Violaciones cometidas por inmigrantes.

Varias veces?
A mi una. Y me jure por Dios que no me pasaba más. Y no me ha pasado.
Que te pase reiteradamente es algo que tienes que tratar de solucionar. Con los medios que hagan falta.
No hablo solo de violación como todo el mundo la entiende, sino de abuso o acoso verbal o físico, muchas veces pasa y ni siquiera somos conscientes, viendo que me estás culpando de que me haya pasado, no tengo mucho más que decir, cuando no hay, no se puede sacar
 
Debatiendo esto en Twitter hace poco con una femilista, su respuesta fue algo así como “es que somos responsables de la educación de los españoles, no de las costumbres de los de fuera”. Se quedó tan ancha la tía. Y ojo que no es la única que justifica de manera absurda las violaciones de inmigrantes. ¿Otra cultura? Pues si estás en España te adaptas o te vas. El buenísimo y el miedo a ser tachados de racismo está atontando a los políticos, hacen falta leyes como dios manda. Y en eso VOX es tajante, pero si lo dices te tachan de facha... Este país es de lo que no hay.

Si las femilistas reconocieran que la mayoría de las violaciones se están dando por extranjeros, tendrían que tomar control en la inmigración y eso no beneficia al negocio de la mujer. La pasta es la pasta.
 
Voy a ser políticamente incorrecta.
Yo siempre me he preguntado: ¿quién está realmente detrás de todas las ONGs que justifican, apoyan, protegen, defienden la inmigración ilegal así como también se esfuerzan hasta el infinito en disfrazar, falsear, encubrir, desviar los verdaderos datos existentes detrás de los inmigrantes ilegales?
Y que me decís de los medios de desinformación. ¿Hay alguno que haga verdadero, riguroso y exhaustivo seguimiento de las elementales etapas inmediatamente posteriores a las llegadas de los inmigrantes ilegales a nuestro pais? Despliegan grandes recursos en cubrir la noticia de los "Barcos de rescate" siendo recibidos con gran agasajo en los puertos españoles. Vale. Y luego ¿qué pasa?. Deliberado silencio informativo. ¿Por qué?.
Ya por último, el lenguaje. Ya no hay inmigrantes, se pasó a usar el término migrantes, y últimamente, el vocablo elegido (consensuado) por toda la Mass Media es refugiado.
Bingo en todo. Cuando era pequeña a mi colegio había venido una niña Yugoslava, ella SI que era refugiada, huían de una guerra. Estos son inmigrantes que vienen ilegales, encima hay que gastar recursos en sacarles del agua y ya por eso “son refugiados”. Pues no, son personas que van buscando una vida mejor, utilizando el medio que sea. Es como si yo como no tengo dinero me voy a Inglaterra en una patera. La diferencia es que si sé que quizá no llego o que no me van a dejar entrar, no voy, pero si sé que a mitad de camino hay un barco que me coge, me alimenta y me lleva a mi destino... cambia la cosa. Soy cruda con este tema y me jode porque son personas, pero lo que están haciendo no es la solución.
 
Prensa y autoridades ocultan la delincuencia de los 'refugiados'
Una activista del grupo No Borders (Sin Fronteras), dedicado a la acogida de refugiados e inmigrantes del Tercer Mundo, ha confesado haber sido violada durante más de una hora por un inmigrante senegalés en un campamento de acogida cercano a Vintimiglia, cerca de la frontera francoitaliana, informa el diario italiano Il Corriere della Sera.

La razón por la que usted probablemente ignore esta como muchas otras noticias de un cariz similar es la misma que ha movido a la víctima a permanecer en silencio hasta ahora: compañeros de No Borders le pidieron que callase para no perjudicar a la causa. Es la misma razón por la que no se informa en televisiones o diarios de los conflictos que surgen entre los nativos y los "refugiados" en toda Europa y sí de las campañas de #RefugeesWelcomey los voluntarios que desafían a las autoridades para ayudar a los recién llegados, o por la que las fotografías que nos llegan por los medios de comunicación convencionales son casi siempre de familias o mujeres o niños, cuando la propia ACNUR, la agencia de refugiados de la Naciones Unidas, cifra en tres cuartos la proporción de varones entre los migrantes. En definitiva, la realidad que nos venden no coincide con la que se está produciendo y amenaza con cambiar nuestras sociedades de forma irreversible.

No es que las fotos que muestran, naturalmente, sean falsas, o que no existan legítimos refugiados que solo aspiran a encontrar un lugar en paz para sus familias; es que las autoridades, en vergonzosa connivencia con los medios, se niegan a mostrar la otra cara de la realidad y enseñar la realidad completa. Que se trata de una consigna generalizada es evidente en incontables informes que se filtran penosamente al público, como el editorial del Westfallen-Blatt denunciaba a mediados de septiembre denunciaba que la policía se niega a hacer públicos delitos que impliquen a inmigrantes y refugiados porque no quieren "dar legitimidad a las críticas contra la inmigración masiva".

