Cócteles. Buena compañia.

CANDIEL, EL COMBINADO ALCOHÓLICO QUE DABAN A NIÑOS DÉBILES
Durante buena parte del siglo XX, en muchos lugares de Cádiz los niños tomaban un combinado a base de vino de Jerez, azúcar y yema de huevo. Los padres se lo proporcionaban para espabilarlos o abrirles el apetito.



Candié bebida


El Red Bull de antes era casi igual de perjudicial para los niños. CARLOS DONCEL



CARLOS DONCEL
12/07/2020

El candiel o candié fue una bebida tonificante que tomaron muchos niños gaditanos de mediados del siglo XX. Solo tenía un pequeño problema: llevaba alcohol. En una época de alacenas casi vacías y chiquillos enclenques, los padres y madres de entonces preparaban a sus hijos un combinado a base de vino de Jerez —oloroso o dulce, generalmente—, yema de huevo y azúcar para darles un chute de vitalidad. No era raro, por tanto, ver por las calles a críos de 10 u 11 años con más energía que un parque eólico, después de unos buenos lingotazos a aquel líquido de color anaranjado.

"Recuerdo que me lo preparaba mi madre con moscatel para que me viniera arriba o para abrirme el apetito. Tendría yo unos 12 añillos o así", comenta Pepi Morales, vecina de 58 años de Trebujena, una localidad muy cercana a Jerez de la Frontera. Al igual que ella, Mariángeles Jiménez, sanluqueña nacida en 1951, también se acuerda de su primera experiencia alcohólica: "Dos de mis tíos trabajaban en bodegas, y cuando venían de clarificar los vinos traían un montón de yemas de huevo sobrantes. Con ellas hacían candié, que me daban como revitalizante cuando tenía cinco o siete años". Como evidencian estos testimonios, en aquellos tiempos los Tribunales de Menores andarían muy liados con otras cosas.


Una bebida centenaria

Los orígenes del candiel se remontan, como poco, al siglo XVIII. En el segundo tomo del Diccionario de Autoridades, publicado en 1729, se definía como "espécie de caldillo o mojo, que se hace con vino blanco, hiemas de huevo, azúcar y otras espécies, y sirve para sazonar y guisar poll*s, gallinas y otras aves cocidas. Es mui apetitoso y usado freqüentemente en Andalucia y otras partes [sic]". De esta entrada se deduce que en un principio se usaba para condimentar guisos de carne, y que el léxico fálico no era tan amplio como ahora. Ya en 1783 desaparece del diccionario de la Real Academia esa referencia como combinado sazonador, y en la acepción de candiel se lee: "Manjar delicado que se hace con vino blanco, yemas de huevo, azúcar y otras especies. Úsase freqüentemente en Andalucía y otras partes”.



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La yema de huevo es uno de los ingredientes fundamentales para elaborar este cubata infantil. PIQSELS



"Es una bebida inglesa que no sé si en un principio elaboraban con jerez. Es de suponer que candiel provenga de la adaptación de las palabras candy (golosina, dulce) y egg(huevo)", afirma Beltrán Domecq, presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar. Una teoría con bastante fundamento, pues tal y como afirma Beltrán, "la presencia de ingleses en las bodegas de Jerez fue muy importante". "Mi familia materna es de origen inglés, y de hecho mi bisabuelo fundó Williams & Humbert". Además, la entrada británica en los vinos jerezanos coincide temporalmente con la aparición del combinado en el diccionario, ya que, según recoge la web del Consejo Regulador, ingleses, irlandeses y escoceses "se establecen en la zona durante los siglos XVII y XVIII".

Una muestra del arraigo que tenía este cóctel vigorizante en la sociedad británica está en los libros de Charles Dickens. Concretamente en el capítulo XXIII de su obra Dombey e hijo, publicada en la década de 1840, en el que un personaje le aconseja a Paul Dombey hijo que, si sufre de debilidad corporal, se tome “la yema de un huevo, batida con azúcar y nuez moscada, en un vaso de jerez”. Paul era menor, así que no era algo exclusivo de España eso de darle un copazo al crío para que se activara.


El peligro de que lo tomaran niños
Esta bebida nació hace siglos y en tierras británicas, pero no olvidemos que en España el consumo infantil del candiel llegó hasta los años setenta del XX. Bien a modo de elixir fortificante, o también como remedio para que el niño accediera a comer lo que se hubiese cocinado.
"Es posible que esta bebida abriera el apetito de los niños, porque el consumo de alcohol se relaciona con un incremento en el hambre a través de distintos factores", explica Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de alimentos. Según cuenta, la ingesta alcohólica dificulta la transformación de glucógeno a glucosa por parte del hígado, "lo que reduce el nivel de glucosa en sangre y puede aumentar las ganas de comer". En cuanto a su supuesto poder tonificante, esta tecnóloga de alimentos opina que "probablemente lo que se conseguía era cierta desinhibición provocada por el alcohol, sin ningún matiz positivo".

Lo que sí está claro es la aberración que esto suponía: "Los efectos del alcohol en niños son más acusados que en adultos. Puede afectar al desarrollo de órganos vitales e interferir con los procesos hormonales, además de afectar a su desarrollo cognitivo", apunta Beatriz Robles. Y como con el candiel la oferta de peque-bebercio se quedaba corta, durante esta época también se puso de moda administrar a los chiquillos vinos quinados. El despiporre absoluto.

