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Definir al presidente del Gobierno no parece una tarea fácil. El líder de la oposición, por ejemplo, utilizó un día en el Parlamento 27 adjetivos, en realidad insultos, en diez minutos y no lo consiguió.
En inglés, que es un idioma muy sintético, hay una palabra que lo logra. Se puede usar como sustantivo, verbo o adjetivo; es positiva o negativa según el contexto; el que la dice le da el sentido que quiere y el que la escucha la interpreta como le da la gana. Es ‘swagger’. Unos dirán que significa arrogancia, pavoneo, fanfarroneo, soberbia o incluso contoneo, otros que aplomo, seguridad, o incluso carisma. Quizás atrevimiento sea lo que más se aproxima.
A mí me parece que es el político más interesante de su generación. Durante algún tiempo ese título parecía destinado al expresidente de Ciudadanos, pero hoy la gente ya no sabe si su apellido se escribe con ‘b’ o con ‘v’. Tiene el mayor reconocimiento de nombre del espectro político. Empezó como Pedro Sánchez Pérez-Castejón, pero por el camino se fue despojando de lo innecesario. Ha terminado siendo Pedro Sánchez en los medios internacionales y en gran parte de los nacionales y Sánchez a secas en los conservadores.

El reconocimiento de nombre influye en las elecciones a favor del reconocido, puesto muchos votantes no necesitan entender su posicionamiento ante los distintos asuntos públicos. Esta tendencia se ha acelerado desde que los medios impresos ya no son los que marcan la opinión pública, mucho más influida por la televisión y las redes sociales.
Esto es algo que se sabe desde hace siglos. En ‘El Quijote’ Sancho dice algo así como que, con tal de verse en libros, se le da un higo lo que digan dichos libros. Que hablen de mí, aunque sea mal, es un dicho bien conocido que fue mejorado por Oscar Wilde y después Dalí con su ”que hablen de mí, aunque sea bien”.
El ‘New York Times’ descubrió, tras las elecciones de 2016, que durante el tiempo en el que ambos eran candidatos, habían publicado tres veces más informaciones sobre Trump que sobre Hillary Clinton, que era a quien apoyaban. Y en el conjunto de los medios en Estados Unidos la campaña de ella gastó más del doble que la del neoyorquino, pero la cobertura no llegó a un tercio. Una gran parte de esta era negativa, por supuesto, pero reforzó el reconocimiento de nombre de Trump.
Aquí parece que los redactores jefes de los principales diarios conservadores madrileños cuando preparan los titulares de la primera página primero ponen Sánchez y luego lo que toque. Los partidos que apoyan al Gobierno son “los socios de Sánchez” y unos y otros forman la “banda de Sánchez” –cáfila en la pluma de un culto filósofo

Primero tuvo que enfrentarse a los poderosos de su propio partido, luego ganó la primera moción de censura de la democracia con poco más de la mitad de los diputados del incumbente y renovó en dos ocasiones mandato teniendo siempre en el aire uno de los bolos de los juegos malabares que ensaya a diario y enfrente a gran parte de la prensa, radio y televisión y a la mayoría del poder judicial. Los enemigos iban en aumento, por lo que no debería haber llegado a las Navidades del 18, según aseguraban los medios interesados y repetían los cuñados y el mes que viene serán ya las cuartas que pase en La Moncloa. No podría dormir con Podemos en el Gobierno y ha terminado descansando como algunos erizos en el invierno, cerca para tener calor, pero no demasiado para no pincharse.
Pero Sánchez camina con ‘swagger’, especialmente cuando viaja al extranjero. Es el primer presidente del Gobierno que habla inglés con fluidez. Allí donde sus antecesores metían la cabeza en el pupitre de las salas de reuniones él la levanta y se pone en el centro de la escena que captarán los medios, hablando con gente de importancia. A veces se le va la mano como en el caso de la primera ‘entrevista’ con Biden, pero a cambio muchas veces le sale bien. Como es alto y la cámara le quiere, destaca en las fotos. Son bien conocidos los comentarios del personal, en algunos países, tras alguna entrevista en los medios locales. No sabrán lo que dijo, pero sí cómo lo dijo.” Te vi en la tele”. En la escena internacional ‘Mr. Handsome’ sólo compite en eso con Justin Trudeau. Por primera vez –ni siquiera González llegó a tanto tan rápido– muchos suecos o neozelandeses saben quién es el presidente del Gobierno de España.
La principal y más repetida acusación es que se aferra al poder, incluso pactando con los “enemigos de España”, como si no supieran que la finalidad de la política es obtener, conservar y aumentar el poder y el patrón para juzgarla es el éxito en la consecución de ese objetivo.
También fue criticado el indulto parcial a los políticos catalanes presos, bien visto en los países de nuestro entorno.
Si miramos a la política, Sánchez parece un socialdemócrata moderado en materia económica; gobierna con unos presupuestos heredados de la derecha. Incluso las dos medidas más progresistas: la implantación del ingreso mínimo vital y la subida del salario mínimo, son templadas . En política social y cultural es algo más atrevido intentando liderar el feminismo político y el ecologismo y proponiendo la ley de la eutanasia. Avanza mediante el sistema de prueba y error para evitar el síndrome del zapato estrecho –que te destroza el pie si persistes en su uso– convirtiéndose para unos en aventurero desprejuiciado y para otros en un neokeynesiano que cambia de opinión si lo hacen las circunstancias.
De momento, ha bregado, con el desgaste lógico, con la crisis del Covid, sanitaria y económica, la erupción del volcán, el aumento del coste de la luz y la consiguiente inflación (lo más peligroso). Si, como es previsible, saca adelante los Presupuestos y mantiene unido a su partido, lo normal es que agote la legislatura.
Los Presupuestos del 22 son expansivos en materia social, pero con mínimas subidas fiscales que mantendrán a España siete puntos por debajo de la media europea en ese campo.
Hasta que se celebren esas elecciones, dentro de dos años, puede pasar de todo, incluso que el caballo haya aprendido a hablar (véase ‘Las mil y una noches’), pero con los datos actuales en la mano la oposición tiene difícil desbancarle. En la mayoría de las encuestas ésta aparece por delante, pero no lo suficiente y la valoración de su líder está por debajo de la del presidente. El tiempo corre en contra de la oposición, por eso piden elecciones ya, pero Sánchez parece cómodo con sus bolos en el aire y no querrá perder las dos grandes oportunidades internacionales del próximo futuro: la Asamblea General de la OTAN en Madrid y la presidencia de turno de la Comisión Europea. En esos encuentros es cuando ‘Mr Handsome’ desarrolla toda su capacidad de ‘swagger’ y en eso es uno de los mejores.





