la Editorial Almuzara, es una auténtica delicia. En él encontramos, dividido en cinco capítulos, un buen puñado de apasionantes y curiosas historias en la que nos habla de algunos personajes semidesconocidos que han sido héroes, villanos, asesinos, mártires, dementes, paladines y que todos han tenido algo que ver con la ciencia (ya sea a través de descubrimientos o gestas personales).

No os quiero destripar más del libro ya que me reservo publicar una reseña el próximo mes de febrero, coincidiendo con la presentación que Eugenio Manuel Fernández realizará en Barcelona del libro “Eso no estaba en mi libro de Historia de la Ciencia” y de la que tendré el honor de ser su presentador y maestro de ceremonias. Os mantendré debidamente informado a través de este blog y mis redes sociales, pero de momento podéis ir reservando la mañana del sábado 16 de febrero (a las 12:00 del mediodía). El acto se realizará en el Centre Cívic Vil·la Urània (Vía Augusta, 112 de Barcelona).

Si quieres adquirir el libro lo puedes hacer en librerías, Amazon y en la página de Almuzara.


“Siempre estuvieron ellas” de Javier Santamarta

En los últimos meses hemos tenido una avalancha de libros dedicados a importantísimas mujeres que a lo largo de la Historia han hecho grandes cosas pero que, lamentablemente, sus gestas no recibieron la misma atención que las realizadas por los hombres. Afortunadamente ya se está corrigiendo ese agravio y muchos son los títulos que nos traen apasionantes historias protagonizadas por unas féminas que merecen ser reconocidas y aparecer en todos los libros de Historia con grandes letras.

Y entre la amalgama de títulos me he decidido por el que acaba de publicar recientemente mi buen amigo Javier Santamarta (politólogo, experto en ayuda humanitaria, geopolítica, Unión Europea y protocolo, además de escritor –ya os hablé de él en la reseña de su anterior libro “Siempre tuvimos héroes”-).

El bueno de Javier, con su didáctica manera de explicar la Historia, nos adentra con el libro “Siempre estuvieron ellas” (publicado por la Editorial Edaf) a trece importantísimas mujeres de la Historia de España que fueron unas avanzadas a su época (en unos tiempos en el que imperó el heteropatriarcado masculino).

Del mito al laboratorio: La inspiración de la mitología en la ciencia” de Daniel Torregrosa

Más ciencia e Historia y esta vez con un toque de mitología de la mano de Daniel Torregrosa, otro de esos divulgadores que en los últimos años se ha hecho imprescindible seguirlo en las redes sociales o a través de las publicaciones en su blog “Ese punto azul pálido” (además de haberse convertido en un habitual de algunos medios).

A través del libro “Del mito al laboratorio: La inspiración de la mitología en la ciencia” (publicado por la Ediciones Cálamo), el autor no acerca cincuenta y seis personajes mitológicos de las culturas griega, romana y nórdica, entre otras, cuyos nombres e historias captaron la atención de la comunidad científica. Sin ellos, muchos de los avances científicos y descubrimientos que hoy en día conocemos, no hubiesen podido llevarse a cabo.

Si quieres adquirir el libro lo puedes hacer en librerías, Amazon y en la página de Ediciones Cálamo

Para acabar este post (si me lo permitís) quiero hacerlo con un poco de autobombo y recordaros que soy autor de tres entretenidísimos librostitulados “Ya está el listo que todo lo sabe” (6ª edición), “Vuelve el listo que todo lo sabe” (3ª edición) y “Ya está el listo que todo lo sabe de s*x*” (publicado en 2018) y que puedes adquirirlos muy fácilmente a través de mi página de autor en Amazon: https://www.amazon.es/Alfred-López/e/B01M34WWSF/

https://blogs.20minutos.es/yaestael...ir-en-tu-carta-a-los-reyes-magos-de-este-ano/
 
La agitada vida de los manuscritos iluminados medievales
Un estudio concluye que, en contra de la visión del cine o la literatura, los libros decorados pictóricamente circularon y se produjeron por toda Europa


MANUEL MORALES
Madrid 9 DIC 2018




Ver fotogalería
'Libro de horas de Isabel la Católica'. CLEVELAND MUSEUM OF AR




Las películas y la literatura han pintado demasiadas veces la Edad Media como una época oscura, y a quienes vivieron en ella rodeados de peste, hambre y guerras. Sin embargo, hay historiadores que intentan acabar con ese sambenito con sus investigaciones y estudios, para dar una visión más luminosa y real de un periodo que cristalizó en Europa durante casi 1.000 años. Se suma a esa corriente la reciente aparición de La circulación de manuscritos iluminados en la península Ibérica, publicado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con artículos de 20 especialistas de Europa y Japón, coordinados por la profesora Alicia Miguélez Cavero, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidade Nova de Lisboa, y Fernando Villaseñor Sebastián, del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Cantabria. “Se trata de luchar contra la idea tradicional del inmovilismo del mundo medieval y de que sus territorios estaban aislados. Es un concepto distorsionado. Había una circulación fluida de personas, ideas y objetos dentro de Europa y entre esta y África o Asia”, dice Miguélez por teléfono.

En ese trasiego cobró gran importancia la producción y comercio de manuscritos iluminados. Estas joyas decoradas pictóricamente no solo estaban guardadas y protegidas con celo por monjes, algunos tenebrosos, como narró Umberto Eco en El nombre de la rosa. “Es cierto que una parte significativa se produjo en scriptoria monásticos o catedralicios, pero también existieron talleres de corte y urbanos, estos últimos especialmente en el período bajomedieval. Lo mismo sucede con los clientes, que podían pertenecer tanto al estamento eclesiástico como a la monarquía, nobleza o a la clase burguesa”, añade Miguélez (León, 1981), subdirectora del lisboeta Instituto de Estudios Medievais. Este centro tiene como proyecto estratégico la idea de la "Europa medieval en movimiento", asunto sobre el que ha organizado ya cuatro simposios.

No solo había obras de carácter religioso, como biblias, libros de horas… estaban las cantigas, los cancioneros y las copias de pilares del mundo antiguo como la Ética de Aristóteles. La producción de códices en la Península tampoco se circunscribió al mundo cristiano, los hubo en la cultura hebraica, como la llamada Biblia de Cervera, de 1300, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Portugal, y en la islámica (el manuscrito Kalila wa Dimna).





ver fotogalería
Manuscrito árabe Kalila wa Dimna, en la Biblioteca Nacional de Francia, en París.


Esta experta apunta que hubo destacadas escuelas de maestros iluminadores en Cataluña, Galicia o Portugal de un arte en el que primero se copiaba el texto y luego se pintaba el pergamino. Destacan Juan de Carrión, en Castilla, o Antonio de Holanda, en Portugal. Miniaturistas que usaban diversos pigmentos, a veces extraídos de minerales codiciados, como el lapislázuli, para decorar, en este caso, con su azul marino los mantos de las vírgenes. “Como no había minas abiertas de las que extraerlo, el lapislázuli se traía desde Afganistán. Otros pigmentos se importaban de India”. La paleta de colores la completaban, sobre todo, el rojo, el negro o el blanco.

Miguélez añade que estos artesanos utilizaban una serie de recursos visuales para conseguir que sus imágenes impactasen en el espectador y fueran eficaces sus mensajes. Todo estaba pensado en una industria que traspasó fronteras, pese a ser una época de caminos y caballos. “Manuscritos iluminados en talleres de Flandes se concluían en Castilla y hubo préstamos entre monasterios de distintos territorios”. Destaca el intercambio entre el portugués de Alcobaça y el burgalés de Las Huelgas, ambos de la orden del Císter. Son siglos en que estas piezas se convierten en objeto de disfrute, no de unos pocos, sino que circulan con regularidad a través de una extensa red terrestre y marítima, un vaivén con vértices en ciudades con mucho comercio, como Barcelona, Valencia, Lisboa, Venecia, Génova, Nápoles…

El declinar de la elaboración y compra de manuscritos iluminados llegó, lógicamente, con la imprenta, que sustituyó al libro artesanal por la fabricación mecánica. “Sin embargo, hubo una etapa, al principio de la imprenta, en que convivieron ambas formas”.

