Casos sin resolver.

Este tema a mi me chirría bastante.
Desaparecieron unas pocas semanas antes que las niñas de Alcàsser, y lo mediático del otro caso hizo que este quedase prácticamente en el olvido.
La historia es muy similar a la de Alcàsser: dos chicas jóvenes (amigas) con ganas de salir de su pueblo de siempre y estar en otro ambiente de fiesta desaparecen, y casualmente la última vez que se las ve es haciendo autoestop.
Os dejo un link con la historia más detallada:
El caso guarda similitudes con Alcasser.

Le dedicaron unos minutos en un programa Equipo de investigación en el que hablaban de desapariciones. La única testigo que hay es una señora que iba con su sobrina, las vio subir a un coche blanco e indicar a un individuo que iban a Aguilar de Campoo.

La madre de una de ellas sostuvo que alguien las había engañado, lo que no cuadra con lo que afirma la mujer acerca de que le indicaban al conductor a dónde debía llevarlas. Quiero decir que, como Alcasser, parece más bien producto de la casualidad y la mala suerte.

Con el tema conspiranoico de Alcasser también se dijo que las tres niñas habían quedado con alguien, y que no se habían subido a cualquier coche, por decirlo de alguna manera. Siempre pensé que esa posibilidad era absurda, como demuestra el caso de estas chicas desaparecidas en Palencia.

Lo único positivo que se puede sacar de todos estos casos es que los adolescentes tomaron conciencia del peligro de hacer autostop.
 
Las desapariciones en cruceros son mucho más normales de lo que pensamos. Se cree que desde el año 2000 han desaparecido alrededor de 200 personas solo en las compañías estadounidenses.
En los cruceros han desaparecido cientos de personas en los últimos años: ¿qué pasa?
"Los hombres desaparecen más a menudo que las mujeres, la edad media es de 44 años y la noche en la que más desapariciones se producen es en la última, asociadas a las borracheras de la fiesta de despedida".
"los lugares de Estados Unidos donde más caídas por la borda se producen son California y Florida; además, muchas de las personas que cayeron de la embarcación estaban haciendo lo que la página denomina “estupideces”, como hacer equilibrismos en la barandilla o intentar saltar del balcón de un camarote a otro"
"Muchas de las agresiones que se producen a bordo no son denunciadas
: “En la práctica, hay muchos crímenes que no se reportan al FBI o que el FBI elige no desvelar al público americano”, lamentó en dicha ocasión, como recoge 'Time'. “Tomen como ejemplo el hecho de que durante un período de 15 meses, el FBI reportó un único caso de abusos sexuales en Norwegian Cruise Line; sin embargo, los informes revelados durante la investigación mostraron que en realidad eran 23 "
Los cruceros son un lugar ideal para delincuentes.

Fichan a alguien que se le vea tiene dinero. Se hacen amigos, y en una noche de fiesta lo despluman y luego lo tiran al mar desde el camarote. Nunca los encuentran (a los desaparecidos) pq de noche es cuando el barco navega.

Lo que me extraña es que la Polciia no tenga una relación de "habituales" de los cruceros.
 
En Netflix han estrenado "Misterios sin resolver", el 3er capítulo es el del francés Xavier que mató a toda su familia y los enterró en el jardín de su casa y se encuentra desaparecido.

Sólo he visto esos tres primeros capítulos pero están muy bien, casos sin resolver, creo haber leído que hay uno sobre OVNIs, los demás son de homicidios y desapariciones.
 
El doble crimen del bar Joan

En esta serie debía estar el brutal asesinato la madre y el hijo que regentaban un local en el Eixample barcelonés

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Agentes de los Mossos d'Esquadra buscan huellas en el interior del bar Joan de Barcelona, situado en la calle Provença 338 (Alberto Estévez / EFE)

Mayka Navarro
30/08/2020 02:30 | Actualizado a 30/08/2020 07:46

Maria Carles Solé hacía tiempo que se ayudaba de un par de muletas. Con cada vez más dificultades para mantenerse erguida a sus 85 años, seguía acudiendo a diario a su bar, el Joan, a echar una mano en la cocina a los dos hijos que lo regentaban.

La rutina aquel 23 de febrero del 2010 era la de casi todos los días. Una empleada había trabajado en el turno de los desayunos y las comidas, y ya a última hora del martes, habían quedado tras la barra los miembros de la familia. Se había hecho de noche y quedaba poco para echar la persiana. La hija Maria Àngels Foix se adelantó hasta casa, muy cerca del bar, para ir preparando la cena. La madre y su hijo Josep, de 55 años y con la visión reducida, se quedaron haciendo la caja.

