DULCES, POSTRES Y DEMÁS REPOSTERIA

BOLAS DE QUARK (QUARKBÄLLCHEN)


buñuelos de queso fresco




Un dulce frito pero nada pesado con una masa a base de queso y harina, que se sirve caliente como un buñuelo y es perfecto tanto para huir del frío alemán como para acompañar un chocolate caliente.



JULIA LAICH
21/01/2020

Los dulces fritos y calentitos se ganan la simpatía de cualquier paladar en invierno en cuestión de segundos; al menos eso fue lo que me pasó cuando probé las quärkballchenen Berlín, donde el frío apretaba sin compasión alguna. Como su nombre -literalmente- indica, son bolas de quark: esponjosas, suaves y perfectas para acompañar con un café, un té o un chocolate caliente (o hasta con un glühwein, me atrevería a decir).

No hay mucho escrito sobre su origen pero todo parece indicar que provienen de la región de Bavaria en Alemania y que es típico prepararlas para periodos festivos como la Navidad, el Carnaval e incluso durante la celebración del Oktoberfest. Si bien la receta clásica mezcla queso quark, harina, azúcar, vainilla y huevos, hay otras versiones que pueden incluir canela, ralladura de limón o mantequilla. El acabado también puede variar: hay quienes las espolvorean con azúcar glas, quienes prefieren pasarlas por azúcar común o bien por una mezcla de azúcar y canela.

Lo mejor de este dulce, aparte de lo ya mencionado, es la extrema simplicidad de su preparación: te saldrán bien incluso si eres de los que cualquier masa frita le parece el enemigo. De verdad, no temas; el truco está en dar con la temperatura del aceite, que debe estar a 180 ºC. Lo ideal, por supuesto, es tener un termómetro, pero si no lo tienes, digamos que deberías calentar el aceite a fuego medio. No lo pongas como lo pondrías para freír unas patatas: piensa que se debe cocinar la bola en su totalidad sin que se queme su exterior. Si controlas esto, te saldrá rodado.


Dificultad
Es más sencillo que pronunciar su nombre.
Ingredientes
Para 10-12 bolas
  • 250 g de harina
  • 250 g de queso quark
  • 130 g de azúcar blanco
  • 16 g de levadura química
  • Esencia de vainilla
  • 2 huevos
  • Aceite de girasol para freír
  • Azúcar glas
Preparación
  1. En un bol mezclar la harina y la levadura química y tamizarlos. Agregar el azúcar.
  2. En otro bol, mezclar los huevos, el queso quark y unas gotas de esencia de vainilla.
  3. Añadir los ingredientes secos a los húmedos poco a poco e ir mezclando para integrarlos bien.
  4. Calentar aceite en un cazo hondo hasta alcanzar los 180 ºC. Deben quedar unos tres o cuatro dedos de aceite para que las bolas se frían correctamente y no se peguen al fondo.
  5. Una vez haya alcanzado la temperatura adecuada, coger porciones de masa con una cuchara para servir helado y verter en el aceite. Hacerlo en tandas de dos o tres como máximo. Las bolas deberían ir dándose vuelta solas, pero si no lo hacen, darles la vuelta con la ayuda de dos tenedores para que se cocinen de manera uniforme.
  6. Dejar cocinar unos cinco minutos, escurrir y colocar sobre un plato con papel absorbente. Cuando estén todas listas, pasar a otro plato y espolvorear con azúcar glas con la ayuda de un colador.
 
Receta de crema de mandarina


Receta de crema de mandarina




Esta crema de mandarina es un postre espectacular. La mandarina es una fruta de lo más especial, el cítrico más dulce de todos se merece una receta en la que podamos disfrutarla en estado puro. Hacer una crema siempre es una forma perfecta de incorporar cualquier fruta o ingrediente a nuestra dieta. Podemos comerla en solitario o utilizarla para completar algunos platos. Un bizcocho de nata o unas galletas rellenas de esta crema de mandarina se cubrirán de gloria para convertirse en un postre mucho más completo. Si quieres cocinar una crema sencilla y deliciosa, toma nota de ésta de mandarina, quedará de vicio.