A pesar de que la Península fue un foco fundamental, "no se empezaron a estudiar bien los códices iluminados hasta los años veinte del siglo XX por historiadores del arte especializados, ya que antes lo hacían expertos de otras áreas". Una senda que ha seguido este estudio para conocer mejor las maravillas en pergamino que crearon iluminadores y miniaturistas a base de cuernos de tinta, finas plumas y paciencia sin mengua.


https://elpais.com/cultura/2018/12/09/actualidad/1544390314_302871.html



 
Julian Barnes, la novela del arte
    • ANTONIO LUCAS
    • Madrid
    • 4 ENE. 2019
15460223153097.jpg


Autorretrato del pintor Magritte



El narrador británico despliega sus ensayos sobre pintura en 'Con los ojos bien abiertos', un conjunto audaz de textos que dan cuenta de una pasión por el arte que es una pasión por la escritura


El novelista Julian Barnes (Leicester, 1946) llegó al arte por azar, por accidente, por extravío, porque sí. Estudiaba en París y allí comprendió que la modernidad también sucedía irremediablemente dentro de los museos y de las galerías, en las calles, en las tapias y en cualquier lugar donde el hombre pudiera decir lo que ama, lo que rechaza. Estudiaba en París, con veintipocos años, y de la fogata de las vanguardias quedaba más que un surco de ceniza.

París en los años 60 tenía su caldeada y cruda realidad espejeando también en el arte. Ahí se enclavijó Julian Barnes, el escritor posmoderno, el lexicógrafo, el crítico de cine. Fue levantando una obra en paralelo a su narrativa donde artistas, cuadros, esculturas y movimientos se hilaban con puntadas de talento, de reflexión certera, de asombro, de preguntas (sobre todo), de algunas luminosas certezas.

El material que despliega con notable entusiasmo está reunido en un volumen estimulante, Con los ojos bien abiertos (Anagrama). Ensayos sobre arte que tienen la francofilia como eje y que repasan algunos de los momentos (o creadores) principales de los siglos XIX y XX, ahí donde Barnes cifra su insistente foco de atención, encomendándose a sí mismo la singular tarea de gozar mirando.

Géricault es el primer convocado. La balsa de la Medusa (1819), con su drama, su escasa esperanza, su épica de náufragos, es casi un relato. Un relato extraordinariamente literario. Pero como hace a lo ancho de los ensayos reunidos, Barnes no se queda en la narración, sino que abunda en los destellos propios, en la libertad de lectura sin reverencia. A su manera. Ensanchando un cuadro, una zona o una mancha de la tela a capricho, sin perder la armonía de contar.

Delacroix, Courbet, Manet, Cézanne, Redon, Bonard, Vuillard, Valloton, Braque, Magritte, Oldenburg, Freud, Hodking... Son algunos de los convocados por Barnes. Y a cada uno le dispensa su sitio, lo enlaza con su tiempo y extrae su singularidad contra todo aquello que en el arte hay de prefabricado. No amplifica, sino que fija. Y tampoco condena a los artistas o sus obras al inventario de sensaciones inasibles ni a un hospicio de utopías alegóricas, sino al rigor de una forma de comprenderlos. La suya.

La selección es tan caprichosa como identitaria. No se escoge para dar lección, sino para remachar filiaciones. Para compartir estéticas. Aquí la crítica de arte está descartada. El propósito es más excitante, más cercano. Barnes es demasiado lúcido para creerse propietario de una sola forma de mirar. Incluso de una sola patente de error.

"Un triunfo del detalle relevante"
Antes que tesis hay aquí vida y "un triunfo del detalle relevante", dice. Porque saber de pintura es eso, fijarse en la superabundancia de lo que no se ve. Es algo más que describir lo visto para encontrarle sentido al arte en medio de una catástrofe, de la placidez, o de la nada. Sin olvidar que escribir es escoger, arriesgar, no aceptar lo irremediable: "La primera época de Vuillard es una de las explosiones artísticas más importantes y completas de los últimos 200 años". Es una sentencia tan válida como inútil. Es una verdad tan real como falsa. Pero es lo que Barnes quiere decir. Y con eso basta.

El realismo, el impresionismo, el fauvismo, el cubismo, el surrealismo o la abstracción no sólo dibujan un itinerario de modernidad, sino que proyectan su sombra sobre la pared de la Historia. Un movimiento sucede a otro en un orden máximo, según afirma Julian Barnes, pero dentro de esa jerarquía el comportamiento de creadores y obras es totalmente diferente al acostumbrado. En arte las cosas también suceden (a veces) porque sí. El desconcierto de la modernidad, tan formalizada hoy, es también una trampa despiadada de desorientación y reajuste. Barnes renuncia al enfoque frontal y el resultado es una escritura ondulante, alejada de cualquier voluntad de luz artificial. Es decir: a mucha distancia de cualquier academicismo, tan inexpresivo, tan de control y exclusión.

A lo largo del volumen adquiere intensidad el contagio de una manera de hablar y decir la pintura, una expresión sostenida e intensa más que sobria. Porque aquí se está en contra de mirar una ventana sin vivirla. También de la concentración de conceptos. Barnes rechaza el papel involuntario del espectador para reivindicar complicidad con lo que sucede. Igual sucede ante una pieza del delicadísimo Bonnard que ante el gesto profético en la figuración de Lucian Freud. Y, como algunos de estos artistas, tiene muy claro lo que se propone, intentando, como ellos, no poner límite a nada. Y sin olvidar las biografías, que afectan irremediablemente la manera en que miramos. Incluso en que debiéramos mirar. Porque el arte es eso: una inmersión en nosotros mismos.


con_losojos_bien_abiertos-julian_barnes.webp



https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2019/01/04/5c267015fdddffd46a8b45dd.html





 
Los Reyes Magos son los padres... del teatro
El primer texto teatral escrito en castellano trata sobre los reyes


1546435697_180698_1546437724_noticia_normal.jpg




Todos sabemos que cada noche de Reyes se representa una comedia feliz orquestada por las familias y ayudada por los medios para mantener la ilusión y la inocencia de los niños. Conocida la trastienda de esa noche, podemos revelar también otra realidad: Sus Majestades de oriente son los padres... del teatro, y lo son porque el primer texto teatral escrito en castellano trata sobre los reyes y los tiene como personajes principales.

Ese texto es el llamado Auto de los Reyes Magos, un texto corto escrito posiblemente en el siglo XII en la ciudad de Toledo. El texto, que se puede consultar aquí, tiene un argumento propio de la época del año en que se representaba: los tres reyes, de manera independiente, monologan porque han visto una estrella desconocida, deciden seguir la señal, que interpretan como una prueba del nacimiento del Mesías, se encuentran en ese camino y visitan al malvado rey Herodes que, sorprendido al saber que hay un nuevo monarca que no es él, llama a sus consejeros, los sabios judíos, que pelean entre ellos por no tener ningún dato sobre las señales divinas que han visto los magos. Ahí se interrumpe la obra según se nos ha copiado en el manuscrito, pero seguramente el teatro terminaría con la llegada de los reyes al portal y la adoración del niño.

