¿Qué crimen famoso os ha impactado más?

El caso de Travis Alexander, asesinato perpetrado por su expareja, Jodi Arias.
Este caso me impactó mucho, mas que nada porque hay MUCHISIMA información por internet, está incluso el informe de la autopsia con las fotos del cuerpo(maldito dia que las vi, soy muy aprensiva con estas cosas).
Y sobretodo fue súper mediático por la personalidad tan “peculiar” de la asesina. Si no lo conocéis os animo que busquéis más información, eso si, si sois como yo evitad ver la autopsia?

Otro caso bastante mediático fue el de Meredith Kercher, también conocido como el caso Amanda Knox(la principal sospechosa). Me tiene bastante intrigada este caso ya que a dia de hoy no se sabe a ciencia cierta que pasó, hay un documental en Netflix que es bastante interesante, sale la sospechosa hablando sobre el crimen, obviamente defendiendo su inocencia. Yo nunca la he creido, tuvo comportamientos bastante extraños durante la investigación.
 
El caso de Travis Alexander, asesinato perpetrado por su expareja, Jodi Arias.
Este caso me impactó mucho, mas que nada porque hay MUCHISIMA información por internet, está incluso el informe de la autopsia con las fotos del cuerpo(maldito dia que las vi, soy muy aprensiva con estas cosas).
Y sobretodo fue súper mediático por la personalidad tan “peculiar” de la asesina. Si no lo conocéis os animo que busquéis más información, eso si, si sois como yo evitad ver la autopsia?

Otro caso bastante mediático fue el de Meredith Kercher, también conocido como el caso Amanda Knox(la principal sospechosa). Me tiene bastante intrigada este caso ya que a dia de hoy no se sabe a ciencia cierta que pasó, hay un documental en Netflix que es bastante interesante, sale la sospechosa hablando sobre el crimen, obviamente defendiendo su inocencia. Yo nunca la he creido, tuvo comportamientos bastante extraños durante la investigación.
El de Travix Alexander no lo conocía, voy a buscar información y la traigo. Parece interesante.

El de Amanda Knox sí lo conocía y también me impactó bastante. Gracias.
 
De españoles Alcasser siempre tendrá un impacto especial, fue un antes y un después y además al pillarte de crío se marca de una forma especial. Años después volví a leer del tema y sentía una mezcla de nostalgia mala, de rabia y también un poco de la típica sensación que se tiene leyendo cosas paranormales. Pero ya hoy no me impacta tanto porque ya tengo claro que aunque hubiera otra verdad, nunca la sabremos.

De la historia reciente, me impactó bastante el doble crimen de Almonte y el triple crimen de Burgos.

Ah, y recientemente leí todo lo que pasó con el Asesino de la Baraja y también me impactó muchísimo. Sobre todo porque tras leer todo me quedó una sensación de "lo va a repetir en el futuro al 99%". Me dió muy mal rollo.

Extranjeros el del niño James Bulger
Ay, el crímen de Almonte es verdad que fue muy impactante. La pobre niña sin culpa de nada intentando proteger a su padre, Y con tantísimas cuchilladas por todo el cuerpo... Qué horror!!
 
El de Travix Alexander no lo conocía, voy a buscar información y la traigo. Parece interesante.

El de Amanda Knox sí lo conocía y también me impactó bastante. Gracias.
Ya lo encontré. Se le conoce como el crimen de Jodi Arias:

