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Dije hace unos días, cuando tuvo lugar la Fiesta Nacional, que asistíamos a la decadencia de España y creo que no me he equivocado. La Reina Consorte decidió vestirse ese día de invierno y ocho días más tarde acude a su tierrina y nos trae un vestuario para los tres actos de verano total cuando aquí las noches de otoñó son muy frías y osa a vestirse de verano sin cubrirse como ayer en el Auditorio. Pero la entrega de los Premios de Princesa de Asturias ha sido el culmen del chabacanismo y de la ruptura del dress code no solo de las invitadas sino tb del de la Reina Consorte. El vestido que ha llevado hoy no hay por donde cogerlo. La parte delantera como siempre mostrando y marcando de forma exagerada sus senos de los que se debe sentir orgullosa y más de medio mundo se los ha visto ofreciendo una imagen frívola. Pero el despróposito mayor se muestra en la parte trasera donde se le puede ver una cremallera propia de ropa informal y si a esto unimos el vuelo del vestido es de una ordinariez tremenda. Nunca ha puesto ningún anillo desde que quitó la alianza de casada y el anillo de comprometida y nos aparece con un anillo en el dedo índice de la mano izquierda que no me parece muy adecuado. Su expresión facial no es de llorar sino que del último estiramiento o cirugía que ha hecho no puede ni hablar ni sonreir siquiera. En cuanto al discurso de SM, era lo esperado porque más que nunca tiene que defender el modelo de Estado del año 78 ya que sabe que si no es así , sus habichuelas tienen los días contados. Decir que Cataluña es una parte de España y que está en contra de todo secesionismo es algo que todos los españoles sabemos y queríamos oir. Tb nos habría gustado que nombrara la situación difícil que han atravesado los pueblos gallegos y asturianos como consecuencia de los terribles incendios que se produjeron el pasado fin de semana donde se perdieron vidas humanas tratando de que sus hogares no fueran quemados.