También recordamos que Letuzza transformó un preciosísimo mantón de Manila, un modelo único hecho especialmente para ella, en una horrible falda lápiz. Cuando las autoras, madre e hija, si no recuerdo mal, que habían trabajado en él durante cientos de horas, vieron el estrago, dijeron que habían llorado.
Visita de Estado a Alemania. Octubre 17 al 19, 2022
- AutorLinnet
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Lo verdaderamente fuera de lugar es que LetriniCia no se los saque de sus dedos, aunque participe de una fiesta de gala y se enchufe en la cabeza tiara de brillantes y pendientes de rubíes en las orejas.
Y lo más fuera de lugar es que sus seguidores sigan diciendo que no usa su alianza de matrimonio porque le molesta al tener que estrechar tantas manos...
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Bienvenida Cardelina. Tu mensaje está perfecto, no te contengas.
El ramo tiene los colores de la bandera de España, ¿será eso lo que le repugna?
Como no habla inglés (puede leerlo pero NO mantener una conversación por “hablar del tiempo” que sea) se va para evitarlo. ¿Hacía éso con Máxima o con cualquier hispanoplarlante? No que yo sepa.
Se ha comentado en el pasado el atractivo de sus guardaespaldas. Había uno militar, hace tiempo, que era un bombón, no sé ande anda…
Ella de reina, lo clavaste.
Los zapatos sin calcetines en Barajas!pues muy bien en general, no?La maleta de la reina Letizia en Alemania: siete looks, moda alemana y muchas piedras preciosas
La Reina ha lucido en Berlín y Frankfurt un total de siete 'looks', haciendo un perfecto balance entre moda española y alemanawww.vanitatis.elconfidencial.com
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Disculpa, no entiendo la respuesta...
Mi post comentaba sobre el vello de los brazos y la calidad de la foto...
Seguro que se alojaron en el hotel Aldon de 5 estrellas. Hotel Adlon es un clásico hotel situado en el bulevar Unter den Linden de Berlín frente a la Puerta de Brandenburgo, Que es donde van todos los famosos y allí estuvo Michael Jackson
es.wikipedia.org
www.dw.com
El Adlon, presente desde la República de Weimar hasta la reunificación alemana.
“No cabe duda que el nuevo hotel es un gran logro para una ciudad moderna, tanto en su construcción externa como interna. Erigir un hotel de tal magnitud requiere no sólo de un gran propietario, sino de arquitectos, artistas, artesanos y mucho capital.”
Así se refirió a él y a su creador, Laurenz Adlon, un carpintero convertido en magnate, el desaparecido periódico berlinés Vossische Zeitung en su edición del 24 de octubre de 1907. Un día antes se llevó a cabo la inauguración con gran pompa.
Esa noche se ofreció un menú de 74 platillos en honor del invitado especial, el emperador Guillermo II, sin cuyo apoyo no hubiera sido posible erigir este edificio de estilo neobarroco, equipado con luz eléctrica, elevador, agua caliente y teléfono, toda una novedad para la época.
Tal como entonces, el Hotel Adlon, situado a un costado de la Puerta de Brandenburgo y a escasos metros del Reichstag, sigue siendo sinónimo de opulencia, aunque no siempre fue así.
En sus inicios, el hotel era considerado un edificio vanguardista.
Una historia de cambios
Mientras a inicios del siglo XX fue punto de encuentro de la burguesía o de grandes personalidades, donde Marlene Dietrich fue descubierta, durante la Segunda Guerra Mundial “se llenó de uniformes”, escribió en sus memorias la viuda de Adlon, Hedda, al recordar que la élite nazi se reunía allí para comer.
En 1936 fue nombrado “sede oficial” de los Juegos Olímpicos de Berlín y en 1945 fue convertido en hospital militar. No obstante, lo que no lograron destruir los bombardeos a la capital alemana, lo hizo parcialmente un incendio provocado por dos soldados rusos.
