Futbolistas

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Klaus Augenthaler


Klaus Augenthaler fue un futbolista alemán, de finales de la década de los 70 y los años 80. Jugaba como defensa, actuando como líbero. Tenía una clase sublime. Era el encargado de dar salida al balón desde atrás, para elaborar en corto o en largo, dando unos maravillosos pases. Tenía mucha elegancia a la hora de conducir la pelota y se animaba a subir al ataque pudiendo regatear a los contrarios, de forma sencilla, pero eficaz. Además tenía mucha potencia física y se ponía rápidamente en el área, sin mayor dificultad. Era diestro, pero manejaba bien la pierna izquierda y también tenía un fortísimo disparo lejano. Esto en cuestión del ataque, pero en defensa era igual de bueno. Se posicionaba a la perfección en la línea defensiva, leyendo perfectamente el fútbol y anticipándose siempre al contrario, robándole el esférico de forma limpia y elegante. Aunque también podía robar el balón en el cuerpo a cuerpo, ayudándose de la enorme fuerza que poseía. En el juego aéreo era igual de decisivo, tanto en defensa, como en ataque. Y a todo esto hay que añadir, que tenía un fuerte carácter y una capacidad de liderazgo excepcional, llegando a ser capitán de sus equipos. Él ordenaba, distribuía, defendía y hasta marcaba goles. Un futbolista esplendoroso y maravilloso.

Empezaría su carrera en 1977, en el Bayern Munich, en el que jugaría toda su vida, con un total de 14 temporadas, convirtiéndose en un "one-club-man", como dicen los ingleses. Tras la marcha de Beckenbauer, cogió su relevo y el puesto en el once titular, que jamás soltaría. Y sustituyó a Beckenbauer en todo. Si bien es cierto que no eran clones, porque el "Kaiser" solo hay uno, si que era lo mas parecido que había, con algunas pequeñas diferencias. Beckenbauer ganaba en clase y en jerarquía, Augenthaler ganaba en potencia y velocidad y también en defensa. Hay que matizar también, que tanto Beckenbauer, Matthäus y Sammer comenzaron sus carreras como mediocentros defensivos, pero Augenthaler siempre fue defensa.

Sus primeras temporadas fueron de reconstrucción del conjunto bávaro, con el ocaso de la mejor generación de su historia, marchándose sus vacas sagradas, como Beckenbauer, Müller, mas la retirada de Maier y Hoeness. Tras el retorno del hijo pródigo Paul Breitner, se formó un equipo en el que las grandes estrellas y vacas sagradas eran Rummenigge, Breitner y el propio Augenthaler, mas la aportación de Dieter Hoeness, hermano de Uli. Ganarían la Bundesliga de 1980 y 1981. En la Copa de Europa de 1981, caerían en semifinales frente al Liverpool y la de 1982, en la que llegarían a la final, perdiendo sorprendentemente contra el Aston Villa. En 1982, con el fichaje de Pfaff ganarían la Pokal. En la temporada siguiente, los bávaros llegarían a los cuartos de final, cayendo ante el sorprendente Aberdeen de Alex Ferguson, que acabaría siendo el vencedor del torneo. En 1984, con la retirada de Breitner, mas la marcha de Rummenige, pero con el fichaje de Lerby, ganarían la Pokal, pero en la Copa de la Uefa se eliminarían en octavos de final, a manos del Tottenham. En 1985, tras el fichaje de Matthäus, volverían a ganar la Bundesliga, pero en la Recopa de Europa, se eliminaría en semifinales, perdiendo contra el Everton, tras haber ganado en cuartos de final a la Roma.

En 1986 harían doblete, (ya sin Lerby, que se había marchado al Mónaco) ganando Bundesliga y Pokal, pero en la Copa de Europa caería en cuartos de final, frente al Anderlecht. En 1987 contratarían a Brehme, que les ayudaría a ganar la Bundesliga. En la Copa de Europa alcanzaría la final, cayendo ante el Oporto, tras haber eliminado al Real Madrid en semifinales, con una actuación lamentable de muchos futbolistas. El propio Augenthaler, cuando fue expulsado del terreno de juego, hizo un gesto muy feo, que consistía en ponerse la mano en la cabeza, como si de una vaca se tratara. En la campaña siguiente, se eliminaría en cuartos de final, a manos del Real Madrid, que se tomaba la venganza del año anterior. En la temporada 1988-1989, se marcharían Matthäus y Brehme al Inter y en su lugar vendrían Thon y Reuter, con quienes ganarían la Bundesliga. También llegarían a las semifinales de la Copa de la Uefa, cayendo a manos del Nápoles. Y en 1990 repetiría título de Bundesliga y en la Copa de Europa alcanzaría las semifinales, saliendo derrotado a manos del Milan. Entonces el gran capitán Klaus Augenthaler, tomó la decisión de que ya era hora de poner punto y final, a su brillante carrera y se retiró en 1991, con 34 años de edad.

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Augenthaler en la imagen de la discordia, en las semifinales de Copa de Europa de 1987, contra el Real Madrid

En la selección de la RFA
(República Federal Alemana o Alemania Occidental) jugaría el Mundial de 1986, en el que solo jugaría dos partidos y los germanos serían segundos, tras perder en la final contra Argentina. Y el Mundial de 1990, en el que los teutones serían campeones, tras ganar a Argentina en la final. Augenthaler recibiría el trofeo como capitán, siendo un justo y merecido homenaje a un futbolista maravilloso, que sin embargo en la National Mannschaft no contaban con él. Incomprensible, verdad? Nadie había mejor que él, en la zona central de la defensa. Pero de estos misterios está lleno el fútbol.

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Matthias Sammer


Matthias Sammer fue un futbolista alemán, de los años 80 y los 90. Jugaba de centrocampista, actuando como mediocentro defensivo y en su madurez pasó al puesto de líbero, posición en la que llegó a lo mas alto. Era una especie de Matthäus, pero sin llegar al nivel estelar de Lotthar. Tenía una potencia descomunal y un fondo físico inagotable, siendo capaz de no parar de correr durante los 90 minutos. Tenía una zancada alucinante, que en cuanto se ponía en marcha, se plantaba arriba en cuestión de pocos segundos. Esto unido a una fuerza descomunal, que le hacían imparable tanto en defensa, como en ataque. Tenía un disparo fortísimo con ambas piernas, aunque era diestro. Defendía a la perfección, con una limpieza brillante a la hora de robar el balón, aunque cuando tenía que emplear la fuerza, la empleaba sin consideración, pero sin juego sucio. Y por supuesto un carácter fortísimo y un liderazgo soberbio, que le hacían tirar de cualquier equipo. No obstante, fue un gran capitán. Jamás daba un balón por perdido y entregaba su vida en todos los partidos. Uno de los mejores jugadores alemanes de su época y uno de los mejores del mundo en su puesto.

Sammer empezó su carrera en la RDA (República Democrática Alemana), que era la Alemania Oriental, la que estaba en el bloque comunista. Debutó en el Dinamo de Dresde en 1985, que era el equipo de la Stasi (la policía secreta), que obligaba a los mejores jugadores de la Alemania del Este, a enrolarse en sus filas, como era habitual en los equipos que pertenecían a las policías secretas y al ejército, de todos los países comunistas. En la mítica ciudad de Dresde (que tuvo la famosa revolución liberal, que no llegó a ningún lado, en la que participaron el anarquista ruso Mikhail Bakunin, que fue arrestado, y el maravilloso compositor de óperas Richard Wagner, que tuvo que huir de Alemania, para años mas tarde volver) jugaría Sammer, junto a otra gran leyenda, el delantero Ulf Kirsten. Allí ganaría la Oberliga de 1989 y 1990, mas la Copa de la RDA en 1990. Tras el fin del socialismo en toda Europa, la caída del muro de Berlín y la autodeterminación de muchos países (en realidad esto sería un poco mas tarde), Alemania Oriental hizo el camino inverso y se anexionó (mejor dicho la anexionaron) a la RFA (República Federal Alemana o Alemania Occidental), con su capitalismo, además Helmut Kohl, prácticamente la uso como una colonia, cogiendo sus riquezas (mejor dicho, sus mejores productos, materias primas, inventos y demás) y pasándolas al oeste, al norte y a Baviera. Dicho esto, Sammer ficharía por el Stuttgart en 1990, mientras que Kirsten ficharía por el Bayer Leverkusen, donde se convertiría en mito, pero esta es otra historia.

