Con cuchara. Sopas y Potajes.


Risotto de Calabaza (y los secretos de un buen risotto)




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Ingredientes
  • 150 gr. de arroz
  • 200 gr. de calabaza
  • 1 cebolla
  • ½ litro de caldo (de verduras o de pollo)
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 cucharadita de mantequilla
  • 30 gr. de parmesano rallado
  • Sal
  • Pimienta

Si os gustan los contrastes de sabores este risotto os va a encantar, el toque dulzón de la calabaza junto con el arroz y el queso son una combinación espectacular.

No soy la primera que os pone esta receta en cocinillas.es. Allá por octubre nuestra compañera Marta nos dio su estupenda versión de la misma. La mía es un poco distinta, con menos ingredientes y además no quería perder la ocasión de publicarla porque me viene al pelo para contaros el truco que hará que vuestros risottos sean siempre un éxito. Así que, vamos allá!


(para 2 personas)


Preparación

Antes de empezar pelaremos la calabaza y la cortaremos en brunoisse (es decir, en daditos). Reservamos.

Ponemos a calentar en una olla una cucharadita de mantequilla. Mientras se derrite, picaremos la cebolla todo lo finita que podamos y la pondremos a pochar en la mantequilla ya derretida, a fuego medio.

Cuando la cebolla ya esté pochada, añadiremos los daditos de calabaza y el arroz. Salpimentaremos al gusto y a continuación añadiremos el vasito de vino blanco. Mezclamos todo bien y dejamos reducir el vino durante un par de minutos. Importante: no dejes de remover.

Os voy a contar el secreto de un buen risotto; el risotto tiene que quedar meloso, cremoso y a la vez, bien cocinado. Que lo que iba a ser un risotto termine conviertiéndose en un “pastujo” de granos de arroz pasados y apelmazados por desgracia es bastante fácil si no sabemos el procedimiento para cocinarlo.

El tipo de arroz que usemos es muy importante; los italianos usan arroz arborio pero por mi experiencia, nuestro arroz valenciano de toda la vida es estupendo también. Si no encontrais arborio, podeis usar nuestro arroz redondo de siempre o arroz bomba. Eso sí, no useis arroz largo ni de ese que no se pasa, no queda igual.

Más importante que el tipo de arroz es la manera en la que se cocina un risotto. Al contrario que en nuestros arroces o paellas, no podemos echar todo el caldo a la vez y dejar que el arroz repose y por si solo lo absorva, sino que hay que echar el caldo poco a poco, en varias tantas (cuantas más mejor) y remover continuamente el arroz para que suelte todo el almidón, que es lo que hará que el arroz esté en su punto y se cree esa cremita tan típica del risotto. Además, es importante que al echar el caldo, este no rompa en ningún momento la temperatura de cocción, es decir que habrá que echar el caldo muy caliente o incluso hirviendo.

Siguiendo estos consejos, seguro tendreis un risotto al dente.

Lo que yo hago es preparar el caldo que voy a necesitar en una jarrita y calentarlo en el microondas, hasta el punto de ebullición, justo antes de necesitarlo. Echo un cuarto del caldo al arroz, remuevo, dejo que reduzca y cuando el arroz se queda sin caldo, echo otro cuarto. Así hasta terminar con todo el caldo. Si se diera el caso de que al terminar con el caldo el arroz todavía estuviera un poco entero, podemos añadir simplemente agua, pero siempre a la misma temperatura de la cocción, así que será necesario calentarla antes en el microondas o en un cazo aparte.

Una vez el arroz está a nuestro gusto de textura, retiramos del fuego y echamos el parmesano rallado, que se deshará gracias al calor residual.

Emplatamos y servimos para degustar de inmediato (el risotto no espera!!!) Se puede decorar con más parmesano en lascas o con un poco de perejil, ya sea picado y espolvoreado o directamente con un buen ramillete.


https://www.elespanol.com/cocinilla...a-secretos-buen-risotto/1000073042700_30.html

 

Crema Essau de lentejas, puerro y cebolla, el plato de cuchara que reconforta cuerpo y alma




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Para 4 personas

  • Lentejas cocidas en conserva 200 g
  • Puerro 1
  • Cebolla 1
  • Aceite de oliva virgen extra 30 ml
  • Pimentón dulce 1/2 cucharadita
  • Sal

Pelamos y picamos la cebolla. Lavamos bien el puerro (solo la parte blanca) asegurando que no quedan restos de tierra y picamos. Calentamos el aceite en una cacerola y pochamos la cebolla y el puerro a fuego medio durante 10 minutos.

Añadimos las lentejas, el pimentón, el caldo de verduras y una pizca de sal. Cocemos a fuego suave durante 15 minutos. Trituramos y, si queremos que quede más fina, pasamos por un chino o colador. Ajustamos el punto de sal si fuera necesario y servimos.



