Esos dos globos pegados a un escote que parece un caparazón de pollo es muy antiestético porque resulta desproporcionado.
Yo no me acostumbro a que el ideal de belleza ahora sea éste, ser superfit y pecho operado. Como tú dices hay algo de incoherencia en todo eso que hace que no se vea natural y no me termine de gustar.
Echo de menos mujeres espectaculares pero que resultaban de carne y hueso como la gran Mónica Bellucci.