EL CRIMEN DE JODI ARIAS
s*x*, mentiras y fotografías: El brutal crimen de Jodi Arias
DKISS emite una serie documental de tres episodios sobre un crimen que conmocionó a Estados Unidos
Play SeriesActualizado:02/12/2018 02:00hGUARDAR
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El 4 de junio de 2008 Travis Victor Alexander, estadounidense de 31 años, fue asesinado en su propia casa de Arizona a manos de Jodi Ann Arias, su expareja. Ahora DKISS emite una serie documental de tres episodios que cuenta cómo ocurrió este brutal asesinato del que todavía quedan muchas incógnitas por resolver. El juicio, celebrado en 2013, es uno de los más mediáticos que se recuerdan en Estados Unidos.
Travis y Jodi se conocieron dos años antes del crimen durante una convención de negocios en Las Vegas. En febrero de 2007 empezaron a salir, pero su relación se rompió poco después, durante el verano de ese mismo año. Entonces Travis empezó a salir con otras mujeres pero siguió en contacto con Jodi, con quien mantenía la amistad. De hecho, a comienzos de 2008 Travis le comunicó a su empresa que Jodi la acompañaría a un viaje de negocios a Cancún, pero unos meses más tarde decidió cambiar de compañera. Parece que esto enfadó a Jodi, y según el jurado fue en esos días cuando empezó a planificar su crimen.
Los tres días anteriores al crimen Jodi y Travis hablaron varias veces por teléfono, y en una de las ocasiones la llamada duró más de cuarenta minutos. Tras colgar el teléfono, pasadas las 5 de la madrugada, Arias salió de su casa en California, alquiló un coche y llenó el depósito para emprender un largo viaje rumbo a Arizona, donde vivía Travis, para cometer el crimen. El día 9 de junio, después de varios días sin saber nada de Travis, varios de sus amigos entraron en su casa para comprobar si le había pasado algo.
Seguramente no hayan logrado olvidar lo que vieron en aquella casa. Al entrar, se encontraron con un reguero de sangre por todo el pasillo que conducía hacia el baño, donde descubrieron el cadáver de su amigo en la ducha. El cuerpo mostraba veintisiete puñaladas en la espalda y en el torso y un disparo en la cabeza. Ya en la primera llamada de los amigos de Travis a la policía les hablaron de Jodi Arias, pues él les había dicho que su expareja le acosaba y le tenía vigilado. En el registro de la casa la policía encontró la cámara de la víctima dentro de la lavadora y pudieron recuperar algunas imágenes tomadas el día 4 a las 13:40 en las que se veía a Arias y Alexander en poses sexuales. La última fotografía de Travis vivo se la hizo su asesina a las 17:29 en la ducha.
El 9 de julio Jodi Arias fue formalmente acusada por un gran jurado de Arizona de homicidio en primer grado. Seis días después fue detenida en su casa de California y extraditada a Arizona para ser juzgada. Jodi Arias se declaró inocente y le dio a la policía versiones contradictorias de lo sucedido. En un primer momento negó haber estado en Arizona y dijo que llevaba más de un año sin ver a Travis; luego aseguró que a su expareja lo mataron dos ladrones y, tras dos años detenida, le dijo a la policía que había matado a Travis en defensa propia.
En los primeros días del juicio, el fiscal Juan Martínez solicitó pena de muerte para la acusada. Los defensores de Jodi, dos abogados de oficio, se aferraron al argumento de la defensa propia para salvar a su clienta de la pena capital. Jodi Arias compareció durante dieciocho días seguidos en los que habló de todo: de su tormentosa infancia, de la violencia de sus padres, de sus convicciones religiosas y de su vida sexual con Travis sin ahorrarse ningún detalle.
El 8 de mayo de 2013 Jodi Arias fue declarada culpable de homicidio en primer y sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. En 2016 fue trasladada al complejo penitenciario estatal de Arizona, donde cumple condena en la unidad de máxima seguridad.
 
RITUAL DE OSCURANTISMO

El 'exorcismo' de Almansa:

La niña sometida a un ritual por estar "embarazada" del diablo.


Este jueves se cumplen 19 años del crimen de Almansa, en el que Rosa, una niña de 11 años, murió tras ser destripada por su madre, dos tías y una vecina
Foto: Rosa Gonzálvez, de 11 años, murió al ser destripada por su madre en un ritual por creer que estaba embarazada de Satán. (C.C.)
Rosa Gonzálvez, de 11 años, murió al ser destripada por su madre en un ritual por creer que estaba "embarazada de Satán". (C.C.)


El 19 de septiembre de 1990, los vecinos de la localidad manchega de Almansa, en Albacete, presenciaron conmovidos el entierro de una niña de tan solo 11 años. Hacía solo 24 horas que habían conocido la noticia de la muerte de Rosa Gonzálvez, sometida a un ritual de espiritismo por su propia madre, conocida en el municipio como Rosa 'la Curandera'.

En la madrugada del día 18, los vecinos de la calle Valencia alertaron a las autoridades de los gritos que procedían del número 4. Cuando los agentes llegaron al domicilio, confirmaron la muerte de la menor y sacaron esposadas a su madre, Rosa Gonzálvez Fito; su tía, Ana María Gonzálvez y dos vecinas, María Mercedes y María Ángeles Rodríguez Espinilla. La pequeña Rosa había muerto desangrada y las tres detenidas estaban acusadas de provocar su fallecimiento por someterla a prácticas rituales. Asimismo, encontraron al padre de la víctima encerrado en una de las habitaciones de la vivienda.
Una vez realizada la autopsia, el juez confirmó que a Rosa le habían extraído los intestinos por la vagina y su muerte se había producido tras sufrir un choque hipovolémico. Según informaron fuentes de la investigación, la menor estaba "embarazada" del demonio y habían practicado el oscurantismo para extraerle el feto, aunque los informes médicos posteriores descartaron que la fallecida estuviese en periodo de gestación.