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Con qué acompañar la crema Essau
A nosotros nos encanta aportar un toque de cremosidad añadiendo un chorrito de nata líquida al plato en el momento de servir la crema Essau y espolvorear con cebolla frita o picatostes. Un poco de pimienta negra molida y unas hojitas de tomillo fresco y ¡a disfrutar!

https://www.directoalpaladar.com/re...olla-plato-cuchara-que-reconforta-cuerpo-alma


 

SOPA DE PICADILLO


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Con un buen caldo como base y un picadillo de pocos ingredientes puedes obtener una sopa espectacularmente sabrosa. Prepara el caldo el día anterior, y te quedará de lujo.


El frío tardó en llegar, pero por fin apetecen caldos y sopas sustanciosos que reconforten el cuerpo y el alma, como esta familiar sopa de picadillo. Un buen caldito resucita a un muerto, y si lleva tropezones tan sabrosos como esta sopa, mucho más.

Se supone que la sopa de picadillo procede de la cocina andaluza, fundamentalmente de Sevilla y Almería, y su base es un caldo de ave y huesos de ternera acompañados de alguna hortaliza como zanahoria y puerro. En este caldo, debidamente desgrasado, se sirven los ingredientes empleados en su preparación, previamente troceados, y se cuecen unos fideos corrientes del grosor que más nos guste. Se completa la colección de tropezones con jamón serrano y huevo duro picados, haciendo honor al nombre de la sopa.

Esta sopa aparece citada en La Cocina Española Moderna de doña Emilia Pardo Bazán -ni una receta sin citarla-, que dice así:

"Se pica una pechuga de gallina cocida, cincuenta gramos de jamón cocido, y cincuenta de lengua á la escarlata. Todo muy finamente. Se agrega una yema de huevo cocido estrujada, y su clara picada, y un ligerísimo picadillo de trufa. Al caldo que se le echa por encima á esta sopa, se le añade un vaso de Jerez. Esta receta de la señora Pardo Bazán está dignificada con la trufa picadita, pero normalmente hoy día se opta por versiones más económicas y sencillas. No nos da muchas señas de su procedencia en el momento de la edición del libro (1913) ni se pone tiquismiquis con el caldo; solo hace hincapié en el picadillo mismo".

Afirman algunos nativos de la zona que lo suyo es que el caldo sea sustancioso y blanco, lo que se logra usando huesos salados y de rodilla. Esto no quita que se pueda denominar sopa de picadillo al plato elaborado con caldo de otra procedencia y no preparado exprofeso para la sopa de picadillo, como el de un buen cocido andaluz.

Como ocurre con todos los caldos, conviene elaborarlo el día anterior a la preparación de la sopa para que pueda reposar en la nevera y así eliminar la grasa flotante con facilidad. Obtendremos un riquísimo caldo desgrasado para una sopa de categoría. Lo único que no debe ser de excelente categoría en esta sopa es el jamón serrano de guarnición; con una calidad aceptable tenemos suficiente. Un último consejo para ganar tiempo: usar puerro troceado ultracongelado de Carrefour, que así te ahorras la limpieza y el picado.

Dificultad

Cero patatero

Ingredientes

Para 6 personas

  • 1 pechuga de pollo (o dos traseros, que son algo más jugosos)
  • 2 carcasas de pollo
  • 2 huesos salados de ternera
  • 300 g de puerro
  • 2 zanahorias
  • 150 de fideos (también se puede usar arroz)
  • 100 g de jamón serrano
  • 1-2 huevos
  • Unas hojas de hierbabuena (facultativo)
  • Jerez seco
Elaboración

  1. Pasar por el agua del grifo los huesos salados para quitarles algo de sal.
  2. En caso de usar puerros frescos, limpiarlos y cortarlos por la mitad a lo largo; dejarlos un rato en agua para quitarles la tierra que puedan tener por dentro (con congelados no hace falta). Pelar las zanahorias y cortarlas en trozos grandes.
  3. Poner en una cazuela grande el pollo y las carcasas, los huesos lavados, los puerros y las zanahorias. Cubrir con agua y llevar a ebullición.
  4. Espumar al principio y dejar cocer a fuego bajo por lo menos 1 hora, hasta que el pollo esté muy tierno.
  5. Dejar templar y colar para recoger el caldo solo. Dejar enfriar el caldo y luego meterlo en la nevera toda la noche para que se solidifique la grasa en la superficie y poderla eliminar.
  6. Picar la carne del pollo, la zanahoria y el puerro. Reservar para el día siguiente.
  7. Recoger con una cuchara toda la grasa sólida de la superficie. Probar la sazón; ojo, porque los huesos salados hacen innecesario con frecuencia el añadir sal.
  8. Cocer los huevos hasta que estén duros. Refrescarlos y pelarlos. Picar finamente.
  9. Poner el caldo a hervir y añadir los fideos. Cocer el tiempo indicado en el paquete. Mientras se cuecen los fideos, picar el jamón serrano.
  10. Servir de inmediato la sopa agregando las hortalizas picadas y la carne del pollo, el jamón serrano y los huevos duros. Hay quien pone en cada plato sopero o cuenco un chorrito de jerez y unas hojitas de hierbabuena. Es cuestión de probarlo.

    https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2019/10/29/receta/1572344836_658092.html
 
CREMA DE COLIFLOR DE MADAME DU BARRY


Con un poco de gruyère está buenísima




Una sedosísima crema con la coliflor como protagonista, con una textura imbatible gracias a la nata, la mantequilla y la yema de huevo y el delicado sabor que se consigue cocinando la col al vapor.




