El VI es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas que no son ni una ONG ni una guardería. El cabo tuvo un mal día, pobrecillo. Le puede pasar a cualquiera. De ahí a los excesos cometidos por la asturiana (en su línea) pero sobre todo por la ministra... ¡por Dios! Lo pusieron en evidencia aun más. Los valores del Ejército son incompatibles con semejantes mariconadas aunque a la “plebe”, si me permites la expresión, le encante ese tipo de gestos. Gestos que precisamente algunas personas de manera previsible -caso de Leticia y la ministra- utilizan para conmover al populacho. En su favor, claro. Quéeee buenas y qué cercanas son. ¡Ay! Pobre cabo.
Pues aquí una de la peble a la que le gustan estos gestos. Una palabra de ánimo nunca está de más. En cualquier situación y lugar.
Se trata de humanidad.
En cuanto al jefe supremo de las fuerzas armadas... ejem.
Te recuerdo que lo es sin ningún mérito.
Había que ver la que hubiese montado él si fuese el del paracaídas. Seguiría todavía colgado de alguna de las torres Kio.
Ese no tiene la humildad para decirle al cabo algo agradable. Fue capaz de decirle «ya has tenido tu minuto de gloria».
Hay que ser agradecido con alguien que te rinde honores. Que va de perdonavidas hinchado como un pavo.