Todo sobre Pablo Urdangarin y el Balonmano

han pasado un mal trago pero no como lo pintan, ni tienen nada que ver con niños que realmente sufren en este mundo
Que hay niños en extrema pobreza, que hay niños enfermos, que hay niños abusados...claro que sí, lamentablemente. Pero me parece que como dice mi abuelo no tiene nada que ver el tocino con la fresa. Así como no se comparan las peripecias de un niño indigente con las de un niño de familia acomodada pero enfermo sin remisión, tampoco cabe comparar a los Urdangarín con ninguna de estas situaciones. No sé como la pasaron, o como la siguen pasando, tienen a su padre en prisión y para siempre serán los hijos de un delincuente. Lo que sufre cada uno es, para ese uno, lo único que importa.
 
Que hay niños en extrema pobreza, que hay niños enfermos, que hay niños abusados...claro que sí, lamentablemente. Pero me parece que como dice mi abuelo no tiene nada que ver el tocino con la fresa. Así como no se comparan las peripecias de un niño indigente con las de un niño de familia acomodada pero enfermo sin remisión, tampoco cabe comparar a los Urdangarín con ninguna de estas situaciones. No sé como la pasaron, o como la siguen pasando, tienen a su padre en prisión y para siempre serán los hijos de un delincuente. Lo que sufre cada uno es, para ese uno, lo único que importa.

No lo veo así, son niños que tienen un futuro de por vida asegurado y además los psicologos más encumbrados para tratarlos. No, yo pena por ellos no siento.
 
22/09/2018

URDANGARINMOVILIZA A LA ÉLITE DEL BALONMANO PARA QUE FICHE A SU HIJO PABLO
LA POLÉMICA DE LA CAMISETA DEL CAMPEÓN URDANGARIN

Pablo Nicolás ha sido admitido en el equipo TSV Hannover-Burgdorf gracias a la amistad de su padre con el entrenador, Antonio Carlos Ortega. De momento, no promete. POR JAVIER SÁNCHEZ / P. LÓPEZ BARBERO / Berlín

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EN ENERO DE 2013, EN EL VIEJO PALAU Sant Jordi, Iñaki Urdangarin, ya imputado por el caso Nóos, ya apartado de los actos de la Casa Real, descubrió que pasara lo que pasara, en su deporte siempre sería estimado. Aquel día, la presencia del Rey Felipe VI, entonces Príncipe, en la final del Mundial de balonmano, amenazó con desterrarle a un recoveco del palco o a una grada lejana, pero acabó en un sitio privilegiado: en pleno escándalo, la organización decidió colocarlo a pie de pista, en primera fila. Pese a que pudo provocar una incómoda fotografía con el Rey cuando éste bajó a entregar el trofeo a la Selección española, la relevancia de Urdangarin en su ámbito se demostraba innegable como era y es.

En los meses posteriores a aquel Mundial, de hecho, el entonces seleccionador de España, Valero Rivera, le ofreció un empleo en Qatar como entrenador ayudante de la Selección del emirato. En los años posteriores y, aún hoy, de hecho, el Barcelona mantiene colgada en el Palau Blaugrana su camiseta con el número 7.

Cuando ya se han cumplido tres meses de su ingreso en la prisión de Brieva (Ávila), el balonmano se mantiene como su refugio. Y por eso a él ha recurrido en las últimas semanas para que uno de sus hijos, Pablo Nicolás, el segundo de los cuatro que tiene con la Infanta Cristina y que el próximo diciembre cumplirá 18 años, encuentre una afición y quizá, quién sabe, una profesión, después de acabar sus estudios en la prestigiosa escuela internacional Ecolint de Ginebra, donde estudian los hijos pequeños del matrimonio desde su exilio a la capital suiza en 2013.

Como avanzaba Semana este miércoles y ha podido confirmar LOC, desde mediados de julio, el joven de 17 años juega en los juveniles del TSV Hannover-Burgdorf, uno de los equipos modestos de la Bundesliga alemana, la mejor liga de balonmano del mundo. Según comenta a este periódico Markus Ernst, portavoz del club, Pablo Nicolás pasó las pruebas de admisión en mayo y consiguió una plaza como lateral derecho, aunque en el equipo admiten que su llegada es fruto de los contactos de su padre en el deporte. En concreto de uno: Antonio Carlos Ortega, entrenador del primer equipo del propio Hannover.