Monica Escudero


Esta crema es perfecta para reconciliarte con la coliflor, sobre todo si el motivo de tu odio es el olor gaseoso que emite cuando se ha cocinado demasiado. En este plato esta crucífera se prepara al vapor y en trozos grandes, lo que minimiza el riesgo de sobrecocción y da a la coliflor un sabor y una textura realmente delicados. Un poco de grasa añadida, en forma de nata, mantequilla y aceite -realmente poca cantidad, pero efectiva- y una yema de huevo aportan una untuosidad imbatible al conjunto.

Madame du Barry, cuyo nombre de soltera era Jeanne Bécu es famosa por tres cosas: por haber sido la última amante del rey Luis XV, por no llevarse demasiado bien con Maria Antonieta y por haber convertido Versalles en un templo de culto a la coliflor, por mucha risa que eso puede dar ahora. Estas plantas comestibles se convirtieron en grandes protagonistas no solo de la cocina de palacio, sino también de su decoración, ya que se cultivaba también en los jardines con finalidad ornamental.

Esta crema lleva el nombre de Madame du Barry porque ella participó en su creación en las cocinas de Versalles: era una fan tan entregada de toda la familia de las coles que cantaba constantemente las alabanzas sobre sus grandísimas virtudes, no solo sobre su sabor sino también sobre sus propiedades saludables (tan exageradas que darían un poco de risa a cualquier nutricionista).

El acompañamiento más canónico de cualquier crema que lleve coliflor son siempre unas tostadas con algún queso fundido o gratinado. Nos servirán desde el emmental hasta el Morbier pasando por el brie o el Appenzeler: untarlas antes con un poco de ajo -un poco, o matará el sabor de la coliflor- es opcional, pero muy recomendable. Si no tienes ganas de liarte, unas avellanas picadas y un poco de cebollino también son un complemento ideal.



Dificultad

Un poco más que meterlo todo a cocer sin tratamiento previo, pero vale mucho la pena.


Ingredientes

Para 4-6 personas
  • 1 coliflor mediana, sin el tallo (unos 600 g, peso neto)
  • 1 cebolla pequeña
  • 100 g de la parte blanca del puerro
  • 1 patata mediana
  • 45 g de mantequilla
  • 45 ml de aceite de oliva
  • 1 cucharada de Maizena
  • 600 ml de caldo de ave o verdura
  • 30 ml de vinagre de manzana o vino blanco
  • 1 yema de huevo
  • 150 ml de nata líquida para cocinar (sobre el 18% de materia grasa)
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida
  • Tostadas con queso fundido, avellanas picadas o alguna guarnición al gusto
Preparación
  1. Lavar bien la coliflor y cortarla en 6 u 8 trozos. Cocerla al vapor -en vaporera, sobre un colador o con un dedo de agua, con la olla bien tapada- durante unos 25 minutos.
  2. Mientras, quitarle la capa exterior al puerro y la cebolla y picarlos. Pelar y trocear la patata.
  3. Pochar la cebolla con el aceite y la mitad de la mantequilla en una olla grande (la misma que usaremos para todo el proceso). Cuando esté blandita, añadir el puerro y seguir el proceso unos 10 minutos más.Añadir las patatas y dorarlo todo cinco minutos más. Al final añadir la maicena y darle unas últimas vueltas, con cuidado de que no se queme. Cubrir con el caldo y el vino o vinagre, añadiendo un poco de sal -no mucha, la rectificaremos al final- y cocinar unos 12 minutos.
  4. Pasar el contenido de la olla a una batidora americana o usar una de mano. Triturar junto con la coliflor (si se quiere, trocearla un poco antes de procesarla). Añadir la yema y la nata bien mezcladas, rectificar de sal y pimienta. Seguir triturando hasta conseguir una crema muy fina, y servir con el acompañamiento deseado y más pimienta por encima.
 
Sopa de calabacín, receta fácil y rápida para recibir al otoño



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No falta nada para que las bajadas de temperatura del otoño se hagan notar, pero serán más fáciles de llevar con recetas como las de esta sopa de calabacín.




Hace tiempo que los calabacines se han convertido en mis grandes aliados como sustitutos de la pasta en muchísimas recetas. Desde láminas para hacer lasañas, tallarines o espaguetis hechos con el espiralizador y cualquier salsa para pasta ya sea china o italiana, o mismo cortados en pequeños dados como los hemos usado en esta sopa de calabacín que es una maravillosa alternativa a las típicas sopas de fideos.

