Prima, en cosas de educación nunca se puede generalizar porque cada CA es un mundo, pero yo te puedo hablar en primera persona. Afortunadamente en mi CA de momento los temas de género siguen estando muy influenciados por el Instituto de la Mujer, así que por lo menos institucionalmente no se obliga ni se recomienda (de momento) a "detectar" casos en los que niños y niñas no actúen de acuerdo con los estereotipos de género. Pero hay de todo, como en botica, y ya me tocó trabajar con más de un compañero postmoderno y te puedo asegurar que sí, sí están muy de acuerdo en que una niña que "sistemáticamente" se niegue a jugar con muñecas o ponerse vestidos seguramente sea en realidad un niño.Eso no es así. Si a una niña le gusta el azul pues le gusta el azul, nadie le va a decir que es un niño! Y menos en un colegio!
Te puedo poner un ejemplo muy concreto: en una reunión de formación del profesorado, un taller sobre coeducación. Todos maestros de Infantil y Primaria. Se piden ideas sobre cuentos o vídeos que se pueden utilizar para trabajar los estereotipos de género, y yo propongo uno de mis favoritos: "Edu se viste de princesa", que trata de un niño (Edu), al que le gusta jugar con su hermana a disfrazarse de princesas. Un día en su cumple sus amigos vienen a casa y se ríen de Edu y le dicen que eso es de niñas, así que Edu se pone muy triste y se asusta porque cree que tal vez se convierta en niña por "hacer cosas de niñas". Al final, aprende que los niños pueden vestirse y jugar a lo que quieran, que no hay cosas de niños y de niñas, y que él seguirá siendo Edu se vista como se vista.
Pues dos compañeros me pusieron de tránsfoba para arriba. Que ese cuento fomenta la transfobia y puede hacer daño a las niñas trans que se visten de princesa para mostrar que lo son. Proponen como alternativa "Mi sombra es rosa", en el que un niño nos cuenta cómo los machotes como su papá (hombros anchos, gustos masculinos) y otros niños tienen sombras azules, mientras que él tiene una sombra rosa que hace ballet y cosas artísticas y femeninas. Al final, su papá le explica que hay personas con sombras azules que hacen cosas femeninas, y personas con sombras rosas que hacen cosas masculinas (como, por ejemplo, ser una chica que se enamora de otra chica). Pero el niño siente que va "a juego" con su sombra cuando lleva tutú, y eso le hace feliz, diferente, y "mejor".
Vamos hacia atrás. Oír a la gente hablar de género me recuerda a cuando mis tías del Opus me llevaban a meditaciones y me hablaban de almas. No se puede decir que las niñas y mujeres lo son porque tienen vulva y un sistema endocrino basado en el estrógeno, hay que decir que es que "lo sienten así". Que "se sienten mujeres". Que "tienen la sombra rosa". Es que manda huevos (masculinos o femeninos, faltaría más).