Las traiciones/decepciones de aquellos grandes amigos

Mis consejos basados en mi experiencia :
1. No pierdas el tiempo intentando caer bien a nadie o mantener amistades que ya no dan más de si ,no vale la pena forzar ninguna amistad .

2.No des segundas oportunidades a la gente a la que dejaste de hablar por un motivo válido porque esa persona seguirá siendo igual o peor .

3. Hay un montón de gente que es envidiosa incluso cuando a ellos les va mejor que a ti .

Eso no es amistad .
Y no no hay amistades perfectas pero hay límites .
4. No mantengas una amistad porque fuese genial al principio si cambia y empiezan a tratarte mal .
Eso me ocurrió a mi eran pequeñas cosas que vas pasando hasta que el vaso rebosa y tú eres la mala pq explotas después de estarte pisando los callos una y otra vez y te das cuenta de que es una mala persona .

El mensaje de @Duendecillacoti es para leer, releer, imprimir y si queréis, enmarcar. Yo lo he anotado en una libreta que tengo en la que guardo frases sabias que me llegan al alma.

Y yo tropecé en todos y cada uno de los puntos que dice la coti. Asique os voy a contar mi experiencia sobre ellos.

Punto 1: He forzado amistades. Y no ha merecido la pena. Cuando me mudé de ciudad me sentí solísima y empecé a quedar con alguien para tomar un café para sociabilizar. Intenté forzar esa amistad y la cosa no cuajó. No por nada, no me hizo esa chica ninguna pu**tada ni nada y es buena tia, pero simplemente no sentía el feeling necesario para empezar una amistad sincera, no acababa de conectar con ella y me di cuenta de que estaba quedando con ella solo por no estar sola. Mal hecho por mi parte, pero echaba de menos tener una amiga con la que tomar un café sin tener que planificar un viaje y desplazarme mil kilómetros.

Punto 2: Di una segunda oportunidad después de una traición a una amiga ( basicamente, yo siempre estuve cuando ella estuvo mal por diversos temas, pero cuando yo estuve jodi**da, pasó de mi, me dijo que no le apetecía escuchar dramas de nadie, que la deprimía) . Le di la segunda oportunidad porque hasta ese momento, las traiciones las gestionaba con contacto cero: hasta aquí y punto y final, tal y como os cuento en el punto 3 y 4.

En mi caso no mereció la pena en absoluto, la amistad estaba rota: ya no había feeling ni confianza para hablar de nada y le contestaba con las mismas ganas que a mi prima de cuenca. Fue forzar algo que ya estaba roto e irremediablemente acabó con la pérdida de trato por ambas partes, solo que un tiempo después de cuando realmente debería haber terminado, es decir, en el momento de la traición. Ella me traicionó a mi, sí, pero yo a la vez también me traicioné a mi misma, ya que forcé algo que en el fondo sabía de sobra que ya había muerto y no iba a ninguna parte.

Punto 3: La gente no soporta cuando a otro le va bien, en general. Cuando me compré la casa, una amiga empezó a hablarme mal, colgarme el teléfono y soltarme comentarios tipo: tu no te puedes quejar, que te acabas de comprar una casa o no todos tenemos la suerte de poder comprar una casa. Sin comentarios y aclaro que mi casa no es un palacio y la compré con el esfuerzo y ahorro de años.

Punto 4: Continuando con el caso anterior, mantuve esa amistad durante meses. Aguanté los desprecios y comentarios fuera de lugar como los que os dije, borderías que no venían a cuento, estar en una conversación con más gente y tratar de tirar por tierra todo lo que yo decía, intentar dejarme quedar mal y un largo etc.

Aguanté como una idiota porque era una amiga de toda la vida y había compartido muchos años y momentos con ella, pero sinceramente, fue lo más liberador que hice cantarle las cuarenta y decirle que no quería saber nada de ella nunca más.

De verdad, nunca aguantéis una amistad que ha cambiado y no es la que era por nostalgia o cariño, no merece la pena.

Perdón por el rollo que os he soltado primas pero me da mucho coraje el tema.
 
El mensaje de @Duendecillacoti es para leer, releer, imprimir y si queréis, enmarcar. Yo lo he anotado en una libreta que tengo en la que guardo frases sabias que me llegan al alma.