Guerra a los planes de pensiones privados: arranca el macrofondo público
El independentismo allana los Presupuestos, los Parlamentos analizan los peligros de la democracia


Cayetana, Isabel y Yolanda. Tres colores en busca de destino, sea éste cual sea

El articulista olvida con frivolidad lo que ha costado esa censduras ganada con promesa que ahora se las ve y desea para poder cumplir y esa victoria pirrica le ha obligado hacer malavarismo y concesiones que de estar la derecha hubiera habido truenos en las calles En cualquier parte delmundo, con pedigri, este saltimbanqui no tuiene el mas minimo prestiguio Eso si nos pone dia si y dia no en ridiculo a todos,aunque no lo hayamos votado , eso es lo triste
 
Este artículo no es sobre política propiamente dicha, es sobre la manera de ver la vida. (en memoria de Javier Reverte, ahora que se acaba de cumplir el primer aniversario de su fallecimiento :( )

Si desplazarse por el mundo es una necesidad vital, está claro que la vida nos ha cambiado con la llegada de la pandemia y el cierre de la puerta de muchas fronteras de la tierra. El mundo no está clausurado del todo, pero está más próximo que nunca en los últimos años al enclaustramiento. Yo he tenido la suerte de escaparme algo en los tiempos recientes y algunos amigos míos lo llaman temeridad. No hay osadía en ello, pienso yo, pues en todas partes sucede lo mismo que en España y es indiferente el lugar en donde te aislas, sea Navalcarnero o Tananaribe. En todas partes te miden la fiebre al entrar, te ofrecen un chorro de crema desinfectante y las mascarillas son obligatorias. Parecemos japoneses de los años setenta.

La vida ha cambiado, digo; pero no por las mascarillas y las cremas. El asunto es más hondo. Y es que nos estamos acostumbrando a quedarnos quietos. Entre la pandemia y las nuevas tecnologías, pareciera que alguien hubiera tomado por nosotros la decisión de que no salgamos casi nada de casa. El teletrabajo va imponiéndose, el tapeo en la barra de los bares con los amigotes va camino de la desaparición, a los acontecimientos deportivos no se puede asistir, habrá quien invente pronto fórmulas de hacer el amor por “WathsApp”, las grandes producciones cinematográficas se rinden ante el vigor de las series televisivas, los cines cierran porque todo puede verse en casa, incluso los rodajes transcurren en su mayor parte en interiores y los grandes espacios han desaparecido de las pantallas. Imaginar un cine estilo al de John Ford y su Monument Valley ya no es posible. Y no sólo porque los apaches y navajos estén extinguiéndose, sino también porque nos hemos cargado el cielo inmenso del Oeste.

¿Qué nos quedaba? Viajar. Pero ha llegado el Covid-19 y levantado las primeras grandes barreras, como si fuera la premonición de un mundo anhelado por gente del jaez de Donald Trump. ¿Resistiremos o cederemos ante una enorme valla que abarque todas las fronteras imaginables?.

Los hombres hemos viajado para comer, por necesidad de supervivencia, para comerciar, para evangelizar, para descubrir, para conquistar… Y ahora lo hacíamos, sobre todo, por la razón más hermosa: conocer. ¿Tenemos que renunciar a ello? El Ulíses de Dante no aceptaba ese fin. En el “Infierno”, dice a sus hombres: “No os neguéis la experiencia de ir a la región ignota…; para la vida animal no habéis nacido, sino para adquirir ciencia y virtud”.

Viajar no es un placer, sino algo más hondo: un deber. Soy incapaz de imaginarme un mundo en el que apenas salgamos de casa, y mucho menos de nuestra patria, devorando la carroña de la comida encargo, sin un bar rodeado de amigos, sin partidas de cartas, sin salir de pesca, engordando como un balón a base de donuts y hamburguesas, haciendo el amor por “WhatsApp” y sin aviones que me esperen en las pistas de los aeropuertos o trenes en la estaciones o barcos en los puertos. ¿Y dónde el aire de la calle, y dónde el viento de la montaña, y dónde el rugido de las olas…?

Viajar nos hace, no sólo más sabios, sino mejores. Porque nos ayuda a comprender las propias debilidades y a corregirlas en el ejemplo de los otros. Y sobre todo, nos aplica la suprema de las enseñanzas: que no estamos solos y que nuestro mundo es diverso, rico, radicalmente enclavado en la diferencia; que de todos hay que aprender y a todos hay que prestar comprensión y ayuda; que los seres humanos somos una única raza.
 
He leído este artículo de José Antonio Zarzalejos (ex director del ABC) en otra sección del foro.

voz ronca y la presencia contundente de Almudena Grandes la convertían en una persona que podía llegar a resultar intimidante. Su manera directa de escribir sobre temas políticos era, casi siempre, un ejercicio literario e ideológico de confrontación. Fue la pluma de una España que estaba siempre en lucha permanente; en alertas antifascistas; en colisiones con la derecha, la Iglesia, el franquismo, los conservadores, los bancos… Frente a todo aquello que estuviese significado por alguno de los rasgos que ella detestaba con toda su alma, con todo su corazón y, al final, con toda su vida.

No dejaba de militar. Su literatura, desde la primera de sus novelas, 'Las edades de Lulú', la que le llevó a la celebridad con el premio 'Sonrisa vertical', fue un trasunto de su inquietud rompedora e iconoclasta. Estaba embarcada en concluir —imitando a Pérez Galdós, pero con una reformulación completa con su personal prosa— seis novelas sobre la guerra y la posguerra en la que hacía intervenir a personajes bien trazados a los que insertaba en tramas que ideaba con habilidad y realismo.