Un millón y medio de migrantes
No es extraño que los gobiernos quieran minimizar los posibles conflictos, especialmente enAlemania: tras la aparición de un informe según el cual el país debe prepararse para recibir no menos de un millón y medio de migrantes este año, la canciller Angela Merkel ha respondido a las numerosas críticas reconociendo que Alemania tiene que aprender a vivir con los recién llegados. El diario Bild revelaba el pasado lunes, citando estimaciones oficiales, que en los últimos tres meses del año podrían llegar más de 900.000 personas. “No tiene mucho sentido enfadarse porque tenemos ahora este problema o decir: ¿de dónde sale esto? ¡Quiero que desaparezca el problema", declaró el pasado domingo la canciller en una entrevista a la cadena de radio Deutschlandfunk. "Tenemos que aceptarlo, controlarlo y al mismo tiempo asegurarnos de que resolvemos los puntos débiles”.

Quizá tengan que aceptarlo, efectivamente, pero no parece que lo hagan a gusto, al menos según un estudio realizado por Initiative Markt-und Sozialforschung. El estudio revela quetres cuartas partes de los alemanes cree que los refugiados deberían quedarse en el primer país seguro al que lleguen, y cuatro quintos piensa que el país debería reestablecer los controles fronterizos, lo que contrasta poderosamente con la política oficial del Gobierno.

Los gobiernos proinmigracionistas, encabezados por Suecia, están haciendo denodados esfuerzos por ocultar todos los problemas que han causado y causan quienes llegan de países y culturas con mentalidades y concepciones del mundo radicalmente distintas. En el caso de Suecia, que se lleva la palma en su intento de acabar con el elemento nativo, las autoridades han intentado de todo para no achacar al influjo de inmigrantes del Tercer Mundo el hecho de haberse convertido, asombrosamente, en el país con más violaciones por habitante del mundo, culpando a una mayor disponibilidad para denunciar, a Internet o incluso al tiempo. Los otros países escandinavos, que sufren una plaga similar, han sido algo más sinceros. En Noruega, estadísticas publicadas recientemente señalan que la totalidad de los últimos casos de violación tiene a un inmigrante de primera o segunda generación, generalmente musulmán, por perpetrador, y casi invariablemente una mujer nativa por víctima.

En Alemania, el súbito influjo de refugiados está multiplicando los casos de violación hasta convertirse en verdadera epidemia, con las refugiadas como víctimas en su abrumadora mayoría, según asociaciones que trabajan en campos de acogida y conocen el problema de primera mano. La falta de espacio para acoger a tantos en tampoco tiempo ha forzado a las autoridades a albergar a hombres -la abrumadora mayoría de los recién llegados- y mujeres en el mismo espacio, con consecuencias previsibles. Muchas víctimas, señalan las trabajadoras sociales que han dado la voz de alarma, no se atreven a denunciar por miedo a las represalias. Casi el 80% de los refugiados y migrantes son varones, según la cadena de radio bávara Bayerischer Rundfunk, que informa sobre el centro de acogida de Bayernkaserne que el precio por tener s*x* con una refugiada es de diez euros. Una trabajadora social lo califica como "el mayor burdel de Munich".

Entre todas las legítimas consignas que nos recuerdan machaconamente que "ningún ser humano es ilegal", que no vienen a Europa por gusto, que solo quieren huir del horror o, en todo caso, hallar un lugar donde puedan ofrecer a sus hijos un futuro mejor quizá haga falta otras que recuerden que esta muchedumbre que viene a quedarse tiene ideas muy distintas a las nuestras sobre el papel de la religión en la vida pública, el lugar de la mujer, las conductas sexuales lícitas, la importancia de la libertad y la democracia o incluso la solidaridad con personas ajenas a su grupo, credo o tribu.

Sea o no necesario para un Occidente en grave crisis demográfica recibir influjos masivos del Tercer Mundo es un interesante debate que debe llevarse abiertamente, sin ocultaciones. En una democracia, negarle al pueblo la verdad completa, sea o no conveniente o delicada, es inaceptable; si el problema, además, va a cambiar radicalmente nuestras sociedades, es también una traición.
https://gaceta.es/noticias/prensa-autoridades-ocultar-delincuencia-los-refugiados-06102015-2048/
 
Alemania repesca la censura para maquillar las agresiones y violaciones cometidas por inmigrantes
Desde que la oleada de refugiados llegara a Alemania, tanto el gobierno como la policía y la prensa germana han tratado -sin rubor- de ocultar y minimizar cualquier delito protagonizado por inmigrantes musulmanes. La autocensura -o sea, la censura- está de vuelta.

