Un auditor pide los datos que le faltan. Y si no le cuadra lo que tiene pide más. No es que no se les pueda engañar, pero cuesta bastante. No se limitan a inspeccionar lo que se les da. Vamos, algún chorizo habrá entre los auditores, pero no es lo normal.Eso ocurre como los jueces que hacen bien su trabajo, que aunque sospechen que el acusado es culpable, si no tiene pruebas no lo puede condenar.
Los auditores no son inspectores que te pueden abrir armarios, ordenadores y carpetas. Hacen una auditoría en base a datos que se les proporcionan, no en datos ocultos por armarios, ordenadores, cajones y carpetas. Lo que no se ve a simple vista, no existe.