Ingredientes
  • Calabacines, 2
  • Patata mediana, 1
  • Jamón en taquitos, 100 g
  • Huevos, 2
  • Cebolla, 1
  • Caldo de pollo o verduras bajo en sal, cantidad suficiente
  • Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
  • Sal






01: Cocer los huevos
En un cazo ponemos a hervir agua con un chorro de vinagre y una cucharadita de bicarbonato. Cuando empiece a hervir, echamos los huevos, y cuando recupere el hervor, contamos diez minutos. Los retiramos y los dejamos en un bol con agua fría.

Cuando podamos manipularlos sin quemarnos, los pelamos y reservamos.

02: Saltear
Mientras se van cociendo los huevos, pelamos la cebolla, la patata y los calabacines. Cortamos la cebolla en brunoise, y la patata y el calabacín en dados de un centímetro de lado.

En una cazuela ponemos el aceite de oliva virgen extra a calentar a fuego medio. Añadimos la cebolla y las patatas, las rehogamos durante un par de minutos con cuidado de que la cebolla no se queme.

Añadimos los taquitos de jamón, removemos para que se mezcle todo. Añadimos los calabacines y rehogamos todo un par de minutos más.


03: Añadir caldo
Añadimos caldo hasta cubrir por completo todos los ingredientes. Dejamos cocinar a fuego lento durante unos diez minutos o hasta que todas las verduras estén tiernas.

04: Incorporar huevo
Añadimos las claras de huevo duro troceadas. Separamos un cucharón de caldo en un vaso, aplastamos las yemas de huevo y las ponemos también en el vaso, mezclamos y devolvemos la mezcla a la sopa.

05: Servir





Servimos nuestra sopa caliente y recién hecha. Si sobra y las hortalizas se pasan de punto, podemos pasar la batidora y convertirla en una deliciosa y finísima crema de calabacín.



Notas
Aunque las yemas de huevo le dan un colorcillo a la sopa, si eres de los que prefieren las sopas con más color, puedes darle un toque de azafrán o de pimentón, que también aportarán un toque de sabor.

 
Puré de verduras o crema de verduras. Receta fácil, rica y saludable



Pure de verduras o crema de verduras. Receta facil, rica y saludable




Soy muy fan de los purés y cremas de verduras por lo fáciles que son de preparar, lo reconfortantes que resultan cuando hace frío (aunque también se pueden tomar fresquitas cuando el calor aprieta) y lo saludables que resultan. Lo mejor de todo es que podemos experimentar a la hora de combinar las verduras y adaptar el puré a nuestro gusto, utilizando además todo tipo de hierbas y especias para aromatizarla y también servirla con esos «tropezones» que tan ricos nos resultan como frutos secos, puerro crujiente, picatostes, quesos, jamón…


Este puré de verduras o crema de verduras es una receta muy fácil, rica y sobre todo saludable. También es muy flexibley admite múltiples combinaciones de ingredientes aunque en mi caso me he decantado por hacer una base de cebolleta y puerro, patata para espesar un poco y zanahorias, espinacas y de protagonista el calabacín que aporta muy buena textura y también sabor. En la receta os doy todos los trucos para que ajustéis la textura a vuestro gusto y la decoréis para que luzca en la mesa y no parezca una opción aburrida.

Si te gustan las cremas, no te pierdas nuestra sección de sopas y cremas, donde encontrarás además de la famosa y ya mencionada vichyssoise, su variante en caliente, la crema de puerros. También te va a encantar la clásica crema de calabacín y puerros o la crema de brócoli con ajos tiernos y patata y si quieres innovar no tienes más que preparar la crema de colinabo con brocheta de almejas y anchoas.

Tampoco te pierdas nuestra crema de verduras casera, perfecta para aprovechar las verduras que han madurado en la nevera y quieres gastar. Si prefieres sabores más concretos, prueba la crema de calabaza y zanahoria y la versión en forma de puré de calabaza, o la sabrosísima crema de champiñones y setas casera.




Ingredientes (6 personas):
  • 1 puerro.
  • 1 cebolleta tierna.
  • 1 calabacín grande.
  • 2 zanahorias.
  • 100 gr de hojas de espinacas o de acelgas.
  • 1 patata mediana.
  • 50 ml de vino blanco.
  • 1 litro de caldo de verduras o agua, o la cantidad que necesites para prácticamente cubrir las verduras.
  • Aceite de oliva virgen extra y sal.
  • Para decorar he utilizado un poco de yogur griego (le va estupendo su toque ácido), nueces picadas, pimienta negra recién molida y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.