La quina, otro copazo infantil
Los vinos quinados, al igual que el candiel, se enmarcan dentro de esas bebidas alcohólicas "medicinales" que tanto se extendieron en España en el XIX y el XX, tal y como recogió el líder comidista Mikel López Iturriaga en este post. Ya en los setenta se empezó a tomar conciencia de los efectos nocivos que el alcohol tenía en los más pequeños, pero hasta entonces el desconocimiento general les dejó ciscarse sus copichuelas.



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A nadie le parecía extraño que saliera un niño en un cartel de una bebida alcohólica. EL LADRÓN DE TOALLAS / ROUSG291



"La quina se hace mezclando vino con esencia del árbol de la quina, de donde se extrae la quinina. Además a esto se le añade almíbar o miel, dependiendo de si se usa vino dulce o seco, para contrarrestar el amargor de la quina", ilustra el bodeguero Antonio Barbadillo, que el año pasado sacó al mercado el vino K de Quina bajo su marca Sacristía AB. "Se les daba como tonificante a los niños débiles o para que les entrara hambre. Recuerdo que cuando de pequeño me daban quina me comía el almuerzo de un león", bromea este enólogo sanluqueño.

Aunque tradicionalmente se usa la corteza del árbol de la quina con ese fin, Beatriz Robles asegura que "no hay evidencia científica que lo pruebe". "Así que, como en el caso anterior, es muy probable que el efecto sobre el apetito se deba a la presencia de alcohol", concluye esta nutricionista. En definitiva, era el componente etílico lo que hacía que los niños tuvieran hambre o se activaran. Lo mismo que le ocurre a muchos que, al salir de la discoteca, se comen un kebab del tamaño de un camión cisterna.

La quina aún se sigue comercializando bajo distintas marcas, como la Kina San Clementede las bodegas Málaga Virgen. Por su parte, el candiel quedó como un recuerdo más que contar para una generación que creció dándole tragos. Mis padres pertenecen a ella y, aunque quizá no exista una relación causal, lo cierto es que en mi casa no falta la Cruzcampo. Maldito candié.


 
CÓCTEL HELADO DE NECTARINA Y TEQUILA


100% libre de pelitos melocotoneros



Es cítrico, se toma frío y te pone un poco alegre: la nectarina es una de las estrellas del verano, y además de comértela también puedes beberla en cócteles sabrosos como el que proponemos hoy.




ALFONSO D. MARTÍN


Con la llegada del calor me convierto en una masa inmóvil e incapaz de pensar en platos calientes, y creo que no soy el único (de hecho los productores de gazpacho viven, en parte de este fenómeno). Lo único que me da un poco de energía es pensar en ingerir cosas frías, refrescantes y gélidas; qué mejor para solventar ese problema que un cóctel helado.

La nectarina está de temporada, como sabrá cualquiera que haya ido a hacer la compra alguna vez en el último mes. Es una fruta ligeramente ácida, pero con un toque dulce que supera en todos los aspectos al melocotón -esto es ciencia exacta- y a su irritante y peluda piel. Es asequible y se encuentra fácilmente en cualquier supermercado. En resumen, una maravilla de la naturaleza.

Para hacer este cóctel necesitaremos congelar unas cuantas nectarinas, y es importante que nos acordemos de quitarles antes el hueso (o nos cargaremos la batidora). Lo acompañaremos de zumo de lima, chile, menta, tequila, vinagre y un sirope en el que maceraremos parte de la fruta para obtener todo su sabor. Puede parecer que intervienen muchos sabores ácidos, pero os prometo que el sirope lo redondea todo y el resultado es de lo más equilibrado.


Dificultad
Más fácil que encender el fuego en plena ola de calor.

Ingredientes
Para 4 personas
  • 5 nectarinas (3 congeladas y maduras; 2 frescas y ácidas)
  • 45 g de azúcar
  • 2 limas
  • ½ jalapeño (o al gusto)
  • 3 cucharadas de vinagre blanco
  • 100 ml de tequila (un poco al gusto)
  • 250 ml de agua
  • Unas ramas de menta
  • Cubitos de hielo
Preparación
  1. Quitar los huesos a las nectarinas maduras, trocearlas y congelarlas dentro de un recipiente cerrado al menos tres horas antes de preparar el cocktail.
  2. Preparar el sirope mezclando el azúcar y el agua en un cazo. Cuando llegue a hervir, añadir las nectarinas frescas cortadas en gajos, la mitad del jalapeño en rodajas y un ramillete de menta. Dejar a fuego bajo 10 minutos y apagar. Esperar 30 minutos a se mezclen los sabores y se enfríe.
  3. Colar el sirope en la jarra de servir y añadir el vinagre, el zumo de una lima, las rodajas de otra, el jalapeño, el tequila y un par de hielos.
  4. Triturar a máxima potencia las nectarinas congeladas y añadir a la jarra. Mezclar. Servir al momento con hojas de menta y gajos de la nectarina del sirope.

 
HOY TOCA TIKI

Hoy toca tiki



Nada evoca unas vacaciones en esa playa paradisíaca como un cóctel (más o menos) polinesio. Es la hora de coger el pareo y volar a Honolulu con la ayuda del ron, la lima y el curaçao.




MAR CALPENA

Si lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en tiki son bares decorados con loros disecados y sillas de ratán, en los que ponen bebidas dulzonas decoradas con una sombrilla y humo artificial, te estás perdiendo el esplendor de una cultura coctelera tan rica como divertida.

El padre y la madre del estilo tiki fue Don the Beachcomber, pseudónimo bajo el que se escondía Ernest Raymond Beaumont Gantt, un tejano que durante la Prohibición hacía contrabando de rones. Don creó el primer club pseudopolinesio, en el que se servían bebidas inspiradas en las del Caribe. Esto ocurría en los años treinta, cuando los clubs no eran discotecas sino lugares donde la gente iba a cenar, y posteriormente a bailar. Don the Beachcomber (nombre también del local) era el lugar al que iban las celebrities de Hollywood a ser vistas.

