Espido Freire: genio y figura

http://www.enfemenino.com/espectaculos/espido-freire-entrevista-d29951.html
Entrevista a Espido Freire
Espido Freire es todo lo contrario a un juguete roto: su prematuro debut (fue la ganadora más joven de la historia del Premio Planeta, con 24 años) no hizo de su carrera una gran traca de fuegos artificiales, sino el inicio de una trayectoria que la ha convertido hoy en una de las escritoras más populares de España. Será porque desde pequeña supo lo que quería, como nos cuenta en esta entrevista que hacemos en un Madrid preprimaveral en pleno barrio de Salamanca, donde Espido tiene su oficina. Porque sí, además de escritora, la bilbaína es empresaria. Otra de sus peculiaridades. Allí, en un local en el que los vivos colores de las paredes (no falta el dorado) iluminan numerosos premios, fotos, papeles y mariposas pasamos la mañana con la autora, charlando sobre libros que acaban en el contenedor de reciclaje, monjas pedagogas, Candy-Candy (serie infantil de los años 80) y negociaciones con alergólogos.

¿Cómo te convertiste en empresaria?
Espido Freire (E.F):
Hace seis años, cuando publiqué Mileuristas, preveía un estancamiento importante en la economía. No podía prever la gravedad, pero sí que las vacas flacas estaban asomando los cuernos… Los primeros años han sido agotadores, como para cualquier empresario: con errores y aciertos, reestructuraciones anuales sobre el propio contenido del trabajo… Este año estamos bastante fuertes, por ejemplo, en formación para empresas, otras veces fue la organización de eventos, o los concursos literarios. Siempre intento detectar los movimientos cuanto antes, mejor… Y reenfocarme.

"Hay aspectos de la empresa que se complementan con mi labor de escritora"
¿Cómo se compaginan ambas facetas, escritora y empresaria?
E.F
: En mi caso es muy difícil poderlas dividir, ten en cuenta que las actividades que realizo como escritora se engloban dentro de la empresa. Hay aspectos de la empresa que se complementan con mi labor de escritora, y me ayudan a tener más tiempo: llamadas, agenda, citas… Por otra parte, mi trabajo como escritora hace de efecto llamada para actividades de la empresa. Para mí son facetas diferenciadas, pero es cierto que desde fuera pueden verse solapadas.

