No hay nada más duro que perder a un hijo. El 19 de mayo un padre y una madre perdieron a su hija por un su***dio en Barcelona. Era K., una chica de 15 años que aquel día, cuando salió de casa para ir a la escuela, decidió poner punto final a su vida. Saltó desde el octavo piso y a pesar de los esfuerzos de sus padres y del SEM por reanimarla, nada se pudo hacer para salvar la vida de la niña.
Las primeras investigaciones que hicieron los Mossos d'Esquadra de la Unitat d'Investigació de la comisaría de Sant Andreu concluyeron que la muerte de la chica había sido un su***dio. Ella era alumna de la escuela Jesús Maria i Josep, de Pare Manyanet, del barrio de Sant Andreu de Barcelona. Un correo recibido en el buzón de la niña de la escuela ha hecho reabrir el caso a los Mossos d'Esquadra e investigarlo.
Las indagaciones que hicieron los dos progenitores descubrieron unos detalles que han obligado a los Mossos d'Esquadra a volver a abrir el caso. Ahora mismo, según han explicado a ElCaso.com fuentes policiales, los agentes están reconstruyendo la vida de la niña y recogiendo toda la información posible para averiguar qué pasó. Cuando tengan toda la información, la entregarán al juez y a la Fiscalía de Menores, que serán los encargados de ordenar nuevas acciones.
A pesar de estar cansada, los padres aseguran que la niña era feliz, que la familia estaba contenta, que ella misma había planificado el verano —se había comprado bañadores y tenía hora para hacerse las uñas tal como marca la moda—, sus notas eran excelentes y no habían bajado en os últimos meses, a pesar del confinamiento y de que la habían cambiado de clase y la habían separado de su amiga. Pero alguna cosa, aseguran, le pasó.
El día 19 salió de casa, como siempre. En vez de bajar por la escalera, cogió el ascensor. Su madre siempre miraba que saliera por la puerta. Pero no lo hizo.
Según parece, K. subió con el ascensor hasta la última planta y allí puso punto final a su vida. Tenía escrito un mensaje que envió por WhatsApp a su madre, para ella y su padre. Era una carta de despedida. El texto la madre lo ha leído 100 veces y todavía hay cosas que no cuadran. "Es un texto muy frío, mi hija nunca escribía así", asegura en una conversación con ElCaso.com la madre.
Barcelona
Foto: Imagen de la escuela / Archivo
10/06/2021 12:13
Actualizado 10/06/2021 12:33
6 minutos
No hay nada más duro que perder a un hijo. El 19 de mayo un padre y una madre perdieron a su hija por un su***dio en Barcelona. Era K., una chica de 15 años que aquel día, cuando salió de casa para ir a la escuela, decidió poner punto final a su vida. Saltó desde el octavo piso y a pesar de los esfuerzos de sus padres y del SEM por reanimarla, nada se pudo hacer para salvar la vida de la niña.
Las primeras investigaciones que hicieron los Mossos d'Esquadra de la Unitat d'Investigació de la comisaría de Sant Andreu concluyeron que la muerte de la chica había sido un su***dio. Ella era alumna de la escuela Jesús Maria i Josep, de Pare Manyanet, del barrio de Sant Andreu de Barcelona. Un correo recibido en el buzón de la niña de la escuela ha hecho reabrir el caso a los Mossos d'Esquadra e investigarlo.
Las indagaciones que hicieron los dos progenitores descubrieron unos detalles que han obligado a los Mossos d'Esquadra a volver a abrir el caso. Ahora mismo, según han explicado a ElCaso.com fuentes policiales, los agentes están reconstruyendo la vida de la niña y recogiendo toda la información posible para averiguar qué pasó. Cuando tengan toda la información, la entregarán al juez y a la Fiscalía de Menores, que serán los encargados de ordenar nuevas acciones.
A pesar de estar cansada, los padres aseguran que la niña era feliz, que la familia estaba contenta, que ella misma había planificado el verano —se había comprado bañadores y tenía hora para hacerse las uñas tal como marca la moda—, sus notas eran excelentes y no habían bajado en os últimos meses, a pesar del confinamiento y de que la habían cambiado de clase y la habían separado de su amiga. Pero alguna cosa, aseguran, le pasó.
El día 19 salió de casa, como siempre. En vez de bajar por la escalera, cogió el ascensor. Su madre siempre miraba que saliera por la puerta. Pero no lo hizo.