Selectiva en sus gustos, admiraba a la gente en sus antípodas siempre que fuese tan honrada como ella pretendía serlo

Pero estas letras no glosan a la Almudena Grandes literata. Lo hacen a otra Almudena Grandes con la que mantuve una insólita relación de afecto y cariño. No me vinculaban con ella afinidades ideológicas, ni entorno social, ni circunstancias vitales. Ella y yo éramos por completo ajenos antes de conocernos. Pero su poderosa voz se cruzó en un momento crucial de mi vida, en uno de esos puntos de inflexión en los que una palabra, una intervención pública, una actitud desatan consecuencias imprevistas. Evitaré dar detalles de ese momento en el que yo no estaba presente. A partir de entonces iniciamos una relación a distancia: por teléfono, por correo electrónico y nos prometíamos charlas en comidas para las que no encontrábamos fecha.

En el almuerzo mano a mano en el que comenzamos nuestra extraña amistad hablamos de lo divino y de lo humano. Lector de sus novelas —especialmente de las últimas— le afiancé en la idea que ella mantenía: que sus lectores no eran peligrosos izquierdistas sino gente de otros lares ideológicos. Almudena lo sabía: no solo leía a sus próximos, sino también a los lejanos. Incluso a sus detractores. Era radioescucha y curiosa. Selectiva en sus gustos, admiraba a la gente en sus antípodas siempre que fuese tan honrada como ella pretendía serlo. En esas conversaciones, Almudena no sonaba con voz ronca; su contundencia física resultaba casi frágil; sus manos eran finas y su mirada tenía un punto de compasión permanente. En los últimos tiempos de su vida, derramó lágrimas amargas porque le metieron el dedo en la llaga filial de una manera tan cruel como injusta.

Mis dos últimos contactos con ella fueron emotivos para los dos. La animé —también a su marido, Luis García Montero— con un mensaje que me respondió él telefónicamente, lo que me produjo una sorpresa inquietante. Cuando supe de su enfermedad, antes de que la diese a conocer, le remití ánimo y le propuse una pronta reunión. Me contestó quedamente: "Muchas gracias, José Antonio, muchos besos y cuenta con esa comida. La disfrutaré, seguro". A partir de ese día no volví a molestarla. Leía su columna en 'El País' y parecía rehecha. Amigas comunes me advertían de su lucha y de la gravedad de su enfermedad. Y a los 61 años, se ha ido.


Dejo su trayectoria literaria para los críticos —aconsejo, sí, leer 'Malena', un relato que tanto le retrató— pero reivindico a la Almudena Grandes que no se dejó conocer en sus debilidades, en algunos —muchos— de sus afectos, en una sensibilidad insospechada pese al estereotipo que ella fue cincelándose sin darse la oportunidad de ampliar el registro de sus admiradores y desafiando a sus contradictores que eran muchos. Entre Almudena Grandes y yo —se lo dije más de una vez— hacíamos la España más verdadera, que es la de los diferentes que no renuncian a la palabra ni a los afectos vinieran estos de donde vinieren.


Siento la pena de su pérdida como amigo; siento la pena como lector. Y siento que la Almudena que yo conocí no tenga espacios para enseñarse


Como literata ha dejado huella, pero como columnista por corto, era eficaz y directa, accesible y exacta en las palabras; elegía temas de calle, acontecimientos inmediatos y usaba las palabras a veces como puños y otras como caricias. Siento la pena de su pérdida como amigo; siento la pena como lector. Y siento que la Almudena Grandes que yo conocí no tenga espacios para enseñarse.


En este periódico de libertad que es El Confidencial, le dejo estas palabras de afecto —y de agradecimiento— y reclamo de aquellos que la tenían como enemiga que no la reduzcan a un estereotipo del que ella fue incapaz de desprenderse. Ese fue el reproche que le hice en una ocasión: "Almudena, tú no solo eres la roja de tus columnas y de tus novelas; eres más que eso. ¡Enséñate!". Pero es que Grandes era tímida, su voz no era tan ronca, su presencia no era tan contundente. Era tan frágil que se ha ido a una edad cuando iniciaba la década más promisoria de su carrera. La última conversación con Luis, su marido, parecía estar gobernándola ella a su lado: "Te manda un beso". Era muy de enviar besos. Por eso uno de sus mejores relatos se tituló 'Los besos en el pan'.
 