Ingredientes:
  • 250 gr de mandarinas
  • ½ vaso de zumo de mandarina
  • 4 yemas de huevo
  • 60 gr de harina de maíz
  • 80 gr de azúcar
  • 2 vasos de leche

Cómo preparar una crema de mandarina
  1. Esta crema de mandarina se prepara en unos 20 minutos, podemos usar de base cualquier fruta, es un postre sencillo y en este caso, también saludable.
  2. Empezaremos cocinando la base, que será la misma para cualquier tipo de crema. Batimos las yemas con el azúcar. Conseguiremos que se cree una crema que haya doblado su tamaño y adquirido un color pálido.


Receta de crema de mandarina



  1. Con esta base vamos a continuar, añadimos la harina de maíz, tamizada para que no deje grumos. Tendremos un fondo ideal.
  2. Aromatizamos la leche, la ponemos a hervir con un poquito de la cáscara de la mandarina. Cuando esté lista dejamos que repose unos minutos y se enfríe.
  3. Uniremos la leche al resto de los ingredientes que tenemos listos para conseguir que empiece a tener ese aroma a mandarina que estamos buscando.
  4. Vamos a exprimir la mandarina para obtener medio vaso de zumo. Irá directamente a la mezcla anterior le dará color y sabor.
  5. Seguimos con las mandarinas. Además del zumo y de la cáscara, pelamos un par de mandarinas y las trituramos haremos una especie de compota. La vamos a cocinar con el azúcar unos minutos


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Receta de crema de mandarina



  1. Unimos la mandarina a la leche y la base anterior. Conseguiremos de esta manera una salsa ligera con todo el color y sabor de la mandarina. La ventaja de esta fruta es que no tendremos que ponerle demasiado azúcar, ya de por sí es muy dulce.
  2. Ponemos a calentar esta mezcla y removemos. Poco a poco iremos comprobando como va cogiendo textura y fuerza. Se creará una crema ligera con todo el sabor de esta fruta. Podemos guardarla en la nevera y servirla bien fresquita, será la base de un postre espectacular.
 
Budin de Mandarina


Budin de Mandarina Collage




INGREDIENTES
  • 6 Mandarinas (350 gramos)
  • 1 sobre de Azúcar Vainillado
  • 2 o 3 cucharadas de Miel
  • 4 Huevos frescos L
  • 100 ml de Aceite de Oliva
  • 110 gramos de Harina
  • 1 cucharada de semillas de Amapola (opcional)

PASO A PASO
  1. Primero ponemos a precalentar el horno a 180 ºC.
  2. Después en un bol añadimos los gajos de mandarinas, el sobre de azúcar vainillada, la miel, el aceite de oliva, los huevos y los batimos.
  3. A continuación agregamos la harina y seguimos batiendo hasta que la mezcla sea uniforme.
  4. Si queremos podemos agregar a la masa una cucharada de semillas de amapola.
  5. Una vez que la tengamos con la ayuda de una cuchara de helado vamos vertiendo la mezcla en nuestros moldes.
  6. Por último, los tenemos en el horno entre 15 y 20 minutos hasta que cuaje.
  7. Cuando estén listos las dejamos templar un poco y podemos degustarlos.
  8. Presentación: Podemos acompañar los budines con frambuesas, moras, yogur y decorarlos con gajos de mandarina o unas hojas de menta.

CONSEJOS

- Molde: También podéis usar un molde tipo Flan, simplemente el tiempo de horneado dependiendo del tamaño puede ser entre 25 y 35 minutos.
- Glasé de Mandarina: Para decorarlo podéis hacer un Glaseado Sencillo, pero en vez de usar agua podéis usar zumo de mandarina.