Su más ilustre competidor fue Vic Bergeron, quien fundó la cadena rival Trader Vic’s, y a quien se atribuye la invención del Mai Tai, el gran cóctel –junto con el Zombie–, de la coctelería tiki. La nostalgia por los Mares del Sur de los veteranos de la 2ª guerra mundial, el boom económico de posguerra y la incorporación de Hawai como estado a EEUU son otras de las razones de su longevo éxito, que aquí llegaría más tarde y ha resurgido gracias a la labor de investigación del historiador Jeff Berry.

Hemos preguntado a tres ilustres bartenders, Oriol Elías y Vasco Martins, del Bar Tahitíen Barcelona, y a Mauri Jiménez, del catering de coctelería Cocktails perquè sí para que nos cuenten todos los intríngulis de este estilo. Y esto nos han respondido:

¿Hace falta tener muchos tipos de ron en casa?
“Respecto a los rones, no puedes tener solo tres, pero seis ya es una buena base. Uno dorado de Jamaica, otro oscuro también de Jamaica, un ron blanco, un ron overproof, un ron de demerara y un ron dorado de Puerto Rico o Cuba”, comenta Jiménez.

¿Y hacen falta sombrillitas, flamencos rosas, humo para decorar...?
“El tiki llegó a España con el turismo de masas”, dice Martins, “que además coincide con el inicio de la etapa de decadencia de la coctelería que duraría hasta el cambio de milenio. Así que la versión que nos llegó ya estaba algo degradada, cuando en su momento los cócteles tiki eran caros y selectos.”. ¿Y esas copas tan fantásticas? “Originalmente, las bebidas se presentaban en la misma cristalería que el resto de combinados”, dice. “Las tiki mugs, que son esas tazas con diseños tan extremos, aparecen en los setenta. Uno de los principales fabricantes mundiales está, por cierto, en Toledo”.

¿Son cócteles muy alcohólicos? ¿Empalagan?
“Los hay más alcohólicos que otros, pero no es cierto que todos conlleven un pelotazo”, afirma Elías. “Sí que un cóctel como el Zombie puede ser muy fuerte de sabor, para quien no esté acostumbrado a beber”, dice Elías, “pero no todos son así. Y son cócteles muy equilibrados, en los que la proporción de dulce, ácido y ron funciona muy bien, lo que los hace refrescantes y suaves. Para endulzar y aromatizar suelen emplearse siropes que les dan un sabor muy característico”.

¿Son complicados de hacer o conseguir estos siropes?
“No, pero dan un poquito de trabajo, y requieren tiempo de maceración”, prosigue Elías. “El tiki depende en gran medida de la calidad de los ingredientes, por lo que sí vale la pena hacer los siropes uno mismo si se puede. Los tres básicos son el Orgeat, el Falernum y el Pimento dram. El primero tiene base de almendra y agua de azahar. En el segundo encontramos clavo, piel de lima, almendra, jengibre... Y en el Pimento dram lo que predomina es la pimienta malagueta y el ron overproof de Jamaica, que es de alta graduación. Pero hay gente que lo odia”.

¿Por qué pidiendo un mismo cóctel tiki me sirven cosas tan distintas?
Porque Don the Beachcomber se hartó de que otros bares le “robaran” los bartenders y éstos se llevaran sus recetas. Así que comenzó a escribirlas en clave. Pero algunas de ellas se las llevó a la tumba, y a veces las reconstrucciones no son del todo fidedignas. Cuenta Martins que “ veces ni siquiera las apuntaba. Embotellaba premezclas, les ponía una etiqueta de Don’s Mix Nº 2, por poner un ejemplo, y ahí se acababa todo”. Además, la rivalidad entre the Beachcomber y Bergeron llevó a que ambos se atribuyeran la autoría del Mai Tai, aunque Jeff Berry, que es la máxima autoridad mundial en el tema, se la atribuye al segundo.


Mai Tai como dios manda (según nuestros expertos)

Dificultad

Baja, aunque si te haces tú mismo el Orgeat tardarás algo más.


Ingredientes
Para un cóctel
  • 30 ml. de ron dorado de Martinica
  • 30 ml. de ron oscuro jamaicano
  • 30 ml. de zumo de lima
  • 15 ml. de curaçao seco
  • 75 ml. de orgeat
  • 75 ml. de almíbar doble (es decir, en proporción 2:1 de azúcar y agua)
Preparación
  1. Enfriar una coctelera con hielo en cubitos.
  2. Verter todos los ingredientes dentro y agitar quince segundos.
  3. Verter el líquido, sin los cubitos, en un vaso. No hay que filtrarlo, por lo que habrá que ir con cuidado para que los cubitos no pasen de la coctelera a la copa.
  4. Acabar de llenar el vaso con hielo pilé.
  5. Decorar con una ramita de menta y una cereza.

 
REBUJITO: ¿GENIALIDAD O CRIMEN CONTRA EL JEREZ?
Para 'The New York Times Cookbook', la mejor bebida veraniega de todos los tiempos. Para algunos defensores del jerez, una guarrerida. ¿Cómo podemos hacer un rebujito digno que contente a todos?



