y vosotros creeis que se hubiera actualizado el cupo si no hubiera habido presupuestos que aprobar?
claro que no
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y vosotros creeis que se hubiera actualizado el cupo si no hubiera habido presupuestos que aprobar?
Pues así ha sido Ídolo, ha decidido dar el voto a cambio de ciertas cosas, e insisto El PSOE le está dando besos y diciendo al PNV aquí estamos para lo q quieras, les ha salvado de una buena.
El PNV lleva tiempo hablando con su gente en los batzokis sobre esto, q es a quien tiene q dar explica iones, para el resto están la urnas
Ahora el PSOE puede votar no, el PNV le va a dar aire, es un pacto a varias bandas, y ya se cobrará el favor
Más que palabras
Pactando con el diablo
Por Javier Vizcaíno - Jueves, 4 de Mayo de 2017 - Actualizado a las 06:0
TREMENDO cabreo al fondo a la derecha por el acuerdo sobre el Cupo. Los guardianes de las esencias hispanas braman las maldiciones del repertorio habitual por la nueva traición del melifluo inquilino de Moncloa. Le acusan de haberse vuelto a bajar los pantalones ante el insaciable sablista vascón. En su doliente versión, se trata de la enésima concesión a los egoístas e ingratos nacionalistas periféricos que viven como Dios a costa del sacrificio de los laboriosos naturales del país que dicen querer abandonar. Como corolario, sentencian con la carótida a punto de explotar que la venta de la primogenitura por cinco votos era innecesaria, pues unos presupuestos prorrogados no supondrían, en la práctica, un gran roto.
No les voy a engañar. Me resulta enternecedor y hasta divertido el rasgado ritual de vestiduras. Máxime, tras comprobar que al escocido coro de la reacción patriotera se le ha unido la crema y la nata del progritud local, foránea y entreverada. Dando la razón al castizo autor del astracán titulado Los extremeños se tocan, la izquierda fetén también habla de traiciones. En este caso, al pueblo, la ciudadanía o la mayoría social (escójase la terminología al gusto del consumidor), aprovechando que, como se sabe, todas las mañanas y algunas tardes despacha uno a uno con cada integrante del censo.
1.400 millones de euros de vuelta a las arcas vascas, otra rebaja de 256 en la liquidación de este año y cifras similares en los próximos ejercicios. Eso, de saque, y a sumar al resto de lo económico y no digamos a lo extraeconómico que se ha rascado. Pues no sale tan mal pactar con el diablo, ¿o sí?