En la década de los 50, la viuda de Adlon vendió el terreno y los derechos de uso de marca a la cadena Kempinski, bajo la condición de que el hotel se reconstruyera “en el lugar donde ha estado siempre y donde viví mi época más feliz: en el corazón de Berlín, Unter den Linden 1”.
Mas el deseo de Hedda Adlon tuvo que esperar hasta 1997, cuando a nueve décadas de su creación, volvió a ser sinónimo de alojamiento para sibaritas y millonarios. Con la división quedó en el sector soviético, donde continuó su función original para luego albergar a estudiantes comunistas.
Visitantes distinguidos
Michael Jackson durante su polémica estadía en 2002.
En su larga fila de huéspedes se cuentan figuras de la talla de Albert Einstein, Thomas Alva Edison, Hebert von Karajan, Henry Ford y Thomas Mann. También personalidades del espectáculo como Charles Chaplin, Greta Garbo, Liza Minelli y Robert de Niro.
El Adlon fue protagonista en 2002 del escándalo mediático provocado cuando el cantante Michael Jackson mostró su pequeño hijo a un grupo de fans, colocándolo por encima del balcón del cuarto piso en que se hospedaba.
Tal como hizo en su tiempo el emperador Guillermo II, el actual gobierno alemán ha hecho de este sitio la sede oficial de los invitados de alto nivel como Nelson Mandela, el Dalai Lama, la Reina Isabel II o Michael Gorbachov, quienes han ocupado alguna de sus tres suites presidenciales, con mayordomo, limusina y sauna a un precio de 12 mil euros la noche.
Grandes festividades
Para conmemorar su centenario, el Adlon preparó toda una serie de celebraciones: desde un libro de colección con imágenes y anécdotas, un pastel del edificio en miniatura de alta repostería francesa hasta dos vinos de edición limitada y un menú especial.
El edificio poco después de su construcción en 1907.
Pero la esencia para explicar la importancia de este edificio es una muestra, vigente hasta el 31 de octubre dentro del propio hotel, montada con el apoyo de La Casa de Cultura de Múnich y el Museo Histórico Alemán.
A través de 100 fotografías se relata su papel dentro de la política y el desarrollo histórico-social de los anales germanos del siglo XX porque “quien no conoce el Adlon, no conoce Alemania”, dijo en una ocasión el séptimo Marajá de Patiala.
Hotel Adlon - Wikipedia, la enciclopedia libre
“Quien no conoce el Hotel Adlon, no conoce Alemania” – DW – 23/10/2007
En él se han alojado reyes, estrellas de cine y rock, intelectuales y jefes de Estado. Pero más que un lujoso sitio berlinés, este edificio, que cumple 100 años, forma parte de la historia contemporánea de Alemania.
www.dw.com“Quien no conoce el Hotel Adlon, no conoce Alemania”
En él se han alojado reyes, estrellas de cine y rock, intelectuales y jefes de Estado. Pero más que un lujoso sitio berlinés, este edificio, que cumple 100 años, forma parte de la historia contemporánea de Alemania.
El Adlon, presente desde la República de Weimar hasta la reunificación alemana.
“No cabe duda que el nuevo hotel es un gran logro para una ciudad moderna, tanto en su construcción externa como interna. Erigir un hotel de tal magnitud requiere no sólo de un gran propietario, sino de arquitectos, artistas, artesanos y mucho capital.”
Así se refirió a él y a su creador, Laurenz Adlon, un carpintero convertido en magnate, el desaparecido periódico berlinés Vossische Zeitung en su edición del 24 de octubre de 1907. Un día antes se llevó a cabo la inauguración con gran pompa.
Esa noche se ofreció un menú de 74 platillos en honor del invitado especial, el emperador Guillermo II, sin cuyo apoyo no hubiera sido posible erigir este edificio de estilo neobarroco, equipado con luz eléctrica, elevador, agua caliente y teléfono, toda una novedad para la época.
Tal como entonces, el Hotel Adlon, situado a un costado de la Puerta de Brandenburgo y a escasos metros del Reichstag, sigue siendo sinónimo de opulencia, aunque no siempre fue así.
En sus inicios, el hotel era considerado un edificio vanguardista.