«Ongi etorri»​

Centenares de embarcaciones aguardaban al «Azor» superada la barra de la bahía, entre Galeceno y la Zurriola. Y Franco saludaba desde la gran bañera a popa de su barco, que posteriormente utilizó Felipe González. Jamás hubo ni un solo intento de atentado. A Franco lo han derribado cuando su figura era de bronce
01/12/2021Actualizada 02:25
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Cuando el que escribe era niño, a principios de agosto arribaba a San Sebastián el «Azor». Era un barco mal hecho, desproporcionado y con mareante movimiento cuando la mar se encrespaba. Ocupaba el espacio entre las dos grandes boyas al socaire de la isla de Santa Clara. El que era jefe del Estado siempre vestía de la misma forma a bordo. Gorra de plato con la planicie blanca, chaqueta azul, camisa clara y pantalones grises. En el muelle de pescadores se comentaba la llegada del «Azor» de forma escueta y cariñosa:
–Ya está aquí «Pachi».
Cuando desembarcaba para habitar en el Palacio de Ayete, lo hacía en una motora auxiliar del «Azor» custodiada por una barca a motor de la Comandancia de Marina, con la dotación habitual y cuatro soldados de la Guardia personal de Franco, con sus boinas rojas. Y tanto en la bahía, procedentes de los barcos allí anclados como en el muelle o el Real Club Náutico, era objeto de los aplausos que voluntaria y espontáneamente le tributaban los donostiarras. Las embarcaciones azules que llevaban a los domingueros a la isla de Santa Clara, se acercaban al «Azor» para rendir homenaje al Caudillo, y a popa del barco, se arriaban unos cabos para que descansaran los bañistas que, desde La Concha o la playa de Ondarreta, se atrevían a superar a nado la distancia entre las playas y la isla. En cierta ocasión, Franco convocó a su Gobierno a bordo para celebrar el Consejo de Ministros, y se marearon Arburúa, Martín Artajo, y el General Alonso Vega, que era terrestre. Franco ceceaba:
–Zon uztedes demaziado blandoz.
Fueron desembarcados en la V-18, una patrullera de costa de la Armada que comandó el navegante navarro y carlista Carlos Etayo y terminó con su carrera de marino en la Armada. La V-18 era una monda, con un pequeño cañón como única arma disuasiva. Se complicó la convivencia entre los pescadores españoles y los franceses en la temporada de la anchoa, la «ardora», como se le decía en la costa guipuzcoana. La V-18 avistó a dos pesqueros franceses en aguas españolas, y les ordenó que las abandonaran. Los pesqueros no hicieron caso, y Etayo ordenó disparar con el cañón a proa y popa de los intrusos, apuntando a la mar. Se fueron a toda pastilla, pero la tensión diplomática creció. Etayo perdió el mando de la V-18 y lo destinaron a puestos burocráticos. Se fue de la Armada y construyó la «Niña II», réplica exacta de la carabela colombina. Con ella, bajo su mando, cruzó el Atlántico. Y años más tarde con el «Olatrane» y la «Niña III», porque fue un marino y navegante excepcional. Pero lo fulminó el ministro de Marina, Nieto Antúnez.
–Excelencia, lo que ha hecho el joven oficial Etayo con los pesqueros franceses merecía su sustitución en el mando.
–Puez a mí, Pedrolo, lo que ha hecho Etayo me ha guztado.
Y Nieto Antúnez, gran amigo de Franco, observó:
–Pues ¿sabes lo que digo, Excelencia? ¡Qué me has convencido!
Pero Etayo ya se había ido de la Armada por voluntad propia.
Se habla mucho de los originales «Ongi etorri» –bienvenidas–, que los proetarras, batasunos y bilduetarras – socios del Gobierno de España comandados por el terrorista Otegi–, organizan para recibir a los asesinos de la banda que han cumplido sus condenas. Ahora dicen que organizarán las «bienvenidas» con más discreción, cediendo a la presión de los familiares de las Víctimas del Terrorismo. Pero lo cierto, es que los «Ongi etorri» de verdad, las bienvenidas entusiastas, populares y cariñosas, se las dedicaron durante decenios al general Franco. Centenares de embarcaciones aguardaban al «Azor» superada la barra de la bahía, entre Galeceno y la Zurriola. Y Franco saludaba desde la gran bañera a popa de su barco, que posteriormente utilizó Felipe González. Jamás hubo ni un solo intento de atentado. A Franco lo han derribado cuando su figura era un monumento en bronce, pero en vida, ni un puto separatista o pre-terrorista vasco se atrevió a mover un dedo, ni a emitir un grito de desagrado, ni apretar un gatillo contra quien no se ocultaba.
Molesta mucho en la actualidad. Pero los auténticos «Ongi etorri» de los vascos fueron los de Franco.
Y nadie les obligó a darle la bienvenida.

Más de Alfonso Ussía​

 

La ofrenda a la Inmaculada, el islam en Europa, la Misa atormentada, ‘Mater semper certa est’, Feliz Navidad por ahora.​

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por SPECOLA | 01 diciembre, 2021

Cada día que pasa somos más conscientes de que nuestras sociedades están entrando en una espiral de locura sin fin. Uno de los grandes problemas de fondo, que nadie quiere acometer, es que vivimos en un mundo drogado, narcotizado. Nos quejamos de los narco gobiernos que van creciendo por el mundo y no queremos reconocer que esto existe por qué hay un consumo mucho más generalizado de lo que creemos y totalmente tolerado. Un ser humano adormecido por todo tipo de opiáceos, s*x* droga, alcohol, se gobierna mucho mejor y crea muchos menos problemas. El alma del ser humano es compleja, maravillosa, creada a imagen de Dios, y con estas ‘tácticas’ la encerramos en una prisión dejando al cuerpo que la sustenta convertido en una marioneta. San Pablo nos alertaba hace ya algún tiempo: «Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Solo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo».

No está gustando nada que se suprima la tradicional ofrenda a la Inmaculada en la Plaza de España de Roma. Desde 1958, con Juan XXIII, con la presencia del papa, desde 1923 sin ella, ha sido ininterrumpidamente una de las ceremonias más queridas por la gente de la ciudad. El año pasado todas las actividades estaban en pleno cierre con las consiguientes prohibiciones impuestas por la autoridad civil y el Papa aprovechó para una visita muy privada, fugaz y sigilosa a las 7 de la mañana. Este año parece incomprensible, ninguna prohibición de la autoridad civil limita esta ceremonia y, con un poco de previsión y sentido común, se pueden garantizar todas las precauciones de salud. No es compresible que veamos esas mismas calles inundadas por las compras navideñas y vacías, para honrar a la Inmaculada.

Moussa, arzobispo de Mosul, advierte a Europa: «El Islam radical no puede integrarse en Occidente. La bienvenida es justa, pero hay que expulsar a los fanáticos», y se supone que sabe de qué habla: «Entre los inmigrantes que intentan llegar a Europa a través de Turquía desde Siria, hay miles de yihadistas infiltrados». «Las migraciones, como el terrorismo, no son solo un problema islámico, sino que son utilizadas política y geopolíticamente por quienes quieren «desestabilizar Europa». “He estado en Turquía muchas veces y he visitado campos de refugiados. Turquía sostiene a todas estas personas sabiendo que puede abrir sus puertas cuando quiera. Hay países que quieren invadir y desestabilizar el sistema político y de derechos humanos de Europa en general. Muchos países están convencidos de que cuando Occidente se desestabilice en términos de seguridad, el Islam podrá expandirse más fácilmente».

«El Islam radical no puede integrarse en un país como Francia. Si tomamos las partes del Corán que se remontan al período de Medina, no puede funcionar. Estos textos abogan por la creación de una sola humanidad unida por una sola religión. Por otro lado, los textos que datan de la época de la Meca son más pacíficos, lamentablemente han sido derogados por los de Medina. Lo hemos permitido. Estas redes fanáticas no podrían prosperar si los países europeos hicieran cumplir la ley. Desapruebo esta laxitud occidental». “Europa cometió un error al cortar sus propias raíces espirituales y culturales, porque de esta manera se ha debilitado. Un árbol sin raíces solo puede secarse».