MIKEL LÓPEZ ITURRIAGA


El rebujito se puede ver de dos formas: como un milagro o como un pecado. Para unos, la popular combinación de jerez y refresco de lima es todo un hallazgo, porque contra todo pronóstico sus sabores encajan a la perfección en un combinado idóneo para el calor. Para otros, cargarte un vino echándole Sprite o Seven Up y aguachándolo con hielo debería considerarse delito, y es otra prueba más de la burricie de nuestros paladares.

¿Quién tiene razón? ¿Los detractores que reivindican la grandeza del jerez? ¿O los que defienden que el rebujito es "la mejor bebida veraniega de todos los tiempos", como dice The New York Times Cookbook? ¿Se puede crear una versión digna que contente a todos y todas? Para responder a estas preguntas reunimos a José Claro, coctelero y defensor del rebujito, y Mónica Rosón, sumiller y nada defensora del combinado, en el Premier Sherry Cocktail Bar de Sevilla. José nos dio una receta clásica y una más modernilla: para ver si convencieron a Mónica (y aprender a prepararlas en casa, porque entre tú y yo, estaban buenísimas), no tienes más que ver el vídeo de arriba.



 
BEBIDAS DE VERANO: LIMONADA DE SANDÍA


Bebidas de verano: limonada de sandía


Refresca más que un frigodedo. / EL COMIDISTA.




MIKEL LÓPEZ ITURRIAGA


Martha Stewart es de esas personas a las que debería detestar: su mundo de ama de casa perfecta americana, su breevandecampismo y su tendencia a la cursilería cuqui de manualidad de Pinterest la sitúan a años luz de lo que me gusta y me interesa. Sin embargo, no puedo dejar de sentir amor por esta auténtica gurú del mariestilo de vida en Estados Unidos. Me encanta su sentido del humor, que demuestra en cada aparición televisiva. Me encanta que haya estado en la cárcel y no se haya venido abajo. Me encantan sus desastrosas fotos de comida en Twitter. Y sobre todo me encantan sus recetas, que apetecen casi siempre y no fallan casi nunca.

La limonada de hoy, que continúa la serie de bebidas de verano iniciada con el batido de melón y aguacate, está adaptada de una de la web de Martha. Junta tres frutas que se llevan muy bien -limón, lima y sandía-, y las mojitifica con el añadido de la menta machacada. Es difícilmente superable en cuanto a poder refrigerante, y admite con bastante facilidad el añadido de tu alcoholazo favorito si es que estás necesitado de evasión dionisíaca. Vamos, que es un exitazo.



Dificultad
Debes saber exprimir un limón.


Ingredientes
Para 2/3 personas
  • 1/3 aproximadamente de sandía
  • 1 limón
  • 1 lima
  • 8 hojas de menta
  • Miel (opcional)

Preparación
1. Pelar la lima y machacar la peladura en un mortero o taza con su jugo y la menta. Verter todo en el recipiente en el que vayamos a preparar la limonada.
2. Triturar la sandía, colarla para obtener su jugo y verterlo en el recipiente.
3. Terminar con el zumo de limón. Probar, y si resulta muy ácida (dependerá de lo dulce que esté la sandía), añadir miel al gusto. Servir muy fría.


 
Cóctel CAYO SOMBRERO


Ingredientes
1 1/2 oz (45 ml) ron especiado
1/4 oz (8 ml) triple seco 3/4 oz (22 ml) jarabe de azúcar
1/4 oz (8 ml) jugo de limón
1 oz (30 ml) jugo de piña 1 oz (30 ml) j
ugo de mandarina 1/2 oz (15 ml)
clara de huevo
1 gota de esencia de vainilla
3 gotas de Angostura
1 rodajita de jengibre fresco


 
MICHELADA VERANIEGA


Michelada veraniega


Premio Nobel para el que inventó esto. / VICENS GIMÉNEZ.




MIKEL LÓPEZ ITURRIAGA

Desde que probé por primera vez la michelada hace unos 300 años, profeso una devoción sin límites por ella. Este jariguay mexicano integra tres elementos que me apasionan: el frescor de la cerveza helada, la acidez de la lima, el picante del tabasco. Es imposible no sentirte redivivo después de tomarte una michelada en un día de calor, supongo que por el efecto subidón del líquido, el chile y la sal.

El cóctel se puede hacer de mil maneras: hay quien le pone zumo de tomate o clamato, un producto mágico compuesto de tomate, especias y extracto de almeja. Como estamos en verano, yo he elegido una versión lo más ligera y fresca posible, que no pretende ser ni la original, ni la única, ni la mejor (aunque no sé para qué me esfuerzo en decir esto, porque me apuesto un brazo a que habrá comentarios en plan "eso no es michelada", "la michelada auténtica se hace así", bla, bla, bla, bla). Si se quiere potenciar el picante, se puede añadir un poco de chile molido o pimienta de cayena al cóctel o a la sal del borde del vaso.


Dificultad

No hay que ser Speedy Gonzalez.


Ingredientes

Para 1 persona

  • 1 cerveza muy fría
  • 1 lima
  • Tabasco
  • Salsa Worcestershire (Perrins)
  • Jugo Maggi (opcional)
  • Sal

Preparación

1. Poner sal en un plato. Mojar un vaso grande y poner el borde sobre la sal para que se quede pegada.

2. Añadir hielo, zumo de lima al gusto (dos cucharadas puede estar bien), una pizca de sal y unas gotas de tabasco, de salsa Worcestershire y de jugo Maggi si lo encuentras.