Preparación, cómo preparar la receta de puré de verduras o crema de verduras fácil, rica y saludable:
  1. Comienza preparando las verduras. Pela la cebolleta y córtala finita.
  2. Corta las raíces del puerro, quítale la capa más externa y córtalo en rodajas finitas.
  3. Lava la patata y pélala. Córtala en gajos pequeños.
  4. Lava el calabacín, córtalo en rodajas y cada rodaja en 4 partes.
  5. Pela las zanahorias y córtalas en rodajas.
  6. Lava las hojas de espinacas o acelgas, escúrrelas y córtalas en tiras gruesas.
  7. En una olla que tenga tapadera, pon un poco de aceite y sal y echa la cebolleta. Cocínala durante 5-10 minutos a fuego medio y, cuando empiece a verse ligeramente transparente y sin dorarse, incorpora el puerro. Deja que se cocine a fuego medio durante 3-4 minutos sin dejar que se dore.
  8. Añade la patata, el calabacín y las zanahorias a la olla, revuelve bien y deja que se cocine todo junto durante 5 minutos. Si se pegan o doran las verduras, baja la temperatura del fuego, e incluso puedes añadir un poquito de agua si están empezando a agarrarse al fondo.
  9. Pon las espinacas o acelgas en la olla y echa el vino blanco.
    Ingredientes para el pure de verduras o crema de verduras
  10. SALTEAMOS LAS VERDURAS UN POCO EN LA OLLA ANTES DE COCERLAS

  11. Cuando hayan pasado unos 3 minutos y se haya evaporado el alcohol incorpora el caldo de verduras o agua. Deja que se cueza todo junto alrededor de 15 minutos con la olla tapada y a fuego suave, que borbotee pero poco. Estará listo cuando pinches las verduras y estén tiernas.
  12. Tritura el puré, puedes hacerlo con una batidora de mano dentro de la propia olla o hacerlo en una batidora de vaso o incluso en un robot para obtener una textura muy homogénea. Si lo necesitas, añade líquido hasta que la textura esté a tu gusto y pruébala para rectificarla de sal.
  13. Sírvelo en platos hondos o cuencos y decóralos con un poco de yogur griego (con un palillo le he sacado «puntas» como si fueran estrellas), nueces picadas, pimienta negra recién molida y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.



Tiempo: 50 minutos

Dificultad: fácil

Sirve y degusta:

Este puré es perfecto para los meses más fríos ya que se suele servir bien caliente y resulta de lo más reconfortante, pero lo cierto es que si te apetece puedes tomarla templada e incluso fría. Si sobra o si preparas una gran cantidad, aguanta en la nevera 2-3 días sin problemas e incluso puedes congelarla en porciones.

La textura es la que le quieras dejar según cuanto lo tritures y la cantidad de líquido que le añadas pero en todo caso va a resultar sabrosísimo. Sírvela con la decoración que te hemos propuesto y que le aporta unos toques de sabor muy buenos aunque puedes utilizar los ingredientes que prefieras. Eso sí, disfrútala porque está de… ¡escándalo!




Receta facil, rica y saludable de pure de verduras o crema de verduras


PURÉ DE VERDURAS O CREMA DE VERDURAS. RECETA FÁCIL, RICA Y SALUDABLE




Variantes de la receta de puré de verduras o crema de verduras:
Las cremas y purés de verduras son recetas de lo más flexibles, y las combinaciones son prácticamente infinitas. Puedes añadirle a este puré de verduras otras verduras como calabaza, alcachofas, alubias verdes o las que más te gusten.

Puedes decorarla como prefieras, yo os sugiero la combinación con yogur, nueces, pimienta y AOVE pero utilizando otro tipo de frutos secos, tus especias favoritas como comino o pimentón e incluso curry para darle un toque exótico le irán fenomenales.


 
Receta de crema de tomate, zanahoria y jengibre, ideal para reconfortar el cuerpo por la noche.



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Los platos de cuchara, las sopas caseras y las cremas de verdura son las recetas que más nos apetecen en esta época, cuando el famoso anticiclón de las Azores da paso a las esperadas lluvias. Para sentirme mejor, yo he decidido preparar platos otoñales y casi de invierno como esta receta de crema de tomate, zanahoria y jengibre ideal para reconfortar el cuerpo por la noche, con la que sorprendí a mi familia en la cena de ayer.

Se trata de una receta fácil y rápida que conjunta el sabor clásico de las sopas de tomate y las cremas de zanahoria, con el toque fresco del jengibre que tan bien le va a este tipo de platos. Como sorpresa final, una cucharadita de mermelada de arándanos en el centro del plato, para meter un contraste que se puede mezclar removiendo o disfrutar tomando un poquito con cada cucharada


Para 4 personas
  • Tomate 1 kg
  • Zanahoria 6
  • Mermelada de fresa o de arándanos (cucharadas) 4
  • Sal y pimienta al gusto
  • Jengibre molido
  • Hierbabuena (hojitas) 4

Lavamos los tomates y los picamos en cuartos. No hace falta pelarlos ni quitar las pepitas porque luego trituraremos bien la crema y la pasaremos por un colador fino. En un Wok o una sartén bien amplia, ponemos 3 cucharadas de aceite y comenzamos a freír los tomates a fuego lento.
Mientras los tomates comienzan a soltar su agua, pelamos y troceamos las zanahorias, que añadimos a la sartén para que se cuezan en el agua del tomate. Dejamos cocinar a fuego lento, removiendo de cuando en cuando durante unos 35 minutos hasta que las zanahorias estén tiernas y casi no quede líquido en el wok.

