El error ha sido el lugar de celebración (es un vestido para una catedral) y la fecha del año. Este vestido más velo más zapatos son una joya. Al mismo nivel, o casi, que los dos vestidos de las dos nueras jóvenes de la Casa Ducal de Luxemburgo. Tiene más elaboración y elegancia, pone un cuerpo más regio, que el vestido que eligió la Duquesa de Cambridge, Kate Middleton, tan simplón y predecible. Este vestido pide una tiara o una corona. Por lo demás, un diez. La novia tiene brazos de jilguero, acentúa su brazo flaco. La novia se arremanga los faldones. Una dama se derrite con porte y actitud, no se ventila o airea los bajos, tampoco pone caras ni retuerce el cuerpo.
Boda de Charlote Wellesley y Alejandro Santo Domingo. El Rey Juan Carlos invitado. Granada.
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¿Sabés que has dicho los mismo en como diez mensajes distintos? Ya captamos la cuestión.
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En eso no estoy de acuerdo. El tipo a sus 37 años, ha tenido tres novias oficiales antes de Charlotte (Eugenia, Amanda y Julie) y una con la que no llegó a nada (Karen). Con Eugenia duró como cuatro años, igual con Julie. Bastante discreto salió en cuestiones amatorias. Y en términos profesionales se lo considera brillante por el negocio que hizo con su cervecera: pasó de tener una de las cerveceras más importantes de América Latina a ser uno de los grandes accionistas de un imperio cervecero con presencia global. Como persona no lo conozco, pero se sabe que incrementó bastante el ya abultado patrimonio familiar.
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Coincido. Era un vestido para una boda monárquica en una catedral, no para una celebración campestre. A mí ese traje me recordó al vestuario de la serie Reign, sobre la vida de María Estuardo, que se toma un montón de licencias históricas en materia de moda, pero transmite ese mismo nivel de solemnidad, con trajes muy armados de telas pesadas.
Al parecer la única que tuvo la desgracia de ser la copia del padre fue Charlotte, los otros hermanos tienen rasgos mas suaves y sobre todo los varones son mas parecidos a la madre.El que es guapo, guapísimo es el hermano mayor de la novia, Arthur Wellesley, Marqués de Duoro...
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Después de haber leído 40 páginas es obvio que ya hemos escrito y leído hasta el cansancio del bodorrio.
Este es mi resumen:
El vestido majestuoso, elegante, de una perfecta elaboración, casi el protagonista, pero desafortunadamente, la novia tan menuda y con tan mala postura no supo llevarlo, el traje la llevaba a ella; fuera de eso el vestido merecía otro tipo de iglesia, con una entrada más grande y un pasillo más largo y amplio para haber lucido el modelo en todo su esplendor.
En otras palabras, en mi opinión, la diseñadora, se basó en sus conocimientos de bodas inglesas de alta alcurnia, en grandes castillos ingleses de gran señorío y sobre todo en el impredecible clima inglés; ahora, cuando trasladas todo este conocimiento ala pequeña localidad de Íllora, en Granada, con su clima andaluz , con la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación - mandada a construir por los Reyes Católicos después de la conquista del municipio, en 1486- emergiendo en una ladera en la plaza del pueblo, por ende, de difícil acceso, debido a las estrechas calles, ya me diréis cuál es el resultado.
Si la novia, quien a pesar de su condición y estatus social, se ve que es bastante sencilla, al menos en el vestir, hubiera escogido un vestido menos imponente, pero igualmente bello y elegante, la historia hubiera sido otra; porque ya desde el momento en que se bajó del coche ya empezó a tener problemas con el volumen del vestido y la longitud del velo, eso, la enfado un poco y su mecanismo de defensa fue reírse a mandíbula batiente, obviamente no sabemos que paso dentro de la iglesia, pero me imagino que empezó a sentirse un poco más molesta a medida que avanzaba la ceremonia, porque seguro el calor y el peso del vestido le empezaron a pasar factura; la guinda del pastel ocurrió al subirse al coche, cuando a estas alturas ya tendría un cabreo monumental, y que desafortunadamente para ella, fue captado por las cámaras y seguramente será tema de discusión por mucho tiempo, conclusión, escogió el vestido equivocado, que casi le arruina el momento.
El otro punto a destacar fueron los invitados, como alguien apunto, no sé cuál fue el ”dress code”, o el código de etiqueta para esta boda, porque se vio de todo.
Empezando con la novia su regio vestido, los acordes y correctos vestidos de las madres de los contrayentes, el novio, el padre de la novia, el cortejo nupcial, en fin, este grupo parecía que iba a una boda.
Pero parece que los invitados iban a otra boda, porque creo que a los invitados les dijeron: Boda en España” y enseguida como pijos que son, se imaginaron enseguida una boda ibicenca, porque estoy casi convencida que algunas de las invitadas llevaban el bañador debajo del vestido, y otros directamente, se imaginaron que iban a presenciar un partido de polo inglés tomado “Pimms” - un trago inglés muy refrescante, hecho a base de gin, frutas y especias. O que tal vez, iban a un “after party” después de un partido del legendario torneo de tenis de Wimbledon o simplemente que iban a una fiesta veraniega en Gran Bretaña, vamos que aparte de un par de chonis, generalmente, no iban incorrectamente vestidas para una boda, pero NO para esta boda, tal vez falta de protocolo, comunicación o más bien que la novia, que parece bastante informal, simplemente quería que todos sus amigos los acompañaran y se divirtieran con ellos en un día tan especial, de una manera informal, sin dar mucha importancia al atuendo.