Y yo tropecé en todos y cada uno de los puntos que dice la coti. Asique os voy a contar mi experiencia sobre ellos.

Punto 1: He forzado amistades. Y no ha merecido la pena. Cuando me mudé de ciudad me sentí solísima y empecé a quedar con alguien para tomar un café para sociabilizar. Intenté forzar esa amistad y la cosa no cuajó. No por nada, no me hizo esa chica ninguna pu**tada ni nada y es buena tia, pero simplemente no sentía el feeling necesario para empezar una amistad sincera, no acababa de conectar con ella y me di cuenta de que estaba quedando con ella solo por no estar sola. Mal hecho por mi parte, pero echaba de menos tener una amiga con la que tomar un café sin tener que planificar un viaje y desplazarme mil kilómetros.

Punto 2: Di una segunda oportunidad después de una traición a una amiga ( basicamente, yo siempre estuve cuando ella estuvo mal por diversos temas, pero cuando yo estuve jodi**da, pasó de mi, me dijo que no le apetecía escuchar dramas de nadie, que la deprimía) . Le di la segunda oportunidad porque hasta ese momento, las traiciones las gestionaba con contacto cero: hasta aquí y punto y final, tal y como os cuento en el punto 3 y 4.

En mi caso no mereció la pena en absoluto, la amistad estaba rota: ya no había feeling ni confianza para hablar de nada y le contestaba con las mismas ganas que a mi prima de cuenca. Fue forzar algo que ya estaba roto e irremediablemente acabó con la pérdida de trato por ambas partes, solo que un tiempo después de cuando realmente debería haber terminado, es decir, en el momento de la traición. Ella me traicionó a mi, sí, pero yo a la vez también me traicioné a mi misma, ya que forcé algo que en el fondo sabía de sobra que ya había muerto y no iba a ninguna parte.

Punto 3: La gente no soporta cuando a otro le va bien, en general. Cuando me compré la casa, una amiga empezó a hablarme mal, colgarme el teléfono y soltarme comentarios tipo: tu no te puedes quejar, que te acabas de comprar una casa o no todos tenemos la suerte de poder comprar una casa. Sin comentarios y aclaro que mi casa no es un palacio y la compré con el esfuerzo y ahorro de años.

Punto 4: Continuando con el caso anterior, mantuve esa amistad durante meses. Aguanté los desprecios y comentarios fuera de lugar como los que os dije, borderías que no venían a cuento, estar en una conversación con más gente y tratar de tirar por tierra todo lo que yo decía, intentar dejarme quedar mal y un largo etc.

Aguanté como una idiota porque era una amiga de toda la vida y había compartido muchos años y momentos con ella, pero sinceramente, fue lo más liberador que hice cantarle las cuarenta y decirle que no quería saber nada de ella nunca más.

De verdad, nunca aguantéis una amistad que ha cambiado y no es la que era por nostalgia o cariño, no merece la pena.

Perdón por el rollo que os he soltado primas pero me da mucho coraje el tema.

Gracias por tu mensaje , no puedo estar más de acuerdo .
En mi caso , tras varias decepciones , ya no creo en la amistad como tal .
He pasado de abrirme y contar confidencias porque me han fallado tantas veces..
Para mi , la amistad ahora mismo no existe .
Superficialmente no me interesan las personas así q me he aislado para no sufrir .
Es duro , pero es así .
 
Gracias por tu mensaje , no puedo estar más de acuerdo .
En mi caso , tras varias decepciones , ya no creo en la amistad como tal .
He pasado de abrirme y contar confidencias porque me han fallado tantas veces..
Para mi , la amistad ahora mismo no existe .
Superficialmente no me interesan las personas así q me he aislado para no sufrir .
Es duro , pero es así .

Gracias a ti por leerlo, prima ❤️

Mira, a mi no me han traicionado muchísimas veces en número, pero sí lo ha hecho gente con la que me he portado de forma intachable y muy generosa.