Según parece, K. subió con el ascensor hasta la última planta y allí puso punto final a su vida. Tenía escrito un mensaje que envió por WhatsApp a su madre, para ella y su padre. Era una carta de despedida. El texto la madre lo ha leído 100 veces y todavía hay cosas que no cuadran. "Es un texto muy frío, mi hija nunca escribía así", asegura en una conversación con ElCaso.com la madre.
Imagen del correo que los padres encontraron en el buzón de la escuela de la niña / ElCaso.com
El correo fue enviado desde el correo yomitu911@gmail.com y lo recibió la niña en su correo del servidor de la escuela, un correo acabado con @santandreu.manyanet.org y que los padres aseguran que sólo conocen los alumnos y los profesores del centro. El correo, que ya está en manos de los Mossos d'Esquadra, puede ser clave para saber qué pasó.
Aunque sólo hay en la bandeja de entrada este correo, los padres sospechan que si la niña era víctima de ciberacoso por esta vía, ella misma, sin decirlo a nadie, habría borrado otros.
Los Mossos d'Esquadra están haciendo las investigaciones iniciales para saber quien envió el correo y si puede tener alguna relación con la muerte de la niña. Fuentes de la policía catalana también han confirmado que es muy complicado poder averiguar quién y desde dónde envió el correo, si bien saben que para saber el correo de la niña se tenía que ser de su entorno más próximo —clase o escuela—, teniendo en cuenta que no era una red social abierta, como Instagram o Facebook.
Los padres esperan que las investigaciones de los Mossos puedan aclarar las circunstancias de la desgracia que les ha tocado vivir.
Pero la familia también está dolida por como actuó la dirección de la escuela después de los hechos. En un primer momento no comunicaron la muerte, "sólo nos borraron de todas las aplicaciones de la escuela", y después se reunieron con los compañeros de la niña para, según los padres, "intentar hacer ver que nuestra hija tenía problemas en casa".
Están muy enfadados también por cómo la escuela trató a su hija en dos episodios más de acoso que sufrió la niña otros años, que quisieron esconder "para mantener el supuesto buen nombre de la escuela". Esperan que con todas las informaciones que puedan conseguir los Mossos también se averigüen responsabilidades en el mismo centro.
El informático avisó a los Mossos d'Esquadra y la escuela lo amenazó con denunciarlo por "haber revelado secretos". El informático acabó de baja por ansiedad por la presión que recibió por parte de la dirección del centro.
Igualmente, varias familias también han denunciado que la escuela no activa los protocolos contra el acoso, aunque tienen pruebas de agresiones y lesiones contra menores de edad de la escuela. Algunos padres han explicado también, en conversaciones que han pedido dejar en el anonimato, que han sacado a sus hijos de la escuela. El caso de esta niña ha abierto la caja de los truenos.
Las primeras investigaciones que hicieron los Mossos d'Esquadra de la Unitat d'Investigació de la comisaría de Sant Andreu concluyeron que la muerte de la chica había sido un su***dio. Ella era alumna de la escuela Jesús Maria i Josep, de Pare Manyanet, del barrio de Sant Andreu de Barcelona. Un correo recibido en el buzón de la niña de la escuela ha hecho reabrir el caso a los Mossos d'Esquadra e investigarlo.
La primera investigación, un su***dio y "ya está"
Nada hacía pensar que otra persona podría estar implicada en la caída de la menor de edad. Pero los padres no veían claro qué había pasado y qué había llevado a la niña a hacer una cosa así.Las indagaciones que hicieron los dos progenitores descubrieron unos detalles que han obligado a los Mossos d'Esquadra a volver a abrir el caso. Ahora mismo, según han explicado a ElCaso.com fuentes policiales, los agentes están reconstruyendo la vida de la niña y recogiendo toda la información posible para averiguar qué pasó. Cuando tengan toda la información, la entregarán al juez y a la Fiscalía de Menores, que serán los encargados de ordenar nuevas acciones.
El día antes
El 18 de mayo, el día antes, cuando la niña habló con sus padres, y según han explicado los dos progenitores a ElCaso.com, notaron que estaba extraña, si bien cuando hablaron con ella sólo les dijo que estaba "cansada". "No supimos ver nada más", asegura la madre. Nada les hizo pensar que sería el último día de estar con ella.A pesar de estar cansada, los padres aseguran que la niña era feliz, que la familia estaba contenta, que ella misma había planificado el verano —se había comprado bañadores y tenía hora para hacerse las uñas tal como marca la moda—, sus notas eran excelentes y no habían bajado en os últimos meses, a pesar del confinamiento y de que la habían cambiado de clase y la habían separado de su amiga. Pero alguna cosa, aseguran, le pasó.