Fue Ortega quien aconsejó la incorporación de Pablo Nicolás después de coincidir con su padre en la Selección y en el Barcelona entre 1994 y 2000 y de ser uno de los invitados a su boda con la Infanta Cristina en 1997. “Allí estabas tomando el aperitivo y veías al lado a la Caballé. Estaba todo el mundo: deporte, política, cultura... Todo el mundo. No se pudo liar mucho, claro”, comentaba hace unos años a Málaga hoy el ahora entrenador sobre aquel convite nupcial. Ahora, tras abrir las puertas al hijo de Urdangarin, deberá apoyarle en sus primeros pasos.

LE FALTA MÚSCULO

Según comentan en el club, en los entrenamientos se habla alemán y por eso, entre sus quehaceres semanales se han incluido clases del idioma. Además, desde mediados de julio realiza ejercicios individuales para mejorar su técnica y su físico, sobre todo su fuerza, para ponerse al día. El balonmano alemán se caracteriza por su dureza, el juego allí se concibe como una constante lucha y a Pablo Nicolás, del que no se conoce equipo anterior en Ginebra, le falta músculo.

En el equipo destacan que, pese al idioma, se ha integrado sin problema con el resto de compañeros, pero admiten que su nivel está lejos de una promesa a un paso del profesionalismo y, por supuesto, lejos del nivel de su padre, que casi a su edad ya debutaba en Liga Asobal.

NO EN LA PRIMERA PLANTILLA

Su ventaja es Ortega y su entrenador, otro español, Iker Romero. Aunque no fue coetáneo de Urdangarin, Romero también coincidió con él en varios eventos, como en la final del Mundial de Túnez 2005, donde venció España, y su presencia también será clave para la adaptación de Pablo Nicolás. De momento, tras sólo dos partidos de liga, el joven ya ha debutado. El pasado viernes, en la victoria ante el JSG NSM-Nettelstedt, pudo disfrutar de unos minutos, aunque no realizó ningún lanzamiento y, según el jugada a jugada del encuentro, no participó en ninguna acción. “En principio no contamos con él para la primera plantilla”, añadió Markus Ernst, portavoz del club, que también quiso aclarar que, como miembro de la plantilla juvenil, el hijo de Urdangarin no percibirá salario ninguno y vivirá en una residencia para deportistas.

Su mudanza desde Ginebra a Hannover es parte del plan de la familia para que haga vida lejos de los focos de España. De hecho, el pasado verano, y por primera vez, ni Pablo Nicolás ni sus hermanos Juan Valentín, Irene y Miguel acudieron a Palma de Mallorca para veranear como ha sido tradición con su abuela, la Reina Sofía, y sólo se han podido ver –a duras penas– en las visitas a su padre en la cárcel (en julio) y actos puntuales. A finales de junio, la Infanta Elena, su abuela paterna, Claire Liebaert, y su tía, Ana Urdangarin, viajaron hasta Ginebra para celebrar la graduación del joven. Y hace sólo unos días, el domingo 9, la Infanta Cristina y alguno de sus hijos estuvieron en Zarzuela para celebrar el 18 cumpleaños de Victoria Federica, aunque sólo han trascendido fotos del mayor, Juan Valentín. El primogénito de los ex duques de Palma no se ha refugiado en el deporte de la situación de sus padres, sino en la filantropía. Este año ha estado en Camboya con la fundación El Sauce, del jesuita Kike Figaredo, y en 2016 en Vietnam, participando en la instalación de hornos de biogás en un poblado desfavorecido. Después de estos meses sabáticos, se ha marchado a EEUU a comenzar estudios universitarios.

Pese a la mudanza de Pablo a Hannover, a unos 1.000 kilómetros de Ginebra, la familia seguirá viviendo en la ciudad suiza en la que se instaló en julio de 2013, en pleno caso Nóos, unos meses después de aquella final del Mundial de balonmano que Urdangarin vivió como vip. Allí la Infanta mantiene su trabajo en la Fundación La Caixa y en la del Aga Khan y suele recibir la visita de su familia política, sobre todo de su suegra, Claire Liebaert, con quien este verano pasó unos días de asueto en Bidart (Francia) como hacía con su marido en libertad, tras unas semanas en Estados Unidos, recorriendo los Grandes Lagos, con la hermana de Urdangarin.