Por un momento, imagina que no eres escritora y elige otra profesión, ¿cuál sería?
E.F:
Posiblemente arquitecta, o paisajista. Me atrae la idea de organizar el espacio, encajar cosas… Lo que pasa es que siempre he tenido una formación mucha más humanística, y como buena adolescente vaga, tendía a aquello en lo que sacaba mejores notas. Traductora también, es algo que me gusta, y que hago de vez en cuando.
No era buena estudiante.
"Leo muy rápido y tengo una necesidad casi intelectual de leer mucho"
¿En qué momento del día y en qué circunstancias sueles leer?
E.F:
A todas horas... Leo muy rápido y tengo una necesidad casi intelectual de leer mucho. Quizá leo más en los viajes y desplazamientos, y por la noche. Depende también de si estoy leyendo para investigación, preparando un ensayo.
Por lo cual, esta señora no lee una m... La cosmopolitan y la propaganda del super, poco más.
¿Y escribir?
E.F:
Cuando se va acercando la fecha de entrega del libro voy dedicando más y más horas. Soy muy sosa en eso, no tengo manías. Es verdad que resulta más sencillo por la tarde-noche, porque hay menos ruido y compromisos. Recuerdo ahora seis años en que fui presidenta de comunidad de la escalera, y durante el día no paraba de sonar el timbre: el vecino, la IT, el fontanero... ¡Hasta las 7 de la tarde no podía hacer nada!
Le dedica un rato, antes de cenar. Trabajar cansa.
¿Cuántos libros tienes en casa?
E.F:
Al tener la empresa, amplié espacio aquí mismo (Espido señala los armarios que nos rodean, puertas negras de madera que esconden libros perfectamente clasificados con letreros escritos a tiza: Infantil, Histórica, Empresa...), pero ya se me va quedando pequeño... Tengo un problema común a todos los escritores, la acumulación de libros, al que se le suma otro: una alergia importante a los ácaros. Súmale que vivo con cuatro gatas, que tienen sus propios ácaros. De modo que he llegado a un pacto con mi alergólo: puedo tener un número máximo, que es pequeño, siendo escritora: 3.000.
Ha ojeado dos o tres. Que se note que tiene una vasta biblioteca, que lucir en las entrevistas y ante las visitas.
"Yo leía más porque no me dejaban"
¿Cómo decides cuál se queda y cuál no?
E.F:
Lo clásicos, por ejemplo, no los tengo conmigo: o los cojo de la biblioteca pública o los compro y luego los regalo. Únicamente lo que me entusiasma me lo quedo. Lo dudoso lo recoloco: se los regalo a amigos o gente a la que creo que pueda gustarle ese libro, y los tengo más o menos ubicados, por si alguna vez los necesito. Luego está lo que llamo la sección “Qué pena de árbol”, el libro que nunca debió ser editado... Esos, sin ningún tipo de piedad ni misericordia, van a donde tienen que ir: al contendedor de reciclaje.
Caray, qué cinismo y poca vergüenza.
Y si de todos ellos tuvieses que salvar solo tres, ¿cuáles serían?
E.F:
Los últimos días de Pompeya, de Bulwer Lytton, en una edición de 1914 que me regaló mi profesora de 4º de EGB, Sor Mercedes, la primera persona de mi entorno que entendió la fascinación que sentía por los libros. Descubrió que leía en clase, escondiendo el libro en el pupitre, y en lugar de castigarme, me dijo “Sigue leyendo, pero no te escondas. Vas a aprender más así que con lo que yo explique...”. Por eso estoy segura de que no sirve de nada obligar a los niños a leer, sino lo contrario: yo leía más porque no me dejaban.
Era una niña sufridora ... No, era una niña pedante y cargante, además de llorica y vaga.
"Me pone muy nerviosa la crítica al físico"
Aquella chica que publicó Irlanda en 1998, ¿soñaba con llegar a ser una escritora con tanto éxito?
E.F:
No me malinterpretes, pero yo lo tenía muy claro. Espero que no suene muy soberbio, pero a mí me han educado en la creencia de que si yo quiero algo y eso depende de mí, lo puedo conseguir. Y así ha sido. Excepto en la disciplina con el ejercicio físico, quizá, con el resto de cosas, es así…
Pisa/rá las cabezas que haga falta y se aprovecha/rá de quien pueda.
¿Echas en falta algo en las publicaciones femeninas españolas?
E.F:
Me pone muy nerviosa la crítica al físico. No la comprendo, no me hace gracia y es muy negativa. No es que aliente el machismo, sino directamente la misoginia abierta. Puedo pasar por que se juzgue si una mujer es elegante o no, aunque poner nota me parece un absurdo: depende del gusto, el estilismo, o incluso del día… Lo que llaman los ingleses un bad hair day. Pero no soporto la crítica sobre la belleza. Aunque es cierto que en las publicaciones on line ocurre a menudo que hay un artículo base que no es así, y los comentarios tiran hacia eso…
Aquí, recalca que lo más importante es el físico y que le habría gustado ser como Yola B. o Pochabel.
Una ciudad
Bergen, en Noruega. Al parecer ahora mismo hay un terrible problema de mendicidad española: muchos españoles han respondido al efecto llamada de una ciudad con sueldos altos, y han tenido que atender a un par de centenares… Me cuesta conciliar esa idea con el que recuerdo que yo tengo de ella, donde viví en 2001.
Es una intelectual de nuestra generación.
 
Esta como las maracas de machin, casi me da pena, pero es que la humildad tampoco anda sobrada, madre mia como estan las cabezas.
A mí, no me da pena, la verdad. Es una persona mediocre, con titulitis hasta derramarse por las orejas y encantada de haberse conocido. Tuvo un enchufe planetario, que no ha sabido aprovechar medio bien. Además, tiene pinta de ser una soberbia y de "cuidado conmigo". Al menos, va de frente, la ves la patita.
 
http://www.enfemenino.com/espectaculos/espido-freire-entrevista-d29951.html
Entrevista a Espido Freire
Espido Freire es todo lo contrario a un juguete roto: su prematuro debut (fue la ganadora más joven de la historia del Premio Planeta, con 24 años) no hizo de su carrera una gran traca de fuegos artificiales, sino el inicio de una trayectoria que la ha convertido hoy en una de las escritoras más populares de España. Será porque desde pequeña supo lo que quería, como nos cuenta en esta entrevista que hacemos en un Madrid preprimaveral en pleno barrio de Salamanca, donde Espido tiene su oficina. Porque sí, además de escritora, la bilbaína es empresaria. Otra de sus peculiaridades. Allí, en un local en el que los vivos colores de las paredes (no falta el dorado) iluminan numerosos premios, fotos, papeles y mariposas pasamos la mañana con la autora, charlando sobre libros que acaban en el contenedor de reciclaje, monjas pedagogas, Candy-Candy (serie infantil de los años 80) y negociaciones con alergólogos.