Es más, a la "amiga" a la que ayudé cuando estuvo mal la ayudé a salir de temas muy complicados
que se iban sucediendo uno tras otro (tenía depresión, falta de autoestima, la habían atracado y no quería salir a la calle, no tenía trabajo y el novio la había dejado, día tras día durante 5 años la ayudé, y consiguió estar bien. Parecía otra y yo estaba feliz por ella y por mi, por haber hecho algo tan bueno por alguien. Ella misma me dijo que si no fuese por mí no estaría aquí. En lo único que no conseguí ayudarle fue con lo del trabajo la verdad pero es que ella quería algo por encima de sus posibilidades.

Cuando yo pase por un bache gordo (falleció mi mascota, tuve una pérdida de un familiar y un problema legal ) ella desapareció. Todo esto me pasó en el lapso de 10 días, y ella, sabiendo todo esto, desapareció.

De repente no me llamaba, no me escribía para preguntarme que qué tal estaba (escribir eso por whatsapp lleva segundos) , pero sí tenía tiempo para decirme que estaba muy liada y que no tenía tiempo para nada pero que se lo estaba pasando geniaaaaal . Que estaba conociendo a un nuevo chico y le apetecía disfrutar de ese momento, que no quería escuchar dramas de nadie que se deprimía, pero que se lo estaba pasando geniaaaaaaaaal y que no paraba. Yo la verdad es que estaba flipando y cada día que pasaba me enervaba más y más. Fastidiada por lo mío y por su traición.

En dos meses aproximadamente, que fue lo que tardé en "recuperarme" (pasé la fase inicial y más dolorosa de ambos duelos y solucioné el problema legal, que no era más que un malentendido, pero de los que dan quebraderos de cabeza), de repente apareció de nuevo.

Encima en vez de disculparse, excusándose. Las excusas más ridículas las escuché de su boca. Y este punto me dolió tanto como la traición. Nunca se debe arruinar una disculpa con una excusa, pero en este caso menos.

Hice de tripas corazón y decidí darle otra oportunidad precisamente porque siempre había sido muy drástica con las traiciones y pensé que igual debería no acabar "a tiros" con cada persona que me la jugaba. Decidí probar, dar otra oportunidad, "perdonar".

Ese fue mi mayor error de verdad te lo digo y la decisión más ridicula y absurda con diferencia que tomé en mi vida. La amistad ya estaba rota desde el momento en el que yo estuve mal y ella no tuvo ni un segundo para escribirme que que tal estaba. Y yo en el fondo lo sabía.

Y la verdad, me hubiese quedado muchísimo más agusto habiéndole cantado las cuarenta, que no dándole otra oportunidad a nuestra amistad y haber vivido una prórroga ficticia de la misma, de la que, repito, en el fondo fui consciente desde el primer momento.

Ya te digo, luego le contestaba con una desgana tremenda, hasta con rabia contenida y sintiéndome bastante idiot*a en cada whatsapp que recibía. Es que era totalmente ridículo especialmente por mi parte.

Te digo la verdad prima, yo no sé si en esta historia quedé más decepcionada conmigo o con ella. Creo que conmigo, porque en el fondo ya te digo, sabía que era absurdo lo que estaba haciendo, que no íbamos a volver a ser amigas y aún así accedí a darle una segunda oportunidad.

La amistad "oficialmente" terminó cuando en una de las conversaciones que teníamos yo dejé de contestarle y ella no me escribió más. De esto ya van varios meses y posiblemente no volveremos a hablar jamás.



Siento el tocho que te he soltado pero es que me es imposible resumirlo más.

Yo estoy en el punto de que tampoco creo en la amistad y me cuesta abrirme. Es como que me da pereza iniciar una nueva amistad.
 
Gracias a ti por leerlo, prima ❤️

Mira, a mi no me han traicionado muchísimas veces en número, pero sí lo ha hecho gente con la que me he portado de forma intachable y muy generosa.

Es más, a la "amiga" a la que ayudé cuando estuvo mal la ayudé a salir de temas muy complicados
que se iban sucediendo uno tras otro (tenía depresión, falta de autoestima, la habían atracado y no quería salir a la calle, no tenía trabajo y el novio la había dejado, día tras día durante 5 años la ayudé, y consiguió estar bien. Parecía otra y yo estaba feliz por ella y por mi, por haber hecho algo tan bueno por alguien. Ella misma me dijo que si no fuese por mí no estaría aquí. En lo único que no conseguí ayudarle fue con lo del trabajo la verdad pero es que ella quería algo por encima de sus posibilidades.