Sammer jugaría dos temporadas en la ciudad de la Mercedes, en las que sorprendentemente ganaría la Bundesliga en 1992, con Christoph Daum como entrenador y con Buchwald y Gaudino como compañeros mas destacados. Este inesperado éxito y el grandísimo rendimiento de Sammer, llamaría la atención de la mejor liga del mundo, en aquella época, la Serie A, fichando por el Inter de Milán en 1992. Allí sería titular indiscutible, pero como no se adaptaba ni a la ciudad, ni al país, pidió ser traspasado en el mercado invernal y volver a Alemania en enero de 1993, fichando por el Borussia Dortmund. En Dortmund es donde se convertiría en mito y en uno de los mejores del mundo en su puesto, que pasaría a jugar de líbero, ya que anteriormente lo había hecho como centrocampista. Jugaría cinco temporadas y media a un nivel sublime, siendo una de las grandes estrellas del equipo. De la mano de Ottmar Hitzfeld armarían un equipo irrepetible, que lograría los mejores resultados de su historia. Con jugadores como Andy Möller, Chapuisat, Riedle, Reuter, Klos y el propio Sammer, lograrían adjudicarse la Bundesliga de 1995. En la temporada siguiente se reforzarían con Heinrich, Kohler, mas las irrupciones de Freund y Ricken, que ya estaban en el equipo, pero que no habían contado en demasía hasta entonces y lograría ganar otra vez la Bundesliga en 1996. En la siguiente temporada se marcharía Freund, pero traerían en su lugar a Paulo Sousa y Lambert, que unidos a los que ya estaban, conseguirían la proeza de lograr la Liga de Campeones de 1997, al derrotar a la Juventus. En la siguiente temporada Sammer sufriría una grave lesión, de la que no se pudo recuperar, obligando a su retirada prematura en 1998, con tan sólo 30 años de edad.

Jugaría con las dos Alemanias. Con la RDA jugaría desde 1986 a 1990, coincidiendo con Kirsten. Ya con la Alemania reunificada, jugaría el Mundial de 1990, en la que National Mannschaft sería campeona. La Eurocopa de 1992, en la que los germanos serían segundos, tras caer en la final, ante la Dinamarca de Brian Laudrup y Schmeichel. El Mundial de 1994, en el que los teutones serían eliminados en cuartos de final, ante la mejor Bulgaria de la historia. Y la Eurocopa de 1996, en la que serían campeones, tras derrotar en la final a la República Checa, que fue la sorpresa del torneo. Este torneo sería el que encumbraría a Sammer, que aprovechando la ausencia de Matthäus, se convirtió en el líder de su equipo, siendo además uno de los mejores jugadores del torneo, consiguiendo meses mas tarde el sorprendente Balón de Oro en 1996.
Sammer jugó en su carrera en la selección, con jugadores de la talla de Illgner, Köpke, Kohler, Helmer, Reuter, Brehme, Matthäus, Augenthaler, Buchwald, Berthold, Littbarski, Hässler, Möller, Thon, Völler, Klinsmann, Riedle, Effenberg, Strunz, Babbel, Basler y Ziege. Casi nada al aparato.
 
Gianluca Vialli

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Gianluca Vialli fue un futbolista italiano, de los años 80 y 90. Jugaba como delantero, pudiendo actuar como delantero centro o segundo punta. No era excesivamente alto (1,80 m), pero dominaba a la perfección el juego aéreo, siendo un excelente rematador de cabeza, pero incluso hasta de chilena y tijera, marcando muchos goles bonitos. No era corpulento, pero tenía mucha fuerza y una gran potencia física, con la que ganaba a sus rivales en velocidad. Era diestro, pero manejaba muy bien la pierna izquierda. Tenía un fortísimo disparo con ambas piernas. No era un tremendo goleador, pero si que tenía buenos números en todas sus temporadas. No sólo remataba los balones que le enviaban, sino que se fabricaba él mismo sus propios goles, ya que tenía mucha clase en sus pies, con la que regateaba de forma fácil a los contrarios, aprovechando su talento, fuerza y potencia. Y se asociaba de maravilla con sus compañeros e incluso era capaz de dar buenas asistencias. Por no hablar de que estaba constantemente en movimiento, siendo un incordio para las zagas que no le podían defender. Un delantero buenísimo y completísimo.

Empezó su carrera en 1980, en el modesto equipo italiano Cremonese. En la Serie B jugaría tres temporadas, en la que con su fútbol y sus goles, llamaría la atención de un equipo, que viviría los mejores años de su historia, la Sampdoria que lo ficharía en 1984. En el conjunto genovés jugaría ocho temporadas, en las que se convertiría en uno de los mejores delanteros de Italia. En sus primeras temporadas jugaría al lado de futbolistas de la talla de Vierchowod, Souness, Bordon, Trevor Francis, Mancini y Briegel. Pero todos estos jugadores tal como vinieron, se fueron, menos Vierchowod y Mancini, que formarían el núcleo importante del equipo, durante los siguientes años. Con la llegada de Pagliuca y Toninho Cerezo, mas la del técnico Vujadin Boskov, llevarían a la Samp a lo mas alto. Hasta entonces se conformaban con clasificarse para Recopa de Europa y Copa de la Uefa, pero ahora darían un paso mas y llegarían a la final de la Recopa de 1989, siendo derrotados por el Barça. En la temporada 1989-1990, con los fichajes de Carboni, Víctor Muñoz, Katanec y Lombardo, les llegaría la gloria al alzarse con la Recopa de Europa, tras vencer al Anderlecht. En la temporada siguiente se marcharían Carboni y Víctor Muñoz, pero lograrían un hito aún mayor, ganar el Scudetto de 1991. Y en la campaña siguiente, participarían por primera vez en su historia en la Copa de Europa y obrarían el milagro, llegando a la final, en la que perderían frente al Barça, con el famoso gol de Koeman. Ese sería un punto de inflexión, en el devenir del conjunto genovés, marchándose algunos futbolistas, entre ellos Vialli, que dejaría el club donde se había vuelto una estrella, para jugar en uno de los mas grandes de Italia, la Juventus, con la que ficharía en 1992.




La "Vechia Signora" era entrenada por el técnico, que la llevó a lo mas alto en la década de los 70, Giovanni Trapattoni, pero esta segunda etapa no fue tan fructífera como la anterior. El conjunto bianconero contaba con jugadores de la talla de Peruzzi, Kohler, Dino Baggio, Conte, Andy Möller, Roberto Baggio, Di Canio, Ravanelli y el propio Vialli, con quienes ganaría la Copa de la Uefa de 1993, al derrotar al Borussia Dortmund. Tras "flojear" en la Serie A durante varias temporadas, prescindirían de Trapattoni y ficharían a Marcelo Lippi. También era un equipo prácticamente nuevo, en el que sobrevivían Peruzzi, Conte, Ravanelli, Kohler y el propio Vialli, que era una de las estrellas, a los que se unían Ferrara, Paulo Sousa, Di Livio, Deschamps y Tacchinardi, volverían a jugar otra final de la Copa de la Uefa en la temporada 1994-1995, pero perderían ante el Parma. Pero no queda ahí la cosa, sino que por fin, volvería a ganar el Scudetto de 1995, cosa que no hacía desde hacía bastantes años, mas la Coppa del mismo año. En la siguiente campaña, con los fichajes de Jugovic, Vierchowod y Pessotto, que volverían a llevar a los turineses a lo mas grande, logrando la Liga de Campeones de 1996, al vencer en la final al Ajax, en la tanda de penaltis.


Con la irrupción del joven Del Piero, mas el fichaje de Boksic, Vialli dejó la Juventus, para probar suerte en el extranjero. Iría a parar a la Premier League, fichando por el Chelsea en 1996. Los blues estaban entrenados por Ruud Gullit, que ejercía de entrenador-jugador y ya empezaba a ser un equipo totalmente europeo y nada británico. Contaba en sus filas con Kharin, Petrescu, Leboeuf, Di Matteo, Wise y Hughes. Con la temporada comenzada se reforzaban con Zola. Vialli sería titular indiscutible y lograrían ganar la FA Cup de 1997. En la siguiente campaña ficharían a De Goey, Le Saux, Flo, Poyet y Babayaro. Vialli competiría con Flo por la titularidad, ya que Zola era un fijo. Además despedirían a Gullit y le propondrían al italiano que ocupara el lugar del neerlandés, en el cargo de entrenador-jugador, con lo cual cedería su lugar a Flo en la delantera. Con este nuevo puesto, lograrían un doblete, al ganar la Copa de la Liga de 1998, pero sobre todo la Recopa de Europa del mismo año. En la siguiente campaña (98-99) se reforzarían con Desailly, Ferrer y Casiraghi (este último tendría una grave lesión que le obligaría a retirarse del fútbol). Vialli jugaría algún partido que otro, pero ejercía ya como entrenador, así que al final de temporada se retiró oficialmente como futbolista, a la edad de 35 años. En la siguiente temporada, al poco de empezar la temporada sería cesado. Cogería las riendas del Watford en el 2000, pero fue despedido al terminar la campaña. Optaría por retirarse de los banquillos también y alejarse del mundo del fútbol.


En la selección italiana jugaría el Mundial de 1986, en el que los transalpinos caerían en octavos de final, ante Francia. La Eurocopa de 1988, en el que la azzurra llegaría a semifinales, perdiendo frente a la Unión Soviética. Y su último torneo sería el Mundial de 1990, en el que serían terceros, tras ganar la final de consolación contra Inglaterra.
 