3. Terminar con la cerveza bien fría y servir inmediatamente.


 
Bebidas saludables y caseras para refrescarte el verano
Alcohol, colorantes, edulcorantes, azúcares añadidos, estabilizadores, conservantes... Empinamos el codo, y mucho, para hidratarnos. No te conformes. Estas son los opciones para calmar la sed estival


Foto: Foto: iStock



Por
Verónica Gayá
08/08/2020




Aprieta el calor, y entre terracita y terracita, cenitas con los amigos y aperitivos, la sed es lo de menos para un buen trago cervecero o un chispeante refresco. La cerveza es para siete de cada diez españoles mayores de 18 años uno de los elementos más representativos del verano. Bebemos cerca de 50 litros por cabeza cada año de cerveza, más otros 50 litros de refrescos.

Alcohol, colorantes, edulcorantes, azúcares añadidos, estabilizadores, conservantes... Empinamos el codo, y mucho, para hidratarnos a base de estas bebidas ya sean solas, mezcladas, light o azucaradas, con o sin alcohol, tónicas o isotónicas.

"Bebemos cerca de 50 litros por cabeza cada año de cerveza, más otros 50 litros de refrescos"

El agua
Es la reina indiscutible de la mejor hidratación, no nos parece suficientemente festiva, otras veces queremos escapar de su rutina, o darle un toque especial al calor estival, por eso, con su permiso, te damos algunas ideas de bebidas refrescantes y saludables que podrás hacer en casa, o animarte a pedir en los bares.


1- Aguas de frutas

Estas originales y vistosas bebidas están cada vez más de moda. Son una forma muy original de darle un toque de sabor al agua, que además permite una innovación constante de combinaciones y nuevos sabores.


Basta con echar al agua tus frutas preferidas en trozos grandes y, si lo deseas, alguna hierba aromática. Te recomendamos que pruebes la de pepino y kiwi, la de mandarina y fresa, o la de frambuesa y menta. Añade unos cubos grandes de hielo y tómala a cualquier hora del día.


Fíjate en los restaurantes y chiringuitos porque cada vez son más los que las tienen en sus cartas o incluso a disposición de los clientes en garrafas grandes que tú mismo puedes servirte.


2. Agua de melón. Esta receta es una versión un poco más elaborada que la anterior, para ello tendrás que triturar medio melón, exprimir un limón pequeño o una lima, mezclarlos y añadir un poco de agua y, si quieres, algo que le de un toque dulce (miel o azúcar de caña). Para decorarlo puedes poner frambuesasenteras. Enfríalo en la nevera y añade hielo cuando lo vayas a servir.



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Sangría sin alcohol
Sabemos que la sangría es una de las favoritas del verano, pero a veces no pasa nada si la sustituimos por otras opciones más saludables, una opción perfecta también para invitar a tus amigos que no pueden o quieren beber alcohol. Aquí la base es el mosto: por cada litro, que puede ser del morado o del verde y batirlo con un puñado de arándanos para que le den color y un sabor muy especial, añade el zumo de dos naranjas y el de un limón, y al igual que su versión alcohólica, ponle hielo y trozos de frutas al gusto, puedes utilizar melocotón, naranja, lima, plátano, naranja... ¡al gusto!


Smoothies
Seguro que ya has visto más de un puesto especializado en esta especie debatido helado. Esta bebida, que nos llega directa desde Estados Unidos, donde lleva décadas triunfando, si bien se elabora con productos naturales, frutas ylácteos, es una bebida mucho más contundente, más rica en azúcares y de la que tampoco hay que abusar. Existen tantos smoothies como frutas y verduras o combinaciones se te ocurran, la clave para elaborarlos es añadirles algún lácteo, como leche (de vaca, de avena, de coco...) o yogur, y algún edulcorante (azúcar, miel, sirope de arce, dátiles...).


Si los ingredientes que has elegido son muy líquidos, por ejemplo si has elegido naranja, fresa y leche, puedes añadir espesantes como la chía, el lino o la avena para darles consistencia. Además puedes darles un toque personal añadiendo canela en polvo, nuez moscada, hojas de menta o extracto de vainilla. Y, ¡por supuesto!, no olvides añadir el hielo y batir muy muy bien para darle esa textura cremosa que identifica al smoothie (smooth en inglés significa delicado)


Te recomendamos el de zanahoria, piña, espinacas y manzana (al que igual tienes que añadir un poco de agua), el de mango, vainilla y leche de almendra(que puedes hacer con mango congelado) y el veraniego smoothie de sandía y melón, al que puedes añadir chía y menta.



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Té frío
El té es una bebida muy saludable, que en España sin embargo nos resistimos a tomar en verano. Dejando de lado bebidas tipo refresco hechas a base de té, que no dejan de ser una fuente de azúcares a lo loco, podemos optar por enfriar nuestros tés preferidos, e incluso añadir hierbas y especias que combinen con esta versión fresca.

Puedes hacer el té igual que siempre y dejarlo enfriar, o bien, si no tienes tiempo, ponle hierbas extra para ayudar a que coja sabor aunque el agua no esté caliente.Te recomendamos el té verde con cúrcuma y jengibre, o el negro con un toque de limón y fresas.

Mojito sin gin
Pocas cosas hay más refrescantes que la menta y el limón, así que, por qué no, anímate a preparar esta bebida sin alcohol para tus copas antes o después de la cena. Te hará falta el zumo de un limón (más alguna rodaja de lima o limón para decorar), algún edulcorante como azúcar moreno o azúcar de coco, una rama de menta, agua con gas y hielo picado. Mezcla y no agites.



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Leche preparada
Para las tardes más dulces te recomendamos esta receta alicantina súper fácil de preparar. Pon a calentar un litro de leche junto tres cucharadas de azúcar, una rodaja de limón y un palito de canela, remueve constantemente y cuando rompa a hervir retira del fuego. Enfría en la nevera unas horas y ¡listo!


