Cementerios. Arquitecturas y curiosidades.

Tumbas de mascotas
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Es admirable y me tienes impresionado por el fondo de arte funerario --que lo es-- que posees.
Muchas gracias @Antxo por tus visitas a este hilo, al que te noto un "especial cariño".
Calidad, amenidad y arte, se dan la mano en tus aportes.
Saludos y buenas noches.
Serendi,
 
Monumento a Barry en el cementerio Des Chiens en Paris
Barry (1800-1814) fue un San Bernardo de rescate en los montes suizo que salvó 41 vidas. Por desgracia su cuerpo fue entregado a un taxidermista y doscientos años después de su muerte se conserva en el Museo de Historia Natural de Berna (Suiza).
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La tumba de Johnny Morehouse
Johnny era un niño de 5 años que se encontraba jugando junto a un canal en Miami en los años 1860 cuando cayó al agua. Su perro intentó rescatarle pero desgraciadamente el pequeño falleció. Durante las siguientes semanas el perro permaneció junto a la tumba del niño esperando que volviera.
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Buenas tardes @enmanuelle , gracias por entrar en este Hilo, y también por tus posteos.
Con tu permiso, voy a poner en texto, tu anterior enlace. Un saludo, Serendi

8 cementerios para descubrir el necroturismo

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Ana García Mellado - 8 de October de 2013 - Publicado en: Rutas, Turismo rural
¿Te estás preguntando qué es el necroturismo? Muy fácil, es el turismo de cementerios. Una opción más que interesante para pasar el día de Halloween y aprovechar el Puente de Todos Los Santos. En España se empezó a hablar de esta tendencia hace relativamente poco, pero lleva varios años desarrollándose en Europa.



Y es que un cementerio no es sólo el lugar donde se entierra a los muertos. Es, en muchas ocasiones, un foco muy interesante de cultura local y arte con estilos arquitectónicos que van desde el neogótico hasta el art nouveau. Es un reflejo, en el fondo, de la sociedad y también, por qué no decirlo, lugar de culto para seguidores de ciertas personalidades importantes a lo largo de la historia, como por ejemplo Julio Cortázar en el cementerio de Montparnasse en Francia, o Jim Morrison en el de Père-Lachaise.

Mitos y celebridades a parte, en Europa se ha creado una ruta de los cementerios y la Asociación Europea de Cementerios Singulares que recomienda visitas a ciudades como Oporto, Florencia, Estocolmo, París, Londres, Cracovia o Atenas. Hoy te presentamos nuestra particular ruta por los cementerios españoles para que descubras qué es eso del turismo en camposantos.

1. Cementerio de Luarca, Asturias

Uno de los más bellos y antiguos de la Costa Cantábrica. En él encontrarás la tumba de Severo Ochoa. Conocido como “La Atalaya”, este rincón tiene las mejores vistas de la zona.
Casas rurales cerca de Luarca, Asturias



2. Cementerio de Comillas, Santander

Podrás visitar las ruinas de una iglesa parroquial gótica de los siglos XV-XVI y magníficos mausoleos. La escultura que define la imagen del cementerio es la del Ángel Exterminador, obra de Josep Llimona.
Casas rurales en Comillas, Santander

3. Cementerio de Montjuïc, Barcelona

Fue inaugurado en 1883 y forma parte, junto con el de Poblenou, de la ruta de los cementerios de Barcelona, creada en 2004. En él se descansas personalidades como Isaac Albéniz o Joan Miró.
Casas rurales cerca de Montjuïc, Barcelona



4. Cementerio de Monturque, Córdoba

Desde su interior podrás acceder a las cisternas romanas, único cementerio de España que tiene en su interior una zona arqueológica. Forma parte de la Ruta Europea de Cementerios.
Casas rurales en Córdoba

5. Cementerio Inglés, Málaga

Data del siglo XIX, fue el primer cementerio protestante de España y fue concebido como un jardín botánico con monumentos sepulcrales y tumbas que cuentan con elementos clásicos, neogóticos y modernistas. Una de las primeras tumbas que albergó fue la de Robert Boyd fusilado en 1831.
Casas rurales en Málaga

6. Cementerio de La Almudena, Madrid

Es el principal cementerio de la Comunidad de Madrid y el más grande de España. Podrás contemplar una gran cantidad de monumentos conmemorativos, como los monumentos a los Caídos de la División Azul o el monumento a las Trece Rosas.
Casas rurales en Madrid



7. Cementerio de Polloe, San Sebastián

No puedes pasar por alto que en este cementerio se encuentra enterrada la feminista Clara Campoamor.
Casas rurales en San Sebastián

8. Cementerio del Fin del Mundo, Fisterra, A Coruña

No lo podemos ocultar, es uno de nuestros favoritos. Es un cementerio civil situado en Fisterra, el lugar donde los romanos rendían culto al sol y creían que era el fin del mundo. Curioso lugar en el que César Portela proyectó su obra. Es un camposanto libre, sin cercos y que se va adaptando a la topografía de la zona. Ha sido reconocida como una de las mejores obras funerarias del mundo, formada por 14 cubos de granito proyectados hacia el mar desde el acantilado. De lo más curioso que te puedes encontrar.
Casas rurales cerca de Fisterra, A Coruña



¿Qué te parece? ¿Te animas con el necroturismo?
 
