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Como dije en el anterior mensaje, mi caso no es un buen ejemplo, porque tuve bastantes problemas familiares en la adolescencia y bueno... Cuando se trata de analizar muchas de mis rarezas, no se sabe qué fue antes, si el huevo o la gallina. Aún así, quería responderte a esto, porque me siento algo identificada con la experiencia de tu padre.Creo que medianamente entiendo a la prima, pues mi padre tiene un IQ de 160 (le hicieron las pruebas de joven y de más mayor) y él dice que su mente ha sido su mayor bendición y su peor pesadilla a la vez. En su caso nunca ha sabido dominarla y él reconoce que es tan irónico, pero que no ha encontrado como. Me cuenta que puede estar teniendo 4 hilos de pensamiento y conversaciones mentales completamente nítidas al mismo tiempo, como si pensara cuatro realidades a la vez. Eso le ha provocado muchos problemas de insomnio durante toda su vida y enfermedades por estrés. Con esto te quiero decir que las cualidades de gente con altas capacidades no son solo en tener una mente mucho más ágil o poder ver las cosas desde prismas que otros no, sino que tienen tan desarrollado eso que incluso a ellos mismos les cuesta controlar aquello que llevan de fábrica.
Y por casualidades de la vida he conocido a algunos más, y me comentan cosas similares. Supongo que a eso se refería la prima.
Ah y edito para decir, que me acabo de acordar, que él dice que en su caso tiene un problema principal y es que todo le aburre, le parece tan tan tan fácil que tiene como un desashosiego porque no encuentra nada que le motive, pues lo aprende muy fácil (y trabaja y estudia cosas que yo me quedo - ). Hemos tenido bastantes conversaciones con él de este tema de su mente porque le cuesta encontrar la estabilidad emocional.
Hay una inteligencia en concreto para la que jamás quise ninguna motivación extra: la lingüística-verbal. Al contrario, necesito muchísimos estímulos de esa clase, vengan de donde vengan. Estoy todo el día leyendo o escribiendo, y no es exageración. Soy incapaz de estar esperando en un sitio sin leer un artículo en el móvil, hablar con alguien, sacar un libro del bolso, o simplemente, estar haciendo algo. Y al igual que tu padre, duermo muy poco, porque siempre estoy pensando...
Creo que entiendo lo que quiere decir con las conversaciones mentales. A mí me resulta muy sencillo abstraerme y montarme una historia de fantasía de mi cabeza. Puedo estar pensando el argumento, los personajes y las escenas de algo que quiero escribir durante horas, y desarrollarlo todo en mi cabeza, sin darle a ninguna tecla (para mí, sigue siendo escribir ). Incluso varias historias a la vez, y sin enterarme de lo que pasa a mi alrededor.
Pero me aburro con mucha facilidad. Si hay algo que no me atrae de entrada... Me va a costar horrores ponerme a ello posteriormente. Cuando estaba en el instituto, me pasaba con las matemáticas: no me llamaban nada y nunca atendía en clase. Cuando llegaba el examen y me pedían explicaciones por mis notas atroces, me escaqueaba diciendo que "no entendía los problemas". A lo que me respondían "no es que no lo entiendas, es que eres una vaga"
Y bueno, también se me ocurren otros rasgos que esta clase de personas solemos compartir: no me entiendo muy bien con las personas de mi edad y soy demasiado susceptible en ocasiones.