Granizados en casa
Es posible. Si no tienes heladera puedes hacerlo mezclando el zumo (o café) con hielo y batiendo, aunque esta opción es la más rápida, todo se queda un poco más insípido. Aunque más tedioso es mejor meter la mezcla ya preparada, y edulcorada si hiciera falta, en el congelador, e ir dándole vueltas cada media hora hasta que congele.


Puedes hacerlo con zumos de frutas, café, té..., o incluso con las recetas de sangría y mojito. Te recomendamos el de frutos rojos (moras, frambuesas, fresas, zumo de limón y azúcar a partes iguales), el de piña y coco, que puedes hacer con zumo de piña natural y agua de coco, y el de limón y romero, (zumo de limón, agua y azúcar con unas ramitas de romero).

 
Limonada de fresas y jengibre

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Estamos acostumbrados a los refrescos de naranja, de limón, de piña…, pero el de jengibre nos resulta un poco curioso, aunque la verdad es que las cosas exóticas son cada día más cotidianas



El jengibre es un condimento muy utilizado en la cocina asiática en la elaboración de sopas, carnes, pescados, postres e incluso bebidas. Es un sabor levemente picante pero que refresca mucho e incita mucho las papilas gustativas.

Lo podemos encontrar fresco, seco, encurtido, en jarabe, cristalizado….

Para preparar el refresco vamos a utilizar 2 tipos: el fresco y el confitado.



Ingredientes (para 6 vasos):
  • 1 litro de agua
  • 100 gr de azúcar
  • 40 gr de jengibre fresco pelado
  • 100 gr de fresas
  • zumo de 2 limones
  • 1 limón cortado en rodajas
  • 4 hojas de menta cortadas en juliana
  • unos dados de jengibre confitado
  • hielo picado o en cubitos

Elaboración de la limonada de fresas y jengibre:

Pon en una cazuela el agua, el azúcar y el jengibre. Hierve el conjunto durante 5 minutos. Deja que se enfríe y cuélalo a un vaso americano.

Añade las fresas y el zumo de limón Tritura bien y sirve.

Añade unos hielos a cada vaso y decora cada uno con una rodaja de limón, unos dados de jengibre confitado y unas hojas de menta picadas en juliana.

¡Qué rico! Y ¡Que refrescante!
 
HARD SELTZER: LA MODA DE VENDER ALCOHOL COMO SI FUERA UN REFRESCO
Llega a España una bebida que triunfa en Estados Unidos: presume de ser baja en calorías y perfecta para celíacos, pero enmascara que tiene una graduación alcohólica de un 4,5%. Casi como una cerveza.



El rollito que llevan está chulo, la verdad




ALMUDENA ORTUÑO
Una ola procedente del Atlántico ha golpeado la costa de la Península en pleno verano, con la promesa de refrescar nuestras vidas, aunque más bien suponga un baño de ambigüedades: ante todos ustedes, la Hard Seltzer. Una bebida carbonatada cuyo contenido alcohólico es equiparable al de una cerveza clásica, con una graduación de 4,5%, pero que recurre al imaginario inofensivo para presentarse ante el gran público. No conforme con ello, también se atribuye una serie de propiedades saludables: en Estados Unidos se ha convertido en una auténtica sensación entre el segmento juvenil, así que en España, donde no contamos con ninguna normativa específica que regule el etiquetado de bebidas alcohólicas -en serio-, podría terminar haciendo su agosto.

Las marcas de cerveza artesanal han sido las encargadas de importar el invento al mercado patrio y se han valido de reclamos comerciales muy controvertidos para promocionarlo, empezando por "el toque moderado de alcohol", siguiendo por el "bajo contenido calórico" y llegando a afirmar que es una bebida "adecuada para cualquier público", e incluso recomendable para los celíacos al no contener gluten. Los expertos están en desacuerdo. "Cualquier dosis de alcohol es contraria a un patrón de alimentación saludable y está directamente relacionada con el riesgo de padecer enfermedades, incluyendo determinados tipos de cáncer", advierte el nutricionista Julio Basulto.

No les gusta a los nutricionistas. "¿A que has escuchado que el vino y la cerveza son buenos para el corazón o aportan dosis de magnesio? Pues resulta que era mentira", compara Juan Revenga. No les gusta a los abogados. "Creo que podría hacer un presunto uso fraudulento de la normativa, al ser una bebida alcohólica que se atribuye propiedades saludables dudosas", indica Francisco José Ojuelos. Tampoco es que entusiasme a las asociaciones de consumidores: "Es importante entender que el perfil nutricional de los productos sin gluten es muy similar al de sus homólogos con gluten, para bien y para mal", comentan desde la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE). Pese a todo, las autoridades competentes consienten.


Historia de un desembarco
Si traducimos su nombre de manera literal, la Hard Seltzer (también llamada Spiked Seltzer o Hard Sparkling Water) vendría a ser una "soda dura": la malota de la clase. Hay que remontarse siete años para conocer la historia de esta bebida, que fue inventada por la cervecera Nick Shields en Westport (Connecticut) y lanzada al mercado a finales de 2013. Tuvo que pasar un tiempo para que se popularizara, algo a lo que contribuyó notoriamente White Claw, que se creó en 2016 y rápidamente se convirtió en la marca más reclamada. El boom definitivo se produjo en 2019, cuando un youtuber californiano las mostró en un vídeo e, involuntariamente, se obró la magia: las Hard Seltzer registraron un crecimiento de mercado del 169% en apenas un año.
Ahora que ya tienen su entrada en Wikipedia y mueven unos 500 millones de dólares al año, se están importando a todos los confines del mundo, empezando por países tan anglosajones como Canadá, Australia o Reino Unido, y siguiendo por otros como el nuestro. "La bebida que arrasa entre los millennials de Estados Unidos", así se presenta Wave, una de las marcas pioneras en la introducción de las Hard Sletzer en el mercado español. Detrás de ella se encuentra Cervecera Península, fábrica artesanal de Alcobendas (Madrid), que ha trabajado en el desarrollo de su propio producto durante ocho meses. Ahora lo publicita como "una alternativa perfecta para celiacos o quienes quieran consumir una bebida alcohólica con menos calorías".