Michael Laudrup

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Michael Laudrup fue un futbolista danés, de los años 80 y 90. Jugaba como centrocampista, actuando como mediapunta, aunque a lo largo de su carrera, jugó también como extremo izquierdo y falso 9. Derrochaba talento. Lo suyo era clase y elegancia, tanto dentro, como fuera de los terrenos de juego. Era diestro, pero manejaba muy bien la pierna izquierda. Cuando tenía el balón en los pies, era capaz de generar peligro, de una forma sutil y bella. Parecía una bailarina de ballet sobre el césped. Regateaba de forma muy sencilla, pero tremendamente efectiva, con la pelota cosida a su bota. El jamás chutaba o empujaba el esférico, él lo acariciaba, como si de su gran amor se tratase. A su brillante técnica, unía una notable velocidad y una espectacular visión de juego, capaz de dar bellísimas asistencias y muchas de ellas sin mirar. Era un experto lanzador de tiros libres, penaltis y saques de esquina, aunque en su carrera tuvo que lidiar con otros lanzadores, dejándole a él, solo los saques de esquina.
Voy a hacer una comparación complicada y es que él y Cruijff, se parecían mucho en la forma de jugar. Me explico. Johan era único e incomparable, además de muy superior a Laudrup, pero Michael si que conducía el balón como Cruijff y regateaba de forma parecida, por no hablar de la elegancia en la conducción. Sin ser iguales, si que tenían algunas cosas en común. Hasta en el carácter, siendo Michael mucho mas "light".

Laudrup empezó su carrera en su país, en el Copenhague, en 1981. En el club de la capital jugaría una temporada, con tan solo 17 años, llamando la atención del mejor club del país, por aquel entonces, el Brondby, que lo ficharía en 1982. Allí jugaría una campaña, llamando la atención de Europa. Se fijaría la todopoderosa Serie A, la mejor liga del mundo por aquella época. Aterrizaría en Italia para fichar por la Lazio en 1983. En el conjunto romano jugaría dos temporadas. Hay que recordar que esa Lazio, era un equipo que acababa de ascender a la Serie A, con lo cual era una "squadra" humilde, que luchaba por salvarse del descenso. La primera temporada lo conseguiría, pero en la segunda no, volviendo a dar con sus huesos en la Serie B.





Pero el buen rendimiento mostrado por el danés, que era una gran promesa mundial, motivó a la Juventus a acometer su fichaje en 1985. Además se había marchado a la Roma, una de sus grandes estrellas, el polaco Boniek, con lo cual buscaron en Laudrup a su sustituto natural. En Turín se encontraría con uno de los mejores equipos del mundo, entrenado por Giovanni Trapattoni y con jugadores de la talla de Platini, Scirea, Tacconi, Cabrini y Serena. En su primera temporada ganaría el Scudetto de 1986. En la campaña siguiente ya no estaba Trapattoni y el equipo lo notó, ya que no repitió scudetto. Y en la Copa de Europa caería en octavos de final, ante el Real Madrid. En la siguiente temporada se retiraría Platini y se marcharía Serena. En su lugar ficharían a Ian Rush, pero las cosas le irían mal a él y al equipo, debido a que se hundió, quedando en sexta posición en la Serie A y en la Copa de la Uefa se eliminaría en dieciseisavos de final. En la campaña siguiente se retiraría Scirea y se marcharía Rush. En su lugar ficharían a Zavarov, pero el equipo siguió por los mismos derroteros, dando por finalizada la etapa de Laudrup en el calcio. Una etapa que no fue todo lo fructífera que él hubiera deseado, ni dio todo lo que se esperaba de él. Pero ahora le venían unos años maravillosos, los mejores de su carrera.



Ficharía por el Barça en 1989, en el que se encontraba Johan Cruijff como técnico. Se estaba cocinando a fuego lento el Dream Team. Este equipo contaba en aquel año con futbolistas como, Zubizarreta, Koeman, Eusebio, Bakero, Amor, Milla, Robert, Beguiristain, Salinas y el propio Laudrup. Su participación en Liga sería bastante mala, quedando en tercera posición, a muchos puntos del Real Madrid y por detrás del Valencia. Lo arreglarían ganando la Copa del Rey de 1990. En la temporada siguiente ya empezaría el Dream Team, con el fichaje de Stoichkov y Goikoetxea, mas la llegada de Ferrer, que había estado cedido en el Tenerife. Arrasarían en Liga, quedando campeones en 1991. Pero no pudieron hacer doblete, al caer derrotados en la final de la Recopa, frente al Manchester United. Hay que decir, que Laudrup ya era una de las grandes estrellas del conjunto culé y uno de los mejores futbolistas del mundo, debido a que se había quitado el "corsé" del calcio y podía tener la libertad que deseaba, ya que jugaba como "falso 9", estando por el centro y muchas veces en banda izquierda, trazando diagonales hacia el centro, para asociarse con sus compañeros.

En la campaña siguiente se ficharía a Nadal y Witschge (este poco pudo hacer, al ser extranjero y quedar siempre fuera, por ser el cuarto en discordia, desencadenando en su marcha por la puerta de atrás), mas la consolidación del canterano Guardiola. Sería una temporada maravillosa, al conseguir el doblete en 1992, de Liga (muy apretada y con suspense hasta el último partido) y Copa de Europa, al derrotar en la final a la Sampdoria, que en esa época era uno de los grandes de Italia. La campaña siguiente no fue tan buena como la anterior, porque si bien, se volvió a adjudicar la Liga de 1993, en Liga de Campeones hizo el ridículo, eliminándose en la segunda ronda, frente al CSKA Moscú. Entonces a Cruijff se le antojó cambiar de esquema y quitar el falso 9, para poner un 9 de verdad. Se fijó en un delantero brasileño que brillaba en el PSV neerlandés, al que fichó ipsofacto (también subió al primer equipo Sergi). Estamos hablando de Romario y esto perjudicó totalmente a Laudrup, porque en Liga solo podían jugar tres extranjeros y Johan se decantaba por Koeman, Stoichkov y Romario. Al danés solo le quedaba Europa, para poder seguir destilando su fútbol en el conjunto blaugrana. Pero Laudrup no se resignaba a ser un segundo plato, quería ser protagonista, así que se lo hizo saber a Cruijff. Y obviamente al neerlandés no le sentó bien y con su difícil carácter, mas bien dictatorial, tuvieron sus mas y sus menos, ya que el danés tampoco se callaba. Si añadimos que en lo deportivo se ganó la Liga de 1994, pero otra vez, sufriendo en la última jornada y que en la Liga de Campeones llegaron a la final, pero fueron vapuleados por el Milan, desencadenó en la marcha de Laudrup, que terminaba contrato.


Acabaron tan mal Cruijff y Laudrup, que el danés para darle por saco al neerlandés, se marchó al eterno rival, el Real Madrid en 1994. Esto sentó fatal a los aficionados culés, que no perdonaron la "traición" de Michael Laudrup, llamándole Judas y traidor (años después pasaría lo mismo con Figo). Llegaba a un equipo que estaba en reconstrucción y que había fichado como entrenador a Valdano. Se juntaba en un equipo en el que estaban Buyo, Quique Sánchez Flores, Lasa, Sanchís, Hierro, Redondo, Luis Enrique, el canterano Raúl (que empezaba a despuntar), Martín Vázquez, Milla, mas los descartados Amavisca y Zamorano, que se convirtieron en titulares y en las grandes estrellas del año en la Liga. El rol de Laudrup con Valdano cambió, pasando a jugar en la mediapunta, anclado en la línea de tres cuartos. Volvió a disfrutar del fútbol y el público disfrutó de su juego, de su clase, de sus asistencias, de sus pases sin mirar, en definitiva, de toda la elegancia que poseía. La temporada fue maravillosa, ganando la Liga de 1995 de forma holgada. No se puede decir lo mismo en Europa, ya que fue eliminado en octavos de final, por el modesto Odense. En la temporada siguiente se ficharía a Alkorta, pero la temporada fue pésima, de las peores de la historia del Real Madrid. Quedaría en sexta posición en Liga, tras haber despedido a Valdano y haber terminado la temporada Arsenio Iglesias. En la Liga de Campeones lo hicieron mejor, pero fue eliminado en cuartos de final por la Juventus.


Sorprendentemente no renovó por el conjunto merengue, probando suerte en una liga exótica como la japonesa, fichando por el Vissel Kobe en 1996. En tierras niponas jugaría un año, pasando sin pena ni gloria y echando de menos el fútbol competitivo. Así que volvió a Europa, para fichar por el Ajax en 1997. En el conjunto holandés lo haría muy bien, contando mucho, pese a que tenían jugadores de la talla de Van der Sar, los hermanos de Boer, Litmanen y Blind, entre otros. Ganaría la Eredivisie de 1998 y la Copa de los Países Bajos del mismo año. Se retiraría del fútbol en 1998, a la edad de 34 años.



Con la selección danesa jugaría la Eurocopa de 1984, en la que llegarían a las semifinales, cayendo ante España, en la tanda de penaltis. El Mundial de 1986, donde la "Dinamita Roja" se eliminaría en los octavos de final, contra su bestia negra, España. Y sorprende mucho, ya que Dinamarca habían sido los que mejor fútbol habían practicado en todo el torneo, además de que había arrasado en la primera fase, quedando primera de grupo, por delante de la RFA (República Federal Alemana o Alemania Occidental), Uruguay y Escocia. Además de que contaba con futbolistas maravillosos, como Lerby, Eljkaer-Larsen, Arnesen, Morten Olsen y el propio Laudrup, entre otros. También jugaría la Eurocopa de 1988, donde la "Dinamita Roja" se eliminaría en primera fase, sin ganar ni un partido, tras estar en el mismo grupo que la RFA, Italia y España.


