La acrilamida: la sustancia cancerígena que está en casi todo lo que comemos

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La acrilamida: la sustancia cancerígena de los cafés de Starbucks está en casi todo lo que comemos
Un juez en EE UU obliga a las cafeterías a poner una advertencia sanitaria. Es solo el principio: desde el 11 de abril una ley europea reducirá sus niveles en varios alimentos


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TERESA MORALES GARCÍA
7 ABR 2018 - 16:38 ART



Hace escasos días un juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Elihu Berle, puso la acrilamida en el mapa mainstream al obligar a las cafeterías de California —Starbucks incluida— a añadir una advertencia sanitaria sobre los riesgos carcinógenos de esta sustancia química presente en el café. Se trata de una vieja conocida de la industria y de las autoridades sanitarias, pero si este es su primer contacto consciente con ella sepa que a partir de ahora no va a parar deverla en cada alimento.

El próximo miércoles 11 de abril entra en vigor un reglamento de la Comisión Europea que obliga a poner en marcha una serie de medidas para limitar en lo posible la presencia de acrilamida en los alimentos: porque no solo está en el café, se encuentra desde en las patatas fritas hasta en los tarros para bebés.

La acrilamida es una sustancia que se puede formar de muchas maneras, pero una muy común: cuando los alimentos se cocinan o procesan a temperaturas superiores a 120 grados. Es entonces cuando los azúcares reductores de los alimentos —aquellos que se descomponen más fácilmente como el almidón de la patata y los cereales, la fructosa o el que contiene la miel— y las proteínas reaccionan entre sí con el calor, y dan lugar a este elemento. Cuanto más alta sea la temperatura y menor sea el grado de humedad, más acrilamida.

Sucede en todos los alimentos, aunque aquellos ricos en almidón son los que presentan niveles más altos cuando se fríen y tuestan. Es lo que sucede con el café durante su proceso de tostado, independientemente de si es torrefacto o natural. De ahí que el reglamento ponga un foco especial en las patatas fritas, el pan en todos sus formatos, galletas, biscotes, el café y sucedáneos.

¿Llevamos toda la vida expuestos a una sustancia cancerígena?
Antes de que salten las alarmas, conviene aclarar que estas medidas se fundamentan en el principio de precaución porque, como explica el propio reglamento, "en entre el 10% y el 15%" de los alimentos que presentan exceso de acrilamida puede reducirse mediante la aplicación de buenas prácticas".

"No cabe duda de que esta sustancia es cancerígena en ratones de laboratorio, pero —tranquiliza el doctor Ricardo Cubedo, oncólogo del IOB Institute of Oncology de Madrid— nadie ha podido demostrar que la acrilamida que nos llega a los humanos a través de la alimentación tenga incidencia sobre el cáncer".

De hecho, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) considera la acrilamida como un probable carcinógeno para los humanos. "Probable", destaca Javier Marhuenda, académico de número de la Academia Española de Nutrición y Dietética, "porque, hasta ahora, según recuerda la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), no está claro que los resultados concluyentes de lasinvestigaciones realizadas en animales sometidos a dosis muy altasde acrilamida sean extrapolables a los humanos".

Cubedo, además, aporta un dato: "Los trabajadores de industrias que están expuestos a mayores niveles de esta sustancia —puede ser por inhalación, en contacto con la piel o a través de la comida— no han registrado mayor incidencia de cáncer que el resto de la población". La mayor fuente de exposición sigue siendo el humo del tabaco.

Las alarmas saltaron en 2002, cuando la Agencia Sueca de Seguridad Alimentaria reveló que la acrilamida aparecía no solo en procesos industriales, o en el humo del tabaco, sino también en los alimentos. Desde entonces, la Organización Mundial de la Salud y el resto de instituciones sanitarias internacionales comenzaron a administrar cautela. "En 2007 y en 2012 la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) estableció algunas pautas para reducir su consumo a través de la dieta", relata Marhuenda.

Según este diestista-nutricionista, los niveles de acrilamida en el consumo diario son bajos como para ser considerados peligrosos. "Lo que hace la EFSA es lo que vulgarmente conocemos como colocar la tirita antes de hacernos la herida. Siempre propone unos valores lo más bajos posible".

¿Puedo desarrollar un cáncer si como muchas patatas fritas?
"El consumo mínimo estipulado para que la acrilamida se relacione con la probabilidad o el aumento de probabilidad de aparición de cáncer es de 170 microgramos (0,17 miligramos) por kilo de peso corporal", cuenta Marhuenda. "En una persona que pese 80 kilos, por ejemplo, esa dosis mínima sería de 13.600 microgramos de acrilamida al día". Además, puntualiza, "no por llegar a esta cantidad de forma diaria vamos a desarrollar un cáncer de manera directa, sino que hay un aumento de riesgo".