Días más tarde del siniestro suceso, Martín Toledo, esposo de la acusada Ángeles Rodríguez Espinilla declaró ante el medio La Tribuna que su mujer parecía obsesionada con el ocultismo y que tan solo dos días antes del crimen en la calle Valencia, había encerrado a sus propios hijos en una habitación con la intención de llevar a cabo las mismas prácticas espirituales. "A mi mujer la inició Rosa Gonzálvez Fito en la cosa de la curandería hace cuatro meses", relató.

Aquella noche clavaron agujas en un muñeco y orinaron en el suelo mientras entonaban cánticos
Dos años después, el 22 de enero de 1992, la Audiencia Provincial de Albacete celebró el juicio contra tres de las mujeres investigadas. En la vista oral cobró especial importancia el testimonio del padre de la víctima, Jesús Fernández Pina y una de sus tías que fue inicialmente arrestada, Ana María Gonzálvez Fito. Ambos fueron procesados en un principio por un delito de comisión por omisión pero finalmente quedaron en calidad de testigos.

Las conclusiones del informe forense determinaban que la muerte había sido violenta y que como el 'shock' hipovolémico no fue inmediato, la menor se defendió.
Finalmente, fueron los resultados del análisis psiquiátrico realizado a las acusadas los que fueron determinantes en la decisión del fiscal y la defensa de pedir la absolución al considerarlas inimputables debido a sus problemas mentales (estado psicótico agudo con enajenación mental), según la sentencia que recogió La Tribuna. En su escrito, el Ministerio Público solicitó que todas fueran internadas "por un periodo no especificado de tiempo" en un centro psiquiátrico.

La "espada del mal" está en Rosita
En el juicio, María Mercedes relató que la noche de los hechos entraron al dormitorio de Rosa y atrancaron la puerta. Después, tumbaron a la niña en la cama y comenzaron a "romper estampitas, clavar agujas en un muñeco y a orinar en el suelo" mientras entonaban cánticos.

Tras esto, Rosa 'la Curandera' afirmó que su hija estaba embarazada de Satanás, por lo que, entre todas, sujetaron a la niña y le abrieron las piernas. Durante el tiempo en el que duró la tortura, la menor solo lanzó dos gritos: "¡mamá acaba ya, mama acaba ya!".

Previamente a la madrugada del ritual, la misma testigo afirmó que, cuando entró en la casa de Gonzálvez se encontró a las dos hermanas "desnudas y abrazadas" repitiendo que eran "Jesucristo y la Virgen" y que se iban a casar. Al mismo tiempo aseguraban que la pequeña Rosa tenía dentro "la espada del mal".

Finalmente, el febrero del mismo año, las tres acusadas de parricidio, asesinato y lesiones a Rosa Gonzálvez quedaron absueltas al concurrir la circunstancia de eximente completa de enajenación mental.

Según las declaraciones de las investigadas, Mari Ángeles era el objetivo de aquella noche. En un principio, la 'curandera' creyó que era ella quien tenía dentro el mal; pero esa misma noche, tuvo la menstruación, lo que hizo que la sanadora cambiara de parecer y lanzara sus sospechas hacia su propia hija.
 
En España diría que Alcasser, el niño Gabriel y el de la viuda negra (Maje y Salva). Este es muy reciente, pero llevo siguiéndolo desde los inicios. Alucino con la sangre fría de Maje.

A nivel internacional, siempre me ha fascinado el asesino del zodíaco. Prefiero ni ver ni leer nada porque me deja mal cuerpo. El de Sylvia Likens también me deja muy mal.
 
RITUAL DE OSCURANTISMO

El 'exorcismo' de Almansa:

La niña sometida a un ritual por estar "embarazada" del diablo.


Este jueves se cumplen 19 años del crimen de Almansa, en el que Rosa, una niña de 11 años, murió tras ser destripada por su madre, dos tías y una vecina
Foto: Rosa Gonzálvez, de 11 años, murió al ser destripada por su madre en un ritual por creer que estaba embarazada de Satán. (C.C.)
Rosa Gonzálvez, de 11 años, murió al ser destripada por su madre en un ritual por creer que estaba "embarazada de Satán". (C.C.)