Hoy os explico el paso a paso para hacer unas deliciosos Budines de Mandarina que sorprenderán por su presentación y están buenísimos.


 
EL COMIDISTA | Tres postres fáciles con naranja

Tres chefs de Valencia nos enseñan 'jetapostres' con la fruta estrella de la zona. Disfruta con la coca de llanda de Casa Carmina, el sandwich de 'fartons' de Dos Estaciones y la muselina de yogur de Sucede.


 
FLAN DE CAQUI O PERSIMON FÁCIL Y RÁPIDO

Ingredientes de Flan persimon : 3 persimon maduros, azucar 1 o 2 cucharas, 7 gramos de azucar vainillado, 500 ml de leche, nueces.



 
Postre de Naranja | Receta de Cocina en Familia

Si las fresas con nata están riquísimas, pues por qué no iba a estarlo la naranja, y si además la nata es casera recién hecha, y le ponemos unas nueces por encima y también un caramelo líquido casero, pues no veas, qué bueno
Ingredientes para 4 personas:
- 4 naranjas
- 200 gr. de azúcar
- nueces peladas
- 50 gr. de azúcar glas
- 200 ml. de nata para montar .



 
MARAÑUELA, LA GALLETA ASTURIANA QUE SURCABA LOS MARES
Nacieron para alimentar a los marineros en sus viajes largos -por eso tienen forma de nudo-, pero su delicioso sabor y aroma característico las ha convertido en el dulce de referencia en las villas de Candás y Luanco.



Las marañuelas de San Félix

Las marañuelas de San Félix. CARMEN LÓPEZ



Su aroma se escapa por la puerta para atraer a los clientes como el flautista de Hamelin a los ratones con sus melodías. Es una mezcla entre mantequilla, limón y no-sé-qué que se resume en “huele a rico”, uno de los mejores piropos que se le pueden hacer a un producto gastronómico. Cuando el olfato se pone alegre es difícil resistirse a la tentación; en el caso de las marañuelas, imposible. Por eso estas galletas llevan cientos de años seduciendo al personal en la costa asturiana.

Candás y Luanco se sitúan entre Gijón y el Cabo Peñas y son dos de las villas más visitadas de Asturias. Ambas compiten por el título de quién produce las mejores, porque las recetas de un sitio y otro varían ligeramente, lo que la textura y el gusto final tenga diferentes matices. Las de Luanco son más duras mientras que las de Candás saben a anís, pero es una cuestión de detalles: la pasta no deja de ser la misma y su origen también.

Determinar dónde se empezaron a hacer primero es imposible. Existe la leyenda de que fueron los vikingos los que las introdujeron en la Península al desembarcar en Antromero -punto geográfico entre ambas villas- hace tropecientos años, pero los datos no son demasiado precisos. Por lo visto, en los años setenta del siglo pasado un cura candasín, don Valeriano, se desplazó a Suecia y se encontró con que los lugareños comían unas galletas similares a las marañuelas. Sin embargo, José Antonio Fidalgo, cronista oficial y experto en gastronomía astur, sostiene que esto no es más que un mito y que hasta un acompañante del sacerdote en aquel viaje declaró que nunca habían estado en el país nórdico.

Lo que sí está claro es que la marañuela nació para alimentar a los marineros: Beatriz Ruíz, encargada de El Horno de Luanco, explica que en el Museo Marítimo hay archivos del siglo XVIII que documentan su existencia. Las mujeres del pueblo hacían las marañuelas para que sus maridos y familiares las llevasen con ellos cuando se echaban a la mar, ya que tienen un valor caórico muy alto y les alimentaban mientras están fuera. “Es un producto que sin llevar conservantes aguantan más de cuatro meses. De hecho, pueden llegar a durar más de un año”, explica Ruíz.

