Pues qué te digo con eso de los ruidos, no toda la gente los oye. Mis padres tienen 34 años viviendo en la misma casa y cuando llegamos allí yo tenía 3 años. Bueno, pues desde entonces comencé a escuchar el ruido de una piedra grande rodando en la azotea por las noches. Ya te imaginarás cómo me ponía siendo una niña, me tenía traumada el dichoso ruido, no dormía del miedo y me pasaba la noche llorando asustada. Mi madre nunca me creyó, decía que era mi imaginación y mis nervios por ser tan miedosa. Pasaron los años, nacieron mis hermanos y llegaron a vivir con nosotros dos tías y una prima.... Pues todos lo escuchábamos! Menos mi madre y como ella no lo oía pues no existía. Fue tanto el tiempo que lo escuché que terminé acostumbrándome. Ya no vivo con mis padres pero ahora pregunto a mis hermanos que todavía están allí si se escucha la piedra y no saben creo que de tanto ya ni atención le ponen.Que lo grabéis.
Sin duda.
Un beso, prima.