Una historia de cambios
Mientras a inicios del siglo XX fue punto de encuentro de la burguesía o de grandes personalidades, donde Marlene Dietrich fue descubierta, durante la Segunda Guerra Mundial “se llenó de uniformes”, escribió en sus memorias la viuda de Adlon, Hedda, al recordar que la élite nazi se reunía allí para comer.
En 1936 fue nombrado “sede oficial” de los Juegos Olímpicos de Berlín y en 1945 fue convertido en hospital militar. No obstante, lo que no lograron destruir los bombardeos a la capital alemana, lo hizo parcialmente un incendio provocado por dos soldados rusos.
En la década de los 50, la viuda de Adlon vendió el terreno y los derechos de uso de marca a la cadena Kempinski, bajo la condición de que el hotel se reconstruyera “en el lugar donde ha estado siempre y donde viví mi época más feliz: en el corazón de Berlín, Unter den Linden 1”.
Mas el deseo de Hedda Adlon tuvo que esperar hasta 1997, cuando a nueve décadas de su creación, volvió a ser sinónimo de alojamiento para sibaritas y millonarios. Con la división quedó en el sector soviético, donde continuó su función original para luego albergar a estudiantes comunistas.
Visitantes distinguidos
Michael Jackson durante su polémica estadía en 2002.
En su larga fila de huéspedes se cuentan figuras de la talla de Albert Einstein, Thomas Alva Edison, Hebert von Karajan, Henry Ford y Thomas Mann. También personalidades del espectáculo como Charles Chaplin, Greta Garbo, Liza Minelli y Robert de Niro.
El Adlon fue protagonista en 2002 del escándalo mediático provocado cuando el cantante Michael Jackson mostró su pequeño hijo a un grupo de fans, colocándolo por encima del balcón del cuarto piso en que se hospedaba.
Tal como hizo en su tiempo el emperador Guillermo II, el actual gobierno alemán ha hecho de este sitio la sede oficial de los invitados de alto nivel como Nelson Mandela, el Dalai Lama, la Reina Isabel II o Michael Gorbachov, quienes han ocupado alguna de sus tres suites presidenciales, con mayordomo, limusina y sauna a un precio de 12 mil euros la noche.
Grandes festividades
Para conmemorar su centenario, el Adlon preparó toda una serie de celebraciones: desde un libro de colección con imágenes y anécdotas, un pastel del edificio en miniatura de alta repostería francesa hasta dos vinos de edición limitada y un menú especial.
El edificio poco después de su construcción en 1907.
Pero la esencia para explicar la importancia de este edificio es una muestra, vigente hasta el 31 de octubre dentro del propio hotel, montada con el apoyo de La Casa de Cultura de Múnich y el Museo Histórico Alemán.
A través de 100 fotografías se relata su papel dentro de la política y el desarrollo histórico-social de los anales germanos del siglo XX porque “quien no conoce el Adlon, no conoce Alemania”, dijo en una ocasión el séptimo Marajá de Patiala.
Yo pense que en Berlin se alojaron en la embajada.Seguro que se alojaron en el hotel Aldon de 5 estrellas. Hotel Adlon es un clásico hotel situado en el bulevar Unter den Linden de Berlín frente a la Puerta de Brandenburgo, Que es donde van todos los famosos y allí estuvo Michael JacksonHotel Adlon - Wikipedia, la enciclopedia libre
“Quien no conoce el Hotel Adlon, no conoce Alemania” – DW – 23/10/2007
En él se han alojado reyes, estrellas de cine y rock, intelectuales y jefes de Estado. Pero más que un lujoso sitio berlinés, este edificio, que cumple 100 años, forma parte de la historia contemporánea de Alemania.“Quien no conoce el Hotel Adlon, no conoce Alemania”
En él se han alojado reyes, estrellas de cine y rock, intelectuales y jefes de Estado. Pero más que un lujoso sitio berlinés, este edificio, que cumple 100 años, forma parte de la historia contemporánea de Alemania.
El Adlon, presente desde la República de Weimar hasta la reunificación alemana.