El 19 de septiembre de 1990, los vecinos de la localidad manchega de Almansa, en Albacete, presenciaron conmovidos el entierro de una niña de tan solo 11 años. Hacía solo 24 horas que habían conocido la noticia de la muerte de Rosa Gonzálvez, sometida a un ritual de espiritismo por su propia madre, conocida en el municipio como Rosa 'la Curandera'.

En la madrugada del día 18, los vecinos de la calle Valencia alertaron a las autoridades de los gritos que procedían del número 4. Cuando los agentes llegaron al domicilio, confirmaron la muerte de la menor y sacaron esposadas a su madre, Rosa Gonzálvez Fito; su tía, Ana María Gonzálvez y dos vecinas, María Mercedes y María Ángeles Rodríguez Espinilla. La pequeña Rosa había muerto desangrada y las tres detenidas estaban acusadas de provocar su fallecimiento por someterla a prácticas rituales. Asimismo, encontraron al padre de la víctima encerrado en una de las habitaciones de la vivienda.
Una vez realizada la autopsia, el juez confirmó que a Rosa le habían extraído los intestinos por la vagina y su muerte se había producido tras sufrir un choque hipovolémico. Según informaron fuentes de la investigación, la menor estaba "embarazada" del demonio y habían practicado el oscurantismo para extraerle el feto, aunque los informes médicos posteriores descartaron que la fallecida estuviese en periodo de gestación.

Días más tarde del siniestro suceso, Martín Toledo, esposo de la acusada Ángeles Rodríguez Espinilla declaró ante el medio La Tribuna que su mujer parecía obsesionada con el ocultismo y que tan solo dos días antes del crimen en la calle Valencia, había encerrado a sus propios hijos en una habitación con la intención de llevar a cabo las mismas prácticas espirituales. "A mi mujer la inició Rosa Gonzálvez Fito en la cosa de la curandería hace cuatro meses", relató.

Aquella noche clavaron agujas en un muñeco y orinaron en el suelo mientras entonaban cánticos
Dos años después, el 22 de enero de 1992, la Audiencia Provincial de Albacete celebró el juicio contra tres de las mujeres investigadas. En la vista oral cobró especial importancia el testimonio del padre de la víctima, Jesús Fernández Pina y una de sus tías que fue inicialmente arrestada, Ana María Gonzálvez Fito. Ambos fueron procesados en un principio por un delito de comisión por omisión pero finalmente quedaron en calidad de testigos.

Las conclusiones del informe forense determinaban que la muerte había sido violenta y que como el 'shock' hipovolémico no fue inmediato, la menor se defendió.
Finalmente, fueron los resultados del análisis psiquiátrico realizado a las acusadas los que fueron determinantes en la decisión del fiscal y la defensa de pedir la absolución al considerarlas inimputables debido a sus problemas mentales (estado psicótico agudo con enajenación mental), según la sentencia que recogió La Tribuna. En su escrito, el Ministerio Público solicitó que todas fueran internadas "por un periodo no especificado de tiempo" en un centro psiquiátrico.

La "espada del mal" está en Rosita
En el juicio, María Mercedes relató que la noche de los hechos entraron al dormitorio de Rosa y atrancaron la puerta. Después, tumbaron a la niña en la cama y comenzaron a "romper estampitas, clavar agujas en un muñeco y a orinar en el suelo" mientras entonaban cánticos.

Tras esto, Rosa 'la Curandera' afirmó que su hija estaba embarazada de Satanás, por lo que, entre todas, sujetaron a la niña y le abrieron las piernas. Durante el tiempo en el que duró la tortura, la menor solo lanzó dos gritos: "¡mamá acaba ya, mama acaba ya!".

Previamente a la madrugada del ritual, la misma testigo afirmó que, cuando entró en la casa de Gonzálvez se encontró a las dos hermanas "desnudas y abrazadas" repitiendo que eran "Jesucristo y la Virgen" y que se iban a casar. Al mismo tiempo aseguraban que la pequeña Rosa tenía dentro "la espada del mal".

Finalmente, el febrero del mismo año, las tres acusadas de parricidio, asesinato y lesiones a Rosa Gonzálvez quedaron absueltas al concurrir la circunstancia de eximente completa de enajenación mental.

Según las declaraciones de las investigadas, Mari Ángeles era el objetivo de aquella noche. En un principio, la 'curandera' creyó que era ella quien tenía dentro el mal; pero esa misma noche, tuvo la menstruación, lo que hizo que la sanadora cambiara de parecer y lanzara sus sospechas hacia su propia hija.


Los crímenes mas horrendos son los cometidos contra niños indefensos.
 
