Que hay niños en extrema pobreza, que hay niños enfermos, que hay niños abusados...claro que sí, lamentablemente. Pero me parece que como dice mi abuelo no tiene nada que ver el tocino con la fresa. Así como no se comparan las peripecias de un niño indigente con las de un niño de familia acomodada pero enfermo sin remisión, tampoco cabe comparar a los Urdangarín con ninguna de estas situaciones. No sé como la pasaron, o como la siguen pasando, tienen a su padre en prisión y para siempre serán los hijos de un delincuente. Lo que sufre cada uno es, para ese uno, lo único que importa.han pasado un mal trago pero no como lo pintan, ni tienen nada que ver con niños que realmente sufren en este mundo