Añadimos el jengibre en polvo y probamos para rectificar de sal. Una vez a nuestro gusto, trituramos con la batidora o el robot de cocina y pasamos por un colador para retirar los trocitos de pieles o pepitas que puedan quedar en nuestra crema.
Servimos la crema de tomate, zanahoria y jengibre poniendo en el centro de cada plato sopero una cucharada de mermelada de arándanos y decorando con unas hojitas de hierbabuena.



Crema De Tomate Zanahoria Y Jengibre


Esta crema de tomate, zanahoria y jengibre es un buen plato de cuchara para tomar como entrante o como plato único a la hora de la cena.


 
Lentejas estofadas en olla de cocción lenta: consigue el punto perfecto para tus recetas de legumbres usando tu Crockpot




Lentejas estofadas en olla de cocción lenta: consigue el punto perfecto para tus recetas de legumbres usando tu Crockpot




Hoy vamos a preparar una deliciosa receta de lentejas estofadas en olla de cocción lenta o Crockpot que os van a sorprender por su excelente textura y sabor. Si bien es habitual que hagamos las recetas de legumbres a fuego lento o bien en olla rápida, hoy vamos a hacer este plato de cuchara en una olla de cocción lenta o slow cooker, cuyos resultados en cocina nos gustan tanto.

Como en otras recetas de lentejas estofadas, comenzaremos dejando estas en remojo para que estén más tiernas y así que su cocción sea más rápida, pero pese a ello, necesitaremos unas 7 horas de cocción en la CrockPot para conseguir un plato delicioso e inolvidable, del mismo modo que en la receta de fabada en CrockPot que os enseñamos hace unos días.


Si quieres las comes y si no las dejas, (aunque con estas 15 recetas de lentejas no te será difícil encontrar las de tu gusto)

Para 6 personas

  • Lentejas 400 g
  • Chorizo oreado 150 g
  • Morcilla de cebolla 1
  • Panceta 150 g
  • Puerro (la parte verde)2
  • Cebolla blanca 1
  • Zanahoria 1
  • Agua para cubrir y un poco más
  • Laurel una hoja
  • Salsa Perrins una cucharada (opcional)
  • Hueso o punta de jamón carnosa, un trozo de 150g
  • Pimiento verde italiano opcional1
  • Dientes de ajo sin trocear3

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total7 h 15 m
  • Elaboración15 m
  • Cocción7 h
  • Reposo15 m

Tras haber dejado las lentejas 8 horas en remojo, las escurrimos y las ponemos en el fondo del recipiente de la olla de cocción lenta. Sobre ella repartimos las carnes sin trocearlas para que sean más fáciles de manipular y la hoja de laurel. Cubrimos con agua, excediendo un par de centímetros la superficie de los alimentos como en la receta tradicional de lentejas con chorizo.
Ponemos sobre las lentejas media cebolla en una pieza, la otra media muy picada, la zanahoria también muy picada y el pimiento entero, agregando también la parte verde de dos puerros que habremos guardado de otra preparación como os explicamos aquí. Damos un movimiento circular o de vaivén agarrando de las asas de la olla para que todos los ingredientes queden sumergidos y ponemos en marcha la Slow cooker en posición BAJA, programando siete horas.
Transcurrido ese tiempo, retiramos el laurel, el pimiento, lo verde del puerro, los ajos y la media cebolla y sacamos las piezas de carne o sacramentos para trocearlos antes de servir. Probamos el sabor y si queremos añadimos un chorrito de salsa Perrins o Worcestershire que le da a las lentejas un toque muy especial. Servimos bien calientes.



Lentejas Slowcooker Crockpot Pakus Directo Paladar Pasos



Con qué acompañar la receta de lentejas estofadas en olla de cocción lenta
Como todo plato de legumbres, la receta de lentejas estofadas en olla de cocción lenta es un plato contundente que puede ser perfectamente un plato único. Os recomendamos servirlo acompañado de una ensalada de otoño para configurar así un menú estupendo y nutritivo.


 
La mejor receta de fabes con almejas, el gran plato asturiano de legumbres


La mejor receta de fabes con almejas, el gran plato asturiano de legumbres





Uno de los ingredientes que más relacionamos con Asturias es la faba, la legumbre con la que elaboramos platos tan singulares como la receta de la fabada asturiana. Hoy quiero enseñaros otra deliciosa elaboración con este ingrediente, en esta ocasión combinado con unas almejas en salsa verde. Estoy seguro de que os va a encantar la mejor receta de fabes con almejas, el gran plato asturiano de legumbres y más aún cuando veáis lo sencilla que es su elaboración.
En realidad, para hacer una buena receta de fabes con almejas, solamente hay que tener en cuenta dos cuestiones importantes. Primera, elegir los mejores ingredientes, ya que si no compramos buenas fabas o elegimos unas almejas de oferta, el plato no va a salir igual de bueno. Segunda, preparar las dos elaboraciones que lleva el plato siguiendo nuestras indicaciones, y ensamblarlas de forma armónica para conseguir un plato equilibrado en sus proporciones.