Otro crimen de los difíciles de olvidar fue el del "Crimen del rol". Auténtico miedo leer el diario que llevaba uno de los dos asesinos. Otra vez ese miedo de por causas del azar que se interponga en el camino de la víctima un psicópata depravado y acabe con la vida de un inocente.

Dejo docu:

“¡Lo que tarda en morir un idiota!”: 25 años del terrible crimen del rol, con los asesinos sueltos
Javier Rosado y Félix Martínez, dos estudiantes obsesionados con los juegos de rol, mataron a sangre fría a Carlos Moreno
29 junio, 2019 03:05
  1. JUEGOS DE MESA
  2. ASESINATOS
  3. MADRID
David López Frías @lopezfrias
“Era gordito, rechoncho, con una cara de alucinado que apetecía golpear, barba de tres días, una bolsita que parecía llevar ropa y una papeleta imaginaria que decía quiero morir”
A Carlos Moreno lo asesinaron porque pasaba por allí. Porque esa noche decidió a volver a su casa en el búho, el bus nocturno de Madrid. Estaba visitando, como hacía a menudo, a una amiga suya que se llamaba Modesta y que vivía en el barrio de Manoteras. Carlos era empleado de la limpieza y cobraba 60.000 pesetas al mes. Los días de paga se permitía regresar a su casa en taxi. Pero la noche del 30 de abril del 94 decidió ahorrárselo. Eran casi las 5 de la madrugada cuando el hombre de 53 años se encendió un cigarrillo. Allí, sentado en una marquesina en medio de la nada, le abordaron dos jóvenes.

El cadáver de Carlos Moreno fue hallado al día siguiente en un barranco. La escena era espantosa: lo encontraron apuñalado, degollado, destripado y con la columna quebrada. En el bolsillo del pantalón hallaron, eso sí, las 60.000 pesetas de la paga. El móvil del robo quedaba descartado. ¿Cuál fue la razón por la que asesinaron y se ensañaron de forma tan brutal con una persona? La respuesta: un juego.
Se acaban de cumplir 25 años de uno de los sucesos más mediáticos de la historia de España: el denominado ‘crimen del rol’. Un caso en el que la mente perturbada de Javier Rosado Calvo, un estudiante de Química de 20 años, desembocó en un escabroso asesinato porque así lo mandaba un juego que él mismo había inventado. Rosado y su compinche de 17 años, Félix Martínez Reséndiz, eligieron a una víctima al azar para cumplir una de las etapas del entretenimiento.


Sánchez transferirá en 2021 el control de las cárceles al País Vasco tras acordarlo con el PNVBrais CedeiraLa comunidad autónoma adquirirá en esa materia el mismo estatus que ahora mismo en España solo ostenta Cataluña.






Se toparon con Carlos. Lo asesinaron con ensañamiento y alevosía, se dieron la mano, brindaron y se fueron a dormir tranquilos. Rosado detalló después el asesinato en su diario personal, cuyos fragmentos transcribimos aquí en cursiva. Sólo su infinito ego permitió a la policía, meses más tarde, resolver el caso.
El crimen del rol tiene importancia histórica por muchas razones: porque fue el primer juicio en Europa en el que se planteaba, desde el punto de vista de la psiquiatría forense, la doble personalidad. También porque, de haber sido por los psiquiatras que evaluaron al asesino, este nunca hubiera entrado en la cárcel. El caso fue relevante asimismo por el tratamiento sensacionalista de los medios, que criminalizaron los juegos de rol, asegurando incluso en alguna ocasión que provocaban necrosis en el cerebro. Y visto en perspectiva, el caso es importante porque ambos asesinos andan sueltos en la actualidad.
Niño ejemplar
“… era espantoso: ¡Lo que tarda en morir un idiota! Llevábamos casi un cuarto de hora machacándole y seguía intentando hacer ruidos. ¡Qué asco de tío! Mi compañero me llamó la atención para decirme que le había sacado las tripas.”


