A mi la visita a los museos e iglesias en Berlín me salvaron la vida los días de lluvia intensos. Yo a los campos no fui lo veía innecesario. Me sorprendió la cantidad de sitios que son gratis y vacíos de la masificación que merece la pena ver. Por ejemplo, el ayuntamiento por dentro tiene unas vidrieras y unos salones que merecen una paradita.