¿Y llegamos? "Es complicado consumir esa dosis. Para hacernos una idea, la ingesta media de café por persona en Europa representa entre un 30% y un 35% de la cantidad mínima de riesgo". Un cálculo: según los niveles de referencia que a partir del día 11 los fabricantes deberán cumplir en la medida de lo posible (ver tabla más abajo), para que una persona de 80 kilos llegue a esa cantidad tendría que comer algo más de 27 kilos de patatas fritas al día.

De media, los españoles estamos expuestos a 0,53 microgramos de acrilamida por kilo de peso corporal al día, según un estudio que sirvió de tesis doctoral a la investigadora de la Universidad de Valencia Eva Molina Périz.Según, el doctor Cubedo, "la mitad nos llega por las patatas fritas, un cuarto por el café y el otro cuarto por las galletas o los biscotes".

En España, las bolsas de patatas se pasaban del límite
Eso pese a que en 2015, en España, casi una de cada cinco bolsas de estos snacksexcedía las cantidades de acrilamida recomendadas por la Comisión Europea, según encontró en un estudio el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (Ictan-CSIC). Aunque observó una evolución positiva: un promedio de 1.484 microgramos por kilo de patata frita en 2004, 740 en 2009 y 630 microgramos en 2014.

En el nuevo reglamento europeo no se establecen límites máximos, pero sí niveles de referencia —para este producto, 500 microgramos por kilo de patata—, que deberán cumplirse salvo que el fabricante pueda justificar su exceso, por ejemplo, por las propiedades de la variedad de patata utilizada.

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Contactado por correo electrónico, el Ministerio de Sanidad adelanta a BuenaVida que la Comisión Europea está redactando con la participación de los estados miembros en los debates una Recomendación de la Comisión —un tipo de normativa no vinculante—, en la que se definirá una ruta de trabajo para "establecer, si procede, límites máximos de acrilamida en alimentos".

Adiós a la típica patata pequeña y quemada
Hace años que la industria alimentaria viene reduciendo los niveles de acrilamida en sus productos, pero a partir del miércoles no debería encontrarse con la típica patata pequeña y tostada que aparece en algunas bolsas.

El reglamento de la Comisión Europea establece entre sus medidas algunas que puede notar en la compra. Las galletas, el pan de molde o los biscotes serán a partir de ahora más claros (los de aquellos fabricantes que no hayan ido modulando en los últimos años sus procesos de producción).

Además, el pan, las patatas fritas, la masa de hojaldre, las pizzas y todos aquellos productos que contengan entre sus ingredientes patata o almidón y que se vayan a terminar de hacer en casa irán acompañados de unas recomendaciones para cocinarlas en casa reduciendo el riesgo (ver abajo los consejos para no incrementar la acrilamida en su cocina).

Pese a las nuevas medidas de la Comisión Europea y a la baja exposición a la acrilamida, Marhuenda aconseja disminuir o evitar el consumo de esta sustancia: "Las patatas fritas de bolsa, los snacks, las galletas, algunos cereales, el pan crujiente o de molde… Si queremos reducir los niveles de acrilamida en la ingesta debemos evitar cocinar a temperaturas altas estos alimentos en particular, y, en general, tenemos que cocinar siempre de forma poco agresiva".

Es decir, opte por las patatas al vapor o guisadas, deje de chamuscar los filetes en la sartén, y no abrase la carne en las barbacoas. Será más saludable y seguirá estando igual de sabroso.

ESTO ES LO QUE PUEDE HACER EN CASA



Lo habrá oído mil veces, ahora ya sabe por qué:

- "Mejor las patatas frescas que comprarlas congeladas", recuerda Cubedo.

- Las patatas han de conservarse en lugares oscuros y frescos (no por debajo de los 6º C, por tanto, fuera de la nevera): "Cuando germinan", explica el oncólogo, "aumenta el almidón y al cocinarlas tendrán más acrilamida.

- Lavar las patatas y ponerlas en remojo —entre 30 minutos y dos horas si es en agua fría, unos minutos si es en agua caliente— y enjuagar las tiras en agua limpia antes de freír.

- Si se hacen en freidora, utilizar un aceite que permita freír más rápido o a temperaturas más bajas (el de girasol se quema más rápido que el de oliva), no deje que la sartén o la freidora superen los 175º C, y hágalas "por tandas, para que no se pase el aceite".

