No creo sinceramente que cambie de opinión. Llevo ya muchos años siendo profesional y esposa y madre y hija y muchas cosas más, todas a la vez, sin ningún tipo de problema. Y lo he compaginado todo gracias a que mi pareja es una persona con unos criterios actuales, modernos, e igualitarios. Y también he tenido jefes y jefas tiranos y otros no tanto, y luego la jefa he sido yo. Y por supuesto ha merecido la pena, como profesional, como esposa, madre, hija, amiga y por supuesto, como mujer. No concibo cambiar mi éxito profesional por una vida de mujer flotero, de esposa de, de adorno de mi marido. Ni en sueños. Y podría habermelo permitido, pero sentiría que habría desperdiciado mi potencial. No creo que nadie merezca eso.
Vaya por delante que considero la independencia económica crucial hoy día, tanto para ellas como para ellos. Es decir, tod@s trabajamos porque ganamos dinero, no por amor al arte. El dinero es clave para tomar una decisión.
Entiendo perfectamente que haya muchas mujeres y algunos hombres a quienes les compense centrarse en exclusiva en el cuidado de sus familias, si su renta familiar se lo permite. En algunos casos y por diversas circunstancias, es hasta aconsejable.
De la misma forma, entiendo que hay muchas mujeres para las que su trabajo y/o profesión es muy importante y la vida familiar no les llena. Pero, para esto no hace falta tener un gran nivel intelectual o de preparación, ni ser una ejecutiva...una mujer que tiene un pequeño negocio, por ejemplo, una frutería, entiendo que no quiera prescindir de su actividad laboral, del trato con la gente, etc..
No pasa nada por reconocer que muchas necesitamos algo más que marido e hijos. Y tampoco pasa nada por no tener hijos si no queremos. Y muchas mujeres sueñan con tener una familia y cuidarla. Lo importante es poder elegir lo que nos hace felices a cada quien, y la realidad es que muchas mujeres dejarían de trabajar cuando sus niños son pequeños, pero no pueden permitirse el hacerlo, por no hablar de lo complicado que resulta reintroducirse en el mundo laboral tras una excedencia.