Sorprendentemente, Laudrup se retiró de la selección, diciendo que mientras el seleccionador Richard Moller Nielsen siguiera en el cargo, jamás volvería a jugar en el combinado nacional. Y es que otra vez dio muestras de su carácter. Por culpa de esto, se perdió la victoria de su país en la Eurocopa de 1992. Dándose cuenta de que así no iba a ningún sitio, dio marcha atrás y retornó al equipo. Ya con otra generación de futbolistas, como Schmeichel, Helveg y su hermano Brian Laudrup, jugarían la Eurocopa de 1996, en la que se eliminaría en primera fase, tras estar en el mismo grupo que Portugal, Croacia y Turquía. Pero mostrarían un gran nivel, pese a ser eliminados. Y el broche de oro a su carrera, vendría en el Mundial de 1998, donde llegarían a los cuartos de final, siendo eliminados por Brasil, pero teniendo oportunidad de clasificarse y batir a los todopoderosos brasileños. Y es que este equipo jugó de maravilla, pareciéndose bastante a la "Dinamita Roja" de los años 80 y con una actuación sublime de los hermanos Laudrup. Dejarían por el camino anteriormente a la mejor Nigeria de la historia.



 
Fernando Redondo

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Fernando Redondo fue un futbolista argentino, de finales de los años 80, la década de los 90 y los cuatro primeros años del siglo XXI. Jugaba como centrocampista, actuando como mediocentro defensivo. Cuando digo que actuaba, mejor dicho se posicionaba, ya que era el dueño de todo el centro del campo, siendo el motor del equipo, destruyendo y también construyendo. En su faceta defensiva era un espectáculo, debido a que cualquier balón que pasara por ahí, lo hacía suyo. Siempre estaba en el sitio y el momento adecuado, para posicionar su cuerpo y su 1,86 cm de estatura, no habiendo nadie que pudiera con su fuerza y maestría, en el arte de robar balones. Y si con esas cualidades no era suficiente, ponía en juego su enorme inteligencia táctica y pillería argentina, sacando a relucir los codos, para incomodar al rival, e impedir y desbaratar cualquier atisbo de acción ofensiva, de tal manera que hacía una acción casi ilegal, pero que los árbitros jamás pitaban falta.
Y no solo vivía de ser el capo en la zona defensiva, sino que también aportaba mucho en el apartado ofensivo. Era el primer creador, ya que si bien no se complicaba la vida y daba pases en corto siempre, nunca fallaba uno, eligiendo la mejor opción siempre. Y cuando no podía dar el pase, iba en carrera al ataque, conduciendo el esférico con una elegancia escandalosa, para sortear rivales de forma asombrosa, usando su técnica y regateando de forma sencilla, pero efectiva. Parecía un jugador de fútbol sala, debido a que llevaba el cuero pegado a la bota y es que de pequeño jugó al fútbol sala y por eso tenía esa habilidad. Era un espectáculo. También tenía un poderoso disparo lejano y creaba peligro en el juego aéreo. Se podía decir que era zurdo cerrado, porque llevaba el balón pegado a la bota izquierda, pero es un grave error, ya que manejaba la derecha también, cuando se pasaba el balón de pierna a la hora de regatear rivales. Y también golpeaba con la diestra. Un jugador extraordinario y con muy pocas cosas que mejorar, para ser el centrocampista perfecto.

Redondo empezó su carrera en su país en 1985, en Argentinos Juniors. En el conjunto bonaerense, le costó afianzarse en el once titular porque era un crío, pero cuando lo hizo, fue a mas, hasta llamar la atención de Europa. Aterrizó en España, donde ficharía por el Tenerife en 1990. En el conjunto canario jugaría cuatro temporadas maravillosas, convirtiéndose en una estrella y en uno de los mejores centrocampistas de la Liga y también en internacional absoluto por Argentina. El Tenerife era un equipo que peleaba por no descender. Su acto mas destacado fue impedir que el Real Madrid ganara la Liga de 1992, con el famoso partido que le remontó dos goles, para acabar 3-2. El conjunto chicharrero ya empezaba a tener jugadores de mas calidad, como Pizzi, Quique Estebaranz, Julio Llorente, Felipe, Dertycia y el propio Redondo.

Pero fue con la llegada de Jorge Valdano como entrenador, junto a su ayudante Angel Cappa, cuando se convirtieron en un equipo de la zona alta de la clasificación. Ficharon a Del Solar y Ezequiel Castillo, que ayudaron a los canarios a conseguir una esplendida quinta posición en liga, que les daba la posibilidad de participar en la Copa de la Uefa. En la temporada siguiente se reforzarían con Aguilera, que les llevaría a realizar una sensacional campaña en la Copa de la Uefa, llegando a los octavos de final, cayendo ante la Juventus. Pero en Liga se desinflaron y deambularon por la zona media.

Con la marcha de Valdano y Cappa al Real Madrid, les acompañaría Fernando Redondo en 1994. Sería el salto definitivo al estrellato y al reconocimiento mundial. Su primera temporada fue maravillosa, porque ganarían la Liga en 1995, con un equipo formado por Buyo, Quique Sánchez Flores, Lasa, Sanchís, Hierro, Amavisca, Luis Enrique, Zamorano, Laudrup y Raúl, mas la segunda fila compuesta por Martín Vázquez, Milla y Alkorta. El único lunar fue que se eliminaron en octavos de final, a manos del Odense. La segunda temporada fue desastrosa, que acabó con el despido de Valdano y Cappa y con el fichaje extraño de Arsenio Iglesias, que no cambió el destino del equipo, quedando en sexta posición y por ende, fuera de competiciones europeas. Su participación en la Liga de Campeones también fue mala, eliminándose en cuartos de final, contra la Juventus.

Este desastre y su consiguiente pésima imagen, hizo que la directiva fichara en 1996, como técnico a Fabio Capello, que venía de triunfar con el Milan. Esto derivó en una reconstrucción del equipo, marchándose toda o casi toda la plantilla y llegando gente como Illgner, Panucci, Roberto Carlos, Seedorf, Víctor, Suker, Mijatovic, que unido a los que ya estaban de antes como Hierro, Sanchís, Alkorta, Raúl y Amavisca, lograron volver a ganar la Liga de 1997. Pero toda bonita historia tiene un final y es que Capello decidió volver al Milan, obligando a sustituirle por Heynckes, que tuvo un sabor agridulce, adjudicándose la ansiada Liga de Campeones en 1998, derrotando en la final a la Juventus. Los merengues habían sufrido algunos cambios de futbolistas, como el cambio de cromos de Alkorta por Karanka, mas los fichajes de Karembeu, Morientes y Savio. En Liga lo hicieron fatal, quedando en cuarta posición y por eso Heynckes fue despedido. En su lugar vino Hiddink, que lo hizo bastante mal y fue cesado a mitad de temporada, para contratar a Toshack, que poco mas hizo.

En la campaña siguiente ficharon a McManaman, Michel Salgado, Iván Helguera, Iván Campo y Anelka. Toshack fue cesado durante la temporada, porque el equipo iba fatal y en su lugar pusieron a un hombre de la casa, que mas tarde haría historia en el mundo del fútbol. Este hombre se llama Vicente del Bosque. En liga quedaron en quinta posición, pero arreglaron la temporada ganando la Liga de Campeones del 2000, batiendo en la final al Valencia. Para el recuerdo queda el jugadón que hizo Redondo en Old Trafford, en el que mediante un taconazo, regateó a Berg y dio el pase de la muerte a Raúl, para que derrotara al Manchester United en semifinales. Este fue el final para este maravilloso futbolista, que incomprensiblemente traspasaron al Milan, ya que Florentino Pérez, que había ganado las elecciones a la presidencia del Real Madrid, no le gustó nada que Redondo apoyara a Lorenzo Sanz, que era el presidente saliente.

Redondo ficharía por el Milan en el 2000, pero antes de empezar la temporada tuvo una gravísima lesión, que le destrozaría la carrera. Y es que lo intentó con todas sus fuerzas, jugando algún partido que otro. Pero en cuatro años se pasó temporadas en blanco y al final decidió retirarse del fútbol en 2004, a la edad de 35 años.

Con la selección argentina jugaría la Copa América de 1993, en la que serían campeones, al derrotar en la final a México. También jugaría el Mundial de 1994, en el que la albiceleste no tendría una destacada actuación, cayendo en octavos de final ante Rumanía. Este fue su último torneo, debido a que el seleccionador argentino Daniel Passarella, dijo que en su equipo nunca jugarían los futbolistas que llevaran el pelo largo. Como Redondo se negó a cortarse el pelo, no sería convocado. Casualidades del destino, a Redondo se le ocurrió cortarse el pelo un año después, aduciendo que lo había hecho porque él quería, no por la imposición de Passarella.
 