- Si las prefiere al horno, primero precaliente el electrodoméstico a entre 180º C y 220º C y luego áselas a un máximo de 220º C; déles la vuelta pasados 10 minutos y procure que no pasen de un tono dorado.

- En general, añade Cubedo, "siempre mejor dorado que quemado; hágalo aunque solo sea por la buena cocina".

https://elpais.com/elpais/2018/04/04/buenavida/1522840820_070218.html
 
Cómo evitar la acrilamida y otros compuestos cancerígenos en nuestra dieta
Una sentencia judicial en California obliga a Starbucks, McDonald's y otros a indicar en las tazas de café que contienen acrilamida

Desde que en 2002 su presencia fuera detectada en la dieta humana, la conciencia sobre el poder cancerígeno de esta sustancia ha ido en aumento

Actualmente la EFSA la considera un probable cancerígeno para el cual no se pueden establecer niveles tolerables

Jordi Sabaté
06/04/2018 - 21:13h

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Probablemente, la noticia de que un juez de Los Angeles, California, ha dictado una sentencia queobliga a Starbucks, McDonalds y otras cadenas que sirven café a llevar una etiqueta informando de que esta bebida puede provocar cáncer, nos parecerá la típica exageración del sistema de demandas de consumo estadounidense. Pero lo cierto es que tal vez la medida sea útil para concienciar de la presencia que tienen la acrilamida y otros compuestos cancerígenos en nuestra dieta cuando no la cuidamos lo suficiente.

En 2002 investigadores de la Universidad de Estocolmo que realizaban un estudio sobre la presencia de sustancias contaminantes en la sangre de un grupo de trabajadores, descubrieron importantes cantidades de acrilamida y determinaron que su origen no estaba en su trabajo -ya que no estaban expuestos a químicos- sino por su dieta.

Estimaron que los productos que consumían debían de contener esta sustancia en cantidades importantes y en consecuencia la buscaron y localizaron. A partir de entonces se ha estudiado profusamente tanto el proceso por el que se forma este compuesto tóxico como en qué alimentos está más presente. Paralelamente se ha descubierto que su actividad cancerígena es más que probable y que no se pueden establecer límites de seguridad en su presencia.

De hecho, la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA) ha determinado que su presencia constituye un riesgo claro en los alimentos y ha puesto en marcha un protocolo con recomendaciones para reducir progresivamente su presencia tanto en la industria alimentaria como en los hogares. La última iniciativa es la publicación en diciembre del año pasado delReglamento 2017/2158, que establece medidas de mitigación y niveles de referencia para reducir la presencia de acrilamida en los alimentos. Será aplicable a partir del 11 de abril de 2018.

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¿Cómo se origina la acrilamida y qué alimentos la contienen?
La acrilamida es propia de aquellos alimentos altos en hidratos de carbono, especialmente tubérculos y cereales ricos en almidones que con el calor liberan azúcares, y a la vez tienen presencia de ciertos aminoácidos como la asparagina, bastante común. La combinación de este aminoácido con altas temperaturas sostenidas en el tiempo, provoca una reacción reductora de la asparagina por el concurso de los azúcares que da lugar a la acrilamida.

Esto es que este aminoácido recibe de la glucosa electrones y se transforma en acrilamida, un compuesto excitado por dichos electrones, que le confieren un alto nivel energético y reactivo. Los compuestos excitados son muy proclives de reaccionar con otras moléculas, como las bases nitrogenadas de nuestro ADN, aumentando así el riesgo de mutaciones que activen procesos tumorales.

Por lo tanto el riesgo de aparición de acrilamida es alto en alimentos como las patatas fritas, el pan tostado, los fritos con presencia de harinas como las croquetas, en general los vegetales fritos en tempura e incluso en las carnes si no se cocinan bien, aunque en mucha menor medida. Pero también en el caféestán presentes, si bien no tanto como en lo que serían las patatas fritas, los snack los fritos, etc. Incluso en las manzanas, cuando se las deja al aire, aparecen acrilamidas en la parte que se va poniendo progresivamente marrón, debido a la reacción conocida como de Maillard.

Adicionalmente, las carnes de barbacoa que se queman en exceso, e incluso las de sartén, pueden contener acrilamida además de otros compuestos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), todos ellos también cancerígenos. Respecto a los cafés, también hay que considerar la presencia de furanos, otro compuesto cancerígeno producto de su tostado.

