DULCES, POSTRES Y DEMÁS REPOSTERIA

Tarta de queso LA VIÑA de San Sebastian

Preparamos hoy la famosísima Tarta de queso del Restaurante La Viña de San Sebastián. Después de hacer y probar muchas tartas de queso, os podemos decir que ésta es la definitiva: increíblemente cremosa, increíblemente deliciosa. Una auténtica locura.



 
La receta de las irresistibles galletas de zanahoria del Chef Bosquet
Roberto Bosquet, Chef Bosquet, explica el paso a paso para preparar unas deliciosas cookies caseras de zanahoria



Así es como quedan las cookies de zanahoria una vez horneadas




La receta de las cookies de zanahoria o galletas de zanahoria es una de las que ha despertado mayor interés en Instagram donde Roberto Bosquet, conocido como Chef Bosquet, cuenta ya con más de 216.000 seguidores. Tal como explica Roberto Bosquet, que ha explicado en vídeo el paso a paso de su elaboración para ABC Bienestar el éxito de estas galletas reside en su fácil elaboración, en su originalidad, en su sabor y también en el hecho de que sean más saludables que las opciones industriales. «Están tan ricas que solo hay que tener cuidado con una cosa: son adictivas tanto para los mayores como para los niños», bromea.



INGREDIENTES

Zanahorias100gramos
Almendras100 gramos
Copos de avena100 gramos
Dátiles100 gramos
Aceite de oliva virgen30 gramos
Canela1 cucharadita
Jengibre en polvo¼ de cucharadita
Vainilla en pasta¼ de cucharadita


Cómo preparar las galletas
Una de las claves para que salga bien la receta es, según explica el Chef Bosquet, que primero trituremos algunos de los ingredientes por separado y que después demos el toque final de triturado con ellos todos juntos.


La receta, paso a paso

Prepara todos los ingredientes en recipientes individuales, con las cantidades ya medidas y pesadas.

Tritura en primer lugar las zanahorias

A continuación tritura por separado las almendras. Si quieres ahorrarte este paso puedes adquirir las almendras ya trituradas

Después coge los copos de avena y, al igual que las almendras, tritúralos por separado. También existe la opción de que puedas usar harina de avena en lugar de triturar los copos

Una vez que hemos triturado todo por separado vamos metiendo de nuevo todos los ingredientes en la trituradora: las zanahorias trituradas, los copos de avena triturados y las almendras trituradas. Añadimos también los dátiles que ya tendremos previamente hidratados.

Antes de triturarlo todo de nuevo añadimos un cuarto de cucharadita de jengibre en polvo, un poco de canela, aceite de oliva virgen y un poco de vainilla en pasta.

Comprobamos que nos ha quedado una masa compacta y la echamos en un bol

Preparamos una bandeja de horno cubierta con papel de horno

Moldeamos las galletas a nuestro gusto y las colocamos en la bandeja

Colocamos la bandeja con las galletas en el horno, previamente calentado, y horneamos unos 15 minutos a 180ºC.


Los trucos del chef

Si trituras todos los ingredientes a la vez directamente en lugar de triturarlos primero uno a uno se quedarán piezas sin triturar y el resultado no será el deseado

Recuerda untarte las manos con un poco de aceite de oliva si vas a moldear las galletas o vas a elaborar tú mismo las piezas para colocarlas sobre la bandeja de hornear

Tanto el jengibre como la vainilla en pasta aportan un sabor fuerte, no te pases con las cantidades. Prueba con algo menos de lo indicado para ajustar el sabor a lo que más te guste

Para moldear las galletas podéis usar un molde, pero lo cierto es que este tipo de galletas queda más auténtica si moldeamos nuestras piezas nosotros mismos.

Hay que intentar que las galletas queden con un grosor similar para que se horneen por igual

Con los ingredientes de esta receta pueden salir de 10 a 12 galletas, dependiendo del tamaño en el que las hayas moldeado.