Marcela Gutiérrez, nieta e hija de panaderos, tomó las riendas de El Horno de Luanco en 1983 y lo convirtió en la referencia de la marañuela en la villa. Hizo de la elaboración de la galleta su actividad principal, y hasta hace seis años mantuvieron la tradición de que la gente las hiciese en casa y las llevase a cocer allí. “A día de hoy es el único horno de leña que queda, mide 4,5 metros de diámetro y nos diferencia del resto”, afirma Ruiz, una auténtica erudita de este dulce y motor del negocio, aunque “Marcela sigue al pie del cañón”.

En Candás, el olor de la tentación procede del interior de San Félix, el negocio ‘marañuelero’ más famoso del lugar (antes competía con Casa Bombita, pero echó el cierre hace un par de años). Toñi Durán, su dueña, comenta que el origen de su empresa fue similar a la de Luanco: “empezamos con panadería y después fue cuando nos metimos a hacer les marañueles. Las mujeres venían a cocer las que hacían en casa a la panadería y empezamos a elaborarlas con esa receta casera. Esto fue hace 30 años más o menos”.

Un nudo de galleta

La marañuela candasina está hecha con “mantequilla cocida, huevos enteros, azúcar, limón, un chorrín de anís y harina”. El secreto para que salgan como tiene que ser está en usar buena manteca -como se llama en la zona a la mantequilla cocida, no confundir con manteca de cerdo- y buenos huevos. "La mantequina tiene que estar bien cocida para que tenga buen saborín. La calidad es lo que nos ha hecho referencia, no hay otra”, asegura Durán.

En la técnica de la mantequilla está uno de sus principios fundamentales. Beatriz Ruiz también lo recalca: “Lleva mantequilla de vaca cocida, que no derretida. Es diferente. Está un montón de tiempo cociéndose y en el proceso pierde más de un 30% de materia grasa e impurezas del suero de la leche: queda desgrasada y limpia. En realidad, es lo que llaman ahora ‘mantequilla clarificada’, lo que pasa que aquí ya se usaba de siempre”.

Lo que diferencia a las marañuelas de los dos sitios es el huevo. Mientras que en Candás los utilizan enteros -es decir, clara y yema- en Luanco solo echan “lo amarillo”. La encargada del horno luanquín especifica las medidas exactas que utilizan: “Para un kilo de harina se utiliza medio kilo de azúcar, ¼ de mantequilla cocida -pesada después de cocer-, 11 yemas de huevo y un huevo entero. Y la ralladura de un par de limones”.

Las formas que se le dan tienen un sentido: las hay redondas, alargadas, trenzadas, con forma de espiral… los dibujos no solo dependen de la imaginación de quien las elabora, que también, sino que hacen referencia a los nudos marineros. Así, cuando las llevaban a cocer al horno de la panadería reconocían cuáles eran las de cada una y los marineros identificaban las suyas en el barco. No solo servía de alimento para el cuerpo, sino que también era una forma de que los trabajadores se llevasen un recuerdo de su casa a alta mar.

Antiguamente, las marañuelas era un dulce de Semana Santa, precisamente porque era la época en la que los barcos volvían al puerto y las mujeres preparaban nuevas tantas para abastecer a los marineros antes de la partida. Con el tiempo, la estacionalidad se fue perdiendo y ahora son un producto diario.

La actriz y modelo Paula Echevarría, natural de Candás, ejerce como invitada sorpresa en este artículo para ilustrar una variante especial. El pasado mes de abril subió una foto a su perfil de Instagram para mostrar al mundo con emoción la marañuela que le había hecho su tía. En realidad, en la imagen aparece un bollo de marañuela -como le señaló algún seguidor puntilloso-, también típico de la festividad. “Es un poco más blando, porque lleva algún huevo entero más y un poco de levadura. Se hace una pieza única, de casi un kilo. Era lo que regalaban los padrinos a los ahijados”, comenta Ruiz.