El día 19 salió de casa, como siempre. En vez de bajar por la escalera, cogió el ascensor. Su madre siempre miraba que saliera por la puerta. Pero no lo hizo.
Según parece, K. subió con el ascensor hasta la última planta y allí puso punto final a su vida. Tenía escrito un mensaje que envió por WhatsApp a su madre, para ella y su padre. Era una carta de despedida. El texto la madre lo ha leído 100 veces y todavía hay cosas que no cuadran. "Es un texto muy frío, mi hija nunca escribía así", asegura en una conversación con ElCaso.com la madre.
Un mail sospechoso en el correo de la escuela: "muerte" y "muérete"
No sólo el mensaje de WhatsApp a la madre no cuadraba. Los padres accedieron al móvil de la niña y encontraron un correo electrónico que había recibido y que se había enviado, según ellos, después de la muerte de la menor de edad. En el correo, enviado desde una cuenta Gmail al servidor interno de la escuela, el asunto era "muerte" y en el cuerpo se podía leer "muere". Fue enviado el 28 de mayo, días después de la muerte de la niña, tal como ha podido saber ElCaso.com.
Un mail obliga a investigar el su***dio de una niña de Barcelona
GUILLEM RSBarcelona
Foto: Imagen de la escuela / Archivo
10/06/2021 12:13
Actualizado 10/06/2021 12:33
6 minutos
No hay nada más duro que perder a un hijo. El 19 de mayo un padre y una madre perdieron a su hija por un su***dio en Barcelona. Era K., una chica de 15 años que aquel día, cuando salió de casa para ir a la escuela, decidió poner punto final a su vida. Saltó desde el octavo piso y a pesar de los esfuerzos de sus padres y del SEM por reanimarla, nada se pudo hacer para salvar la vida de la niña.
Las primeras investigaciones que hicieron los Mossos d'Esquadra de la Unitat d'Investigació de la comisaría de Sant Andreu concluyeron que la muerte de la chica había sido un su***dio. Ella era alumna de la escuela Jesús Maria i Josep, de Pare Manyanet, del barrio de Sant Andreu de Barcelona. Un correo recibido en el buzón de la niña de la escuela ha hecho reabrir el caso a los Mossos d'Esquadra e investigarlo.
La primera investigación, un su***dio y "ya está"
Nada hacía pensar que otra persona podría estar implicada en la caída de la menor de edad. Pero los padres no veían claro qué había pasado y qué había llevado a la niña a hacer una cosa así.Las indagaciones que hicieron los dos progenitores descubrieron unos detalles que han obligado a los Mossos d'Esquadra a volver a abrir el caso. Ahora mismo, según han explicado a ElCaso.com fuentes policiales, los agentes están reconstruyendo la vida de la niña y recogiendo toda la información posible para averiguar qué pasó. Cuando tengan toda la información, la entregarán al juez y a la Fiscalía de Menores, que serán los encargados de ordenar nuevas acciones.
El día antes
El 18 de mayo, el día antes, cuando la niña habló con sus padres, y según han explicado los dos progenitores a ElCaso.com, notaron que estaba extraña, si bien cuando hablaron con ella sólo les dijo que estaba "cansada". "No supimos ver nada más", asegura la madre. Nada les hizo pensar que sería el último día de estar con ella.A pesar de estar cansada, los padres aseguran que la niña era feliz, que la familia estaba contenta, que ella misma había planificado el verano —se había comprado bañadores y tenía hora para hacerse las uñas tal como marca la moda—, sus notas eran excelentes y no habían bajado en os últimos meses, a pesar del confinamiento y de que la habían cambiado de clase y la habían separado de su amiga. Pero alguna cosa, aseguran, le pasó.
El día 19 salió de casa, como siempre. En vez de bajar por la escalera, cogió el ascensor. Su madre siempre miraba que saliera por la puerta. Pero no lo hizo.