Untarte las manos con aceite de oliva te ayudará a que no se te pegue la masa a las manos


Untarte las manos con aceite de oliva te ayudará a que no se te pegue la masa a las manos

Una vez que las galletas se hayan atemperado tras pasar por el horno ya las tendremos listas para comer.


VIDEO RECETA:
 
LAS NATILLAS DEFINITIVAS


Fijaos en el detalle del ramillete de flores que hay a la derecha. Quizás están secas por la cantidad de luz que entra



¿Quién quiere unas natillas industriales de supermercado pudiendo cocinar la versión definitiva y casera con una receta sencillísima? La respuesta es evidente: nadie.




CLARA PÉREZ VILLALÓN
13/02/2020

Si pronuncio la palabra “natillas” ocurrirán dos cosas: te vendrá a la cabeza la sintonía del mítico anuncio de televisión -ya sabes, “listas para gustar”-, y al paladar su sabor, dulzón e inconfundible a pesar de las muchas formas de prepararlas. Si las natillas han sobrevivido en el tiempo como uno de los postres más reclamados, tanto en casa como en la cocina profesional, no es mérito de ninguna marca o de los spots publicitarios -sobretodo teniendo en cuenta que las de supermercado son un blandiblu guarrillo lleno de sabores artificiales-, sino de su versatilidad y sencilla elaboración; a pesar de ser imprescindible tener cierta maña con las varillas para conseguir una crema untuosa y no un revuelto dulce.

Los más tradicionales se decantarán por espolvorear canela y depositar una galleta en la superficie -un detalle que no sólo aporta un toque crujiente al plato, sino que muestra de un vistazo su consistencia- mientras los restaurantes más innovadores prefieren acompañar el postre con frutas exóticas y toques salados que aportan contraste. Sea como fuere, la receta base de las natillas presenta pocos secretos ya, aunque se preste a tantos cambios como sea capaz de ingeniar el repostero; hablamos de una crema dulce de yema cuajada cuyo origen se remonta a la Edad Media, cuando se elaboraba sin azúcar refinado ni especias exóticas.

Algunos consejos en la elaboración de natillas caseras desterrarán por siempre del frigorífico la alternativa de supermercado. Aunque la proporción entre los ingredientes repercutirá en su sabor y textura final, conviene recordar que las mejores natillas son densas y dulzonas (a quien le parezcan empalagosas, que pida fruta). Por ello recomiendo en primer lugar el uso de leche entera, a la que podemos añadir un poco de nata, que aporta cuerpo; y también controlar bien los aderezos y usar canela en rama, ralladura de limón y vainilla de la de verdad, ya que deja muy atrás a cualquier prefabricado en esencia o polvo.

El último y definitivosecreto de este plato es la paciencia: la cocción debe ser lenta, sin dejar de prestar atención al cazo, sin parar de menear el contenido con unas varillas (artilugio crucial para un buen resultado) y que las natillas necesitarán enfriarse para asentar su sabor y textura. Entonces sí estarán listas para gustar, "en el postre y al merendar”. Una vez tengamos la mezcla básica podremos hacerlas de mil sabores: de chocolate añadiéndolo cuando ya estén listas -ojo porque espesa más la receta, así que os recomiendo aumentar un poco la cantidad de leche-, de café, añadiéndoselo a la leche al principio, de frutas, de dulce de leche o de té matcha: las posibilidades son infinitas.

Dificultad

La de no comerte un kilo entero cuando estén listas.

Ingredientes

  • 1 l de leche entera
  • 20 g de mantequilla a temperatura ambiente (opcional, es algo de mi propia invención que me gusta por su aporte final)
  • 170 g de azúcar
  • La corteza de ½ limón (sin la parte blanca)
  • 8 yemas de huevo
  • 2 cucharadas de fécula de maíz (maizena)
  • ½ palo de canela
  • ½ vaina de vainilla
Preparación