Libro de Cristina Siccardi que lleva por título: «Esa misa tan atormentada y perseguida, pero tan viva». Escribe la autora, «un rito tan antiguo como nuevo», incluso hoy, después de dos mil años, el Santo Sacrificio de la Misa y la Sagrada Eucaristía representan lo más sublime de la Tierra y lo más precioso que Nuestro Señor ha dejado a su Iglesia. Al mismo tiempo, lamentablemente todavía hoy, este tesoro representa un bien ininteligible para la mayoría de los hombres y también para los cristianos. «Cada vez menos personas van a Misa y, en todo caso, para quienes todavía practican el precepto del domingo en su profundidad. Las estadísticas son despiadadas y hablan de un colapso acelerado de su asistencia […]. La ateaización masiva de los últimos cincuenta años encuentra su catalizador precisamente en el rechazo de la Misa; mientras que antes era la Santa Misa la que lo impedía. […] No es una teoría, una hipótesis, es simplemente la realidad de los hechos: la Misa ya no es la Misa, como la fe ya no es la Fe».

Se ha publicado, difundido por el gobierno de Chipre, que el Papa Francisco se traería a cincuenta refugiados de su viaje Chipre y Grecia. No hay desmentido, pero casi: «Se está estudiando la hipótesis, pero la complejidad de la legislación no permite dar respuestas definitivas». Es evidente que, si vienen, no vienen al Vaticano, que no admite en su legislación la posibilidad de aceptar refugiados sin ninguna excepción posible, sino que se quedarían en Italia y, por lo tanto en Europa.

‘Claire’ es un señor, y sigue siendo señor por lo natural, pero señora por lo civil, sin haber realizado cambios biológicos. Tal señor, como es natural, concibió una hija con su esposa, está sí, señora por la natural y lo civil, pero se niega a ser padre. Un Tribunal de Toulouse deberá decidir si reconoce, después de la identidad de género, también la paternidad de género. Está casado desde 1999, la niña nació en 2014, cuando el hombre ya se había convertido oficialmente en Claire. Al registrar a su hija pidió ser reconocido como la madre de la niña pero, los funcionarios solo lo reconocen como padre. Claire, señor por lo natural y señora por lo civil, quiere figurar como la segunda «madre», civil, porque por lo natural madre no hay más que una. El principio del derecho ‘Mater semper certa est, pater numquam’ se ha quedado obsoleto. No es de recibo que se pretenda ser madre con dispensa civil del trabajo del parto.

Seguimos con muchos artículos sobre la polémica del documento de la Comisión Europea que ‘borra’ la palabra Navidad, la acémila que lo propone lo retira porque ‘no está maduro’, por ahora, veremos por cúanto tiempo está permitido decir «Feliz Navidad». En las salas sublimes de la UE alguien se dio cuenta de que hasta la tontería tiene un nivel de tolerancia y la propuesta fue retirada: «No es un documento maduro y no cumple con nuestros estándares de calidad. Así que lo retiro y volveremos a trabajar en este documento ”. Nuestros impuestos también sirven para pagar, en general muy bien, una serie interminable de personajes cuyo «trabajo» es dar a luz este tipo de tonterías.

Se pretende madurar , aquí nadie ha dicho que esté equivocado, es solo una tregua, un pequeño revés, que solo confirma el carácter malsano y nocivo de esta UE, un organismo supranacional construido sobre la piel de los ciudadanos europeos con el objetivo cada vez más claro de destruirnos como ciudadanos para convertirlos en ovejas obedientes.

No seamos ingenuos, el cáncer fundamental permanece, hay comisiones, grupos, núcleos y funcionarios que están, así lo creen ellos mismos, capacitados para establecer lo que es correcto y lo que no está bien, incluso indicando cómo hablar, cómo dirigirse al público por escrito o verbalmente. Partimos de la indiscutible y formidable “inclusividad”, y desde aquí pretendemos reescribir dos mil años de historia y decidimos que está feo decir “Feliz Navidad”.

«…los ponían a sus pies, y él los curaba.»

Buena lectura.

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Un Nuovo Libro di Cristina Siccardi: Presentazione in Streaming, Oggi, alle 21.00.

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Anche quest’anno l’8 dicembre il Papa non si recherà pubblicamente alla Colonna dell’Immacolata. Perché?

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MARTA ORTEGA​

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Con motivo de la presidencia de Marta Ortega, voy a romper con mi aburrimiento indumentario

diciembre 1, 2021
Después de la formidable gestión de Pablo Isla, la nueva presidente de Inditex será Marta Ortega. La Podebunda está indignada. Por lógica, el trabajador que consigue con su esfuerzo reunir una fortuna impresionante, y mantiene la mayoría de la empresa que ha creado partiendo de la nada, tiene todo el derecho de designar para ocupar la presidencia de su empresa a la persona que le dé la gana. Y si esa persona es su hija Marta, a la que conoce y valora desde su infancia, hace muy bien en confiar en ella.
Su otra hija, ocupa el segundo lugar en la relación de las grandes fortunas españolas, inmediatamente después de su padre. Pero la Podebunda está que trina. Los podemitas, que conforman entre sus líderes la reunión más conseguida de vagos y maleantes, no resisten que un trabajador que parte de menos cero triunfe en todo el mundo cómo ha hecho don Amancio Ortega. No conozco ni a don Amancio ni a Marta, pero intuyo que de no confiar plenamente en las aptitudes de su hija, no habría decidido su nombramiento. Marta, como su hermana, no ha heredado una fortuna de diez generaciones. Han heredado a su padre, un trabajador nato, un genio del empresariado, que no hizo en su vida otra cosa que trabajar mientras los envidiosos de la Podebunda vivían del dinero de sus padres y se despertaban cada mañana cuando don Amancio Ortega llevaba seis horas trabajando.
Lo que han heredado las hijas de Amancio Ortega es el rendimiento excepcional de un trabajo agotador enriquecido por el talento natural de quien no tuvo, desde niño, otro objetivo que trabajar. Y de cuyo trabajo ha repartido más trabajo a decenas de miles de españoles que sin su trabajo, quizá no lo tendrían. Pero ahí están los podebundos, irritados, descompuestos, envidiosos, marchitos, sodomizados de rencor por un hierro candente que se enciende de odio todos los días.
A mí, personalmente, que si no escribo no como, y vengo de una familia riquísima que lo perdió todo por indolencia, admiro profundamentea quienes trabajan, no para para mantener los restos del naufragio, las cenizas del esplendor –gran libro de Antonio Menchaca-, sino para nacer ilusiones y fortunas. España está en deuda con ese personaje discreto y callado, generoso como nadie, que paga sus impuestos escrupulosamente y ha convertido el sudor de su frente y de sus manos, en una multinacional española. Pero entiendo que a los podebundos podemitas el fruto del trabajo bien hecho hiera sus inabarcables falsedades.
No he comprado nunca en Zara. Soy más antiguo vistiendo que Sir Reginald Basset-Basset, que expulsó de casa a su hija Gwendoline cuando ésta le regaló por su cumpleaños una corbata color naranja. Mantengo mis trajes –arreglados por mor de los kilogramos sobrantes-, de treinta años atrás. Pantalones grises como un amanecer en Sabadell, chaquetas azul marino y una buena colección de “Tebas”, de Bel y Cía, de Jaime Gallo, de Lester, y de La Ventosilla, fundada y mantenida por las nietas del Conde de Teba, ahí es nada. Pero con motivo de la presidencia de Marta Ortega, voy a romper con mi aburrimiento indumentario, y me voy a poner al día. Para celebrar la justicia en el triunfo. Y a la envidiosa y vaga Podebunda, sinceramente, que le vayan dando y ondulando por la “permanén”.
Alfonso USSÍA
 