Lejos de ser simplista o ingenua, la obra tiene un gran instinto dramático; por ejemplo, los Reyes Magos tienen ella personalidades diferenciadas. Si para nosotros hoy los tres monarcas son una especie de bloque homogéneo con contrastes solo físicos (color de la piel y color de la barba), el anónimo escritor del Auto los representó con caracteres distintos: Baltasar es el más descreído de los tres personajes, a quien más le cuesta lanzarse a seguir la estrella; Melchor hace de culto, es quien mejor sabe interpretar las señales astrológicas; Gaspar es el más lanzado y decidido, el hombre de acción. Curiosamente, en el Auto los reyes no son llamados ni reyes ni magos sino estrelleros (steleros, en castellano antiguo), o sea, astrólogos. Sí aparecen ya llamados como Melchor, Baltasar y Gaspar (escrito “Caspar”), según era común desde el siglo VI, pero aún no eran identificados con un arquetipo físico diferenciado, ya que la triple representación racial de los reyes como un europeo (Melchor), un asiático (Gaspar) y un africano (Baltasar) no estaba arraigada aún en en el siglo XII.

Paradójicamente, unos personajes como los de los Reyes, ligados a los niños, son también para la cultura hispánica los que representan la infancia de un género como el del teatro medieval. Seguramente, este Auto se representaría en algún lugar dentro de las iglesias o en emplazamientos similares donde se simularían los escenarios de la peregrinación de los magos y del palacio de Herodes. Se llama Auto de los Reyes Magos pensando en una derivación de la palabra acto (igual que hablamos de autos sacramentales) pero no son descabellados los nombres de Misterio de los Reyes Magos o Representación de los Reyes Magos que también se han propuesto para esta obra.

El Auto fue copiado al final de un manuscrito latino y fue descubierto en el siglo XVIII por un cura en la catedral de Toledo, aunque ahora se conserva en la Biblioteca Nacional de España. Sale de ella, metafóricamente, cada vez que se representa de forma profesional o entre aficionados; por ejemplo, cada año en el pueblo de Vianos (Albacete). Lo habitual en tales casos es actualizar la lengua del texto, aunque sea mínimamente, ya que el Auto nos presenta las dificultades de lectura propias de una obra del siglo XII: en sus 147 versos hay rimas extrañas, palabras que necesitan explicación filológica y algunas interpretaciones que pueden discutirse, pero pese a ello, es un texto teatralmente buenísimo. La frase más destacada de la obra es la que dicen los Reyes Magos como pacto para saber si el nacido es o no un dios. Baltasar señala: “Oro, mirra i acenso [incienso] a él ofreceremos; si fure rey de terra, el oro querá; si fure omne mortal, la mira tomará; si rey celestrial, estos dos dexará, tomará el encenso que le pertenecerá”.

No conocemos la identidad del autor, pero se ha hipotetizado, por su lengua, que pudiera ser alguien de origen francés (gascón) instalado en esa ciudad. Fuera quien fuera, nos dejó un texto fundamental en la cultura hispánica. Si los alemanes dicen tener enterrados a los Reyes Magos en un sarcófago triple dentro la catedral de Colonia, los españoles los tenemos exhumados en un texto. Los verdaderos reyes, con todo, son los pequeños protagonistas de cada 6 de enero por la mañana: los reyes magos son los niños.

https://verne.elpais.com/verne/2019/01/02/articulo/1546435697_180698.html


Transcripción de El Auto de los Reyes Magos

[Nota preliminar: Edición digital a partir de la de Ramón Menéndez Pidal en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, IV, 1900, pp. 453-462; reed. en Textos medievales españoles (Madrid, Espasa Calpe, 1976, pp. 171-177), fijada según las aportaciones de Ricardo Senabre («Observaciones sobre el texto del Auto de los Reyes Magos», en Estudios ofrecidos a Emilio Alarcos Llorach, vol. I, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1977, pp. 417-432) y cotejada con las ediciones críticas de Ana Ma Álvarez Pellitero (Madrid, Espasa Calpe, 1990) y Ronald E. Surtz (Madrid, Taurus, 1992).

[Escena I]

[CASPAR]
[Solo.]
¡Dios criador, cuál maravila,
no sé cuál es aquesta strela! Agora primas la he veída;
poco tiempo ha que es nacida. ¿Nacido es el Criador
que es de la gentes Senior? Non es verdad, no sé qué digo; todo esto non vale un figo. Otra nocte me lo cataré,

si es verdad bine lo sabré. 10 [Pausa.]
¿Bine es verdad lo que yo digo? En todo, en todo lo prohío. ¿Non pudet seer otra sennal? Aquesto es i non es ál;

nacido es Dios, por ver, de fembra in aquest mes de december.
Alá iré; ó que fure, aoralo he;
por Dios de todos lo terné.

[BALTHASAR]
[Solo.]
Esta strela non sé dónd vinet, quín la trae o quín la tine. ¿Por qué es aquesta sennal? En mos días non vi atal. Certas nacido es en tirra aquel qui en pace y en guerra senior ha a seer da oriente de todos hata in occidente. Por tres noches me lo veré
y más de vere lo sabré. [Pausa.]

¿En todo, en todo es nacido? Non sé si algo he veído.
Iré, lo aoraré,
y pregaré y rogaré.

[BALTHASAR]
[Solo.]
Val, Criador, atal facinda
¿fu nuncas alguandre falada
o en escriptura trubada?
Tal estrela non es in celo,
d'esto só yo bono strelero.
Bine lo veo sines escarno
que uno omne es nascido de carne, que es senior de todo el mundo, 40 así cumo el cilo es redondo.
De todas gentes senior será
y todo seglo jugará.
¿Es? ¿Non es?
Cudo que verdad es. 45
Veerlo he otra vegada,
si es vertad o si es nada.
[Pausa.]
Nacido es el Criador

de todas las gentes mayor. Bine lo veo que es verdad; iré alá, por caridad.

[Escena II]

[CASPAR]
(A BALTHASAR.)
¿Dios vos salve, senior? ¿Sodes vos strelero? Dezidme la verdad, de vós sabelo quiro. [¿Vedes tal maravilla?]
[Nacida] es una strela.

[BALTHASAR]
Nacido es el Criador,
que de las gentes es senior; iré, lo aoraré.

[CASPAR]
Yo otrosí rogar lo he.

[MELCHIOR]
[A los otros dos.]

Seniores, ¿a cuál tirra, ó queredes andar? ¿Queredes ir conmigo al Criador rogar? 10

¿Avedes lo veído? Yo lo vo aorar.

[CASPAR]
Nós imos otrosí, si l' podremos falar. Andemos tras el strela, veremos el logar.

[MELCHIOR]
¿Cúmo podremos provar si es home mortal, o si es rey de terra o si celestrial?

[BALTHASAR]
¿Queredes bine saber cúmo lo sabremos? Oro, mira i acenso a él ofreceremos;
si fure rey de terra, el oro querá;
si fure omne mortal, la mira tomará;
si rey celestrial, estos dos dexará, 20 tomará el encenso que l' pertenecerá.

[CASPAR
y MELCHIOR]
Andemos y así lo fagamos.

[Escena III]

[CASPAR]

[Y los otros dos Reyes a HERODES.] ¡Salve te el Criador, Dios te curie de mal! Un poco te dizeremos, non te queremos ál.

[MELCHIOR]
Dios te dé longa vita i te curie de mal.

[BALTHASAR]
Imos in romería aquel rey adorar
que es nacido en tirra, no l' podemos fallar.

[HERODES]
¿Qué decides, ó ides, a quin ides buscar?
¿De cuál terra venides, ó queredes andar?
Decidme vostros nombres, no m' los querades celar.

[CASPAR]
A mí dizen Caspar,
est'otro Melchior, ad aquest Balthasar. 10
Rey, un rey es nacido que es senior de tirra,
que mandará el seclo en grant pace sines ger[r]a.

[HERODES]
¿Es así por verdad?

[CASPAR]
Sí, rey, por caridad.