Según parece, K. subió con el ascensor hasta la última planta y allí puso punto final a su vida. Tenía escrito un mensaje que envió por WhatsApp a su madre, para ella y su padre. Era una carta de despedida. El texto la madre lo ha leído 100 veces y todavía hay cosas que no cuadran. "Es un texto muy frío, mi hija nunca escribía así", asegura en una conversación con ElCaso.com la madre.
Un mail sospechoso en el correo de la escuela: "muerte" y "muérete"
No sólo el mensaje de WhatsApp a la madre no cuadraba. Los padres accedieron al móvil de la niña y encontraron un correo electrónico que había recibido y que se había enviado, según ellos, después de la muerte de la menor de edad. En el correo, enviado desde una cuenta Gmail al servidor interno de la escuela, el asunto era "muerte" y en el cuerpo se podía leer "muere". Fue enviado el 28 de mayo, días después de la muerte de la niña, tal como ha podido saber ElCaso.com.
Imagen del correo que los padres encontraron en el buzón de la escuela de la niña / ElCaso.com
El correo fue enviado desde el correo yomitu911@gmail.com y lo recibió la niña en su correo del servidor de la escuela, un correo acabado con @santandreu.manyanet.org y que los padres aseguran que sólo conocen los alumnos y los profesores del centro. El correo, que ya está en manos de los Mossos d'Esquadra, puede ser clave para saber qué pasó.
Aunque sólo hay en la bandeja de entrada este correo, los padres sospechan que si la niña era víctima de ciberacoso por esta vía, ella misma, sin decirlo a nadie, habría borrado otros.
Los Mossos d'Esquadra están haciendo las investigaciones iniciales para saber quien envió el correo y si puede tener alguna relación con la muerte de la niña. Fuentes de la policía catalana también han confirmado que es muy complicado poder averiguar quién y desde dónde envió el correo, si bien saben que para saber el correo de la niña se tenía que ser de su entorno más próximo —clase o escuela—, teniendo en cuenta que no era una red social abierta, como Instagram o Facebook.
Los padres esperan que las investigaciones de los Mossos puedan aclarar las circunstancias de la desgracia que les ha tocado vivir.
La no respuesta de la escuela a los padres
Paralelamente a la investigación que están haciendo los Mossos d'Esquadra y a la denuncia que han presentado al Síndic de Greuges, los padres están convencidos de que la escuela Jesús Maria i Josep, vinculada a Pare Manyanet, no activó los protocolos por acoso y tampoco controló los servidores internos, un hecho que llevó a la niña a este trágico final.Pero la familia también está dolida por como actuó la dirección de la escuela después de los hechos. En un primer momento no comunicaron la muerte, "sólo nos borraron de todas las aplicaciones de la escuela", y después se reunieron con los compañeros de la niña para, según los padres, "intentar hacer ver que nuestra hija tenía problemas en casa".
Están muy enfadados también por cómo la escuela trató a su hija en dos episodios más de acoso que sufrió la niña otros años, que quisieron esconder "para mantener el supuesto buen nombre de la escuela". Esperan que con todas las informaciones que puedan conseguir los Mossos también se averigüen responsabilidades en el mismo centro.
Una escuela con antecedentes
Este centro, conocido como el Manyanet de Sant Andreu, ya fue noticia cuando acosaron también a un informático que trabajaba en la escuela y que fue el encargado de revelar que un exprofesor del centro, vinculado todavía al equipo de la escuela, tenía material de por**grafía de menores en su PC personal.El informático avisó a los Mossos d'Esquadra y la escuela lo amenazó con denunciarlo por "haber revelado secretos". El informático acabó de baja por ansiedad por la presión que recibió por parte de la dirección del centro.
Igualmente, varias familias también han denunciado que la escuela no activa los protocolos contra el acoso, aunque tienen pruebas de agresiones y lesiones contra menores de edad de la escuela. Algunos padres han explicado también, en conversaciones que han pedido dejar en el anonimato, que han sacado a sus hijos de la escuela. El caso de esta niña ha abierto la caja de los truenos.
Sin respuesta de la escuela
ElCaso.cat se ha puesto en contacto con la dirección del centro. Han declinado dar ninguna respuesta ni valorar las acusaciones que hace la familia de la niña. Las explicaciones las dará, según el director, el abogado de la escuela, Antonio Ruiz, que tampoco ha querido dar explicaciones a las preguntas hechas por este medio.https://elcaso.elnacional.cat/es/no...arcelona-mail-sospechoso-muere_51016_102.html