En cucurucho o en tarrina

Cientos de años después de su invención la receta no ha variado, aunque algo se ha innovado con ellas. No es que se oferten deconstruidas en restaurantes de estrella Michelin, pero sí se pueden degustar en forma de helado desde hace un par de años en los establecimientos de Helio Hermanos. Tras el mostrador de su local situado en la plaza de la Baragaña de Candás, Alba explica que lo hicieron “por probar y hacer algo distinto con algo típico del pueblo”.



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El helado de marañuelas de Hermanos Helio. CARMEN LÓPEZ



La empresa tiene tres establecimientos en Luanco y dos en Candás y el sabor es un éxito. “Gusta a la gente de aquí y de afuera, de Madrid o de Inglaterra, que no tendrían por qué saber qué es”. Un artículo publicado en un periódico regional disparó aún más su fama y afianzó su puesto en el catálogo de sabores de la empresa, que ya tiene más de 60. Teniendo en cuenta que ‘Los Helios’ operan en las dos villas, la pregunta es inevitable ¿De dónde son las marañuelas con las que hacen el helado? ¿De Candás o de Luanco? Alba especifica que de Candás, aunque aclara rápidamente que les gustan las de los dos sitios. No hay que alimentar el pique.

Sin embargo, hasta aquí llega la experimentación. Toñi Durán recuerda que las utilizaba para hacer la base de una tarta que hacían en un restaurante del pueblo, pero nada más. Y Beatriz Ruiz comenta que desde hace 20 años elaboran una variedad propia de la marañuela llamada luanquina, que es más blandita, pensada también para las personas con problemas de masticación o que puedan ahogarse (las marañuelas son pastas duras). En Navidad también hacen mazapanes en forma de marañuela, pero como curiosidad.

Alimento del Paraíso

En 2016 el Principado otorgó la marca de Alimento del Paraíso a las marañuelas, tanto de Luanco como de Candás. En el pliego de condiciones técnicas que se deben cumplir para obtener la marca, se recogen ambas recetas y se especifica su historia. Por lo tanto, no hay más marañuelas “auténticas” que estas.

Sin embargo, en una ciudad cercana se come otro dulce que se llama igual pero que no tiene nada, pero que nada que ver: es la marañuela de Avilés, una especie de bollo suizo con regusto a anís que solo se parece a las otras en el nombre. Ni Toñi ni Beatriz saben por qué se llaman igual, pero defienden las suyas con entusiasmo. Como dice la primera, son naturales y buenas “para los rapacinos y para todo el mundo”. Déjese llevar por el olor.





Marañuelas (Receta Asturiana explicada paso a paso).


Hola a todos. Bienvenidos a mi canal "Variedad en tu cocina". Hoy os traigo una receta de la Gastronomía Asturiana explicada paso a paso. Las marañuelas son una especie de galletas, pastas muy típicas especialmente en Candás y Luanco, sólo que en las dos zonas modifican los ingredientes y resultan distintas, claro está. En Candás son de textura tierna y en Luanco son más duras. Tanto en un lado como en otro, están muy ricas. En Avilés también tienen un dulce llamado Marañuelas pero es más bien como un bollo de pan, yo nunca lo he comido pero por las imágenes que he visto, me lo parece.

Los ingredientes que necesitaremos son:
-1kg de harina (8 tazas)
-350grs de mantequilla fundida y fría (poco más de una taza y media).
-6 huevos (4 huevos enteros y dos yemas)
-400grs de azúcar (poco más de una taza y media)
-La ralladura de un limón
-78 ml de anís (1/3 de taza)
-Un sobre de levadura química también llamado polvos para hornear
-Una pizca de sal
El tiempo de horneado es muy relativo porque cada horno es un mundo. En mi horno, la primera hornada estuvo cerca de 35 minutos. También depende de si se quieren comer más duras o más blandas. Hay gente que con 20 minutos ya les es suficiente. Pasados los 20 minutos yo recomiendo comprobar cómo están.



 
Buenas noches, chicas me uno por estos lares ya que me encanta cocinar, me gustaría compartir mis recetas por si os interesa, espero aprender mucho por aqui?

Os dejo mi canal de youtube?