Alemania se está dejando atacar, agredir y violar por los inmigrantes en general y los musulmanes en particular. O más que Alemania, las autoridades, porque a los ciudadanos no les hace ninguna gracia el clima de impunidad que señorea el país. Jueces y policía hacen la vista gorda y la asociación de la prensa impone la censura para no señalar a los inmigrantes.

Un caso paradójico. Un juez germano puso en libertad el pasado 24 de octubre a varios inmigrantes serbios que habían violado a una adolescente de 14 años que finalmente moriría, por haber sido abandonada en plena calle con temperaturas bajo cero.

Los hechos, ocurridos al norte de Hamburgo, fueron minimizados por la justicia hasta el punto de que el magistrado encargado del caso señaló que “los adolescentes habían confesado, parecían estar arrepentidos y ya no representaban un peligro para la sociedad”.

Por la gravedad del asunto resulta muy llamativa la pasividad o la falta de respuesta de la sociedad alemana, que en el último año y medio ha asistido entre anestesiada y sonámbula al blanqueamiento por parte del establishment de la oleada de agresiones sexuales y otros delitos cometidos por inmigrantes y refugiados asentados en ese país.

La oleada de refugiados -más de un millón- que entraron a lo largo de 2015 en llamada a las políticas migratorias de Angela Merkel (“Welcome refugees”) han provocado tantos trastornos en las instituciones como en la propia poblacion, víctima de las políticas de sus élites.

Cuidado con la islamofobia
Tanto el gobierno de Merkel como la policía y la propia prensa germana han tratado -sin rubor alguno- de ocultar y más tarde minimizar estos hechos por graves que fueran. El ejemplo más sintomático se produjo tras las violaciones masivas cometidas por refugiados musulmanes en Colonia la nochevieja pasada.

Durante los días posteriores al 1 de enero de 2016 la prensa y la policía ocultaron los hechos, pero la magnitud de los mismos -más de 400 mujeres denunciaron violaciones- impidieron continuar con la campaña de omertá impulsada por las autoridades y seguida por parte de los medios de comunicación.

El motivo: ocultar la nacionalidad o religión de los culpables es imprescindible para no alentar la islamofobia o la xenofobia.

Bajo esta premisa las autoridades germanas lanzaban un mensaje inequívoco: la categoría de inmigrante o refugiado en realidad debe primar por encima de cualquier otra consideración. Así que la víctima a callar.

Tras esta primera fase de ocultación del hecho delictivo en función de la etnia o nacionalidad del infractor, se produjo una segunda de prevención sobre los hábitos o forma de vida europeos.

Pocas horas después de hacerse públicas las violaciones masivas en Colonia, la alcaldesa de la ciudad, Henriette Reker, aconsejó a las jovenes que vigilen su manera de vestir “para no provocar a los refugiados”.

Claro que cuando una figura relevante como el cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, advirtió de las consecuencias de la inmigración masiva y desordenada que suponía la entrada de más de un millón de refugiados, todo el establishment se echó contra él (fue denunciado por apología del odio). Dos meses después las violaciones masivas en Colonia le acabarían dando la razón.

Eufemismo: la trampa de siempre
Para sustentar este clima favorable a la inmigración masiva y los refugiados, el Consejo de la Prensa Alemán (Presserat) aplica un “código de ética para los medios”, enésimo eufemismo para restringir y controlar la información a los periodistas cuando aborden este asunto.

El apartado 12.1 de este código señala lo siguiente: “Cuando se cubren delitos criminales, sólo se mencionarán los detalles sobre la religión, etnia u otros contextos sobre los sospechosos o perpetradores si es absolutamente necesario para entender el suceso del que se informa. Recuerda que esas referencias pueden fomentar los prejuicios contra las minorías”.

De esta forma el pasado 17 de octubre el Consejo de Prensa amonestó al semanario Junge Freiheit por revelar la nacionalidad de tres adolescentes afganos que violaron a una mujer en una estación de tren de Viena en abril de 2016.

Según el órgano censor, la nacionalidad de los violadores “no era relevante para el caso”, y que al hacer pública dicha información, “el periódico estaba presentando a los sospechosos como ciudadanos de segunda”.

El semanario se negó a retirar dicho artículo de su web y Lutz Tillmanns, director general del Consejo de la Prensa, señaló que “la autocensura es necesaria para evitar la discriminación”.

Por si fuera poco, este código del Consejo de Prensa también se aplica a la policía alemana, que a menudo censura la información que transmite a los medios.

