EL MARIDO DE ARANTXA PIDE EL DIVORCIO Y LA CUSTODIA DE LOS DOS HIJOS

Es que cuánto más leo más flipo


Es que cuánto más leo más flipo

En mi opinión son todos unos trileros.
Excepto a los miembros de la familia sobre los que no pesa ninguna acusación.
La Arantxa es otra que pensaba que dando un poder notarial se iba a ir de rositas.
 
10/07/2021

EL LÍO JUDICIAL DE NUNCA ACABAR DE LA GANADORA DE ROLAND GARROS
ARANTXA SÁNCHEZ VICARIO, EX NOVIA DE ESPAÑA AL BORDE DE LA CÁRCEL Y LA RUINA​

SU MADRE, SU GRAN APOYO ANTES Y DESPUÉS​

El divorcio de su marido, la custodia de los niños y ahora, de nuevo, los problemas derivados de la mala gestión de su patrimonio. Aunque la ex tenista tiene “voluntad” de regularizar su situación, el fiscal pide para ella cuatro años de cárcel

Descubra Orbyt
  • Disminuye el tamaño del texto
  • Aumenta el tamaño del texto
  • Imprimir documento
  • Comparte esta noticia
  • twitter
EN 1989, ARANTXA SÁNCHEZ VICARIO, 17 años y apenas conocida en el mundo del deporte, vencía en Roland Garros a Steffi Graf, número 1 del mundo. Era la primera española en ganar un Grand Slam y los 253.000 dólares que recibió, la base su fortuna estimada años después en 45 millones de euros.
A punto de cumplir 50 años, Sánchez Vicario está arruinada, vive lejos de su país, es madre en solitario de dos hijos y acaba de conocer que la Fiscalía de Barcelona pide para ella cuatro años de cárcel por un supuesto delito de alzamiento de bienes. La petición es la misma para Josep Santacana, su (todavía) segundo marido. El fiscal acusa a la tenista de actuar bajo las consignas de Santacana para descapitalizar su patrimonio a fin de evitar que el Banco de Luxemburgo cobrase una deuda contraída por ambos hace más de 10 años. La Fiscalía exige, además, que abonen una indemnización de 6,1 millones de euros a la entidad bancaria.
Todo empezó en 2009, cuando el Tribunal Supremo condenó a Sánchez Vicario a pagar una sanción de 5,2 millones por fraude fiscal. Hacienda consiguió cobrar la multa gracias a un aval del Banco de Sabadell. Y a su vez esta entidad bancaria recuperó el dinero, por medio de un contraaval suscrito por la pareja con el Banco de Luxemburgo, donde Sánchez Vicario tenía fondos suficientes para cubrir esa cantidad y mucho más.
Cuando el Banco empezó a reclamar los pagos correspondientes y se encontró con que las cuentas de Sánchez Vicario estaban vacías, presentó una querella civil contra ella y su marido, a pesar de que ya estaban en proceso de separación, por alzamiento de bienes y fraude, solicitando asimismo prisión provisional para ambos. En ese momento la deuda y los intereses ascendían ya a 7,5 millones. Ante la falta de reacción del matrimonio, Luxemburgo acudió a la vía penal, que es donde el proceso se encuentra ahora y de ahí la notificación de la Fiscalía.
La pregunta que se hacen todos aquellos que conocen a Sánchez Vicario es si la tenista conocía los manejos de su marido y los consintió, o si le ocultaba las operaciones fraudulentas que la llevaron a la ruina. Otra duda, ¿quién del Banco de Luxemburgo y cómo vació la cuenta de la deportista sin que la entidad ni la propia titular se apercibiera de que se evaporaban sus fondos? Todos están de acuerdo, al menos, en que Sánchez Vicario confió ciegamente y delegó durante años y de forma un tanto temeraria en alguien que arrastraba un historial de negocios turbios y deudas.
La trayectoria personal de Arantxa Sánchez Vicario ha ido en dirección contraria a sus éxitos deportivos. Quizá por haber estado obligada a la disciplina de los grandes campeones y vivir bajo el control de sus padres, en cuanto tuvo edad para elegir, salió en tromba hacia su propia libertad. No la disfrutó demasiado. En el año 2000 se casó con el periodista deportivo Joan Vehils. Un año y seis días más tarde ya estaban divorciados.
La aparición de Josep Santacana encendió todas las alarmas. A su familia llegaron noticias de que se trataba de un subastero con deudas que ascendían a unos 400.000 euros y ninguna propiedad a su nombre. Para acallar el descontento familiar, Arantxa le pidió a su novio saldar sus deudas y firmar ante notario una escritura de separación de bienes. No habría reclamaciones en caso de divorcio, pero lo que Sánchez Vicario quiere, 14 años después, no es una pensión del padre de sus hijos sino saber adónde ha ido a parar su fortuna.