NUEVO IDIOMA​

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El “pedrosanchés”, un idioma de rica verborrea y sin significado, y por ende, sin traducción

diciembre 2, 2021
Don Antonio Burgos,barroco escritor sevillano, navegante en el J.J. Síster Guanahani, explorador en Sabi-Sabi, corazón helado en Moscú, y poseedor en España del Diccionario Zulú-Hosha Hosha-Zulú – sólo existen dos poseedores, el mencionado don Antonio y este servidor de muchos de ustedes, pues los compramos juntos en Ciudad del Cabo-, ha inventado un nuevo idioma. Mejor, lo ha descubierto. El “pedrosanchés”, un idioma de rica verborrea y sin significado, y por ende, sin traducción ni posibilidad de ser subvencionado para que lo hablen, además de Pedro Sánchez y sus ministros, sus cultos votantes. Porque el “pedrosanchés” mejora al viejo idioma de don José Solís Ruiz, el que fuera Ministro Secretario General del Movimiento, con una diferencia a favor del político franquista. Que era culto.

Supongan los lectores que les inducen a describir la imagen de una fotografía. Un botijo con fondo blanco. En español o castellano –insisto que el castellano es el bello español que se habla en Castilla-, la descripción sería breve. “Un botijo”.

En “pedrosanchés” se precisarían toda suerte de metáforas y cursilerías para describirlo.
“He aquí la sed calmada de este País. De barro cocido sostenible, de tierra húmeda, humilde y trabajadora, con o sin resiliencia, fango embargado a la derecha que no desea la evolución económica de España, este botijo o botija, representa la proyección del agua en el paladar sediento. España ya no tiene sed, y todo se lo debe al botijo y la botija. Jamás fueron los botijos y botijas fascistas. El botijo y la botija representan los flecos de la negociación con Europa, y hoy, aprovechando la presencia de la prensa amiga en este acto, os prometo, a todos y todas, que he ordenado a mis ministros más progresistas, las Montero, Garzón, Marlaska y la vicepresidenta Díaz, la urgente preparación de un proyecto de ley referido a la injusticia que se ha cometido durante siglos con los botijos y las botijas. Y se trata de una promesa firme. Y en mi Gobierno, las promesas firmes se cumplen”.

La ministra que mejor habla el “pedrosanchés” es sin duda alguna, Irene Montero. “Amigos, amigas y amigues. Homosexuales y homosexualas. Lesbianas y lesbianos. Transexuales y transexualas: La meritocracia es la puerta del progreso. Aquí me tienen. De cajera o cajero en una tienda de electrodómesticos y electrodomésticas a ministra del s*x*. ¿Cómo he logrado llegar hasta la cumbre sin ayuda? Pues lo cierto es que todavía me lo pregunto y no hallo respuesta ni respuesto. Pero no ha sido en la cama o en el lecho, como dicen los fascistas, las fascistas y les fascistes. Eso sólo lo hacen las mujeres de las derechas, que se acuestan para medrar. Nosotras, nosotros o nosotres, nos ganamos el pan y la pana, el bollo y la bolla, la tortilla y el tortillo, condicionando nuestros intereses personales y personalas a coyunturas de progreso social. Coyunturas de ternura o ternuro, también de ternure, faltaría más, que no menoscaben el futuro de la mujer. Y os prometo que lo llevaré a cabo, como en anteriores disyuntivas de competencia erróneas”.

Se pueden alcanzar cumbres de estupidez y falsedad usando de los muchos dialectos del “pedrosanchés”. Que incluyen frases obligatorias, como “en base a”, “la obligada influenciación” y la “capitalización decadente de la derecha vencida”. No hay diccionario. No hay diccionario porque todavía no se ha presentado el gilipollas que se preste a trabajarlo.

Pero que se presentará no lo pongan en duda. Y subvención al bolsillo.

Alfonso USSÍA
 

"Uno de los problemas fundacionales de la democracia española es su relación con la memoria. España es un país anormal. Es el único país del Este y del Oeste de Europa que proviene de un régimen antidemocrático y totalitario y no empieza su andadura con una declaración solemne de ruptura en el Parlamento. Eso aquí no pasó. Aquí no hay una política pública de memoria. El Partido Popular es el único partido de derecha de Europa que no se ha esforzado por dejar clarísimo que no tiene nada que ver con el fascismo que le precedió". Son palabras que Almudena Grandes me dijo en la única entrevista que tuve la oportunidad de hacerle. Su muerte ha demostrado, tristemente, que estaba en lo cierto.