[HERODES]
¿Y cúmo lo sabedes? ¿La provado lo havedes?

[CASPAR]
Rey, vertad te dizremos que provado lo havemos.

[MELCHIOR]
Esto es grand maravila, un strela es nacida. 20

[BALTHASAR]
Sennal face que es nacido y in carne humana venido.

[HERODES]
¿Quánto ý ha que la vistes y que la percibistis?

[CASPAR]
Tredze días ha, 25
y mais non haverá, que la havemos veída y bine percibida.

[HERODES]
Pus andad y buscad y a él adorad, 30
y por aquí tornad. Yo alá iré
y adoralo he.

[Escena IV]

[HERODES]
[Solo.]
¡Quín vio numcas tal mal, sobre rey otro tal!
Aún non só yo morto,
ni so la terra pusto!
¿Rey otro sobre mí? 5 ¡Numcas atal non vi!
El seglo va a çaga,
ya non sé qué me faga;

por vertad no lo creo ata que yo lo veo. 10 Venga mío maiordoma qui míos haveres toma. [Sale el MAYORDOMO.] Idme por míos abades y por míos podestades y por míos scribanos

y por míos gramatgos
y por míos streleros
y por míos retóricos;
dezir m'han la vertad, si yace in escripto o si lo saben elos o si lo han sabido. 20

[Escena V]

[Salen LOS SABIOS de la corte.] [LOS SABIOS]
Rey, ¿qué te plaze? Henos venidos.

[HERODES]
¿Ý traedes vostros escriptos?

[LOS SABIOS] Rey, sí, traemos,

los mejores que nós havemos.

[HERODES]
Pus catad, 5
dezidme la vertad,
si es aquel omne nacido
que estos tres rees m'han dicho.
Di, rabí, la vertad, si tú lo has sabido.

[EL RABÍ]
Por veras vo lo digo 10 que no lo fallo escripto.

[OTRO RABÍ]
(Al 1.o)
Hamihala, ¡cúmo eres enartado! ¿Por qué eres rabí clamado? Non entendes las profecías,
las que nos dixo Jeremías.
¡Par mi ley, nos somos erados! ¿Por qué non somos acordados? ¿Por qué non dezimos vertad?

[RABÍ 1.o]
Yo non la sé, por caridad.

[RABÍ 2.o]
Porque no la havemos usada. 20 ni en nostras vocas es falada.

http://www.bne.es/export/sites/BNWE...icias/2017/Transcripcixn_Auto_Reyes_Magos.pdf









 
J. D. Salinger, el misterioso caso del escritor que se escondía entre el centeno
La Esfera de Papel
    • JUAN BONILLA
    • 31 DIC. 2018
15458267494883.jpg


El escritor J. D. Salinger posa leyendo su obra 'El guardián entre el centeno' en una sesión de fotos en Nueva York, en los años 50. HULTON ARCHIVE



Hoy se cumplen 100 años del nacimiento del narrador más enigmático del siglo XX, a quien bastó la novela 'El guardián entre el centeno' para ser idolatrado



Adolescencia
Un país raro que se caracteriza porque sus habitantes no pueden hablar de él -no tienen herramientas suficientes para expresar qué pasa ahí más que con lugares comunes o hinchadas burbujas banales-, es decir, sólo se consigue expresar su belleza y sus miserias y su misterio desde el exilio.

Pocas voces tan consistentes y firmes como la de Holden Cauldfiel, catcher entre el centeno, mítico protagonista de la única novela de J.D. Salinger publicada en 1951-si bien ya protagonizaba un cuento de 10 años antes, Ligera rebelión en Madison, el primero que Salinger pudo venderle a la revista The New Yorker. Se trata de un chaval de 16 años al que expulsan del instituto en el que estaba interno y decide, antes de informar a sus padres, pasar unos días en Nueva York y tratar de colarse en su propia casa para ver a su hermana pequeña. Cascarrabias constante, parlanchín encantador cuando se lo propone, va tocado con una gorra con orejeras, fuma todo lo que puede, y dispara párrafos contra el mundo como si estuviera convencido de que salvación no hay en parte alguna.

El título procede de una respuesta que le da Holden a su hermana pequeña cuando ésta, después de decirle "papá te va a matar", le pregunta qué va a hacer ahora. Holden le dice que sólo quisiera ser un cátcher escondido en un campo de centeno. Cátcher es el jugador de un equipo de béisbol encargado de atrapar la bola que le lanza el pitcher -de su propio equipo- al bateador -del equipo contrario-. Si el bateador falla, él debe atrapar la bola para que el equipo contrario no gane una base.

La imagen procede de un momento simbólico que acontece antes en la novela: paseando por Nueva York, camino del cine, Holden ve a un niño caminando por el bordillo, mientras sus padres avanzan por la acera. El niño, al que el tráfico le pasa muy cerca, va cantando "si un cuerpo agarra a otro cuerpo cuando van entre el centeno". Aunque Holden no necesita expresarlo, es evidente que en una escena tan cotidiana y aparentemente anodina se dilucida toda su extrañeza y su fracaso: el niño antes o después caerá del lado de la realidad -el tráfico, la vida adulta-, abandonará la seguridad de la acera, el campo de juegos donde ni sus padres lo miran.

Y ahí germina ese deseo suyo que expresará en su emocionante encuentro con su hermana -una niña de 10 años muy inteligente que por ejemplo sabe que la canción no es tal canción sino un poema de Robert Burns, y que el verso correcto es "si un cuerpo encuentra otro cuerpo". Y es entonces cuando Holden descifra el título de la novela: Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Tan sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños se caigan en él. En cuanto empiezan a correr sin mirar a dónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería un cátcher entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.

No es, ni mucho menos, el único adolescente de la obra de Salinger, que hizo de la adolescencia su territorio mítico en muchos de sus relatos, no sólo en los que recopiló en su primer volumen, Nueve cuentos, sino también en la veintena que publicó antes de que alcanzara la celebridad -y que fueron después reunidos en ediciones piratas-. Flappers que se reúnen en casa después de jugar al tenis y que llevan la conversación a un punto donde nada dramático parece acontecer aunque se presienta, muchachos desolados sin saber muy bien por qué, hastío de clase media neoyorquina, un canto a la rotunda ridiculez del mundo teñido de asco y ternura; es decir, el himno habitual de cualquier adolescencia más o menos acomodada, gracias a lo cual los adolescentes de Salinger apenas han envejecido y él sigue siendo uno de los mejores retratistas de ese país inalcanzable sino con la retórica de quien ha sido desterrado.

Biografía
Es legendario el celo con el que el escritor, después de consagrarse con sus dos primeros libros, defendió su privacidad, convencido de que los hechos biográficos de un autor nada podían decir acerca de su obra. Tan al extremo lo llevó que también defendió que la obra, al menos la suya, debía comparecer ante el público sin nota de solapa, con cubierta donde se leyera solamente título de la obra y autor (en las primeras ediciones de El guardían entre el centeno y Nueve cuentos sí aparecen fotos del autor y datos biográficos). El primero que se atrevió a confeccionar una biografía del autor fue Ian Hamilton [En busca de J.D. Salinger, Mondadori, 1988], cuyos esfuerzos no hicieron más que incrementar la leyenda de Salinger.

Después de componer un libro en el que se utilizaba mucha correspondencia a la que había tenido acceso -gracias a los destinatarios de las cartas que envió Salinger-, el narrador solicitó que no se reprodujeran esos documentos e interpuso una demanda. El juez le dio la razón: las cartas eran de los destinatarios, pero el texto de las cartas seguía siendo de Salinger. Hamilton tuvo que recomponer su libro y utilizar las cartas como información, sin reproducir los textos. No puede quejarse: gracias al escándalo del juicio, su libro fue traducido inmediatamente a multitud de lenguas y es todavía un excelente texto donde, en más de una página, acuciará al lector la sospecha de que biógrafo y biografiado se pusieron de acuerdo para armar ruido. Armar ruido con el silencio, por decirlo en taoísta, filosofía a la que Salinger fue tan afecto.