El buen trato hacia Iñaki Urdangarin de directivos, entrenadores y ex jugadores de balonmano levanta desde hace años ampollas en parte de la afición al deporte que no entiende que se mantenga esa distinción pese al escándalo del ‘caso Nóos’. En especial, hay un ‘homenaje’ que periódicamente es motivo de polémica y que en las próximas semanas, y ya con el cuñado del Rey en prisión, regresará al plano público: la camiseta con su número 7 que continúa colgada en las paredes del Palau blaugrana. Dos grupos de socios del Barcelona, Manifest Blaugrana y Dracs 1991, ya han anunciado que en las próximas semanas intentarán reunir firmas para que el club retire ese recuerdo.

Su propósito es alcanzar las 3.200 signaturas de socios, correspondiente al 3% de los asociados que tiene la entidad, e introducir así el asunto en el orden del día de la próxima Asamblea de compromisarios del Barcelona, que tendrá lugar en un mes, el 21 de octubre. Si lo consiguen, la Junta Directiva que preside Josep Maria Bartomeu se vería obligada a exponer a votación entre los asistentes la presencia en el Palau de la camiseta de Urgandarin y, en caso de perderla, no tendría más remedio que retirarla. Una decisión que siempre se ha negado a tomar. Hace dos años, tras la primera sentencia contra el ex jugador, la directiva ya fue interrogada sobre el asunto y dejó clara su postura. “No la retiraremos. Se colgó por sus méritos deportivos, que son incuestionables. Formó parte de un equipo legendario, el mejor del mundo”, zanjó el portavoz del Barcelona, Josep Vives, que puso en valor entonces el currículo de Urdangarin: en sus 14 años en el primer equipo del Barcelona (1986-2000), ganó seis Copas de Europa, 10 ligas Asobal, siete Copas del Rey, dos Recopas y cuatro Supercopas de Europa.

Eso sí, en aquellas fechas, el club quiso matizar que en 2015 Urdangarin ya dejó de formar parte del patronato de la Fundación FC Barcelona, cargo que había ocupado desde 2007 por su título de duque de Palma. “No continuó por las circunstancias de su vida fuera de la cancha”, aclaró el mismo portavoz. La actitud del Fútbol Club Barcelona coincide con la tomada en su día por el que fuera presidente de la entidad Josep Lluís Núñez, quien sigue dando nombre al museo del club. El ex mandatario fue condenado a una pena de dos años y dos meses de cárcel por el llamado ‘caso Hacienda’ y el ingreso entonces en la prisión de Quatre Camins no conllevó cambio alguno.
 
No lo veo así, son niños que tienen un futuro de por vida asegurado y además los psicologos más encumbrados para tratarlos. No, yo pena por ellos no siento.
No se trata de que sean merecedores o no de tu pena o de la mía, que cada quien puede apenarse o no de lo que quiera. Pasaron y pasan por determinado trance, que no se lo merecían, y ellos sabrán cómo lo enfrentaron. Solo que no veo el caso de referirse al sufrimiento de otros niños por determinadas razones para justificar que no dan pena, pues no hay punto de comparación.
 
Si no rinde, no lo mantendrán en el plantel. Así de fácil. Y menos en los círculos deportivos alemanes. Ahora, si se da esa situación, habrá que ver cómo la enfrenta el chico. ¿No fue de él que se dijo que era el más afectado por el juicio y demás?
Respecto al retiro de la camiseta de Urdangarín, espero que no se dé. Era uno más del equipo, y Noos no existía ni en sus sueños.
 
A Urdangarin le retiraron la camiseta cuando se le asocio con la infanta. Ni de lejos fue el mejor jugador de la plantilla. En el mismo acto tambien se le retiro el numero a una leyenda para que lo de Iñaki no cantase tanto.
 