Cuando yo pase por un bache gordo (falleció mi mascota, tuve una pérdida de un familiar y un problema legal ) ella desapareció. Todo esto me pasó en el lapso de 10 días, y ella, sabiendo todo esto, desapareció.

De repente no me llamaba, no me escribía para preguntarme que qué tal estaba (escribir eso por whatsapp lleva segundos) , pero sí tenía tiempo para decirme que estaba muy liada y que no tenía tiempo para nada pero que se lo estaba pasando geniaaaaal . Que estaba conociendo a un nuevo chico y le apetecía disfrutar de ese momento, que no quería escuchar dramas de nadie que se deprimía, pero que se lo estaba pasando geniaaaaaaaaal y que no paraba. Yo la verdad es que estaba flipando y cada día que pasaba me enervaba más y más. Fastidiada por lo mío y por su traición.

En dos meses aproximadamente, que fue lo que tardé en "recuperarme" (pasé la fase inicial y más dolorosa de ambos duelos y solucioné el problema legal, que no era más que un malentendido, pero de los que dan quebraderos de cabeza), de repente apareció de nuevo.

Encima en vez de disculparse, excusándose. Las excusas más ridículas las escuché de su boca. Y este punto me dolió tanto como la traición. Nunca se debe arruinar una disculpa con una excusa, pero en este caso menos.

Hice de tripas corazón y decidí darle otra oportunidad precisamente porque siempre había sido muy drástica con las traiciones y pensé que igual debería no acabar "a tiros" con cada persona que me la jugaba. Decidí probar, dar otra oportunidad, "perdonar".

Ese fue mi mayor error de verdad te lo digo y la decisión más ridicula y absurda con diferencia que tomé en mi vida. La amistad ya estaba rota desde el momento en el que yo estuve mal y ella no tuvo ni un segundo para escribirme que que tal estaba. Y yo en el fondo lo sabía.

Y la verdad, me hubiese quedado muchísimo más agusto habiéndole cantado las cuarenta, que no dándole otra oportunidad a nuestra amistad y haber vivido una prórroga ficticia de la misma, de la que, repito, en el fondo fui consciente desde el primer momento.

Ya te digo, luego le contestaba con una desgana tremenda, hasta con rabia contenida y sintiéndome bastante idiot*a en cada whatsapp que recibía. Es que era totalmente ridículo especialmente por mi parte.

Te digo la verdad prima, yo no sé si en esta historia quedé más decepcionada conmigo o con ella. Creo que conmigo, porque en el fondo ya te digo, sabía que era absurdo lo que estaba haciendo, que no íbamos a volver a ser amigas y aún así accedí a darle una segunda oportunidad.

La amistad "oficialmente" terminó cuando en una de las conversaciones que teníamos yo dejé de contestarle y ella no me escribió más. De esto ya van varios meses y posiblemente no volveremos a hablar jamás.



Siento el tocho que te he soltado pero es que me es imposible resumirlo más.

Yo estoy en el punto de que tampoco creo en la amistad y me cuesta abrirme. Es como que me da pereza iniciar una nueva amistad.

Ahora mismo estoy en una situación similar con la q se supone era mi mejor amiga .
De un tiempo a esta parte , y coincidiendo con un problema personal mío , me ha dejado de lado .
Durante años he sido su perrito faldero , nunca le he dicho q no a nada . Una persona narcisista .
Somos amigas desde hace 20 años y me da mucha pena la situación.
Me escribe cada 2 meses un WhatsApp cordial y a mi el último ya no me salió contestarle .
Estoy en el punto de cantarle las 40 y decirle hasta aquí o bien “perdonar” .
En el fondo se que no va a ser lo mismo , entonces creo q no me compensa .
Igual tengo q asumir q la relación se ha roto .
En fin , q dificil .
 
Ahora mismo estoy en una situación similar con la q se supone era mi mejor amiga .
De un tiempo a esta parte , y coincidiendo con un problema personal mío , me ha dejado de lado .
Durante años he sido su perrito faldero , nunca le he dicho q no a nada . Una persona narcisista .
Somos amigas desde hace 20 años y me da mucha pena la situación.
Me escribe cada 2 meses un WhatsApp cordial y a mi el último ya no me salió contestarle .
Estoy en el punto de cantarle las 40 y decirle hasta aquí o bien “perdonar” .
En el fondo se que no va a ser lo mismo , entonces creo q no me compensa .
Igual tengo q asumir q la relación se ha roto .
En fin , q dificil .