También intentó una biografía suya, más confidencial, su hija Margaret [El guardián de los sueños, Debate, 2000]: lamentablemente el texto abunda en datos más o menos escabroso que tratan de presentarnos a un ser humano detestable (cosa que logra, si bien como biografía pertenece más bien a ese subgénero que podríamos llamar "literatura de los parientes"). Más completa, con espléndidos análisis de sus textos, es la biografía de Kenneth Slawesnki [J.D. Salinger, una vida oculta, Galaxia Gutenberg] publicada el mismo año de la muerte del autor, 2010.

Cazador
El cazador oculto fue el título de la primera traducción al español -realizada por Manuel Méndez en Argentina en 1961- de la novela de Salinger. Al catalán la tradujo Xavier Berenguel en 1965 con el título de L'ingenu seductor. Fue Carmen Criado quien, en los años 70, retradujo la novela con el título de El guardián entre el centeno. Como ya se ha dicho, el sustantivo catcher hace referencia a una posición del béisbol, y por tanto el título en español tiene una oscuridad de la que carece en el original. El traductor de la edición argentina estuvo a punto de variar el deporte para titular: El guardameta entre el centeno.

Cine
Holden Caulfdield detesta el cine, ni me lo nombren llega a decir enseguida en su novela. Puede que ahí estuviera dejando respirar la indiferencia, cuando no el desprecio, que el autor llegó a sentir por el cine. Naturalmente en cuanto El guardián entre el centeno triunfó le llegaron al autor muchas ofertas para convertirla en película: se negó siempre. No deja de ser curioso que uno de sus grandes amores -Oona O'neill- llegara a casarse con Charles Chaplin, o que su hijo Matt se ganara la vida como actor. Entre las obras que más o menos han utilizado la leyenda de Salinger, la película Descubriendo a Forrester es bastante mediocre, y en cuanto a la reciente Rebelde entre el centeno apenas sirve para darle la razón a Salinger en su odio al cine.

Imposible no citar el más encantador homenaje realizado a Salinger en medios audiovisuales: en un capítulo de Frasier aparece un escritor ya mayor que se hizo mundialmente famoso con su primera novela y luego decidió borrarse. Ese escritor, remedo de Salinger, a la vez que desprecia a los psiquiatras pomposos protagonistas de la serie se hace amigo del muy mundano padre de Frasier porque con él puede hablar horas de las cosas importantes: la cerveza, la guerra, el béisbol.

Cuentos
Género en el que debutó Salinger y en el que, acaso, logró sus más hondas piezas -Un día perfecto para el pez plátano, Para Esmé, con amor y sordidez, Teddy, El corazón de una historia rota-. Antes de alcanzar la celebridad, la ambición del joven Salinger tenía una meta declarada: formar parte de los cuentistas que publicaban sus historias en The New Yorker.

Su cuentista favorito -lo que se deja ver en sus primeras piezas- era Scott Fitzgerald. Su cuentista más odiado era Hemingway. Salinger veía rechazados muchos de sus relatos y les buscaba acomodo en otras revistas, Esquire o Saturday Post, y enseguida se ponía con otro relato para empujar la puerta del The New Yorker, que finalmente, cuando cedió, se le abrió de par en par.

Tanta importancia le daba Salinger a la mítica revista que al llegarle la hora de recopilar sus narraciones en un tomo -que retrasó porque prefería darse a conocer como novelista cuando ya era un cuentista celebrado por sus narraciones en la revista-, decidió no incluir casi ninguna -sólo una en realidad, publicada en Harper's- que no hubiera sido aceptada por The New Yorker, con lo que quedaron fuera algunas realmente buenas, en cualquier caso no menos intensas que las que integraron Nueve cuentos. Por ejemplo El corazón de una historia rota, que Javier Marías tradujo para la revista Poesía.

Guerra
La experiencia bélica de Salinger -que se alistó en el ejército norteamericano en 1942 y gracias a que sabía francés y alemán fue destinado a labores de contraespionaje, sargento mayor en la 4 División de Infantería que participó en la liberación de París-. Estuvo recibiendo instrucción en Devon, lo que reflejaría en uno de sus grandes cuentos -Para Esmé...-. El trauma de la experiencia bélica -Salinger, al terminar el conflicto, fue a visitar a la familia austriaca con la que estuvo viviendo: ninguno había sobrevivido a los campos de concentración- es especialmente perceptible en el personaje suicida de Un día perfecto para el pez plátano.

Glass
Apellido de la familia cuyos componentes protagonizan la mayor parte de los relatos y novelas breves de Salinger. Parece haber una especie de mandamiento que pesa sobre todo narrador norteamericano: tratar de escribir la gran novela americana. Salinger también se enfrentó a él, a su manera. La gran novela americana podía ser una serie de relatos hilados. La familia Glass vive en el Upper East Side de Nueva York, se caracteriza porque los niños -todos ellos inteligentísimos- dan voz a la sensatez contra la pesadilla y los laberintos narcisistas en la que suelen caer los mayores.

El ciclo visible -pues al parecer Salinger escribió hasta su muerte otras historias de la familia Glass que esperarán aún décadas para ver la luz- lo integran cuatro relatos de Nueve cuentos, las piezas recopiladas en Franny & Zooey y Levantad, carpinteros, la viga del tejado-Seymour: una introducción, y el último de los relatos publicados por Salinger: Hapworth 16, 1924, texto que, dada su extensión, ocupó todo un número de la revista The New York en 1965.

Periodistas
La profesión que más despreciaba Salinger, la que más lo perseguía. Durante años fueron muchos los que hicieron de todo por conseguir entrevistarle. A falta de entrevistas, empezó a crecer en el mercado el precio de alguna fotografía suya después de que se retirara en 1965 -aunque ya antes había puesto muros a su privacidad y se negaba a hacer lecturas públicas, dar conferencias o consentir entrevistas. Es famosa la imagen en la que se le ve a punto de golpear al fotógrafo que se había escondido en un cubo de basura -si non e vero, e ben trovato- para cazarlo. Hay otra imagen en la que se le ve empujando un carrito de la compra. Como se ve, indudables documentos vitales para alimentar la leyenda.

Religión
Salinger se fue volviendo un escritor religioso con el paso de los años. Si en una de sus mejores piezas, Zooey, se oye a alguien identificar a Jesucristo con "la señora gorda" que va al teatro a esperar que una obra la saque de su pobre realidad y la alce sobre su propia insignificancia, en Seymour: una introducción, y en Hapworth el interés por el budismo y el hinduismo ya ha calado completamente en el escritor, gracias a lo cual sabemos que cuando se ponía espiritual era bastante menos convincente y abrasivo que cuando se permitía ser mundano. Dicen -pero quién puede saberlo- que en sus largos años de silencio final sólo leía libros de filosofía oriental y que en las muchas páginas que conforman su legado el tono religioso es el que impera.