¿Cómo te convertiste en empresaria?
Espido Freire (E.F):
Hace seis años, cuando publiqué Mileuristas, preveía un estancamiento importante en la economía. No podía prever la gravedad, pero sí que las vacas flacas estaban asomando los cuernos… Los primeros años han sido agotadores, como para cualquier empresario: con errores y aciertos, reestructuraciones anuales sobre el propio contenido del trabajo… Este año estamos bastante fuertes, por ejemplo, en formación para empresas, otras veces fue la organización de eventos, o los concursos literarios. Siempre intento detectar los movimientos cuanto antes, mejor… Y reenfocarme.

"Hay aspectos de la empresa que se complementan con mi labor de escritora"
¿Cómo se compaginan ambas facetas, escritora y empresaria?
E.F
: En mi caso es muy difícil poderlas dividir, ten en cuenta que las actividades que realizo como escritora se engloban dentro de la empresa. Hay aspectos de la empresa que se complementan con mi labor de escritora, y me ayudan a tener más tiempo: llamadas, agenda, citas… Por otra parte, mi trabajo como escritora hace de efecto llamada para actividades de la empresa. Para mí son facetas diferenciadas, pero es cierto que desde fuera pueden verse solapadas.

Por un momento, imagina que no eres escritora y elige otra profesión, ¿cuál sería?
E.F:
Posiblemente arquitecta, o paisajista. Me atrae la idea de organizar el espacio, encajar cosas… Lo que pasa es que siempre he tenido una formación mucha más humanística, y como buena adolescente vaga, tendía a aquello en lo que sacaba mejores notas. Traductora también, es algo que me gusta, y que hago de vez en cuando.
No era buena estudiante.
"Leo muy rápido y tengo una necesidad casi intelectual de leer mucho"
¿En qué momento del día y en qué circunstancias sueles leer?
E.F:
A todas horas... Leo muy rápido y tengo una necesidad casi intelectual de leer mucho. Quizá leo más en los viajes y desplazamientos, y por la noche. Depende también de si estoy leyendo para investigación, preparando un ensayo.
Por lo cual, esta señora no lee una m... La cosmopolitan y la propaganda del super, poco más.
¿Y escribir?
E.F:
Cuando se va acercando la fecha de entrega del libro voy dedicando más y más horas. Soy muy sosa en eso, no tengo manías. Es verdad que resulta más sencillo por la tarde-noche, porque hay menos ruido y compromisos. Recuerdo ahora seis años en que fui presidenta de comunidad de la escalera, y durante el día no paraba de sonar el timbre: el vecino, la IT, el fontanero... ¡Hasta las 7 de la tarde no podía hacer nada!
Le dedica un rato, antes de cenar. Trabajar cansa.
¿Cuántos libros tienes en casa?
E.F:
Al tener la empresa, amplié espacio aquí mismo (Espido señala los armarios que nos rodean, puertas negras de madera que esconden libros perfectamente clasificados con letreros escritos a tiza: Infantil, Histórica, Empresa...), pero ya se me va quedando pequeño... Tengo un problema común a todos los escritores, la acumulación de libros, al que se le suma otro: una alergia importante a los ácaros. Súmale que vivo con cuatro gatas, que tienen sus propios ácaros. De modo que he llegado a un pacto con mi alergólo: puedo tener un número máximo, que es pequeño, siendo escritora: 3.000.
Ha ojeado dos o tres. Que se note que tiene una vasta biblioteca, que lucir en las entrevistas y ante las visitas.
"Yo leía más porque no me dejaban"
¿Cómo decides cuál se queda y cuál no?
E.F:
Lo clásicos, por ejemplo, no los tengo conmigo: o los cojo de la biblioteca pública o los compro y luego los regalo. Únicamente lo que me entusiasma me lo quedo. Lo dudoso lo recoloco: se los regalo a amigos o gente a la que creo que pueda gustarle ese libro, y los tengo más o menos ubicados, por si alguna vez los necesito. Luego está lo que llamo la sección “Qué pena de árbol”, el libro que nunca debió ser editado... Esos, sin ningún tipo de piedad ni misericordia, van a donde tienen que ir: al contendedor de reciclaje.
Caray, qué cinismo y poca vergüenza.
Y si de todos ellos tuvieses que salvar solo tres, ¿cuáles serían?
E.F:
Los últimos días de Pompeya, de Bulwer Lytton, en una edición de 1914 que me regaló mi profesora de 4º de EGB, Sor Mercedes, la primera persona de mi entorno que entendió la fascinación que sentía por los libros. Descubrió que leía en clase, escondiendo el libro en el pupitre, y en lugar de castigarme, me dijo “Sigue leyendo, pero no te escondas. Vas a aprender más así que con lo que yo explique...”. Por eso estoy segura de que no sirve de nada obligar a los niños a leer, sino lo contrario: yo leía más porque no me dejaban.
Era una niña sufridora ... No, era una niña pedante y cargante, además de llorica y vaga.
"Me pone muy nerviosa la crítica al físico"
Aquella chica que publicó Irlanda en 1998, ¿soñaba con llegar a ser una escritora con tanto éxito?
E.F:
No me malinterpretes, pero yo lo tenía muy claro. Espero que no suene muy soberbio, pero a mí me han educado en la creencia de que si yo quiero algo y eso depende de mí, lo puedo conseguir. Y así ha sido. Excepto en la disciplina con el ejercicio físico, quizá, con el resto de cosas, es así…
Pisa/rá las cabezas que haga falta y se aprovecha/rá de quien pueda.
¿Echas en falta algo en las publicaciones femeninas españolas?
E.F:
Me pone muy nerviosa la crítica al físico. No la comprendo, no me hace gracia y es muy negativa. No es que aliente el machismo, sino directamente la misoginia abierta. Puedo pasar por que se juzgue si una mujer es elegante o no, aunque poner nota me parece un absurdo: depende del gusto, el estilismo, o incluso del día… Lo que llaman los ingleses un bad hair day. Pero no soporto la crítica sobre la belleza. Aunque es cierto que en las publicaciones on line ocurre a menudo que hay un artículo base que no es así, y los comentarios tiran hacia eso…
Aquí, recalca que lo más importante es el físico y que le habría gustado ser como Yola B. o Pochabel.
Una ciudad
Bergen, en Noruega. Al parecer ahora mismo hay un terrible problema de mendicidad española: muchos españoles han respondido al efecto llamada de una ciudad con sueldos altos, y han tenido que atender a un par de centenares… Me cuesta conciliar esa idea con el que recuerdo que yo tengo de ella, donde viví en 2001.
Es una intelectual de nuestra generación.