Prima, no te voy a decir lo que yo haría porque ya lo sabes, ya sabes cuál sería mi decisión y no quiero condicionarte. Es una decisión que debes tomar tu.

Lo que si te quiero decir, si me lo permites, es que las amistades deben ser siempre equidistantes, no puede dar una parte todo y la otra solo dedicarse a recibir. Y las amistades, además, deben estar para lo bueno, pero especialmente para lo malo, que es cuando más necesitamos cariño y apoyo.

Algo que a mí me ayudó en su momento fue redescubrirme: aprender a quererme, disfrutar de hacer actividades sola (conducir, dar un paseo, meditar, ir de compras). Escribe un diario si te animas.

Pero primero trata de solucionar ese problema personal tuyo. O en su defecto, tratar de llevarlo lo mejor posible.

Y luego fortalécete tu. Cuanto más te fortaleces a ti misma, menos vas a echar de menos una amistad que no está a la altura.
 
Por cierto, y bajo mi experiencia, los ex siempre vuelven, pero las examigas no.

Personalmente tengo que decir que en mi caso sí se ha cumplido eso de que los ex siempre vuelven a llamar a tu puerta. Por desgracia, también os lo digo . :LOL:

Sin embargo con las amigas traicioneras eso no se cumple.

No conozco ni un solo caso en el que las amigas traicioneras hayan vuelto una vez que se ha roto definitivamente la relación.

Lo he hablado con varias personas cercanas y coinciden en esta experiencia.
 
Entro aquí en modo desahogo para contar una de esas decepciones.
A mi amiga la llamaremos Sandra. Nos conocimos en la postadolescencia, ella era algo más mayor que yo. Compartimos muchísimo juntas, tanto que estuve en su boda un evento pequeñito para la época. Después de ahí vino el primer chasco porque a los dos años o cosa así se mudó a 700 kms, cortó el contacto con casi todo el mundo. Lo siguiente que supe de ella es que había sido mamá. Ahí hablamos y aclaramos diferencias, por el trabajo de su marido pasaban la mitad del año de donde somos y nos veíamos bastante, yo babeaba con su bebé. Fue luz estar con Sandra ahí. Luego pasé por una mala y ella marcó distancia, a su marido le gustaba que fuera con mujeres que tenían pareja, ella además andaba con la oreja puesta con él por líos de faldas y dinero, me confesó que quería retomar los estudios pero él no lo veía bien. Yo la animaba a volar, a controlar su vida. Me confesó que había decidido adaptarse a ese lugar donde tampoco se sentía cómoda porque era donde tenía que echar raíces. Salió la noticia en prensa de la provincia en la que residían que a él lo estaban investigando por tema turbio de influencias, yo me enteré después. Empezaron a venir menos aquí y lo último que hablamos es que se había enfadado conmigo porque me había enviado una solicitud para seguir en redes una pequeña web que había creado relacionada con la maternidad y que yo no la estaba ayudando a tener visibilidad. Ahí dejó de hablarme pero seguimos teniendonos en redes. Su último hijo se lleva con el mío meses. Sé que vienen en verano porque su tía conserva casa aquí al lado pero nunca he coincido con ellos. He intentado retomar el contacto varias veces, cero respuesta.
Ayer me removi mucho, la fecha es importante para ella y me sigue afectando.
Creo que en parte ese distanciamiento ha venido por su marido, cuando me empezó a contar cosas de casa yo dejé de mirarlo igual, me puse del lado de ella. No sé si me he explicado bien. Por el lado de él también empezó el rechazo, mujer soltera, independientemente y libre ¿y si lo mismo su mujer abría los ojos y seguía el camino?
 
