Holanda aprueba la polémica ley que convierte a todos sus ciudadanos en donantes de órganos

A por la tercera, ¿tienes información de lo que digo? de que hasta que punto tiene que estar la persona viva para sacarle el órgano?.Cual es el limite? electroencefalograma plano? Podría revivir en éstas circunstancias?.

El donante tiene que estar en muerte cerebral. Eso es irreversible.
Está "vivo" en el sentido de que todavía le late el corazón y es ventilado de forma artificial, pero eso no puede mantenerse indefinidamente porque sin un cerebro que regule las funciones corporales el deterioro es rápido.
 
El donante tiene que estar en muerte cerebral. Eso es irreversible.
Está "vivo" en el sentido de que todavía le late el corazón y es ventilado de forma artificial, pero eso no puede mantenerse indefinidamente porque sin un cerebro que regule las funciones corporales el deterioro es rápido.
Si está en muerte cerebral, ¿Hay posibilidades de que despierte? o sea que si sigue asi , llega un momento en que el corazón se pararía?
 
El caso es quejarse... Bien por los Países Bajos, todo lo que sea velar por la salud de los ciudadanos no esta de más.
 
Si está en muerte cerebral (que no es lo mismo que en coma), todos los órganos terminan por deteriorarse hasta la muerte.
¿Cuando está en coma hay actividad cerebral? ¿Cómo está el cerebro?.
 
¿Cuando está en coma hay actividad cerebral? ¿Cómo está el cerebro?.

La hay. El coma, definiéndolo brevemente, es un estado de pérdida de consciencia prolongada, pero el cerebro sigue trabajando; hay muchas personas que han salido del coma y que recuerdan cosas que gente que les ha ido a ver al hospital les ha dicho o cosas que han dicho las enfermeras, con lo cual, el cerebro sigue activo. Más complicado es el estado vegetativo, en el que esto que comento es mucho más difícil. En resumen: coma y muerte cerebral están lejos de ser lo mismo.
 
La hay. El coma, definiéndolo brevemente, es un estado de pérdida de consciencia prolongada, pero el cerebro sigue trabajando; hay muchas personas que han salido del coma y que recuerdan cosas que gente que les ha ido a ver al hospital les ha dicho o cosas que han dicho las enfermeras, con lo cual, el cerebro sigue activo. Más complicado es el estado vegetativo, en el que esto que comento es mucho más difícil. En resumen: coma y muerte cerebral están lejos de ser lo mismo.
De acuerdo, entonces que es muerte cerebral estrictamente?
 
Donación de órganos: antes de firmar, lea la letra pequeña
miércoles, 15 de marzo 2017 | 0 comentarios
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El pequeño Joseph era sólo un bebé cuando estuvo ingresado en el centro de neonatos del Cardinal Glennon Memorial Hospital de Saint-Louis, en Missouri (Estados Unidos), enchufado a un respirador artificial desde hacía seis semanas.

Su actividad cerebral se registraba con un electroencefalograma y, cuando éste fue plano, se interpretó como muerte cerebral.

El concepto de muerte cerebral (o muerte encefálica) es el que permite declarar muerta a una persona que ha perdido sus funciones cerebrales aunque permanezca con actividad cardíaca y respiratoria gracias al soporte vital artificial. Y es lo que, si fuera el caso, desencadena el proceso de extracción de sus órganos destinados a la donación.

Pero lo que le ocurrió a aquel bebé allá en 1975 es que el neonatólogo que le atendía no lo desenchufó inmediatamentemente del respirador. Y días después el pequeño empezó a respirar sin ayuda, y finalmente recibió el alta y abandonó el hospital. Creció y se desarrolló con toda normalidad; iba a la escuela, hacía atletismo y jugaba al béisbol. Hoy trabaja como bombero en Saint-Louis.

Aquel neonatólogo que le atendía es el Dr. Paul Byrne y aquel caso despertó su interés por el concepto de muerte cerebral y sus implicaciones legales.

Hoy el Dr. Byrne (defensor de la donación, y esto es importante recalcarlo) es uno de los expertos más críticos con el concepto de “muerte cerebral” erigido en criterio determinante para obtener órganos vitales vivos y sanos para los trasplantes.

