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Es que la misma argumentación que apela al ámbito privado en el que ocurren los hechos y a la dificultad para probarlos que conlleva, sirve para los dos. Este es el problema. No puede ser que una mujer tenga presunción de veracidad por la dificultad de aportar pruebas y que esa misma circunstancia suponga que el hombre tiene presunción de culpabilidad. Una ley que provoca la indefensión de una de las partes nunca va a ser la solución para la problemática real. Va a ser un coladero de represalias personales que dejan a los hijos de parejas separadas jurídicamente desamparados y a merced de uno de sus progenitores.Es la ley del péndulo, se ha pasado del abuso de los hombres sobre las mujeres, al abuso de las mujeres sobre los hombres.
Hoy en día, una mujer puede hundir la vida de un hombre solo con decirle "te voy a denunciar".
Estoy convencida de que muchos hombres están en a cárcel por una bronca subida de tono o por un polvo del que luego la mujer se ha arrepentido y les han denunciado por violación.
Hoy en día no hay fiesta que se precie que no acabe con una denuncia por violación, que muchas veces no es más que una relación entre conocidos-amigos-rolletes en la que no se han puesto los límites claramente.