Según Hendrik Cremer, del Instituto Alemán para los Derechos Humanos, la policía “no deberá proporcionar información sobre el color de piel, la religión, nacionalidad u origen nacional o étnico de un sospechoso a los medios o a la opinión pública. Sólo podrá hacerlo si es absolutamente necesario, como ocurre cuando, por ejemplo, está buscando a un sospechoso”.

En vez de llamarlo marroquí le llaman ‘sintecho’ de 19 años
Sin embargo, una vez más el mundo de censura feliz que impulsan desde los despachos de Gobierno se da de bruces con la realidad.

El director del sindicato de policía GdP en Renania del Norte-Westfalia, Arnold Plickert, cree que la autocensura de la policía es contraproducente: “La impresión de que estemos aplicando la censura es devastadora para la confianza de la poblacion en las fuerzas de seguridad. Compartir información sobre los sospechosos también es importante para desarrollar estrategias de prevención. Debemos poder hablar abiertamente sobre los problemas de este país. Eso incluye hablar sobre la clara abundancia de emigrantes jovenes en nuestros ficheros criminales”.

Una de estos últimos episodios coercitivos del Consejo de Prensa se produjo el pasado 2 de octubre a propósito de la violación de una mujer de 90 años frente a una iglesia del centro de Düsseldorf.

El Hamburger Morgenpost informó de que el violador era un “sintecho de 19 años” mientras que la policía de Düsseldorf describió al sospechoso como “europeo del sur con raíces norteafricanas”.

Por su parte, el diario Bild reveló después que, en realidad, se trataba de un marroquí con pasaporte español fichado por la policía por el robo continuado de tiendas y bolsos.

Por supuesto, hay más casos: el 30 de septiembre un emigrante de 28 años agredió sexualmente a una mujer de 27 años en un tren entre París y Mannheim. Aunque los medios locales informaron al principio de la nacionalidad del agresor, más tarde omitirían el dato: “Este artículo incluía inicialmente la nacionalidad del agresor. La referencia se eliminó después porque no se ajustaba a nuestras directrices editoriales; es decir, que no hay una relación entre la nacionalidad y los actos”, se excusó el medio.

Mientras tanto, una encuesta de YouGov publicada el pasado octubre señalaba que el 68% de los alemanes cree que la seguridad en el país se ha deteriorado en los últimos dos o tres años. Además otro 68% dice temer por su vida y sus posesiones en las estaciones de tren y metro alemanas, mientras que un 63% se sintió inseguro en grandes eventos públicos.
https://www.actuall.com/criterio/de...ones-y-violaciones-cometidas-por-inmigrantes/
 
Taharrush jamá´i
Taharrush jamá´i, es una palabra árabe que se traduce por “el asalto sexual de mujeres en público por grandes grupos de hombres”. Este término ganó prominencia en el vocabulario europeo en enero de 2016, a raíz de los informes policiales y gubernamentales alemanes en la víspera de Año Nuevo cuando por hordas de millares de jóvenes musulmanes repartidos en grupos organizados agredieron sexualmente contra millares de mujeres alemanas, mayormente en Colonia, en Hamburgo, Múnich, así como también muchas otras en Suiza, Austria, Finlandia, Noruega, Suecia, en la Nochevieja de 2015. A mediados de febrero de 2015 Suecia fue declarada la capital de las violaciones en occidente. En las últimas décadas el Taharrush jamá´i llegó a Suecia con toda su fuerza: la violación en grupo, prácticamente desconocida antes en la historia penal sueca. El número de violaciones en grupo aumentó de manera increíble entre 1995 y 2006. Desde entonces se han multiplicado por 15 el número de violaciones perpetradas por bandas de migrantes musulmanes. Estas Taharrush jamá´i en Occidente se remontan a cuando grupos de adolescentes australianas fueron objeto de degradación sexual por bandas de musulmanes en Sydney entre 1998 y 2002. Los agresores sexuales dijeron que lo hacían por “razones étnicas y religiosas”. Las jóvenes víctimas fueron insultadas de “putas” y “cerdas australianas” por ser cristianas mientras eran perseguidas y abusadas.

En el Tribunal Supremo de Australia un violador paquistaní testificó que sus víctimas no tenían derecho a decir que “no”, porque no llevaban hijab (no iban con velo). Y este mismo año los australianos se sintieron ultrajados cuando el jeque libanés Faiz Mohammed dio una conferencia en Sydney donde informó a su audiencia que las víctimas no podían echar la culpa a nadie de la violación si no únicamente a ellas mismas ya que “las mujeres que llevan poca ropa, invitan a los hombres a violarlas”, argumentó. Lo mismo aconteció cuando una pandilla de musulmanes que violaron a una chica francesa de 18 años de edad en el país galo, argumentaron –sin mostrar el más mínimo remordimiento- en el interrogatorio en marzo de 2014 ante el juez que no la habrían tocado si ella hubiese sido turca, pero ya que “ella era francesa y todos los franceses son hijos de put* por lo estaba permitido hacerlo”.