El bar Joan sigue ubicado a día de hoy en un chaflán privilegiado del Eixample, en el número 338 del tramo de la calle Provença que da directamente a la avenida Diagonal. En esos días se estaban haciendo obras en el túnel del AVE y todos esos comercios habían quedado acorralados sin apenas luz tras unas vallas. El tinglado había generado quejas en unas semanas en las que se habían producido sucesivos atracos violentos en varios establecimientos de esa misma zona.

Una hora después, preocupada porque los suyos no habían llegado ni respondían al teléfono, regresó y le sorprendió ver la persiana bajada pero con un solo candado, en lugar de los dos que debía haber y todas las luces del interior apagadas. En la acera había sangre y en el interior los cuerpos de su madre y su hermano sobre sendos charcos de sangre. Todo estaba revuelto, tocado, alterado, manoseado. Con una herramienta de gran tamaño habían hecho palanca para reventar el cajetín de la maquina tragaperras, habían saqueado la caja registradora y a las dos víctimas les habían golpeado con un objeto contundente hasta destrozarles la cabeza. Una auténtica salvajada incomprensible para robar un escaso botín a dos víctimas sin capacidad de defensa ni resistencia.

Dos años después del crimen, el juez interrogó y dejó en libertad a dos sospechosos que fueron investigados

El asalto generó una gran consternación porque la familia era la tercera generación que regentaba un bar de barrio de toda la vida, en el que seguían viviendo y donde todo el mundo les apreciaba. El grupo de homicidios de los Mossos d’Esquadra de Barcelona trabajó en un escenario caótico en el que, a pesar del desorden y la improvisación de los autores, recogieron todo tipo de vestigios, huellas, muestras genéticas que debían servir para dar con los atroces autores. Una de las investigadoras de guardia participó en la inspección ocular con una barriga inmensa y un primer hijo a punto de nacer que no paraba de moverse. Se visionaron horas de imágenes de las cámaras de seguridad de los alrededores sin ningún resultado esclarecedor.

El caso se investigó como una prioridad, indagando entre los grupos criminales que estaban actuando de manera similar aquellos mismos días en la zona. A partir de una conversación que escuchó una persona los mossos se fijaron en dos sospechosos que pertenecían a una banda organizada que actuaba con herramientas parecidas a las que abandonaron los asesinos en el bar Joan. Eran dos delincuentes nacionales, bregados y muy violentos, que actuaban en pareja aquellos días porque el resto del grupo estaba en prisión. El día anterior al crimen, uno de ellos amenazó con un martillo a otra víctima: “Te reviento la cabeza”. Un martillo que podía coincidir con las lesiones que presentaba una de las víctimas del bar Joan. El 28 de junio del 2012, dos años después del crimen, los dos hombres fueron llamados a declarar ante el juez, que tenía ante si un informe policial con las sospechas que recaían sobre ellos. Ante el juez negaron los hechos y ofrecieron una coartada que no se pudo desmontar. Hace tres años que el grupo central de homicidios de la División de Investigación Criminal asumió la investigación. Nadie olvida este caso, ni el del bar Joan, ni todos los que aún quedan por cerrar.

 
Creo que no está puesto este caso de Nuria Ester Escalante, que por falta de pruebas contra los sospechosos, ha sido sobreseído.


La familia de Nuria Ester no recurrirá el sobreseimiento provisional de la causa


La familia de Nuria Ester Escalante, desaparecida en octubre de 2018, no recurrirá la decisión judicial que decreta el sobreseimiento provisional del proceso que investigaba la desaparición de la mujer alicantina de 52 años desaparecida la madrugada del 31 de octubre en s’Arenal de Sant Antoni.

El titular del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, Santiago Pinsach, acordó el sobreseimiento ante la falta de pruebas que incriminen a los cinco sospechosos detenidos en su día por la Guardia Civil.

En este sentido, Josep Maria Costa, abogado de la familia de Nuria Ester, indicó que el archivo era «prácticamente inevitable» porque, según argumentó, en la isla no existen los recursos suficientes para llevar a cabo una investigación de esta complejidad.

El letrado solicitó en su día una prórroga pero, según remarcó, «ha ocurrido lo esperado porque no se han puesto los medios que solicitamos».

A principios de abril de 2019, el juez Pinsach decretó la puesta en libertad del único de los cinco sospechosos que por entonces permanecía encarcelado. Dos meses antes, el 21 de febrero, el juez había realizado una reconstrucción de los últimos movimientos de Nuria Ester por la zona de s’Arenal donde se captaron las últimas imágenes de la mujer desaparecida la madrugada del 31 de octubre de 2018.

