No es que AD sea un santo o buenísimo, sino que es el padre presente de tres personas que le necesitan. Con sus defectos y falsedades. Él ha rehecho su vida.
Si AD fuera una mujer y Rociíto el hombre, le habría caído un rapapolvos tremendo, ya desde el principio. Pero como es mujer, lo fácil es culpar a la niña, a quien debe haberla parido.
Sin embargo, para Rociíto, no existe defensa ninguna. Vive y gasta feliz con su marido, sin el incordio de sus hijos.
Si AD fuera una mujer y Rociíto el hombre, le habría caído un rapapolvos tremendo, ya desde el principio. Pero como es mujer, lo fácil es culpar a la niña, a quien debe haberla parido.
Sin embargo, para Rociíto, no existe defensa ninguna. Vive y gasta feliz con su marido, sin el incordio de sus hijos.