La mujer que da nombre a los muertos del mar Mediterráneo



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Gran parte de las tumbas de los migrantes aparece con la inscripción 'desconocido' en en Sicilia. Getty



La investigadora siciliana Giorgia Mirto recorre los cementerios del sur de Italia contando e identificando a los fallecidos en el Mediterráneo en su intento de llegar a Europa

Los naufragios invisibles del Mediterráneo

El Gobierno italiano adopta un duro decreto contra los migrantes

"Desconocido número 7. Encontrado por la M.M. [barco de la Marina Militar italiana] 'Dattilo'. Naufragio 11/07/2015", dice el pequeño cartel sobre una de las 120 sepulturas, la mayoría sin nombre, del cementerio de Santa María dei Rotoli de Palermo. Giorgia Mirto apunta cada detalle en un pequeño cuaderno. Desde 2011 esta investigadora de la Universidad de Bolonia recorre los cementerios del sur de Italiacontando los muertos de los naufragios para conocer el número aproximado de fallecidos y dar una respuesta a las familias de aquellos que un día partieron hacia Europa y nunca regresaron.

La última tragedia se produjo hace sólo unas semanas cuando al menos 100 personas, entre ellas una veintena de niños, perdieron la vida en el Canal de Sicilia al naufragar la lancha neumática en la que habían partido desde las costas de Libia. Sólo unos 55 pudieron ser rescatados por los guardacostas libios, que les condujeron a un centro de internamiento en el país africano devolviéndoles al infierno del que intentaban escapar.

No se sabe con exactitud cuántas personas viajaban a bordo de esta lancha que naufragó ni cuántos cuerpos sin vida descansan para siempre en el Mediterráneo. Los cadáveres que llegan a la costa representan menos del 50% del total, según estimaciones. Y de éstos, sólo una pequeña parte es identificada. La mayoría terminan sepultados en un cementerio del sur de Italia en una tumba anónima.

Desde 2013 Giorgia Mirto colabora con Cruz Roja Internacional para elaborar una base de datos que ayude a identificar los miles de cuerpos sin nombre enterrados en Italia. Antes lo hizo para el proyecto 'Border of Death', impulsado por la profesora Tamara Last de la Universidad Vrije de Amsterdam, que pretendía averiguar cómo la política europea incidía en la mortalidad de los migrantes que intentan alcanzar las costas de Italia, España, Grecia, Malta y Gibraltar. Desde entonces esta investigadora siciliana de 30 años busca en el registro civil de los ayuntamientos y en los archivos de los cementerios pero, como no siempre se registran las actas de defunción de los migrantes, no le queda otra que patearse los campos santos.

"Hay que pensar que las familias de las personas sin identificar que están sepultadas aquí no han vuelto a tener noticias de ellos", explica la investigadora. Esa circunstancia no sólo les impide "elaborar el luto" sino que también les aboca a un "limbo jurídico" en sus países de origen. Los muertos dejan a viudas o huérfanos que nunca llegan a ser reconocidos como tales porque no existe un certificado oficial de defunción. "Hay mujeres que no pueden contraer un nuevo matrimonio o hijos que no pueden heredar", condenando para siempre su futuro. "Son personas olvidadas en este trozo de tierra".

Cruz Roja Internacional cruza los datos que recoge Mirto con la información que la organización obtiene directamente de los familiares de los desaparecidos: en qué fecha y desde qué puerto salieron, si tenían algún rasgo particular que les pudiera identificar... Cuando se tienen suficientes indicios, se compara el ADN de los fallecidos con el de los familiares, que en muy pocas ocasiones consiguen viajar hasta Italia para poder reconocer a sus muertos. Con este sistema han conseguido dar un nombre a cerca del 25% de los migrantes enterrados en Sicilia desde 2013.

Desde Cerdeña hasta Calabria, en casi todos los cementerios del sur de Italia hay tumbas de migrantes muertos en el mar. También en ciudades portuarias como Génova o Livorno porque en el pasado muchos llegaban escondidos en barcos mercantiles, no sólo a bordo de barcazas. "Ahora pensamos que la inmigración es un fenómeno nuevo pero ya en los años noventa llegaban inmigrantes a Apulia desde Albania". En algunos pueblos los vecinos han cedido la propia tumba familiar para enterrar a estos muertos anónimos. "Hay gente que cuida de estas sepulturas como si fueran propias pero otras veces vienen enterrados en nichos que parecen fosas comunes, como ocurre en Catania", lamenta.

En comparación con el resto de Europa, Italia está a la vanguardia en la identificación de muertos en el Mediterráneo. Existe un comisario extraordinario del Gobierno que se ocupa de personas desaparecidas y un equipo multidisciplinar que junto a Cruz Roja y algunas ONG trabajan para encontrar a los familiares en los países de origen.

En octubre de 2013 más de 400 personas perdieron la vida en dos trágicos naufragios cerca de Lampedusa. Y dos años más tarde, una embarcación con unos 800 migrantes a bordo se hundió en el Canal de Sicilia. Gracias a las muestras de sangre, a las fotos de Facebook y a otros datos 'ante mortem', unas 60 familias pudieron reconocer a sus muertos. "Son muy pocos y las cosas están empeorando", señala Mirto. "Yo cuento sólo los que llegan, que son los únicos que pueden ser identificados. La mayoría mueren y se quedan en el mar porque ya no están las ONG trabajando en la zona para rescatarlos".

Al menos 1.500 personas perdieron la vida en el Mediterráneo intentando alcanzar las costas europeas entre enero y julio de 2018, según calcula la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Pero se teme que la cifra podría ser mucho más elevada ya que la mayoría de los cuerpos no son recuperados ni identificados. Desde agosto no hay barcos de rescate frente a las costas de Libia. La política de inmigración impulsada por el ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, ha dejado sin testigos a esta esquina del Mediterráneo convertida desde hace años en un inmenso cementerio de tumbas sin nombre.

http://www.elmundo.es/internacional/2018/09/25/5ba4fd5c268e3ec3288b45eb.html





 
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