 
TORTAS DE CARNAVAL DE CÁDIZ Y UN POCO DE HISTORIA


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Las masas de manteca son muy comunes en toda Andalucía. No podemos pues decir que esta receta de tortas de carnavalsea autóctona de la provincia de Cádiz, solo que es una de las pocas elaboraciones dulces que se hacen por estas fechas.

La receta debió ya existir en el siglo XIX al menos se incluyen en dos recetarios de este siglo: “Medina Sidonia y su cocina. Algunos recetarios del siglo XIX” y “Reliquias culinarias 1800” aunque aparecen con el nombre de “tortas de Morón”.

La receta es prácticamente la misma y también muy similar a la actual. Básicamente es una masa elaborada con manteca de cerdo y azúcar sin huevo, levadura o especias. Se hacen al horno espolvoreadas de ajonjolí a veces sobre papel. Son las llamadas en nuestra provincia tortas de manteca de Medina que se siguen elaborado en el obrador de las Sobrinas de las Trejas o las Tortillas de carnaval de Olvera cuya receta da Carlos Espínola en su libro “Gastronomía y cocina de la Sierra de Cádiz”.

Ninguna de ellas se decora con almendras, esta versión parece mas reciente probablemente en su puesta a la venta en pastelerías y confiterías. Al menos con este formato se venden en algunos establecimientos gaditanas como El Pópulo con el nombre de tortas de carnaval.

Esta receta de Tortas de Morón debió hacerse muy popular en muchas zonas de la provincia. Perdieron su gentilicio y se convirtieron en simples “Tortas de manteca.” Con este nombre aparecen ya en el libro “Guisos Populares de la Janda Interior”. Su elaboración es mas actual pues lleva azúcar glas y levadura pero es indudable que procede de las recetas del XIX.

De esta receta básica de Tortas de Morón y Tortas de manteca elaboradas solo con manteca, azúcar y harina debieron existir otras versiones enriquecidas con huevo, aromatizadas con ralladura de limón y a veces con especias como canela y clavo. Algunas masas también se perfuman con aguardiente.

Son las “Tortas económicas” del “Recetario de Medina Sidonia y su cocina” en las que el huevo ya entra en su elaboración y las “Tortas de Morón” de “La cocina de Cádiz en 1800” un antiguo recetario para uso domestico de María Benítez Pérez datado en Medina Sidonia el año 1828 en las que a la receta se le añade clavo, canela y aguardiente horneándose sobre papel.

Muy similar es la receta de las Tortas de Morón “encajonadas”, es decir horneadas en cajoncillos de papel recogida en “Medina Sidonia y su cocina. Algunos recetarios del siglo XIX, Pág. 68” a las que se le puede añadir avellanas y almendras majadas y tras hornearlas se presentaban cubiertas de azúcar polvo.

Con esta misma masa de manteca con ralladura de limón, canela y a veces aguardiente se elaboraban unas tortas muy parecidas a la actual “masa real” rellena de cidra. En el libro citado de “Medina Sidonia y su cocina. Algunos recetarios del siglo XIX”, se incluye una receta de Eloisa Castro Astorga, la primera cocinera del Bar Cádiz de Medina: es “la tarta de la abuela Eloisa” compuesta por varias capas de esta masa estirada entre las que se intercalaba cabello de ángel.

Esta es la receta tal como se recoge en el libro:
Se hace una masa con medio KL de manteca de cerdo sin sal (derretida), medio Kl. de azúcar y la harina que admita. Se le pone ralladura de limón y un poco de canela. En un molde se extiende una torta gruesa de la masa y se aprieta un poco. Encima se pone una tonga de dulce de cidra, otra de masa, una tonga de piñones crudos entre los que se incorporan unas guindas en almíbar, otra tonga de masa, otra de cidra y otra de masa. Resulta una altura de casi diez centímetros. Se mete al horno media hora”

Doña Rosalía de los Cameros Amaya, la autora de uno de los dos manuscritos que se incluyen en el citado libro, elaboraba un dulce muy semejante aunque le ponía en la masa algo de mantequilla y aguardiente y lo remataba untando yema de huevo a la superficie para que se dorara al hornear. A esto es en lo que en su recetario llama “tortas de manteca.