En 2012 fueron juzgados en Gran Bretaña los miembros de una banda de musulmanes violadores en grupo por haber violado niñas británicas. Aquellos adujeron que habían violado a las niñas por que no eran de religión musulmana. En 2006 ya se hablaba de epidemia pan europea de Taharrush jamá´i en la que bandas de árabes-musulmanes que violaban mujeres.

En el año 2002 Sohane, una chica musulmana de París de origen magrebí y de 18 años de edad, se negó a tener relaciones sexuales antes del matrimonio con su novio musulmán, éste y sus amigos musulmanes decidieron quemarla viva, y el cuerpo de la joven fue encontrado en un basurero del suburbio Cité Balzac. Este impactante hecho desencadenó la creación de “Ni putas ni sumisas”, asociación feminista que se está expandiendo por Europa y fue fundado en 2002, en respuesta a la violencia sexual que sufren las mujeres, en su mayor parte musulmanas, en los suburbios (banlieues) por parte de bandas de varones musulmanes. En Francia hay actualmente más de 751 ZUS (Zones Urbaines Sensibles. Zonas urbanas sensibles) según estadísticas del gobierno galo. Estas ZUS son territorios de mayoría absoluta musulmana en los que la violación, el robo y la violencia callejera son un hecho de la vida cotidiana.

La Policía sueca ha ocultado los acosos sexuales que se cometieron contra adolescentes (algunas de 11 y 12 años de edad) en el Festival We Are Sthlm durante 2014 y 2015 a fin de no desvelar que los autores de los delitos eran jóvenes musulmanes demandantes de asilo. Suecia y Dinamarca tienen el más elevado número de asaltos sexuales de grupos de musulmanes en Europa. Las mujeres de Dinamarca se sienten inseguras de desplazarse por la noche ante el acoso por parte de los grupos de musulmanes que, según un inmigrante sirio que vive en el país desde hace años, “si ven a una chica, ellos se vuelven locos. Simplemente no pueden manejar la situación. … ya que en Siria y muchos otros países musulmanes, no es normal que una mujer extraña sonría a un hombre. Esas niñas que son acosadas ??no van vestidas ligeras de ropa o borrachas. A veces es suficiente con ser una chica”, añadió.

Pero no sólo la policía sueca oculta la realidad, las violaciones cometidas por grupos de musulmanes apenas tienen difusión en la prensa europea.

El asalto sexual de mujeres en público por grandes grupos de hombres, el Taharrush jamá´i, ha sido justificado por numerosos líderes religiosos musulmanes.

El grupo MuslimStern (La Estrella Musulmana) que tiene más de 20.000 seguidores en Alemania ha acusado a las mujeres alemanas de ser responsables de las agresiones sexuales y violaciones. Este colectivo musulmán ha pedido al gobierno alemán que prohíba el alcohol en Alemania afirmando que “las mujeres Colonia eran responsables de los ataques de musulmanes” y ha declarado que "el gobierno (alemán) debería prohibir el consumo de alcohol, ya que conduce a los accidentes de tráfico, la violencia y las violaciones, y es extremadamente perjudicial para la salud. Pero para las sociedades capitalistas, esto es demasiado esperar. En tanto que el alcohol no se prohíba no habrá disminución discernible en estos casos (de violaciones y acoso sexual). ... No se puede esperar que un león musulmán no reaccione ante un antílope desnudo (las mujeres alemanas). Es alucinante que con tanto tiempo enseñar a los niños sobre el s*x* en la escuela, se olvidan completamente de transmitir este hecho biológico básico".

Sami Abu-Yusuf, imam de una mezquita salafista de Colonia ha explicado al canal de televisión ruso REN el porqué del Taharrush jamá´i: “los acontecimientos de la víspera de Año Nuevo eran culpa exclusiva de las chicas, porque estaban medio desnudas y usan perfume. No es sorprendente que los hombres quieran atacarlas. Vestirse de esta manera es como echar más petróleo al fuego” .

Eruditos y prestigiosos líderes religiosos del Islam han declarado repetidamente que los musulmanes tienen legitimidad para violar mujeres no-musulmanas para humillarlas, basándose en el Corán y en los hechos de Muhammad y sus Compañeros, el concubinato y la esclavitud son legítimos, así como esclavizar a las mujeres no-musulmanas afirmando que la violación de las mujeres no-musulmanas tiene como fin humillarlas ya que son propiedad de los musulmanes.