Teófilo Cubillas

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Teófilo Cubillas fue un futbolista peruano, de finales de los años 60 y la década de los 70 y 80. Jugaba como centrocampista, actuando como mediapunta. Era el amo y señor del centro del campo, siendo el encargado de elaborar el juego de su equipo y el que conducía constantemente el balón, estando en permanente contacto con la pelota. Tenía una fenomenal visión de juego, capaz de dar asistencias maravillosas. Era diestro, pero manejaba muy bien la pierna izquierda. Tenía un talento descomunal en sus botas, regateando a los contrarios con suma facilidad y además de forma sencilla, pero efectiva. Protegía el esférico de una manera brillante, haciendo imposible el robo por parte de los contrarios. Tenía un gran disparo y sobre todo con muchísima precisión. Al poseer un guante en su pierna derecha, era el encargado de las jugadas a balón parado, es decir, saques de esquina, penaltis y tiros libres. Precisamente en esto último, es uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos, marcando auténticos golazos, con una precisión de cirujano. Y encima tenía muchísimo gol, aún no siendo delantero. Un jugador extraordinario y perfecto.

Empezaría su carrera en su país en 1966, en uno de los grandes del país andino, el Alianza de Lima. En el equipo de la capital de Perú, jugaría siete años a un nivel grandioso, consolidándose no solo como la gran estrella de su equipo y de su país, sino como uno de los mejores futbolistas del continente. Su gran actuación en el Mundial de 1970, llamó la atención de Europa, aterrizando en Suiza, donde ficharía por el Basilea en 1973. Jugaría unos pocos meses allí y ficharía por el Oporto en 1974. En el conjunto portugués jugaría tres años, en los que se convertiría en la gran estrella. Allí compartiría equipo con Fernando Gomes. Ganaría la Taça (Copa de Portugal) de 1977. Tras su etapa en Europa, le entró el gusanillo de volver a su tierra y a su amado Alianza de Lima, con el que ficharía en 1977. Allí jugaría dos años, compartiendo equipo con la otra gran estrella de Perú, el "Cholo" Sotil. Juntos ganarían la Liga en 1977 y 1978. Conseguido el objetivo de reinar en su país, se marchó a probar suerte en los Estados Unidos, en la nueva y mercantilista NASL, donde ficharía por los Fort Lauderdale Strikers en 1979. En el conjunto de Florida jugaría cinco años, en los que coincidiría en distintas temporadas con Gerd "Torpedo" Müller, Elías Figueroa, Van Beveren y Hölzenbein. Le tocó vivir el derrumbe de la NASL y el posterior intento de creaciones de ligas que no fructificaron. (Lo explico en este enlace https://amoelfutboldeantes.blogspot.com/2016/08/la-historia-de-la-nasl.html).
Sus siguientes destinos fueron un cumulo de equipos, repartidos entre Estados Unidos y Perú, con retirada del fútbol entre medias y posterior vuelta. Los equipos en cuestión fueron, Alianza Lima en 1984, South Florida Sun en 1985, Alianza Lima en 1987, Fort Lauderdale Strikers en 1988 y Miami Sharks en 1989, retirándose en este último, a la edad de 40 años.

Pero lo que de verdad le convirtió en mito del fútbol no fue su actuación en los equipos, sino en la selección nacional. Jugaría el Mundial de 1970, llegando a cuartos de final, eliminándose a manos de la Brasil de los cinco dieces (Pelé, Tostao, Jairzinho, Gerson y Rivelino), mas Carlos Alberto. La Copa América de 1975, en la que sería campeón. El Mundial de 1978, en el que quedaría primero de su grupo en la primera fase, en el que estaban los Países Bajos, Escocia e Irán. Precisamente contra Escocia marcaría un golazo de tiro libre directo, en el que golpearía al balón con el exterior del pie, sorprendiendo al portero, ya que el lanzamiento hizo un efecto como si lo hubiera golpeado un zurdo. Luego en la segunda fase de grupos quedaría última, debido a que compartía grupo con Argentina, Brasil y Polonia. Y su último torneo sería el Mundial de 1982, en el que se eliminarían en primera fase, al compartir grupo con Polonia, Italia y Camerún.

El Mundial de 1974 se lo perdería, porque Perú no se clasificó.

Esta selección peruana jugaba al fútbol que daba gusto, con un juego combinativo y de calidad, que tenía como gran estrella a Cubillas, secundado por Hugo Sotil.

Como premios individuales hay que resaltar:

El mejor jugador joven y bota de bronce, las dos en el Mundial de 1970
Mejor futbolista sudamericano de 1972
Mejor jugador de la Copa América de 1975
Bota de plata e integrante del mejor once, en el Mundial de 1978
Uno de los 100 mejores futbolistas de todos los tiempos, para las revistas France Football y World Soccer y para la Fifa
En el puesto numero 48, en el mejor jugador del siglo XX
En el puesto 17, del mejor jugador sudamericano del siglo XX
 
Luis Aragonés

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Luis Aragonés es muy conocido por su faceta de entrenador, así que ahora nos centraremos en su faceta de futbolista.

Fue un futbolista español, de finales de los años 50, la década de los 60 y los cuatro primeros años de la década los 70. Jugaba como interior, lo que hoy en día se conoce como mediapunta. Tenía una gran visión de juego, con la que daba pases en corto y en largo y magistrales asistencias. No sólo tenía visión de juego, sino que poseía una clase sublime, con la que movía el balón elegantemente y lo protegía a la perfección, siendo casi imposible quitárselo. Era diestro, aunque se defendía con la pierna izquierda. Precisamente su pierna derecha era de seda y a parte de dar asistencias teledirigidas, fue uno de los mejores lanzadores de tiros libres de la historia, por lo menos de España. Y si no fuera suficiente, era un goleador. Era un futbolista totalmente cerebral, jamás se complicaba, jugando fácil y efectivo. Leía el fútbol como nadie y dirigía con su fútbol y su carácter a sus compañeros dentro del terreno de juego. No extraña que luego fuera un entrenador de élite. Un futbolista sensacional, que no acaparaba focos, pero que era indispensable.

Empezó su carrera en el Getafe en 1957. Allí jugaría una temporada, llamando la atención del Real Madrid, que lo ficharía en 1958. Hay que recordar que los merengues tenían un super equipo en aquella época y por consiguiente no tendría sitio en el primer equipo. Así que sería cedido a equipos de Segunda División, al poco de fichar por el Madrid, con destino Huelva. En el Recreativo jugaría una temporada, en 1959 al Hércules y en 1960 al Plus Ultra. En este último juega unos pocos partidos y se marcha cedido a los pocos meses al Oviedo, que jugaba en Primera División. Allí juega hasta final de temporada y lo contrata el Betis en 1961, dejando de pertenecer por fin al Real Madrid, en el que no tenía hueco. En el conjunto verdiblanco seguiría afianzando su juego, para convertirse en un futbolista contrastado. Tras tres temporadas, ya estaba preparado para jugar en un grande.

Ficharía por el Atlético de Madrid en 1964. En el conjunto colchonero jugaría diez temporadas, convirtiéndose en mito. Llegaba a un fenomenal equipo con gente como Collar, Adelardo, Ufarte, Mendonça y Griffa. Su primera temporada fue espectacular, convirtiéndose en una de las estrellas, con un juego sensacional, siendo el timón del equipo y colaborando en el apartado goleador, como de costumbre. Ganarían la Copa del Generalísimo de 1965, en Liga quedarían en segunda posición y en la Copa de Ferias llegarían a la semifinal, en la que caerían contra la Juventus. La temporada siguiente fue aún mejor, ganando la Liga de 1966. En la Recopa de Europa llegarían a cuartos, donde serían eliminados por el sorprendente Borussia Dortmund, que sería el campeón del torneo. La campaña siguiente sería bastante mala, ya que serían eliminados en octavos de final de la Copa de Europa, a manos de la Vojvodina y en la Liga finalizarían en cuarta posición. Se marchó Mendonça, siendo sustituido por Gárate, pero el equipo se resintió haciendo una temporada pésima, ya que cayeron a las primeras de cambio de la Copa de Ferias y en Liga quedaron en sexta posición. En la campaña siguiente se hundirían aún mas y eso que habían fichado a Irureta. La campaña 69-70 significó el adiós a la leyenda y capitán Enrique Collar, pero pese a despedir a la que había sido su grandísima estrella, se entorcharían el título de Liga. De la vieja guardia sólo quedaban Ufarte, Adelardo y Luis, que unidos a los jóvenes Irureta y Gárate completaban un gran equipo, que llegaría a las semifinales de la Copa de Europa de 1971, cayendo ante el todopoderoso Ajax. Mientras que en Liga, a punto estuvieron de alzarse con el título de liga, pero al final quedaron terceros.

En la siguiente campaña harían el ridículo en la Copa de la Uefa, pero lo remendaron ganando la Copa del Generalísimo de 1972. En la siguiente temporada volverían los éxitos, ganando otra vez la Liga de 1973. En la Recopa de Europa se eliminarían en octavos de final, a manos del Spartak de Moscú. En la campaña 73-74, se ficharía para la portería a Miguel Reina, que ayudaría a los rojiblancos a quedar en segunda posición en Liga. Pero lo grandioso lo realizaron en la Copa de Europa, al meterse en la final, en la que a punto estarían de alzarse con el título, tras un golazo de tiro libre de Luis Aragonés. Pero el Bayern remontó con un tanto de Schwarzenbeck y el partido finalizó en empate a 1. Como no había tanda de penaltis, se jugaría un "replay", en el que los bávaros aplastaron a los colchoneros, con 4 goles, obra de Gerd Müller y Uli Hoeness. Tras ese amargo desenlace, Luis Aragonés se retiraría del fútbol en 1974, con 36 años de edad.