Entro aquí en modo desahogo para contar una de esas decepciones.
A mi amiga la llamaremos Sandra. Nos conocimos en la postadolescencia, ella era algo más mayor que yo. Compartimos muchísimo juntas, tanto que estuve en su boda un evento pequeñito para la época. Después de ahí vino el primer chasco porque a los dos años o cosa así se mudó a 700 kms, cortó el contacto con casi todo el mundo. Lo siguiente que supe de ella es que había sido mamá. Ahí hablamos y aclaramos diferencias, por el trabajo de su marido pasaban la mitad del año de donde somos y nos veíamos bastante, yo babeaba con su bebé. Fue luz estar con Sandra ahí. Luego pasé por una mala y ella marcó distancia, a su marido le gustaba que fuera con mujeres que tenían pareja, ella además andaba con la oreja puesta con él por líos de faldas y dinero, me confesó que quería retomar los estudios pero él no lo veía bien. Yo la animaba a volar, a controlar su vida. Me confesó que había decidido adaptarse a ese lugar donde tampoco se sentía cómoda porque era donde tenía que echar raíces. Salió la noticia en prensa de la provincia en la que residían que a él lo estaban investigando por tema turbio de influencias, yo me enteré después. Empezaron a venir menos aquí y lo último que hablamos es que se había enfadado conmigo porque me había enviado una solicitud para seguir en redes una pequeña web que había creado relacionada con la maternidad y que yo no la estaba ayudando a tener visibilidad. Ahí dejó de hablarme pero seguimos teniendonos en redes. Su último hijo se lleva con el mío meses. Sé que vienen en verano porque su tía conserva casa aquí al lado pero nunca he coincido con ellos. He intentado retomar el contacto varias veces, cero respuesta.
Ayer me removi mucho, la fecha es importante para ella y me sigue afectando.
Creo que en parte ese distanciamiento ha venido por su marido, cuando me empezó a contar cosas de casa yo dejé de mirarlo igual, me puse del lado de ella. No sé si me he explicado bien. Por el lado de él también empezó el rechazo, mujer soltera, independientemente y libre ¿y si lo mismo su mujer abría los ojos y seguía el camino?
Su marido será como será, pero ella fue una amiga penosa para ti.
 
Respecto a esto que decís de que habéis perdido amigas porque "no querían escuchar dramas porque se deprimen". Habéis pensado que quizá son PAS o algo? Y a lo mejor en vuestro caso no os afecta escucharlos pero a ellas si? Pq claro a mi desde mi sensibilidad casi de replicante de Blade Runner con facilidad además para que se me olvide o pasar mi mente a otro tema quizá no puedo comprender a una Persona Altamente Sensible que por fin tiene algo de felicidad aunque se porte un poco egoísta

No se digo esto para tener autocrítica y ponernos un poco en el lugar de porque alguna gente pueda habernos parecido despreciable como amistad.

Un símil tonto para que se entienda: yo no puedo pretender que a alguien que le cueste muchísimo cargar 15 kgs durante diez metros por edad o enfermedad me ayude con una mudanza. Mejor pedírselo a una amistad joven y que vaya al gym
 
Respecto a esto que decís de que habéis perdido amigas porque "no querían escuchar dramas porque se deprimen". Habéis pensado que quizá son PAS o algo? Y a lo mejor en vuestro caso no os afecta escucharlos pero a ellas si? Pq claro a mi desde mi sensibilidad casi de replicante de Blade Runner con facilidad además para que se me olvide o pasar mi mente a otro tema quizá no puedo comprender a una Persona Altamente Sensible que por fin tiene algo de felicidad aunque se porte un poco egoísta

No se digo esto para tener autocrítica y ponernos un poco en el lugar de porque alguna gente pueda habernos parecido despreciable como amistad.

Un símil tonto para que se entienda: yo no puedo pretender que a alguien que le cueste muchísimo cargar 15 kgs durante diez metros por edad o enfermedad me ayude con una mudanza. Mejor pedírselo a una amistad joven y que vaya al gym

Si no los quieren escuchar y tampoco los cuentan, puede que PAS.
Si no los quieren escuchar y todo el día están "rebozandose" en los suyos, PAS disfrazada.

El símil, en mi opinión, es bueno. Creo que todos tenemos unas cualidades y sólo si hay desequilibrio es abuso, es decir, si te beneficias de mis cualidades y no me aportas nada, adiós. Siguiendo con tu ejemplo, si quien no puede cargar se le dan bien las gestiones/finanzas/idiomas y tampoco le viene bien nunca, adiós.
 

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