Suad Saleh, profesor de Teología musulmana, de la Universidad Al-Azhar, en Egipto, la universidad más importante de teología del mundo musulmán sunnita hablando en la televisión Hayat el 12 de septiembre de 2014 discutió el concepto islámico de “aquellos, quienes son tu propiedad”. El profesor Saleh dijo que los musulmanes que capturan mujeres en una guerra legítima contra sus enemigos las pueden poseer y tener relaciones sexuales con ellas como esclavas. “Con el fin de humillarlas” y “se convierten en propiedad del comandante del ejército musulmán, o de cualquier musulmán, y se pueden tener relaciones sexuales con ellas al igual que se tiene relaciones sexuales con sus esposas." El video ha estado circulando en los medios sociales en los últimos días, y en este el profesor de Teología musulmanas afirma: “A los propietarios de esclavos: La esclavitud existía antes del Islam. Existió entre todas las naciones y países, no sólo entre los árabes del pre-Islam Cualquiera podía comerciar con los hombres y mujeres nacidos libres. Esto se conoce como la venta de los nacidos libres. Es como la venta de órganos humanos y la trata de seres humanos nacidos libres hoy. Pero cuando el Islam surgió, puso la esclavitud en orden, limitándola a las guerras legítimas entre musulmanes y sus enemigos. Si luchamos contra Israel, que está saqueando la tierra, y es un agresor contra las personas y su fe ... Obviamente, es imposible que vamos a luchar contra Israel, a pesar de Surat Al-Isra en el Corán predice esto, y nada está más allá del poder de Alá ... Las reclusas de las guerras pertenecen a su propietario. Con el fin de humillarlos y humillarlas, a ser propiedad del comandante del ejército, o de un musulmán, y que pueden tener relaciones sexuales con ellos al igual que tiene relaciones sexuales con sus esposas. […] El Islam dice que una mujer es o bien una esposa o una esclava. La propiedad legítima de los esclavos prisioneros de guerra proviene de la guerra que se libra contra los musulmanes, una guerra para saquear la tierra, una guerra en contra de nuestra fe, y así sucesivamente”. [18]

El diario The New York Times revela que el Estado Islámico “eleva y celebra cada asalto sexual como espiritualmente benéfico e incluso virtuoso”.

El imam y jeque Muhammad Ayed el 11 de septiembre de 2015, (exactamente 14 años después del atentado del 11-S en Nueva York), en su sermón en la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalem, se dirigía a sus fieles diciendo que los países europeos no estaban rodando la alfombra roja para los migrantes porque fueran compasivos, sino porque Europa estaba en extrema necesidad de una nueva fuente de mano de obra: “Europa se ha convertido en vieja y decrépita y necesita refuerzo humana ... .ellos no están motivados por la compasión por el Oriente Medio, su gente y sus refugiados”, dijo Ayed, y agregó: “Pronto los vamos a pisotear bajo nuestros pies, Alá que lega. […] En toda Europa, todos sus corazones están entusiasmados por el odio hacia los musulmanes. Desean que estemos muertos, pero como han perdido su fertilidad, es por lo que buscan la fertilidad en medio de nosotros. […] Les daremos la fertilidad. Han perdido su fertilidad, Vamos a procrear hijos de ellas, les daremos fertilidad, vamos a conquistar sus países. Les guste o no, alemanes, americanos, franceses, italianos y todos lo que son como vosotros tomad, acoged a los refugiados. No tardaremos en recogerlos en la Venida del Califato, y os diremos: estos son nuestros hijos, y os enviaremos nuestros ejércitos contra vosotros!¡Esto ayudará a expandir el Califato!” [20]

El erudito egipcio jeque Yusaf al-Qaradawi, una de las autoridades religiosas más influyentes del mundo musulmán sunnita, declaró al London Telegraph en 2004 ante casos de violaciones grupales de musulmanes contra mujeres no-musulmanas, que ya se estaban produciendo desde los años 1990 que “Las mujeres deberían ser castigadas si estaban vestidas inmodestamente cuando fueron violadas”. Y añadió: “Para que ella sea absuelta de culpa, una mujer violada debe haber demostrado buena conducta”.

Pero estas bandas musulmanas no únicamente violan y agreden sexualmente a mujeres no musulmanas, sino también a sus correligionarias y conciudadanas en países musulmanes. El Cairo es conocida como la capital árabe del acoso sexual. Casi la mitad de las mujeres egipcias declara sufrir agresiones sexuales a diario, el 83 por ciento de las mujeres lo ha experimentado alguna vez en su vida. La cifra asciende hasta el 98% en el caso de las mujeres extranjeras que viven en la capital egipcia. Los salafistas y yihadistas culpan a la manera de vestir las víctimas, pero el 72 por ciento usaba hiyab. Las violaciones de jóvenes musulmanes en grupo han alcanzado dimensiones de epidemia en Egipto. Esta obsesión religiosa de los salafistas por el s*x* llevó a los parlamentarios de la Hermandad Musulmana en Egipto a proponer la legalización del s*x* post mortem en 2012, para permitir a los viudos tener relaciones sexuales con su esposa muerta dentro de las seis horas después de su muerte.