Contaría muy poco en la selección española, con la que jugó solamente 11 partidos.

Tras su retirada del fútbol, se sentaría en el banquillo, precisamente del Atlético de Madrid, e iniciaría una amplia y gran carrera por numerosos equipos, aunque con altibajos (como casi todos los entrenadores), en el mundo de los banquillos. Y no sólo eso, sino que dejaría multitud de anécdotas y frases muy graciosas y para el recuerdo.
Como por ejemplo, los apodos que tenía. Zapatones le llamaban por lo mal que corría. Sabio de Hortaleza, aunque a él no le gustaba y solía decir, "Yo no soy el Sabio de Hortaleza. El Sabio de Hortaleza es mi hermano y tal".
O la anécdota, en la que explicaba la diferencia entre un corte de mangas y una peineta. Adjunto un vídeo de frases de Luis Aragonés, en el que sale lo que acabo de decir.




O el día que se le cayó la dentadura, en una de sus numerosas etapas como entrenador del Atlético de Madrid, al gritarle a Kiko desde la banda.

Luis Aragonés fue un magnífico futbolista y entrenador, que sin embargo no tuvo el reconocimiento hasta que ganó la Eurocopa de 2008, como seleccionador español y ya posteriormente en su fallecimiento en 2014. Y es que era un personaje de tomo y lomo, que caía bien y mal, no dejaba indiferente a nadie y que decía siempre lo que pensaba, sin importarle en absoluto lo que dijeran de él. Si hay que ponerle un pero, puede ser que era un mal hablado y podía ser simpático como el que mas, pero cuando tenía un día malo, mejor no acercarte a él. Luis, genio y figura hasta la sepultura. Una leyenda del fútbol español ganada con mucho trabajo, porque nadie le regaló nada. Un grande
 
Andrei Kanchelskis

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Kanchelskis fue un futbolista ucraniano, de finales de los años 80, la década de los 90 y la primera década de este siglo. Jugaba como extremo, actuando casi siempre por la banda derecha, aunque en alguna ocasión también podía jugar por la banda izquierda. Tenía una gran velocidad y potencia, para recorrer toda su banda y ser efectivo, a parte de una gran condición física. Era muy habilidoso con el balón en los pies, pudiendo regatear a cualquier rival, sin ningún problema. Era un auténtico puñal por su banda, llegando a la línea de fondo y poniendo milimetrados centros. Pero también se internaba en el área, siendo muy peligroso ya que aparecía por sorpresa, marcando varios goles de esta forma. Era diestro pero manejaba de maravilla la pierna izquierda, sacando mucha ventaja en el dribbling. Y poseía un excelente disparo. Un futbolista sensacional.

¿Y porque he apodado "Katiusha" a Andrei Kanchelskis? Pues porque era como un misil por su banda, rápido y certero. El "Katiusha" fue un lanzamisiles diseñado por la Unión Soviética, para ganar la guerra a la Alemania Nazi, en la Segunda Guerra Mundial. Os pongo un artículo de una web, en el que lo explica perfectamente. https://es.rbth.com/technologias/80823-katiusha

Kanchelskis inició su carrera en 1988, en Ucrania, que en aquella época era una de las numerosas repúblicas socialistas soviéticas. El equipo en cuestión era el Dynamo de Kiev, que era el mejor club de la URSS. Allí jugaría dos temporadas, en las que no tendría mucho protagonismo, marchándose en 1990 al Shaktar Donetsk. En el conjunto minero jugaría una temporada a buen nivel. Con la desintegración de la Unión Soviética, el fin del comunismo y la entrada del capitalismo, dejaría Ucrania, para marcharse al Reino Unido, donde había llamado el interés de uno de los grandes de las islas, el todopoderoso Manchester United, con el que ficharía en 1991. En los "red devils" es en donde se volvería una gran estrella del conjunto mancuniano y de la liga inglesa. Jugaría cuatro temporadas a un nivel espectacular. Entrenados por Alex Ferguson y con jugadores de la talla de Schmeichel, Bruce, Irwin, Pallister, Giggs, Ince, Robson, Mark Hughes y el propio Kanchelskis casi ganan la First Division de la Football League, al quedar segundos, pero lograrían la Copa de la Liga en 1992. En la siguiente temporada con el refuerzo de Lee Sharpe, por fin lograrían el ansiado título de liga en 1993, que había cambiado el nombre y ahora se llamaba Premier League. La siguiente campaña sería aún mejor, ganando la Premier League de 1994 y la FA Cup del mismo año, con fichajes como Cantona y Roy Keane. Pero en la campaña siguiente no conseguirían ningún título.

A Kanchelskis le llegó una suculenta oferta del Everton, que aceptó y se dice que sus agentes "obligaron" a Ferguson a que le dejara marchar. Al final Kanchelskis para sorpresa de todo el mundo, dejaba el equipo mas grande de la Premier League, para marcharse al Everton en 1995, que era un equipo de mitad de tabla. Ferguson perdía uno de los mejores extremos de la Premier League, pero ganaba un canterano que acabaría triunfando en el mundo del fútbol y fuera de él, un tal David Beckham. En los "toffees" jugaría una sensacional primera campaña, en la que se saldría marcando 16 goles, una cifra espectacular para un extremo no goleador, como era su caso. A parte de los goles, siguió deleitando con su fútbol cerca de la cal. Pero jugaría unos meses mas y en enero de 1997 dejaría Inglaterra y volaría a Italia, donde ficharía por la Fiorentina. En el conjunto de Florencia jugaría una temporada y media como titular, pero tendría mala suerte con las lesiones y acabaría dejando el calcio, sin pena ni gloria. En 1998 volvería al Reino unido, pero esta vez a Escocia, donde ficharía por el Rangers. En el conjunto cristiano protestante de Glasgow, sería una de las estrellas, acompañando a jugadores de la talla de Klos, Numan, Albertz, Reyna, Van Bronckhorst, Amato y Guivarch y entrenados por Dick Advocaat. Dominarían el campeonato escocés por aquella época, adjudicándose la Liga Escocesa de 1999 y la del 2000 (esta sin Amato y Guivarch, pero con Mols), mas la Copa de Escocia de 1999 y 2000. En la siguiente campaña jugaría unos meses, pero se marcharía cedido al Manchester City en enero de 2001, debido a que había perdido la titularidad, por culpa del fichaje de Ronald de Boer. En los "citizens" jugaría hasta junio y volvería a Glasgow, donde permanecería hasta la finalización de su contrato, pero jugando casi nada. Desde 2002 a 2006 deambularía por distintos equipos y países, como el Southampton (Inglaterra), Al Hilal (Arabia Saudi), Saturn (Rusia) y Krylia Sovetov (Rusia), retirándose en este último, a la edad de 36 años.

En el fútbol de selecciones jugaría para la URSS, desde 1989 a 1991. Con el fin de la Unión Soviética y el desmembramiento en diferentes repúblicas, le llegaría la hora de jugar la Eurocopa de 1992, torneo en el que la URSS se había clasificado, con lo cual decidieron hacer un combinado que se llamaría CEI (Comunidad de Estados Independientes), lo que venía siendo la Unión Soviética. En dicho torneo quedarían eliminados en primera fase, al estar en el mismo grupo que Países Bajos, Alemania y Escocia. Una vez finalizado el torneo, desaparecía este equipo, teniendo que elegir sus futbolistas con que país participar. Kanchelskis en lugar de elegir Ucrania, que era su país, eligió Rusia. Para eso se tuvo que nacionalizar. Con Rusia jugaría la Eurocopa de 1996, en la que se eliminaría en primera fase, tras estar en el mismo grupo que Alemania, República Checa e Italia. Se perdería el Mundial de 1994, al estar enfrentado con el seleccionador.
 
Enrique Collar

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Enrique Collar fue un futbolista español, de los años 50 y 60. Jugaba como extremo izquierdo. Tenía un talento extraordinario, con un regate eléctrico que dejaba clavado a los contrarios, saliendo para el exterior o para el interior con suma facilidad. Ayudaba al fenomenal dribbling que poseía, la gran velocidad que tenía y la frenada en seco, cuando arrancaba en velocidad. Entre sus cualidades también estaba la de la elegancia, con una clase sublime para conducir el balón y asociarse con sus compañeros continuamente. Era zurdo, pero se defendía con la pierna derecha. Tenía un guante en su pierna izquierda, realizando unos milimetrados centros desde su banda. A parte también era el encargado de ejecutar los saques de esquina. Jugaba pegado a la cal, pero también realizaba diagonales a portería, llevando mucho peligro, regateando a todos y marcando gol en algunas ocasiones. A parte de todo esto, hay que decir que tenía un buen disparo y se sacrificaba en tareas defensivas, mostrando una total entrega. Fue un futbolista magnífico, que te podía resolver el partido, él solito.

