Pues ya te digo que fue así. Menos mal que su marido, retirado años antes y habiendo trabajado de entrenador, gracias a él pudieron atenderla. Ella pensaba igual que tú, pero no hacían más que ponerle pegas.
Estoy flipando. Aqui paren gitanas y moras que eso de trabajar no lo contemplan, y no se las dice ni mú.