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Medias para reducir la presencia de acrilamina
De buenas a primeras, no debemos alarmarnos porque al fin y al cabo es la exposición continuada a la acrilamida la que aumenta el riesgo de padecer tumores, pero si en nuestra dieta no están presentes los alimentos citados, el mismo será bajo o inexistente, al menos en lo referente a esta sustancia.

En caso de que sí seamos consumidores de alimentos precursores de la acrilamida, no necesariamente esta debe aparecer en la dieta si tomamos las siguientes medidas:

  • Freír las patatas solo hasta que muestren un color amarillo dorado, pero nunca marrón.
  • No conservarlas en la nevera, pues aumentan la liberación de azúcares.
  • No consumir ni patatas ni snacks industriales y si lo hacemos asegurarnos de que no presentan colores marrones.
  • Evitar los cereales tostados a no ser que nos garanticen bajos niveles de acrilamida.
  • Evitar las barritas de cereales a no ser que nos garanticen bajos niveles de acrilamida.
  • Tostar el pan en casa solo hasta tonos amarillos, pero nunca marrones y mucho menos quemados.
  • Rascar el marrón y el quemado del pan en caso de que se produzcan.
  • Freír las croquetas y otros enharinados solo hasta tonos amarillos, pero no marrones.
  • Freír ajos, cebollas y otras verduras solo hasta el dorado evitando que se quemen.
  • Evitar o bien altas temperaturas del aceite de fritura, o exposiciones prolongadas al mismo.
  • Intentar no abusar del café de cápsula por su alto contenido en furanos.
  • Optar por el café de cafetera americana, ya que el filtro, según un estudio del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, actuaría como captador de este compuesto y por tanto lo reduce en el café. El mismo estudio destaca que no se apreciaron diferencias entre el café torrefacto y el normal, pero sí se detectó más acrilamida en el café expreso y sobre todo en el soluble y el descafeinado.
  • Secar la superficie de la carne antes de ponerla en la sartén, con el objetivo de que los jugos exudados no mezclen los azúcares musculares con los aminoácidos y además se cueza con mayor rapidez.
  • En las barbacoas, evitar que se haga llama, ya que esta puede dar lugar a la formación de HAP, y que la carne entre en contacto con el carbón.

https://www.eldiario.es/consumoclar...ompuestos-cancerigenos-dieta_0_757674677.html
 
La acrilamida es un compuesto orgánico de tipo amida, su número CAS es 79-06-01.

Es blanca, inodora y cristalina, soluble en agua, etanol, éter y cloroformo.2 Se forma en alimentos durante su cocción o procesado a altas temperaturas (especialmente en los productos que contienen almidón), también es un componente del humo del tabaco. Se polimeriza fácilmente, y la poliacrilamida tiene muchas aplicaciones en la industria química, por ejemplo como floculante para clarificar el agua de bebida, en polimerización "in situ" en presas y túneles, como aglutinante en la industria del papel, en cosmética, síntesis de genes en laboratorio, extracción de metales, industria textil, obtención de colorantes, etc.

La acrilamida esta clasificada como probablemente cancerígeno para el ser humano (IARC 2A), con base en estudios realizados con animales, que demuestran que hay pruebas de que puede causar cáncer a los humanos, pero actualmente no son concluyentes.
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Síntesis
La formación de acrilamida en los alimentos se debe principalmente a lasreacciones de Maillard, que también son responsables del sabor y coloración típicos de los productos fritos. En esta ruta participan azúcares reductores como fructosa y glucosa, y el aminoácido asparagina, que es descarboxilado y desaminado para formar acrilamida.

También se han identificado otros mecanismos de formación, por ejemplo, la pirólisis del gluten (una proteína del trigo), y descarboxilación enzimática de la asparagina en patatas crudas. Estas rutas son minoritarias, y el grado en que contribuyen a formar acrilamida en los alimentos todavía no se ha investigado.

La acrilamida se forma a temperaturas superiores a 120 °C. La cantidad producida depende de la receta, el tiempo y la temperatura de cocción. La podemos encontrar en una amplia variedad de alimentos, preparados de manera industrial, en restaurantes o en casa. Los productos que más acrilamida contienen son las patatas chips, patatas fritas, pan tostado, galletas y pastelería.3

Metabolismo
Los roedores y humanos metabolizan la acrilamida a un epóxido reactivo (glicidamida), en un reacción catalizada por el citocromo P450 (CYP2E1). En los humanos hay diferencias en el metabolismo debido a la variabilidad interindividual en la cantidad de la enzima CYP2E1.

La glicidamida puede ser metabolizada por una epóxido hidrolasa a gliceramida, también puede ser conjugada con glutation, reaccionar con proteínas (hemoglobina), o con el ADN.