Quienes quieren desacreditarlo enarbolan las creencias católicas del Dr. Byrne como prueba irrefutable de que está equivocado. El “problema” es que no está solo.

Hace un tiempo el diario británico Daily Mail publicó el caso de un joven inglés cuyos padres le habían salvado literalmente la vida al negarse a autorizar la extracción de sus órganos para donación. (1)

El caso ocurrió en el Hospital de la Universidad de Coventry, en el norte de Inglaterra. Stephen Thorpe, de 17 años, resultó gravemente herido en un accidente de coche en el que murió su amigo Mattew, de 18, que conducía. A raíz de la gravedad de sus heridas, los médicos indujeron el coma y, dos días más tarde, lo declararon en estado de “muerte cerebral”, activando el procedimiento de extracción de órganos y la búsqueda de receptores.

Pero los padres de Stephen, que no se separaban de su lado, afirmaron que “sentían” que su hijo “todavía estaba allí”, y solicitaron que fuera examinado por otro neurocirujano ajeno al hospital, tras cuyo dictamen decidieron solicitar al hospital que sacaran a su hijo del coma inducido. Cinco semanas más tarde, Stephen recibió el alta y volvió a casa.

¿Por qué le hablo hoy de todo esto?

Hay cosas de las que es más cómodo no hablar.

Por supuesto que en un país como el nuestro, al igual que en los de nuestro entorno, existe la libertad de expresión. Pero hay temas en los que hay una visión tan compacta de lo que es lo correcto que el simple hecho de cuestionarlo, incluso un simple aspecto, te convierte en foco de las críticas.

Nuestro país es líder mundial en trasplantes de órganos. Se trata de una técnica médica compleja, que salva vidas, en la que juega un papel esencial la solidaridad y en la que nuestro país, a la zaga en tantas cosas, ha logrado un protagonismo incuestionable, convirtiéndose en un espejo en el que se mira el mundo.

Los medios de comunicación se hacen eco una y otra vez de los grandes hitos que sigue alcanzando nuestro país año tras año en esta materia, y acercando al gran público infinidad de historias de gran calado humano que hablan de la generosidad de las familias de los donantes y del agradecimiento y la esperanza de los receptores.

Nadie quiere remover el asunto de la muerte cerebral (instaurado en 1968 en el marco del trasplante de órganos), de la línea divisoria entre la vida y la muerte, de las veces en las que personas declaradas en ese estado se han recuperado, ni de la necesidad que hay muchas veces de anestesiar al donante antes de extraer sus órganos pues incluso en estado de muerte cerebral es sensible a las operaciones quirúrgicas (es lo que se conoce como “efecto lázaro”). (2)

Cuando se trata de trasplantes, es más sencillo hablar de vida, de esperanza, de generosidad, de solidaridad… y desacreditar con argumentos fáciles a quienes discrepan.

Sin embargo, tenga claro que no es un debate cerrado. Los expertos siguen hablando de ello.

Sin ir más lejos, en septiembre del año pasado, hace apenas seis meses, la Universidad de Granada organizó unas jornadas científicas internacionales en relación con la determinación de la muerte en el contexto de la donación de órganos. Se habló de las fronteras entre la vida y la muerte, del diagnóstico de muerte real, del consentimiento, de ciencia y de ética. (3)

Participaron expertos llegados de todo el mundo de disciplinas como la antropología médica, la sociología, la filosofía, la medicina o el derecho sanitario.

Como ve, no es un debate que esté ni mucho menos cerrado. ¿Y quién habla al público de esto? ¿Se había usted enterado, por ejemplo, de que aún hoy expertos de todo el mundo se siguen reuniendo para hablar de las mismas cosas que se intentaron dar por cerradas allá en 1968?

En Salud AlterNatura jamás nos cerrarán la boca. La realidad nunca suele ser plana, y desde que lanzamos nuestro primer número apostamos por dar voz a quienes nos parecía que debían ser escuchados, aunque tocaran asuntos ciertamente incómodos.

El próximo número es un ejemplo de ello.