Nacido en un pueblo de Sevilla, llamado San Juan de Aznalfarache (en donde vivió durante un año, quién escribe estas letras), se trasladó a Madrid a los 11 años y allí hizo su vida personal y futbolística, hasta que el Atlético de Madrid se fijó en este chaval, que asombraba a todos con su juego. Jugaría en las categorías inferiores, hasta que se hizo mayor y con 18 años fue cedido al Cádiz, de la Tercera División, en 1952. En el conjunto gaditano jugaría una temporada, volviendo al Atlético en 1953. Llegaría a debutar, pero como no contaba con la confianza del entrenador, volvería a ser cedido en el mercado invernal de 1954, al Murcia, con el que jugaría hasta junio. Definitivamente el Atlético lo rescató y se lo quedó en propiedad en 1955. Desde 1955 hasta 1969 sería un fijo y la gran estrella rojiblanca. En el conjunto colchonero, las grandes estrellas eran Joaquín Peiró y el propio Collar, llevando a los del río Manzanares, a los puestos mas altos del fútbol español. En la temporada 58-59 ficharon a Vavá, que venía de ganar el Mundial con Brasil y ser una de las grandes estrellas, mas el portugués (Angola era todavía una colonia portuguesa) Mendonça, hicieron que los atléticos aspiraran a lo mas alto. En la temporada siguiente ficharían a Adelardo, que les llevaría a conseguir la Copa del Generalísimo de 1960. Revalidarían el título de Copa del Generalísimo en 1961. Esto les llevaría a participar en la Recopa de Europa de 1961-1962, ya sin Vavá que había retornado a Brasil, tras no haber podido brillar de rojiblanco, como lo hacía de verdeamarelo. Pero los colchoneros no notaron nada su ausencia y realizaron un sensacional torneo, llegando a la final y ganando el partido de desempate (se había empatado y se tuvo que realizar un replay) a la Fiorentina de Kurt Hamrin, adjudicándose su primer título continental. En la campaña siguiente se marchó Joaquín Peiró a Italia y como con Vavá, el equipo no se resintió. En la campaña siguiente incorporaron a Grosso, pero el equipo realizaría una temporada mediocre, deambulando por la zona media de la tabla.

En la temporada 64-65 hubo una pequeña regeneración. Grosso fichó por el Real Madrid y en su lugar llegarían dos futbolistas que acabarían siendo estrellas y leyendas del conjunto colchonero, como son Ufarte y Luis Aragonés. Estos dos, mas Adelardo, Mendonça y Collar, ayudarían a los rojiblancos a volver a ganar la Copa del Generalísimo en 1965. Pero lo mejor estaba aún por llegar. Con el mítico técnico Domingo Balmanya, lograrían el título de Liga en 1966. En las siguientes temporadas el equipo bajaría un poco el nivel y llegaría savia nueva como Gárate e Irureta, pero Collar seguía siendo un fijo, aunque ya no estaba Mendonça. Pero los directivos decidieron, que Collar ya no servía para el once titular, debido a que tenía 34 años. Así que el genial extremo fichó por el Valencia en 1969. Con los ché jugó una sola temporada, sin el protagonismo que tuvo en el Atlético y decidió retirarse definitivamente del fútbol en 1970, a la edad de 35 años.

Con la selección española solamente jugaría el Mundial de 1962, en el que se eliminaron en primera fase, tras estar en el mismo grupo que Brasil, Checoslovaquia y México, quedando última de su grupo. Una gran decepción porque tenían una plantilla de lujo, con jugadores como Carmelo, Segarra, Del Sol, Luis Suárez, Gento, Puskas, Adelardo y el propio Collar. En ese torneo Collar fue el suplente de Gento. No volvería a ser convocado, porque le comería la tostada un chaval de Zaragoza llamado Carlos Lapetra
 
Dragan Stojkovic

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Dragan Stojkovic nacido en Serbia, fue un futbolista yugoslavo (debido a que Serbia era una de las repúblicas socialistas yugoslavas), de los años 80 y 90. Jugaba como centrocampista, actuando siempre por el centro, con total libertad para hacer lo que le diera la gana. Tenía un talento extraordinario en sus botas, capaz de hacer lo que quisiera con la pelota. Era un regateador excelso, capaz de driblar a quien se le pusiera por delante, haciendo parecer benjamines hasta a los mejores defensores. Por no hablar de la clase que tenía, llevando el esférico pegado al pie. No sólo vivía del dribbling, sino que además tenía una enorme visión de juego, con la que daba asistencias de ensueño. Y por supuesto tenía un fabuloso golpeo de balón y con una colocación magnífica. No es de extrañar que fuera un auténtico especialista a balón parado, siendo el que siempre lanzaba los tiros libres, penaltis y saques de esquina, marcando auténticos golazos. Y era diestro, pero manejaba perfectamente la zurda. De sus botas salía magia y podía resolver el partido, él solito. Pero por culpa de una grave lesión, el que iba para gran estrella del fútbol mundial, se quedó en un buen jugador. Vayamos con su historia, pero antes permítanme hacer un inciso.

Dragan Stojkovic era un mago, pero por una lesión no llegó a ser el mejor mago, sino uno cualquiera. Le voy a hacer una graciosa y cariñosa comparación. Lo vamos a llamar el "Aprendiz de Brujo". Esta historia son varias historias. La mas conocida trata en la película Fantasía de Walt Disney, en la que sale Mickey Mouse como aprendiz del brujo. Y es que este brujo tenía un sombrero mágico, con el que hacía numerosos juegos de magia. En un momento que el brujo se marcha, es cuando aprovecha Mickey a coger el sombrero y ponérselo, para hacer magia y que haga sus tareas mientras él descansa. La tarea en cuestión consiste en llenar dos cubos de agua y echarlos en un recinto. Mickey hace sus trucos de magia y consigue que una escoba coja los cubos de agua y los eche en el recinto. Lo que pasa es que Mickey se queda dormido y cuando despierta hay una tremenda inundación. Bueno, les dejo la escena en cuestión para que la vean, sino la han visto ya




La segunda historia trata sobre la música del Aprendiz de brujo. Es una obra del compositor francés Paul Dukas. Un compositor impresionista. ¿Impresionista? ¿Pero eso no es en la pintura? Efectivamente, los Cezanne, Gaugin, Monet, Van Gogh, etc, tienen su vertiente en la música clásica con Debussy, Ravel, Mussorgsky y con Paul Dukas, que es quién creó esta obra. Es mas, a Dukas solo se le conoce por esto. No fue un compositor de renombre. Y es que a Dukas se le ocurrió hacer esta obra, por una historia antiquísima llamada precisamente "El aprendiz de brujo" y que tiene su origen en la Grecia del siglo II.

Si no han visto la película Fantasía, recomiendo que la vean o mejor aún, que la pongan a sus hijos para que vean dibujos y aprendan la música clásica, que para un enamorado como yo de la música clásica, esta película de animación es oro puro. Con obras de Beethoven, Bach, Tchaikovsky, Strabinsky, Schubert y Mussorgsky.

Y es que Stojkovic se queda como Mickey, soñando que será el mago que dominará la tierra, pero la realidad le pone en su sitio. Y desgraciadamente, Dragan Stojkovic si que tenía el talento necesario para ser el mejor, no como el pobre Mickey en Fantasía.

Stojkovic empezaría su carrera en su país, Yugoslavia en 1981, siendo un adolescente, en el Radnicki Nis. Allí jugaría cinco años, llamando la atención de los grandes del país balcánico, yendo a parar al Estrella Roja en 1986. En uno de los dos grandes de Serbia y de Yugoslavia, jugaría cuatro temporadas soberbias, en las que se convertiría en la gran estrella de su país y en una de las grandes promesas del fútbol mundial. Asombraría al bloque occidental (el capitalista), en sus continuas exhibiciones en la Copa de Europa. Pero en su país ganaría la Liga de 1988 y 1990 y la Copa de Yugoslavia de 1990. En la Copa de Europa de 1989 llegarían hasta los octavos de final, donde caerían a manos del todopoderoso Milan. Ese equipo era el germen del que ganaría la Copa de Europa poco después. Ya estaban en él, Belodedici, Pancev, Prosinecki y Savicevic. Pero el rey era Stojkovic y no pasó desapercibido, yendo a parar a Francia, fichando por el emergente Olympique de Marsella en 1990, que se había convertido en un grande mundial, de la mano del controvertido Bernard Tapie.