El Taharrush jamá´i (el asalto sexual de mujeres en público por grandes grupos de hombres) no se puede justificar en la desesperación, ni en el deseo sexual insatisfecho, ni en el alcohol, ni pretendidas alteraciones hormonales, o inadaptaciones culturales, ni en la biología de estos miles de jóvenes musulmanes. Las raíces del Taharrush jamá´i yacen sólo y exclusivamente en la educación religiosa islamista de estos jóvenes musulmanes basada en el menosprecio a la mujer en general y en la consideración que la mujer no-musulmana es una esclava sexual potencial.
http://www.gees.org/articulos/taharrush-jamai
 
No hablo solo de violación como todo el mundo la entiende, sino de abuso o acoso verbal o físico, muchas veces pasa y ni siquiera somos conscientes, viendo que me estás culpando de que me haya pasado, no tengo mucho más que decir, cuando no hay, no se puede sacar
Amén
Menudas entendederas gastas guapa
Culpando?
Keep calm and gromenauer!
 
Alemania repesca la censura para maquillar las agresiones y violaciones cometidas por inmigrantes
Desde que la oleada de refugiados llegara a Alemania, tanto el gobierno como la policía y la prensa germana han tratado -sin rubor- de ocultar y minimizar cualquier delito protagonizado por inmigrantes musulmanes. La autocensura -o sea, la censura- está de vuelta.

Alemania se está dejando atacar, agredir y violar por los inmigrantes en general y los musulmanes en particular. O más que Alemania, las autoridades, porque a los ciudadanos no les hace ninguna gracia el clima de impunidad que señorea el país. Jueces y policía hacen la vista gorda y la asociación de la prensa impone la censura para no señalar a los inmigrantes.

Un caso paradójico. Un juez germano puso en libertad el pasado 24 de octubre a varios inmigrantes serbios que habían violado a una adolescente de 14 años que finalmente moriría, por haber sido abandonada en plena calle con temperaturas bajo cero.

Los hechos, ocurridos al norte de Hamburgo, fueron minimizados por la justicia hasta el punto de que el magistrado encargado del caso señaló que “los adolescentes habían confesado, parecían estar arrepentidos y ya no representaban un peligro para la sociedad”.

Por la gravedad del asunto resulta muy llamativa la pasividad o la falta de respuesta de la sociedad alemana, que en el último año y medio ha asistido entre anestesiada y sonámbula al blanqueamiento por parte del establishment de la oleada de agresiones sexuales y otros delitos cometidos por inmigrantes y refugiados asentados en ese país.

La oleada de refugiados -más de un millón- que entraron a lo largo de 2015 en llamada a las políticas migratorias de Angela Merkel (“Welcome refugees”) han provocado tantos trastornos en las instituciones como en la propia poblacion, víctima de las políticas de sus élites.

Cuidado con la islamofobia
Tanto el gobierno de Merkel como la policía y la propia prensa germana han tratado -sin rubor alguno- de ocultar y más tarde minimizar estos hechos por graves que fueran. El ejemplo más sintomático se produjo tras las violaciones masivas cometidas por refugiados musulmanes en Colonia la nochevieja pasada.

Durante los días posteriores al 1 de enero de 2016 la prensa y la policía ocultaron los hechos, pero la magnitud de los mismos -más de 400 mujeres denunciaron violaciones- impidieron continuar con la campaña de omertá impulsada por las autoridades y seguida por parte de los medios de comunicación.

El motivo: ocultar la nacionalidad o religión de los culpables es imprescindible para no alentar la islamofobia o la xenofobia.

Bajo esta premisa las autoridades germanas lanzaban un mensaje inequívoco: la categoría de inmigrante o refugiado en realidad debe primar por encima de cualquier otra consideración. Así que la víctima a callar.

Tras esta primera fase de ocultación del hecho delictivo en función de la etnia o nacionalidad del infractor, se produjo una segunda de prevención sobre los hábitos o forma de vida europeos.

Pocas horas después de hacerse públicas las violaciones masivas en Colonia, la alcaldesa de la ciudad, Henriette Reker, aconsejó a las jovenes que vigilen su manera de vestir “para no provocar a los refugiados”.