Silencio
La fama le llegó pronto a Salinger, y la incrementó de la manera más sorprendente que quepa imaginarse: rechazándola, huyendo de ella, ocultándose. Todas sus apariciones a partir de 1965 pretendían, precisamente, enterarnos de que quería seguir ocultándose, de que detestaba a quienes sintieran el menor interés por él después de haber sido abducidos por sus textos. Su silencio hizo que se hablara mucho de él. Ayudaba a ello algún acontecimiento luctuoso: el asesino de John Lennon llevaba un ejemplar de El guardián entre el centeno cuando mató al Beatle. Con gran eficacia se construyó la leyenda del autor escapado del mundo que, como en un cuento al que se hace referencia en El guardián entre el centeno en el que alguien se compra un pez que no deja ver a nadie porque nadie le ha ayudado a comprárselo, escribía sólo para sí mismo, es decir, para el fantasma que quería ser, y por lo tanto sólo debía ser leído por fantasmas: lectores de dentro de 15 o 20 o quizá 50 años. Lo paradójico es que el escritor que quería no ser visto, es acaso más famoso hoy por su personaje huidizo que por los hermosos y delicados artefactos narrativos que produjo.
1294922146_extras_ladillos_1_0.jpg
41Z89C202AL._SX312_BO1,204,203,200_.jpg





https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2018/12/31/5c2371eefdddffe34b8b45ec.html
 
ARTE Y LITERATURA
Y el opio fundó el Surrealismo: centenario de la muerte de Jacques Vaché
Estamos en Nantes. El lunes 6 de enero de 1919 amanece lluvioso. El inspector Laroze espera una jornada tranquila. Hasta que llega un aviso del Hotel


y-el-opio-fundo-el-surrealismo-centenario-de-la-muerte-de-jacques-vache.jpg


Una imagen de Jacques Vaché.


JORDI COROMINAS I JULIÁN
TAGS
LITERATURA
SURREALISMO


06/01/2019

Estamos en Nantes. El lunes 6 de enero de 1919 amanece lluvioso. El inspector Laroze espera una jornada tranquila. Hasta que llega un aviso del Hotel de France. En la habitación 34 yacen dos cadáveres desnudos, dándose la espalda. El cuerpo de Paul Bonnet, residente en la estancia desde mediados de noviembre, ya está frío. Jacques Vaché acaba de expirar. En una urna de porcelana hay opio reseco.

Las investigaciones reconstruyeron los hechos que condujeron a la catástrofe; nunca llego a dilucidarse si se trató de su***dio o muerte accidental. Poco antes de medianoche Bonnet y Vaché dejaron un bar junto al soldado estadounidense Woynow y André Caron, que conocía a los finados desde tiempos del instituto. Ya en el cuarto Bonnet sacó la confitura y, ante la imposibilidad de fumarla, hicieron bolitas y la comieron.

A las siete de la mañana Caron se sintió mal y volvió a casa de su padre, un cirujano que le salvó. En el interior Bonnet y Vaché pidieron chocolate caliente y continuaron su idilio con la droga. Woynow se durmió en el sofá, se despertó a las cinco de la tarde y al ver el estado de sus compañeros acudió a la recepción del hotel. A veces una muerte constituye un hecho fundacional.

La creación de un mito
Al cabo de dos semanas la noticia llegó a París. El joven André Breton había conocido a Vaché en el hospital militar de Nantes, donde ejercía de auxiliar médico. Entablaron amistad y el aspirante a poeta albergó grandes esperanzas de un futuro compartido junto a Theodor Fraenkel. Ambos veían en el soldado convaleciente una especie de genio mágico que les transmitiría la energía necesaria para revolucionar el ambiente cultural y cimentar un movimiento capaz de alterar las mortíferas dinámicas del nuevo siglo, perfecto para inaugurar una época tras el silencio de las trincheras.


una-imagen-de-andre-breton-durante-la-igm.jpg

Una imagen de André Breton durante la IGM


A Breton, que siempre fue un inigualable mistificador, el óbito le sirvió para generar una leyenda que ha durado hasta nuestros días. Su relación con Vaché fue escasa, pocos encuentros y diez epístolasdonde el militar de circunstancias siempre tomó el pelo al que Tristan Tzara definió como una estatua de bronce en movimiento. Lo hizo con gracia y la conciencia de ser mucho más inteligente que el receptor de las misivas, demasiado petulante y solemne, fácil de desenmascarar en su ambición de alcanzar la cúspide sin apenas sudar al subir la montaña.

Breton, joven rebelde a la búsqueda de las teclas mágicas para auparse a la inmortalidad, había leído mucho y vio en Vaché la oportunidad de un santo laico. En 1919 publicó sus cartas de guerra, sólo editadas en España en el ya lejano 1974 por Anagrama, le dedicó 'Los campos magnéticos' que escribió junto a Philippe Soupault y al crear un mártir parió el terreno para la inminente proclama de su religión que, sin embargo, necesitaba un relato sólido para prosperar.

Breton fue un joven rebelde a la búsqueda de las teclas mágicas para auparse a la inmortalidad

Para ello inventó un choque generacional de primera, un momento primigenio digno de figurar en los anales de la Historia. El instante elegido fue el estreno de la obra teatral 'Les Mamelles de Tirésias', de Guillaume Apollinaire, cuya primera función se celebró el domingo 24 de junio de 1917. Vaché irrumpió en la sala vestido de soldado alemán y empezó a disparar con su revólver para quejarse de la mediocridad de ese drama que su autor denominó surrealista.



una-de-las-cartas-de-vache.jpg

Una de las cartas de Vaché


Louis Aragon nunca conoció en persona a Vaché; aun así refrendó la versión de Breton para dar rienda suelta a esa fantasía. Lo cierto es que los tiros sin ton ni son eran un delirio adoptado de la novela 'Los sótanos del Vaticano', de André Gide, donde Lafcadio comete el acto gratuito de matar a un compañero de vagón y tirarlo más allá de las vías por mero divertimento, para ver qué ocurre.

Aragon, siempre de acuerdo con los postulados bretonianos, incrementó la senda del mito en 1920, cuando publicó su ópera prima, 'Anicet ou le panorama, roman', donde Vaché aparece bajo su seudónimo de Harry James, "el hombre moderno al que los héroes de novelas populares, entregas americanas y filmes de aventuras sólo muestran con reflejos fragmentarios, digno de admiración porque era imposible discernir si se suicidaría al día siguiente o cometería un bello crimen; se reconocía en su haber una fuerza indisciplinada, el verdadero hombre moderno que no podía reducirse a mero espectador pese a no ser ni un artista ni un especulador, pues sobre todo vivía. Buscaba con ardor los más violentos placeres y plegaba todo a la fantasía. Lejos de acordar las circunstancias a un sistema poético dominaba las contingencias y actuaba con tal intensidad, con una velocidad tan demoledora, que parecía moverse sin reflexionar ni obedecer a ningún tipo de plan".

El hombre de todas las modernidades
Jacques Vaché nació en Nantes en 1895. Su padre era un militar francés de origen británico y su madre la heredera de muchas propiedades rurales. Eso no le impidió una infancia viajera en la que siguió los destinos de su progenitor por el sudeste asiático. Volvió a la patria chica y en la escuela aprendió a odiar los mecanismos académicos y artísticos, tan bien diseñados para adocenar mediante la serie clásica de escuelas, libros y salones. Por ello inventó juntó a sus compañeros de pupitres varias revistas adolescentes, de 'En route mauvaise troupe' a 'Le canard sauvage', que le granjearon problemas con las autoridades por escribir artículos considerados antipatrióticos, terrible delito cuando el Hexágono y Europa se encaminaban hacia la primera gran guerra de la pasada centuria.



otra-carta-firmada-por-vache.jpg


Otra carta firmada por Vaché


El estallido del conflicto lo sorprendió en pleno apogeo de sus capacidades. Pese a tener una miopía galopante se alistó en el ejército y sirvió en el frente hasta que una bolsa con más de treinta granadas le estalló en los pies, salvándose de puro milagro. Recaló en el ya mencionado hospital militar, conoció al futuro adalid del surrealismo, intimó con la enfermera Jeanne Derrien, que siempre le consideró un puro hasta en lo sexual, y consiguió ser destinado como intérprete de un batallón australiano, lo que no le impidió evitar el horror de esa lucha casi inmóvil donde los hombres entregaban su último aliento para avanzar pocos metros entre nubes de polvo, gas, escombros y carne caliente, descuartizada al azar.