  1. Colocar la leche en un cazo con la rama de canela, la vainilla -raspada del interior de su vaina- y la corteza de limón. Calentar, llevar a ebullición y apartar del fuego. Dejar infusionar 15-20 minutos y colar.
  2. Disponer las yemas de huevo con el azúcar en un cuenco y batir con unas varillas. Añadir la maizena, batir bien y echar poco a poco la leche, mezclando con las varillas para dejar una textura homogénea.
  3. Calentar a fuego lento removiendo con las varillas constantemente, para que no se pegue ni se haga tortilla. Continuar la cocción durante unos 10 minutos o algo más, hasta que espese. Recordar que en caliente la mezcla será siempre más líquida que cuando enfríe.
  4. Incorporar la mantequilla y remover bien. Llenar los recipientes que más nos gusten y dejar templar un poco, filmados al contacto para que no se forme una capa encima. Cuando estén templados, meter en la nevera. Al servir rematarlas, si se quiere, con una galleta por encima.

 
OREJAS de CARNAVAL las MAS CRUJIENTES?? ( Orelletes Tortas u Hojuelas)??


Ingredientes:

-1 huevo.
- 110 ml de zumo de naranja natural (1/2 taza).
- 110 ml de aceite(1/2 taza).
- 5 gr de canela en polvo (1 cucharadita).
- 30 gr de azúcar (2 cucharadas).
- 5 ml de licor por ejemplo agua de azahar, anís o licor de naranja (1 cucharadita).
- 400 gr de harina (3 tazas).



 
TORRIJAS MAS CREMOSAS Y CRUJIENTES ??


Ingredientes:

- 300 gr de pan del día anterior (1 barra)
. - 600 ml de leche (3 tazas).
- 1 ramita o palo de canela.
- La piel de un limón
- La piel de una naranja.
- 2 huevos L.
- Azúcar y canela en polvo para rebozar.


 
Como hacer churros, receta fácil y en casa.



Ingredientes:

1 vaso de harina.
1 vaso agua
Pizca de sal.
Aceite de girasol para freírlos.
Azúcar para espolvorear.


 
Buñuelos de Carnaval


Ingredientes y consejos para hacer buñuelos de Carnaval:
- 25gr. de levadura prensada
- 1L de agua tíbia
- 1Kg de harina
- Sal (al gusto, la masa tiene que quedar bien salada)
- Aceite para freir (tiene que haber lo suficiente para que los buñuelos se hundan completamente en el aceite)



 
Hola por favor, podeis pasarme una receta buena buena de TARTA QUESO estilo new york cheesecake?
Todas las que he seguido por internet ni fu, ni fá....
 
PASTELES de NATA ?? (Pasteis de Belem) CREMOSOS y CRUJIENTES??

Ingredientes:

- 1 lámina o plancha de hojaldre.
- 30 ml de leche (3 cucharadas).
- 85 gr de azúcar (1/2 taza).
- 3 yemas de huevo L.
- 12 gr de maicena o harina refinada de maíz (1 cucharada).
- Ralladura de 1/2 unidad.
- 250 ml de nata o crema de leche (1+1/4 de taza).


 
EL MULHACÉN TAMBIÉN SE CONQUISTA A BOCADOS
Servando Vargas creó en los 90 los mulhacenes, unos dulces que hoy vende en su panadería de Cádiar y en los pueblos cercanos de la Alpujarra granadina. Ésta es la historia de nuestro producto del mes.



Para esta montaña no te hace falta la ropa que compraste en el Decathlon cuando te dio por el senderismo


Para esta montaña no te hace falta la ropa que compraste en el Decathlon cuando te dio por el senderismo. NACHO SÁNCHEZ



NACHO SÁNCHEZ
24/02/2020

Con 3.482 metros sobre el nivel del mar, el Mulhacén es el pico más alto de la península ibérica. Llegar hasta él, en plena Sierra Nevada, supone un gran esfuerzo solo apto para avezados montañeros (y a quienes les apetezca eso de andar y andar hasta el infinito y más allá). Para el resto de los mortales hay una dulce alternativa: unos pequeños roscos de entre seis y siete centímetros de alto y forma de volcán. Se llaman mulhacenes, incluyen un baño de azúcar para simular la nieve de esta cumbre granadina y conquistarlos es tan fácil como darles un bocado.

