Uff me has hecho llorar, hostia prima, es peor que meterse fentanilo, entiendo la impotencia y desgarro de tu madre, asistir a la absurda autodestrucción de una hija por un bicho de esos debe ser insoportable…
Pues te dejo otra reflexión, o otra parte de mi vida que fue después de esa. Esa relación fue el gran cambio de mi vida. Lejos de lo que me había hecho ese personaje o yo había permitido que me hiciese, valoré muchas cosas. Entendí la importancia de valorar a la gente, a tu entorno... De ser flexible con las conductas de la personas, pues no sabes por lo que están pasando y estar presente cuando te pidan ayuda. A tener mucha más empatía (me sentí muy sola y aislada y no quise que nadie pasase lo que yo, entendí lo que era estar en un sitio horrible de forma irracional)... Un sinfín de cosas que quizá aún no había desarrollado. Gracias a esa experiencia tan traumática me alineé con muchas cosas que mi persona obviaba y eran necesarias para mi psique y evolución personal. Obviamente no le deseo a nadie vivir eso, solo que de alguna forma, después de la tormenta siempre sale el sol y a veces con muchos aprendizajes.
Un abrazo prima y gracias por leerme!
Un abrazo prima y gracias por leerme!