Cuando veo junto a este par imagino que bendicen cierta forma de inercia de la sociedad que permite que aún sigan ahí pese a los escándalos, a la corruptela generalizada (material y moral) de padre, cuñado, hermana, a la publicación de intimidades que son hoy de público conocimiento y que los hace descender hasta transformarlos en personajes de tele-realidad. Me sorprende menos el paripé permanente (no viven para otra cosa y eso les permite seguir enriqueciéndose) que la poca lucidez que ha guiado a este hombre, a quién se ve hoy más rancio que nunca y desfavorablemente envejecido, a elegir a esta mujer. Cada vez que la veo pienso en Olympia, la muñeca mecánica de los Cuentos de Hoffmann. Eso en cuanto a apariencia. Su actitud en Palma fue tan escandalosa y quedó tan al descubierto que pensé (ingenuamente) que no podría recuperarse en términos de imagen. Es indudable que harán lo imposible por mantener el chiringuito. Hoy más que nunca.