A partir de ahí, se acabó la consagración de la gran promesa mundial. Y es que justo al inicio de temporada, tuvo una grave lesión de rodilla y eso le apartó del equipo, le afectó anímicamente y jamás volvió a ser el mismo. Es mas en la final de la Copa de Europa de 1991, que jugaron el Olympique de Marsella contra el Estrella Roja, saldría al campo en la prorroga jugando unos minutos. Cuando llegó la tanda de penaltis, Stojkovic se negó a lanzar el suyo. Diría mas tarde, "Si lo tiro fuera, los del Marsella me matan, pero si lo meto, no puedo volver a Yugoslavia". En la siguiente temporada sería cedido a Hellas Verona, pero su aventura en el calcio no sería nada buena, volviendo al finalizar el préstamo a Marsella. En su segunda aventura en Marsella, incluso gozó de menos confianza que antes, pasando al olvido. Conclusión, su etapa desastrosa en Francia acabó en 1994, decidiendo aventurarse en el nuevo y apetitoso mercado japonés, que estaba reclutando a todas las estrellas veteranas para su liga, mediante lucrativos contratos. Si queréis saber mas sobre la historia de esa liga, leerlo en este enlace. https://amoelfutboldeantes.blogspot.com/2016/08/la-historia-de-la-japan-league.html

Fichó por el Nagoya Grampus Eight en 1994. Lo que no sabía ni el mismo, es que haría carrera en el país del sol naciente. Jugaría siete temporadas, convirtiéndose no solo en una de las grandes estrellas, sino en toda una leyenda en suelo nipón. Precisamente su entrenador era nada mas y nada menos, que el mítico Arsene Wenger. Con el técnico alsaciano y con "Piksi", que es como se le apodaba a Stojkovic en Yugoslavia, ganarían la Copa del Emperador en 1995. En 1999 volvería a ganar la Copa del Emperador, pero ya sin Wenger, que estaba triunfando en el Arsenal. En su lugar estaba Carlos Queiroz. Sería nombrado MVP de la Liga Japonesa en 1995. Tras ser un mito en Japón, colgaría las botas en 2001, a la edad de 36 años.

Con la selección de Yugoslavia jugaría la Eurocopa de 1984, en la que se eliminarían en primera ronda, tras estar en el mismo grupo que Francia, Dinamarca y Bélgica. Los Juegos Olímpicos de 1984, en los que lograrían la medalla de bronce, tras ganar la final de consolación ante Italia. Los Juegos Olímpicos de 1988, en los que se eliminarían a las primeras de cambio, al estar en el mismo grupo que Brasil, Australia y Nigeria. El Mundial de 1990, en el que los "plavi" llegarían a los cuartos de final, donde caerían ante Argentina. Este torneo encumbró a Stojkovic, siendo incluido en el once del torneo. El Mundial de 1998 (ya como Serbia, unida a Montenegro, pero conservando la denominación de Yugoslavia), en el que alcanzarían los octavos de final, donde serían eliminados por los Países Bajos. Y su último torneo sería la Eurocopa de 2000, donde caería en cuartos de final, volviendo a tener el mismo verdugo, los Países Bajos. Aún jugando con talentos de la categoría de Jarni, Prosinecki, Pancev, Boksic, Savicevic, Suker, Mijatovic, Djukic, Mihajlovic, Jugovic, Milosevic y Kovacevic, el líder de los plavi siempre fue Stojkovic.
 
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Glenn Hoddle

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Glenn Hoddle fue un futbolista inglés, de finales de los años 70, la década de los 80 y los primeros años de la década de los 90. Jugaba como centrocampista, actuando por el centro, haciendo de todo. Era el encargado de crear fútbol, debido a su impresionante visión de juego, moviendo el balón con maestría, en corto y en largo, con pases milimetrados, que se convertían en asistencias perfectas para sus compañeros. Era lento pero daba igual, porque al fútbol que practicaba no le hacía falta velocidad. Tenía un talento extraordinario para jugar a este deporte, regateando a su antojo a cualquier rival y con una clase y habilidad, que le convertían en una auténtica delicia para los espectadores. Conducía el balón con elegancia y efectividad, además de que lo protegía de maravilla, ayudándose no solo en la clase que tenía con la pelota en los píes, sino también en la fuerza que poseía, haciendo imposible quitarle el esférico. Tenía una planta impresionante, con un cuerpo que era un armario empotrado y 1,83 m de estatura, convirtiéndolo en notable en el juego aéreo. Además poseía un fabuloso y potente disparo lejano, siendo un peligro para los porteros, ya que lo colocaba donde quisiese. No obstante era el encargado de lanzar los tiros libres y los saques de esquina. Y hay que añadir que era ambidiestro, con lo que eso conlleva, usando solo la pierna derecha para los jugadas a balón parado. Y si no fuera suficiente, ayudaba en tareas defensivas, cortando muchos balones. A parte leía el juego de una manera insultante, teniendo ojos en la espalda, siendo capaz de templar el partido o impulsarlo. De los mejores futbolistas de la historia en dicha demarcación.

Empezó su carrera en Inglaterra, en el Tottenham en 1975. Con los londinenses jugaría 12 temporadas, convirtiéndose en mito. Rápidamente se haría un fijo en los "Spurs". En su segundo año en White Hart Lane, viviría un descenso a la Second Division. Se erigió en la máxima figura de los del barrio judío de Londres, ascendiéndolos en sólo un año. A partir de ahí, cuesta arriba y sin parar. Llevaría al Tottenham al lugar que le corresponde, es decir, con la élite del fútbol inglés. Con jugadores como Osvaldo Ardiles, Ricky Villa, Steve Archibald y el propio Hoddle ganarían la FA Cup de 1981 y 1982. También llegarían a las semifinales de la Recopa de Europa de 1982, siendo eliminados por el Barça. Con la incorporación de Ray Clemence, pero con la marcha de Ricky Villa, se adjudicarían la Copa de la Uefa de 1984, al vencer en la final al Anderlecht de Scifo, Vercauteren y Arnesen. Los siguientes años vivirían incrustados entre los 4 primeros casi siempre, pero sin poder participar en competiciones europeas, debido a la sanción impuesta a todos los clubes ingleses, tras la tragedia de Heysel.



Tras darlo todo con los "Spurs" y convertirse en una leyenda de la entidad londinense, se marcharía a probar suerte en otro país, harto de no poder jugar competiciones europeas. Aterrizaría en Francia, bueno mejor dicho en el Principado de Mónaco. Como el Mónaco juega en la liga francesa, ficharía por dicho equipo en 1987. Los monegascos eran uno de los grandes del país galo y estaban entrenados por un técnico, que con el tiempo se convertiría en mito del Arsenal, el gran Arsene Wenger. También contaban con futbolistas de la talla de Amoros, Battiston y Hateley, mas el propio Hoddle, que ganarían la Ligue 1 de 1988. Eso les llevaría a jugar la Copa de Europa de 1988-1989, (ya con los fichajes de Weah y Petit) en la que llegarían a cuartos de final, cayendo sorprendentemente ante el Galatasaray. Por culpa de una grave lesión, se perdería toda la siguiente temporada y ya veterano, sin ser el mismo de antes, fue despedido y tomó la decisión de medio retirarse del fútbol, es decir, convertirse en jugador-entrenador. Ficharía por el modesto Swindon Town en 1991. Allí permanecería dos temporadas, logrando ascender a la First Division. Con su buen hacer en este equipo, ficharía por el Chelsea en 1993. Con los blues llegaría a la final de la FA Cup de 1995, cayendo ante el Manchester United. Tras este partido se retiró oficialmente como futbolista, a la edad de 38 años. Seguiría su carrera de entrenador, con poco éxito y dejando una frase que le deja en muy mal lugar. En su etapa como seleccionador inglés, soltó esta perlita, "Los minusválidos (sean físicos o psíquicos) son castigados por sus malas obras en una anterior vida". Adjunto este artículo del diario el País, en el que habla mas detenidamente sobre las desafortunadas palabras de Hoddle.
https://elpais.com/diario/1999/02/02/ultima/917910001_850215.html



En la selección inglesa jugaría la Eurocopa de 1980, eliminándose en la primera ronda, al estar en el mismo grupo que Bélgica, Italia y España. El Mundial de 1982, en la que los "pross" se clasificarían para la segunda ronda de grupos, cayendo eliminado, al estar en el mismo grupo que la RFA (República Federal Alemana y España. El Mundial de 1986, en el que llegarían a los cuartos de final. Pero desgraciadamente para ellos se enfrentaron a Argentina, en el partido que pasaría a la historia del fútbol y el mas recordado en la carrera de Maradona. En dicho partido Maradona marcó el famoso gol, que regatea a todos desde el mediocampo, mas el gol de la "Mano de Dios". Así que Maradona los eliminó él solito, tomándose venganza por la "Guerra de las Malvinas". Y su último torneo sería la Eurocopa de 1988, en la que haría el ridículo eliminándose en primera ronda, al quedar última de su grupo, tras la Unión Soviética, Países Bajos e Irlanda.
Cuesta entender como un grupo de futbolistas, con los que jugó Glenn Hoddle en diferentes etapas, como fueron Shilton, Wilkins, Keegan, Viv Anderson, Robson, Francis, Barnes, Beardsley, Lineker y Waddle, hicieran tan poco. Solo unos tristes cuartos de final en 1986.



Glenn Hoddle es claramente uno de los mejores centrocampistas de la historia de Inglaterra. Se puede decir alto y claro, que es el sucesor del gran Bobby Charlton. Y es que aunque no fueran exactamente iguales, si que se parecen en muchas cosas, como es el talento y la clase, el ser ambidiestros, la visión de juego y los pases milimetrados, el buen hacer en el apartado goleador, la entrega en el campo y por supuesto, la jerarquía y liderazgo para hacer de sus equipos, los grandes en su país. Es mas, a los dos la historia los ha infravalorado, porque tanto Charlton, como Hoddle, deberían ser considerados como, dos de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol.
 

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