Como conclusión podemos decir:
1.- Ya en el siglo XIX existía la receta de unas tortas elaboradas con harina, azúcar y manteca de cerdo que recibía diferentes nombres “tortas de Morón”, “tortas económicas” o “tortas de manteca

2.- El nombre de “tortas de manteca” es un genérico aplicado a masas que llevan este ingrediente en su elaboración aunque a algunas recetas se le añade huevo, canela, clavo o aguardiente, avellanas y almendras majadas.

3.- De estas recetas proceden las actuales “tortas de masa real” y las “tortas pardas” una receta similar a la que se le añade harina de almendra y se hornean sobre papel de canastilla. Ambas son típicas de Medina y van rellenas de cidra.
La receta que os proponemos es muy similar a la que recoge Cosas de Comé dada por Inmaculada Guerrero Parrado bisnieta de Eloisa Castro Astorga.


INGREDIENTES


500g de manteca de cerdo
500g de azúcar
6 yemas de huevo
Ralladura de dos limones
Un sobre levadura
1 kl de harina repostería
Sésamo para decorar.


PASOS A SEGUIR

Batir muy bien las yemas con el azúcar y la ralladura de limón.

Incorporar la manteca a temperatura ambiente y mezclar hasta obtener una crema suave.


Añadir la harina cernida con la levadura.
Los primeros pasos (rallar limón con el azúcar, incorporar las yemas y batir con la manteca) se pueden hacer en la Thermomix. La masa es tan consistente que las cuchillas no pueden amasarla ni a velocidad espiga, por lo que aunque se puede añadir parte de la harina en el vaso de la Thermomix hay que terminar de amasar a mano.

Amasar mucho hasta que quede una masa consistente pero elástica.

Dejar reposar una hora. La masa se pone dura, sobre todo en invierno, pero con el calor de las manos se vuelve manejable y se puede estirar con un poco de harina sobre la mesa y el rodillo.

Precalentar el horno en función turbo a 180º y hornear entre 15-18 minutos.

Estirar con el rodillo con un grosor de medio centímetro. Cortar con un corta pasta dentado, con un aro redondo o un vaso.
Poner una almendra entera cruda en el centro y si se quiere granitos de sésamo.

Disponerlas sobre papel de horno dejando suficiente espacio entre ellas para que crezcan al hornearse

Dejar enfriar en la bandeja del horno para que endurezcan y se puedan manejar sin que se rompan. Se conservan muy bien en una caja de lata.


TRUCOS Y CONSEJOS

Si hacéis parte de la elaboración con la Thermomix debéis tener en cuenta que la crema de yemas y manteca coge algo de temperatura por lo que puede hacernos creer que necesita más harina. Es mejor, si la usamos, dejarla enfriar antes de añadir la totalidad de la harina.
En vez de una almendra se puede decorar con granillos de azucar de colores imitando los confetis o papelillos de carnaval.


Imagenes:

 
Orejas de Carnaval | Receta de Postre Tradicional muy Fácil y Rápida

Aprende con este vídeo cómo hacer orejas de carvanal. La receta de este postre tradicional gallego está explicada paso a paso y de forma sencilla, para que os sea fácil hacerla. ¡Seguro que os saldrá deliciosa!