“No cabe duda que el nuevo hotel es un gran logro para una ciudad moderna, tanto en su construcción externa como interna. Erigir un hotel de tal magnitud requiere no sólo de un gran propietario, sino de arquitectos, artistas, artesanos y mucho capital.”
Así se refirió a él y a su creador, Laurenz Adlon, un carpintero convertido en magnate, el desaparecido periódico berlinés Vossische Zeitung en su edición del 24 de octubre de 1907. Un día antes se llevó a cabo la inauguración con gran pompa.
Esa noche se ofreció un menú de 74 platillos en honor del invitado especial, el emperador Guillermo II, sin cuyo apoyo no hubiera sido posible erigir este edificio de estilo neobarroco, equipado con luz eléctrica, elevador, agua caliente y teléfono, toda una novedad para la época.
Tal como entonces, el Hotel Adlon, situado a un costado de la Puerta de Brandenburgo y a escasos metros del Reichstag, sigue siendo sinónimo de opulencia, aunque no siempre fue así.
En sus inicios, el hotel era considerado un edificio vanguardista.
Una historia de cambios
Mientras a inicios del siglo XX fue punto de encuentro de la burguesía o de grandes personalidades, donde Marlene Dietrich fue descubierta, durante la Segunda Guerra Mundial “se llenó de uniformes”, escribió en sus memorias la viuda de Adlon, Hedda, al recordar que la élite nazi se reunía allí para comer.
En 1936 fue nombrado “sede oficial” de los Juegos Olímpicos de Berlín y en 1945 fue convertido en hospital militar. No obstante, lo que no lograron destruir los bombardeos a la capital alemana, lo hizo parcialmente un incendio provocado por dos soldados rusos.
En la década de los 50, la viuda de Adlon vendió el terreno y los derechos de uso de marca a la cadena Kempinski, bajo la condición de que el hotel se reconstruyera “en el lugar donde ha estado siempre y donde viví mi época más feliz: en el corazón de Berlín, Unter den Linden 1”.
Mas el deseo de Hedda Adlon tuvo que esperar hasta 1997, cuando a nueve décadas de su creación, volvió a ser sinónimo de alojamiento para sibaritas y millonarios. Con la división quedó en el sector soviético, donde continuó su función original para luego albergar a estudiantes comunistas.
Visitantes distinguidos
Michael Jackson durante su polémica estadía en 2002.
En su larga fila de huéspedes se cuentan figuras de la talla de Albert Einstein, Thomas Alva Edison, Hebert von Karajan, Henry Ford y Thomas Mann. También personalidades del espectáculo como Charles Chaplin, Greta Garbo, Liza Minelli y Robert de Niro.
El Adlon fue protagonista en 2002 del escándalo mediático provocado cuando el cantante Michael Jackson mostró su pequeño hijo a un grupo de fans, colocándolo por encima del balcón del cuarto piso en que se hospedaba.
Tal como hizo en su tiempo el emperador Guillermo II, el actual gobierno alemán ha hecho de este sitio la sede oficial de los invitados de alto nivel como Nelson Mandela, el Dalai Lama, la Reina Isabel II o Michael Gorbachov, quienes han ocupado alguna de sus tres suites presidenciales, con mayordomo, limusina y sauna a un precio de 12 mil euros la noche.
Grandes festividades
Para conmemorar su centenario, el Adlon preparó toda una serie de celebraciones: desde un libro de colección con imágenes y anécdotas, un pastel del edificio en miniatura de alta repostería francesa hasta dos vinos de edición limitada y un menú especial.
El edificio poco después de su construcción en 1907.
Pero la esencia para explicar la importancia de este edificio es una muestra, vigente hasta el 31 de octubre dentro del propio hotel, montada con el apoyo de La Casa de Cultura de Múnich y el Museo Histórico Alemán.
A través de 100 fotografías se relata su papel dentro de la política y el desarrollo histórico-social de los anales germanos del siglo XX porque “quien no conoce el Adlon, no conoce Alemania”, dijo en una ocasión el séptimo Marajá de Patiala.
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