Tras aquella prueba de reconstrucción, Costa subrayó que «el sospechoso ha caído en potentes contradicciones». La abogada del principal sospechoso solicitó nuevamente la puesta en libertad ya que «no habían pruebas incriminatorias».

El juez ordenó la puesta en libertad y el letrado de la familia de Nuria Ester volvió a insistir en que se tenía que haber reclamado «el apoyo de la UCO desde un primer momento. Con los medios y recursos humanos y técnicos que hay en Ibiza, es imposible realizar una investigación de esta complejidad», lamentó.

19 meses sin Nuria Ester

Camino de los 20 meses sin noticias sobre el paradero de Nuria Ester, el caso de la desaparición de la alicantina de 52 años queda en «modo de espera».

Días después de su desaparición, la Guardia Civil arrestó a cinco hombres con los que la mujer había estado durante sus dos semanas en la isla. El hallazgo de su maleta y restos de sangre en la habitación de uno de ellos desencadenó la investigación. Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la avenida Doctor Fleming mostraron las últimas imágenes de Nuria Ester. 19 meses después su caso sigue siendo un misterio sin resolver.

 
Aurora Mancebo se fue con los ángeles
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Aurora Mancebo se despidió de sus padres la noche del 27 de febrero del 2004 con una de sus sonrisas. “Vuelvo en un rato. Me voy”. La joven de Tarragona tenía 24 años.
Nunca regresó.

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Carteles sobre la desaparición de Aurora Mancebo en las calles de Tarragona, en el 2004 (Marc Arias)

Mayka Navarro
BARCELONA 23/08/2020 00:31 | Actualizado a 23/08/2020 10:57

Lo único que llevaba encima Aurora la última noche que salió de su casa fue una Biblia que habían regalado a sus padres cuando se casaron y que la joven ocultaba envuelta en un fular.

Ni bolso, ni dinero, ni cartera, ni documentación, ni su teléfono móvil. Nada más que esa Biblia.

Doce días después de su desaparición un vecino que paseaba con su perro localizó su ropa en el bosque. Había sangre en el cuello y en una manga del abrigo y en los botines. Allí estaba la Biblia.

En esa misma casa en la que la vieron por última vez de una urbanización a las afueras de Tarragona con jardín convertido en huerto, los padres de Aurora esperan sin sobresaltos la próxima diligencia ordenada por el juez que dirige el caso.

Tiene que ver con una nueva búsqueda en un pozo que se encuentra bajo unas ruinas en un terreno municipal que hay junto a unas parcelas de la familia del que 17 años después sigue siendo el único sospechoso de la desaparición de la joven.

Hace tres años, investigadores del grupo de homicidios de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) central desplazados a El Morell ya echaron un vistazo a ese mismo pozo durante la inspección de otros en los que se contó con la ayuda del geofísico Luis Avial y su georradar.

Quedaba pendiente ese escondrijo y es ahora cuando el juzgado ha dado el visto bueno para gastar 25.000 euros en apuntalar las ruinas y asegurar la zona para que puedan trabajar con seguridad los investigadores.
Búsqueda de Aurora Mancebo, en una imagen de archivo

Búsqueda de Aurora Mancebo, en una imagen de archivo (Xavi Jurio)
¿Confían en la nueva búsqueda? “Espero más un milagro. Quizás encuentren a Aurora moviendo unas tierras para construir una casa...” Lo reconoce al teléfono María Dolores Leirós, la madre que en estos 17 años se ha refugiado en su familia, su hijo, sus dos nietos y ha hecho una vida muy recogida sin demasiadas ganas de salir de su casa.

José Luis Mancebo ya pintaba y desde que a Aurora no la dejaron volver se dedica en cuerpo y alma al pincel.

Los días pasan, pero no es cierto que el tiempo lo cure todo, sostiene María Dolores. “Se aprende a vivir con su ausencia, a tirar adelante con el dolor, nada más”.

Los legajos de la investigación con el caso de Aurora Mancebo están en el despacho de uno de los dos grupos de homicidios que la Policía Nacional tiene en el complejo central de Canillas, en Madrid.

La investigación de la desaparición empezó de manera chapucera en Tarragona y no fue hasta dos meses después que aterrizaron los policías de los servicios centrales que se identificó al sospechoso y se consiguió la declaración de un amigo contando que el otro le había confesado que pasó la noche teniendo relaciones sexuales con Aurora en su coche, que esta murió, que se asustó y que se deshizo del cuerpo en unos terrenos de El Morell.

El sospechoso, que sigue 17 años después imputado, firmando periódicamente en un juzgado en Baleares, negó siempre cualquier relación con Aurora, incluso dijo que no la conocía y pasó poco más de dos meses en prisión provisional.