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De primeras parece sanísimo, sí. WAVE



El fundador y maestro cervecero de la empresa, Román Jové, nos explica que quieren "satisfacer una necesidad del consumidor de tener una bebida fermentada, sin gluten y con menos calorías", que además pueda ser consumida "en cualquier momento y con pocos sacrificios". Al preguntarle hasta qué punto es conveniente resaltar las cualidades saludables de una bebida alcohólica, su respuesta es tajante. "En ningún momento nos hemos comparado con una bebida sin alcohol, somos muy claros y repetitivos en que es una bebida con alcohol", asegura. Lástima que la palabra no figure en ninguna parte de la lata: ni delante, ni detrás, ni en el listado de ingredientes. Sí que está el porcentaje de volumen (4,5%), el '+18' y el logotipo de una embarazada tachado.
No es cuestión de centrarse en una marca: ya hay, y seguramente habrá, otros casos en España. La fábrica cervecera Savis, con sede en Marbella (Málaga), presentó esta primavera su nueva bebida Hard Seltzer. Podrían haberla comercializado bajo el sello de la casa, pero optaron por un nombre distinto para el nuevo producto, al contrario que gigantes como Budweiser, considerando que no es cerveza "y no queremos confundir". Por otra parte, la compañía B&B Brew & Spirits, más conocida por su marca Birra & Blues, y situada en Massalfassar (Valencia), ha lanzado una ronda de financiación para impulsar la producción de "una novedosa bebida que está triunfando en Estados Unidos", con "bajo contenido en carbohidratos, azúcares y calorías", ¿adivinas cuál?


La peligrosa 'inocencia' de estas bebidas
Hemos probado la Hard Seltzer de Wave y el sabor es bastante suave, con los aromas de lima limón que promete el envase. Como dicen desde la compañía, constituye "una bebida fresca, transparente y fácil de beber". Savis cuenta con variedades de fresa, de cereza o de hierbabuena, por ejemplo. Al eliminar el sabor amargo de la cerveza, y añadir una buena dosis de azúcar, la tentación se presenta ante cualquiera, incluso ante aquellas personas a las que no les gusta el alcohol. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa), el 68% de adolescentes son consumidores habituales de bebidas ‘energéticas’ y, una vez que superan la barrera de los 18, les resulta más que sencillo el salto a los híbridos.

De los creadores de cerveza sin alcohol para vender más alcohol, puesto que te permite acceder a patrocinios deportivos y eventos juveniles, llegan todas esas bebidas despreocupadas que crean futuros bebedores. En Cervecera Península son tajantes: "Creemos que el producto deja muy claro que tiene alcohol y su consumo es para mayores de 18 años. Al ser nuevo, lo hemos enfocado con una imagen fresca que representa lo que somos, una empresa joven y dispuesta a romper el molde", asegura Jove. Basulto opina distinto: "Es una posición ambigua, porque la línea de comunicación nos sugiere a todos un público objetivo muy concreto, pero no es nada que no hayamos visto antes con las cerveceras. Y al final, se está atacando a un consumidor vulnerable"



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En plan surfer y tal. HARD SELTZER



Entonces, ¿es 'más' saludable?
Si atendemos a la composición de la Hard Seltzer, nos encontramos con que se elabora a partir de agua carbonatada, aromas de frutas y -dato importante- alcohol. Mientras en Estados Unidos se opta por fermentar azúcar de caña o cebada malteada, lo habitual en Europa es añadir alcohol neutro o recurrir a la fermentación de la fruta; a partir de aquí, cada marca tiene su receta. "No es mejor ni peor que la cerveza y la Coca-Cola. Se encuentra a medio camino en el infierno", estima Juan Revenga, nutricionista de cabecera en el canal, quien siempre nos alerta sobre los refrescos azucarados y la piel de cordero de las bebidas alcohólicas.

Julio Basulto acaba de publicar un libro con el pediatra Carlos Casabona, que se titula Beber sin sed y dedica un capítulo completo a las mentiras de la industria del alcohol. En él se recogen datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como que su consumo mata a tres millones de personas cada año, sobre todo hombres, o que desde 2012 se sitúa en el grupo uno de elementos cancerígenos, "Pero si alguien muere por cáncer de pulmón, pensarás antes que ha sido por el tabaco que por la cerveza", sugiere. Partiendo de esta base, considera absurdo hacer comparativas sobre si una bebida alcohólica es más o menos saludable que otra.