Ingredientes:
300 g de harina de trigo
50 g de mantequilla
20 g de azúcar (1 cda)
la ralladura de 1 naranja
2,5 g de sal (1/2 cdta)
1 huevo 25 ml de leche (2 cda)
40 ml de zumo de naranja (3 cda)
25 ml de anís dulce (2 cda)
5 g de levadura en polvo (1 cdta)
azúcar glas y canela (opcional)



 
La Candelaria (La Chandeleur), el día de las crêpes en Francia


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El 2 de febrero, es la Candelaria o “ La Chandeleur” en el país vecino. Hoy os propongo que nos sumemos a la tradición francesa y celebremos la Candelaria comiendo crêpes. El día de la Candelaria (La Chandeleur) o fiesta de las velas (Fête des Channdelles) se celebra en Francia cocinando crêpes y disfrutándolas con las familia y los amigos, incluso en los colegios.

El 2 febrero se celebra la presentación de Jesús en el templo, 40 días después de la Navidad y tradiconalmente se celebraba con una procesión de velas que consistía en que todos los creyentes iban a buscar una vela al templo y debían llevarla hasta su casa encendida y mantenerla así. La tradición de las crêpes tiene que ver con las cosechas. Se decía que si no se hacían crêpes el día de la Candelaria el trigo se pudriría. Además había que voltear la crêpe con una mano y con dos monedas en la otra mano, y luego envolver las monedas con la crêpe, guardarlas durante todo un año y dárselas a los pobres al año siguiente

. Esta última patre me parece demasiado complicada pero está claro que en Francia es una tradición preparar crêpes este día y voltearlas en el aire como hace Jean-Paul Belmondo en la foto. Belmondo haciendo crêpes Las crêpes pueden ser saladas, dulces, rellenas, sencillas, da igual, lo importante es hacerlas y compartirlas con la gente que nos importa. Os dejo una receta sencilla para poderos unir a la tradición.




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Receta rápida de crêpes:


4 huevos

1 pizca de sal

1 vaso de harina

1 vaso de leche

1 vaso de agua templada

Se mezclan todos los ingredientes en un bol con cuidado de que no queden grumos. Se calienta una sartén anti-adherente y se unta con mantequilla o aceite. Cuando está caliente se vierte un cazo (de servir) de pasta de crêpes y ya sólo queda voltearlas.


 
Panqueques americanos ligeros y esponjosos


Panqueques americanos



Estos panqueques americanos tan ligeros y esponjosos, son rápidos y fáciles de hacer y tienen un sabor delicioso. Con estos panqueques tendrás un desayuno muy nutritivo y saciante por lo que no necesitarás picar nada hasta la hora de almuerzo.


Para hacer estos panqueques americanos, necesitarás los siguiente materiales: Un recipiente grande, balanza de cocina, una jarra de medir, un batidor y una sartén.


Ingredientes

  • 200 g de harina de trigo con levadura
  • 50 g de azúcar
  • una pizca de sal
  • 250 ml de leche (yo uso leche entera pero cualquiera está bien)
  • 2 Huevos
  • 1/2 cucharadita de vainilla
  • Mantequilla para engrasar la sartén



Panqueques americanos




Cómo preparar los panqueques americanos
  1. Tamizar la harina (200 g) en un recipiente grande.
  2. Añadir el azúcar en polvo (50 g) y la pizca de sal.
  3. En un recipiente separado, bata los huevos (2 huevos).
  4. Agregue los huevos, la vainilla y la leche (250 ml) en la mezcla con la harina y bata hasta que tenga una masa suave.
  5. Caliente una sartén a fuego medio y engrase ligeramente con mantequilla.
  6. Agregue un cucharón de la mezcla de panqueques.
  7. Cocine hasta que empiecen a formarse burbujas en la parte superior, voltee el panqueque y cocine por otro minuto hasta que los panqueques estén dorados.
  8. Sírvelos con mantequilla y sirope de arce.
Notas
Si se utiliza una sartén antiadherente no es necesario usar el poco de mantequilla para engrasarla. Sin embargo, si lo desea puede utilizarla para garantizar que no se pegue el panqueque.

Estos panqueques americanos son adecuados para la congelación. Colóquelos en un recipiente hermético o envueltas en film transparente, con cada panqueque separado por un pedazo de papel antigrasa.


 
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