SEPARADA DE SU FAMILIA
La boda se celebró en el castillo de Perelada el 12 de septiembre de 2008, con la tenista retirada ya de las competiciones. La novia llegó acompañada de su padre, Emilio Sánchez, con cara de circunstancias aunque no precisamente porque su hija se casara embarazada. El problema seguía siendo Josep Santacana. La reputación de Santacana como empresario no mejoró durante los primeros años de su matrimonio. Se hablaba ya de ventas de propiedades y de que Arantxa había delegado en su marido el control de la fortuna, que antes administraba su padre.
En 2012, cuando Hacienda le reclamó 1,7 millones por impago de impuestos de los años 1989 y 1993, cuando todavía estaba bajo la tutela económica familiar, Sánchez Vicario demandó a sus progenitores en Barcelona y Andorra, a su hermano Javier y a su ex abogado, Bonaventura Castellanos, por gestión fraudulenta, acusándoles de haberle estafado 16 millones y dejarla “en la ruina”. El Tribunal de Corts de Andorra desestimó la demanda, no solo por falta de pruebas. Los jueces concluyeron que lo que habían hecho sus padres como gestores había sido intentar preservar su fortuna.
Pero la deriva de la ex tenista parecía imparable. En el libro autobiográfico, Arantxa, ¡vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer (La Esfera), presentado en Barcelona, con Santacana a su lado, una Arantxa demacrada y llorosa arremetía contra sus padres “por haber tomado decisiones nefastas sobre su vida y dejarla en la ruina”.
Refugiados en Miami, lejos del desastre personal que dejaban en España, el matrimonio no regresó hasta la muerte de Emilio Sánchez en 2016. Pero la presencia de Santacana en el tanatorio provocó una gran tensión. Emilio Sánchez Vicario prohibió la entrada de la pareja al velatorio, Marisa Vicario sufrió un desmayo y el duelo se convirtió en un escándalo.
Tuvieron que pasar cinco años para que la ex tenista, abandonada en 2018 por su marido, que la dejó prácticamente sin nada, se diera cuenta de sus errores y pidiera perdón a su familia. "El libro que escribí es mi cruz. Nunca debí hacerlo, pero mi amor (por Santacana) era tan fuerte y mi cabeza tan frágil, que me dejé aconsejar para plasmar su odio hacia mi familia a través de mí", confesaba a ¡Hola!.
Uno de sus abogados en el pleito con Luxemburgo explica a LOC la posible salida de la ex tenista de esta complicada situación. “Cuando hay una deuda de tantos años, los bancos la registran como fallida e intentan recuperar lo que pueden. Incluso hay créditos que los venden a los fondos buitre y éstos negocian las devoluciones en unas condiciones fantásticas porque los bancos los venden a muy bajo precio. Arantxa tiene que negociar con Luxemburgo una sentencia de conformidad. Pagando, esto se acaba. A su favor está que cuando le devolvieron un dinero de los fondos Madoff en Estados Unidos, ella tuvo un ingreso en cuentas en Suiza de un millón de dólares y se los dio inmediatamente al Banco de Luxemburgo a través del juzgado. Es un atenuante para ella y la pena se rebajará mucho”.

Descubra Orbyt
  • Disminuye el tamaño del texto
  • Aumenta el tamaño del texto
  • Imprimir documento
  • Comparte esta noticia
  • twitter
El abandono de Santacana hizo posible la reconciliación de Arantxa con su familia, sobre todo con su hermano Emilio y su madre , Marisa Vicario. La hija está muy pendiente de su delicado estado de salud, la visita en Barcelona porque Marisa tiene problemas para viajar a Miami y ya han pasado juntas las vacaciones de verano en la casa familiar de la Costa Brava, como hacían cuando había armonía familiar. "Mi madre me apoya y está conmigo. Aun habiéndole dado mil patadas, ahí sigue. Me ha demostrado lo que es el amor por los hijos y su incondicional apoyo", confesó en una entrevista de LaSexta hace pocos meses. Efectivamente, Marisa perdonó a la hija de la que fue inseparable durante toda su carrera y que ahora se enfrenta a tres procesos judiciales: su divorcio de Santancana, la custodia de sus dos hijos y la querella del Banco de Luxemburgo, que le reclama 7,5 millones de euros y pena de prisión.
 

Temas Similares

  • Article
2 3
Respuestas
31
Visitas
2K
Back