22/09/2018

URDANGARINMOVILIZA A LA ÉLITE DEL BALONMANO PARA QUE FICHE A SU HIJO PABLO
LA POLÉMICA DE LA CAMISETA DEL CAMPEÓN URDANGARIN

Pablo Nicolás ha sido admitido en el equipo TSV Hannover-Burgdorf gracias a la amistad de su padre con el entrenador, Antonio Carlos Ortega. De momento, no promete. POR JAVIER SÁNCHEZ / P. LÓPEZ BARBERO / Berlín

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EN ENERO DE 2013, EN EL VIEJO PALAU Sant Jordi, Iñaki Urdangarin, ya imputado por el caso Nóos, ya apartado de los actos de la Casa Real, descubrió que pasara lo que pasara, en su deporte siempre sería estimado. Aquel día, la presencia del Rey Felipe VI, entonces Príncipe, en la final del Mundial de balonmano, amenazó con desterrarle a un recoveco del palco o a una grada lejana, pero acabó en un sitio privilegiado: en pleno escándalo, la organización decidió colocarlo a pie de pista, en primera fila. Pese a que pudo provocar una incómoda fotografía con el Rey cuando éste bajó a entregar el trofeo a la Selección española, la relevancia de Urdangarin en su ámbito se demostraba innegable como era y es.

En los meses posteriores a aquel Mundial, de hecho, el entonces seleccionador de España, Valero Rivera, le ofreció un empleo en Qatar como entrenador ayudante de la Selección del emirato. En los años posteriores y, aún hoy, de hecho, el Barcelona mantiene colgada en el Palau Blaugrana su camiseta con el número 7.

Cuando ya se han cumplido tres meses de su ingreso en la prisión de Brieva (Ávila), el balonmano se mantiene como su refugio. Y por eso a él ha recurrido en las últimas semanas para que uno de sus hijos, Pablo Nicolás, el segundo de los cuatro que tiene con la Infanta Cristina y que el próximo diciembre cumplirá 18 años, encuentre una afición y quizá, quién sabe, una profesión, después de acabar sus estudios en la prestigiosa escuela internacional Ecolint de Ginebra, donde estudian los hijos pequeños del matrimonio desde su exilio a la capital suiza en 2013.

Como avanzaba Semana este miércoles y ha podido confirmar LOC, desde mediados de julio, el joven de 17 años juega en los juveniles del TSV Hannover-Burgdorf, uno de los equipos modestos de la Bundesliga alemana, la mejor liga de balonmano del mundo. Según comenta a este periódico Markus Ernst, portavoz del club, Pablo Nicolás pasó las pruebas de admisión en mayo y consiguió una plaza como lateral derecho, aunque en el equipo admiten que su llegada es fruto de los contactos de su padre en el deporte. En concreto de uno: Antonio Carlos Ortega, entrenador del primer equipo del propio Hannover.

Fue Ortega quien aconsejó la incorporación de Pablo Nicolás después de coincidir con su padre en la Selección y en el Barcelona entre 1994 y 2000 y de ser uno de los invitados a su boda con la Infanta Cristina en 1997. “Allí estabas tomando el aperitivo y veías al lado a la Caballé. Estaba todo el mundo: deporte, política, cultura... Todo el mundo. No se pudo liar mucho, claro”, comentaba hace unos años a Málaga hoy el ahora entrenador sobre aquel convite nupcial. Ahora, tras abrir las puertas al hijo de Urdangarin, deberá apoyarle en sus primeros pasos.

LE FALTA MÚSCULO

Según comentan en el club, en los entrenamientos se habla alemán y por eso, entre sus quehaceres semanales se han incluido clases del idioma. Además, desde mediados de julio realiza ejercicios individuales para mejorar su técnica y su físico, sobre todo su fuerza, para ponerse al día. El balonmano alemán se caracteriza por su dureza, el juego allí se concibe como una constante lucha y a Pablo Nicolás, del que no se conoce equipo anterior en Ginebra, le falta músculo.

En el equipo destacan que, pese al idioma, se ha integrado sin problema con el resto de compañeros, pero admiten que su nivel está lejos de una promesa a un paso del profesionalismo y, por supuesto, lejos del nivel de su padre, que casi a su edad ya debutaba en Liga Asobal.

NO EN LA PRIMERA PLANTILLA

Su ventaja es Ortega y su entrenador, otro español, Iker Romero. Aunque no fue coetáneo de Urdangarin, Romero también coincidió con él en varios eventos, como en la final del Mundial de Túnez 2005, donde venció España, y su presencia también será clave para la adaptación de Pablo Nicolás. De momento, tras sólo dos partidos de liga, el joven ya ha debutado. El pasado viernes, en la victoria ante el JSG NSM-Nettelstedt, pudo disfrutar de unos minutos, aunque no realizó ningún lanzamiento y, según el jugada a jugada del encuentro, no participó en ninguna acción. “En principio no contamos con él para la primera plantilla”, añadió Markus Ernst, portavoz del club, que también quiso aclarar que, como miembro de la plantilla juvenil, el hijo de Urdangarin no percibirá salario ninguno y vivirá en una residencia para deportistas.