Tus anotaciones al pie no tienen precio, Pescadilla. Gracias mil.
Espero que la ególatra esta se pegue un garbeo por aquí (seguro que se pasa el día buscándose en Google). Jojojo, le va a dar algo el descubrimiento.
 
¿mendicidad española en NOruega? ¿En serio? una cosa es que la gente se haya largado muy alegremente pensando que bajabas del avión y empezabas a trabajar de ingeniero y otra que la mendicidad española sea un problema, flipo! Lo de qué pena de árbol se lo copio jajaja muy bueno, seguro que alguien se lo dijo a ella y se lo quedó! jaja La anécdota de la profesora que le dijo que leyendo aprendería más que con ella, no me la creo. Seguro que le animó a leer, pero no en clase y desde luego nunca menospreciando su trabajo.
 
... también ha plagiado a ZP, a Rajoy, a Solbes y a Montoro, entre otros. Debieron de llamarla a ella, para explicarnos la crisis. Ella lo anunció antes que el bobierno. Spidogirl for president.
"¿Cómo te convertiste en empresaria?
Espido Freire (E.F):
Hace seis años, cuando publiqué Mileuristas, preveía un estancamiento importante en la economía. No podía prever la gravedad, pero sí que las vacas flacas estaban asomando los cuernos… Los primeros años han sido agotadores, como para cualquier empresario: con errores y aciertos, reestructuraciones anuales sobre el propio contenido del trabajo… Este año estamos bastante fuertes, por ejemplo, en formación para empresas, otras veces fue la organización de eventos, o los concursos literarios. Siempre intento detectar los movimientos cuanto antes, mejor… Y reenfocarme."
 
... también ha plagiado a ZP, a Rajoy, a Solbes y a Montoro, entre otros. Debieron llamarla a ella, para explicarnos la crisis. Ella lo anunció antes que el bobierno.
Spidogirl for president.
"¿Cómo te convertiste en empresaria?
Espido Freire (E.F):
Hace seis años, cuando publiqué Mileuristas, preveía un estancamiento importante en la economía. No podía prever la gravedad, pero sí que las vacas flacas estaban asomando los cuernos… Los primeros años han sido agotadores, como para cualquier empresario: con errores y aciertos, reestructuraciones anuales sobre el propio contenido del trabajo… Este año estamos bastante fuertes, por ejemplo, en formación para empresas, otras veces fue la organización de eventos, o los concursos literarios. Siempre intento detectar los movimientos cuanto antes, mejor… Y reenfocarme."

NAda que se vaya a dar conferencias con Leopoldo Abadía
 
Caray, es lo peor que he escuchado en mucho tiempo, tanto el violenchelo como su lectura.

Voy a tener espidopesadillas esta noche.
 

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