Para saborearlos, eso sí, hay que cumplir otra penitencia, esta vez en forma de carretera sin líneas rectas. Entre curva y curva, al menos, el trayecto es otra delicia: el río Guadalfeo acompaña todo el camino con sus meandros y miles de almendros siembran de blanco las lomas. Salpicados en el horizonte siempre hay minúsculos pueblos ocultos entre los pliegues de la sierra de la Contraviesa, al sur de la Alpujarra. Uno de ellos es nuestro destino: Cádiar.
“Cádiar es de lo más pintoresco, noble y principal que puede darse. Más que un pueblo agrícola y ganadero -y no es otra cosa- parece lo que fue hace 300 años: una residencia de príncipes, una mansión de placeres, un Aranjuez, un Versalles, un Capua…”. Así lo describía el granadino Pedro Antonio de Alarcón en 1873 en su libro La Alpujarra. Hoy, el pueblo, venido a menos, es un lugar tranquilo rodeado montañas desde el que, curiosamente, no se ve el Mulhacén. Su corazón es la plaza de España; allí está el ayuntamiento y, a un paso, la panadería Servando: se trata de un pequeño local que también ejerce de cafetería donde el bando municipal con los anuncios del alcalde está colgado en la nevera de las tartas. Es uno de los centros sociales de este municipio, que tiene cerca de 1.500 habitantes, quienes dicen que realmente allí sólo viven la mitad.

La clientela se pone al día de los cotilleos del pueblo en este local. Van a por pan, pero luego acaban de charla y con algún capricho de más en la talega porque los ojos se van entre tanto dulce. Están hechos de manera artesanal en el horno que el padre de Servando Vargas adquirió en 1965 a Antonio el Artista (como en todo pueblo que se precie, hay motes asignados a casi todos los vecinos, salvo para Servando, que dice que con su nombre ya le basta). Hoy son sus hijos quienes se encargan de la elaboración de los productos en el obrador y la venta de los productos de esta coqueta empresa familiar, pero se le iluminan los ojos al hablar de toda una vida ligada al negocio. “Tuve la suerte de empezar aquí a los 11 años… hasta que me retiré hace algo más de un año”, subraya, ya con 76 años.




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Servando Vargas con su hija en la panadería que tienen en Cádiar. NACHO SÁNCHEZ



Servando se inspiró en unos roscos malagueños para crear sus mulhacenes. Fue en el año 1991, cuando volvía de un viaje y pasaba por la Costa del Sol. Mientras tomaba café, unos dulces llamaron su atención y decidió hacer una versión propia. Ya en el obrador, agarró uno de los rulos metálicos que utilizaba para hornear barquillos, lo cortó en trozos pequeños y lo rodeó de una masa sencilla a base de manteca de cerdo, aceite de oliva, harina, huevo y almendra molida. La pieza empezó a dorarse en el horno hasta asentarse como una forma montañosa. El toque final fue regarlo en azúcar “para que pareciese que está nevado”, dice este cadiareño. Como buena repostería seca, no lleva conservantes “ni químicos ni cosas de esas”. De ahí que no necesite “un gran mantenimiento” para su conservación.

Su forma hace que en Cádiar también se les conozca popularmente como volcanes. Y Servando, su creador, recomienda dos formas de tomarlos: la primera, más clásica, con un buen café en el que mojar. La segunda, junto a un “licorcito”; el mismo elabora tres: uno de miel, otro de membrillo y uno final de hierbas con manzanilla, hierba luisa, canela, clavo y orégano. Cualquiera de las combinaciones, funciona.
En el obrador familiar, el aroma es el de las grandes ocasiones. Hay unas napolitanas recién salidas del horno y la leña arde con insistencia para mantener el calor. Es donde se elaboran mulhacenes como para formar una cordillera, además de los otros muchos dulces típicos de la comarca. Todos tienen herencia morisca, de ahí la gran presencia de la almendra, cultivada desde hace siglos en estos montes, como los olivos centenarios de donde se extrae el aceite.