Claro que cuando una figura relevante como el cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, advirtió de las consecuencias de la inmigración masiva y desordenada que suponía la entrada de más de un millón de refugiados, todo el establishment se echó contra él (fue denunciado por apología del odio). Dos meses después las violaciones masivas en Colonia le acabarían dando la razón.

Eufemismo: la trampa de siempre
Para sustentar este clima favorable a la inmigración masiva y los refugiados, el Consejo de la Prensa Alemán (Presserat) aplica un “código de ética para los medios”, enésimo eufemismo para restringir y controlar la información a los periodistas cuando aborden este asunto.

El apartado 12.1 de este código señala lo siguiente: “Cuando se cubren delitos criminales, sólo se mencionarán los detalles sobre la religión, etnia u otros contextos sobre los sospechosos o perpetradores si es absolutamente necesario para entender el suceso del que se informa. Recuerda que esas referencias pueden fomentar los prejuicios contra las minorías”.

De esta forma el pasado 17 de octubre el Consejo de Prensa amonestó al semanario Junge Freiheit por revelar la nacionalidad de tres adolescentes afganos que violaron a una mujer en una estación de tren de Viena en abril de 2016.

Según el órgano censor, la nacionalidad de los violadores “no era relevante para el caso”, y que al hacer pública dicha información, “el periódico estaba presentando a los sospechosos como ciudadanos de segunda”.

El semanario se negó a retirar dicho artículo de su web y Lutz Tillmanns, director general del Consejo de la Prensa, señaló que “la autocensura es necesaria para evitar la discriminación”.

Por si fuera poco, este código del Consejo de Prensa también se aplica a la policía alemana, que a menudo censura la información que transmite a los medios.

Según Hendrik Cremer, del Instituto Alemán para los Derechos Humanos, la policía “no deberá proporcionar información sobre el color de piel, la religión, nacionalidad u origen nacional o étnico de un sospechoso a los medios o a la opinión pública. Sólo podrá hacerlo si es absolutamente necesario, como ocurre cuando, por ejemplo, está buscando a un sospechoso”.

En vez de llamarlo marroquí le llaman ‘sintecho’ de 19 años
Sin embargo, una vez más el mundo de censura feliz que impulsan desde los despachos de Gobierno se da de bruces con la realidad.

El director del sindicato de policía GdP en Renania del Norte-Westfalia, Arnold Plickert, cree que la autocensura de la policía es contraproducente: “La impresión de que estemos aplicando la censura es devastadora para la confianza de la poblacion en las fuerzas de seguridad. Compartir información sobre los sospechosos también es importante para desarrollar estrategias de prevención. Debemos poder hablar abiertamente sobre los problemas de este país. Eso incluye hablar sobre la clara abundancia de emigrantes jovenes en nuestros ficheros criminales”.

Una de estos últimos episodios coercitivos del Consejo de Prensa se produjo el pasado 2 de octubre a propósito de la violación de una mujer de 90 años frente a una iglesia del centro de Düsseldorf.

El Hamburger Morgenpost informó de que el violador era un “sintecho de 19 años” mientras que la policía de Düsseldorf describió al sospechoso como “europeo del sur con raíces norteafricanas”.

Por su parte, el diario Bild reveló después que, en realidad, se trataba de un marroquí con pasaporte español fichado por la policía por el robo continuado de tiendas y bolsos.

Por supuesto, hay más casos: el 30 de septiembre un emigrante de 28 años agredió sexualmente a una mujer de 27 años en un tren entre París y Mannheim. Aunque los medios locales informaron al principio de la nacionalidad del agresor, más tarde omitirían el dato: “Este artículo incluía inicialmente la nacionalidad del agresor. La referencia se eliminó después porque no se ajustaba a nuestras directrices editoriales; es decir, que no hay una relación entre la nacionalidad y los actos”, se excusó el medio.

Mientras tanto, una encuesta de YouGov publicada el pasado octubre señalaba que el 68% de los alemanes cree que la seguridad en el país se ha deteriorado en los últimos dos o tres años. Además otro 68% dice temer por su vida y sus posesiones en las estaciones de tren y metro alemanas, mientras que un 63% se sintió inseguro en grandes eventos públicos.
https://www.actuall.com/criterio/de...ones-y-violaciones-cometidas-por-inmigrantes/
Bueno, igual que España, en la gravísima violación de una niña de 12 años en Azuqueca de Henares, donde se ha silenciado durante un año por feministas y medios de comunicacion. Niña que primero es raptada a la una de la tarde con una amiga que no es violada porque según los agresores es "mora". Además de violadores, racistas. Es vergonzoso este caso y todo lo que le rodea.
 
Esto se está convirtiendo en una moda. Algo hay que hacer. Antes eran hechos aislados, pero ahora no hay día que no hablen de una nueva en las noticias
 

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