Su mudanza desde Ginebra a Hannover es parte del plan de la familia para que haga vida lejos de los focos de España. De hecho, el pasado verano, y por primera vez, ni Pablo Nicolás ni sus hermanos Juan Valentín, Irene y Miguel acudieron a Palma de Mallorca para veranear como ha sido tradición con su abuela, la Reina Sofía, y sólo se han podido ver –a duras penas– en las visitas a su padre en la cárcel (en julio) y actos puntuales. A finales de junio, la Infanta Elena, su abuela paterna, Claire Liebaert, y su tía, Ana Urdangarin, viajaron hasta Ginebra para celebrar la graduación del joven. Y hace sólo unos días, el domingo 9, la Infanta Cristina y alguno de sus hijos estuvieron en Zarzuela para celebrar el 18 cumpleaños de Victoria Federica, aunque sólo han trascendido fotos del mayor, Juan Valentín. El primogénito de los ex duques de Palma no se ha refugiado en el deporte de la situación de sus padres, sino en la filantropía. Este año ha estado en Camboya con la fundación El Sauce, del jesuita Kike Figaredo, y en 2016 en Vietnam, participando en la instalación de hornos de biogás en un poblado desfavorecido. Después de estos meses sabáticos, se ha marchado a EEUU a comenzar estudios universitarios.

Pese a la mudanza de Pablo a Hannover, a unos 1.000 kilómetros de Ginebra, la familia seguirá viviendo en la ciudad suiza en la que se instaló en julio de 2013, en pleno caso Nóos, unos meses después de aquella final del Mundial de balonmano que Urdangarin vivió como vip. Allí la Infanta mantiene su trabajo en la Fundación La Caixa y en la del Aga Khan y suele recibir la visita de su familia política, sobre todo de su suegra, Claire Liebaert, con quien este verano pasó unos días de asueto en Bidart (Francia) como hacía con su marido en libertad, tras unas semanas en Estados Unidos, recorriendo los Grandes Lagos, con la hermana de Urdangarin.

El buen trato hacia Iñaki Urdangarin de directivos, entrenadores y ex jugadores de balonmano levanta desde hace años ampollas en parte de la afición al deporte que no entiende que se mantenga esa distinción pese al escándalo del ‘caso Nóos’. En especial, hay un ‘homenaje’ que periódicamente es motivo de polémica y que en las próximas semanas, y ya con el cuñado del Rey en prisión, regresará al plano público: la camiseta con su número 7 que continúa colgada en las paredes del Palau blaugrana. Dos grupos de socios del Barcelona, Manifest Blaugrana y Dracs 1991, ya han anunciado que en las próximas semanas intentarán reunir firmas para que el club retire ese recuerdo.

Su propósito es alcanzar las 3.200 signaturas de socios, correspondiente al 3% de los asociados que tiene la entidad, e introducir así el asunto en el orden del día de la próxima Asamblea de compromisarios del Barcelona, que tendrá lugar en un mes, el 21 de octubre. Si lo consiguen, la Junta Directiva que preside Josep Maria Bartomeu se vería obligada a exponer a votación entre los asistentes la presencia en el Palau de la camiseta de Urgandarin y, en caso de perderla, no tendría más remedio que retirarla. Una decisión que siempre se ha negado a tomar. Hace dos años, tras la primera sentencia contra el ex jugador, la directiva ya fue interrogada sobre el asunto y dejó clara su postura. “No la retiraremos. Se colgó por sus méritos deportivos, que son incuestionables. Formó parte de un equipo legendario, el mejor del mundo”, zanjó el portavoz del Barcelona, Josep Vives, que puso en valor entonces el currículo de Urdangarin: en sus 14 años en el primer equipo del Barcelona (1986-2000), ganó seis Copas de Europa, 10 ligas Asobal, siete Copas del Rey, dos Recopas y cuatro Supercopas de Europa.