El soplillo es uno de los productos más tradicionales que también se encuentra en las estanterías de Servando: una combinación de huevo, azúcar y almendra que en las casas de media comarca aún elaboran. También hay delicias como los almendrados –galletas caseras cubiertas de almendras y rellenas de chocolate–, roscos de anís y vino, bollitos de miel o perrunas. Llama la atención el turrón de miel, elaborado en una gran mole que luego se resquebraja, literalmente, a base de martillo y cincel. También elaboran productos de la provincia, como las tradicionales cuñas de chocolate o las denominadas granaínas, formadas por un gran hojaldre, buena parte cubierto de chocolate.

Aunque hay alguna tienda online, apenas hay formas de hacerse con mulhacenes salvo viajando a Cádiar o alguno de los pueblos de alrededor donde Servando reparte y que tienen nombres tan alpujarreños como Yátor, Timar, Ugíjar, Murtas o Jorairátar. Otro de ellos es Narila, un minúsculo lugar donde se ubica el llamado Olivo del Moro: cuenta la leyenda que bajo sus ramas fue coronado Aben Humeya, que en el siglo XVI lideró la revuelta morisca alpujarreña. Servando mantiene hoy viva la repostería de aquella época, aunque las revoluciones se las deja a otro. Bastante tiene él con sostener, ahora desde la jubilación, su empresa familiar con recetas tan singulares como la de sus mulhacenes.

 
BIZCOFLAN??? (POSTRE DELICIOSO y FÁCiL)???

Ingredientes:
Para el bizcocho:

- 120 gr de azúcar
(3/5 de taza).
- 4 huevos L.
- 500 ml de leche (2+1/2 tazas).


Para el flan:
- 90 gr de azúcar (1/2 taza).
- 3 huevos L
- 90 gr de harina (3/4 de taza).
Caramelo líquido para el molde



 
Hola por favor, podeis pasarme una receta buena buena de TARTA QUESO estilo new york cheesecake?
Todas las que he seguido por internet ni fu, ni fá....
Te dejo la que siempre hago yo, del libro del Alma Obregón (sigo muchas recetas suyas, pero de verdad que siempre salen y funcionan que es lo que importa).
Ingredientes:

Para la base:


  • 200gr de galletas (tipo María).
  • 95 gr de mantequilla.
  • 1 cucharada de panela (depende del azúcar de tus galletas y lo dulce que prefieras la base, yo le suelo echar 3-4)
Para el relleno:

  • 750gr de queso Philadelphia.
  • 160gr de azúcar.
  • 2 cucharadas de harina.
  • 4 huevos medianos.
  • 100ml nata para montar.
  • 1 cc de vainilla en pasta.
  • 1 cc de ralladura de la cáscara de 1 limón


Preparación:


1º Precalentar el horno a 165ºC y engrasar un molde desmontable de 18-20 cm.

2º Triturar las galletas hasta hacer migas, y mezclar con la mantequilla fundida y el azúcar, para cubrir la base del molde hasta unos 2,5 cm de altura. Meter en la nevera para que endurezca.

3º Pasamos al relleno, y batimos el queso (a temperatura ambiente siempre) con el azúcar y la harina a velocidad lenta. Incorporar los huevos uno a uno. Por último incorporar a la mezcla la nata, la vainilla y la ralladura hasta obtener una mezcla homogénea, y verter en el molde.

4º Hornear 25 minutos a 165ºC con calor arriba abajo (orientativo, preferible medir temperatura interna con un termómetro para interior de horno y comprobar que efectivamente dé esta temperatura) y después 60 minutos a 120ºC. Puedes utilizar la técnica del baño maría si tu entorno es muy seco para conservar la jugosidad.

5º Fuera del horno esperar a que se enfríe y meter en la nevera por 4-6 horas. Preferiblemente atemperar antes de servir.

Espero que esta te salga bien,;);)
 
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