Pese a tener una miopía galopante se alistó en el ejército y sirvió en el frente hasta que una bolsa con más de treinta granadas le estalló en los pies

En sus cartas, quizá el mayor acierto de Breton para con su fetiche, Vaché desgrana la génesis del mañana tanto por el estilo como por lo narrado. Para dar énfasis privilegia el uso del guion, válido para suplir cualquier otro signo de puntuación. De este modo confiere a sus letras un ritmo más propio del jazz, pero la música no contiene ningún tipo de suavidad al dotarse de una crudeza insólita al describir la tragedia desde una enloquecida normalidad, sin épica ni notas más altas, sólo con destreza y la licencia de mezclar palabras sin aparente relación para adquirir una voz propia, inimitable y henchida de naturalidad. En uno de los combates cree topar con los restos de un compañero, mira hacia abajo y descubre una estatua de Jesucristo. En otra ocasión las bombas alemanas revelan un nicho con un pergamino napoleónico, archivos de 1700, cuadernos de clase y novelas infantiles. Por si fuera poco, un toque de genialidad hilarante, desayuna con un tanque británico y sueña con vestir mil divisas marciales para confundir a sus conmilitones sin olvidar su sempiterno monóculo. De haber sobrevivido a su calvario mental, única causa probable de su hipotético su***dio, hubiera triunfado como dibujante de moda por su facilidad en diseñar maniquíes, como demuestran los brillantes garabatos de su correspondencia.



portada-del-periodico.jpg

Portada del periódico



Tristan Hilar, Jacques d’O, M. Cocose, Jacques V. de la Rez, Vincent d’O, Jean-Michel Strogoff, Jacques Trystan Hylar, Harry James, tantos eran sus heterónimos, en definitiva, Jacques Vaché inspiró a Breton porque sí supo enhebrar un sistema propio que contenía el germen del surrealismo, otra cosa es que el resultado final siguiera los postulados de ese chico muerto por Francia, pues esa tarde de Reyes aún no había abandonado su labor soldadesca y mereció ese epíteto en su tumba.

Entre las perlas que constituyen su legado figuran tres pilares que son libres interpretaciones de su admirado Alfred Jarry. El primero es el Umour, consistente en comprender la absoluta inutilidad teatral de todo. Esto conecta con el segundo concepto. El arte es una tontería y, por lo tanto, conviene desacralizarlo, por eso llama a Breton poheta y plantea si de verdad existió Rimbaud, al que por otra parte se pareció póstumamente al entregarnos una chispa revolucionaria y desaparecer. Criticaba a Guillaume Apollinaire y a Jean Cocteau por desarrollar su poética desde una perspectiva demasiado científica, atada por mecanismos perpetuadores de la tradición. Por último, esta actitud se conjuga con un absoluto desdén por publicar al considerar todas las revistas de vanguardia, de 'Nord-Sud de Revérdy' a 'SIC', una farsa para medrar en el mundillo bajo la máscara de la transgresión. Pese a todo ello su penúltima carta, fechada el 26 de noviembre de 1918, debería figurar como el primer poema surrealista, ese Blanco acetileno cargado de cartujas verdes, apoplejías, signos de exclamación, globos oculares, cigarros mojados y chalecos escoceses.



vache-sobre-la-guerra.jpg


AMPLIAR
Vaché sobre la guerra


Lo cierto es que Vaché era un inadaptado y la guerra, como acaeció con tantos otros coetáneos, le marcó hasta incrementar su neurosis y hundirlo. Para fomentar el umour siempre se mantuvo en otra dimensión. Nunca daba la mano, soñaba con esfumarse y este alejarse de la convención le confirió una especial lucidez propia de quien se distancia para observar todo con la objetividad del desapasionamiento, evitando así caer en las garras del rabioso presente, siempre perfecto a la hora de engendrar imbéciles a partir de la opinión y la tendencia. Cuando murió sus órganos fueron despedazados por Breton hasta el paroxismo, como un cerdo tras la matanza. Hasta hace bien poco no hemos apreciado la verdadera esencia del personaje, mucho más interesante en su integridad que en la fabulación de sus cínicos titiriteros.



https://www.elconfidencial.com/cultura/2019-01-06/surrealismo-jacques-vache-breton_1738826/
 
El 'noir' más glacial se acerca
Literatura
    • CAROL ÁLVAREZ
    • Reikiavik
    • 4 ENE. 2019


15465454892738.jpg


Mads Peder Nordbo, en uno de sus escenarios literarios en Groenlandia



El género fructifica en la remota Groenlandia y dos de sus autores más reconocidos publican este año en castellano


El 'Arctic noir' con el islandés Ragnar Jónasson desembarca en España

Negro sobre blanco. Hay nubarrones amenazadores sobre quienes viven en el círculo polar ártico: su cultura y su economía, basada en el medio ambiente, se enfrentan a tiempos oscuros. También son negros los días la mitad del año en estas latitudes. Que la novela negra con fuerte raíz de crítica social arraigue en los países más septentrionales es una conclusión lógica, que sus autores empiecen a publicar en español, una feliz noticia. La sociedad de Groenlandia es la última que abre rutas con España y se suma al aterrizaje en nuestras librerías este 2019, y lo hace con dos autores superventas. Mads Peder Nordbo yChristoffer Petersen son la última avanzadilla del noir más glacial. Nordbo, funcionario en el Ayuntamiento de Nuuk, la capital del país, visitó en 2013 Groenlandia en unas vacaciones y sólo un año después dejó con su familia su Dinamarca natal para instalarse en la capital. Su primera novela, Girl without skin,puede considerarse la impulsora del arctic noir más puro: historias contadas desde el ártico, de sus gentes y su cultura. «Tiene que sentirse real en la mente del lector cuando lo leen», insiste Nordbo. Planeta a través de Seix Barral y Columna -en catalán- traerá a España su primera novela negra al final del verano, ya publicada en más de 30 países y 19 lenguas.




15465463934646.jpg




A Nordbo le gusta trasladar a su obra su fascinación por el paso del tiempo y la influencia del clima en la vida cotidiana: no es el reloj el que marca la actividad diaria, sino la climatología. En un país que apenas tiene carreteras porque la superficie está cubierta por nieve siete meses al año, los desplazamientos entre ciudades y pueblos se hacen por barco, avión o helicóptero, cuando no por trineo arrastrado por perros, y no es raro quedarse aislado durante días, con problemas incluso de cobertura telefónica. El ocio, la gestión de la agenda y la organización de la vida familiar y profesional no tienen un espejo en la sociedad occidental y aun así, toda una comunidad de 55.000 almas que ocupa la extensión de la Europa del Este sigue ahí, apegada a su tierra.

De este entorno beben las novelas del arctic noir, y Girl without skin escarba además en la lacra de la violencia contra las mujeres a partir de la investigación de un crimen particularmente sádico que retrotrae a unos casos por resolver del pasado, en que los sospechosos de abusar sexualmente de varias jóvenes aparecieron descuartizados. El protagonista, un periodista que viaja al lugar para contar otra historia, va atando cabos a la vez que profundiza en la forma de vida de esta sociedad.



15465463344307.jpg





La brutalidad forma parte de la experiencia al límite que supone la vida del norte, y de manera similar se acerca a sus protagonistas y sus tramas otro bestseller ártico que se publicará por primera vez en español en 2019, Christoffer Petersen, un escritor danés que vivió siete años en Groenlandia, donde impartió clases. «Aún recuerdo, al poco de llegar, cómo un día en clase los niños me preguntaron si bebía alcohol. Cuando dije que no, tres estudiantes rompieron a aplaudir. No bebí más de una decena de copas en los años que estuve en el país». Será RBA la que publicará Seven graves one winter, cuyo título parte de la costumbre que tienen en el norte de la isla de cavar en verano las tumbas que calculan que llenarán en los duros meses de invierno, en los que es imposible abrir una sola zanja porque la tierra está congelada.