Ingredientes
Para 6 personas
  • Fabas asturianas 500 g
  • Almejas de calidad, preferiblemente de Carril400 g
  • Puerro 0.5
  • Cebolla 1
  • Guindilla de Cayena un trozo
  • Dientes de ajo 2
  • Perejil fresco unas ramitas
  • Agua mineral para cubrir e ir añadiendo, aproximadamente 2 litros
  • Zanahoria 1
  • Mantequilla 50 g
  • Harina de trigo una cucharada
  • Aceite de oliva virgen extra una cucharada
  • Azafrán unas hebras
  • Vino blanco 100 ml

Cómo hacer fabes con almejas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total3 h 20 m
  • Elaboración20 m
  • Cocción3 h

La víspera ponemos a remojo las fabas en agua abundante teniendo en cuenta que absorberán bastante. Importante, o decimos las fabas o decimos les fabes, pero nunca las fabes. Por otra parte, en algunas zonas de Asturias, el plato se llama fabes con almejes. Tras 12 o 14 horas de remojo, retiramos el agua y ponemos las fabas en una olla grande cubriéndolas con agua mineral dejando que el nivel de agua las sobrepase tres cm aproximadamente. Ponemos la olla a fuego vivo y cuando arranque el hervor espumamos para retirar las impurezas si las hubiera y bajamos el fuego al mínimo pero manteniendo la ebullición.
Mientras, picamos en brunoise muy fino el puerro, media cebolla y la zanahoria y los añadimos a la cazuela, junto a la mantequilla y unas hebras de azafrán. Dejamos cocer tapado y a fuego bajo durante unas 2 horas y 45 minutos, añadiendo agua fría si fuera necesario cuando veamos que se va consumiendo. El truco de la mantequilla es de Marcos Morán de Casa Gerardo y hace que queden más cremosas.


Sacamos las almejas de la malla y las ponemos en remojo en un plato hondo con agua y sal para eliminar la arenilla durante dos horas. En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva, pochamos lentamente la guindilla, dos dientes de ajo muy picados y la otra media cebolla. Agregamos la harina y removemos bien, incorporando el vino blanco. Metemos entonces las almejas bien escurridas, agregamos uno o dos cucharones del agua de la cocción de las fabas y tapamos para que se abran las almejas. Después, espolvoreamos con perejil muy picado.
Para ensamblar este plato de cuchara, mezclamos las fabas con las almejas en salsa verde, retirando la guindilla de Cayena y agitamos la cazuela agarrándola de las asas en movimientos circulares o de vaivén para evitar que las fabas se rompan. Dejamos cocinar dos minutos con el fuego al mínimo y dejamos reposar para que los sabores se asienten.



Fabes Con Almejas Pasos



Con qué acompañar la receta asturiana de fabas con almejas
Esta deliciosa receta asturiana de fabas con almejas es estupenda como plato único, por lo que os recomendamos servirla con un postre ligero y un vino blanco bien frío como acompañamiento. Ya veréis como el resultado resulta inolvidable.


 
Potaje de berros, la receta tradicional canaria que merece la pena descubrir



Potaje de berros, la receta tradicional canaria que merece la pena descubrir





autor/pakus

Hoy queremos enseñaros a preparar una receta muy conocida en las Islas Canarias, que sin embargo no se elabora con frecuencia en la península. Se trata del potaje de berros, una receta tradicional canaria que merece la pena descubrir, pues -como muchos de nuestros platos de cuchara- es reconfortante y reconstituyente.

Se trata de un potaje de legumbres con hortalizas, y, aunque en cada isla -y probablemente en cada casa- se prepara con una receta propia, esta que os propongo puede serviros de base para que la adaptéis a vuestros gustos y a los ingredientes que tengáis en la cocina.


Para 4 personas
  • Berros 250 g
  • Judías canela (alubias) 250 g
  • Patata 2
  • Calabaza 250 g
  • Costilla de cerdo 400 g
  • Agua 1500 ml
  • Laurel hoja1
  • Mazorca de maíz dulce (piñas de maíz) partidas por la mitad2

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total55 m
  • Elaboración10 m
  • Cocción45 m

La víspera, dejamos las alubias canela en remojo como para cualquier receta de legumbres. Al día siguiente, comenzamos dorando las piezas de carne para no cocinarlas en crudo ya que así aportarán más sabor a nuestro potaje canario.
Mientras se doran vamos preparando el resto de ingredientes, picando los berros en trozos, pelando y picando la calabaza y pelando y cortando las patatas en pedazos irregulares, desgarrando un poco el corte para que después nuestro caldo quede más trabado.
Una vez dorada la carne, añadimos las patatas, la calabaza, las mazorcas de maíz, los berros y el laurel, cubriendo todo de agua y poniéndolo al fuego. Si usáis olla rápida, estará listo en 45 minutos desde que salgan los dos anillos. Si preferís la cocción tradicional, os llevará aproximadamente dos horas para que todos los ingredientes estén en su punto.
Una vez terminado el potaje, retiramos el laurel y le damos el toque especial, preparando un gofio escaldado con un poco del propio caldo de nuestro potaje, aunque en algunas zonas no se hace esta operación sino que se sirve con el gofio en polvo aparte. Como casi todos los guisos y potajes, está mucho más rico si se come al día siguiente, por lo que recomendamos prepararlo de víspera.



