Las tardes...

Pues lo llevo fatal, que lo sepáis. Ayer estuve sentada en un parque con un amigo ahí espanzurrados, luego vino otra amiga. Treintañeros despatarrados en el césped hablando de la vida. Y esa es la felicidad que es gratis totalmente.


Es verdad, la mejor etapa de la vida es la infancia y precisamente es la única de la que no tienes conciencia, no sabes lo feliz que eres hasta que creces y ves el percal...........
 
Qué mierda es eso del madurar. Cuando era una cría y pasaba esto de tener tardes libres que no terminan nunca, me iba a la calle a jugar a todo tipo de cosas, me revolcaba por el suelo del parque, hacía cabañas con cajas de cartón, nos pegábamos con la pandilla contraria y rival ancestral, nos metíamos con las marujas que nos mandaban callar o nos decían que había que ir a misa.
Luego llegabas a casa, baño y para la cama; te dormías en cinco minutos del reventón a jugar.

Yo quiero que mis amigos y yo hagamos lo mismo cuando salgamos del trabajo: revolcarnos por el suelo, comenzar la temporada de canicas y jugar al escondite por el cementerio, pero no, que si se han casado, tienen hijos y que no se qué de una hipoteca. Ya, bueno, por salir a jugar a unas carreras de bicis no creo que la hipoteca deje de pagarse.

Madurar es la mierda, cotillas, la mierda. Yo no quiero crecer nunca.

Sólo te ha faltado lo de pegarnos calcomanías, esos tatus falsos... aisss qué recuerdos.....

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Es verdad, la mejor etapa de la vida es la infancia y precisamente es la única de la que no tienes conciencia, no sabes lo feliz que eres hasta que creces y ves el percal...........


Es espectacular la pereza que hay entre los adultos hoy día. Gente de mi edad que no sabe ni para dónde tirar, ni qué hacer, es la leche todo. En verano estas movidas se incrementan, los días son muy largos.
 
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