Javier Rosado, en una foto con su promoción cuando cursaba Química

Javier Rosado, en una foto con su promoción cuando cursaba Química
Nadie en el entorno de Javier Rosado Calvo (Madrid, 1973) imaginaba que su privilegiada mente encerrase tal grado de sadismo. Un niño enclencle, enfermizo, alérgico y que padecía de problemas intestinales. Un estudiante introvertido y modélico que cursaba 4º de Química, que devoraba libros y que pasaba cursos con el mínimo esfuerzo.
En la distancia corta, sin embargo, era un tipo carismático capaz de ganarse la admiración de los jóvenes. Especialmente de Félix Martínez Reséndiz, (Madrid, 1977). Un estudiante de COU procedente de una familia desestructurada y cuyos padres murieron de sida. No tenía hermanos ni cariño. Ambas cosas las encontró una tarde en un campo de fútbol del barrio de Chamartín, en el que ambos residían. Vio a un tipo declamar, desde la grada, frases inconexas. Félix se acercó para ver si aquel chico con gafas de pasta estaba jugando a rol, un juego que venía de Estados Unidos y que hizo furor en España en los 90. Había un tablero, unas fichas, unos dados, y un master (maestro) que se inventaba una historia, los personajes y las tramas.
El tipo de la grada era Javier Rosado y lo que gritaba en realidad eran estrofas de libros de H.P. Lovecraft, el escritor por antonomasia del género de terror. Javier no sabía jugar a rol. Pero aquello dio igual porque la conexión ya se había producido. Se hicieron inseparables. Félix encontró ahí a Javier, su maestro, el hermano que nunca tuvo, el tipo más brillante al que conoció jamás. Y Javier encontró a Félix, el gregario que necesitaba para urdir su sangriento juego.
Razas
“Mis sentimientos por hacer el asesinato en sí mismo no existían en absoluto, demostrándome que mi mente era fría y calculadora en cualquier situación y dándome esperanzas para otras acciones. No sentí remordimientos ni culpas, ni soñé con mi víctima, ni me inquietaba el que me pillaran. Todo eso eran estupideces”.