Un policía retirado que no acaba de desprenderse de su vieja chaqueta de uniforme y busca la soledad da vida al protagonista de la novela, que tiene ecos del último Wallander del desaparecido Henning Mankell.



15465962141695.jpg



La identidad cultural como tema

Política, inmersión lingüística y el choque de dos culturas, la danesa y la nativa de Groenlandia, alimentan la trama que rodea la desaparición de una joven. «La identidad es un problema, especialmente cuando se mezcla con el idioma. Hay mucha animosidad contra la expansión del danés en Groenlandia, pero hay muchos habitantes que no saben hablar su propia lengua, por múltiples razones, y les es difícil ver cuestionada su identidad por no conocer groenlandés», cuenta Petersen.

Los problemas de alcohol, la alta cota de suicidios y el cambio climático, sobre todo en el norte, que vive de la caza y la pesca, ponen a los habitantes de Groenlandia ante el espejo de la urgente necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, cuenta Petersen. «Y lo están haciendo rápido», explica optimista.



Mads Peder Nordbo

15465455583199.jpg


Enamorado del paisaje ártico y de su naturaleza, el autor señala que para un novelista, Groenlandia inspira como «un paseo por un mar infinito de palabras».



Christoffer Petersen

15465964524370.jpg


Ayuda a una ONG para los niños de Groenlandia cediéndole los beneficios de su novela corta 'The Heart that was a Wild Garden', con los protagonistas de su serie policial.



https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2019/01/04/5c2e6d02fdddffd64a8b461e.html



Unknown-1.jpeg






 
Última edición por un moderador:
LIBROS RECOMENDADOS DE LIBROTEA
Las novelas negras que leerás en 2019

Los aficionados a las historias de detectives, intrigas, espías, crímenes… están de enhorabuena porque el 2019 viene cargado de refrescantes novedades del género negro. Hoy en Librotea seleccionamos un puñado de los títulos más interesantes que aterrizarán en las librerías en las próximas semanas y meses.

Carlos Zanón se atreve a resucitar a Pepe Carvalho. En las páginas de Carvalho: problemas de identidad queda claro que el célebre detective creado por Manuel Vázquez Montalbán sigue odiando los libros y la música moderna, pero Zanón le insufla una nueva vida. La acción se sitúa en el año 2017 Carvalho se plantea si se está haciendo viejo o qué le pasa. El argentino Guillermo Martínez se ha alzado con el Premio Nadal por Los crímenes de Alicia, novela que estará al alcance del gran público el próximo mes de febrero.

Uno de los regresos más esperados es el de Benjamin Black, el irlandés John Banville vuelve a ponerse su traje de rey del Noir para entregar Los lobos de Praga. Una de las grandes damas del género es Donna Leon, que este 2019 publica En el nombre del hijo. Otros títulos esperados por los amantes de la novela negra son Complot en Estambul, de Charles Cumming, o Una maldita historia, de Bernard Minier.

Una de las grandes sorpresas de la novela negra española de los últimos tiempos ha sido Carmen Mola, seudónimo tras el que se esconde la autora de la exitosa La novia gitana. Mola vuelve a la carga esta primavera con La red púrpura una nueva aventura de la inspectora Elena Blanco. Los seguidores del gótico fantástico y terrorífico esperan con los brazos abiertos la nueva obra de Félix J. Palma, El abrazo del monstruo.

En el capítulo de reediciones una brilla por encima de las demás, la de La frontera, de Don Winslow. Título que cobra nuevo brío. Títulos para disfrutar durante los próximos meses.


a1b0b1784774706e9b720be393681e64.jpeg



NOVELA NEGRA Y THRILLER
Carvalho: problemas de identidad
CARLOS ZANÓN
  • EDITORIAL: Planeta
  • ISBN: 9788408201489
  • FECHA DE PUBLICACIÓN:
SINOPSIS
Pepe Carvalho es el icónico detective creado de Manuel Vázquez Montalbán y conocido por toda una generación y padre de la novela negra mediterránea. La trama de novela negra, el ritmo y los personajes de esta nueva entrega convocan a los seguidores que ya conocían al personaje, a los nuevos lectores y a los de las novelas de Zanón.


SIGUE :

https://librotea.elpais.com/libro/carvalho-problemas-de-identidad
 
Hola chicas! es la primera vez que entro al foro de literatura y es para pediros ayuda. Necesito alguna recomendación para poder encontrar ebooks en internet gratis, me gusta coger los libros de la biblio pero la mía es pequeña y a veces no tienen los más recientes. Antes solía descargarlos de Fiuxy que tenía un montón pero han cerrado la página. ¿Conocéis de alguna otra?

PD. Actualmente estoy leyendo "Su cuerpo y otras fiestas" y "Elogio de la lentitud".
Gracias !
 
Muere el editor Claudio López Lamadrid
Fuentes cercanas al director de la división literaria de Penquin Random House han confirmado a Vozpopuli el fallecimiento del barcelonés

imagen-editor-capturada-cuenta-Twitter_663543669_2797699_1020x574.jpg

Una imagen del editor capturada de su cuenta de Twitter.
KARINA SAINZ BORGO
PERFIL
EMAILTWITTER


PUBLICADO 11.01.2019 - 19:59ACTUALIZADO11.1.2019 - 20:28

El suyo era uno de los nombres fundamentales de la edición en España. Claudio López LaMadrid ha fallecido de un infarto este viernes, han confirmado Vozpopuli fuentes cercanas al que era director de la división literaria de Penguin Random House.

La relación de Claudio López Lamadrid (Barcelona, 1960) con el mundo editorial le vino dada. Se dedicó a él sin haberlo decidido siquiera. Empezó, con 17 años, moviendo libros del piso de Beatriz de Moura a un pequeño depósito en la barcelonesa calle Iradier, también borrando con una gomita el precio escrito a lápiz en la primera página de los ejemplares devueltos. Y si por sus venas circulaba sangre azul no era sólo por su genealogía –era descendiente de los marqueses de Lamadrid y de Comillas-, sino porque la colorea algo de esa tinta del oficio familiar: es sobrino de Antonio López Lamadrid, el hombre que desde 1976 dirigió, con Beatriz de Moura, Tusquets Editores.

Después de terminar el servicio militar, Claudio López Lamadrid se fue a trabajar unos meses a París con el editor Christian Bourgois. De esos años aseguraba no haber aprendido nada –su francés, ha dicho, era pésimo-. Inmediatamente se incorporó a Tusquets. Estuvo allí diez años. Trabajó como traductor para el Círculo de Lectores e incluso como periodista y crítico literario. Años después creó Galaxia Gutenberg. Finalmente, se incorporó a lo que entonces era Grijalbo, sello del que vió sus continuas transformaciones –la compra por parte de Mondadori primero, Random House después y más recientemente la de Penguin-.

Director de la división literaria del grupo, López Lamadrid tradujo y editó autores del peso de los Nobel J. M Coetzee o Amos Oz Durante los últimos años fijó sus prioridades en alcanzar un mercado más amplio, América Latina, para la literatura en español. Apostó por lo digital para conseguirlo. Bajo su gestión, Penguin llevó a cabo la compra del sello Alfaguara por parte del grupo al que pertenecía.

Un hombre irónico, de humor fino y un agudo olfato literario. Aristócrata irredento y riguroso lector. Fue el descubridor de nuevos valores de las Letras en español, desde César Aira hasta Javier Cercas. El mundo de la edición en español pierde hoy un nombre fundamental.
https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/muere-editor-clauido-lopez-lamadrid_0_1208280360.html
 
Back