 

La sonrisa y el odio​

Madrid y Barcelona cada día que pasa se parecen más a Tip y Coll, el talento desbordado del primero, y la decepcionada amargura del segundo
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02/12/2021Actualizada 07:44
Todos los meses visito durante un par de días Madrid, que es mi cuna, mi ciudad, donde he vivido feliz setenta años. Lo hice para presentar un maravilloso libro,Madrid de Blanco, de la gran fotógrafa María Morenés, que se lanzó a la calle en plena nevada de Filomena y reunió en un libro los resultados portentosos de su aventura. Presenté el libro en Abante con su presidente Santiago Satrústegui, el alcalde de la Villa y Corte, José Luis Martínez Almeida y la autora. Y claro, paseé por Madrid, hablé con Madrid y cuando abandoné Madrid sentí la agradable añoranza de Madrid, una ciudad única, libre y sonriente. Lamento compararla con Barcelona. Una al lado de la otra, cada día que pasa se parecen más a Tip y Coll, el talento desbordado del primero, y la decepcionada amargura del segundo. Uno alto, el otro bajito, sin tener nada en contra de los bajitos –el brillante alcalde lo es–, que mi intención es más larga. He leído a Sostres enABC. Y estoy muy de acuerdo con su conclusión: «El problema del independentismo, como el de la extrema izquierda, es que se basa en el odio». Dice que nadie escribe en catalán, hoy por hoy, como él, y puede tener razón. En español lo hace con frescura, cultura y donaire. Ada Colau, esa mujer tan brutal, alcaldesa de Barcelona gracias al apoyo de las cobardes alta y baja burguesías barcelonesas, ha llevado a la Ciudad Condal al más bajo de sus niveles. Coincide Sostres con el presidente de AC Hotels y Marriot, Antonio Catalán, que destaca el crecimiento del turismo de Madrid, y especialmente en el segmento de lujo, al tiempo que lamenta la depresión de la hostelería en Barcelona. «La gestión de Colau es dantesca. Borra a Barcelona del mapa». Y todo es consecuencia del odio y la cobardía. El fracaso nacionalista y separatista es abrumador. Y como escribe Sostres, ellos lo saben, si bien desintoxicar a varios centenares de miles de tontos, de paletos odiadores, no resulta sencillo. El fracaso ha sido tan morrocotudo, que en la actualidad hablan habitualmente en español muchísimos más jóvenes que con anterioridad a la «república» de los siete segundos. El Tribunal Constitucional avaló la sentencia del Tribunal Supremo en la que se obligaba a la escuela pública catalana a enseñar en español el 25 por ciento de sus asignaturas. No obstante, el consejero de Educación de la Generalidad de Cataluña, González-Cambray, de ERC, envió a todos los centros educativos catalanes una circular en la que ordenaba no obedecer al TC ni al TS y mantener los planes lingüísticos del separatismo en Cataluña. Y ya ha sido denunciado y empapelado. Y por su diáfana desobediencia a los más altos tribunales, será inhabilitado, lo cual enturbiará el ánimo del pobre Pere –pronúnciese «Pera»–, Aragonés, que se verá obligado a buscar un sustituto tan obtuso, o más, que el desdichado González-Cambray.
Barcelona apenas tiene cubierto el 35 por ciento de su capacidad hotelera cuando Madrid supera el 85 por ciento, y ese problema lo tendrán que solucionar los responsables de la política municipal y sus votantes, no el resto de España.
A mi retiro norteño he llegado con los últimos recuerdos de una ciudad viva, libre, abierta, culta y pasmosa. Eso es Madrid. Lo más interesante que ha sucedido en Barcelona en los últimos días ha sido que, al fin, después de treinta años de trepidante trabajo, se ha culminado con una estrella una de las torres de la Sagrada Familia, que al paso que se desarrollan las obras, finalizarán a mediados del siglo XXII. Y que han muerto dos niños de pocos meses en una casa «okupada» con permiso y conocimiento de Ada Colau en un devastador incendio. La Colau, que sabía de la ilegal violación de la propiedad privada y que incentiva a los «okupas», se ha desentendido del caso, responsabilizando del siniestro, no a los «okupas», sino a los «okupados», es decir, sus legítimos propietarios. Por lo demás, Barcelona es una ciudad que agoniza en cada atardecer y mezcla en los amaneceres la luz de la esperanza de muchos barceloneses con la nube del odio de los fracasados. De la sonrisa al odio; del odio a la sonrisa. El Puente Aéreo.

Más de Alfonso Ussía​

 

PERTURBADAS​

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Y la mejor futbolista entre todas las futbolistas, no de España sino del mundo, es la catalana Alexia Putellas,

diciembre 3, 2021
La perturbación del ultrafeminismo en Cataluña –y en toda España-, progresa adecuadamente. Ahora, un grupo de histéricas ha acordado exigir a los colegios que eliminen las pistas y campitos de fútbol de los patios de recreo en las escuelas catalanas porque “son machistas”.
Coincide la exigencia feminista con la celebración de la Gala de los Balones de Oro, en la que ha sido designada mejor jugadora del mundo de fútbol y por lo tanto, Balón de Oro, la futbolista del F.C. Barcelona Alexia Putellas, la primera española que alcanza tan alto premio.
No han sido oportunas, estas chicas tan peligrosas e indomables. En España, el fútbol femenino se ha desarrollado óptimamente en los últimos años. La mayoría de los clubes de fútbol tienen su equipo femenino, y sus juveniles femeninas, y su cantera femenina. El Barcelona, el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Betis, la Real Sociedad, el Valencia Con especial hincapié, el FC Barcelona, que consigue en el fútbol femenino todos los títulos que ahora se le antojan inalcanzables en el fútbol masculino. Y la mejor futbolista entre todas las futbolistas, no de España sino del mundo, es la catalana Alexia Putellas, que además es muy atractiva, inteligente y sensata. Las iniciales bromas que inspiraba su apellido se han convertido en aplausos unánimes por su extraordinaria calidad futbolística.
Ya les he narrado la historia del funcionario ministerial en tiempos del franquismo Ramón Pito Pequeño. Me lo contó durante una cena inolvidable en “Casa Ciriaco” de la asociación cultural “Los Amigos de Julio Camba”, el inolvidable Evaristo Acevedo, que lo conoció personalmente.
Don Ramón Pito Pequeño se sentía harto de pitorreos y chacotas. Y solicitó el cambio de nombre al Registro Civil, dependiente del Ministerio de Justicia. Presentó la instancia. Como las cosas de Palacio van despacio, tuvo que esperar ansioso el resultado de su petición durante dos años. Al fin, el Ministerio de Justicia le envió la respuesta, autorizándole al cambio de nombre, y don Ramón Pito Pequeño pasó a llamarse don Enrique Pito Pequeño. Sus apellidos le gustaban. Lo que le molestaba era lo de Ramón.
Y se trataba de un probo pero gris funcionario, que jamás había sido nominado para ser premiado con un Balón de Oro.
Alexia Putellas, española, catalana y mujer, ha llevado su apellido al más alto rango del futbol mundial por su maestría y destreza en el uso y el toque del balón. Y ha sido valiente, y doy por hecho que habrá tenido que soportar bromas de muy mal gusto. Pero jamás de un gusto tan pésimo y cretino como el de las feministas separatistas y de las ultraizquierdas catalanas, que quieren eliminar las canchas futboleras de los colegios porque son “machistas”. Exceptuando al gran futbolista gallego Luis Suárez, ningún español había conseguido el Balón de Oro. Eso sucedió hace más de sesenta años.
Y cuando una española alcanza el mayor mérito en el fútbol, llegan las feministas y quieren prohibir el fútbol en los colegios, en cuyos patios lo practican de iguales a iguales, los niños y las niñas.
Perturbadas. Y bravo por Alexia Putellas.
Alfonso USSÍA
 