Carlos Moreno, empleado de la limpieza de 53 años, fue la víctima

Carlos Moreno, empleado de la limpieza de 53 años, fue la víctima
Fue durante una convalecencia de Rosado cuando su nuevo (y fascinado) amigo Félix le trajo un juego de rol para que se distrajese. Javier Rosado aprendió enseguida los mecanismos de aquel nuevo divertimento. Se inventó un juego llamado Razas con el que ambos se obsesionaron. Pasaban días enteros jugando, fruto de la infinita inventiva de uno y de la fascinación del otro.
A veces, el juego iba de llevar barcos a buen puerto. Otros, de matar a una mujer imaginaria que habría traicionado a su raza. Pero al final, el juego el tablero se les quedó pequeño. Rosado, líder indiscutible de aquel tándem, decidió ir un paso más allá: el juego había llegado a un punto que requería que los jugadores saliesen una noche por Madrid a matar a una chica joven.
Eran varios los chicos que se reunían con Javier y Félix por las tardes para jugar a Razas. La propuesta de Rosado de salir a matar a alguien en la vida real fue interpretada por todos como una bravuconada más de Rosado, un tipo vanidoso, creído y fantasioso. Todos menos Félix, que estaba dispuesto a matar de verdad si así se lo ordenaba el máster.
La noche de autos
“Salimos a la una y media. Habíamos estado afilando los cuchillos, preparando los guantes y cambiándonos, poniéndonos ropa vieja en previsión de que la que llevaríamos quedaría sucia… Quedamos en que yo me lanzaría desde atrás y agarraría a la víctima mientras él le debilitaba con un cuchillo de considerables proporciones”.
La Policía halló, en el registro de casa de Javier, cuchillos y publicaciones violentas
La Policía halló, en el registro de casa de Javier, cuchillos y publicaciones violentas
El 30 de abril de 1994 salieron los dos, a las 1:30 de la noche, de casa de Félix. Con armas blancas y unos guantes de látex que Javier robó del laboratorio de la universidad. Eligieron el barrio de Manoteras por estar a las afueras y estar poco transitado por las noches. La idea inicial era matar a una mujer joven. Por eso descartaron a la primera persona que se les cruzó en su camino. Un varón “con unos walkman y cara de idiota”, según relató después Javier Rosado, con el que coincidieron en una parada de autobús. Acabaron hablando los 3 de cosas triviales. Llegó el búho y el hombre se marchó a su casa, sin saber que había salvado la vida. Sin saber que aquellos simpáticos chicos que le daban conversación iban esa noche con la intención de asesinar a alguien a sangre fría.
Avistaron después a una anciana que salió a tirar la basura, pero se les escapó por poco. Más tarde divisaron a una mujer joven, pero al ver que iba acompañada de un hombre, no se atrevieron a elegirla como víctima. Al poco rato se vieron en las mismas: otra pareja de novios: “¡Maldita manía de acompañar a las mujeres a sus casa!”, escribiría más tarde Rosado en su diario, poniendo de manifiesto su enfado.
Las horas iban pasando y la frustración de aquellos frikis armados iba en aumento. Necesitaban matar. Necesitaban que el reloj diese las 4 de la madrugada. Esa era la hora en la que las reglas del juego permitían cambiar de víctima: cualquier persona valía ya. Un hombre, por ejemplo. Lo encontraron sobre las 4:15 de la mañana en una apartada parada de autobús.
Matar a un idiota
“Serían las cuatro y cuarto, a esa hora se abría la veda de los hombres. Mi compañero propuso coger un taxi, atracarle y degollarle. Rehusé el plan. Vi a un tío andar hacia la parada de autobuses. Era gordito y mayor, con cara de tonto. Se sentó en la parada…”
Rosado entrando en los juzgados
Rosado entrando en los juzgados
Carlos Moreno, casado y con 3 hijos, salía a esas horas de casa de su amiga Modesta. Era fin de mes y acababa de cobrar. Nadie sabe por qué no pidió un taxi. Se sentó en la parada del bus y vio cómo se le acercaban dos jóvenes que enseguida empezaron a intimidarle. Le pidieron un cigarro y de inmediato sacaron dos cuchillos. Simularon un atraco, pero en realidad no les interesaba el dinero. Enseguida empezaron a propinarle puñaladas por todo el cuerpo.
Carlos era bajito y rechoncho, pero un hombre de gran fortaleza. Se resistió al ataque, le mordió a Javier en un dedo, arrancándole parte del guante de látex y haciendo que perdiese el reloj. La víctima resistió el ataque cerca de 20 minutos, durante una inenarrable agonía en la que los dos asesinos se ensañaron sin piedad con él. Carlos no moría y Javier Rosado se contrarió por ello. “¡Lo que tarda en morir un idiota!”, protestaba después en su diario.
Finalmente lo degollaron y tiraron el cuerpo por un terraplén. Félix y Javier celebraron el crimen sin ningún tipo de remordimiento. Volvieron a sus casas en Chamartín, tiraron la ropa ensangrentada y durmieron a pierna suelta. Entretanto, en Manoteras, un conductor de autobús que se había parado a fumar un cigarro descubrió el cuerpo inerte de Carlos Moreno. A su lado, un trozo de látex y un reloj.
Un cura, la clave
“Al día siguiente reparé en las posibilidades de que nos pillase la policía. El reloj, el trozo de guante, estaban en contra. Mi punto débil era también que él me había dejado lleno de heridas.”
Los medios de comunicación se centraron en su presunta locura
Los medios de comunicación se centraron en su presunta locura
A pesar de las pruebas halladas en el lugar de los hechos, la policía no pudo determinar la autoría del crimen: ninguno de los dos autores estaba fichado previamente. Así pasaron los meses y el crimen de Carlos Moreno quedaba impune en apariencia. Igual que el de otro varón que fue asesinado en la misma zona unas semanas antes, cuyo cuerpo apareció con 70 puñaladas y sin ojos. Dio aquello lugar a que en los medios empezase a circular la idea de un asesino en serie.