Potaje De Berros Pakus Paso Elaboracion



El potaje de berros canario es un plato de cuchara consistente que se puede comer perfectamente como plato único. Lo tradicional es servirlo acompañado con quesos canarios y un bol con gofio de millo o maíz para que cada uno se sirva a su gusto.


 
CREMA DE BONIATO Y COCO


Crema de boniato y coco





Creo que probé mi primer boniato con 30 años o así. Tengo un lejano recuerdo -quizá sea una fantasía- de que mi madre se negaba a consumir estos tubérculos "porque ya había comido suficientes después de la guerra", un argumento que esgrimía también con los garbanzos. Pero mientras éstos últimos sí entraban en casa, y por la puerta grande, el boniato jamás apareció. Seguramente no era un alimento muy apreciado en el País Vasco, porque tampoco me suena haberlo visto en las tiendas o en casas de amigos.

Si mi madre ya había comido bastantes boniatos en la multicolor posguerra franquista, yo estoy lejos de llenar mi cupo, a tenor del placer que experimento con este producto y del uso intensivo que hago de él en otoño, cuando está en temporada. El boniato es como una patata pero más vistosa -su pulpa es naranja- y bastante más dulce. Me gusta de todas las formas, pero pienso que funciona especialmente bien en platos exóticos, combinado con elementos picantes y ácidos.

La receta de hoy no deja de ser una crema normal y corriente, con ligeros toques orientales: leche de coco en vez de nata, un poco de chile, jengibre fresco, comino y lima. Juro por mí y por todos mis compañeros que está buenísima, y que sorprende por lo relativamente ligera que resulta al no llevar ni patata ni cremaza.



Dificultad

Para botarates.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 800 gr. de boniatos
  • 1 litro de caldo de verduras o de pollo
  • 400 ml de leche de coco
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
  • 1 cucharadita de comino
  • 1 guindilla o chile rojo fresco (en su defecto, seco)
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 lima
  • Cilantro (opcional)
  • Aceite de girasol
  • Sal
Preparación

1. Poner un chorro de aceite de girasol en una cazuela grande a fuego suave. Rehogar un par de minutos el jengibre, el comino y la guindilla picada. Añadir el boniato pelado y cortado en rodajas, más un chorrito de zumo de lima. Remover, salar y dejar que se haga lentamente hasta que esté blando y se pueda aplastar con una cuchara o tenedor de madera.

2. Mojar con el caldo, la leche de coco y el azúcar, remover y dar un hervor suave de unos 5-10 minutos. Triturar. Si el boniato tiene muchas hebras, conviene pasarlo por el chino. Y si la crema ha quedado muy espesa, se le puede añadir un poco más de caldo y mezclar bien.

3. Servir la crema caliente en boles o platos hondos con cilantro picado por encima y unas gotas de zumo de lima.

 
Receta de estofado de carne



Cazuela Barro Estofado



A fuego muy lento, sin prisas, esta es la forma de preparar el mejor estofado de carne. Dejando que los ingredientes vayan caramelizando poco a poco. Con tiempo y paciencia, así es como cocinaban nuestras abuelas y esta es la filosofía compartida con Cervezas Alhambra que no debemos dejar que se pierda.



* Ingredientes:
400 g de carne de ternera troceada,
300 g de patatas,
5 zanahorias,
1 cebolla,
1 ajo,
1 pimiento verde,
1 cucharada de pimiento choricero (su carne),
4 cucharadas de salsa de tomate,
1 hoja de laurel,
romero,
sal,
pimienta negra recién molida
y aceite de oliva.

* Preparación:

Ponemos un poco de aceite en la cazuela de barro y pochamos la cebolla y el ajo bien picados.
Cuando estén transparentes, echamos el pimiento verde cortado pequeño y dejamos que se vaya haciendo.
Salpimentamos la carne y la incorporamos al sofrito. Cuando esté dorada, echamos la carne de pimiento choricero y el tomate.
Damos unas vueltas y agregamos las zanahorias cortadas en rodajas junto a las patatas limpias y troceadas, el romero y la hoja de laurel.
Cubrimos el estofado de carne con agua, tapamos y dejamos cocer a fuego lento hasta que los ingredientes estén hechos y la carne quede tierna.

 
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