TV Y REDES

Piqué y Pablo Motos, señalados por “blanquear la evasión fiscal y la explotación laboral” en ‘El Hormiguero’​

El presentador y el futbolista del FC Barcelona, condenado en 2019 por fraude fiscal, se unieron para defender el imperio de Amancio Ortega



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La OEB​

Nos gobiernan, además de los comunistas, los separatistas y los terroristas, los gilipollas
03/12/2021Actualizada 09:2
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En ocasiones es imprescindible el uso de voces gruesas. La Real Academia Española es muy pulcra al respecto. En su Diccionario del Tricentenario –última edición impresa–, se advierte un combate estético, más que ético, contra la definición de «gilipollas», que es especie muy abundante en España y muy alejada del peligro de extinción. Los inmortales limitan con mimo y esmero la acepción «gilipollas». «Adjetivo vulgar. Gilí». Y consultada la voz «Gilí», se deduce que han salido del paso sin estirarse: «Gilí. Inocente, cándido, tonto, lelo». No, señores académicos. Los inocentes, los cándidos, los tontos y los lelos son, como su voz indica, inocentes, cándidos, tontos y lelos. Pero los gilipollas son muchísimo más que esas acepciones de aceite de masajistas. Son gilipollas, y punto, con o sin definición académica. Y los gilipollas no son otra cosa que los creadores, hacedores y protagonistas de las gilipolleces. Y de una gilipollez procedo a recrearme.
El ministro Ábalos lo intentó, pero no tuvo tiempo de llevar a cabo su proyecto. Tuvo que dimitir y marcharse con su guardaespaldas Koldo, al que nombró consejero de RENFE, a freír buñuelos. El marido del ministro Marlaska también se llama Koldo, toma casualidad, pero en este texto, tanto Marlaska como su Koldo carecen de interés. La sustituta de Ábalos en el Ministerio de Transportes, Raquel Sánchez, –sin parentesco con Pedro Sánchez a pesar del apellido coincidente–, se ha propuesto ultimar el sueño de Ábalos. La creación de una imprescindible Oficina Española de la Bicicleta, que con toda probabilidad reivindicará las siglas de OEB. No se crean que la futura OEB será un chiringuito o un taller de masturbaciones femeninas como los que financia Irene Montero desde su Ministerio obsesionado sexualmente. Será mucho más. Y la ministra lo ha corroborado al afirmar que «la bicicleta es un tema transversal que afecta a muchos Ministerios y diferentes niveles de la Administración Estatal, autonómica y local». Es decir, que también podría afectar al Ministerio de Irene Montero, que no dota de bicicletas a las alumnas matriculadas en los talleres de mas***bación. Con bicicleta llegarán con más rapidez a su destino, y todas felices.
¿En qué consiste la futura OEB? Lo ha dicho la señora ministra de Transportes. «En una unidad de impulso, diálogo y coordinación a la promoción del uso de la bicicleta».
Me hacen cosquillas en los predios axilares, y no me muevo.
Y ¿en qué afecta a muchos Ministerios y diferentes niveles de la Administración Estatal, autonómica y local? En muchas situaciones embarazosas. Exceptuando a los miembros del Gobierno y presidentes autonómicos que seguirán moviéndose de un lado a otro en sus Audi oficiales, los funcionarios de medio rango para abajo, se verán obligados a desplazarse en bicicleta desde sus domicilios al organismo en el que prestan sus servicios. Y lo mismo los asesores designados a dedo. Con estos últimos, el Gobierno ordenará a la OEB la adquisición de 100.000 bicicletas con motor mosquito incorporado, teniendo en cuenta que entre los asesores del Gobierno, de los Gobiernos autonómicos y de los Ayuntamientos, los asesores nombrados a dedo rondan la cifra de 100.000, sin contar a los funcionarios. De subdirector general hacia abajo, todos en bicicleta, aunque no sepan montar en bicicleta, que ésa es otra. De esa manera, se garantiza el impulso, diálogo, y coordinación a la promoción del uso de la bicicleta, no sólo en las grandes ciudades durante las jornadas laborales, sino en los puentes y fines de semana, para que templen y endurezcan sus músculos en sendas de montaña y caminos con vistas pintorescas. Llevarán sobre la rueda posterior, un ensamblaje extra para encajar la paellera y los productos necesarios para cocinar en el campo un buen arroz o delicias de barbacoa, con un extintor a fin de no incendiar los montes y lugares pintorescos como acostumbran hasta la fecha.
Y si esto no es una gilipollez rotunda, muy propia de nuestro Gobierno, que los señores académicos acudan a comprobarlo sobre sus bicicletas y cambien sus criterios calificativos. Nos gobiernan, además de los comunistas, los separatistas y los terroristas, los gilipollas. Y para suavizar el texto, me despido en francés.
Au revoir.

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