Y esa era, en realidad, la idea de Javier Rosado. Asesinar muchas veces. Salir de nuevo a matar y hacerlo mejor que la primera vez, tal y como advertía en su diario. Por eso planeó junto a Félix, meses después, una segunda batida. La vanidad de Rosado hizo que le explicase lo acontecido a Jacobo, Javier y Enrique, tres jóvenes de 17 años con los que también jugaba a Razas y con los que quería contar para el siguiente crimen.
No contaba Rosado con que Enrique le acabaría confesando lo que había escuchado al párroco de su barrio. Que Javier y Félix se habían pavoneado de haber matado a Carlos Moreno. El cura le recomendó al chico que se lo explicase a su padre. Su padre le escuchó con atención y fue a denunciar los hechos a la policía. Sin esa intervención, tal vez el crimen no se hubiese resuelto nunca.
¿Un loco?
“¡Pobre hombre!, no merecía lo que le pasó. Fue una desgracia, ya que buscábamos adolescentes y no pobres obreros trabajadores. En fin, la vida es muy ruin”
El crimen inspiró películas y relatos de terror
El crimen inspiró películas y relatos de terror
La policía los detuvo y el juicio generó una expectación de ámbito internacional. Acudieron periodistas del New York Times o Der Spiegel, además de servir después de inspiración para películas como Nadie conoce a nadie: “Hay que recordar que fue el primer juicio en Europa en el que se planteaba, desde el punto de vista de la psiquiatría forense, la doble personalidad”, cuenta a EL ESPAÑOL Javier Saavedra, el abogado que llevó la acusación de aquel caso. El principal encargado de demostrar que Javier Rosado no estaba loco. Que no sufría ningún trastorno de doble personalidad. Que simplemente era alguien que disfrutaba con el dolor ajeno.
Pero los tres psiquiatras que evaluaron a Rosado no pensaban igual. Llevaron hasta el final la teoría de que el asesino del rol sufría doble personalidad y no sabía lo que hacía en el momento del crimen. Fueron dos mujeres, dos psicólogas aportadas por la acusación, Blanca Vázquez y Susana Esteban, de la Clínica Médico Forense de Madrid, las que desmontaron, mediante varios tests esta posibilidad.
Félix enseguida reconoció los hechos que se le imputaban y pidió perdón a la familia del finado. Rosado, por el contrario, rechazó en todo momento su participación en el crimen. Durante todo el juicio mantuvo una postura altiva y prepotente, limitándose a tomar notas o sonreír al escuchar los testimonios.
La traición del ego
“A la luz de la luna contemplamos a nuestra primera víctima. Sonreímos y nos dimos la mano”
Javier Rosado, esposado
Javier Rosado, esposado
La personalidad vanidosa y el tremendo ego de Javier Rosado fue la que le acabó traicionando. El juicio estaba por finalizar y el prefirió ejercer su opción de decir sus últimas palabras, en lugar de guardar silencio. En esa intervención se delató. Rechazó estar loco o ser un psicópata. Reivindicó estar en sus cabales y reconoció que él empuñó el más pequeño de los cuchillos que se utilizaron para perpetrar aquella sangría. Se había delatado.
La magistrada María del Carmen Compaired dictó sentencia. Javier Rosado no estaba loco, se lo hacía. No tenía doble personalidad. Era plenamente consciente de sus acciones y Félix fue solamente el gregario que necesitaba para llevar a cabo un crimen con ensañamiento de tal magnitud. Sin móvil aparente. Con alevosía. Por el placer de matar. Por un juego.
Rosado fue condenado a 42 años de cárcel como autor material y cerebro del crimen. Félix, por ser menor de edad en el momento del suceso, fue sentenciado a 12 años de reclusión menor. El caso estalló en los medios, que la emprendieron contra los juegos de rol. El periodista Rafael Torres publicó una pieza en el diario El Mundo en la que aseguraba que los juegos de rol provocaban necrosis en el cerebro a los que los practicaban. No fue hasta 1998 cuando la sentencia del Supremo dejó claro que el rol, como tal, no había tenido nada que ver.
Los asesinos, hoy
“Mis sentimientos eran de paz y tranquilidad espiritual total: me daba la sensación de haber cumplido con un deber, con una necesidad elemental que por fin era satisfecha”.
Félix fue el primero en salir a la calle. Se integró en una fundación de ayuda para presos llamada Horizontes Abiertos, con cuyos miembros estuvo conviviendo. Aseguró estar rehabilitado, estudió informática y se mudó a Alemania para borrarse del mapa. Vivió varios años en Berlín, pero regresó a Madrid en 2006. Desde entonces vive en el anonimato. No tiene redes sociales y no le figuran propiedades a su nombre.
Rosado tampoco cumplió las 42 años de condena que le cayeron. En la cárcel aprovechó el tiempo e hizo historia. Se convirtió en el primer preso de España en sacarse tres carreras durante su periodo de reclusión. Su buen comportamiento en el penal y las clases de matemáticas que le daba a los presos le permitieron reducir su pena. Salió en libertad en 2008, no habiendo cumplido ni un tercio de los 42 años de pena que le fueron impuestos. Paradójicamente, si en el juicio le hubieran declarado enfermo mental, hubiese ingresado en un pabellón psiquiátrico y tal vez no hubiese salido jamás. Ninguna clase de matemáticas le hubiera aportado ninguna rebaja de la condena.
Rosado también está desaparecido de la vida pública. Son muchos los que le buscan y más todavía las teorías que circulan sobre él. La preferida entre los aficionados a la crónica negra es la publicada en este blog, que sostiene que Félix volvió a España cuando supo que Rosado iba a salir en libertad. Que siguen siendo inseparables. Que ambos viven juntos y siguen jugando a Razas, aquel juego que se llevó por delante la vida de un hombre cuyo único delito fue esperar el autobús una noche de abril de 1994.
 
El asesinato de Helena Jubany
Alcasser
Sandra Palo
El de la catana y las dos locas que le imitaron
El asesinato de James Bulger
Los niños de Macastre
Y un loco del norte de España (no recuerdo de dónde) que mató a los hijos de su pareja clavándoles el sillin de la bici en la cabeza

 
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