Por si el riesgo de muerte no te parece un argumento de peso, vamos con otro. Pensar que una copita de vino de vez en cuando, o una bebida alcohólica "reducida en calorías", te va ayudar a adelgazar es equiparable a creer en los Reyes Magos. "Cualquier ingesta continuada de alcohol está directamente relacionada con la ganancia de peso", indica Basulto. Tanto Revenga como Basulto coinciden en que el problema más grave y urgente que se produce en el caso de las Hard Seltzer es el flagrante engaño publicitario. "Las marcas de alcohol no pueden poner determinadas cosas sobre el etiquetado del producto, ni hacer cierto tipo de anuncios, así que recurren a otras estrategias de marketing para lanzar sus mensajes. Pero me parece extremadamente peligroso que traspasen la línea de atribuirse propiedades saludables", alerta Juan. "Tengo mis dudas sobre la legalidad de que se hagan declaraciones de salud en referencia a una bebida alcohólica, como estoy viendo ahora", secunda Julio. En este punto, ambos me recomiendan hablar con Francisco José Ojuelos, abogado y autor del libro El derecho a la nutrición, que ha reseñado infinidad de fraudes publicitarios en materia nutricional.

Etiquetar al límite de la legalidad
El reglamento 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo establece, en su Artículo 4.3, que en las bebidas con una graduación superior al 1,2 % en volumen de alcohol no podrán figurar declaraciones de propiedades saludables. Y en el caso de las declaraciones nutricionales, precisa que solo estarán autorizadas aquellas que hagan referencia a "los bajos índices de alcohol o a la reducción del contenido de alcohol o de energía". Entonces, si Wave escribe sobre su lata que es una "bebida fermentada reducida en calorías", ¿lo está haciendo bien o mal? Pues si nos vamos al listado de declaraciones nutricionales de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), nos encontramos con que solamente podrá declararse que un alimento posee "un valor energético reducido" cuando este se haya aminorado, "como mínimo, en un 30 %" con respecto a otro. Y se le obliga a indicar "la característica que provoca dicha reducción".


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El etiquetado de una lata de Wave. ALMUDENA ORTUÑO



"Así que detecto varios problemas en este producto. Por un lado, que no se señala en ninguna parte la característica que provoca la reducción del valor energético. Por otro, que no sé con qué alimento análogo se está comparando para decir que tiene un 30% menos", desmonta el letrado. Porque aunque el porcentaje de disminución de la Hard Sletzer cuadra pasmosa, y hasta sospechosamente, con respecto a una cerveza tradicional (una lata de 33 cl tiene 150 calorías y una de Wave, 99; un 30% menos), ¿no habíamos quedado en que esto no era cerveza? ¿En que se trataba de una bebida alcohólica 'alternativa'? "En conclusión, parece que se están intentando acoger a una comparativa entre dos bebidas diferentes, y no tendría validez. Claro que registra menos calorías que la cerveza, porque no lleva cebada ni es cerveza", zanja Ojuelos.

Pobre Hard Sletzer, tampoco goza del afecto de la ley. Más allá del presunto uso fraudulento del artículo 4.3, otros aspectos controvertidos en el análisis de la bebida es el aspecto juvenil y los colores divertidos. "Esto entra en otros ámbitos, como la publicidad engañosa, y nos habla de hasta qué punto hemos llegado con la permisividad del alcohol en España", prosigue el experto: "Al no tener una ley que sea clara en materia de bebidas alcohólicas, nos encontramos con que algunos productos se presentan como si fuesen simples refrescos. Sería necesario que, al menos, los envases hicieran referencia a los efectos nocivos del abuso del alcohol, como pasa con el tabaco". Solo tenemos la Ley 33/2011 de Salud Pública, y no menta la palabra 'alcohol'.
El lobby de las bebidas alcohólicas ha conseguido evitar hasta en cuatro ocasiones la publicación de una Ley Antialcohol en España, tal y como se explica en este artículo de El Comidista. El poder del sector tiene mucho que ver con su porcentaje de participación en el PIB, donde las bebidas alcohólicas suman más del 2% (solamente la cerveza, el 1,3%). Parte del éxito de las Hard Sletzer en Estados Unidos ha venido dado por su regulación legislativa ya que, al no ser cerveza, queda fuera de la jurisdicción del Alcohol and Tobacco Tax and Trade Bureau y entra dentro de la Food and Drug Administration, que se muestra más permisiva. Aquí vamos por el mismo camino.


Las asociaciones de celíacos tampoco la aplauden
Pues bien, ya tenemos a los amantes de las cervezas artesanales, que se fían de las marcas que producen la Hard Seltzer en España. También al público no-tan-cervecero, atraído por los nuevos sabores, y puede que a los jóvenes que están experimentando. ¿Quién nos falta? Pues claro, ¡los celíacos! Ese colectivo que las firmas de alimentación han convertido en su cajón desastre. En lo que vuelve a ser una clara comparación con la cerveza, Wave insiste en la ausencia de gluten.

Al habla María van der Hofstadt, técnico de investigación en la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE): "Para el colectivo es muy importante que la población general entienda que una dieta sin gluten no implica 'más saludable' y que comer sin gluten tampoco adelgaza. Se quita el gluten porque existe un colectivo que, por una cuestión de salud, no puede consumirlo, pero el resto del perfil nutricional del producto es muy similar al de sus homólogos. Por ejemplo, una galleta, con o sin gluten, siempre será una galleta". Lástima que el hígado celíaco no sea inmune y se rinda a la cirrosis como el resto de los mortales.

 
COMO HACER EL COCTEL PALOMA LINDA


Ingredientes
1 1/2 oz (45 ml) mezcal
1 oz (30 ml) jarabe de remolacha
1/2 oz (15 ml) sirope de agave
1/2 oz (15 ml) jugo de toronja
1/2 oz (jugo de limón



 
COMO HACER EL APEROL SOUR





Ingredientes

2 oz (60 ml) Aperol 1
oz (30 ml) jugo de limón
1/2 oz (15 ml) jarabe de azúcar
1 oz (30 ml) clara de huevo
2 golpes de Bitter Angostura
 
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