Ni siquiera aguantó su coartada. Dijo que aquella noche la pasó entera en casa de sus padres, pero en el sumario aparecen hasta tres llamadas del teléfono fijo del domicilio familiar al móvil que usaba el joven en ese momento.

Aurora, que había logrado salir de un duro bache psicológico con ganas renovadas de vivir, había confesado a su psicóloga que su vida había cambiado mucho.

Entre los últimos textos que escribió a modo de diario habló de unos “ángeles” que la estaban ayudando.

 
Los enemigos del Gordo: asesinato con bomba lapa en Viladecans

Xavier Jaume Peña tenía 45 años cuando explotó el artefacto que alguno
de sus múltiples enemigos le colocó en los bajos de su coche.

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Interior del parking de Viladecans dónde explotó una bomba lapa (Mayka Navarro)

MAYKA NAVARRO 24/08/2020 01:58 | Actualizado a 24/08/2020 20:56


El grupo de homicidios de la región metropolitana sur de los Mossos d’Esquadra presume con razón de tener un expediente impecable de resolución de crímenes. En las dependencias de la comisaría de Sant Feliu de Llobregat sólo hay tres carpetas con diligencias de muertes criminales pendientes. La bomba lapa adherida al Volkswagen Polo que destrozó a Xavier Jaume Peña en el parking de un edificio de viviendas de Viladecans el 30 de noviembre del 2017 tenía la indiscutible firma del crimen organizado. Tres años cuesta poner nombre a los autores.

La víctima tenía tantos enemigos como casos en los que había estado involucrado como sospechoso: narcotráfico, extorsión, tentativa de homicidio por encargo. Los investigadores confiaban en el análisis de los técnicos de los Tedax, el área de desactivación de artefactos explosivos de los Mossos d’Esquadra, a partir de los restos que resistieron a la explosión. El primer informe indicaba que se trataba de un artefacto muy sofisticado, que explotó en cuanto la víctima accionó la llave de contacto y que tenía la carga de explosivos precisa para destrozar el vehículo sin provocar daños colaterales en la estructura del edificio. Así fue. El estallido provocó un cráter bajo las ruedas del coche del Gordo, pero el resto de los vecinos del inmueble del número 6 de la calle Santiago Rusiñol i Prats no perdieron sus casas.

La investigación sigue abierta y pese a las dificultades se realizan nuevas diligencias. En las últimas semanas los responsables del Tedax, que tampoco han dejado de dar vueltas a lo que recuperaron del artefacto y restos de explosivos, comunicaron a sus colegas de homicidios que tenían la opción de realizar nuevas pruebas aprovechando una tecnología y medios que entonces no tenían.


Los Tedax de los Mossos harán nuevas pruebas a los restos del artefacto usando otras técnicas y medios


El Gordo
se sentía amenazado. En los últimos tiempos había vuelto a tocar la droga. Sabía que muchos se la tenían jurada y tomaba sus precauciones. No hacía ni tres meses que había llegado al piso de Viladecans y mantenía la costumbre de cambiar frecuentemente de coche por si acaso le seguían.

Pero quien lo quería muerto lo encontró y lo asesinó. En noviembre del 2014 salió de prisión tras pagar una fianza de 10.000 euros después de que los Mossos le identificaran como el cabecilla del grupo que amenazó con bombas y atacó con artefactos explosivos el prostíbulo Paradise de La Junquera, en diciembre del 2012. Nunca se pudo aclarar a las órdenes de quién realizaron esa campaña por el control de la prostit*ción en la frontera.

Hijo de una familia del Maresme, Xavier Jaume se convirtió en el 2012 en el sospechoso del tiroteo en Lloret de Mar contra Gabriele Biondo , un italiano considerado capo de la mafia que coordinaba desde Catalunya operaciones de narcotráfico de la N’Drangheta con los cárteles colombianos.

La familia Biondo, Gabriele, su mujer embarazada y su hijo pequeño, salían en vehículo de la urbanización Els Pinars cuando fueron tiroteados desde una moto y un coche. El padre y el hijo recibieron cinco disparos y lograron sobrevivir pese a las heridas. La mujer identificó a Xavier Jaume pero se negaron a colaborar con los investigadores. Querían hacer las cosas a su manera y juraron venganza.

Pablo Escobar eliminaba a sus enemigos con explosivos en sus vehículos, y la mafia siciliana acabó así con la vida del juez Giovanni Falcone . Quien fuera el que mató al Gordo escogió un método de matar que es en sí todo un mensaje.

 
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