Hemos entrevistado para usted al Dr. Paul Byrne, el mismo médico que hace 22 años salvó la vida de aquel bebé atado a un respirador. Somos conscientes de que es un tema controvertido, y que nos criticarán por darle cabida en nuestras páginas. Pero le aseguro que lo que cuenta le sorprenderá por su lucidez y le hará reflexionar.

Por supuesto, también podrá leer a quienes no piensan como el Dr. Byrne, de forma que sea usted quien extraiga sus propias conclusiones. Y es que este no es un tema baladí y conviene tener las ideas claras al respecto. Ojalá las decisiones de ese tipo no tuviesen que tomarse nunca, pero si desgraciadamente ese momento se llega a presentar, no siempre se está en disposición de leer la letra pequeña.
 
De acuerdo, entonces que es muerte cerebral estrictamente?

Muerte cerebral es cuando la actividad del cerebro cesa completa e irreversiblemente. Si la situación de inactividad cerebral es irreversible, es muerte cerebral, la cual acaba implicando muerte completa porque el cerebro es el que da las órdenes y si no funciona ni puede volver a funcionar, pues se acabó.

Resumiendo por posibilidades de salir de dicho estado, de más probable a imposible: pérdida de consciencia normal >> coma >>>>>>>>>> estado vegetativo >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> muerte cerebral
 
Última edición:
Muerte cerebral es cuando la actividad del cerebro cesa completa e irreversiblemente. Si la situación de inactividad cerebral es irreversible, es muerte cerebral, la cual acaba implicando muerte completa porque el cerebro es el que da las órdenes y si no funciona ni puede volver a funcionar, pues se acabó.

Resumiendo por posibilidades de salir de dicho estado, de más probable a imposible: pérdida de consciencia normal >> coma >>>>>>>>>> estado vegetativo >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> muerte cerebral
Si `pero es dificil constatar si la muerte cerebral es completa e irreversible. Según el artículo que he puesto arriba, se estan sacando los órganos de personas que no se sabe si la muerte cerebral es irreversible, o sea que por aprovechar los órganos , que no se malogren, no respetan si a lo mejor la persona puede despertar.
El concepto de muerte cerebral es discutido. No todos están de acuerdo con ello.
 
Traigo aqui una parte de un tema de éste mismo foro, creado ayer por Galadriel87:
BAJO LA SOMBRA DE STIEG LARSSON
Las 15 claves de la "chapuza" policial del caso del joven vasco al que robaron el corazón
..........

15. Suecia es un buen mercado para los traficantes de órganos. Una de las razones que más comúnmente se aducen a la hora de descartar, casi a priori, la posibilidad de que un suceso de esas características sea digno de ser investigado en Suecia, se basa esencialmente en un prejuicio positivo de nula validez jurídica -como cualquier otro prejuicio-, que puede resumirse de este modo: "Algo así no puede suceder en Suecia". ¿Es posible que haya suecos dispuestos a pagar por adquirir un órgano ilegalmente incluso a costa de la muerte de un extranjero o un sin techo?, se pregunta la familia. La respuesta es que sí. Un estudio hecho público en 2011, firmado por la profesora sueca Susanne Lundin, del hospital Karolinska de Estocolmo, demostraba con datos que no menos de treinta suecos han llegado a pagar hasta 80.000 dólares durante los últimos años para adquirir un órgano en el extranjero, con o sin el beneplácito del donante. Mucho más recientemente, a finales del pasado año, se mencionaba a Suecia como el país de origen de parte de la clientela que recurría a una mafia egipcia para adquirir riñones de inmigrantes. Los desesperados refugiados que renunciaban a un riñón percibían a menudo unos pocos cientos de dólares por el órgano. Blanca ignora qué le pasó a su hermano, pero tiene muy claro que quien quiera que le robó su corazón y lo arrojó a las aguas de un fiordo como un cubo de basura, jamás contó con ella.

http://www.publico.es/sociedad/somb...olicial-caso-joven-vasco-robaron-corazon.html

Creo que con los avances médicos en ésta materia, han abierto la veda a la caza de órganos, mediando dinero por medio; y ya intuimos quienes son los beneficiados. Nosotros no seguro.
 

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