Este es mi resumen:
El vestido majestuoso, elegante, de una perfecta elaboración, casi el protagonista, pero desafortunadamente, la novia tan menuda y con tan mala postura no supo llevarlo, el traje la llevaba a ella; fuera de eso el vestido merecía otro tipo de iglesia, con una entrada más grande y un pasillo más largo y amplio para haber lucido el modelo en todo su esplendor.
En otras palabras, en mi opinión, la diseñadora, se basó en sus conocimientos de bodas inglesas de alta alcurnia, en grandes castillos ingleses de gran señorío y sobre todo en el impredecible clima inglés; ahora, cuando trasladas todo este conocimiento ala pequeña localidad de Íllora, en Granada, con su clima andaluz , con la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación - mandada a construir por los Reyes Católicos después de la conquista del municipio, en 1486- emergiendo en una ladera en la plaza del pueblo, por ende, de difícil acceso, debido a las estrechas calles, ya me diréis cuál es el resultado.
Si la novia, quien a pesar de su condición y estatus social, se ve que es bastante sencilla, al menos en el vestir, hubiera escogido un vestido menos imponente, pero igualmente bello y elegante, la historia hubiera sido otra; porque ya desde el momento en que se bajó del coche ya empezó a tener problemas con el volumen del vestido y la longitud del velo, eso, la enfado un poco y su mecanismo de defensa fue reírse a mandíbula batiente, obviamente no sabemos que paso dentro de la iglesia, pero me imagino que empezó a sentirse un poco más molesta a medida que avanzaba la ceremonia, porque seguro el calor y el peso del vestido le empezaron a pasar factura; la guinda del pastel ocurrió al subirse al coche, cuando a estas alturas ya tendría un cabreo monumental, y que desafortunadamente para ella, fue captado por las cámaras y seguramente será tema de discusión por mucho tiempo, conclusión, escogió el vestido equivocado, que casi le arruina el momento.
El otro punto a destacar fueron los invitados, como alguien apunto, no sé cuál fue el ”dress code”, o el código de etiqueta para esta boda, porque se vio de todo.
Empezando con la novia su regio vestido, los acordes y correctos vestidos de las madres de los contrayentes, el novio, el padre de la novia, el cortejo nupcial, en fin, este grupo parecía que iba a una boda.
Pero parece que los invitados iban a otra boda, porque creo que a los invitados les dijeron: Boda en España” y enseguida como pijos que son, se imaginaron enseguida una boda ibicenca, porque estoy casi convencida que algunas de las invitadas llevaban el bañador debajo del vestido, y otros directamente, se imaginaron que iban a presenciar un partido de polo inglés tomado “Pimms” - un trago inglés muy refrescante, hecho a base de gin, frutas y especias. O que tal vez, iban a un “after party” después de un partido del legendario torneo de tenis de Wimbledon o simplemente que iban a una fiesta veraniega en Gran Bretaña, vamos que aparte de un par de chonis, generalmente, no iban incorrectamente vestidas para una boda, pero NO para esta boda, tal vez falta de protocolo, comunicación o más bien que la novia, que parece bastante informal, simplemente quería que todos sus amigos los acompañaran y se divirtieran con ellos en un día tan especial, de una manera informal, sin dar mucha importancia al atuendo.
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Apa! Lindo descubrimiento! Gracias por la infoEl que es guapo, guapísimo es el hermano mayor de la novia, Arthur Wellesley, Marqués de Duoro...
Ella es Caroline Sieber, que fue novia de Andrea de joven. Es amiga dela familia de la novia (el hermano de Charlotte es padrino de su hijita) y también de los Santo Domingo, estuvo en la boda de Lauren en Cartagena. Se caso en Austria hace como dos años, su vestido era Chanel y yo lo adore (en realidad adoro mucho su estilo).Mis disculpas si ya estas fotos están, pero no las recuerdo (de Todo Vogue):
Sobre los comentarios de los motivos de la boda que vengo leyendo por días,estoy de acuerdo con la forera que puso que sobre todo se casan porque quieren, no es que la chica estuvo encerrada en una torre y la mandaron a casarse cuando estuvo en edad. Son dos adultos y si se aman mucho o poco o nada, sera de ellos, pero se han casado por su libre voluntad, que es lo principal en un matrimonio y en todas las cosas de la vida. Y sobre la duración del matrimonio también voy a eso, uno esta casado porque quiere y cuanto quiere, puede ser que el amor se acabe o nunca haya existido, pero depende de cada quien asumir el compromiso para toda la vida o para un par de meses, por los motivos que les interesen.Mientras sean felices con la vida que llevan, eso es lo que importa en el matrimonio.