La acrilamida puede formar aductos con la hemoglobina, y también conjugarse con glutation para formar ácido mercaptopúrico (N-acetil-S-(2-carbamoiletil)-L-cisteina) que posteriormente se oxida a su correspondiente sulfóxido.4

Toxicidad y carcinogenicidad
Los efectos tóxicos por una única dosis oral solo se dan con dosis superiores a 100 mg/kg, y la dosis letal 50 (DL50) se encuentra, por norma general, por encima de los 150 mg/kg.

Varios estudios en distintas especies animales, demuestran que el principal órgano dañado es el sistema nervioso. La exposición repetida a acrilamida causa degeneración en áreas del cerebro (córtex cerebral, tálamo cerebral e hipocampo) críticas para la memoria, aprendizaje y otras funciones cognitivas y también afecta a los nervios periféricos. En estudios de reproducción con roedores, los machos presentan reducción de la fertilidad, afectando al recuento de esperma y la morfología de los espermatozoides.

En humanos, los estudios epidemiológicos sugieren que el sistema nervioso es asimismo el lugar de acción de la acrilamida. Todavía no se ha demostrado de forma concluyente la relación entre la exposición ocupacional o debida a la dieta, con la aparición de cáncer. Aunque algunos estudios indican una asociación con algunos tipos de tumores, particularmente relacionados con hormonas en mujeres y cáncer pancreático.5

Se estima que hay una exposición media a través de la dieta de entre 0,2 y 1,0 μg/kg/día en la población adulta. En grandes consumidores se supone que puede ser de 1,0 μg/kg/día a 4 μg/kg/día.3

La Organización Mundial de la Salud considera que la acrilamida pertenece al grupo de los productos químicos que no poseen un umbral identificable a partir del cual presenten efectos. Esto significa que una baja concentración conlleva un bajo riesgo, pero siempre existe riesgo si se ingiere el tóxico. Un requisito importante para tomar decisiones requiere conocer la naturaleza y el nivel de riesgo, así como la posibilidad de disminuirlo. El problema es que actualmente no se dispone de este tipo de información respecto a la acrilamida.6

Prevención y control
La reducción y control de acrilamida en los alimentos se ha llevado a cabo de forma voluntaria por la industria alimentaria. Las autoridades también proporcionan información a los consumidores sobre como reducir la formación de acrilamida en comidas caseras. La Comisión del Codex Alimentarius ha adoptado recientemente el Código de las Prácticas para Reducir la Acrilamida en Alimentos.

Aunque cada vez se publican más métodos para el control, todavía no hay un solo método que pueda reducir los niveles de acrilamida de forma eficiente en todos los alimentos. Algunas medidas que se han tomado a nivel de la industria alimentaria han sido controlar los niveles de azúcar en patatas, tratamiento con la enzima asparraginasa, adición de sales y ácidos, control de la temperatura durante la cocción, y control de la humedad y pardeamiento en el producto final.

La acrilamida se encuentra principalmente en la parte más tostada de los alimentos, como en las patatas fritas o el borde de las galletas. A nivel particular se puede reducir el consumo de esta sustancia restringiendo la cantidad de alimentos procesados o blanqueando las patatas antes de freírlas.7 Recientemente, se ha encontrado que también en el proceso
detostado del café se produce acrilamida.8

Referencias
  1. Volver arriba↑ Número CAS
  2. Volver arriba↑ http://www.uprm.edu/biology/profs/velez/acrilamida.htm: Ficha sobre la acrilamida
  3. Saltar a:a b Evaluation of certain contaminants in food: seventy-second report of the Joint FAO/WHO Expert Committee on Food Additives.2011
  4. Volver arriba↑ Dybing, E. et al. (2005). Human exposure and internal dose assessments of acrylamide in food. Food Chem. Toxicol. 43, 365-410
  5. Volver arriba↑ Joint FAO/WHO expert committee on food additives, Sixty-fourth meeting, Rome, 8–17 February 2005, Summary and conclusions Retrieved on 2008-01-01
  6. Volver arriba↑ WHO|Frequently asked questions – acrylamide in food. Who.int (2010-12-10). Retrieved on 2012-06-11.
  7. Volver arriba↑ Lucía Martínez. «Acrilamida: por qué debes dejar de comer patatas fritas ya [1]». Consultado el 8 de marzo de 2017.
  8. Volver arriba↑ Generación de acrilamida en el proc
https://es.wikipedia.org/wiki/Acrilamida
 
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