Eso sí, en aquellas fechas, el club quiso matizar que en 2015 Urdangarin ya dejó de formar parte del patronato de la Fundación FC Barcelona, cargo que había ocupado desde 2007 por su título de duque de Palma. “No continuó por las circunstancias de su vida fuera de la cancha”, aclaró el mismo portavoz. La actitud del Fútbol Club Barcelona coincide con la tomada en su día por el que fuera presidente de la entidad Josep Lluís Núñez, quien sigue dando nombre al museo del club. El ex mandatario fue condenado a una pena de dos años y dos meses de cárcel por el llamado ‘caso Hacienda’ y el ingreso entonces en la prisión de Quatre Camins no conllevó cambio alguno.

No se quien es el autor del artículo, pero si se que es el primer hijo---a de periolisto que abre el ventilador para escampar mierda.
 
Y al final creo que vari@s tenemos la incógnita de que si Pablo Urdangarín cursa estudios universitarios en Alemania.
Shabath Shalom.
Segun Mariangel Alcazar en La Vanguardia, Pablo si cursara estudios universitarios, pero no dice nada más , ni donde ni que tipo de estudios, yo escribi cuando se abrio este hilo que me gustaria saber que estudios cursara, quiero decir, si estudiara Derecho, Turismo, Comunicacion.....
 
No lo veo así, son niños que tienen un futuro de por vida asegurado y además los psicologos más encumbrados para tratarlos. No, yo pena por ellos no siento.

De la depresión y la infelicidad no te libras con el dinero, es más, tienden a ampliarse cuando lo tienes todo, porque tienes mucho tiempo para pensar en tus problemas, la gente que está bien jodida y es pobre bastante tienen intentando sobrevivir como para pensar en cosas de esas.

Mira cuánta gente rica y famosa se suicida, tenerlo todo materialmente hablando no te va a salvar si estás chungo de la cabeza.

Iñaki fue un muy buen jugador de balonmano (vale, que no era un monstruo como Talant o como Jackson Richardson), pero era de los buenos, sus hijos heredaron altura y condición atlética, puede que a Pablo le vaya bien, puede que le vaya mal, pero es la etapa perfecta para probar y si le va bien, es un sitio perfecto para estar porque no va a tener el sanbenito de que todo dior sepa que su padre está en la cárcel.
 
En El Mundo en el artículo que otra forera puso ayer, ahora han cambiado el titular del artículo, aunque el contenido lo han dejado intacto.
El titular es ahora más agresivo:
"Pablo Nicolás Urdangarin, en el balonmano, no por sus méritos sino por enchufe de su padre"
 
En El Mundo en el artículo que otra forera puso ayer, ahora han cambiado el titular del artículo, aunque el contenido lo han dejado intacto.
El titular es ahora más agresivo:
"Pablo Nicolás Urdangarin, en el balonmano, no por sus méritos sino por enchufe de su padre"

Es la tecnica habitual de muchos periolistos hijo de P---.
A partir de ahí , si El Mundo ha sido el priimero en decir esto, el resto de lameculos de el prepa ( el titular del chiringo ) repetiran como loros que el chico ha entrado recomendado por su padre a un excompañero de equipo que entrena en este club, con tal de quitar méritos al chico y echar mierda a sus padres, ahora resultara que este chico es un enchufado sin merito alguno y bla bla bla.
Primero de todo que el chico no ha entrado en un equipo de primera división, ha entrado en los juveniles y por ello tiene que demostrar si vale o no vale. Todos los chicos tienen que demostrar que valen jugando en un equipo y debe haber alguien que los descubre , se da cuenta, o se fija que el chico juega bien y es cuando los reclaman el primer equipo.
A Messi por ejemplo se fijo Carlos Rexach en una visita a Argentina, era un niño que jugaba con un equipo de niños y gracias a la recomendacion de Rexach , Messi fue llevado a la residencia del FC Barcelona siendo niño, alli estudiaba EGB, entrenaba y jugaba con equipos infantiles hasta que tuvo edad y pudo debutar en el primer equipo.
Messi fue un caso excepcional, porque en general NO se fijan en los niños, se fijan en adolescentes y es cuando los recomiendan para que jueguen en los equipos juveniles y desde estos equipos pasan al primer equipo. Lo sucedido con Pablo es lo habitual, los padres los dejan ir a residencias cuando han terminado los estudios secundarios y en las residencias muchos ( en los casos de basket y handbol ) estudian en una universidad y juegan en los equipos juveniles, si son buenos cuando tienen edad pasan a jugar con los primeros equipos.
EL VENTILADOR DE CACAS ESTA EN MARCHA ACELERADA.
 

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